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⁰¹⁷·Amnesia

"No es de mi incumbencia pero debería ver a un doctor"

"...y a un psicólogo."

Las palabras de su abogado pesaban en su cabeza, por cada momento que se veía heridas en su cuerpo, que no resultaban ser reales, por cada sueño en el que casi moría, por cada vez que TaeHyung se le aparecía de forma monstruosa y por cada vez que sentía esa masa negra creciendo a su costado, las palabras regresaban a su mente. No fueron dichas de mala intención, no es cómo que el abogado supiera las cosas que veía o hiciera caso a los rumores de la escuela, más bien fue una sugerencia para saber el motivo de los desmayos y para afrontar el hecho de haber presenciado dos muertes en un período de tiempo muy corto que dejaría un trauma evidente en su persona.

Pero a pesar de que esas palabras rondaban en su cabeza, JungKook no intentaría ir a ninguno de esos dos profesionales, para empezar los desmayos eran provocados por TaeHyung, sabía que no había algo en su sistema físico que le provocara aquello, tan sólo un fantasma con poderes detestables; en segundo, JungKook cree haber presenciado más sangre y muerte en este tiempo de lo que pensó vería en toda su vida, pero ¿qué le diría a un psicólogo? que sacó a un fantasma psicópata del espejo de su habitación y le provocaba alucinaciones, experiencias físicamente dolorosas y es por eso que se veía rodeado de tanta muerte? No había forma de decir eso.

Aún así, la frase recurre en su mente mientras de camino a la academia aparecía la detestable confesión del fantasma en todo su alrededor, "ámame" y "¿por qué no me amas?" Estaba escrito con sangre en todos lados, las paredes, el techo, el suelo, suponía que lo había visto lo suficiente para tener el poder de ignorar aquello como si fuera algo que uno ve todos los días. Lo único bueno que sentía de todo esto es que luego de la catástrofe de interrogatorio que tuvo que pasar, de alguna forma no fue visto como sospechoso, ni su testimonió parecía importar, por lo tanto quedaba completamente desligado de la investigación, era extraño pero no lo iba a discutir, después de la última vez no necesitaba más de ese estrés. Lo último que supo de ello fue que la familia de ChanYeol estaba peleando en un juicio con la familia de JongIn, además de que este último fue expulsado de la institución, así que entre todo lo malo, podía sentirse tranquilo de que este no iría tras él, dudaba que este intentara seguirlo con todo el tema legal que tenía encima, al menos eso creía.

En cuanto pudo visualizar la estructura del instituto una mala sensación comenzó a recorrerle el cuerpo, todos sus músculos se sentían entumecidos, costándole moverse, y la temperatura de su cuerpo comenzó a aumentar sintiendo un calor repentino pese al frío clima, tuvo que aflojarse la corbata buscando sentirse menos sofocado en el uniforme que ahora estaba obligado a usar.

Uno de los cambios que se tuvieron que implementar en este regreso a clases fue quitarles la libertad de vestirse a su gusto a los estudiantes, ahora todos debían usar el uniforme sin excepciones, a pesar de que esto no detuvo a nadie de personalizarlo con accesorios, además de que ahora en la entrada había un detector de metales y dos guardias de seguridad que hacían de porteros. Tal vez sonaba exagerado pero el escándalo fue apenas escondido del periodismo y otros medios, y para no perder a sus prestigiosos estudiantes implementaron aquel sistema de seguridad que brinda calma a los padres y a los mismos usuarios de la institución, lo negativo de todo esto era que se estaba tratando con adolescentes que buscaban relucir tanto como podían, quitarse cualquier objeto metálico que usaban para estilizarse a sí mismos provocaba una lentitud para entrar logrando una fila tediosa en la entrada.

Era irónico pensar que un lugar tan prestigioso como era este, lleno de gente de clase alta y educada, tuviera que tomar todas estas medidas por un suceso que jamás pensaron que les ocurriría a ellos.

—No puedo creer que Kai le haya disparado a ChanYeol, y que por eso debamos usar esta ropa, detesto este uniforme, las faldas cuadrille no son mi estilo.

—¿Qué? Pero Kai no fue quién...

