55. Entrenamiento Mágico
Llegaron a la cabaña del bosque de Horadrim y dejaron todas sus cosas que se encontraban en el coche para trasladarlas en su nuevo alojamiento. Mientras se acercaban a la casa y sacar todas las cosas Horadrim usó su poder para crear un portal bajo el coche para hacerlo desaparecer.
- Horadrim: ya está todo como debería ser.
- John: ¿hacia dónde lo has mandado?
- Horadrim: lo he mandado de vuelta a Arcadia, por el modelo parecía de allí. He viajado mucho y reconozco cosas así de sutiles.
- Liz: ya hemos subido todas las cosas y las hemos guardado en la cabaña.
- Horadrim: entonces siganme hasta donde entrenaremos.
Todos le siguieron a través del bosque hasta llegar a un lugar de ruinas columnas y un extraño suelo con dibujos que conformaban un mosaico circular, parecía un lugar sagrado del bosque que hacía mucho que no se usaba para nada.
- Horadrim: os presento uno de mis lugares favoritos del mundo y dónde aprenderéis las bases de la magia y a potenciarla de manera correcta.
- Liz: ¿que nos enseñará? ¿Durante cuanto tiempo?
- Horadrim: buena pregunta, vuestro entrenamiento lo dividiré en tres partes, en dos de ellas será conmigo y en la última os ayudarán compañeros magos, depende de como vayáis iréis con uno o con otros para que os especialicéis en un tipo de magia.
- Jolyne: ¿cuales son las primeras dos fases?
- Horadrim: existen dos grupos generales de magia, la física y la elemental, en los primeros dos meses aprenderéis a usar la física. Se trata de una potenciar el físico del usuario a un nivel muy superior al normal, es básica e incluso algunos pueden desarrollarla sin saberlo. Y la elemental llegaremos a ella en la segunda fase.
- John: estamos en sus manos.
- Horadrim: hay una forma de activar la magia en las personas de manera no natural. Veréis la magia fluye por todo el mundo, en la naturaleza y en el interior de vuestros cuerpos. Pero para poder desarrollarla se necesitan activar los nodos de vuestro cuerpo y así poder liberar esa energía mágica del interior. Por ello, os daré una pequeña sobrecarga de magia pura para abrir vuestros nodos y podáis ver y sentir la magia, así que cerrad los ojos.
El maestro fue uno por uno tocando a sus alumnos en la espalda cercano a la zona del corazón. En esos momentos notaron como algo recorría todo su cuerpo, y tras eso sentían un aura a su alrededor que les daba una sensación de calidez.
- Horadrim: ¿lo sentís?
- John: siento una especie de calidez recorriendo todo mi cuerpo.
- Horadrim: esa sensación es el fluir de vuestra magia que proviene de la mismísima fuerza vital.
- Liz: es impresionante, se siente realmente bien.
- Horadrim: ahora concentraos todo lo que podáis con los ojos cerrados, ¿qué notáis nuevo?
Todos se concentraron mucho, pensaban en cosas como la respiración y así lograron una serenidad que les permitió ver con claridad.
- Jolyne: ¡puedo sentiros! Aunque tenga los ojos cerrados puedo saber donde estáis.
- Horadrim: a eso comúnmente se le llama como radar de aura. Te permite identificar a otros seres y va mejorando conforme mejore tu magia.
- Liz: ¿y cómo la mejoramos?
- Horadrim: no tan deprisa muchacha. Primero debéis saber ocultarla. Concentraos e imaginad como si esa energía que fluye a través de vuestro cuerpo se metiera en una caja donde nadie puede verla.
En esto tardaron mucho más, por concentrados que intentarán estar no sabían como hacerlo. Pero al final consiguieron hacerlo los tres juntos y se habían vuelto imperceptibles al radar de aura.
- Horadrim: enhorabuena, vais muy rápidos para ser novatos. A esto se le llama anulación, porque vuelve nulo cualquier radar de aura por potente que sea, pero a cambio debéis tener una gran concentración.
- John: vayamos con la siguiente prueba, ¿qué debemos hacer ahora?
- Horadrim: ahora que sabéis ocultarlo debéis aprender a que fluya por vuestro cuerpo de nuevo, intentando que lo haga constantemente como si se tratara de vuestra sangre o el sistema nervioso. Debéis sentirlo por cada célula de vuestro cuerpo, e intentad darle velocidad a ese flujo.
Se concentraron muchísimo tiempo en volver a hacer eso, al principio lograron que volviera a fluir por el cuerpo, en cuanto a la velocidad era algo realmente complicado concentrarse en hacer el flujo de energía mucho más rápido. Sentían cómo el flujo eran canales que regaban todo su cuerpo, y había puntos donde esa energía giraba con más intensidad, como el corazón, la cabeza o la zona del ombligo.
