12. wings
CAPÍTULO DOCE
Alas
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Se escucharon dos disparos antes de que el cuerpo de Hyun saliera volando por los aires hasta terminar aterrizando del otro lado en el suelo. Ui Myeong salió del lugar donde había estado peleando con Hyun y se acercó hacia el chico hasta agacharse a su altura.
—Debí darme cuenta cuando te apenó la muerte de esa mujer -Lo tomó del rostro con una mano–. ¿Quieres saber algo gracioso? A decir verdad, ella no murió.
Hyun lo miró confundido pero Ui Myeong atravesó el cuerpo de él con su mano estrellándolo contra el espejo y levantándolo del suelo.
—Porque esa mujer era yo -Dijo sonriente.
Sun Hee se quedó pensando en lo ocurrido. La señora Seon Yeong ya estaba muerta, Ui Myeong se había encargado de entrar a su cuerpo y poseerla para intentar matar a todos pero no le dio resultado cuando Sun le rompió el cuello. Entonces ese era su plan, matar a todos para terminar llevándose a Hyun de su lado.
Ui Myeong sacó su brazo del cuerpo de Hyun haciéndolo caer de rodillas el suelo y el espejo cayera sobre su espalda.
—Nadie puede irse -Dijo y giró a ver a Sun.
—Eres un hijo de puta. Pagarás por todo lo que estás haciendo -Escupió con mucho odio y el chico se acercó hacia ella con una sonrisa perturbadora.
—Los valientes pueden terminar pagando un precio muy alto -Dirigió su mano derecha hacia el cuello de ella y lo apretó quitándole el aire.
—Estoy lista para destruirte -Dijo como pudo y el chico la empujó hacia un lado tirándola contra el suelo.
Disparó hacia la gasolina que se escapaba del auto militar y así provocó que un pequeño incendio se formara, su mano se había convertido en una especie de púa enorme color negro de la cual terminó cortando el candelabro que colgaba del techo. El chico se detuvo cuando el Sol fue ocultado por la Luna formando un eclipse en medio del desastre.
Sun estaba adolorida, vio que Hyun se empezó a mover. Se escucharon como si huesos estuvieran siendo rotos y del brazo derecho de él salieron púas, específicamente de sus cicatrices. Sus espalda se dobló hacia adelante y su ropa fue rasgada, dónde también salieron muchas púas combinadas con su sangre. La pelinegra sabía lo que era eso, Hyun se estaba transformando.
El brazo derecho del chico dejó de existir siendo reemplazado por muchas púas negras que daban hasta la mitad de su espalda descubierta. Dio un grito de dolor liberando por fin lo que había estado suprimiendo en su interior.
Ui Myeong vio la transformación del chico y empezó a aplaudir con admiración demostrando lo psicópata que es. Su mirada brillaba de emoción viendo cómo Hyun se acercaba hacia él pero ni se inmutó a pesar que el chico estaba enojado, estando así podría asesinarlo pero no lo tomó importancia. Hyun estaba completamente dominado por el monstruo que llevaba dentro, no iba a ser responsable de sus actos pero si estaba consciente sobre lo que estaba a punto de hacer.
Rodeó con su enorme brazo a Ui Myeong estando frente a frente. Él quiso tocar el cuerpo de Hyun pero una de sus púas le atravesó la palma de la mano, así mismo las púas que lo rodeaban se incrustaron en su espalda.
—No vuelvas a tocar a Sun -Su voz era distorsionada pero fue clara. Incrustó más sus púas contra el cuerpo del chico y este se deshizo volviéndose materia negra en el suelo.
Hyun dejó de estar fuera de sí empezando a derrumbar gran parte del lugar con su brazo pero de eso ya no era consciente. Eun Hyuk y Ji Soo quisieron atacar al chico pero Eun Ji se los impedía alegando que aún era Hyun y que no le hagan daño. Sun se puso de pie con un poco de dificultad apoyándose contra la pared más cercana, debía acercarse a Hyun para hacerlo entrar en sí mismo.
El chico estaba en su primera transformación, por lo que no se iba a controlar y muchas cosas podrían salir de control si ella no actuaba con rapidez. Sus pasos fueron lentos y arrastrados mientras el chico seguía avanzando, justo cuando estuvo a punto de hacerle daño a Eun Hyuk, Ji Soo y Eun Ji, apareció el señor Han. Abrazó al chico sin importar que las púas se incrustaran en su cuerpo.
—Está bien. Está bien. No es tu culpa. Está bien, Hyun Soo -Dijo el hombre sin dejar de abrazar al chico.
