John había aparecido en un lugar completamente diferente al de Liz. En este lugar hacia tanta calor como en el territorio oscuro. Se trataba de un lugar cerrado con estructuras de piedra y había muchos aparatos, por su aspecto parecía una metalurgia o algun tipo de fábrica que manejará metales a altas temperaturas.
Tras llegar apareció un hombre que provenía desde las plantas de abajo y subía por las escaleras. Era de piel blanca, pelirrojo y con un traje que parecía ignífugo, además estaba rodeado por llamas en todo momento.

- ???: ¿eres John? ¿Horadrim te ha mandado?

- John: si a ambas, ¿usted será mi maestro?

- ???: eso depende, del potencial que tengas. ¿Qué sabes hacer?

- John: te lo enseñaré.

John se quitó los zapatos primero, luego le prendió fuego a su espada y además de eso comenzó a expulsar fuego de la planta de los pies permitiéndole flotar a varios centímetros del suelo.

- ???: atacame con tus mejores llamas.

John se colocó de nuevo en el suelo y se puso en posición de combate. Concentró fuego en la planta de sus pies para crear una explosión que le ayudará a atacar a gran velocidad y cuando fue lo bastante rápido hasta su oponente. Pero no fue suficiente, cuando John intentó asestarle un mandoble, su oponente paró su espada con las manos.

- ???: te quedaste sin espada.

El extraño comenzó a envolver de su fuego la espada de John, y era mucho más ardiente que el suyo, lo que le obligó a soltarla. John uso la propulsión de sus pies para elevarse y comenzó a lanzar varias bombas de fuego mientras su oponente ni siquiera las esquivaba, simplemente las recibía de frente.

- John: me subestimas, ni siquiera te defiendes de mis ataques, ahora verás.

- ???: dame tu ataque más ardiente.

John cubrió de llamas por completo todo su cuerpo y luego las empezó a concentrar en ambas manos. Unió sus palmas para crear una bola de fuego concentrado y cada vez concentraba más y más fuego que emanaba un calor intenso.

- John: ¡recibe esto!

Lanzó la esfera llameante hacia su oponente el cual tuvo que defenderse en este momento, cuando aquella bola explotó creando una onda de fuego uso sus manos para contenerla, controlarla y absorberla.

- John: ¿qué te ha parecido?

- ???: lo de los pies ha sido buena técnica y tu mejor ataque ha sido el del final. Pero eso no quita que seas débil.

- John: entonces ¿me entrenará?

- ???: miralo como una ventaja, ser débil te da la posibilidad de volverte más fuerte, y conmigo lo conseguirás.

- John: ya que me ha aceptado, ¿me puede decir su nombre?

- ???: soy Ogun Phoenix, y soy quien te enseñará a hacer tu fuego más ardiente.

- John: ¿por dónde empezamos?

- Ogun: primero quiero que empieces a crear bolas de fuego como la última que has creado. Pero no pares de reunir magia hasta que el fuego que tengas sea tan potente que te cueste resistirlo.

- John: ¿pero eso no será peligroso? Una bomba de fuego, en un sitio cerrado.

- Ogun: en la vida pasaras por una gran cantidad de peligros, si no eres capaz de pasarlos para hacerte más fuerte, no avanzarás nunca. Tienes un fuego demasiado débil, si quieres cocinar con el vale, pero si quieres vencer a alguien debe ser con la intención de calcinarlo por completo.

- John: entonces lo haré, verás lo ardiente que puedo ser.

John comenzó a reunir fuego entre sus manos como había hecho anteriormente y le lanzaba bolas de fuego a su nuevo maestro. Poco a poco iba sintiendo como el calor que desprendía su magia crecía por momentos pero no era suficiente, ya que Ogun era capaz de absorberlas por completo. Tardó seis días en cambiar la cosa, ya era capaz de crear una esfera de fuego tan potente que su maestro no pudo contenerla y en su lugar envolvió sus manos de fuego y golpeó el ataque de John destruyendolo por completo.

- Ogun: has mejorado mucho, ya has conseguido un fuego más ardiente pero necesitas controlarlo y usarlo de manera más inteligente. Las bombas de fuego son peligrosas para tus aliados o los inocentes, debes poder luchar de mejor manera.

- John: ¿cómo usar las llamas en mi espada?

- Ogun: es una buena espada, pero antes de usarla deberás saber atacar sin ella. Lucha usando el fuego con tus manos desnudas, y concentra tu fuego para que tus ataques sean mucho más fuertes. ¡Ven a mi!

John concentró fuego en sus pies y manos y se puso en posición de combate como si fuera a combinar la magia con artes marciales. Estaba muy emocionado hasta que vio a Ogun yendo hacia él, y sintió una tensión y un calor hacia él que presionaba toda la zona, además su maestro veía en su rostro la emoción del combate cubierto de llamas.

