30. Problemas De Alta Mar
Tras alquilar un gran barco de vela gracias a los fondos financieros que dispuso el señor Heartfilia para la aventura de su hija. Como les sobró tiempo antes de reunirse con Jim y su hermana, intentaron negociar la mayoría de suministros para llevar consigo una sola bolsa cada uno con lo más esencial y comer en bares y restaurantes a partir de ahora para ahorrarse el peso innecesario.
Tras completarse la hora, Jim llegó junto a su hermana.
Se trataba de una mujer con rasgos de pez, con piel de un hermoso y brillante azul neón, pelo largo de varios tonos entre azul y verde, ropa parecida a la de un pirata, además de algunas herramientas y una espada corta a cada lado.
- Jim: te presento a las personas que nos han contratado.
- ???: muchas gracias por contratarnos, soy Miranda, aunque todos me llaman Mira.
- Liz: encantada Mira, espero que vaya bien nuestro viaje.
- Mira: podéis estar seguros de ello, mi hermano lleva estudiando cartografía y náutica desde pequeño, y yo me encargo del trabajo manual con las velas y todo lo demás.
- John: debe ser difícil todo el trabajo para dos personas.
- Jim: no se preocupe, nos podemos coordinar muy bien solos. ¿Hacia dónde quieren ir?
- Jolyne: ¿cuál sería la ciudad más cercana para ir a la biblioteca nacional?
- Jim: es un destino muy lejano y hay diversos caminos, pero creo que el más acertado es ir a Puerto Zaban.
- Mira: ¿ese con tal mala fama?
- Jim: no es tan mala, solo hay algunos individuos un poco problemáticos.
- Jolyne: ¿a qué te refieres con problemáticos?
- Jim: ya sabes, algunos ladrones, mercenarios y este tipo de cosas.
- John: no tenemos que preocuparnos por eso, tendremos cuidado. Además podremos con ellos.
- Liz: entonces no queda nada más que nos preocupe, que empiece el viaje.
Jim y Mira subieron al barco para comenzar a navegar. Él fue hacia el timón y ella soltó los amarres del puerto y fue hacia el mástil principal.
- Jim: ¡arriar velas! Comenzamos el viaje.
Mira fue a soltar las velas del mástil y el viento que soplaba comenzó a mover el barco para comenzar a navegar.
Fue un viaje tranquilo, al principio Jolyne le costó acostumbrarse al barco ya que se llegó a marear y perder un poco de equilibrio al principio pero acabó consiguiendolo.
Pasaron varias horas de camino he intentaban pasar el tiempo como se les ocurría, al principio se entretuvieron mirando al océano, luego estuvieron dando algunas vueltas por la proa mientras Jim y Mira se encargaban de todo.
Él se encargaba durante todo el tiempo de manejar el timón y ella se quedaba en la parte más alta del mástil.
- Mira: ¡Jim! ¡Un barco a babor!
Se encontraba un gran barco velero dirigiéndose hacia ellos desde la izquierda del barco, y Mira sacó un catalejo para verlo mejor.
- Mira: ¡piratas! ¡Se acercan piratas!
Todos se pusieron en alerta y fueron a mirar al barco y sacaron sus armas.
- Jim: no se preocupen, intentaremos perderles de vista.
Jim empezó a dirigir a Mira para controlar las velas y escapar de los piratas, los cuales no paraban de seguirles hasta que se posicionaron justo tras el barco de los aventureros.
- Mira: ¡Jim! ¡Empiezan a alcanzarnos!
- Jim: coged vuestras armas, llegarán a cogernos. Debemos defendernos de ellos.
- Liz: tranquilos, no podrán contra nosotros.
- Jolyne: que vengan, les daremos su merecido.
- Mira: ¡¿cómo podéis estar tan seguros de ello?!
- John: somos aventureros, si no confiaramos en nuestras habilidades deberíamos terminar el viaje.
- Jim: se empiezan a poner a nuestro lado, van a abordarnos.
Cuando el barco pirata se posicionó a babor, y comenzaron a lanzar cuerdas con ganchos y a engancharlo al barco de Jolyne y los demás, mientras Mira bajaba para luchar junto a ellos.
- Pirata: ¡al abordaje!
