Entraron en el laboratorio sin problemas gracias a V, quien había conseguido desactivar las alamas y las cámaras de seguridad del edificio. La planta baja era un lugar normal en aquellos edificios, estaba la recepción con algunos bancos para esperar además de encontrar el logo de la empresa por todos lados.

- Liz: parece que no tenemos problemas al entrar. Ahora debemos decidir cómo vamos a abordar la situación.

- John: deberíamos subir piso por piso buscando a las personas, así no nos dejaremos nada.

- Jolyne: así tardaremos mucho, supongo que las primeras plantas serán simples oficinas y los laboratorios estarán arriba.

- Liz: yo también lo creo, no se suele secuestrar gente para ser oficinistas, deben estar experimentando con ellos.

- John: pero no sabemos hasta donde son oficinas y dónde laboratorios.

- Jolyne: subamos por las escaleras de emergencia planta por planta, y si vemos que es oficina subimos a la siguiente.

- Liz: así será lo más rápido y podremos comprobar todo.

- John: de acuerdo, estonces vamos a ello.

Fueron subiendo por las escaleras y pasando piso por piso y al principio solo encontraban oficinas con muchos escritorios y ordenadores. Acabaron las escaleras y el último seguía siendo una simple oficina.

- Jolyne: si estamos en el último y sigue siendo oficinas como se llega al laboratorio.

- Liz: este no es el último piso.

- Jolyne: ¿qué quieres decir?

- Liz: es normal que un laboratorio secreto no se pueda llegar desde unas simples escaleras, busquemos en este piso una puerta que tenga código electrónico.

- John: entonces comencemos a buscar.

Buscaron por toda la oficina del último piso hasta encontrar una puerta con aspecto blindado y un teclado con números a su lado.

- John: debe ser para el código de la puerta.

- Jolyne: algo que no tenemos. ¿Podríamos intentar abrirla por la fuerza?

- Liz: debe de estar blindada, la habrán hecho a prueba de bombas si hiciera falta para proteger el laboratorio, pero tenemos un truco para abrirla.

- John: ¿qué truco?

- Liz: tener fe en que nos esté viendo.
¡V si nos estas viendo y escuchando abre la puerta por favor!

Tardo un rato, pero se acabó abriendo la puerta blindada.

- Liz: graciaas.

Entraron por la puerta y estaba lleno de cápsulas con personas dentro flotando en un líquido transparente.
Estaban andando viendo las cosas y no se dieron cuenta que había científicos allí.

- Científico 1: ¡intrusos! ¡Soltad a los sujetos!

- Científico 2: pero no sabemos cómo reaccionaran.

- Científico 1: no importa, soltad todos los experimentos fallidos y vámonos de aquí.

- Jolyne: ustedes no irán a ningún lado.

- Científico 1: tarde.

Jolyne le apuntó con su arco pero el científico pulso un botón rojo de un panel y se empezó a escuchar distintas compuertas abriéndose en la sala y pasos yendo hacia ellos junto con una extraña respiración.

- Científico 1: a ver cómo os apañais con nuestros experimentos de mutación.

- Liz: espera ¿que?

Los científicos salieron corriendo y los demás se pusieron en guardia, por el momento sólo veían las cápsulas con personas en su interior pero seguían intactas, debían ser otros experimentos. Y se dieron cuenta cuando de donde venían los extraños sonidos de respiración cuando aparecieron a su alrededor monstruos con algunos parecidos a humanos pero con horribles mutaciones.

- Mutados: comida....

- Liz: me da a mi que no va a ser fácil, Jolyne empieza a dispararles, nosotros nos encargamos de los que se acerquen a nosotros.

- Jolyne: de acuerdo pero están viniendo muchos.

- John: hagamos lo que podamos.

Comenzaron a luchar contra los humanos mutantes, algunos iban lentos, otros rápidos y otros corrían de forma extraña. Había mutantes de diversos tipos desde pequeños y delgados a grandes musculosos, incluso algunos tenían aparatos aún conectados al cuerpo. Luchaban contra ellos y no entendían nada, ni como era posible haberle hecho eso a alguien.

- Liz: ¡vienen demasiados!

- Jolyne: son difíciles de matar a este paso nos habrán rodeado demasiados.

- John: intentemos buscar la próxima puerta, abramonos paso entre ellos e intentemos llegar.

- Jolyne: yo puedo intentar matar a los que nos persigan pero vosotros deberéis abrir paso.

- Liz: no te preocupes, John y yo nos ocupamos de eso. La siguiente puerta debe estar al final de la sala.

John y Liz empezaron a matar, empujar y apartar a todos los mutantes que se cruzaban en el camino mientras corrían. Jolyne se encargó de todos aquellos que les perseguían y se acercaban demasiados. Era realmente difícil acabar con ellos, necesitaban atravesarles el pecho con sus armas pero muchos de ellos no morían hasta acabar con su cabeza. Consiguieron llegar a la próxima puerta pero tenía otro código.

- Liz: ¡V encárgate por favor!

- John: nos están rodeando, sino nos damos prisa va a ser demasiado tarde.

- Jolyne: espero que consiga abrirla rápido.

Los mutantes le empezaban a rodear y ellos los contenian como les era posible hacerlo, cada vez se reunían más como si tuvieran un ejército de mutantes fallidos. Pero todo cambió tras escuchar encenderse unos altavoces que se encontraban en la sala y escuchar una voz que conocían.

- V: tranquilos chicos, la puerta tardará un poco pero aquí tenéis ayuda.

Se desplegaron de la pared donde se encontraba una puerta, varias armas. Se trataban de ametralladoras a control remoto que comenzaron a agujerear a cada uno de los mutantes de alrededor hasta acabar con todos.

