Fornax
Los murmullos y sonidos de zapatos yendo de aquí para allá se escuchaban en la planta baja.
La familia Min iba a sacarle todo el jugo a sus vacaciones, así que aquel día aprovecharían a ir a un famoso complejo de piscinas que quedaba en la estrella Fornax. Aquella estrella estaba prácticamente al lado de su planeta así que irían y volverían el mismo día sin ningún problema.
Todos estaban alistando sus cosas, pero Yoon'Yuor aún seguía en su cama, sin ninguna pizca de ganas de levantarse. Así que a pesar del bullicio que armaba su familia solo por ir a un simple complejo de piscinas, él se acomodó en su cama, quedando con la vista hacia la ventana.
Había pasado solo un día desde lo ocurrido con Jim'Shug en el jardín. Todo lo que este le dijo lo había dejado prácticamente traumado y con escalofríos en el cuerpo. Había comprobado lo descabellado y psicópata que era aquel hombre, y le asustaba el hecho de que Tae'Glen estuviera metido con él.
Yoon'Yuor estaba seguro que había manipulado a su esposo con sus explícitas palabras para que este cayera.
En las comidas de ayer, aquel tipo solo pasó con su mirada clavada en su persona. No esperaba decencia ni nada bueno de él, pero al menos un poco de discimulo después de lo ocurrido. ¿Acaso Tae'Glen no sospechaba nada? ¿Tan bien actuaba ese tipo cuando estaba con él?.
Aquellas últimas palabras que Jim'Shug le dijo al oído, antes de soltarlo y que él pudiera salir corriendo, aún se repetían en su cabeza como el coro pegadizo de una canción.
" Y cuando te haga mío, el que tendrá el control seré yo. Tu solo te encargaras de gemir para mí."
Yoon'Yuor gruñó impotente por no poder hacer y decirle lo que deseaba en realidad, y así poder desenmascararlo frente a su familia que lo consideraban un santo.
Él ya había dicho que no iría a ese estupido viaje, así que no se preocupaba porque lo fueran a molestar. Más bien, estaba esperando a que todos se fueran, para así poder empacar sus cosas e irse de aquella casa. No podía seguir cerca de ese desquiciado, así que se iría a hospedar en uno de los departamentos de su familia en el centro de Mirghe, todo el tiempo que sea necesario hasta que ese tipo se fuera de su casa.
No le importaba que la gente hablara ni lo que su madre dijera. Si los demás querían pensar que él fue a vivir allí porque se iba a separar de Tae'Glen, pues que así sea. Muy lejos de realidad no estaba.
Todos sus familiares lo tachaban de amargado y egoísta. Si, egoísta, por no querer acompañar a su esposo y pensar solo en su comodidad al quedarse en casa. A Yoon'Yuor poco a poco le estaba afectando menos aquellos comentarios. No sabía si eso era bueno o malo.
Dentro de unos minutos más, su familia habría subido a la nave y al fin se quedaría solo y tranquilo en casa.
Que equivocado estaba.
La puerta de su habitación sonó, al ser tocada varias veces.
- ¿Quién es? Dije que no me molestaran porque no iré. - respondió Yoon'Yuor sin levantar un músculo de la cama.
- Soy yo Yoon'Yuor - Tae'Glen - por favor abre, necesitamos hablar un momento.
Yoon'Yuor frunció el ceño y se sentó lentamente en la cama. Escuchar la tranquila voz de su esposo le traía malos recuerdos que dolían en su corazón.
- No tengo nada que hablar contigo, así que vete.
- Por la galaxia Yoon, deja tu drama - refunfuño Tae'Glen - me pregunto si todos los sesvhen será como tu...tan resentidos.
Yoon'Yuor sintió sus ojos picar por aquellas palabras. Pero no lloraria, ahora no...más bien...
- ¡Dije que me dejaras en paz maldición! - gritó no tan alto, parándose de inmediato de la cama y yendo hacia la puerta, abriendola para encarar a Tae'Glen.
El zhel se asustó dando un leve salto hacia atrás. - ¡Hey, cálmate! Eres un exagerado.
- Si, soy todo eso, feliz. Ahora no quiero escuchar nada más de tu estupida boca, así que lárgate.
