Jolyne al contrario que sus otros compañeros los cuales habían ido a parar a lugares de temperaturas extremas, ella había llegado a un pequeño valle y a sus lados dos mesetas que se elevaban a gran altura. A lo lejos se veía una sencilla cabaña de madera a la que se dirigió para entrar y allí lo encontró. Un hombre de piel blanca, cabello rubio y una constitución fuerte. Iba vestido con pantalón oscuro, camisa morada y  encima de ello un largo abrigo de forrado de pelo en su interior. Era característico su rostro serio y una cicatriz con forma de rayo en su ojo derecho.

- Jolyne: ¿se puede? Vengo aquí de parte de Horadrim.

- ???: hola, soy Luck Zoldyck pero llámame Lam. Tu debes de ser Jolyne, pareces muy joven para saber controlar magia.

- Jolyne: usted tampoco parece muy mayor. ¿Cómo llego a maestro en tan poco tiempo?

- Luck: dejémoslo en qué me viene de familia. Y dime, ¿por qué has elegido el rayo como especialidad?

- Jolyne: es con el que me sentía más cómoda. El subidón que da moverse con la electricidad y el descargarla y controlarla.

- Luck: como si el mundo fuera a cámara lenta y tu la única que puede notarlo.

- Jolyne: ¡exacto!.

- Luck: comprendo la sensación de ir a toda velocidad y solo estar concentrado en eso sin que nada más importe. Bueno, enséñame lo que sabes hacer.

- Jolyne: bueno, intentaré probarte mi velocidad.

- Luck: entonces salgamos fuera.

Ambos salieron de la cabaña y se alejaron un poco y Jolyne cogió su arco y una de sus flechas, tensó la cuerda con ella y la disparó hacia delante. Unos segundos después se comenzó a concentrar y crear energía que recorría todo su cuerpo para empezar a correr hasta ella. Alcanzó una velocidad de más de quinientos kilómetros por hora, agarró la flecha en pleno vuelo y volvió al lugar de donde había salido.

- Jolyne: ¿cómo he estado? ¿Qué te parece?

- Luck: bueno, no está nada mal para ser principiante pero hay algo que te queda por enseñarme.

- Jolyne: ¿qué me queda por enseñarte?

- Luck: la velocidad no está mal, pero no es lo único importante. También debo ver la intensidad de tu electricidad, puedes ser débil como una pila o potente como un rayo, enséñame a cuánto llegas.

- Jolyne: de acuerdo, te lanzaré la mayor descarga que sea capaz.

- Luck: sin problemas, disparame con ella.

Jolyne dejó en el suelo su arco y el carcaj de flechas y unió sus manos para concentrar electricidad entre ellas y luego la expulsó en forma de varios rayos que se dirigían hacia su nuevo maestro, el cual abrió sus brazos y los recibió sin ni siquiera inmutarse.

- Jolyne: los has recibido sin ningún problema ¿tan débil eran?

- Luck: para ser sincera estas más cerca de ser como una pila que como un rayo, pero tienes seis meses para mejorar eso.

- Jolyne: pero aún así, ¿no le habrían hecho algún tipo de daño aunque sea?

- Luck: a alguien normal si le habría hecho mucho daño, aunque sin matarlo. El problema es el tipo de magia, el rayo es energía y cuando te golpea recorre todo tu cuerpo. Mi cuerpo está acostumbrado a una mayor potencia de electricidad.

- Jolyne: ¿cómo puedo mejorar mi magia? ¿Qué debería hacer?

- Luck: debes mejorar la técnica y el poder. Empezaremos por lo segundo.

- Jolyne: ¿cómo puedo producir más electricidad?

- Luck: hay dos maneras, la primera es moviéndote usando la electricidad, la energía cinética al moverte hace que tu cuerpo se acostumbre mejor, y la otra es someterte a descargas controladas.

- Jolyne: la segunda no me da demasiada confianza.

- Lam: la segunda ya la solucionaremos. Pero durante el primer mes quiero que dos horas corriendo con la electricidad recorriendo tu cuerpo, y otras dos de descanso. Y vas alternando.

- Jolyne: ¿dos horas no es demasiado aguantando a tanta velocidad?

