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El juego había sido transmitido por varios días en cada uno de los distritos a tiempo real, los patrocinadores tenían a una favorita la cual cumplía con las expectativas del Capitolio a pesar de ser quien era.

Asteria Marigold, una chica de 17 años, con ojos azules cielo; cabello castaño semi recogido con finas trenzas en ambos costados de la cabeza que gracias a los juegos permanecía con aspecto sucio.

Era una chica hija de un hombre del Capitolio el cual se enamoró de una vencedora, pero fue desterrado, consiguiendo vivir con aquella mujer en el distrito 5. Asteria creció con muchos lujos; desde vivir en una casa de vencedores, hasta recibir cientos de cosas por parte de sus abuelos del Capitolio a quienes no había visto ni una sola vez en persona.

La oscuridad rodeaba el bosque en donde la chica se encontraba, este lugar era una Taiga caracterizada por frondosos pinos y abetos que rodeaban a los tributos.

Caesar Flickerman se encontraba comentando el juego, especialmente sobre la favorita "Asti" como él llamaba a quien había expresado anteriormente cierto interés por un vencedor llamado Finnick Odair, sin embargo, no se había visto ninguna interacción.

-Yo creo que él publicó esta muy interesado en saber si esta chica vivirá y logrará conocer a su amor platónico Finnick, el favorito del Capitolio- comentó el hombre de coleta baja.

-Teniendo en cuenta lo feroz que se a mostrado y lo mucho que la apoyan, probablemente sea nuestra nueva vencedora- contestó Claudius mirando la pantalla.

-Veamos las declaraciones de esta chica sobre su amor- rió Caesar mirando la cámara.

Pronto el video de la entrevista de la chica se proyectó, haciendo oír las palabras de ella sobre si había algún amor esperando por ella en su distrito.

-No! Realmente nunca le presté atención a eso... aunque le prestaría atención a ese tema si sé tratase de Odair- comentó ella con una sonrisa despreocupada hacía la cámara.

-Oh... vaya, se puede decir que te gusta Finnick? Es un galán- respondió este riendo al final.

La castaña asintió sonrojándose un poco pero manteniendo la mirada en alto, dando seguridad ante los demás.

-Crees que él se interesaría en ti?- cuestionó el presentador mirando a la chica.

-No veo porque no lo haría...- bromeó moviendo su cabello de lado.

-Eres pura seguridad ¡Me encanta! ¡Nos encanta!- rió el levantándose al igual que la chica.

Fin de la repetición.

-¿Vieron todos? El interés atraviesa la pantalla- rió Caesar mirando.

Mientras este se encontraba comentando sobre la vida de Asteria, ella luchaba por sobrevivir y ganar con todas sus fuerzas.

La noche había sido su mejor aliada, ya que había escuchado a otros dos tributos desde detrás de los árboles comentando sobre cómo acabarían con ella, por lo tanto había pasado la mayor parte de ese día escondida entre unos arbustos, pero por la noche saldría. De pronto el ruido de una rama rompiéndose llamó la atención de Asteria.

A lo lejos vio movimiento, por lo tanto se lanzó al suelo, logrando ver como una lanza pasó sobre ella atacando a un chico que estaba dispuesto a matarla y tan pronto la chica notó que falló el tiro esta salió corriendo, pero la castaña fue más rápida lanzando una daga a la espalda de una rubia quien corría, quitándole la vida.

Dos cañones sonaron.

-Alguien más?- exclamó está mirando a su alrededor cuando un movimiento sutil en las hojas la hizo girar.

Una bandada de pájaros picudos cantaban violentamente, haciendo que la chica se sorprendiera y corriera lejos de aquel lugar siendo herida por algunos. Ella los atacó de vuelta, tres de esos no sobrevivieron.

-maldita sea!- exclamó siendo perseguida por los pájaros.

Tras caer por una pequeña colina, los pájaros siguieron su camino sin parecer notarla. Una muy agotada Asteria permaneció acostada en el suelo tomando un aliento hasta que un niño se asomó a lo lejos, parecía perdido y muy débil y fue cuando ella se dio cuenta que el estaba muriendo, tenía una herida en el abdomen.

Asteria lo miró unos segundos cuando pareció que este se desplomaría corrió hacia él tomándolo en el aire, este parecía muy cansado y totalmente vencido.

-Tengo miedo...- lloró este en los brazos de la castaña.

-Está bien... estarás en un lugar mejor, todo será muy bonito- comentó acariciando el rostro del niño.

Esta pasó sus dedos por la mejilla del niño quien cerró los ojos lentamente ante el tacto, dejando que ella pasara su mano por el cabello rizado del menor.

-No quiero morir- susurró el niño mirando a los ojos a la castaña.

-Vas a estar bien... conocerás a mi hermano... el te cuidará a donde vayas- mencionó ella mientras tranquilizaba al niño.

-Puedes cantar?- preguntó esté tosiendo un poco dejando ver cómo un poco de sangre salía de su boca.

La castaña asintió riendo levemente, está no era sentimental ni muy sensible pero los con los niños era diferente, ellos le provocaban mucho sentimiento. La chica empezó a tararear una canción de cuna que solía escuchar de pequeña.