El cuerpo de Hyun empezaba a volver a la normalidad de manera lenta, sus ojos dejaron de ser negros dando señales que el monstruo dentro de él estaba desapareciendo. Sun sintió un vacío enorme en su corazón de alguna manera, como si hubiera perdido algo y las lágrimas se aproximaron en sus ojos empezando a rodar por sus mejillas de manera desconsolada. Había tenido una buena relación con el señor Han, le dolía cada muerte que había sucedido durante ese tiempo en que todos convivían pero se sintió diferente.
Hyun lloró aferrándose al cuerpo del señor abrazándolo.
—Hyun Soo, no es tu culpa -Se acercó a la oreja del chico y le susurró–. Cuida muy bien de Sun Hee.
El cuerpo del chico cayó de rodillas y el señor Han lo sostuvo en sus brazos repitiéndole que no era su culpa y que todo estaría bien aunque no fuera verdad. El eclipse pasó dejando que la luz volviera a hacerse presente en el lugar. Hyun se encontraba inconsciente en el suelo al lado del cuerpo sin vida del señor Han que se había apoyado contra la pared. Sun se acercó a ambos sin dejar de derramar las lágrimas sintiéndose confundida al respecto.
—Señor Han -Sollozó y agarró la mano del hombre.
Se dió cuenta que sostenía algo, abrió su mano dándose que se trataba de una fotografía rota y todo se detuvo a su alrededor. Había una señora sonriente sosteniendo a una bebé en sus brazos, la niña no tenía ni un año de nacida pero ya tenía una linda sonrisa en su rostro. Vio la parte trasera de la fotografía dándose cuenta de lo que estaba escrito.
DAE RIM Y MI PEQUEÑA SUN HEE.
Las manos de Sun Hee empezaron a temblar buscando la fotografía de su padre que siempre guardaba en el bolsillo de sus pantalones, unió ambas fotografías dándose cuenta que estas encajaban a la perfección. El señor Han era el hombre que había estado buscando desde un principio, era su padre.
Miró el cuerpo del hombre y se acercó deshaciéndose en lágrimas, sin importarle que estuviera muerto lo abrazó muy fuerte dejándose embarrar por la sangre pero no le importó. Su padre había muerto sin conocerlo, sin haberle hablado como siempre quiso y decirle lo mucho que estaba feliz de por fin conocerlo. Al menos pudo escuchar un consejo suyo pero no como un padre, sino como el señor Han.
—Papá -Sollozó la chica aferrándose al cuerpo del hombre–. Lo siento.
Es por eso que en su interior sentía un vacío, era su inconsciencia avisándole que había perdido a la única familia que le quedaba.
La chica dejó caer su cabeza en el regazo de su padre sin dejar de llorar llenándose de pensamientos de la buena relación que pudieron entablar estando tan cerca y a la vez tan lejos. Hyun recobró la consciencia y abrió sus ojos dándose cuenta del lugar a su alrededor, todo estaba en completo desorden y por un lado había aún rastros de fuego vivo. Se reincorporó y giró a ver hacia el cadáver del hombre.
Una primera lágrima rodó por su mejilla, luego un par más demostrando tristeza pero él realmente estaba confundido.
—¿Quién es él? ¿Por qué estoy llorando? -Preguntó el chico sin dejar de derramar unas lágrimas–. Se me parte el alma en dos.
Sun abrió los ojos dándose cuenta que Hyun ya había despertado, la chica se reincorporó con lentitud captando la atención del chico siguiendo cada movimiento de ella. El chico sintió alivio al verla pero necesitaba tenerla entre sus brazos, una necesidad inexplicable de abrazarla sintiéndose más confundido que antes. Siguió sus instintos y abrazó a la chica sin dejar de derramar unas cuantas lágrimas. Sun le correspondió unos segundos después aferrándose al cuerpo del chico y ella también llorando en silencio.
—¿Por qué sentía ganas de abrazarte? -Sun entendió la situación de Hyun, así que se separó con lentitud de él. Tomó su rostro entre sus manos y limpió sus lágrimas con su pulgar.
—Está bien. Tranquilo. No te esfuerces por recordar -Sus palabras lo intentaban tranquilizar–. Ya pasó todo -Juntó sus frentes y ambos cerraron sus ojos–. Estoy aquí contigo. No me iré a ningún lado.
El chico se puso de pie alejándose de cualquier contacto físico con Sun y ella lo dejó ir, necesitaba tiempo para encontrarse a sí mismo y descansar, había pasado por cosas muy fuertes en un solo día. Pasó por el lado de Eun Hyuk, Eun Ji y Ji Soo sin siquiera verlos de reojo. Sun se puso de pie y se giró hacia ellos dándoles una pequeña sonrisa de lado.
