Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

06. fire

CAPÍTULO SEIS
Fuego

▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃

—¿Cómo has dormido?

—He tenido días peores -Sun Hee jugaba con sus dedos mirando al suelo–. Creo que podré superarlo, no se repetirá esta noche. ¿Y cómo estás?

—Nada ha mejorado -Respondió Hyun mirando a una pared.

Sun Hee hizo un movimiento sin pensarlo agarrando la mano del chico y él giró a verla un poco sorprendido pero ella no se inmutó, le sostuvo la mirada también con tranquilidad.

—Superaremos esto. ¿Está bien? Todo pasará -Sonrió de lado y Hyun sintió un poco de esperanza en ello. Podría pasar.

La puerta fue abierta de pronto captando la atención de todos los presentes de la sala de juegos que hasta ayer habían sido dos pero ahora de alguna manera, el chico con el rostro desfigurado se encontraba ahí en una esquina. Eun Hyuk había llegado centrando su mirada en Hyun, sobre todo en las manos juntas de el chico y Sun Hee, ella se dio cuenta y retiró su mano lentamente bajo la atenta mirada del jefe.

El señor Kim corrió hacia Eun Hyuk.

—Estoy bien -Le dijo. Está haciendo lo que sea para salir.

—Cha Hyun Soo -Llamó al chico–, tenemos que hablar.

—¿Qué? ¿Por qué te llevas solo a él? -El señor Kim se giró a ver a Hyun y luego a Eun Hyuk–. ¿Y yo?

—Sun Hee, también tú -Dicho eso, el chico se dio la vuelta para esperar en la puerta

Ambos chicos se pusieron de pie con dirección hacia la puerta de la sala siguiendo a Eun Hyuk. Hyun hizo que Sun estuviera delante de él dándole pase a salir primero, eso fue aprovechado por el señor Kim quien tomó del brazo a Hyun deteniendo su paso.

—Te están usando.

Sun Hee se detuvo al escuchar las palabras del Señor Kim. ¿Sería verdad? ¿Eun Hyuk sería capaz de utilizar a Hyun? ¿Para qué? Ella no iba a permitir que nadie le haga ningún daño a Hyun sea quien sea, se había hecho un juramento que no estaba dispuesta a romper.

La chica hizo que el señor Kim le quitara la mano encima a Hyun de un solo manotazo, tomó la mano del chico y ambos salieron de la sala hasta que Eun Hyuk cerró la puerta a sus espaldas escuchando los gritos del señor Kim que aclamaba libertad.

—El frente debe quedar bloqueado, y no lo está -Decía Eun Hyuk caminando por el pasillo delante de ambos jóvenes–. Solo hay maderas y cadenas bloqueando las escaleras. Los monstruos podrían pasar.

Eun Hyuk se detuvo en el pasillo girándose hacia ambos chicos y dirigió su mirada a sus manos juntas, Sun Hee se dio cuenta de eso y alejó su mano de inmediato siendo mirada por Hyun confundido sobre su reacción.

¿Por qué lo hizo? Se sentía tan cómodo así.

—¿Qué quieres decir con eso, Eun Hyuk? -Sun Hee se cruzó de brazos mirando al chico.

—Estoy hablando con Hyun, Sun Hee. Deberías regresar con los demás y no entrar a la sala de aislados sin mi permiso -La chica sonrió sin nada de gracia.

—Gracias por preocuparte por mí, es muy agradable de tu parte pero no necesito la preocupación de nadie. Hyun no me hará nada y si sucede, es mi problema.

—No arriesgaré la vida de nadie aquí, así sea la tuya. Estás aquí para sobrevivir, no para morir. Y si quieres hacerlo, puedes regresar arriba pero sola -Sentenció el chico. Podría parecer tranquilo pero mantiene las cosas claras–. Ahora, necesito hablar con Hyun a solas.

La pelinegra se había quedado sin palabras por lo que el chico dijo, la había tomado de sorpresa. No supo cómo reaccionar, así que solo le quedó opción de aceptar las órdenes de Eun Hyuk pero no sin antes asegurarse que Hyun estaría bien. Miró al chico preocupada y este giró a verla, asintió dándole a entender a qué se podía ir.

