Todo el mundo odia la sangre sin saber
Manteniendo vivo el brindis bañado en sangre  

 Lo que deseo, lo que debo evitar

Por que un asesino nos ha reunido, me pregunto
He perdido los recuerdos del placer
Me hundo dentro de la locura
Que vuelve a pintar el pasado
Regresa...

 (Yousei Teikoku - Kyouki Chinden)

Hoseok se movía demasiado bien en batalla, todos en BTS tenían una gran destreza, puesto que para ellos la ofensiva era vital, sin embargo, él era el mejor en ello. Podía esquivar las bolas de ácido que lanzaba Suho con su boca con facilidad. Su contrincante llevaba una máscara que cubría gran parte de su cabeza, dejando ver solamente sus ojos, la correas iban hasta su boca en donde tenía un pequeño dispositivo que hacía aquello funcionar.

El piso comenzaba a llenarse de ácido, por lo que comenzaba a serle difícil moverse por ahí.

—Apúrate a matarlo o te atrapará — le advirtió Taehyung quien miraba desde una esquina en la azotea.

—¡Ya sé! — gritó molesto.

Taehyung comenzó a reírse por verlo tan concentrado en ello cuando realmente era fácil, volteó a ver cómo les iba a los otros. Xiumin había dejado ya de desmembrar cada parte del chico, le hacía picadillo y eso ponía alegre a V, estaba ansioso por probarse contra él. Se fijó en como al acabar, recogió la granada que había dejado el otro chico, la metió en un bolsillo que tenía detrás. Alzó una ceja, mala idea.

En eso, Suho atinó a darle al bate de Hoseok, la madera comenzó a desintegrarse y sonrió al ver como su arma desaparecía. Dejó que el líquido cayera al suelo y miró como la madera se iba poco a poco, no estaba preocupado por eso, porque debajo de esa capa café estaba una estructura de metal, una resistente a cualquier cosa.

—Uh, lo siento, pero eso no funcionará mamador de ácido — y se apresuró de una buena vez, dio un giró sobre sus pies, estrellando por fin su bate contra el estómago de Suho.

El chico que estaba en la esquina sonreía feliz, descubrió con facilidad que el cuerpo del líder de EXO fue modificado para tener una maquina en el interior, una que tenía todo el ácido contenido, así funcionaba. Y si Hoseok le daba justo en el estómago, rompiendo así esa cosa dentro de él, dando como resultado...

—¡Aaaah! — gritaba de agonía, sentir como se desintegraba cada parte de él debía ser el infierno.

Hoseok limpió el resto de líquido de su bate en la cara de su víctima, quien se retorcía. La carne de la mejilla de Suho se desintegraba poco a poco, así como un enorme hoyo se abría dentro de él, la sangre brotaba por todos lados y esta burbujeaba como reacción al tóxico, formando espuma que salía expulsada.

—Vaya agujero te he hecho — miró al otro lado desde el estómago de Suho y advirtió como entraban los dos chicos que estaban peleando abajo.

Lay miró a su líder y luego a Hoseok, habían matado a su preciado compañero...

—Maldito hijo de puta — bramó sacando su hacha.

—Así que un hacha — murmuró moviendo su bate para asegurarse que estuviera limpio, giró a ver a Taehyung que se estaba levantando de su lugar.

Por fin se divertiría V.

Nadie sabía exactamente cuál era el arma de Jimin, tenía un aura realmente aterrorizante, intimidaba a cualquiera y eso los ponía nerviosos antes de siquiera pelear, sólo que esta vez, su contrincante estaba muy calmado o eso aparentaba.

—Umm — murmuró mirándolo, ladeó la cabeza intentando adentrarse en la cabeza de Tao, estuvieron viéndose hasta que apartó la vista.

Había algo en esos ojos, algo que le hacía sentirse absorbido, literalmente podía perderse en la mirada de Jimin, sólo que ahí no sería un viaje lindo. Aprovechó ese momento de debilidad y corrió hacia él, tan rápido que cuando Tao se percató, ya lo tenía a milímetros de su rostro.

—Corre — ordenó.

Y así lo hizo, porque el aura asesina de Jimin lo atormentó.

Estiró su cuello, haciendo que tronara, luego su espalda y finalmente sus dedos, miraba como su presa corría. Nadie podía contra él, pero tenía ganas de divertirse, accionó entonces su arma. La mejor arma de Jimin, era su propio su cuerpo.

Miles de cuchillas salieron de su piel, las modificaciones en su cuerpo eran tal que, ya no tenía casi huesos, sólo hierro que le ayudaba a rebanar a sus contrincantes que ya no podían hacer mucho contra él, al igual que Jin, tocar su cuerpo era devastador. Cuando estuvo listo, corrió detrás de Tao mientras reía como loco y daba grandes saltos.

—Oh, Jimin se ha salido de control otra vez...— Yoongi y Jungkook miraban desde su escondite.

—¿En serio? — voltearon a ver quién entraba, era Jin sonriente junto a Namjoon.

—Sí...— respondió Jungkook tendiéndole sus binoculares a Jin, este los tomó y se puso a ver el espectáculo.

—¿No queda nadie? — Preguntó Yoongi a Namjoon, quien negó.

—Ya están casi todos muertos, sólo quedan esos tres — se asomó a ver, en el edificio vecino se encontraban Hoseok y Taehyung peleando.

—¿Debería dispararles? — el maknae señaló su AS—50, pero el líder sonrió en cambio.

—Dejemos que se diviertan un rato — se sentó junto a los demás para ser partícipe del programa.

