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22. unfeeling

CAPÍTULO VEINTIDOS
Insensible

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Aún estaba fresco en su memoria todo lo que había vivido desde que llegó a Verde Hogar en busca de su padre y los días posteriores desde el primer momento en el que se estableció el confinamiento total de los supervivientes en el primer piso del edificio. Hyun-soo fue su único compañero hasta que fueron recibidos por el resto de los sobrevivientes donde tuvieron que enfrentarse a múltiples pérdidas como situaciones complicadas por ser infectados, Eun-hyuk fue una de las personas responsables de lo que pasaron ahí abajo y el de la idea de utilizarlos para subir a los pisos superiores en busca de cosas, muchas veces innecesarias.

Sun-hee lo odió en su momento pero en los días posteriores a conocerlo se le hizo más tolerable y fue soportables estar cerca de él. En ese momento aprendió a tolerarlo pero los meses posteriores a su fallecimiento, entendió que solo hacía lo necesario para poder proteger a la mayor cantidad de personas posibles, como un humano.

Eun-hyuk hizo lo necesario para sobrevivir y enfrentar la situación como un humano promedio lo haría pero siempre fue inteligente de alguna manera. Utilizó a infectados para que pudieran recolectar objetos para los sobrevivientes y a cambio les daba un lugar donde quedarse entre ellos, poco a poco logrando mezclarse entre los humanos que en ese momento se enfrentaban a lo desconocido. Pero también los protegió, él la protegió.

Verlo ahí, de pie frente suyo, era como estar viviendo en uno de los sueños extraños que tuvo días después de que él muriera en el derrumbe del edificio.

—Te vi dar tu último aliento -El sargento Kim habla manteniendo su arma sostenida apuntando hacia él.

—Hay mucho que no sabemos el uno del otro, ¿no? -Responde Eun-hyuk aferrándose a un tono neutral que también se veía reflejada en su expresión facial.

—¿Qué eres? ¿Eres un monstruo mutado?

—No

—¿Hablas con los monstruos?

Eun-hyuk mira levemente sobre su hombro por el camino que tomó el monstruo que permaneció toda la noche en la Iglesia hundido de rodillas frente al capullo que él formó al morir y que de un momento a otro se fue cuando él apareció.

—Digamos que me comunico -Fue lo único que respondió luego de tragar levemente. Miró a Sun-hee frente suyo durante unos segundos antes de alejarse dando un par de pasos–. Quédate aquí un segundo.

Eun-hyuk caminó hasta uno de los estantes en medio del desastre que había en el lugar y se agachó para buscar algo. El sargento Kim miró a Sun-hee, quien tenía sus ojos puestos en el joven que al parecer había regresado de la muerte dos veces para ella y en su cabeza se formulaban millones de preguntas al respecto tratando de entender cómo había sucedido aquello, si es que era un monstruo con una habilidad similar a la que posiblemente tenga ella o Hyun pero nada podía ser respondido en ese momento.

—¿Lo conoces? -El militar le dice a la joven al colocarse a su lado.

—Si -Ella asiente lentamente sin quitarle la mirada, viéndolo arrodillado en el suelo mientras busca entre las cosas que había en ese estante–. Pero también lo creí muerto.

El militar la mira con un poco de curiosidad y confusión por sus palabras. Sun-hee no le corresponde la mirada ni de reojo, sigue analizando a Eun-hyuk procesando lentamente la situación y escuchando como el chico movía las cosas buscando algo en específico.

—Me preguntaste qué era -Habló el joven mientras se reincorporaba con algo en la mano y el militar volvió a alzar su arma por inercia–. Neohumano. Así nos llamamos -Responde con serenidad y extiende las latas de comida hacia ellos, haciéndole saber al humano que no pretendía hacerle daño–. Es una ofrenda de paz. Pensé que podría beneficiar nuestra relación.

El sargento Kim mantiene sus ojos en el joven mientras su cabeza era una maraña de dudas sin saber bien si debería confiar o no en él, había pasado por mucho en los últimos días y no era especialmente favorable haberlo visto quitarse la vida antes de convertirse en un capullo aferrado al techo, dejando en claro que se trataba de un monstruo. Miró a Sun-hee y ella por fin le correspondió la mirada luego de unos segundos al sentir el peso de su atención, asintió lentamente haciéndole saber de que todo estaba bien y que no debería considerarlo una amenaza.