Sun tragó en seco y miró a Eun Hyuk con amenaza por si le hacía algo a Hyun.

¿Por qué se preocupaba mucho por Hyun? Sentía que eso iba mucho más que solo protegerlo por haberla salvado. Era algo inexplicable, como un sentimiento natural por hacerlo. No lo pensaba a propósito pero sentía preocupación si no estaba cerca de él o estaba al tanto de lo que hacía. Estaba confundida y con el tiempo lo descubriría.

La chica estaba sentada en una esquina con una botella de soju en su mano mientras pensaba en todo lo que había pasado hasta el momento. Todo cambió de un momento a otro que si lo hubiera pensado hace tres días atrás, creería que estaba loca. ¿Quién se imaginaria que la ciudad estaría infestada de humanos que se convirtieron en monstruos? Tomó por sorpresa a todos, nadie se lo esperaba. ¿O sí?

Su atención fue captada cuando apareció un hombre alto que camina cojeando y tenía la mitad de su rostro quemado. Sacó las cadenas de la puerta que daba hacia las escaleras y subió sin mirar atrás.

Que demente. Pensó Sun Hee.

Siguió tomando de la botella pero se detuvo en medio del trago cuando Eun Hyuk apareció acompañado de Hyun pero lo que más llamó su atención fue que su amigo llevaba su arma en una mano. Se puso rápidamente de pie acercándose hacia ambos chicos que llegaron a las puertas que daba a las escaleras.

—Hyun, ¿Qué vas a hacer? -Preguntó Sun Hee preocupada.

—Vete, Sun Hee -Eun Hyuk intentó alejarla pero no tuvo éxito, la chica se logró soltar.

—Déjame. ¿A dónde lo mandarás? -No hubo respuesta–. Te estoy preguntando, maldita sea. Respóndeme.

—Cálmate -La sostuvo de sus hombros y ella se logró liberar por segunda vez.

—Estaré bien, Sun Hee -Se giró hacia la chica y sus ojos reflejaban angustia–. Regresaré pronto.

Hyun volvió a bajar la mirada y se encaminó hacia las escaleras dejando a la chica junto a Eun Hyuk a su lado. Vio como el chico desapareció empezando a sentir un vacío enorme, como si le hubieran quitado algo de su interior y reconociendo el sentimiento de inmediato. Estaba volviendo a ocurrir y eso le preocupaba, no quería volver a caer en lo mismo.

Se giró hacia Eun Hyuk muy enojada y colocó su dedo índice en medio de su pecho.

—Si le pasa algo por tu culpa, no te lo perdonaré jamás. Rogarás por tu vida -Lo amenazó y salió corriendo lejos de ahí. Necesitaba un momento a solas.

La chica se dirigió hacia los baños femeninos para poder refrescarse un poco con agua y así reaccionar, aliviar todo ese sentimiento de angustia. Miró su reflejo en el espejo viendo cómo las gotas de agua se deslizaban por su piel y pequeños recuerdos llegaron a su memoria.

La chica veía su reflejo en el espejo cubierto por suciedad como todo el resto del baño en el que estaba. Sus manos temblaban con nerviosismo y miedo combinados, su respiración era irregular sintiendo los latidos de su corazón descontrolados estando al borde del peligro. Debía escapar pero no había salida, solo le quedaba esperar.

El lavado estaba repleto de sangre que le pertenecía a ella, abrió el caño para que el agua pueda salir y así limpiar cualquier rastro del líquido carmesí. Los golpes en la puerta avisaban que ya la habían encontrado y no estaba de buen humor.

¡Sun Hee! Maldita perra. ¡Abre la puerta! -Tocaban con insistencia y fuerza. Si seguían así, derrumbarían la puerta.

—No -Negó repetidas veces sintiéndose con miedo–. No quiero.

¡Te voy a matar, hija de puta!

No

Se apoyó en la pared más cercana sin dejar de temblar por el miedo y así se deslizó hasta quedar sentada en el frío suelo, abrazó sus piernas juntando sus rodillas contra su pecho haciéndose un ovillo sin dejar de mirar la puerta agitándose con violencia.