Muchos piratas comenzaron a ir hacia su barco y comenzaron a rodearles, para defenderse formaron un círculo entre los cinco.
- Jim: ¡nos rodean!
- John: ¡no rompais el círculo! ¡Derrotad a todo el que se acerque!
Los piratas siguieron rodeandoles y colocaron una tabla entre ambos barcos y por ella comenzó a pasar el capitán pirata. Se trataba de un hombre grande, de unos cuarenta años, con barba y pelo negro. Estaba vestido con joyas, una gran camisa roja y chaqueta negra abiertas que dejaban al descubierto un gran pecho peludo, un sombrero negro, pantalones ceñidos y tres pistolas sujetas por un cinturón de tela amarilla.
- Capitán pirata: hola señores, soy el capitán Silver Bonnet. Danos todas vuestras cosas y vuestras armas y les dejaremos con vida.
- John: ¡no te daremos nada!
- Silver Bonnet: Zehahahahaha... No estaba preguntando.
- Liz: vete de aquí y te dejaremos libres.
- Pirata 1: que estúpidos.
- Pirata 2: matemos a todos.
- Silver Bonnet: parece que los chicos tienen ganas de guerra. Si no me dan las cosas no podré evitar que hagan lo que quieran.
- Jolyne: si piensas que te tendremos miedo te equivocas. Hemos luchado contra criaturas mucho peor que vosotros.
- Silver Bonnet: tienes pinta de niña de papá, pero me gusta tu mirada. Tienes coraje, así que te mataré rápido.
El capitán pirata sacó una de sus pistolas y le disparó varias veces a Jolyne a la cabeza, aunque pudo esquivarlos con facilidad.
- Jolyne: nunca podrás darme siendo tan predecible.
- Jim: no le cabrees, no es buena idea.
- Mira: chicos, seguimos rodeados.
¿Cómo saldremos de esta?
- Silver Bonnet: ¡saldréis muertos y tirados por la borda como comida de tiburones!
- John: inténtalo si puedes.
- Silver Bonnet: ¡matadles!
Había varias decenas de piratas a su alrededor y todos fueron a atacarles. Pudieron defenderse sin problemas de ellos, aunque a los dos hermanos les costó algo más aunque con ayudas de los demás conseguían estar a salvo.
Y tras ser derrotados los piratas comenzaron a huir de vuelta a su barco.
- Silver Bonnet: ¡cobardes! ¡os pasaré a todos por la tabla! ¡Acabaréis durmiendo con los peces!
- Pirata 1: lo siento capitán, pero estamos cansados de usted. Siempre nos manda pero hacemos el trabajo sucio y nos llevamos los golpes, no queremos ser capturados.
- Pirata 2: ¡tiene razón!
- Piratas: ¡motín!¡motín!¡motín!¡motín!¡motín!
Los piratas quitaron la tabla entre ambos barcos mientras proclamaban su motín contra el capitán, al cual abandonaron en el barco de los aventureros.
- Silver Bonnet: ¡traidores! Yo acabaré con los aventureros.
- John: a ti te toca dormir.
John golpeó al pirata con el mango de su katana en la cabeza para dejarlo inconsciente.
- Jolyne: ¡no escapareis!
Con su arco disparó una flecha hacia el timón del barco pirata impidiendo que pudieran girarlo para escapar. Entonces Liz saltó con todas sus fuerzas hacia el otro barco y acabo derrotando los piratas, hasta el punto de atarles y llevarlos a su barco.
- Jim: ¿que haréis con ellos?
- Jolyne: vamos a entregárselos a la marina, ellos se harán cargo.
- Jim: pero la marina se desvía de su camino original.
- Liz: ¿a cuánto está?
- Jim: está a un día y medio navegando al este de aquí y a su objetivo llegaremos al amanecer.
- Jolyne: perderíamos mucho tiempo en llevarlos.
- Mira: yo tengo una solución, podríamos llevarles a su destino y antes de ir a devolver el barco a pueblo Ballena, nosotros le llevaremos los piratas a la marina.
- John: sólo os pagaremos por nuestro transporte. ¿Por qué os desviariais tanto por llevarlos?
- Mira: los piratas son muy problemáticos para conseguir trabajo en el puerto. Necesitamos deshacernos de ellos o nunca saldremos adelante.
- Liz: no veo ningún inconveniente en el plan.