—Necesita tiempo. Ha perdido gran parte de su memoria por resistirse a la transformación -Informó–. Así que por ahora es inofensivo. No deben tener miedo.
La chica tragó en seco y pasó por el lado de ellos con dirección hacia el baño para mojarse un poco el rostro pero Eun Hyuk colocó una mano en su hombro deteniéndola.
—Lamento tu perdida.
—Gracias -Eun Hyuk asintió y la dejó ir.
Todos estaban inestables. Habían perdido a muchas personas en un solo día, tuvieron situaciones fuertes que afectó a todos por igual, a algunos mucho más que otros. Hyun se había aislado intentando encontrar un solo recuerdo de él pero no encontró más que su recordatorio de suicidio del 25 de agosto. Sun veía casi todo el día de la foto que había unido en cinta adhesiva, así como descubrió una pistola en la caja donde le había entregado el señor Han cuando se conocieron.
La situación fue peor cuando comunicaron el fallecimiento del señor Ahn. Al menos, él fue el único que no murió con dolor. Murió de la forma más bonita y menos dolorosa, lo hizo mientras dormía. Ya a nadie le dolía las muertes, se sentían tan vacíos como para seguir derramando más lágrimas por ellos.
El señor logró encontrar un escondite subterráneo antes de morir que podría servirles cuando tuvieran alguna emergencia ya que desde la llega de los matones, el edificio se encontraba expuesto.
Había llegado la noche y consigo, la primer nevada del año. A los alrededores del edificio se habían posicionado muchos autos de nivel militar, de dónde bajaron militares sosteniendo enormes armas para disparar al enemigo. Habían sido alertados por alguien desde adentro, alguien que nunca debió oprimir ese botón avisándoles de su ubicación y sobre la presencia de un infectado especial.
—Están rodeados. Entreguen de inmediato a los infectados. Los sobrevivientes serán transferidos a un campamento seguro -Se escuchó desde afuera por parte de un militar–. Están rodeados. Entreguen de inmediato a los infectados. Los sobrevivientes serán transferidos a un campamento seguro.
Sun llegó al encuentro donde estaban los demás reunidos, todos giraron sus cabezas a verla. Ella caminó hasta colocarse a un lado mirando a la pared pensando en lo que sucederá después. Los militares ya los habían encontrado y cuando supieran que ella estaba ahí, no la soltarían nunca.
—Me entregaré -Dijo de pronto llamando la atención.
—No, no lo harás -Habló Eun Hyuk.
—Lo he perdido todo. Nadie me buscará cuando ellos me atrapen.
Hyun apareció unos segundos después a paso lento, se había colocado los restos de su suéter gris y aún mantenía la sangre por todo su cuerpo. Miró de reojo a Sun pero siguió con su camino hasta que Yeong Su se puso frente a él, haciendo que se detuviera.
—¿Va a algún lado? -Tomó de las manos al chico y él miró al niño–. Hyun Soo, tiene las manos frías. ¿Tiene frío? -El niño se sacó la bufanda blanca de su cuello y lo colocó al rededor del brazo del chico.
—Tengo que salir.
—No hará frío si nos quedamos juntos.
—Quédate -Habló Eun Ji–. Quédate con nosotros.
De pronto se escuchó una explosión en alguna parte del edificio. Los militares se alarmaron suponiendo que los sobrevivientes tenían armas, así que empezaron a disparar hacia el interior del primer piso. Eun Hyuk y Yi Kyung corrieron de las balas llegando con vida hacia donde los demás estaban asustados, todos se alejaron del lugar llegando a un pasadizo. Llegaron hacia el pequeño cementerio que habían armado y dónde se encontraba la única entrada hacia el escondite subterráneo.
Se trataba de una emergencia de vida o muerte, así que debían bajar para mantenerse con vida. El último en bajar era Hyun pero nunca lo hizo, Sun se dio cuenta cuando dejó de oler la sangre a su alrededor, así que subió rápidamente a buscarlo porque él no debía ser capturado. Detrás de la chica llegó Eun Hyuk viendo cómo Hyun se detuvo a pocos metros de llegar a la puerta.
—Hice mal en no devolver eso -Miró la bufanda que le dio Yeong Su antes.
—No es demasiado tarde -Le dijo Eun Hyuk.
Hyun negó y siguió con su camino fuera del edificio. Sun se acercó casi corriendo hacia el chico de lentes y lo vio preocupada.
—¿Qué haces aquí? Deberías estar con los demás.
—No creo que quieran cargar con otro monstruo -Le respondió y Sun entendió todo. Eun Hyuk estaba infectado.
—Eun Hyuk...