Antes de que las palabras de una conversación ajena pudieran llegar a los oídos de JungKook, todos los sonidos fueron amortizados por el latido de un corazón, o más bien varios, en cuanto el rítmico sonido como el de un tambor lo dejó sordo de cualquier otro, levantó la mirada notando como todo el patio delantero de la entrada estaba lleno de corazones, ensuciando el verde pasto con el rojo de la sangre, no tan sólo eso sino también estaban repartidos en el camino pues al avanzar en la fila uno se deshizo bajo su pie en cuanto lo pisó. Su rostro de desconcierto era notorio pero recordó en donde estaba, no podía agobiarse también por esto, cerró los ojos respirando lento, debía calmarse, las cosas irían a peor si se desesperaba, ya había tenido suficientes pesadillas por lo mismo, noches que no durmió nada porque no había paz y tranquilidad aunque cerrará los ojos, creía que ni toda la base del mundo era suficiente para cubrir sus ojeras, lo mejor que podía hacer era lo mismo que hacía con el mensaje escrito en todas partes: ignorarlo. Por lo que continúo la fila ignorando por completo que había perdido la capacidad de escuchar bien a la gente por culpa de estos corazones latentes.

Pero no darle una reacción apropiada a su fantasma le complicaba más las cosas, y lo supo en cuanto llegó su turno, necesitó un momento al ver al guardia con dos cuencas vacías en lugar de ojos, otra vez le regresó esa mala sensación en el cuerpo, suspiró e intentó no dirigirle la mirada en lo que sacaba las posibles cosas que sonarían con el detector y poder irse rápido a su clase. Una vez pasó, agarró su mochila colgándosela en el hombro e ir directo a la sala que le tocaba, lamentablemente en el camino todos los estudiantes se giraron a verlo, más cuencas oscuras y vacías que se dirigían a él, no se movían, como estatuas en un completo silencio todos los estudiantes se mantenían mirándole con su vacía mirada, bajó la velocidad de su paso resultándole extraño, era nuevo, pero asintió para sí mismo, esto era lo que quería TaeHyung, ponerlo nervioso y paranoico, así que decidió mirar el piso y continuar su trayecto.

Los corazones habían dejado de latir, pero en consecuencia un silencio sepulcral reemplazó el ruido, el color se había ido, con tonalidades grises cubriendo todo el panorama tan solo complementando la extraña vibra en la que se veía envuelto debido al capricho de TaeHyung. Con la mirada gacha en todo ese trayecto, el sonido de sus pasos era lo único que tenía para no perder la cabeza, no pudo evitar sentirse cansado de tener que lidiar con estas situaciones, tener que asumir lo peor y tener que actuar como si nada pasará porque no había forma de pedir ayuda. Como si fuera poco, también estaba su previa preocupación al saber que estaba de vuelta en el instituto, aún podía recordar las palabras del policía, habían personas que genuinamente lo veían como el culpable de la muerte de ChanYeol, ¿o era parte de la alucinación?, era difícil saberlo, el audio y las grabaciones de su entrevista en algún momento dejaron de funcionar por lo cual no había registro de lo que pasó ahí, sólo era, una vez más, algo que solo JungKook había visto pero eso no quitaba que varias personas presenciaron la extraña muerte de ChanYeol y eso le carcomía la mente. No le gustaba la idea de que lo vieran cómo un asesino, dios, él no sabía por qué debía pensar en eso, el que estuvo en riesgo de muerte fue él pero la situación fue tan confusa para el resto, no había forma de saberlo, con todo el odio inexplicable que había de él no le sorprendería que todo se transformara en su contra.

El silencio proporcionado le estaba dando demasiado espacio a sus propios pensamientos, incluso el latir de los corazones le mantenían la cabeza más ocupada de lo que el silencio absoluto podría darle, justo antes de poder llegar a su clase chocó con un cuerpo, por instinto levantó la mirada encontrando a una estudiante mucho más joven que él, sus ojos estaban tan vacíos como el resto, rostro inexpresivo, piel pálida y sin vida debido a la falta de color a su alrededor, ella se quedó, en lo que asumía, mirándole unos segundos antes de extender una de sus manos con un trozo de papel reposando en ella, JungKook lo observo dudoso, quiso evitarla pero en el momento que intentó esquivarla ella se volvió a posicionarse frente a él, esto pasó más de una vez y ya percibiendo como serían las cosas decidió tomar el papel de la mano de la chica y en cuanto hizo eso ella se fue tan rápido como apareció.