Hoseok chocaba armas contra Lay, era muy bueno, bastante. Sin embargo, el que estuviera alterado no lo hacía ganarle a su rival, por lo que él sonreía por dentro, sólo un poco más y le tendría.

Cuchillas contra espadas, el filo de los dos tipos de armas podía ser mortal. La coordinación era la mejor habilidad para ello, Taehyung además de eso, tenía una mente que trabajaba rápido, su plan marchaba bien, aunque deseaba seguir probándose contra Xiumin. Porque tenía que admitir que era realmente bueno.

Por otro lado, Tao corría con todas sus fuerzas, de repente salió corriendo sin dudarlo, como si su instinto animal le dijera que debía huir, que su vida peligraba. Su corazón estaba completamente alterado, jadeaba por el esfuerzo y la mano que sostenía su chaco estaba temblando, haciendo que el metal de este hiciera un tintineo. Debía pensar en una forma de ganarle a Jimin, o su final sería la muerte.

—Hey, si no corres no es divertido — giró lentamente, lleno de horror al escuchar la voz del pelirrojo.

Ahí estaban esos perversos ojos junto a esa sonrisa que se estiraba hasta mostrar todos sus dientes y ahora también para hacerle un conjunto escabroso, miles de cuchillas salían de la piel de su depredador.

—Anda, corre — ordenó de nuevo, pegándose a él, porque para Jimin el placer en matar se encontraba en ver como su víctima llegaba a pensar que escaparía.

Nadie se escapaba de Jimin.

En cambio, Tao tomó su arma, preparado para enfrentarse, si iba a morir no lo haría huyendo. Como pensó que no lo vendría venir, con un extremo de su arma logró golpear la mejilla del pelirrojo, haciéndolo girar su rostro ante lo que parecía ser una cachetada.

Hubo un momento de silencio en el que Tao comenzaba a temer por la reacción de su contrincante. Movió su quijada, denotando que aquello le había molestado, pasó su mano por la zona golpeada y sonrió de lado, sus ojos estaban siendo cubiertos por parte del flequillo rojo de su cabellera.

—Ah, así que esa es tu decisión — murmuró antes de volver a ver al chino.

Tao retrocedió, debido a su nerviosismo se tropezó con sus pies y cayó al suelo, aún ahí se arrastró más hacia atrás, la sombra de Jimin le perseguía o más bien, los ojos endemoniados lo arrastraban hacia el infierno.

Un gritó se escuchó por todo el lugar, de desesperación, sufrimiento y muerte.

—Comienzo a aburrirme, Taehyung ya debería matar a ese chico — murmuró Jungkook viendo desde el lente de su arma, apuntaba justo al corazón de Xiumin.

—Sí lo haces tú, V te matará — le advirtió Namjoon al maknae.

Este le hizo caso y mejor siguió viendo la manera en que su hyung jugaba con su presa, como si fuera su pequeño ratón de juguete.

Hoseok en cambio se las estaba viendo negras con Lay, porque este a pesar de usar un arma algo más pesada, se movía bastante ligero con ella, como si fuera una extensión más de su cuerpo. En algún punto, el bateador se distrajo por un segundo mirando a su compañero que también peleaba, el chino aprovechó para lograr estacarle su hacha en un costado de su cuerpo. Cayó al suelo por el golpe, no creyendo que había logrado vencerle, Lay se preparaba para partirle la cabeza cuando un pequeño silbido se escuchó.

Justo a un lado de la cabeza, una bala le atravesó el cráneo, los otros dos chicos se detuvieron al ver la escena. Hoseok buscó de dónde provino aquello, cuando vio a lo lejos como Jungkook le mostraba su pulgar, comenzó a reírse.

Xiumin abrió los ojos, vio como el cuerpo de Lay caía al suelo, sonando así el metal de su arma al chocar con el concreto. Taehyung que aprovechó eso, se posicionó justo detrás del chico que seguía en un trance.

—¡Corre! — Le gritó a Hoseok antes de lanzar su navaja en el bolsillo de su víctima.

A duras penas logró llegar a la puerta que les llevaba a las escaleras del edificio cuando la granada explotó. Seguido entró Taehyung, estaba completamente eufórico de que su plan funcionara.

—Así que una explosión — le dijo al verlo, su compañero en vez de responderle se estampó contra él para besarlo con fuerza y morderle los labios. Las manos de Taehyung fueron a parar a la herida, Hoseok soltó un ligero quejido.

Le comenzó a preguntar sobre la herida, ayudándolo a sacarlo de ahí finalmente.

—Son buenos — sentenció el chico a su lado, los ojos de su líder pasaron a verle con seriedad absoluta, de esas que a Daesung le daban miedo.

—Parecen interesantes — comentó T.O.P atrás de ellos, cruzó sus piernas y se llevó sus dedos a su mentón, rozándolo, haciendo ese típico gesto de que estaba pensando seriamente.

El pelirrojo bufó.

—Estos dos son basura, fácil de barrer del camino — habló por fin cruzándose de brazos en su gran sillón — Es este chico el que me ha causado interés

Señaló la otra pantalla en la que se mostraba a Jimin, con sus navajas corporales iba despellejando el cuerpo de Tao ya casi inerte, cada roce de sus brazos era un corte en su pecho. Dejó de mover cuando había llegado a su premio, metió sus dedos dentro de la caja torácica de su víctima y sacó el palpitante corazón de Tao.

Cuando lo tuvo entre sus manos, con algunas venas aun conectándolo a su antiguo hogar, lo estrujó en su puño y explotó.

G-Dragon sonrió al ver a su próximo rival, era alguien con el que valía la pena pelear.

Habían pasado a la ronda final. Sólo quedaba un encuentro más:

BTS Vs BigBang