- Jolyne: entonces decidido, vosotros os encargáis.
Siguieron navegando directamente hacia puerto Zaban, dieron de comer a todos los piratas durante el camino. Más tarde, durante la noche Jim le explicó a Jolyne cómo manejar el timón después de que ella le pidiera descansar un poco tras horas de trabajo, se fueron turnando para manejarlo.
Tras toda la noche navegando hubo un nuevo avistamiento al amanecer, y Mira lo avisó desde lo alto del mástil, aunque sólo quedaba despierto su hermano.
- Mira: ¡tierra a la vista! ¡Llegamos a Puerto Zaban a dos horas!
- Jim: ¡por fin! ¡Chicos despertaos!
- John: ¿que pasa?
- Jim: vamos a llegar pronto al puerto.
- Liz: ya? Vaya, si que he dormido.
- Jolyne: ¿cómo están los piratas?
- Jim: siguen muy bien atados. No han dado problemas.
- Jolyne: me parece extraño viendo a dónde se van a dirigir, pero bueno.
A las dos horas consiguieron llegar hasta el puerto Zaban y comenzaron a desembarcar y a sacar las cosas más importantes.
- Jolyne: muchas gracias por traernos.
- Mira: a ustedes por contratarnos.
- Jim: y no se preocupen, los piratas están bien atados.
- John: os lo encargamos.
- Jim: no se preocupen.
Los tres bajaron del barco y Jim se fue con Mira a llevar a los piratas a la base de la Marina más cerca. Debido a que soplaban vientos más fuertes pudieron llegar en menos tiempo.
Se encontraba en un islote, y se trataba de un fuerte con forma cilíndrica de piedra, con grandes contrafuertes y gran cantidad de barcos en su exterior, y desembarcaron y se dirigieron hacia la puerta para hablar con un marine.
- Marine: ¿a que se debe su visita?
- Jim: venimos a entregarle unos piratas, tenemos ahí el barco.
- Marine: deben ser los que han estado robando a los marineros, por favor, pasen a hablar con el teniente.
- Mira: muchas gracias.
Les abrieron las puertas y pasaron para hablar con el teniente de la base, mientras una docena de marines fueron hacia el barco para meter a los piratas en una celda.
No tardaron más de diez minutos en llegar al lugar donde se encontraba el teniente y entraron para hablar con él.
- Teniente: ¿sois los marineros que han traído a los piratas?
- Jim: así es.
- Teniente: ¿cómo dos simples marineros han podido con una tripulación pirata al completo?
- Mira: tuvimos ayuda, de unos aventureros con los que viajamos.
- Teniente: eso tiene más sentido. ¿Habían oído hablar alguna vez de Silver Bonnet?
- Jim: no hasta que nos abordaron.
- Teniente: se trata de un pirata que ha robado a marineros y mercaderes alrededor del mundo. Y hay una gran recompensa por él que le entregaremos a sus captores.
- Mira: ha dicho... ¡¿Recompensa?!
- Jim: ¿de cuánto estaríamos hablando cuando dice recompensa?
- Teniente: 2.247.600 monedas de oro.
- Ambos: ¡¿CUÁNTO?!
- Jim: ¡eso es demasiado!
- Teniente: entiendo que os sorprenda, pero mucha gente poderosa ha querido cazarle, y vosotros lo habéis conseguido. Ha cabreado a mucha gente adinerada y pagan mucho por quitarlo de en medio.
- Mira: ¿entonces somos millonarios?
- Teniente: supongo que si. La Marina le agradece su servicio, le cargarán las monedas de oro en el barco.
- Jim: gracias a usted señor.
- Teniente: pueden marcharse cuando terminen de cargar el oro.
- Mira: muchas gracias, así lo haremos.
Tardaron un tiempo en llenar el barco con las cajas llenas de monedas de oro con las que volvieron al pueblo y pudieron comprar barcos y contratar marineros para montar su propia empresa mercantil y de trasportes. Esto hizo que pueblo ballena se llenará de personas y turistas que buscaban trabajo o negociar con ellos.
Los dos hermanos disfrutaron del fruto de su empresa y decidieron montar un pequeño ejército con aventureros para salvaguardar la mercancía de los barcos en caso de que reaparecieran los piratas, cosa que no hicieron.
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