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28. Soufrabi

Tras completar el mes de entreno en la tribu junto a sus maestros decidieron que era hora de marcharse a continuar la búsqueda de su amigo. Se levantaron al amanecer y cargaron todas las cosas en la carreta. Antes de salir, cada maestro fue a despedirse de su alumno

- Welfin: parece que ha llegado el día.
Habéis avanzado mucho durante este tiempo.

- John: te agradezco mucho haberme enseñado tanto, gracias a ti me siento mucho más preparado.

- Welfin: hay pocas cosas que me queden por enseñarte, apartir de hoy seguirás superándote a ti mismo.

- John: muchas gracias.

- Jolyne: maestra, gracias por todo.

- Cocco: no seas tan formal. Hacía mucho que no encontraba a alguien con tanto potencial, tenía que ayudar a pulirlo un poco.

- Jolyne: no he conseguido superarte, pero algún día lo lograré.

- Cocco: no me cabe duda, eres habilidosa e inteligente, dos de las cualidades más preciadas en una guerrera. Pero sobretodo eres sincera y valiente, dos de las mejores cualidades de una persona.

- Jolyne: significa mucho de tu parte.

- Cocco: la próxima vez que te vea quiero ver como has avanzado, no me decepciones.

- Jolyne: ¡nunca lo haría!

- Cocco: eso ya lo sé.

- Liz: espero que no me eches de menos.

- Alluka: me has quitado las palabras de la boca. Espero que no pierdas ninguna pelea que no sea contra mí.

- Liz: no perderé.

- Alluka: y recuerda nuestra conversación de hace semanas, cuidado en tu aventura.

- Liz: lo tendré.

- John: deberíamos irnos pronto, muchas gracias por la hospitalidad y espero veros en el futuro.

Tras hablar y despedirse pusieron en marcha la carreta y siguieron su camino a través del bosque, esta vez pudieron llegar en varias horas a la próxima ciudad sin incidentes inesperados.
Hasta llegar al pueblo de Soufrabi, un lugar sencillo con varios miles de habitantes y al fondo en el lateral de la montaña Kurukoo de la gran barrera. Y allí se encontrarían de nuevo con Yukio y Rin en la entrada al pueblo.

- Yukio: ¡chicooos! Por fin nos volvemos a ver.

- Rin: venid por aquí, dejaremos la carreta en mi casa y así os podré enseñar el pueblo.

Fueron hablando mientras iban de camino a la casa de Rin.

- John: perfecto. ¿Cómo os ha ido estas semanas?

- Yukio: entrenando muy duro con Basho día y noche.

- Rin: al fin hemos podido controlar el sentir los ataques del oponente, hemos mejorado mucho en combate.

- Liz: parece que todos hemos tenido unas semanas productivas.

- Rin: Jolyne, ¿cómo te ha ido a ti con Cocco? Por lo que dice Basho es alguien bastante dura.

- Jolyne: tiene razón, es una maestra bastante dura, pero me ha enseñado como mejorar mi técnica con el arco y como usar la estrategia en combate.

- Yukio: ¿cómo el plan contra el caballero esqueleto?

- Jolyne: exacto, según ella se debe ser tan fuerte como para vencer a la inteligencia y tan inteligente para vencer a la fuerza.

- Rin: es una gran filosofía, cualquier guerrera o guerrero debe tener un equilibrio entre fuerza e intelecto.

- Yukio: es fácil decirlo, a los dos seguro que os gusta leer y estudiar mucho. Yo soy más de saltar a la acción, el combate.

- Rin: por eso me tienes a mi, tu tienes más fuerza y yo más estrategia, nosotros tenemos nuestro propio equilibrio juntos.

- Liz: en cierto modo también nos pasa con Jolyne, él y yo somos muy impulsivos en combate, nos guiamos por instinto y a veces la necesitamos para poner algo de estrategia y cambiar los puntos de vista.

- John: nunca viene mal, tener a alguien que nos aporte.

- Jolyne: vosotros también me ayudáis a saber actuar rápido y saltar a la acción.

- Rin: sois un grupo muy bueno, y trabajáis bien juntos. A parte de Yukio y yo no habíamos visto ninguno tan unido.

