— Señorita Ragnor — le llama la atención la señora rosa — Eso no es un gesto que alguien como usted debe de hacer —

Selene evita poner los ojos en blanco como lo hizo hace unos momentos. Como no iba a rodar los ojos si se la pasaba hablando de nada interesante con su voz chillona.

— ¿Como quiere que no haga eso? — le cuestiona — No nos está enseñando a defendernos, qué haré si dividen atacarme como lo hicieron con Cedric. Mataron a mi prometido y pueden ir detrás de mi. ¿Qué haré sino se hacer nada?—

El salón de quedo en un sumos silencio que incomodo a la profesora. Pero no dejaría que una simple muchachita le levantara la voz.

— Estará castigada por contradecir mis métodos de aprendizaje — la apunta con la varita — La veré en mi oficina, mientras tanto vayan al capítulo trece y hagan un resumen de ello de un metro. —

Nix ahoga un grito de desesperación y va al dichoso capítulo tanto en otra parte del salón creían que si se merecía ese puesto en Gryffindor por su actitud.

Al final de la clase guarda todo rápidamente, saliendo como lleva el diablo. Un día de estos la mataría con sus propias manos al estilo muggle.

Sin más se dirige a la siguiente clase, que es Aritmancia junto con Luna, quien se le acercó en el camino.

— Tienes muchos nargles a tu alrededor — comenta la rubia.

— Agradécele a Umbridge — contesta y su cabello se torna a un rojo fuego.

¡Tada! Cedric Diggory fue el prometido de Selene, se de la diferencia de edad pero a sus padres no les importó y lo único que querían era no romperse el corazón por el amor.