- Luck: puede que tengas razón, estoy tan acostumbrado a mi condición física que se me olvida que no todos aguantan lo mismo. Bueno, entonces empieza alternando cada media hora y cada semana subes media más, así tu cuerpo se irá acostumbrando.

- Jolyne: ¿hasta dónde tengo que llegar corriendo?

- Luck: es resistencia no longitud, mientras sepas volver ve corriendo hasta donde quieras, yo te espero aquí.

- Jolyne: bueno, de acuerdo.

- Luck: hasta que no subas tu nivel a un mínimo no puedo ayudarte a entrenar o acabaría haciéndote daño. Mi potencia es muy superior a la tuya, si no enseñas al cuerpo a que fluya con naturalidad podrías morir.

- Jolyne: espera que... ¡¿Morir?!

- Luck: tranquila, se controlarme pero aún así necesito que mejores tú flujo por si acaso. Sino no tendrás más potencia que un enchufe normal.

- Jolyne: vaya, eso me ha herido.

- Luck: si no quieres oír que eres débil, hazte tan fuerte que nadie cuestione tu poder. Y ahora, a correr, yo te espero dentro.

- Jolyne: a mandar maestro.

El maestro volvió a la cabaña mientras la aprendiz hacia justo lo que le había dado como entrenamiento. Estuvo durante todo el primer mes corriendo sola de un lado a otro y descansando, se había aprendido de memoria cada piedra del camino, ya que más de una vez había tropezado con ellas. Su vista se había agudizado, lo que antes pasaba a toda velocidad era capaz de diferenciarlo gracias a la electricidad que llegaba a sus nervios ópticos. Y al mes de correr y correr llegaría su próxima lección.

- Jolyne: ya he cumplido el mes, y soy capaz de correr durante dos horas seguidas sin ningún problema.

- Luck: ha mejorado tu resistencia y tu flujo de electricidad, tu cuerpo se ha acostumbrado a que pase por ella. Pero ¿cuánto has mejorado en velocidad?

- Jolyne: no lo sé, puede que unos cuarenta o cinquenta kilómetros por hora.

- Luck: entonces serias capaz de alcanzar unos quinientos cincuenta kilómetros por hora, un poco por debajo de la mitad del sonido. No esta nada mal, para llevar solo un mes.

- Jolyne: ¿cómo me puedo hacer más rápida?

- Luck: sobrecargando de electricidad tu organismo, debes usar una fuente externa con mayor electricidad a la que suele recorrerlo.

- Jolyne: ¿y cómo consigo eso?

- Luck: ahí es donde entro yo, debería poder sobrecargar tu cuerpo de electricidad.

- Jolyne: pero, antes dijiste que me mataría.

- Luck: hay una forma. Cuando mi electricidad sobrecargue tu cuerpo debes empezar a correr para que absorba esa energía y la mantenga fluyendo.

- Jolyne: entonces ¿correremos juntos?

- Luck: claro, así podremos hacerlo mejor. ¿Entonces quieres que lo haga?

- Jolyne: estoy preparada.

- Luck: vamos allá.

El maestro se posicionó detrás de Jolyne, colocó sus manos en su nuca por la parte del sistema nervioso central y en esa posición comenzó a generar electricidad. Empezó con descargas de bajo voltaje y fue subiendo poco a poco hasta que empezó a dolerle un poco.

- Luck: ¡corre hasta que no puedas más!

Jolyne comenzó a correr hacia delante por el camino que había recorrido todo el mes anterior, aunque era diferente por dos razones. La primera es que esta vez estaba acompañada, su maestro corría a su lado, ambos a gran velocidad. La segunda es que la sobrecarga de electricidad le había provocado un subidón parecido al de la adrenalina y sentía como cada centímetro de su cuerpo se movía a mayor velocidad que antes. Tras volver cerca de la cabaña se pararon un momento.

- Jolyne: lo he conseguido, he subido la velocidad.

- Luck: diría que has podido llegar a los setecientos kilómetros hora. Está muchísimo mejor, vas más del doble de rápido que un coche de carreras.

- Jolyne: ¡es increíble! Pero, ¿por cuánto tiempo deberé hacer esto?

- Luck: calculo que tu cuerpo se habrá acostumbrado en dos semanas. Tras eso podrás ponerlo en práctica en combate.