- John: lo mismo digo.

- Rin: ya hemos llegado, os presento mi casa. Podéis dejar en la parte trasera la carreta.

Llegaron a una casa rústica de piedra, no era muy grande aunque si llegaba a tener dos plantas de altura. Parecía antigua por los materiales pero la cuidaban muy bien. Además había una especie de patio o pequeño terreno en el lateral que conectaba con otro de la parte de atrás donde dejaron la carreta.

- Yukio: ahora estáis en nuestras manos, espero que estéis preparados para ver nuestro pequeño pueblo.

- Rin: por último iremos a un lugar especial del pueblo, donde podréis relajaros de este mes de entrenamiento.

- John: ¿que pasa con pasar la gran barrera?

- Yukio: no te preocupes por eso, quedaros hoy aquí a descansar y mañana podréis hacerlo a primera hora de la mañana.

- Jolyne: ¿vosotros no lo haréis?

- Rin: bueno, con el dinero de la mazmorra aún tenemos que utilizarlo y hemos decidido ayudar a algunas personas del pueblo, así que nos presentaremos la próxima semana cuando tengamos todo organizado.

- Liz: es muy buena acción por vuestra parte.

- Yukio: las personas del pueblo siempre nos apoyaron para convertirnos en aventureros, ahora debemos pagárselo de alguna forma.

- Rin: exactamente, además la barrera no se irá a ningún lado.

- Liz: nosotros seguiremos nuestro camino, y esperamos volver a veros durante la aventura.

- Yukio: cuando nos volvamos a ver seremos más fuertes, y derrotaremos criaturas juntos de nuevo.

- Rin: bueno, desde ahora comenzamos el gran tour de Soufrabi.

Rin y Yukio comenzaron a enseñarle el pueblo y todos los lugares bonitos que había en él. Desde plazas con pequeñas tiendecitas a grandes campos con animales de granja, tabernas y restaurantes para comer, parques para pasear y jugar, una hermosa iglesia y algunos monumentos locales como el "arco y el mono" estatua de un gran viajero que pasó por Soufrabi y llevaba un mono como compañero. Hasta que al anochecer se pararon en un gran recinto con el exterior de madera y salía vapor de agua hacia el exterior.

- Yukio: ¡hemos llegado!

- Liz: ¿qué es esto?

- Rin: os presento las aguas mágicas de Soufrabi, son baños de aguas termales para quitar la fatiga y recuperar las fuerzas.

- John: que bien sienta un lugar así, después de un mes de entrenamiento.

- Yukio: lo teníamos pensado, por eso hemos querido traeros.

- Liz: que bieeen, ¡entremos!

- Rin: hemos pagado una hora entera, verás que salís como nuevos.

- Liz: luego nos vemos chicos, nosotras vamos a la parte de mujeres.

Se separaron en el interior del establecimiento para dirigirse a cada zona dividida entre hombres y mujeres separados por salas con columnas y bóvedas de crucería, piscinas y suelo de losas.

Por la zona de los hombres, los tres aventureros entraron tras haber dejado la ropa en unas taquillas salir con toallas puestas cubriendo las partes bajas.

- John: es alucinante, que ganas de entrar.

- Yukio: te deja relajadisimo.

Entraron al agua notando como el agua calentaba todo su cuerpo. Cuando se acomodaron, comenzaron a hablar entre ellos.

- John: hacia años que no estaba en un lugar así, que bien sienta.

- Rin: me alegro de que te guste.

- Yukio: creo que Rin quería hablar de algo contigo. Yo voy a pasar un rato en los baños de piedras calientes.

Yukio se fue por una puerta dejándolos solos.

- John: ¿de qué querías hablar?

- Rin: pues... ¿Tú conoces muy bien a tus compañeras no?

- John: claro, con Jolyne he estado menos tiempo, pero diría que los tres nos conocemos bien.

- Rin: me preguntaba si Jolyne... Tiene a alguien especial en su vida.

- John: alguien, ¿cómo una pareja?

- Rin: si...

- John: jajajaja no tienes que decirlo con vergüenza, es una chica inteligente, guapa y con gran corazón.

- Rin: no me digas, ¡¿qué también te gusta?!