- John: muchas gracias nos has salvado.

- V: esta es la última puerta electrónica, tened cuidado porque es el único lugar sin cámaras dentro y no es buena señal.

- Liz: no te preocupes, nos las intentaremos arreglar. Pero primero vamos a sacar a las personas de sus cápsulas para liberarlas.

- V: no os preocupéis, también va electronicamente, yo me ocuparé de esto.

Se comenzaron a vaciar del líquido las cápsulas donde se encontraban todas aquellas personas. Y tras estar completamente vacías las abrieron y poco a poco las personas comenzaron a despertar y ha salir de ellas. Por desgracia el pánico de apoderó de las víctimas y empezaron a correr hacia la salida.

- V: buena suerte terminando el trabajo. Estaré aquí por si hiciera falta.

- John: te lo agradecemos. Es hora de entrar.

Entraron por la puerta después de que el hacker desactivara la cerradura. Y al entrar se encontraron a todos los científicos que habían escapado de la sala anterior y un hombre puesto en una camilla.

- Científico: ¿cómo habéis escapado de nuestros experimentos?

- Jolyne: los hemos puesto a descansar.

- Científico: pues lo siento por vosotros porque aún nos queda nuestro experimento estrella y no podréis con él.

- Liz: ya lo veremos.

- Científico: levántate de la camilla, acaba con ellos.

Empezó a empujar el cuerpo de la camilla hacia arriba hasta que se puso de pie en el suelo. Se trataba de un hombre desnudo y con dibujos en su cuerpo parecidos a los que se usan en las operaciones para indicar los puntos clave. No tenía ningún pelo, aparato reproductor ni párpados, además de haberle cosido la boca por completo.

- Científico: ¡acaba con ellos!

Del mutante salieron dos cuchillas tan grandes como una espada de su muñeca hacia abajo. Y se dirigió hacia todos los científicos usando sus cuchillas retráctiles para decapitarlos.

- Jolyne: ¿cómo han podido crear a persona así?

- Liz: es algo cruel pero te equivocas en algo, dudo que siga siendo una persona.

- John: puede que sea su experimento más peligroso y es rápido luchando.

- Jolyne: sólo es uno y nosotros tres. Vamos contra él.

Jolyne le disparó una flecha al pecho que ni intento esquivar, causándole un hueco donde debería ir el corazón, haciendole caer al suelo.

- Liz: ¿ya está? ¿Este era su mejor experimento?

- John: tened cuidado, dudo que haya sido tan fácil.

El mutante se volvió a levantar del suelo y vieron como el hueco de su pecho se empezaba a cerrar regenerando la carne y piel al completo.

- John: magnífico, un mutante que se regenera.

- Jolyne: debe haber alguna forma de vencerle.

- Liz: no lo sé, pero hagámosle tanto daño que no le de tiempo a regenerarse.

Se dispusieron atacarle, el mutante era rápido pero algo torpe, le costaba conectar golpes y aun más contra tres oponentes. John se encargaba de bloquear las cuchillas del mutante, mientras Liz le atacaba con su lanza atravesandole distintas partes del cuerpo pero no sangraba, y Jolyne se movía alrededor disparandole numerosas flechas.
En uno de los bloqueos John tuvo un descuido por un momento y estuvo a punto de morir por una cuchilla que no pudo bloquear, por suerte Liz pudo hacerlo por él.

- John: me acabas de salvar el cuello.

- Liz: no te preocupes, el problema es que hacemos con él, por mucho daño que le hacemos se va regenerando y no sangra en ningún momento.

- Jolyne: ¿como se puede vencer a alguien inmortal?

- John: que se cure no significa que sea inmortal del todo.

- Liz: me da la sensación que tienes algo en mente.

- John: es posible, pero no se si funcionará.

- Jolyne: probemos lo que sea, o acabaremos cansandonos y será tarde.

- John: Liz, necesito que lo entretengas por tu cuenta, que tenga ocupada las cuchillas.

- Liz: yo me encargo.

John se retiró y dejó a Liz peleando contra él. Le daba golpes y conseguía hacerle daño en algunos sitios pero seguía sin servir de nada, aunque al menos era capaz de bloquear todos los ataques de sus cuchillas. John se colocó tras el mutante e intentó cortarle la cabeza, pero algo falló. Se había quedado atacada en la columna, debía de tener algún refuerzo en ella.

- John: la espada se ha atascado, no puedo cortarle la cabeza.

- Liz: sigue sujetandola con fuerza yo te ayudo.

Liz giró su lanza a gran velocidad dando un golpe en la katana de John por el lado delantero y entre los dos pudieron hacer fuerza suficiente y decapitarlo. El cuerpo cayó al suelo pero la cabeza seguía activa.

- John: ha salido bien, el cuerpo puede curarse de heridas y agujeros pero no reemplazar miembros.

- Jolyne: que asco, la cabeza nos sigue mirando.

- John: espera.

John agarró la cabeza por la parte de arriba y la metió en una taquilla de la sala, cerrandola luego y dejando la cabeza en su interior.

- Jolyne: no me puedo creer que la hayas cogido con tanta naturalidad.

- John: bueno, así no la ves.

- Liz: chicos, centrarse un momento. Ahí hay una puerta, y no sabemos qué habrá detrás de ella.

- John: estamos preparados para entrar. Así que vamos a ello.

Se acercaron hacia la puerta esquivando los muertos del suelo para no pisarlos. Cuando estuvieron frente a ella solo era una puerta normal de madera con un picaporte metálico, el cual comenzaron a girar despacio hasta que llegó su tope. Abrieron la puerta de golpe y entraron rápido en ella saltando hacia la última sala del laboratorio.