14. Camino a Vitrovia
Se despertaron antes del amanecer y se presentaron allí tras recoger lo poco que le quedaba tras la venta del día anterior. Saludaron al guardia y hablaron entre ellos hasta que de momento salió alguien.
¡¡Se trataba del gran maestro!!
- Gran maestro: buenos días chicos, parece que han madrugado.
- John: si señor, ¿sabe cuando llega su amigo?
- Gran Maestro: creo que ya baja.
- John: ¿cómo que ya baja? ¿Está dentro?
- Gran maestro: en poco lo entenderás.
Unos segundos tras decir eso, se escucho un gran estruendo en el suelo y una gran nube de polvo. Cuando se disipó, apareció un anciano de aspecto intimidante con ropa larga y bigote blanco, colocado en el centro de un gran hoyo en el asfalto del suelo.
- Gran maestro: nunca cambias Gotoh, te encanta llamar la atención.
- Gotoh: y nunca cambiaré Saiyu.
Guardia: ¡cómo se atreve a llamar al gran maestro por su nombre sin ningún tipo de respeto!
- Gran maestro: no te preocupes, Gotoh ha sido mi compañero durante muchos años y un gran amigo.
- Gotoh: aunque tu seguiste haciéndote más y más fuerte.
- Gran maestro: no te quedas atrás, dejaste de ser aventurero para ser el mayor domador de criaturas del mundo.
- Gotoh: tienes razón, y ya incluso después de formar una familia tengo nietos.
- Gran maestro: saluda de mi parte cuando les veas.
- John: disculpe, no es por interrumpir pero, ¿cómo nos va a llevar hasta Vitrovia en unas horas si incluso se tardan días en carreta?
- Gotoh: estos muchachos de hoy en día, no tienen paciencia ninguna.
- Gran maestro: no se lo tengas en cuenta, tiene un objetivo por el que vale la pena luchar y tienen una gran fuerza de voluntad.
- Gotoh: ¿le hiciste la prueba del puño?
- Gran maestro: la superaron sin pestañear siquiera, y van en busca de alguien importante, por eso te he llamado, no les vendría mal algo de ayuda.
- Gotoh: tú y tus pruebas, recuerdo cuando hacías esa prueba para ver quién te acompañaría al territorio oscuro para entrenar, al final solo lo conseguí yo. Aunque en esa época si nos golpeabas de verdad.
- Gran maestro: no podía evitarlo, no quería ver morir a gente por seguirme a mí en un entrenamiento.
- Gotoh: bueno muchacho, te responderé la pregunta. Os voy a llevar en lo mismo que he llegado.
- John: pero no veo en qué ha llegado, solo he visto como aterrizaba desde el cielo. ¿Ha venido en avión?
- Gotoh: nunca me han gustado esas máquinas, son poco fiables. Yo prefiero a las criaturas que nacen de la naturaleza. Mirad al cielo.
Los tres miraron hacia el cielo y no podían creer lo que veían sus ojos, estaban completamente asombrados ante una criatura de tal tamaño como para oscurecer parte de la ciudad.
Un gran dragón asiático se encontraba en el cielo flotando junto a las nubes a cientos de metros de altura, y aun así parecía de gran tamaño incluso desde tal distancia.
- Liz: ¡¡UN DRAGÓN!!
- Gotoh: no se asuste señorita, es muy bueno les llevará hasta allí sin problemas. Podéis llamarle Igneel.
- Liz: pero... ¿Los dragones existen?
- Gotoh: claro que existen, les queda mucho por aprender. Son prácticamente únicos en el mundo por la dificultad de encontrarlos, pero debido a la cantidad de años que son capaces de vivir, debe haber alguno que otro aún vivo.
- Gran maestro: solo alguien como tú, es capaz de domar a la criatura más grande que existe hasta la fecha.
- John: ¿y cómo nos montaremos? No hay espacio como para que aterricé aquí.
- Gotoh: es una sorpresa. Usad está cuerda y ataosla al cuerpo haciendo una cadena.
Gotoh le lanzó una cuerda muy larga y gruesa que se pusieron alrededor de la cintura como si fuera un cinturón y todos estaban atados a ella, Gotoh se ató el último.
- Gotoh: es hora de despedirse, Saiyu ha sido un placer verte, hasta la próxima.
- John: espera, ¿que piensa hacer?
- Gotoh: no se asusten y sujetense fuerte.
Gotoh silvó con fuerza y el dragón empezó a descender a gran velocidad y cuando estuvo a la altura de los edificios empezó a subir de nuevo creando una postura arqueada. Gotoh se agachó para coger impulso y saltó con tal fuerza que llegó hasta el lomo del dragón arrastrando a ellos tres con él hacia arriba.
- Liz: ¡¿está loco?!
- Gotoh: todos estamos un poco locos. Poneos cómodos, os quedan varias horas de viaje.
- John: es impresionante, estamos sobrevolando todo.
- Gotoh: la primera vez suele impresionar mucho.
- Liz: ¿puedo preguntarle algo?
- Gotoh: pregunta cuanto quieras.
- Liz: ¿cómo fue estar en el territorio oscuro? El gran maestro dijo que iba allí para entrenarse.
- Gotoh: es un lugar desértico, con fuego y caótico. Está lleno de criaturas de todos los tamaños desde pequeños goblins hasta criaturas que ni imaginariais. Y en algunos territorios hay incluso demonios.
- Liz: ¿demonios? ¿De los que viven en el infierno?
- Gotoh: son diferentes, son demonios de clase baja, la mayoría no son muy inteligentes y aun así fuertes. El problema son los capitanes demoníacos.
- John: ¿son muy fuertes?
- Gotoh: son un poco más poderosos que los demás, pero lo que destaca es su inteligencia y técnica de lucha. Son más habilidosos y tiene contactos en el bajo mundo, como mercenarios y vendedores de armas.
- Liz: parece un lugar muy peligroso para ir solo dos personas.
- Gotoh: para ser sincero solo nos llegamos a enfrentar a un capitán demoníaco cuando éramos muy jóvenes. Pero luego no nos volvimos a adentrar tanto en el territorio oscuro para no llamar la atención de seres aún peores.
- John: tendremos cuidado de no pasar por allí.
- Gotoh: no pasen por allí, no estáis preparados para luchar en el territorio oscuro.
- John: ¿es eso de ahí abajo?
- Liz: es terrorífico.
- Gotoh: ¿os gustaría llegar antes a la ciudad?
- John: claro, cuanto antes mejor.
- Gotoh: agarraos fuerte.
El dragón empezó a subir la velocidad, parecía un avión subiendo la velocidad más y más. No tardaron en llegar a la nueva ciudad.
- Gotoh: ahí a lo lejos la tienen, les dejaré en el camino lo más cerca posible y vayan andando lo que queda.
Entonces el dragón empezó a descender poco a poco para que pudieran bajar.
- Liz: muchas gracias por traernos.
- Gotoh: no hay porque darlas, es un favor hacia un viejo amigo.
- Jolyne: adios y que tenga buen viaje.
Gotoh se elevó de nuevo en el dragón y desapareció en el cielo entre las nubes. Ellos fueron andando por el camino hacia la ciudad de Vitrovia.
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