JungKook la observó irse pero el resto de estudiantes que aún le veían con el vacío de sus ojos lo incómodo lo suficiente para desistir y en cambio leer el mensaje que contenía el trozo de papel, al leerlo suspiró y arrugó la hoja entre sus dedos y la dejó caer al piso para continuar su trayecto a la sala de clases.

La hoja arrugada tenía letras rojas, la caligrafía como siempre era temblorosa y tenía una sola oración escrita, como su misión de ser leída por JungKook se cumplió, se incendió al momento de tocar el suelo hasta desaparecer en cenizas que se esfumaron con el viento, un mensaje simple que sólo lograba molestar puesto que era obvio de quién venía y como siempre las cosas parecían tan simples para él.

"Si me pides perdón podría detenerme, te extraño"

━⸙͎.𖤐⸙͎.━

El pelinegro no estaba seguro en qué momento el panorama gris cambio a color y cuando los rostros vacíos regresaron a la vida, estaba demasiado absorto en su cabeza, no dejando espacio para ningún otro estímulo, ni siquiera recordaba lo ocurrido en clases, las notas escritas en su cuaderno no eran más que garabatos intentando significar algo. Como un robot se sentía en modo automático, entre pensamientos blancos que le quitaban horas de vida y la constante preocupación del cómo los demás lo están percibiendo luego de presenciar una muerte en la que, quisiera o no, estaba involucrado. Llegó a creer que hubiera sido mejor que TaeHyung no se hubiera entrometido, que su vida terminará allí le parecía menos agobiante que estar viviéndola ahora mismo.

"JungKook"

Demasiadas cosas le daban vueltas en la cabeza, por mucho que intentara, no lograba distraerse con otra cosa.

"JungKook"

¿Qué sería lo siguiente que haría? ¿Qué sería lo siguiente que vería? ¿Cómo debería actuar ahora mismo? Las preguntas sin respuesta giraban una y otra vez.

"JungKook"

El cuello le dolía y la cabeza le pesaba, signo de que la había mantenido agachada demasiado tiempo por evitar ver a las personas a su alrededor, estiró el cuello y el sonido del tronar de su hueso le despejó la mente.

—JungKook —la voz que sonaba en un eco distante se aclaró, escuchándose fuerte y claro, trayendo al nombrado de vuelta a la realidad de golpe—. JungKook, ¿estás bien?

Pestañeó rápido, mirando a su alrededor confundido, estaba en el comedor de la institución, bajo la mirada notando su almuerzo en una bandeja azul, ¿en qué momento el tiempo pasó tan rápido para que llegara la hora del almuerzo?, recién pudo caer en cuenta que la gente ya se veía normal, que no había visto más mensajes y no escuchaba latidos o un completo silencio, el bullicio normal de un recreo y los colores vividos de su entorno lo trajeron de vuelta a la tierra, alejándolo de su cabeza por primera vez en el día. Miró a su costado viendo a YoonGi, el dueño de la voz que escuchó hace unos segundos.

—A-ah, sí, estoy bien, sólo... distraído.

—Como siempre —destacó, ya acostumbrado a que JungKook fuera así, observando escéptico la sonrisa culpable que le brindó su amigo—. No recordaba que el uniforme fuera tan incómodo, extraño sólo usar una polera holgada —se quejó, cambiando el tema, ya sabiendo de antemano que el pelinegro no le diría el motivo de su "distracción".

YoonGi se soltó los primeros botones de la camisa revelando una polera con el estampado de una banda por debajo, banda que JungKook creía conocer, pero antes de lograr decir una palabra, un estruendo de una bandeja se escuchó en su mesa dejando a la vista al pelirrosa tomando asiento frente a ellos, era demasiado temprano para que el susodicho viniera a molestarlos, los dos le miraron perplejo esperando que viniera con algún tipo de noticia de las que no se pueden guardar para uno mismo pero el contrario sólo se sentó y comenzó a comer como si nada.