Suspiró regresando a la realidad. Pasó sus manos por su rostro y pudo ver de reojo la presencia de alguien ingresando al baño y cerrando la puerta con lentitud, sabía de quién se trataba así que sonrió de lado con gracia.

—¿Qué quieres? -Preguntó sin mirarlo.

—Solo vine a ver cómo te encontrabas. Estabas muy pálida antes.

Se giró a verlo con una ceja levantada y cruzó sus brazos mirándolo.

—Así que realmente te preocupas por los demás pero no por Hyun Soo -Asintió y el chico desvió la mirada–. Que tenga una regeneración acelerada no quiere decir que siempre sea así, Eun Hyuk. Unas heridas se curan rápido y otras se demoran más, de acuerdo a la profundidad que alcanzó pero sin embargo eso no te importa -Encogió sus hombros–. Claro, ¿Cómo no mandar al adolescente sumiso a arriesgar su vida? Es una excelente opción.

—¿Cómo sabes sobre la regeneración acelerada? -La miró con curiosidad esperando por su respuesta. Ya empezaba a sentir un poco de sospecha sobre ella.

—He investigado mientras aún había internet -Encogió sus hombros y bajó la mirada. Intentó abrir la puerta pero Eun Hyuk se lo impidió–. Déjame salir, Eun Hyuk.

—¿Hay algo que me asegura en este momento que no estés infectada?

—¿Y qué me dices de ti? Todos somos sospechosos, ¿No te parece?

Lo enfrentó y ambos hicieron contacto visual, fue lo suficiente para que Eun Hyuk aprovechara que Sun Hee bajó la guardia y así hacerle un corte en su mano.

—¡Maldita sea! -Gruñó viendo cómo la sangre salía de su mano–. ¿Qué te sucede?

—Si me he equivocado, me podrás hacer lo mismo en ambas manos -Sostenía la mano de la chica que intentaba liberarse.

Eun Hyuk miró la herida de Sun Hee y se dió cuenta como su piel volvía a juntarse eliminando cualquier rastro de una herida dejando solo la sangre aún fresca que brotó de ahí. El chico se sorprendió un poco sobre el secreto bien guardado de la chica y ella solo pudo ponerse nerviosa al respecto, no quería que la mataran como fue amenazado Hyun en algún momento.

—¿Por qué lo ocultaste? -Sun Hee retiró de su mano de un solo movimiento–. Nos pones a todos en peligro.

—Lo siento, estaba asustada -Hizo su mejor esfuerzo por parecer creíble y lo logró–. No quería que los demás me vieran como lo hacen con Hyun.

Su actuación era buena, fue mejor cuando empezó a llorar demostrando que sus sentimientos eran reales y estaba asustada por ser descubierta para así no levantar sospechas de Eun Hyuk. Seria algo bueno que haya descubierto eso porque al menos pasaría más tiempo con Hyun estando en la sala de juegos.

—Está bien. Lo siento -Eun Hyuk colocó una mano en su hombro.

—Entonces, ¿Podría ir con Hyun a arriba? -Ocultó la emoción en su tono de voz y el rostro de Eun Hyuk cambió, hasta se endureció y alejó la mano de Sun Hee.

—No, no puedes.

—¿Por qué? Ambos estamos infectados y estamos dos podría ser mejor...

—No, Sun Hee. Es una orden -Sonó intimidante pero no hizo efecto con la chica.

—¿Ahora me das órdenes? -Chasqueó la lengua–. Si eso es todo, me quiero ir.

Eun Hyuk asintió lentamente y luego se hizo a un lado para poder dejar ir a la chica que abrió la puerta de inmediato. La habían descubierto, solo era cuestión de tiempo para que empiecen a tener miedo de ella y la intenten matar antes de su monstrualización por completo. Las persona en su desesperación podrían hacer cualquier cosa, ahora eran tres infectados y el miedo por lo desconocido los pueden dominar.

Nada le aseguraba que alguien pueda entrar de noche y la intente matar. Ya no quería hacerle más daño a nadie.