- John: tranquilo, es muy joven para mi y ya tengo a una gran mujer esperándome en casa a que vuelva. Y creo que no tiene ninguna persona así en su vida.

- Rin: ¿alguna vez habéis hablado de ello?

- John: no, por eso mismo. Seguramente nos hubiera hablado de su pareja, además decidió venirse con nosotros sin dudarlo y no es algo que se hace con pareja.

- Rin: ¿crees que yo podría gustarle? ¿Qué saldría conmigo?

- John: en una situación normal te daría ánimos para intentarlo, creo que podrías lograrlo, pero ahora es una difícil cuestión.

- Rin: ¿por qué lo crees?

- John: después de pegarse la vida en su pueblo ahora piensa en correr una aventura y ayudarnos, y aún os conocéis poco. Pero creo que tras terminarla puede que quiera tener algo así.

- Rin: pero luego podría intentarlo con ella, ¿verdad?

- John: claro, aún así creo que deberías decírselo y probar suerte.

- Rin: gracias, lo haré.

Se veía como Yukio volvía a la piscina junto a ellos.

- Yukio: ¿ya habéis terminado?

- Rin: si tranquilo, puedes venir.

Disfrutaron del baño juntos y se relajaron. Mientras todo ese tipo Liz y Jolyne también estuvieron hablando entre ellas.

- Jolyne: me encanta esto, es la primera vez que lo hago.

- Liz: ¿nunca lo habías probado?

- Jolyne: en casa hay una gran piscina, pero nunca había probado las aguas termales.

- Liz: bueno siempre hay que probar cosas nuevas. Yo la última vez que vine a algo así, lo hice con Zoro.

- Jolyne: ¿lo echas mucho de menos verdad? A veces te noto triste cuando hablas de él.

- Liz: ¿alguna vez has tenido alguien así en tu vida?

- Jolyne: no... Solo he visto el amor en los libros y el de mi padre hacia mi.

- Liz: bueno, he notado que Rin te mira de forma especial.

- Jolyne: ¡¿que dices?! No puede ser.

- Liz: hazme caso, tengo experiencia. ¿No te has fijado en él?

- Jolyne: bueno, puede que un poco. Pero ahora no me veo preparada.

- Liz: ¿por qué?

- Jolyne: quiero centrarme en nuestra aventura juntos y poder ayudaros a encontrar a Zoro.

- Liz: ¿y qué me dices cuando todo esto termine? En algún momento nuestra aventura acabará.

- Jolyne: no lo sé, pienso que cuando sea el momento lo sabré. Ahora mis sentimientos están junto a vosotros.

- Liz: te lo agradezco mucho, pero prométeme que cuando terminemos la aventura pensaras en seguir tu vida por tu cuenta y vivir nuevas emociones y aventuras.

- Jolyne: tranquila, se cuidarme solita y podré manejarme cuando os vayáis.

- Liz: bueno, eso me quería oír.

- Jolyne: ¿me podrías contar más de esas aventuras en el exterior?

- Liz: claro, tengo muchas de ellas.

Liz le comenzó a contar muchas de todas aquellas aventuras vividas durante el tiempo trabajando con Zoro, hasta que acabó el tiempo en más aguas termales y salieron todos de nuevo reuniéndose en la puerta del establecimiento.

- Rin: chicas, ¿cómo os ha ido?

- Liz: me siento demasiado bien, podría dormirme durante una semana entera después de esto.

- John: jajajajajaja.

- Rin: bueno, tengo una habitación libre con dos literas. Solemos alquilarlas para viajeros pero ahora están vacías.

- Jolyne: muchas gracias Rin.

- Rin: no hace falta darlas, volvamos y os prepararé el cuarto.

- Yukio: yo me retiro ya a mi casa, nos vemos por la mañana para despedirnos.

Yukio se fue hacia su casa y los demás se dirigieron a casa de Rin. Conocieron a sus padres, Ron y Luna, eran algo mayores y muy amables. Estaba la cena preparada para cuando llegaron y después de cenar fueron a sus habitaciones a descansar hasta la mañana siguiente. Sus cuerpos estaban tan relajados que ni tuvieron fuerzas para hablar después de tumbarse en las camas.

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