—¿JiMin? —soltó YoonGi, llamando la atención del nombrado.

Este observó a los dos personajes que mantenían sus caras consternadas.

—¿Por qué esas caras?

—¿Te sientas aquí para almorzar? ¿A vista de todos?

—¿...Sí? —ahora JiMin era uno más que estaba confundido.

—¿Y qué pasó con tu grupo de ratas?

—ChanYeol ya no está, tampoco Kai, el grupo ya no tiene sentido.

Lo cierto era que nunca hubo amistad verdadera dentro de ese grupo tan temido, todo lo que buscaban era constante refugio, nadie podía tocarte o hacerte algo si tenías a los dos más fuertes de tu lado, pero si uno estaba muerto y el otro se había marchado, el gran escudo que todos buscaban no existía, al no haber otro lazo que los uniera naturalmente iban a separarse. JiMin tuvo una pequeña crisis al darse cuenta de ello el día anterior a volver a clases, de hecho sigue teniéndola, no era bueno haciendo amigos, mucho menos era agradable, no intentó establecer amistad con nadie más en el tiempo que estuvo detrás de ChanYeol, lo quisiera admitir o no, siempre estuvo un poco excluido en ese grupo, le daba un poco de vergüenza tener que ir a refugiarse con el único amigo que estuvo para él incluso cuando lo apartó descaradamente de su vida, pero era mejor que estar solo.

—Así que si estabas ahí para olerle el trasero a esos dos, huh —comentó con recelo.

JiMin rodó los ojos—. Sí, YoonGi, felicidades, eres muy listo —aplaudió con ironía—. Desde ahora me juntaré con ustedes, no tienen que agradecerme, con suerte conmigo parecerán un grupo de personas más decentes.

—Uy, gracias por el favor.

JungKook se mantenía como espectador de esa conversación, no parecía ser algo que le involucrará, así que sólo pudo darle una sonrisa a JiMin luego de que terminó de hablar sobre su nueva inclusión en su pequeño grupo de dos, ahora tres, aunque no parecía nuevo, el pelirrosa siempre estuvo presente de alguna forma.

Se quedó en silencio tan sólo escuchando como los otros dos entre discutían y hablaban, se dio cuenta que no tenía tanto apetito a medida que pasaba el tiempo, lo único que hacía era jugar con la comida que apenas había probado así que prefirió escuchar la larga conversación que estaba teniendo JiMin, dándose cuenta de lo hablador que era este. YoonGi y él eran de la misma sintonía, en especial cuando JungKook no estaba con algún tema en su cabeza, eran conversaciones agradables mas no necesariamente muy largas, YoonGi jamás intentaba hostigarlo cuando este se metía mucho en su cabeza y siempre podían ir a una dirección diferente en donde los dos se sintieran cómodos, o a veces podían estar juntos en un silencio que no era incómodo, tal vez no parecían muy cercanos pero ellos podían percibir esa chispa de amistad que los unió desde el día uno. En cambio durante estos primeros minutos que estaban compartiendo con JiMin oficialmente de su lado, no había parado el bullicio, para variar era lindo tener a alguien así de extrovertido entre ellos, aunque le apenaba no estar al tanto de lo que decía, le era muy fácil distraerse con sus propios pensamientos, a veces sin pensar en algo en concreto, simplemente ya no estaba ahí, pero ahora intentaba ponerse al tanto, intentando entender porque parecían discutir sobre el básquet y el fútbol.

Aunque al momento comenzó a sentirse incómodo, tal vez era la experiencia pero JungKook podía sentir como era observado, al principio no le tomo importancia, debía de ser TaeHyung y sus manías de querer ponerlo nervioso, pero estaba pasando demasiado tiempo y el fantasma no era de los que se limitaran sólo a eso, ya sabía que este de alguna forma intentaría robarle la atención sólo para aumentar su desconcierto, así que terminó cediendo a la energía pesada que sentía sobre él, sus ojos cayendo directamente a un grupo de cuatro personas que parecían observarlo con disgusto, pero en cuánto sus miradas chocaron estos no tardaron en levantarse de sus asientos e irse a otro lado, con eso JungKook dejó de sentir las miradas, definitivamente fue extraño, no recordaba el rostro de ninguno de ellos, entonces por qué...