Llegó hacia la zona principal viendo que hubiera nadie cerca de las escaleras, la gran mayoría estaban centrados en sus cosas que no le prestaban atención. Volvió a ajustar el broche del gran guante que el señor Han le había dado antes de irse, podría servirle estando arriba. La puerta fue abierta lo suficiente para que su delgado cuerpo pasara.

Fue escaleras arriba en busca de Hyun Soo que por lo que había logrado oír, fue hacia el apartamento del señor Han en el piso catorce.

Siguió subiendo con rapidez, no sentía que algún monstruo estuviera cerca así que tuvo el camino libre hasta que olió algo en particular en los pisos superiores, era algo quemándose. La puerta estaba abierta y era evidente la luz del fuego dentro.

—Hyun -Murmuró y corrió adentro.

Entró y vio como algo tenía preso al mafioso en el suelo, Hyun estaba a unos metros de distancia de pie mirando algo en específico hasta que pasó por su lado a un gran velocidad pero una flecha impactó contra el cuerpo de dicho monstruo veloz haciendo que se quemara y no le hiciera daño a Hyun.

Hizo camino entre el fuego acercándose al chico que aún permanecía de pie sorprendido, giró hacia su lado izquierdo al notar la presencia de alguien y esa su sorpresa más evidente.

—¿Sun Hee? ¿Qué haces aquí? -La mencionada se puso a su lado.

—No iba a dejarte solo -Le respondió y luego miró hacia la tercera persona. Una chica sostenía una ballesta y una tela le cubría la boca acompañada de un señor–. ¿Tenemos más sobrevivientes?

—¿Vienen desde el primer piso? -Preguntó el hombre y Sun Hee asintió.

—¿Estás bien? -Se fijó en las heridas que tenía Hyun por culpa del monstruo.

—Sí, solo fue una caída -Le respondió pero mantenía su mano en el hombro derecho, con molestia–. El señor se llevó la peor parte.

El mafioso estaba inconsciente sentado contra una puerta y tenía parte del monstruo encima. La chica nueva se agachó hasta él y le buscó el pulso.

—Está vivo -Anunció.

—¿El monstruo lo dejó vivo? -Preguntó el señor con sorpresa.

—¿Qué haces? -Le preguntó la chica a Hyun al ver que no reaccionaba y solo veía los cadáveres que estaban dentro de la pequeña habitación.

El pequeño grupo se había dirigido hacia el apartamento de los recién llegados, conformados por el señor de unos cincuenta años y la joven chica de unos veinte que cuidaba del hombre. Parecían muy preparados, como si ya supieran lo que sucedería o tuvieran armas en casa.

El hombre estaba en un lado escribiendo algo en una pequeña libreta. La chica en la sala vigilando al mafioso aún inconsciente. Hyun durmiendo muy cerca a la puerta y Sun Hee con la cabeza apoyada en su hombro, había tenido una mala noche y necesitaba descansar para recuperar energías.

—¿Te despertaste? -La chica se acercó al mafioso con un botiquín en mano.

—No necesito eso

Lo agarró del hombro para hacer el intento de volverlo a sentar pero el hombre se libró de un solo movimiento.

—Sí, lo necesitas. Dejaste de sangrar pero sigues herido.

El hombre se puso de pie apoyándose de una pared y caminó arrastrando sus pasos hacia la salida, abrió la puerta dejando a en el apartamento a las cuatro personas.

El sonido de la puerta hizo que Sun Hee se despertara. La vergüenza la invadió cuando se dió cuenta que estaba apoyada contra Hyun, se sonrojó a más no poder y evitó mirar al chico ocultando sus mejillas mirando a otro lado.

—¿Dejamos que se vaya? -La chica se puso de pie y se dirigió hacia el hombre que aún escribía en su cuaderno.

—No hace falta preocuparse por él. Podría matar un gigante solo -Respondió sin dejar de escribir.

Hyun se puso de pie y la chica giró a verlo dándose cuenta de la sangre que llevaba encima.

—Tú también te ves herido -Lo tomó del hombro.

—No, estoy bien -Hyun colocó su mano en el lado izquierdo de su rostro y Sun Hee se puso de pie casi de inmediato.

—Así como lo ves delgado como un fideo, es un roble difícil de roer -Sun Hee le sonrió bromeando intentando convencerla de no curarlo.