- Horadrim: cuando noteis los ciclos de energías, imaginaos que son como unas ruedas, cuanto más velocidad tengan girando mayor será la rapidez al recorrer vuestro cuerpo, y mayor potencia tendréis.
- John: ya siento cómo voy acelerando el flujo, empiezo a notar como mi fuerza va mejorando, y todo mi estado físico en general.
- Horadrim: veamos si es verdad, ¿ves las columnas de los alrededor? Intenta levantar una.
- John: ¡¿está loco?! Es de piedra maciza y miden más de dos metros y medio. Pueden llegar a pesar más de una tonelada cada una.
- Horadrim: diría que está más cerca de las dos toneladas. Pero si no puedes confiar en tu maestro, ¿en quien podrás hacerlo? Intenta levantarla por encima de la cintura y mantenla todo lo que puedas.
- John: bueno, lo intentaré.
Sus dos compañeras se dejaron de concentrar para mirar a su amigo como cogía una columna con todas sus fuerzas elevándola por encima de la cintura, y pudo mantenerla durante unos diez minutos hasta no poder más y cuando se iba a caer, Horadrim la sujetó con una mano y la colocó en el suelo.
- Liz: ¡¿cómo ha podido hacer eso?! La ha sujetado sin ningún problema con una sola mano.
- Horadrim: esto es vuestro primer día, pero cuando acabe el mes seréis capaces de hacer mucho más que ahora, y algún día llegareis a mi nivel de levantar un gran peso como si fuera aire.
- Liz: ¡yo también lo conseguiré!
- Jolyne: ¡venga podemos!
Ambas comenzaron a concentrarse de nuevo y cuando consiguieron un flujo más rápido intentaron elevar la columna al igual que John y aguantaron prácticamente el mismo tiempo, debido a que tenían físicos parecidos al haber entrenado igual, excepto Jolyne que aguantaba algo menos.
- Horadrim: los tres lo habéis intentado, pero no es suficiente. Necesitáis muchísima más resistencia y fuerza antes de pasar a la siguiente fase. Durante esta semana deberéis conseguir al menos aguantar tres horas seguidas parados mientras la sujetais.
- John: ¿tres horas? ¿No es demasiado en sólo una semana?
- Horadrim: ya os dije que sería duro, si no sois capaces de aguantar algo así decídmelo y marchaos ya. No quiero perder mi tiempo con personas que no dan todo de sí.
- John: si usted cree que podemos hacerlo, entonces lo haremos.
- Horadrim: hoy sólo os acostúmbrareis a relajar y acelerar vuestro flujo, con diez minutos de levantamiento y diez minutos de descanso. Cada dos horas descansaréis una, durante quince horas al día. Si lo habéis entendido, manos a la obra.
Durante todo el día estuvieron con ese entrenamiento y al anochecer, se encontraban agotados por lo que comieron y se acostaron para descansar. Estuvieron repitiendo toda la semana la rutina, a excepción de que durante el segundo día debían aguantar media hora y media hora de descanso, pero cada día iban sumando media hora más con el mismo tiempo de descanso haciéndose cada vez más duro. Pero lo consiguieron, al acabar la semana eran capaces de aguantar tres horas seguidas con la columna sobre la cintura.
- Horadrim: lo habéis conseguido, sabía que podríais, pero preparaos porque cada semana irá creciendo vuestro entrenamiento. Y empezaréis igual, creciendo media hora cada día.
Siguieron entrenando otra semana más, pero esta vez debían levantar la columna en horizontal por encima de su cabeza hasta conseguir hacerlo durante tres horas seguidas a final de la semana. La tercera semana volvieron a cambiar su ejercicio colocando la columna en la cintura pero esta vez debían andar con ella durante el máximo tiempo posible hasta llegar esas tres horas como en las anteriores, la cuarta semana fue exactamente igual pero con dos columnas cada uno, algo que les resultó realmente duro hasta que lograron acostumbrarse y así se cumplió el primer mes de entrenamiento con magia de potenciación física.
- Horadrim: habéis llegado a vuestro primer mes de entrenamiento y dominando totalmente la aceleración y relajación del flujo. Ahora vais a aprender a usar la centralización del flujo.
- Jolyne: ¿qué significa eso?
- Horadrim: a eso se le llama a la técnica usada para defensa y el ataque. Cuando aceleras el flujo por todo tu cuerpo creas una mejora física general, pero si aprendes a centralizarla eres capaz de golpear y bloquear ataques que nunca podréis imaginar. Durante mes habéis mejorado en vuestra técnica de flujo y resistencia de su uso. Ha hecho crecer vuestra magia interior y así conseguir una mayor reserva en combate.
- John: y ahora necesitamos mejorar nuestra velocidad, defensa y ataque en combate físico. Pero ¿cómo lo hacemos?