Sacudió su cabeza, debía ser obra de TaeHyung, todo lo extraño en su vida tendía a ser culpa de él. Debía ignorarlo, sólo eso.

—¿Qué dices, JungKook? ¿Irás?

Desvió la mirada que tenía pegada en un punto muerto notando tanto a JiMin como a YoonGi mirándole fijamente.

—¿Ir dónde? —dijo tomando su bandeja de comida para ir a dejarla, otra vez volvió a perderse en la conversación.

—¿En qué tanto piensas? ¿Siempre eres así de ido? —JiMin sintió un leve golpe luego de hablar, miró feo a YoonGi mientras se sobaba el brazo, aclaró su garganta y continuó—. Perdón —sonrió—. Al cine, queremos ir al cine en la tarde, ¿vas?

—Oh —sonrió ante la invitación—. Sí, claro.

—Perfecto, luego les mando los datos, tengo que irme a mi clase, bye.~

JiMin se fue casi corriendo puesto que ya era tarde y su salón de clases quedaba un poco más lejos que la de YoonGi y JungKook, los dos se quedaron quietos observando cómo se iba y cuando ambos se quedaron solos, el castaño le dirigió unas palabras.

—Perdónalo, perdió un par de tornillos con ChanYeol.

JungKook se rió un poco y negó con la cabeza quitándole importancia.

━⸙͎.𖤐⸙͎.━

Después de clases acordaron de verse en el cine más cercano que tuvieran en común, JungKook en realidad no sabía que iban a ver, en verdad YoonGi tampoco, el único que sabía que verían era JiMin el cual se molesto muy poco en avisarles, de todas formas el punto era ver una película. Aunque, con el tiempo que llevaba conociendo al pelirrosa, y entre tantos problemas que él mismo había tenido, había olvidado la fascinación que este tenía con lo paranormal pues si bien recordaba al conocerlo era el más emocionado con la historia sobre invocar un fantasma a través de un espejo, incluso con la confesión de haberlo intentado en repetidas ocasiones, así que no debió sorprenderse como lo hizo cuando descubrió que estarían viendo una película de terror.

Terror, suspenso y violencia gráfica, durante toda la hora que llevaban de película sus dos amigos prácticamente saltaban del asiento cada que aparecía el monstruo de la película, contrayéndose y tapándose los ojos cada que aparecía una escena en exceso de sangrienta, JungKook por otro lado no pudo ni fingir sentirse afectado por lo que veía.

Ya era de antes para él no asustarse con ese tipo de películas pero está vez fue diferente, no era simplemente no sentirse asustado, era más vacío que eso, no sentía nada, como un hueco dentro de su cuerpo, no había emoción que le hiciera temblar de expectación, o le regalara un escalofrío al ver todas esas escenas, todo lo que veía y escuchaba no era nada comparado a todo lo que había tenido que vivir desde hace unos meses, no había una sensación peor que esa, así que, a diferencia de los otros dos, el pelinegro tan sólo se limitó a mirar en completa tranquilidad e incluso se podría decir: aburrición.

Pero bien siempre habría alguien que le trajera de vuelta todos esos sentimientos perdidos, y tal vez la cinematografía enfrente a él no le daba escalofríos, pero en cuanto sintió una fría caricia en el dorso de su mano pudo sentir como toda su piel se erizaba y no por buenas razones. Miró a su izquierda encontrando la figura humana de TaeHyung sentado en la silla a su lado, aunque su cuerpo fuera humano, sus ojos seguían oscuros y su mandíbula aún mostraba esos horripilantes y afilados dientes, antes de poder reaccionar, TaeHyung agarró su mano entrelazándola con la suya, un gesto romántico que más bien funcionaba como jaula para que su querida presa no se alejara de él, lo cual JungKook pudo entender en el momento que el agarre ejerció fuerza y pudo sentir la palpitación de dolor en su mano.

—Estas cosas no existían cuando yo era humano —dijo TaeHyung mirando atentamente la escena donde cortaban por la mitad a una chica con una motosierra—. Interesante...