Tae'Glen suspiró. - Bien, solo quería decirte que todos estamos por subir a la nave y me dijeron que tratara por última vez de convencer a mi queridísimo esposo de que no se perdiera el viaje.
- Pues diles que no me convenciste y que soy un esposo egoísta como ellos murmuran. Adiós.
Yoon'Yuor le cerró la puerta en la cara, y regresó a la cama. Le fastidiaba que su familia fuera tan insistente y lo tacharan a él como el malo y el amargado, aún sabiendo que su relación con Tae'Glen ya no era la misma y que solo era pura fachada de las puertas para afuera.
Dispuesto a volver a dormir, cerró los ojos, pero no pudo hacerlo, ya que su puerta volvió a ser tocada minutos después.
Soltó un gruñido con su boca pegada a la almohada. Se sentó mirando a la puerta, la cual fue tocada otra vez pero de una manera más brusca. Yoon'Yuor se puso de pie, yendo hacia la puerta, dispuesto a quizá darle un golpe a quien sea que estuviera allí.
- ¡He dicho que no i... ! - cuando abrió la puerta, su grito quedó a medias. Su boca de mantuvo entreabierta ante la presencia frente a él.
Jim'Shug lo miraba serio y muy de cerca para su comodidad. Yoon'Yuor odiaba tanto que la presencia de aquel hombre lo hiciera ver como un debilucho y asustadizo sumiso. Él no era así. No debía dejarse manipular. No tenía genes de Zhel.
Cerró sus labios e irguio su cuerpo, poniéndose firme. - Por favor, váyase. No tiene porque estar aquí. - le habló formalmente, por si acaso pasaba o escuchaba alguien más. No quería meter a su tormentosa familia en sus problemas.
- ¿No tengo? Donde sea que tu estésdebo estar yo - rió Jim'Shug, entrando de imprevisto al cuarto, dejando estupefacto a Yoon'Yuor.
- ¡H-heyy! ¡Salga de aquí ahora!
- No sabes cuanto me encanta que me hables formal, me haces ver como tu dueño. - Jim'Shug caminaba por su cuarto, observando todo minuciosamente.
Los lunares de Yoongi se prendieron de rojo por la vergüenza y enojo. - Ya basta, no sigas, deja de decir esas obscenidades. - esta vez le habló informal y lo más bajo posible.
- Es la verdad, no tienen porque ser obscenidades. - Jim'Shug se fue acercando hacia él, pero Yoon'Yuor retrocedió, manteniendo la mano en la chapa de la puerta para que no se cerrara.
- ¿Qué quieres? Ya déjame en paz maldita sea - dijo casi gruñendo. - Nada de lo que dices tiene sentido.
Un momento de silencio ocupó lugar, para después ser interrumpido con el jadeo que dio Yoon'Yuor al ser jalado por Jim'Shug.
- No voy a dejar que te salgas con la tuya. Iras a Fornax te guste o no.
La severidad de la voz de Jim'Shug hizo temblar las piernas de Yoon'Yuor, lo cual causó enojo e incredulidad en todo su ser. Este hombre no era nadie para hacer que reaccionara así.
- No eres nadie para obligarme. - susurró, tratando de alejarse.
- Sé que quieres aprovechar este momento para irte de esta casa, pero adivina que, yo estoy a un paso más adelante que tu, estrellita. Vendrás con nosotros.
- ¿Y si no quiero que? ¿Vas a golpearme o llevarme a rastras? - Yoon'Yuor no sabía si subestimaba o no a este hombre, pero sabía que no se atrevería a tanto.
Jim'Shug sonrió, quitando el cabello que tapaba sus lindos lunares. - Si. Pero te llevaré a rastras hacia la sala, y te besaré delante de todos, importandome una mierda lo que suceda después.
Yoon' Yuor se tragó un jadeo de sorpresa e incredulidad. Sus labios temblaban y sus manos sudaban. No quería volver a ser besado por este imbecil, y menos delante de su familia dándoles tremendo adultero espectáculo. Él mismo iría al Ghirma a suicidarse si eso ocurría.
- No tienes idea de lo que dices...
- Créeme que si la tengo, así que será mejor que no me tientes ni me subestimes. Te dije muy bien que yo siempre consigo lo que deseo.
Entonces, tomó a Yoon'Yuor y lo lanzó a la cama de manera brusca.
- ¡Uh! - Yoon'Yuor cayó boca arriba, recogiendo su cuerpo de manera inmediata y tratando de cubrirse con la sábana, pero Jim'Shug se la quitó, quedando de rodillas frente a él.
Se acercó, lo suficiente para arrinconar a Yoon'Yuor contra el respaldar. - Alistate, te estaré esperando abajo, estrellita. - con una última sonrisa, dejó un fugaz beso en su frente, para después marcharse.
Yoon'Yuor tardó unos minutos en procesar lo que acababa de pasar. Se encontraba con sus piernas recogidas y sus manos sobre sus rodillas. Parecía un niño asustado.
- Maldito... - susurró impotente.
No podía arriesgarse. Aún no sabía de todo lo que este tipo era capaz de hacer, pero tan solo su actuar ya decía mucho. Subestimarlo no era una opción.
Gruñendo y pataleando, se levantó de la cama, desquitandose con todo lo que estaba en su paso o vista.
Tomó una maleta y la tiró a la cama, guardando en esta una muda de ropa y lo necesario para el viaje, todo de manera descuidada y como sea que cayera.
- Odio mi vida....
Habían llegado a Fornax hace una hora.
Ahora se encontraban recorriendo cierta parte del complejo de piscinas, donde abundaba la música, cócteles, y toboganes indescriptibles.
Como estudiante en ciencias y mitologías de la materia espacial (lo cual era fomado por el polvo interestelar), Yoon'Yuor apreciaba y siempre miraba con admiración las grandes creaciones e imaginación que tenían los seres vivientes para realizar este tipo de arquitecturas. No era nada fácil, el sentía que se le partía el cráneo cuando tenía que hacer sus proyectos.
Sus lunares brillaban de color blanco y más luminosos de lo normal, al analizar los grandes y extraños toboganes que flotaban cerca de las piscinas.
Jim'Shug no podía dejar de ver aquel hermoso perfil. Esos bellos lunares brillantes, esa hermosa boquita rosada, la cual se moría por volver a probar... pronto...
Alguien lo tomó de su brazo, haciendo que de mala gana apartara su vista de Yoon'Yuor.
- Bebé, ¿vamos a los toboganes? - le susurró Tae'Glen.
Jim'Shug lo miró serio. - Está tu familia aquí, no debemos pasar mucho tiempo juntos
- Somos amigos ¿recuerdas? - Tae'Glen le guiñó un ojo.
- También está tu esposo, debes disimular un poco, una cosa es dentro de las paredes de tu casa y otra es a la interperie.
- Yoon'Yuor no es un problema, lo sabes bien, él no se atreve a decir nada, es un don nadie, siempre lo ha sido.
Jim'Shug frunció el ceño, volviendo la vista hacia su linda estrellita. De verdad que necesitaba de todas sus fuerzas para no golpear a Tae'Glen cuando se dirigía hacia Yoon'Yuor de manera despectiva.
- Iré después, primero quiero beber algo - se soltó de agarre de Tae'Glen y se fue. Este lo quedó mirando con el ceño fruncido, pero no dijo más nada, y siguió con su familia.
Yoon'Yuor ignoró hacia donde había ido el resto, pues la mayoría ya se habían cambiado a sus trajes de baño, e ido a disfrutar de las piscinas o el bar. Le daba igual. Ya sabían que él estaba allí de mala gana, así que ni se molestaban en dirigirle la palabra para no amargarse el día.
Acomodando su pequeño bolso, siguió paseando por el área.
Agua chispeaba de aquí para allá, a estar debajo de los toboganes. No le molestaba, era divertido. Relajante. El cielo arriba de estos era una galaxia artificial. Luces, estrellas y un gran torbellino de nubes lilas y verdes neón.
Le hubiera gustado poder lanzarse de uno de esos increíbles toboganes, pero no sabía nadar. Le daría mucha vergüenza tener que resbalarse con un flotante como lo hacían los niños. Su padre jamás tuvo tiempo de enseñarle a nadar. Además, tendría que cambiarse a un traje de baño...