—Saca la mano. Se infectará si no lo curas -Buscó entre las cosas que traía en su pequeña caja.

—En serio, no es necesario que hagas eso -Sun Hee trató de evitarlo pero la chica no hacía caso.

—Lo haré yo. Dame las gasas -Le dijo Hyun pero el señor se había levantado y agarrado la ballesta apuntando hacia Hyun. Sun Hee por naturaleza dirigió su mano hacia su pistola por si era necesario.

—Saca la mano, muchacho -Le ordenó.

—Creo que nos estamos exaltando todos aquí -Sun Hee colocó su mano libre sobre la ballesta–. No es necesario sacar armas, señor.

—El que nada debe, nada teme -Dijo firme–. No volveré a repetirlo. Saca la mano.

—Señor, no haga esto más difícil -Le advirtió.

—Se está convirtiendo, ¿No es así? -Preguntó el hombre–. Yu Ri, aléjate de él.

—¡Saca la mano! -Volvió a repetir alzando la voz–. Si no, me aseguraré de que nunca más te vuelva a latir el corazón.

Sun Hee sacó su arma por naturaleza al escuchar esa amenaza del señor, apuntó hacia la tal Yu Ri y la chica se congeló en su lugar viendo a la joven con un poco de miedo.

—De este juego pueden jugar dos, señor. Creo que es momento de bajar el arma si no quiere que le clave una bala entre ceja y ceja a la chica -El hombre la miró con dureza–. No me crea débil solo por ser aún menor de edad. Se lo advierto.

—Sun Hee -Hyun murmuró y la chica no quiso mirarlo, Yu Ri podría hacer cualquier cosa si se descuidaba–. Baja el arma.

Sun Hee se negó a hacerlo y como última opción para que nadie salga lastimado, Hyun bajó su mano con lentitud haciéndoles ver a los humanos cómo su herida se curaba al instante solo dejando rastro de sangre.

—Hyun -Sun Hee le recriminó.

—Fuera. No los habría ayudado si lo hubiera sabido -Señaló la puerta con un movimiento de cabeza–. ¡Fuera!

Hyun agarró su mochila y ambos jóvenes se dirigieron hacia la puerta pero Sun Hee sin dejar de apuntar hacia Yu Ri solo por si el señor se atrevía a dispararle al joven a sus espaldas. El chico estaba a punto de abrir la puerta hasta que la risa del hombre se hizo presente como si se tratase de un buen chiste.

Sun Hee juntó sus cejas confundida y Hyun se dió le vuelta lentamente mirando al hombre.

—Que mala costumbre tiene. Pude haber muerto -Le dijo Yu Ri recriminando.

El hombre bajó la ballesta sin dejar de reír por lo que Sun Hee también lo hizo en duda pero sobre todo confundida. ¿Por qué se ríe? ¿A caso está loco? Acaba de amenazar con matar a Hyun y ahora le parecía una broma. Estaba loco.

—Era una broma. No los estaba echando. No tengo miedo, me queda poco tiempo para morir -Explicó.

—¿Cómo? -Hyun y Sun preguntaron al mismo tiempo confundidos.

—Yu Ri, quédate aquí -Le dijo a la chica que ordenaba las cosas de su pequeño botiquín–. Vas al piso 14, ¿No? Y dijiste que había niños ahí -Se dirigió a Hyun.

—Sí, así es.

—¿No necesitas a alguien que no le tenga miedo a la muerte? -Colocó la ballesta en su hombro.

—¡Señor! -Yu Ri le dijo en modo de reproche.

—Estás despedida. Cuidaste bien de este anciano que tiene tan mal carácter.

—Lo siento pero Hyun ya tiene a alguien -Sun Hee se señaló-. Hasta puedo decir que la muerte fue mi mejor compañera.

—Quiero ser superhéroe antes de morir. ¿Me dejas acompañarte?

—Finge una actitud fuerte.

—¿Qué? -Preguntó confundido.

—No se engañe. Nadie quiere morir.

—¿Ser maleducado es síntoma de la monstrualización? Te doy un consejo, muchacho. No tenerle miedo a la muerte y querer morir son dos cosas diferentes. Mi intención es vivir más que cualquiera.

