El primer día de regreso a Hogwarts fue lo más normal posible, si se hablamos de que estuvo con Luna repartiendo revistas del Quisquilloso. Al final se dividieron el trabajo y la rubia tuvo que irse hasta los últimos vagones mientras que la metamorfomaga volvió a los primeros.

Se les hizo tarde, ya era de noche y Selene sabía que perdería las carrozas si esperaba a la curiosa de su prima, así que solo regreso a su compartimento por su bolsa y libro de pociones avanzadas que agarro del librero de su padre quien por último tuvo que dárselo ya que los libros se agotaron rápidamente.

Sale del compartimento y corre a la salida, por el pasillo de madera pero se tropieza con alguien de espaldas y casi caía. Casi; por que los brazos de la persona la sujetaron fuertemente, escuchándose sole el estruendo del viejo libro. Nix abre sus ojos verdes recibiéndola unos fríos zafiros*.

Ella se sentía cómoda en aquellos brazos, podría decirse mucho más que los de su amado Cedric. Pero rápidamente se levanta, colocando ambas manos en los antebrazos del heredero Malfoy y se separándose de él.

— Eh — tartamudea la chica — Gracias por salvarme de la caída — agradece balbuceando y recoge el libro, echándose a correr.

Su cabello claramente delataba su estado de animo convirtiéndola en un arco iris, uno que llenó el corazón del Slytherin.

...

...

...

Como todos saben los ojos de Draco son grises en los libros mientras en las películas son azules por el actor.