Con una pequeña espina de duda clavada en él, bajó lentamente su arma y Eun-hyuk también bajó la mano con la que sostenía las latas de comida y las dejó a un lado antes de dar un par de pasos al costado sin quitarle los ojos de encima. El militar también lo miró por un momento antes de pasar por el lado de Sun-hee, acercándose a donde Eun-hyuk se encontraba.

La joven se hizo a un lado pero acercándose directamente hacia Eun-hyuk, analizándolo más de cerca con la mirada para intentar comprobar si había algo diferente en él. No tuvo éxito en comprobarlo, se veía normal físicamente pero sin embargo podía presentir aún así un gran cambio, probablemente viniendo de su nuevo origen como "neohumano" que es como él se había definido a sí mismo y, recordando sus palabras, parece que habían más como ellos por lo que tal vez se trataba de un tipo diferente de monstruos que andaba por la ciudad.

Eun-hyuk la miró en silencio también pero él no recorría su rostro con la mirada, sus rasgos un poco más adultos eran evidentes y lo primero que percibió fue el nuevo corte de cabello así como el tamaño. Recordaba perfectamente que ella llevaba flequillo y la mayor parte llevaba su cabello atado aunque algunas veces la vio con el cabello suelto a la altura de los hombros, ahora tenía el cabello mucho más largo y el flequillo ya no existía. Se veía un poco más grande, ya no era la joven que conoció pero aún así no pasaba desapercibido la fuerza que emanaba de ella y le interesó desde el primer momento que enfrentó al señor Kim al apuntarlo con un arma.

Pero a pesar que ellos se veían iguales, sabían que muchas cosas habían cambiado.

—¿Cómo...?

—¿Estoy vivo? -Él completó la pregunta al notar levemente su vacilación y ella asintió–. Los neohumanos no podemos morir.

—¿Qué es eso que parece un capullo? -El sargento decide preguntar luego de darles una leve mirada mientras guardaba las cosas que encontraba en una mochila.

—Es el corazón -Responde Eun-hyuk mientras su mirada pasa de Sun-hee hacia el capullo donde él permaneció toda la noche y en ese momento se encontraba abierto–. Cuando regresamos al corazón, renacemos -Se queda un momento en silencio antes de mirar al militar–. Tuve síntomas... y pasé por una monstrualización. Alguna vez fui humano como tú -Dirigió su mirada a Sun-hee, quien en ese momento era la única persona que lo conoció realmente–. Pero luego volví a nacer.

Sun-hee lo escucha con atención mientras su cabeza va uniendo todos los puntos mientras él cuenta brevemente lo que es, algo totalmente nuevo y desconocido para ambos.

—Entonces, realmente no pueden morir -La joven deduce luego de unos segundos de haberlo pensado–. Los neohumanos como tú.

Eun-hyuk asiente mientras la mirada.

—Es lo que somos -Comenta mientras desvía la mirada–. Alteraron el orden natural.

—¿Los infectados especiales? -El militar sigue guardando las cosas importantes en la mochila que lleva mientras alterna su mirada en lo que hace y en Eun-hyuk.

—Saben que nuestra debilidad es el corazón.

Los Neohumanos al parecer era el proceso correcto natural ocasional luego de la monstrualización mientras que los Infectados Especiales nacieron de una botella y extensas horas de experimentación que rayaba la tortura humana, no eran plenamente naturales. Sun-hee no era un monstruo natural pero seguía siendo particular aunque no lo supiera, tal vez los de su especie eran los verdaderos villanos de la decaída sociedad actual como unos impostores. El doctor Lim alteró el orden natural de los monstruos en consciencia o inconsciencia pero él no sería quien pague los platos rotos, sino sus abominables creaciones.

En ese momento algo hizo clic en su cabeza, Eun-hyuk mencionó que los Infectados Especiales descubrieron que la debilidad de los Neohumanos era el corazón por lo que quiere decir que había la posibilidad de que los experimentos de Bamseom estuvieran con vida sin importar que sean uno o dos, eran un potencial peligro. También recordó que Ui-myeong está con vida aunque no lo había vuelto a ver desde que casi mata a Hyun y a ella en Bamseom luego de escapar pero era cuestión de que volviera a aparecer en busca de ambos, especialmente de Hyun.

—Podrían haberte matado cuando estuviste en el corazón -Siguió hablando el militar sacando a Sun de sus más profundos pensamientos.

—Buscaban una forma más rápida de matarnos a todos -Responde Eun-hyuk mientras el sargento sigue buscando entre las provisiones de los estantes–. Querían saber... a dónde llamamos hogar.

El militar detiene su búsqueda de provisiones por un momento mientras escucha al joven.

—Los Infectados Especiales están en el estadio -Sun-hee gira de inmediato a ver al sargento Kim. No sabía aquello ni la forma en cómo él lo sabía pero si hablaba en plural, se trataban de varios sobrevivientes de la caída de Bamseom–. ¿Por qué ir allí si están buscando tu hogar?

—Deben tener otra razón -Responde Eun-hyuk.

Sun-hee asiente lentamente ante las palabras de Eun-hyuk.

—Si realmente los Infectados Especiales se encuentran con vida y sabes que van al estadio, deben tener una razón bastante llamativa -Sun-hee añade mientras su cabeza recuerda los momentos en los que pasó en ese lugar y las contadas interacciones que tuvo con el resto a parte de Tae-shik–. Pero son demasiado peligrosos. En el estadio están los sobrevivientes, deben tener algo grande en mente.

—¿Cómo lo sabes? -Inquiere el militar centrando su mirada en ella.

—Porque los conozco bastante bien -Alterna su mirada entre ambos–. Fui creada en Bamseom, no pasé por la monstrualización como el resto -Carraspea levemente–. Soy una Infectada Especial, como ustedes lo llaman.

El sargento Kim la mira con ligera curiosidad y sorprendido por escuchar aquello pero pronto une los puntos sabiendo de que tal vez no debería ser tan extraño, se veía como una humana pero era consciente de que era un monstruo justo como los Infectados Especiales que habían acabado y jugado con los militares que llegaron a Bamseom unos días atrás. La escudriñó con los ojos analizándola mientras su cabeza trataba de convencerse que ella no era como los otros que había conocido, ella lo cuidaba y que no sea un monstruo natural no quiere decir que sea mala, ¿cierto?

Eun-hyuk se mantuvo neutro, su rostro era como una piedra de la cual no podía leerse lo que pasaba por su cabeza.

—¿Hay muchos Neohumanos como tú? -El militar le pregunta a Eun-hyuk.

—Imagina cuántos humanos se volvieron monstruos -Sun-hee frunce levemente sus cejas al escucharlo, enterándose un poco más sobre lo que parece ser una nueva etapa de monstrualización–. Es cuestión de tiempo para que todos se vuelvan neohumanos.

—¿Estás diciendo que convertirse en Neohumanos es como una etapa luego de la monstrualización? -Ella le pregunta mientras lo ve levantarse lentamente de su lugar frente suyo–. Que los monstruos que andan afuera asustando y matando a las personas... se convertirán en humanos tarde o temprano.

El chico se mantuvo en silencio un momento mientras la veía pero terminó asintiendo ante sus palabras, dándole una respuesta silenciosa a su pregunta.

—Ahora, llévame al estadio -Le dice al militar al girar su cabeza hacia él.

—Dime a qué le temen los Infectados Especiales -El hombre ignora su ligera orden mientras alterna su mirada entre él y la chica a su lado.

—A los Neohumanos -Responde Eun-hyuk–. A los seres como yo.

El sargento Kim aceptó partir camino hacia el estadio para llevar a Eun-hyuk como le estaba pidiendo aunque ese era su propósito inicial, debía llegar a donde se encontraba el resto de su equipo y los sobrevivientes para ayudarlos de algún peligro inminente por el que estuviera atravesando al tener la presencia de los Infectados Especiales. Sun-hee aceptó acompañarlos aunque a su cabeza llegó el recuerdo de que debía regresar con Hyun y Tae-shik, quienes probablemente se encuentren preocupados por no saber nada de ella pero decidió que los encontraría en el camino, eso es seguro.