Sun Hee sonrió alegre, le había agradado las palabras que el hombre dijo así que se ganó un punto a favor para acompañarlos.

—Está bien, podrá acompañarnos. ¿No, Hyun? -Sun tocó el hombro del mencionado y esté giró a verla. Sus miradas dijeron muchas cosas pero algo terminó accediendo en Hyun.

—Está bien -Aceptó y el hombre sonrió.

Lograron llegar al piso 14 luego se varios minutos subiendo sin encontrar a ningún monstruo en el camino por suerte. Hyun fue el primero en entrar al apartamento del señor Han seguido de Sun Hee y los dos nuevos miembros del grupo. Los dos jóvenes hicieron una reverencia cuando vieron al señor Han sorprendido por las visitas.

—¿Están bien? -Hyun les preguntó a los niños y ellos asintieron.

—¿Me extrañaron? -Sun Hee apareció detrás de él y se arrodilló frente a los hermanos, quiénes abrazaron a la chica–. Sí, si me extrañaron.

—¿Y la señora? -Preguntó Hyun al señor Han. Sun Hee se puso de pie lentamente dejando a los niños prendidos de sus pantalones negros sin intenciones de dejarla ir.

El señor Han le respondió que se encontraba algo extraño en el baño luego de que la señora Lim estuviera dentro. Hyun estaba al lado de Sun Hee y ambos abrieron la puerta teniendo detrás a los dos nuevos, sorprendiéndose todos al ver lo que se había formado en dicho baño.

Era algo sostenido por muchas tiras aparentemente pegajosas de un rojo casi oscuro, lo que sostenía era parecido a un frijol pero enorme y traslúcido que transmitía sonidos de latidos teniendo algo dentro que se movía y tenía forma de un enorme bebé, hasta hacia sonidos como tal.

Con esfuerzo, los cuatro mayores y los dos niños lograron bajar hacia el primer piso sin encontrarse algún monstruo merodeando por los alrededores. Tener a los dos nuevos en el grupo ayudó a que pudieran bajar al señor Han con su silla de ruedas, de lo contrario no iban a poder Hyun y Sun solos.

Al llegar, todos corrieron a ver a los nuevos sobrevivientes.

—Estos niños necesitan comida, por favor alguien que los atienda -Sun Hee levantó la voz para que todos la escuchen.

—Yo me encargo -La señora Hye In llegó y guió a los niños hacia alguna parte para darles de comer.

Eun Hyuk se abrió pasó entre todos los demás y se acercó hacia Sun Hee sosteniéndola muy fuerte del brazo haciendo que ella hiciera una mueca de dolor.

—Pusiste a todos en peligro -La chica se liberó del agarre de Eun bajo la atenta mirada de Hyun.

—Nunca me toques en tu vida, idiota -Lo señaló amenazante–. Además, ¿De qué tienes miedo? ¿De que vengan los monstruos? Si ya convives con tres de ellos.

Lo miró con enojo antes de dirigirse hacia los baños para ponerse un poco de agua en el rostro, estaba con mucho calor y necesitaba algo refrescante.

Sun Hee ahora estaba encerrada junto a Hyun y el señor Kim en la sala de juegos, el hombre mayor estaba en muy mal estado en una esquina. Hyun permanecía sentado dónde siempre acompañado de Sun Hee, quién dormía a un lado hecha un ovillo mientras el chico la miraba. Muy pocas veces lograba dormir y esa noche se había encargado de las pesadillas habituales de Sun Hee, quién empezó a temblar pero él la hizo relajarse acariciando su cabello.

Ya había amanecido y Sun Hee ya estaba más tranquila, Hyun aún la seguía mirando por si volvía a ocurrir algo pero la puerta de la sala fue abierta. Sun Hee se levantó al saber de quién se trataba.

Ambos chicos se pusieron de pie sabiendo lo que debían de hacer y Eun Hyuk les dió sus respectivas armas. El chico se detuvo unos segundos a mirar a Sun Hee, quién solo lo evitaba porque estaba demasiado enojada con él. Recibió su arma y siguió a Hyun.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro