Tras esperar a que se hiciera de día dentro de aquella casa abandonada, salieron de ella cuando comenzó a amanecer.

- John: ¿por dónde buscamos?

- Joel: vayamos hacia el oeste, muchos de ellos vienen desde allí.

- John: ¿cómo lo sabes? Vienen desde todos lados.

- Joel: he trabajado como bandido y como contrabandista. Se muchas cosas sobre supervivencia y seguir rastros.

- Ellie: pero si luego te pierdes en seguida.

- Joel: cállate, si eres tu la que se pierde.

- Ellie: ya claro.

- Liz: os lleváis bien, ¿sois familia? ¿Sois padre e hija o algo así?

- Joel: para nada, yo perdí a mi familia hace mucho tiempo y me encontré con ella, no habla sobre su pasado pero no importa. Llevamos ya mucho tiempo viajando.

- Ellie: no te importa mi pasado, es cosa mía.

- Joel: lo sé, tranquila.

- John: vamos hacia el oeste entonces.

Fueron hacia allí buscando la cabaña donde debería estar el necrófago alimentándose de los muertos. Anduvieron durante horas por el bosque sin tener suerte hasta que se toparon con problemas. Se trataba de una nueva horda de muertos vivientes que se acercaba hacia ellos.

- Liz: tenemos problemas, vienen directos hacia nosotros.

- Joel: es hora de romper cabezas.

Fue corriendo hacia ellos con el tubo de plomo en la mano y comenzó a abrirle el cráneo a los muertos, y la compañera fue tras él para unirse al combate.

- Jolyne: ¡esperad! Hay que estar unidos.

- Joel: pues venid rápido u os perderéis toda la diversión.

- Liz: ¿diversión? Rara forma de describirlo.

- Ellie: son monstruos, ¿que más da matarlos y disfrutarlo un poco?

Ninguno de ellos dijo nada sobre al respecto, probablemente porque no estarían de acuerdo con su reflexión sobre matar y no era momento para discutir sobre ello. Se pusieron a acabar con la horda lo antes posible para seguir buscando la cabaña.
Tras repetir el proceso con varias hordas que encontraron por el camino hasta encontrar una cabaña
pequeña de madera a lo lejos, se encontraba demasiado limpia para estar en el bosque. Debía de vivir alguien allí por lo que tenía que ser la casa del necrófago.

- John: tened cuidado, aquí debe de vivir el necrófago.

- Joel: ¡pues allá vamos!

Salió corriendo hacia la cabaña de forma temeraria y dejando a todos atrás. Los demás le siguieron hacia allí antes de que pudiera pasar lo peor. Cuando llegaron al interior de la cabaña de madera minutos después, el suelo se encontraba muy pegajoso. Cuando vieron el porque se espantaron al ver un charco de sangre de lo que provenía de un cadáver de un hombre boca abajo con un traumatismo en la cabeza.

- Ellie: ¡Joel! ¡¿Qué te han hecho?!

Se trataba de Joel, se encontraba en el suelo con un golpe en la cabeza parecido al de un palo de golf, pero se trataba de la tubería de plomo llena de sangre como arma homicida. Ellie se encontraba arrodillada a su lado llorando y apretando los dientes por frustración y rabia por el fallecimiento de su amigo.
Tras eso entró alguien en la cabaña y todos alzaros sus armas. Se trataba de un muchacho con ropa vieja y cosida, piel blanca y pelo oscuro alborotado. Llevaba una especie de riñonera y una espada apoyaada en su hombro.

- ???: ¿se ha escapado?

- John: ¡¿quién eres?! ¡¿qué haces aquí?!

- ???: tranquilos, soy Vinsel. Venimos por lo mismo, a matar el necrófago.

- John: ¿estas solo?¿Hay alguien más contigo?

- Vinsel: estoy solo, creo haber visto al necrófago salir corriendo tras matar a vuestro amigo.

- Ellie: si le has visto salir ¿por qué no le has perseguido?

- Vinsel: he venido para ver si había alguna pista sobre hacia donde podría haber ido.

- Ellie: lo siento pero no me fio de él.

- Liz: si ibas a por el necrófago dime como se le mata.

- Vinsel: no se como se le mata. Pensaba cortarle la cabeza y ver si eso funcionaba.

- John: busquemos al necrófago antes que se vaya demasiado lejos.