—Lo siento por todo lo que te he hecho, Sun Hee -Agarró las manos de la chica entre las suyas y ella derramó unas cuantas lágrimas más–. Fuiste muy leal con todos, en especial con Hyun -Se acercó a ella y le dio un beso en la mejilla–. Protege a la persona que realmente quieres y no mires atrás.
Sun siguió llorando viendo cómo la última persona que pensaba ver morir, lo estaba a punto de hacer. Eun Hyuk se alejó de la chica dejándola sola en medio del lugar con el corazón destrozado y sin muchas esperanzas de salir con vida pero ya no había vuelta atrás, entregaría sus últimas opciones para seguir el consejo que le dio el chico. Cerró sus ojos concentrándose en encontrar el peor lado de ella, que había sumergido por mucho tiempo para no hacer daño a nadie pero eso ya no importaba en ese momento.
El dolor la hizo soltar un grito y que terminara de rodillas en el suelo, su espalda se dobló hacia adelante mientras su ropa empezaba a rasgarse y su cuerpo empezaba a hacer cambios radicales dónde sus huesos se veían involucrados. Por primera vez sus cicatrices estaban al aire. Tenía cicatrices de cortes profundos, balas y quemaduras debido a la vida poco fácil por la que pasó.
Sus manos se volvieron puños en el intento de sumergir el dolor de transformarse por completo pero era imposible. Había mucho tiempo desde que se había transformado por completo que cualquier cosa que tenga que ver con eso le dolía y agotaba, pero eso estaba de lado. Sus ojos se volvieron negros por completo y la sonrisa macabra que caracteriza a los monstruos transformados se hizo presente.
Hyun siguió con su camino hacia las afueras del edificio acercándose hacia donde se encontraban los militares así entregándose por voluntad propia, le dispararon un par de veces pero no dio efecto en el chico cuando sus ojos ya estaban en completo negro.
Del primer piso salió algo a velocidad con dirección hacia arriba levantándose por los aires como si se tratase de un ave enorme en la noche. Las enormes linternas que los autos blindados enfocaran hacia lo que salió volando. A simple vista parecía un ave enorme negro pero cuando sus alas se extendieron dejando al descubierto su rostro y cuerpo, se trataba de una persona, específicamente una mujer con alas conformadas por las mismas púas que Hyun tenía en su brazo.
Los militares le apuntaron y las alas de la chica lanzaron púas hacia los militares dándole a algunos, intentaron disparar pero sería imposible que le den. La chica reconoció el cuerpo de Hyun que se detuvo para verla volar, se acercó hacia donde se encontraba él terminando por aterrizar a su lado. Sus alas se encogieron pero aún estando presente, ambos jóvenes se miraron y sonrieron tomándose de la mano.
Justo como lo prometieron, le hicieron frente a los militares, estando juntos.
Los cuerpos inconscientes de ambos chicos se encontraban dentro de un auto militar siendo llevados hacia alguna parte. Las heridas de Hyun empezaban a sanar mientras que por suerte, Sun no había sido alcanzada por ninguna bala al enfrentar a los militares. Hyun fue el primero en reaccionar abriendo sus ojos con lentitud familiarizándose en el lugar donde estaba y con quién estaba.
Sun abrió los ojos cuando el olor a sangre se hizo presente en sus fosas nasales. Miró de reojo que se encontraba con Hyun y eso la tranquilizó un poco pero se dio cuenta que estaba en un vehículo en movimiento siendo conducido por alguien desconocido.
—Cha Hyun Soo. Cha Hyun Soo -El conductor llamó al chico. Hyun y Sun miraron hacia el hombre y cuando giró, se sorprendieron al ver que se trataba de Sang Wook–. Tanto tiempo.
Los dos quedaron desconcertados sin saber sobre lo que les espera en un futuro.
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buenoo!! con esto cerramos la primera temporada de Sweet Home.
muchas gracias por haberme apoyado todo este tiempo. agradezco cada voto y cada comentario, creía que esto no iba a llegar a ser grande pero todo es gracias a ustedes.
la serie no tiene una segunda temporada confirmada, por lo que esta historia tampoco. esta fic seguirá abierta a la posibilidad de aumentar sus capítulos de acuerdo a la serie. si hay segunda temporada, tengan por seguro que escribiré más sobre Sun Hee y Hyun.
[ACTUALIZACIÓN 2022] Ya hay segunda temporada y tercera temporada confirmada con Song Kang!! Así que esperen por esta historia que tiene MUCHO por delante<3
no se olviden de seguir votando y comentando, me seguirían ayudando. compartan la historia si les gusta. no se olviden pasarse por mi perfil para leer mis otras historias.
lávense las manos, usen mascarilla correctamente y mantenga el distanciamiento social.
lxs quiero. nos vemos a una próxima oportunidad.
—ASLAN
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