Se quedó a un lado mientras observaba a Eun-hyuk moverse por el lugar mientras el sargento Kim salió de la iglesia para poder dejar la mochila que llevaría con nuevos suministros y preparar todo para la partida de los tres. Ella lo miraba desde un lado aún cayendo en la realidad de que lo estaba viendo vivo y que no era un extraño sueño o alucinación aunque sabía que era completamente real, una persona que ya no era la misma por alguna extraña razón. El Eun-hyuk que ella conocía no hubiera dudado en acercarse, probablemente derramar algunas lágrimas como hizo la última vez que se vieron pero la persona que estaba viendo era diferente, era como si fuera un cuerpo caminante sin alma.

Agarró algo de uno de los bolsillos de la chaqueta que llevaba antes de cortarse el cuello, miró lo que parecía ser una hoja o algo que desdobló pero se quedó en silencio, simplemente mantuvo sus ojos fijos en ese sin ningún tipo de emoción asomándose antes de volver a doblarlo y guardarlo en el bolsillo interior del saco negro que llevaba.

Eun-hyuk la vio un momento a varios metros de él que se encontraba en el altar y se aleja de ese lugar abriéndose camino hacia las puertas principales de la iglesia para poder salir del lugar. Sun-hee lo siguió manteniéndose unos cuantos pasos lejos de él mientras lo analizaba con su mirada, intentaba atar puntos para poder responder alguna que otra pregunta que se iluminaba en su cabeza sobre si había cambiado demasiado o tal vez era una persona completamente diferente. Existía la posibilidad de que se trate de un monstruo similar a lo que era Ui-myeong, un parásito que invadía los cuerpos de otros para poder sobrevivir aunque dijo que era un neohumano... una evolución diferente de los infectados luego de la monstrualización.

—Tú... ¿me recuerdas? -Es lo primero que le dice Sun-hee al acelerar un poco el paso y caminar a su lado. Eun-hyuk mantenía su mirada al frente a paso lento pero decidido con el rostro imperturbable.

—Sí.

Su respuesta fue monótona, de una sola silaba y directa pero no era suficiente para Sun-hee, ella quería más respuestas o algo que pudiera darle señales que estaba frente a la persona que conoció y en algún momento la empujó al límite de su paciencia.

—¿Cómo ha estado Hyun? -Eun-hyuk pregunta pocos segundos después, siendo eso la suficiente respuesta y afirmación para Sun de que él si mantenía sus recuerdos intactos.

—Él... -Se queda en silencio un momento sin saber exactamente qué responder porque no sabía el estado exacto de Hyun ni donde podría encontrarse aunque sabía que era imposible que muera o algo terrible le suceda–. Él está bien, cómo siempre.

Lo mira asentir levemente junto a un pequeño ruido que salió de su garganta similar a un leve gruñido en respuesta. Si él preservaba sus recuerdos, eso quiere decir que sabía sobre la existencia de Eun-yoo así que probablemente pueda ir en búsqueda de su hermana y eso estaría relativamente bien para Sun porque de esa manera podría llevársela lejos por un tiempo y dejaría de dar vueltas como una mosca alrededor de Hyun.

Caminan fuera de la iglesia y bajan algunas escaleras a la salida de la edificación mientras miran a todos lados en busca del sargento, viendo que se encontraba frente a un árbol practicando su puntería con un cuchillo, el cual lanzó y se insertó en medio del tronco. Ambos jóvenes se acercan a pasos lentos hacia donde el militar se encontraba, quitó el cuchillo del árbol pero Eun-hyuk tomó un pedazo de metal oxidado que encontró en el suelo y lo tiró hacia el árbol con la precisión exacta de dar en el mismo punto que el cuchillo que el sargento tiró.

Sun vio aquello notando que poseía las mismas capacidades que un monstruo común, especialmente de uno que se mantenga en su forma humana como lo eran Hyun y ella. El sargento giró a ver aquello levemente sorprendido por su fuerza y miró a Eun-hyuk, quien lo miraba con neutralidad.