- Horadrim: tu serás el que lo pruebe. Empieza por acelerar tu flujo como habéis practicado tantas veces, y luego intenta imaginar que se crea un nuevo centro en la zona desde el codo hasta la yema de los dedos, concentrando una mayor cantidad de flujo.
- John: lo intentaré.
John estiró sus brazos hacia delante y se concentró muchísimo para acelerar su flujo, al nivel de ser capaz de crear ese centro en los antebrazos y manos.
- John: lo he conseguido, ¿ahora qué?
- Horadrim: ahora intenta no morir.
- John: espera que...
Horadrim cogió una de las columnas con las que habían entrenado este último mes y la usó como un bate de béisbol contra John con gran fuerza, entonces el por puro instinto se intentó cubrir con los brazos y salió volando cerca de dos metros hasta acabar en el suelo y sus compañeras fueron a ayudarle rápidamente.
- Horadrim: ¿qué habéis aprendido con lo que acabo de hacer?
- Liz: ¡que está completamente loco!
- Jolyne: ¡podría haberle matado!
- Horadrim: si lo hubiera hecho, no sería el aprendiz adecuado.
- John: chicas, tiene razón. Un golpe así no sólo me hubiera pulverizado los huesos de los antebrazos sino que me habría matado con la fuerza de casi dos toneladas de roca maciza. Pero no se como he sobrevivido a ello.
- Horadrim: muy sencillo, has mantenido la concentración y el ciclo que has creado en esa zona te ha protegido del golpe, si la hubieras perdido estarías muerto. Ahora intenta darle un puñetazo a la columna con todas tus fuerzas.
John se levantó del sueño y fue hacia la columna con la que había sido golpeado. Al llegar se concentró de nuevo y cuando volvió a crear los centros de flujo en la zona de los antebrazos y el puño, golpeó con todas sus ganas a la columna. Para su sorpresa no sólo la había golpeado a una gran velocidad sino que la había roto por la mitad.
- Liz: siento haberle llamado loco, se ve que sabe lo que hace.
- Horadrim: no te preocupes, todos estamos un poco locos en la vida.
Ellas dos repitieron lo mismo de concentrar el flujo y también consiguieron romper una columna cada una.
- Hombre: tras esto, imaginad qué creáis un flujo como el de los brazos, pero más pequeño y débil pero en cada una de vuestras articulaciones y vuestros ojos.
- Jolyne: de acuerdo.
Lo hicieron y tras conseguirlo empezaron a notarse mucho más ligeros, como si su cuerpo dejara de pesar por completo y en sus ojos como si todo se viera mucho mejor. Horadrim agarró una piedra del suelo y la tiró delante de ellos, pero para su sorpresa la veían caer muy lento y John fue a cogerla.
- John: ¿qué le has hecho a la piedra?
- Horadrim: la piedra es normal pero vosotros no, al haber creado esos centros de flujo habéis agilizado vuestro cuerpo dándoos una gran velocidad y en vuestros ojos unos reflejos y vista para parecer que veis las cosas a cámara lenta.
- Jolyne: ¿eso se puede usar en un combate?
- Horadrim: es pronto para ser efectivo en combate pero lo acabaréis consiguiendo. Cada día usaréis eso para correr cien kilómetros cada mañana al despertar y luego luchar contra ellos usando la concentración donde prefiráis.
- John: ¿cien kilómetros? ¿Ellos? No entiendo nada.
- Horadrim: cien kilómetros es lo que debéis hacer para mejorar en este mes, cada día tardaréis menos. Además con la magia de potenciación debería ser sencillo, ya habéis practicado la resistencia, ahora debéis coger velocidad.
- Liz: eso lo entiendo, pero ¿a qué te refieres con ellos?
- Horadrim: ahora iba a ese tema, os enseñaré como es capaz de usarse una de las magias elementales aunque no seríais capaces de crear esto en años.
El maestro comenzó a concentrarse y se agachó para tocar el suelo con las manos. Poco después empezó a brotar un conjunto de rocas formando un golem de una altura de tres metros y medio y uno y medio de ancho.
- John: ¡¿quieres que luchemos contra cosas así?!
- Horadrim: error, quiero que venzais a cosas así. Tenéis un mes para mejorar vuestra defensa y ataque, así que no perdáis el tiempo y empezad.
Así comenzó su entrenamiento para mejorar velocidad, defensa y ataque. No fueron capaz de vencer a un golem entre los tres hasta el tercer día, cuando cumplieron la primera semana consiguieron derrotar a uno cada uno aunque a duras penas. La segunda semana consiguieron hacer los cien kilómetros en cuatro horas y derrotar a cinco golems cada uno. Pero al terminar el mes ya conseguían hacer los cien kilómetros en menos de una hora superando los cincuenta kilómetros por hora, y consiguieron derrotar a más de cuarenta golems en un mismo día, y vencer a cada uno con velocidad y sin hacer un gran esfuerzo, y con esto dos meses habían completado su entrenamiento de potenciación física.
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