Al contrario del pelirrojo, JungKook no miró ni por un segundo la pantalla desde que la presencia del fantasma se hizo física, llevaba demasiado tiempo sin verlo, al menos en su forma humana, y no era emoción lo que sentía al respecto, había una expectación que le ponía mal cuerpo, ya que era consciente de que este haría algo, TaeHyung no estaba exactamente pacífico con él y en parte era su culpa.

—Me cansé de no tener contacto contigo —comentó dejando de ver la película para hacer contacto visual con el contrario—. Creo que tú puedes solucionar eso, ¿me equivoco?

Ante la pregunta, predominó el silencio, con gritos y chillidos de fondo de parte de los actores en pantalla y de sus dos amigos a su derecha, cómo se supone que él podría solucionarlo, ¿siquiera deseaba eso? Era peor cuando este estaba presente, quisiera o no, vivía más tranquilo sin verlo, las alucinaciones eran más tolerables, pero si se negaba quién podría asegurarle que se mantendrían así de "tranquilas". En medio de sus pensamientos tuvo que aguantarse un jadeo al sentir los huesos de su mano cambiar de rumbo al intensificarse el apretón ejercido en ella, indicando la falta de paciencia que tenía el fantasma al lado suyo, quería la respuesta al instante y sin embargo JungKook entre sus confusiones y preguntas, tardaba demasiado.

—No lo sé —susurró pero en respuesta el agarre se intensificó más y tuvo que apretar los dientes y casi no respirar para evitar gritar.

—JungKook, estoy cansado, y recuerdo haberte comunicado cómo solucionarlo —TaeHyung se veía molesto, pero luego sonrió—. Ahora puedo romperte cada uno de tus huesos hasta que lo soluciones, no tengo problema con ello.

Dicho ello se escuchó claramente como uno de los huesos de la mano de JungKook cedió por completo ante el agarre, tuvo que acallar el grito como pudo pero un par de lágrimas de dolor se escaparon por sus ojos mientras observaba su mano roja y amarilla ante la presión ejercida.

"Si me pides perdón podría detenerme, te extraño"

Fue entonces que el mensaje que recibió en la mañana llegó de golpe a su cabeza, sabía que decirlo no cambiaría nada pero JungKook supo en ese momento que no valía la pena ser rebelde con él otra vez, las cosas nunca mejoraban con TaeHyung, en cambio, iban peor. Hacerlo enojar aún más no le convenía en lo absoluto.

—Per-perdón —susurró, apenas audible, más bajo que cualquier tipo de sonido que había a su alrededor y que sin embargo entró como una suave brisa al oído de TaeHyung, el cual sonrío a gusto, aflojando el agarre y desapareciendo cualquier aspecto poco humano de su físico.

La mano que lo lastimaba se alejó y en cambio le limpió las lágrimas de su rostro.

—No era tan difícil, ¿verdad?

De nuevo, las palabras le brindaron un escalofrío, su mirada estaba fija en TaeHyung pero este desapareció como la oscuridad en cuanto las luces de la sala de cine se prendieron en señal del término de la película.

—La próxima vez yo elegiré la película —escuchó la voz de YoonGi a su costado.

A pesar que TaeHyung se marchó, al menos visualmente, la mano de JungKook había quedado tal y como la dejó. Sus huesos que se habían separado más de lo que su cuerpo está programado, le había dejado sin posibilidad de moverla, la piel que los unía a su dorso estaba rasgada, el dolor latente era muy apreciable y aún si sentía ganas de quejarse desde el interior de su alma, de alguna forma pudo mantenerse callado al respecto.

—¡Ay, por favor, fue genial! Nada mejor que ver algo que te exalte —respondió JiMin—. Aunque JungKook no pareció disfrutarla tanto, no escuche ni un sólo grito de su parte... o quizás se paralizó del miedo.

—No digas tonterías, seguro él no es de gritar viendo películas de miedo, ¿cierto, JungKook?

La atención fue dirigida a él, rápidamente ocultó su mano izquierda dentro de su chaqueta para que no vieran el destrozó que tenía, nervioso, intentó pensar una respuesta rápida para desviar zafarse de la pregunta.

—Um, bueno, no me pareció para tanto en realidad.

—Wao, seguro que después de ver como Kai mató a ChanYeol se le frió el cerebro con la sangre, a mi también me pas- ¡ah!