-En el jardín... dilly, dilly... lavanda azul, te amo a ti dilly me amas tu- susurró esta dándole un beso en la frente al niño.

El pequeño niño de doce años cerró los ojos entrando en el eterno sueño de la muerte, la chica a pesar de no haberlo conocido sintió un dolor muy fuerte, y un nudo en la garganta.

-Eres libre- murmuró ella acostando el cuerpo en el suelo verde.

Asteria, empezó a recolectar hojas, cubriendo el cuerpo del niño a especié de tumba. El público estaba encantado con la chica quien había sido muy sensible con aquel niño que no conocía.

Caesar y Claudius seguían comentando la situación, mientras que los distritos apoyaban a los participantes desde sus casas.

-¿Vieron eso? Creo que durante este juego jamás la habíamos visto tan vulnerable- comentó el hombre con cabello de color especialmente para ese juego.

-Yo creo que se debe al hermano que mencionó antes, quizá por eso tanta sensibilidad- explico el hombre de cabellera rubia.

-Oh, lo lamentamos mucho por la familia de este tributo- mencionó Caesar mirando el juego.

En la arena donde se encontraban los tributos, dos cañones sonaron haciendo que Asteria suspirara dejando de mirar la tumba improvisada para seguir su camino.

Pronto la temperatura del lugar empezó a bajar bruscamente, haciendo que los quizá tres tributos restantes padecieran de gran frío.

Asteria prácticamente se congelaba, al respirar se podía notar fácilmente su aliento el cual intentaba usar para calentar sus manos aunque fuese en vano.

Pronto el sol empezó a caer rápidamente.

-El sol... el sol... sale por el este... por el este... y... y se oculta... por el oeste- balbuceo la castaña abrazando sus piernas debajo de un árbol.

Moría del frío pero no quería revelar su ubicación encendiendo una fogata.

-Sale por el este...- tartamudeo la chica temblando.

Sus dientes temblaban evitando que esta pudiese emitir un solo sonido.

Asteria empezó a golpear su cabeza contra una de sus rodillas ante la desesperación ante tanto frío cuando vio que del cielo caía una caja amarrada a un paracaídas, al abrirla notó que era una bolsa de dormir térmica.

Al amanecer, el frío se había ido y los tributos podían tener un poco de calma.

La castaña salió a cazar y a tomar un baño en las aguas del lago central que estaba desierto, hasta que al salir del agua pudo sentir unos pasos salir desde el bosque donde vio a una profesional del distrito 1 y a un chico del distrito 7 peleando a muerte, a lo que ella tomó espada lista para atacar.

Aquel chico de nombre para ella olvidado, estranguló a la profesional por lo tanto ella volviéndose el nuevo objetivo de este.

-Ya era hora de acabar con esto- murmuró el chico tomando su arma.

Asteria mueve su espada mirando cada uno de los movimientos sutiles que hacia este, hasta el punto de moverse cuando él se movía, su mente estaba concentrada en cada movimiento.

-No vas a atacar?- preguntó el riendo mientras manipulaba su hacha.

Asteria en un movimiento inesperado atacó al chico logrando herirlo, pero este se defendió logrando abrir una herida en la cara de la castaña, y algo en la joven se encendió, simplemente lanzó un grito moviéndose de tal forma que su espada abrió el abdomen del chico manchando su rostro con sangre.

El último cañón sonó haciendo eco en el bosque.

-¡Vencedora!- habló Caesar siendo escuchado por ella y por todos los distritos -Tenemos a nuestra nueva vencedora, Asteria Marigold del distrito 5.

Con el rostro lleno de sangre y algo de suciedad, sonrió leve y forzadamente para que todos los distritos la vieran, entre ellos Finnick Odair.

Caesar y Claudius estaba al tanto de todo, por lo tanto empezaron a comentar.

-Bueno creo que nuestra nueva vencedora conocerá a su amor después de todo- rio el hombre.

-Finnick emitió una respuesta ante la entrevista de la chica- comentó Claudius.

Pronto el video de Finnick en su distrito empezó a ser transmitido.

-¿te gustaría tener algo con Asteria Marigold en caso de ser vencedora?- interrogó la voz de Caesar.

-He visto como pelea, y la vi en el desfile... claro que me gustaría- respondió el chico intentando ocultar una sonrisa.

El video se detuvo, volviendo a aparecer Caesar y Claudius.

-Será que ahora... ¿está amor podrá florecer?- finalizo el hombre.

Asteria Marigold, nueva vencedora y una vez más favorita del Capitolio. La vida iba a ser diferente para ella, a pesar de su actitud de seguridad y demostrar que era tan letal como parecía no todo era tan sencillo, después de todo ese juego era un trauma para todos lo que lo jugaban y ganaban.

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Nota de la autora

Espero les guste este fanfic tanto como a mi, desde que volví a ver las películas sentí la necesidad de hacer un fanfic con mi personaje favorito Finnick Odair, así que espero lo disfruten.

🫶🏻