—Te vi hacerlo -Fueron las únicas palabras que dijo cuando el militar giró a verlo–. Aprendemos rápido.

—¿Inmortal e inteligente? -Dijo el mayor luego de soltar una pequeña risa de burla más para sí mismo y se alejó algunos pasos para tomar un camino–. ¿Para qué utilizarás todo ese poder?

—Para reunir neohumanos nacidos del corazón -Responde Eun-hyuk mientras sigue al sargento acompañado de Sun a su lado–. Eso es todo. Si no, solo existo.

Sun escucha todo lo que él diga porque de esa manera podría entender mejor el nuevo tipo de monstruo o etapa de infectados que estaban rondando por la ciudad.

—Respóndeme esto -El militar sigue caminando acompañado de los dos jóvenes–. ¿Qué pasa con tus recuerdos pasados de humano?

—Eso no es importante -Eun-hyuk abre la puerta del asiento del copiloto e ingresa a la camioneta con la cual habían llegado hasta ahí por lo que Sun debe subir en la parte trasera. Todos ingresan al vehículo y ocupan sus respectivos asientos–. Hemos logrado todo lo que necesitamos trascendiendo la monstrualización.

Parece reacio a poder aferrarse a sus recuerdos pero sabía que no los había perdido, preguntó por Hyun y le confirmó de que la recordaba, así que era suficiente para saber que simplemente su prioridad era reunir a más neohumanos justo como lo había dicho minutos atrás.

El sargento miraba por el espejo retrovisor viendo a la joven, quien hablaba mucho menos que antes desde el momento que vio a Eun-hyuk y dejaron la iglesia. Tenía leve conocimiento de que ambos se conocían, ella había respondido a su pregunta sobre si lo conocía y ella respondió que sí pero lo creía muerto. El ambiente era callado entre los tres pero había cierta tensión de confusión e incertidumbre por parte del sargento y la chica, al menos, mientras que Eun-hyuk se mantenía callado mirando al frente.

—¿Fuiste creada en Bamseom realmente? -La voz del sargento Kim rompió el silencio mientras la camioneta militar se desplazaba por las calles regresando a la ciudad dirigiéndose hacia el estadio. Sun levantó la mirada un momento al escuchar la pregunta.

—Si -Asiente lentamente–. ¿No lo sabías?

—Nunca había ido a ese lugar cuando... sucedió lo de ese día -Niega levemente–. No sabía lo que ocurría exactamente en ese lugar, solo seguía órdenes de mantener todo controlado por los pasillos como un tipo de patrullaje -Explica brevemente lo que sucedió ese día y su posición–. Hasta que la alarma fue activada. No entendía lo que sucedía, las órdenes era de avisar si veía peligro y cuando te vi cubierta de sangre en ese lugar... sabía que ese era el tipo de peligro del que advertían pero no le avisé a nadie.

Escuchar aquello hizo revivir los recuerdos de lo que pasó ese día en el que creyó muerto a Tae-shik y perdió el control pero también fue dejada en libertad por el sargento Kim, quien bajó su arma a pesar del entorno en el que se encontraba y los cuerpos que dejó en el suelo.

—No podía... simplemente no podía hacerlo -El hombre niega levemente y carraspea para seguir hablando. Él también tuvo recuerdos de ese día, de lo que vio cuando ingresó a esas habitaciones y el desastre que Sun había dejado–. Eras una mujer y demasiado joven... no podía dispararte.

—¿Nunca les dijiste a tus superiores lo que viste?

—No, nunca -Él niega mientras mantiene sus ojos al frente en el camino–. Decir de que no había alertado del peligro... me hubiera costado que me relevaran de mi puesto.

—El doctor Lim me convirtió en lo que soy -Sun-hee resopla levemente–. No era nada y trató de convertirme en algo pero pasando por incontables cortes y torturas -Mantiene sus ojos al frente–. Lo vi ese día en el puente cuando te salvé y sé que está con vida, me vengaré de él cuando tenga la oportunidad, le recordaré todo lo que le hizo a Hyun y a mi.

—¿Quién es Hyun?