Enseñar sus piernas, brazos, parte de su torso, no era una opción, y más estando ese tipo pervertido por ahí.
Así que sacó su cámara y comenzó a tomar fotografías del colorido paisaje. No por haber venido obligado, se la pasaría sentado sin hacer nada.
Había comenzado a grabar un video, cuando en la escena captó la presencia de cierto hombre.
Solo con una pequeña prenda que cubría su parte baja y muy pegada a su cuerpo, se encontraba Jim'Shug. Estaba yendo hacia él, provocando que Yoon'Yuor bajara su cámara ya que sus manos temblaron levemente.
Jim'Shug no tenía nada que él no haya visto antes, solo que...las vibras, el aura que transmitía este hombre era...desconcertante, y si, irritante.
Yoon'Yuor reviró los ojos y le dio la espalda dispuesto a irse, pero Jim'Shug fue más rápido y se puso delante de él.
- ¿Me tienes miedo?
- Por supuesto que no, ¿por qué lo tendría? - Yoon'Yuor se alegró de que su voz no tembló.
- Parecía que querías huir - Jim'Shug sonreía arrogante como siempre.
- No estoy huyendo de nadie, solo iba a seguir paseando. Por tu culpa estoy aquí, así que tengo que sacarle provecho al menos, ahora quítate y déjame en paz.
- Deberías cambiarte a tu traje de baño, prometo disimular mi vista.
- Lamento desilusionarte, pero no será necesario, no me meteré a las piscinas. - Yoon'Yuor estaba dispuesto a seguir con su camino, pero Jim'Shug le respondió.
- Te vi observando con alegría los toboganes, ¿seguro no quieres probarlos?
Yoon'Yuor se detuvo aún dándole la espalda. Apretó la tira de su bolso con la mano. - Deja de observarme, y no, no me da la gana.
- ¿Le tienes miedo a la altura? - Jim'Shug se había acercado hasta quedar cerca de su oreja. - ¿La altura es algo más que le asusta a esta estrellita? - Yoon'Yuor casi arquea su espalda baja al sentir la respiración de él en su nuca.
Se apartó de inmediato. - Po-porsupuesto que no. - Odió tanto que su voz temblara. - Solo no quiero y ya.
Jim'Shug sonrió y negó. - Deberías salir de tu burbuja de confort y demostrar que eres capaz de muchas cosas, y que no eres un don nadie a los que todos pueden humillar o pisotear.
Yoon'Yuor parpadeo consternado. - Cuando dices "todos" ¿también te refieres a ti?
- Tómalo como quieras.
- No me importa demostrarle al mundo nada, pero...no soy un cobarde como muchos piensan. - Si lo era. Pero en ese momento algo se encendió dentro de él, y las agallas para hacer lo que quizá nunca se hubiera atrevido hacer le nacieron.
Jim'Shug alzó las cejas, en señal de que no le creía. Yoon'Yuor apretó sus labios, y le lanzó su bolso a Jim'Shug, este lo atrapó tomándolo de imprevisto, entonces lo vio dirigirse hacia el ascensor que llevaba hacia uno de los toboganes.
Sonrió en grande al ver la firmeza y decisión de Yoon'Yuor. Deslizarse por un simple tobogán no era la gran cosa, pero para alguien introvertido que tenía miedo del que dirán la mayor parte del tiempo, era un buen comienzo. También, admitía que se moría por ver a su estrellita en traje de baño. Ver más allá de su hermosa carita era una de las cosas que más deseaba.
Al parecer Yoon'Yuor ya estaba por llegar a las cabinas de los toboganes. En eso, uno de los tíos de la madre de Yoon'Yuor se paró al lado de él.
- ¿Qué miras?
- A Yoon'Yuor, se va a deslizar por uno de los toboganes, y me pidió que sostenga su bolso.
- Vaya, pensé que estaría amargado durante todo el día. ¿Si llevó flotante?
Jim'Shug frunció el ceño, mirando al señor. - ¿Flotante?
- Si obvio, mi sobrino no sabe nadar.