El pelirrosa observó a YoonGi con un signo de interrogación en la cabeza, pues este le había dado un puñetazo en su brazo, mientras que este último le daba una mirada molesta, por otro lado el rostro de JungKook cambió por completo al escuchar eso.

—No digas esas cosas.

—¿Cómo dijiste?

—Discúlpalo JungKook, ya sabes que es menso.

—Yo también presencié todo, ¿no puedo hacer chistes de mis traumas? No todos los días ves a un verdadero psicópata deshacerse de su amigo sólo por evitar su real cometid- ¡deja de pegarme!

—¡Tú aprende a filtrar lo que dices!

Los dos amigos comenzaron una pelea entre ambos mientras los tres se dirigían a la salida del cine, sin embargo JungKook no les prestó atención aún aturdido con las palabras de JiMin. Él recordaba como perfectamente este se encontraba cerca de todo lo sucedido, entonces por qué recordaba las cosas tan diferentes a cómo pasaron, pensó que todos lo verían raro pues mucha gente presenció el extraño suceso de la muerte de ChanYeol y es que en realidad Kai en ningún momento le apuntó a su amigo con el arma y sin embargo este murió por su bala. Hasta hace unos días en la estación de policía, muchos aseguraban haber visto esto, entonces por qué...

En algún momento terminaron frente a un local de comida rápida, YoonGi se había ido a buscar una mesa para los tres mientras él y JiMin se quedaron en la fila del local de comida a espera de que les tocará pedir, la situación era ideal para salir de las dudas.

—JiMin hyung... —los ojos del nombrado fueron hacia él—. Respecto a lo de Kai y ChanYeol-

—Ah, perdóname, es verdad que no pienso las cosas antes de decirlas, es un mal hábito, no volverá a pasar —JiMin le sonrió, mostrándose más piadoso que antes.

—No, no, no era eso, es sólo... ¿tú recuerdas cómo fue que murió ChanYeol?

La sonrisa de JiMin desapareció por completo, abrió los ojos sorprendido, la pregunta le tomó por desprevenido, una cosa para él era bromear con la situación y otra era hablarla en serio, era incómodo pero aún así le contestó.

—Uh, claro que lo recuerdo, estuve ahí —respondió con seriedad—. Aún puedo ver claramente como Kai se giró a dispararle a ChanYeol como si nada... —la respuesta erizó el vello corporal de JungKook—. Es decir, por muy detestable que fuera, era su mejor amigo ¿con el resto de nosotros? Eso no me hubiera sorprendido por muy cruel que suene, supongo que siempre fue un desalmado, hasta con sus cercanos... pero, ¿por qué preguntas eso?

—Por nada —respondió desviando la mirada al instante—. Supongo que sólo lo recordé.

El pelirrosa se quedó mirando a JungKook por un momento, sintiendo pena y culpa, de verdad creía que debía controlar más lo que decía, por muy extraño que encontrará al contrario eso no quitaba que había vivido la experiencia de casi ser asesinado, suponía que no pensó en eso tan apropiadamente como debía. Pero por el contrario a lo que JiMin pensaba, JungKook no estaba afligido por de repente hacerle recordar el trágico suceso, sino más bien por la forma en la que este lo recordaba, hasta donde sabía todos habían visto como ChanYeol falleció de la nada, a pesar de la bala en su cabeza, nadie fue capaz de presenciar cómo ocurrió eso y ahora resulta que todos vieron como Kai le disparó, le alarmaba pero en parte le hacía sentir más tranquilo.

Después de comer cada uno se fue a su casa debido a lo tarde que era y que al día siguiente tenían clases, JungKook iba caminando en dirección a su hogar aún pensando en las palabras dichas por JiMin.

—Nadie lo recuerda.

La repentina voz, lo hizo mirar a su costado, observando el cuerpo de TaeHyung flotando en el aire mientras le seguía pero el cual se detuvo en cuanto JungKook no siguió caminando.

—¿A qué te refieres?

—¿Ni un sólo gracias? ¿Quién más crees que puede alterar el recuerdo de cómo sucedieron los hechos? —desapareció dejando rastro de humo negro, para aparecer de pie al costado izquierdo de JungKook—. Nadie más que tu humilde servidor —susurró en su oído.