—Es... -Sun se permite un momento en pensarlo porque no sabía exactamente lo que eran y últimamente se lo había cuestionado. Vivían juntos pero habían compartido alguno que otro beso y eso no era lo que los amigos hacían. Estaban en medio de un apocalipsis donde su única prioridad era poder sobrevivir y no se ocuparon en colocar la definición de su relación–. Mi compañero.

—¿Cómo tu novio?

—No, un novio no -Ella niega de inmediato levantando la mirada para verlo por el reflejo del espejo retrovisor central–. Vivimos juntos, sí, pero eso es todo.

Estuvo agradecida que el tema haya terminado ahí y no tratara de hurgar más en el tema de Hyun porque no sabría como poder definirlo ni darle forma a la relación que tiene con él. Desvió la mirada un momento del espejo retrovisor pero cuando volvió a ver se encontró con los ojos de Eun-hyuk observándola por el reflejo. Ella mantuvo el contacto visual por unos segundos hasta que él miró a otro lado, aún manteniendo su rostro completamente inexpresivo.

El camino transcurrió en silencio entre los tres mientras se adentraban a la ciudad que se encontraba totalmente vacía y por suerte no se vieron obstaculizados por ningún monstruo que pudiera molestarlos. Sun-hee estuvo sumergida en sus propios pensamientos y preocupaciones, principalmente sobre donde pueda estar Hyun en ese momento y lo que le está sucediendo, aquella parte de su interior que parece haber desaparecido por alguna extraña razón luego de haberse sumergido en la cabeza de Yi-kyung y evitar su monstrualización.

Por una parte estaba ligeramente feliz o aliviada de que su lado monstruoso no se hiciera presente porque solo le traía grandes problemas pero también abrazaba ese lado al mantenerlo equilibrado, era su única forma de poder sobrevivir en la ciudad y proteger a los que quería, no podía deshacerse de eso aunque quisiera porque sabía que dejarla inhabilitada como una simple humana no era ninguna opción sabiendo que aún habían peligros a los cuales enfrentarse. Intentó hurgar en su interior, conectar con aquello que por muchos años intentó desaparecer pero no hubo resultados de la voz que la hacía sentir débil ni el dolor que se instalaba en su espalda cuando las alas se hacían presentes.

No había nada dentro, solo ella misma y eso era un completo vacío desde hace años.

Ingresaron a lo que parece ser una calle cuesta abajo dentro de la ciudad. Sun-hee mira a su alrededor pero su rostro se distorsiona levemente y agudiza su mirada al notar que habían dos personas a un lado del asfalto que le parecían bastante familiar. El vehículo pasa por su lado notando de que se trataba de Eun-yoo y el militar joven que andaba con ella del cuál Sun no recordaba el nombre pero eso era lo de menos, solo estaban ellos dos sin la compañía de Tae-shik o Hyun. Le pareció extraño que Eun-yoo estuviera lejos de Hyun luego de haberlo encontrado así que se aferró a la idea de que eso sería imposible por lo que él debería estar cerca.

Ella frunce levemente sus cejas cuando la camioneta sigue de frente pero observa la reacción de Eun-hyuk, quién movió levemente su cabeza para ver a los dos humanos y regresó a mirar al frente sin ningún tipo de emoción reflejándose en su rostro.

—La viste -Sun-hee asegura, rompiendo con el silencio del ambiente.

—Sí -Fue la única respuesta de Eun-hyuk.

Lo mira un momento confundida por su reacción. En una situación diferente, Eun-hyuk hubiera detenido la camioneta para poder ver a su hermana de cerca pero este simplemente le resto importancia aunque la recordaba perfectamente, sabía quien era ella y le dio igual. Sun-hee lo analiza en silencio, asegurándose de que él no tenía ningún tipo de sentimiento en su interior y eso le resultaba peculiar e interesante.

El vehículo siguió avanzando de frente pero no demoraron mucho en ver lo que parecía ser una persona arrastrando a otra pero pronto Sun reconoció de que no se trataba de cualquiera al notar las púas negras y grandes que reemplazaban a su brazo. El sargento Kim presiona más el acelerador de la camioneta haciendo que fueran más rápido dirigiéndose hacia ambos y tanto Hyun como el hombre que llevaba atrapado entre sus púas salieran disparados por diferentes lugares. Sun abrió sus parpados sorprendida por la acción del militar ante el impacto, ella bajó rápidamente de la camioneta y se dirigió hacia el autobús donde Hyun había aterrizado en el interior.