Comenzaron a pelear, si se le puede llamar así, más bien John comenzó a recibir golpes que parecían provenir del mismísimo sol por el calor que desprendían. John tuvo que envolver su cuerpo de fuego por completo excepto su rostro, que que las llamas le dificultarían la vista. Tras hacer eso, su fuego frenaba las llamas de Ogun, algo que agradecía mucho al no recibir tal poder concentrado. Y así fue durante el primer mes de entrenamiento, era incomprensible como era capaz de aguantar tal paliza cada día pero creía que tendría un significado en el entrenamiento. El segundo mes fue diferente, comenzó a acostumbrarse al estilo de combate y la intensidad de los golpes, cada vez le parecía menos calor. Poco a poco se siguió acostumbrando hasta el punto de poder esquivar golpes y al tercer mes pudo empezar a conectar golpes contra él, incluso alguno de ellos hizo que Ogun se retirará o tuviera que esquivarlos.

- Ogun: paremos un momento.

- John: ¿qué pasa? ¿Ya estás cansado?

- Ogun: vamos a pasar al siguiente nivel, pero primero de eso, dime que has notado en estos tres meses.

- John: notaba que tu fuego cada vez era menos ardiente, además me he vuelto más rápido.

- Ogun: mi fuego seguía a la misma intensidad, es la tuya la que ha mejorado muchísimo más. Ha crecido muchísimo tu poder y ahora deberás traspasarlo a tu espada.

- John: ¿pero sería lo mismo que cuando lo hago con las manos verdad?

- Ogun: cuando rodeas tu cuerpo de fuego, lo invocas a través de tu piel y es fácil de mantener, pero para traspasar tanto calor a un arma debes mejorar tu concentración y técnicas de ataque.

- John: ¿cómo puedo hacer eso? ¿Cómo puedo concentrar el calor?

- Ogun: saca tu espada, e intenta generar llamas alrededor de su hoja.

John desenvainó su arma y la sujetó con ambas manos. Comenzó a crear llamas que cubrían su espada por completo, tenía grandes y potentes llamas.

- John: ya lo tengo. ¿Ahora que?

- Ogun: reduce la expansión de las llamas y concentrala a uno o dos centímetros alrededor de la espada.

- John: lo intentaré.

Se concentró mucho, contener las llamas en un rango tan pequeño era difícil y producía mucho más calor que antes. Tardó entre veinte o treinta minutos en conseguirlo, y comenzó a moverla de un lado a otro como si atacara a cámara lenta.

- Ogun: ¿te cuesta controlarlo verdad?

- John: tenías razón, al pasarlo a un objeto pierde potencia, y concentrarlo en una zona lo hace mucho más complicado.

- Ogun: seguirás mejorando poco a poco y controlando tu poder hasta desarrollarlo. Ahora eres como un diamante en bruto pero pronto serás capaz de hacer muchísimo más.

- John: ¿cosas cómo que?

- Ogun: concentrar el fuego en un punto creando un láser de calor puro, distintos tipos de moldeo.

- John: ¿el moldeo también se puede usar en el fuego?

- Ogun: en todos los elementos puede usarse el moldeo, aunque en algunos como el agua y la tierra es más sencillo y otros como el rayo más complicado. Pero te haré una demostración.

El maestro comenzó a emanar fuego alrededor de su cuerpo y creó una espada en cada mano, luego las deshizo y empezó a crear una serpiente de fuego como la que ya había visto de agua. Era muy imponente y parecía aún más peligrosa que ninguna que hubiera visto antes.

- Ogun: esa es la creación de apoyo y ataque más simple. Pero puedes crear lo que tu quieras mientras tengas la habilidad y concentración para hacerlo. Esta es mi creación favorita.

Empezó a redirigir el fuego de su cuerpo y dirigirlo ante el dándole forma, era mucho mas corto que la serpiente de fuego y aun así parecía mucho más peligroso que el anterior. Se trataba de un tigre creado con llamas de dos metros de longitud y un metro de ancho y altura.

-John: ¿cómo podría ser capaz de crear algo así? Debe de hacer falta muchísima concentración para hacer algo con tanto detalle.

- Ogun: cuando llevas tantos años te sale natural, estás tan acostumbrado al proceso que te sale solo. Pero los principiantes tienen el truco de darle un nombre a la técnica y relacionarla con ella. Deben ser nombres básicos y que automáticamente te recuerden a ella.

- John: intentaré entrenarlo así, cuando sean técnicas que requieran mucha concentración les pondré algún nombre.

- Ogun: lo más importante es la intensidad con la que usas la magia y como la vives. Debes notar las llamas desde tu interior más profundo.

- John: es difícil yo me concentró e intento entrenarlo, pero no es algo que me salga natural.

- Ogun: eso ya lo conseguirás durante los tres meses que quedan.

- John: muchas gracias por enseñarme a usar el fuego.

- Ogun: si estás agradecido esfuerzate al máximo y crea técnicas propias que sorprendan a tus enemigos. Antes de que termine el entrenamiento debes haber creado al menos una técnica especial que consiga sorprenderme.

- John: ¡¿sorprenderle?! ¡Si ya ha visto y sabe hacer todo tipo de técnicas! ¿Cómo conseguiré hacer eso?

- Ogun: eso es algo que deberás resolver por tu cuenta. Pero basta de hablar y sigamos entrenando.

John aprendió muchas nuevas técnicas durante su tiempo con Ogun como maestro de fuego, y los tres meses siguientes se centró en avanzar lo máximo posible y volverse fuerte para cuando se volviera a encontrar con sus compañeros y consiga vencer a duros oponentes del torneo.