- Jolyne: me parece perfecto. Sigamos entonces.

Comenzaron de nuevo el proceso, y como predijo el maestro a las dos semanas se había acostumbrado a un mayor voltaje y era capaz de crearlo ella misma. Tras el mes y medio de entrenamiento debía de comprobar como había mejorado su magia.

- Luck: repitamos el ejercicio del primer día, y atacame con tu mejor rayo.

- Jolyne: espero que tengas cuidado, voy a ir con todo.

Se comenzó a concentrar y uso la misma técnica que el primer día, crear una esfera de electricidad en sus manos que luego saldrían con forma de varios rayos, y como la última vez, Jambo no se protegió.

- Jolyne: ¿siguen siendo débiles?

- Luck: esta vez no es tu magia sino tu técnica, al lanzar varios rayos haces que tu energía se disperse. Si quieres atacar a varios enemigos sin matarlos esta muy bien, pero cuando es uno solo debes concentrar más la energía en un punto.

- Jolyne: tiene sentido, al concentrarlo el ataque debería ser más efectivo.

- Luck: empieza por la técnica más sencilla, pon una palma extendida hacia arriba, y la otra mano la colocas en forma de pistola sobre ella.

- Jolyne: ¿cómo cuando un niño pequeño juega a disparar?

- Luck: a veces lo sencillo es lo más efectivo. Por la postura y luego haz que la energía del cuerpo vaya a las manos y se concentre en el dedo de la pistola y luego dispara.

Se concentró de nuevo pero esta vez usó la postura que le había recomendado su maestro, concentró la energía en los dedos que formaban el cañón de la "pistola" y disparó a Luck, algo que le sorprendió bastante a él, aunque pudo esquivarlo sin problemas moviéndose a una gran velocidad. El rayo concentrado acabó impactando en una roca que hizo que se rompiera.

- Luck: esta vez no debías dispararme a mi. Podría hacer bastante daño.

- Jolyne: perdona, ha sido la costumbre.

- Luck: no importa. Bueno, ¿has visto la diferencia de potencia? Te puede servir cuando no tengas armas y cosas así. Me dijo Horadrim que iríais al torneo por lo que te hace falta aprender técnicas así.

- Jolyne: es como tener un arma pero incorporada al cuerpo.

- Luck: te diré una frase que me dijo mi anterior maestro. Las personas son las verdaderas armas, lo demás solo son simples herramientas. Cualquier cosa, puede ser convertida en una herramienta para hacer daño o destruir. Te lo demostraré.

El maestro sacó de su bolsillo una moneda que tenía en él, envolvió su mano de electricidad y colocó la moneda entre el dedo pulgar e índice y concentrando la energía en ella la lanzó hacia la pared de la meseta destruyendo todo lo que se cruzaba en su trayectoria.

- Luck: ahí lo tienes.

- Jolyne: ¿cómo la has disparado con tanta potencia?

- Luck: es de metal, puedes cargarla de energía para darle mucha más fuerza y velocidad. Ya te enseñaré a hacerlo.

- Jolyne: enséñame todo lo que sepas.

- Luck: no se si habrá tiempo suficiente pero te enseñaré el máximo tiempo posible. Pero primero empezaremos con las técnicas de combate, las irás aprendiendo a medida que luchemos.

- Jolyne: estoy preparada.

Jolyne se colocó con los puños cerrados y cercanos a la cara cubriéndose la mandíbula, tenia una postura parecida a la de los boxeadores. En cambio, su maestro lo primero que hizo es quitarse el abrigo y la camiseta quedándose solo con los pantalones y los zapatos. Comenzó a envolver su cuerpo de electricidad dando a entender que estaba listo para el combate al contrario de Jolyne que comenzaba a dudarlo tras verle iluminado por el rayo de sus puños.

- Luck: estoy listo. Comencemos.

Comenzó la pelea y es algo que repitieron cada día, con una rutina de correr y luchar durante los meses que le quedaban de entrenamiento. Aprendiendo nuevas técnicas que desarrollar y que saldrán en los combates durante el torneo dando lugar a una mayor expectación ante el público en la lucha contra fuertes oponentes. Y así pasó los seis meses antes de reunirse de nuevo con sus amigos.