Los dos adultos y la adolescente se la pasaron hablando sobre su estadía en Hogwarts mientras ellos relataban sus bromas y de una chica que los descubría siempre a tiempo.

Selene contaba de sus pequeñas aventuras con su prima Luna Lovegood y el despistado Neville Longbottom. Y una que otra sobre la rivalidad ente el puesto de mejor estudiante contra Hermione.

Pero los adultos se van a otro cuarto con los demás mayores, dejando que la curiosidad de Nix fluyera.

Ella sabía que Ron y Hermione se encontraban en el mismo edificio pero por puro placer quiso quedarse en al cocina, viendo a la nada.

— Disculpe señorita — dice una voz amargada a su pies haciendo que la ahora peli verde viera hacia abajo — Kreacher necesita pasar esto —

La metamorfomaga mueve sus pies abriendo paso al elfo con su tina llena de agua.

— Hola Kreacher soy Selene Ragnor — le dice amablemente con una sonrisa.

Y el elfo solo la miro con ojos dolorosos, recordando la primera vez que conoció a su ama Ragnor. Con un intento de sonrisa, asiente a la chica.

— Kreacher se alegra de conocerla — y lentamente se va arrastrando la cubeta.

Para ella eso fue un tanto extraño.

Pero luego unas voces se comienzan a escuchar desde el pasillo por donde la chica cruzo hace horas. Se para y va a ver quién es. Encontrándose a la persona que menso deseaba en estos momentos.

— James — exclama la chica al ver el azabache.

— Nix — saluda cortante.

— ¿Ahora tenemos que llamarnos por nuestros segundos nombres? — cuestiona la chica de cabello fiucha — Pero yo ni tengo segundo nombre — comenta la metamorfomaga mayor.

— Coméntaselo a él — discute la chica mientras las puntas de su cabello se hacían azules.

— ¡Es igual a mí! — grita con emoción la chica pero recibía una mirada del señor con un ojo de vidrio.

Las cinco personas van directo al lugar donde los mayores están discutiendo sobre algo que Sel no alcanzaba a escuchar.

El azabache la mira expectante a que haga algo.

— Los otros dos están arriba, ni preguntes la habitación — y se marcha del pasillo dejándolo con la palabra en la boca.