"Servidor", já, el pelinegro pudo haber reído pero la situación lo orilló a responder diferente.

—Gracias —dijo bajito, sin mirarlo, continuó su caminata ignorando por completo la cara de emoción del fantasma. A pesar de todo, que nadie recordará cómo es que en realidad sucedió aquel homicidio, era una carga menos para él y estaba agradecido, pese a que el origen del problema ocurrió por el mismo que le estaba brindando una solución.

Sin embargo no pudo avanzar más cuando TaeHyung lo retuvo, sus pies no se podían despegar del piso y por un momento se arrepintió de haberle dicho algo siquiera.

—Ah, JungKook-ah~ —pudo sentir el aliento de este chocando contra su nuca, así mismo como sus manos estaban paseando por el costado de su cuerpo—. Finalmente comienzas a tratarme mejor, estoy tan feliz —el nombrado no pudo evitar temblar, la anticipación de algo que desconocía le ponía nervioso y no podía hacer más que esperar—. Hoy no te haré nada, tranquilo —le susurró al oído, deslizando su mano por el brazo izquierdo de este, sacando la destrozada mano que ocultaba en el bolsillo de su chaqueta—. Sólo te devolveré el favor.

Dicho eso, TaeHyung apretó la mano de JungKook, escuchándose el tronar de todos sus huesos y el gritó de dolor de JungKook que lo llevó a agacharse mientras se sujetaba su extremidad, respirando agitado se dio cuenta que ya no estaba pegado al piso en el momento que su cuerpo cedió para adelante y sus rodillas chocaron con el cemento, observó su mano, notando como ya no estaban sus huesos separados e inmóviles, volviendo casi a su perfecto estado antes de ser lastimada en el cine, como si nada hubiera ocurrido, el único recuerdo siendo un par de heridas que quedaron en cada obertura de los dedos. Miró a su alrededor ya no viendo al fantasma ni a nadie, se calmó a sí mismo pues de todos modos sentía una molestia, en especial las heridas que le ardían, se puso de pie y esperando que TaeHyung cumpliera su palabra de no hacer nada más, se dirigió a su casa esperando descansar, al menos por hoy.

━⸙͎.𖤐⸙͎.━

Cuando regresó a la academia al siguiente día, la rutina fue la misma que ayer quitando de encima todas las alucinaciones de por medio, así que pudo actuar tan normal como pocas a veces lograba hacerlo, de hecho gran parte del día no pasó nada extraño, lo cual en parte preocupaba a JungKook, pero intentó tomarlo por las buenas, los últimos días, o más bien semanas, llevaba agobiándose por todo, y con justa razón, quería confiar en la palabra de TaeHyung, de que nadie recordaba nada de los hechos y en verdad no había razón de que lo mirarán por ser raro, al menos no por un homicidio involucrado. Hoy incluso pudo comer más de lo que llevaba haciendo, no sabía la carga que le era toda esta situación hasta hace poco, pero era bueno poder respirar en tranquilidad.

Ya era casi la hora de salida, y JungKook se había ido a su casillero a guardar libros sin embargo la acción no fue realizada con éxito ya que todos ellos se le cayeron de sus manos por culpa de un empujón al hombro que recibió. Sorprendido miró a la dirección del golpe encontrando cuatro estudiantes, dos mujeres y dos hombres, que no tenían ni un poco de simpatía en sus rostros.

—Escúchanos, Jeon JungKook —habló una de las chicas, la cual parecía liderar al resto puesto que todos estaban un paso tras de ella, a pesar de la baja estatura su aura era intimidante—. No sabemos qué clase de brujería hiciste para hacerle creer a todo el mundo que no eres un asesino, pero debes saber que no vamos a dejar que una escoria como tú siga estando en un lugar como este.

Dicho eso, ella se fue, con los tres otros estudiantes siguiéndola, uno de los chicos le añadió un empujón que provocó que el cuerpo de JungKook impactará contra los casilleros. Los vio irse, sintiéndose pesado, el cuerpo temblando y la ansiedad creciendo, como si el aire se le estuviera yendo poco a poco, necesitó un momento, para entender lo que había pasado.

¿No que todos lo habían olvidado?

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