—Hyun -La chica llama mientras sube al autobus, viendo como el mencionado se retorcía levemente en el interior por el impacto.

—Mierda -Se queja con un poco de dolor por el golpe mientras abre los ojos.

Sun ingresa al vehículo preocupada y da pasos decididos hacia él para poder ayudarlo pero se detiene de inmediato cuando él gira a verla, notando el cambio del color de sus ojos y que ese no era el Hyun que conocía. Sus ojos azules delataban que el otro lado de su interior había tomado el control y por eso arrastraba a ese chico que no conocía, el Hyun original no hubiera hecho aquello ni aunque se tratara de la peor escoria que existía.

—Nos volvemos a ver -Él sonríe de punta a punta viéndose diferente y casi perverso–. Creí que podría demorarme un poco más en volver a verte pero parece que no podemos estar alejados por mucho tiempo -Ríe levemente mientras mantiene sus ojos puestos en ella–. Después de todo... somos uno, ¿no?

—Claro que no -Dice ella entredientes mientras retrocede varios pasos.

—¿Dónde estuviste todo este tiempo, querida? -Ladea un poco la cabeza manteniendo la misma sonrisa cubierta de terribles intenciones–. ¿Estuviste paseando por ahi? ¿Yendo de compras? -La recorre de pies a cabeza mientras Sun retrocede lentamente–. Yo si fui de compras, ¿lo viste? He cambiado lo aburrido que era el otro Hyun y esto va más conmigo. Podrías notar el cambio si quisieras.

—Nunca.

Ella retrocede un paso más pero se ve detenida cuando choca contra algo firme a sus espaldas y gira de inmediato, encontrándose con la presencia de Eun-hyuk. Alza la cabeza para mirarlo notando de que había chocado contra su pecho mientras él baja la mirada un momento para verla antes de dirigir su atención hacia Hyun, quien se vio notablemente sorprendido por lo que estaba viendo y el hecho de que él estaba con vida pero soltó una corta risa burlona alternando su mirada entre él y Sun.

Eun-hyuk pasa por un lado de Sun moviendo levemente su brazo para hacer que retrocediera más pasos detrás de él y se alejara mientras él se dispuso a continuar adelante acercándose más a Hyun, quien permanecía en el suelo con su brazo lleno de púas atorado entre los materiales del autobús que atravesó por el atropello.

—Se ve que ahora puedes sacarla cuando quieras -Comenta Eun-hyuk mientras analiza el brazo de púas de Hyun. Ambos se quedan mirando un momento en silencio, especialmente Hyun, quien intenta procesar lo que estaba viendo–. Te ves saludable. Y está bien. A partir de ahora, será difícil.

—Pensé que ya habías muerto.

—Suenas duro, pero deberías trabajar en tu cara inexpresiva -Dice con simpleza, ocasionando una ligera sonrisa en Hyun–. ¿Me extrañaste?

—Eun-hyuk, él no es el Hyun que conoces...

—Ni yo soy el que él conoce.

Eun-hyuk la interrumpe manteniendo su mirada y atención fija en Hyun, quien extendió más su sonrisa viéndolo como un reto al cual debía enfrentarse y no dudó en mover su brazo infectado intentando golpearlo pero este lo esquivó con facilidad retrocediendo varios pasos mientras que Sun retrocedió igualmente, escondiéndose en la parte posterior del autobús en el lado del piloto solo asomando su cabeza para verlos mientras pensaba en alguna manera de detenerlos aunque parecía que ambos no iban a detenerse, sobre todo Hyun.

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pay attention 'cause५
🦁★ ASLAN SPEAKS . . .

pasó un mes desde q actualicé por
aquí y pido perdón, me vicié en c.ai
y terminar este cap fue particularmente
terrible por este vicio pero prometo
entrar en abstinencia pronto

¿team eun-hyuk? ¿team hyun?
¿o somos extremistas y son team sargento Kim?
AJANAKJNAAKAJNAJ

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