Salieron de la cabaña y el desconocido les indicó hacia donde fue. Estuvieron andando durante horas por el bosque, y raramente no se acercaba ningún muerto viviente hacia ellos. Poco a poco Vinsel se iba quedando atrás andando un poco más lento, se colocó tras todos ellos y Ellie era la más cercana a él.
Seguían andando y andando sin encontrar nada ni nadie, sonó un sonido extraño, parecia que provenía del estómago de Vinsel.

- Liz: parece que tienes mucha hambre. ¿Hace cuánto no comes?

- Vinsel: hace varias horas, pero no puedo aguantar mucho sin comer.

- John: llevamos muchas horas andando, ¿quieres parar o necesitas comer antes de seguir?

- Vinsel: vuestra comida no me serviría de nada.

- Jolyne: cuidado chicos, debe de ser el necrófago.

Vinsel cambio por completo de actitud, tenía sed de sangre y los ojos se pusieron negros excepto por su pupila que se tiñó de un rojo intenso. Agarró con fuerza su espada y arremetió contra Ellie con intención de matarla. Ellie esquivó el ataque por muy poco, y tras eso Jolyne le dispara una flecha en la mano para desarmarle mientras Ellie se retiraba de su lado.

- Jolyne: ¿por qué haces esto? ¿Deberías dejar a los muertos que descansen en paz?

- Vinsel: me gusta el sabor, la mayoria matais animales para alimentaros de ellos y yo no mató a nadie. Solo aprovecho lo que ya está muerto.

- Liz: es horrible que le hagas eso a los de tu propia especie.

- Vinsel: ¿te refieres a los humanos? Aquellos que son egoístas, codiciosos y arrasan todo a su paso.

- Jolyne: me refiero a ellos que son buenos, amables y ayudan a quien lo necesita. Que se superan a ellos mismos por ser mejores.

- Vinsel: bonito discurso, pero es hora de comer y vosotros seréis mi cena, os mataré para que estéis listos para la hora.

- Ellie: ¡inténtalo si puedes! ¡Te voy a patear ese trasero de degenerado!

- Vinsel: ven hacia mi, te dejaré para el postre.

El necrófago se dirigió hacia ellos con intención de matarlos para luego comérselos. Todos fueron a por él, luchaba bien e intentó defenderse pero acabó rápido el enfrentamiento ya que se encontraba en desventaja al ser cuatro contra uno. John le cortó la cabeza con su katana pero se sorprendieron al ver que tras eso Ellie golpeaba su cuerpo con la tubería de plomo hasta desahogarse por completo mientras le gritaba.

- Ellie: ¡esto!... ¡es!... ¡por!... ¡intentar!... ¡matarme!... ¡para!... ¡comerme!

- Liz: ¿sabes que ya está muerto verdad? Está hecho puré.

- Ellie: perdona, a veces soy impulsiva y un poco agresiva, necesitaba desahogarme un poco.

- Jolyne: espero que todos los muertos hayan vuelto a estar los de nuevo.

- John: ya lo averiguarémos por el camino, volvamos a nuestro coche. Ellie ¿quieres que te llevemos a ti también? Nos dirigimos hacia Branova, puedes venir si te apetece.

- Ellie: no es necesario, me voy hacia Masadora.

- Jolyne: ¿Masadora? Si no recuerdo mal es famosa por sus alquimistas.

- Ellie: así es, si alguna vez necesitáis algún producto especial venid a Masadora, hay productos de todo tipo. Preguntad por mi en "Mercado Elric".

- Jolyne: ¿eres de allí?

- Ellie: soy de un pueblo pequeño y allí tengo familia, lo llevan mis dos tíos Edward y Alphonse. Y tranquilos, no está demasiado lejos de aquí.

- John: ten cuidado.

- Ellie: preocúpate más por quien intente enfrentarse a mi.

- John: ahí tienes razón.

Se terminaron de despedir de ella y se dirigió por una dirección diferente a los aventureros. Los cuales llegaron al coche cuando ya había anochecido. El camino estaba repleto de cadáveres esparcidos tras romper la magia que los hacía moverse. Se montaron en el coche y prosiguieron su camino hacia la ciudad de Branova.

Cuenta la leyenda que el Bosque de los muertos tomó su nombre, cuando se comenzó la tradición de que todos los enfermos terminales u personas sin salvación médica, iban al bosque a morir en paz en la tranquilidad. También se conocía por llevar a presos de guerra a morir allí. Dando un porqué a todos aquellos cadáveres del bosque y dando lugar a su conocido nombre "Bosque de los muertos".