Aquella frase hizo que Jim'Shug jadeara estupefacto, regresando su mirada hacia arriba. Yoon'Yuor se encontraba a casi nada de lanzarse.
- Él no... - negó. - no tenía flotante - susurró.
- ¡¿Qué?! - el señor también se alarmó. - ¡¿Pero entonces como?! ¡Dios mío las piscinas de los toboganes son profundas!
Jim'Shug le tiró el bolso al señor, y salió corriendo hacia los ascensores, debía detener a Yoon'Yuor.
Los ascensores ahora estaban llenos, impidiendole el paso. Intentó escabullirse, pero la gente comenzó a enojarse y reclamarle que hiciera fila.
- ¡Maldita sea necesito subir! - gritó exasperado, pero no sirvió de nada. Volvió a mirar arriba.
Abrió los ojos en grande, cuando no vio a Yoon'Yuor. Se había deslizado.
- No... - jadeó más que asustado. Corrió de nuevo hacia la piscina donde desembocaba el tobogán.
El tio político de Yoon'Yuor también estaba asustado y a punto de meterse a la piscina cuando había visto a su sobrino caer al agua, pero Jim'Shug se adelantó, y se tiró primero a esta.
La adrenalina había hecho que Yoon'Yuor ignorara cuan profunda podía ser la piscina, y creyó que podía salir de esta a tiempo aún sin saber nadar. Pero la velocidad a la que se había deslizado por el tobogán, tantas curvas y agua entrando en su vista, hicieron que cayera a la piscina totalmente desprevenido.
Sus manos y pies se movieron tratando de subir a la superficie, pero no podía, no sabía como. Agua estaba entrando por su nariz y boca de la desesperación por querer gritar por ayuda. Estaba debajo del agua, era ilógico, pero la ansiedad no ayudó en nada.
Sus pulmones comenzaron a pesar, y su mirada solo veía leves luces y colores de la superficie. Su cuerpo dejó de intentar salir, sintiendo cansancio...sus ojos dolían y ardían, hasta que los cerró...
Segundos después, Jim'Shug había nadado hasta donde estaba Yoon'Yuor, tomándolo del torso, y subiendo a la superficie lo más rápido posible.
- ¡Ujjj! - salió, inhalando y exhalando, mientras sostenía a Yoon'Yuor lo más fuerte posible sobre su pecho.
- ¡Ya lo tienes, gracias dios mío! - gritó el tío de Yoon'Yuor, acercándose, y ayudando a Jim'Shug a sacar a su sobrino.
La gente para estas estancias se había acumulado a los alrededores viendo la escena de alguien casi ahogado.
Jim'Shug apartó al señor, quien había dejado recostado a Yoon'Yuor en el suelo, y se puso encima de este, comenzando con el RCP. Presionaba su pecho y le daba respiración boca a boca.
- Vamos, vamos, cariño...vamos... - Jim'Shug comenzó a desperarse cuando este no reaccionaba.
- Seguridad ya fue por primeros auxilios, por favor dime que si tiene pulso - dijo el señor.
Jim'Shug no le respondió. Tocó el pulso en su cuello con sus dedos, este era muy lento, tenía que sacar el agua que tenía en sus pulmones.
- Por favor, vamos...tu puedes.... - le transmitió aire una vez más, logrando al fin que Yoon'Yuor despertara y tosiera agua.
Jim'Shug lo tomó del torso, poniéndolo de lado, logrando que pudiera escupir la mayor cantidad de agua.
- Eso es, eso es bebé sabía que podías. - Jim'Shug acariciaba su pecho.
Yoon'Yuor aún estaba ido y muy asustado. Comenzó a llorar desconsoladamente por el tremendo trauma que acababa de pasar, entonces Jim'Shug lo tomó entre sus brazos, acunandolo en su pecho.
- Shhh...tranquilo mi amor, ya pasó, estás bien.- Yoon'Yuor se aferró al torso de Jim'Shug, mientras este afianzaba su agarre y acariciaba su cabello, dejando besitos en su frente, y susurrando palabras de calma. - Te tengo mi estrellita, estás a salvo.
La familia de Min veía estupefacta aquella escena.
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