Las lágrimas que llenaban sus ojos le nublaban la vista. Sumándole la intensa lluvia, hacían aún más difícil su andar.
Los sollozos causaban que su cuerpo temblara, mientras trataba inútilmente de abrazarse así mismo.

Yoon'Yuor se sentía perdido. No sabía hacia donde se dirigía, pues solo caminaba por inercia, queriendo alejarse de todos. En su mente, lo que lo rodeaba era pura oscuridad y el terrorífico sonido de la tormenta.

Nada había cambiado. Su vida seguía siendo tan miserable como antes. Él seguía siendo un ser con fallas, un sesvhen. Un perdedor.

- ¡Yoon'Yuor! ¡Espera!

Jim'Shug se bajó de su transportador, corriendo hacia él, puesto que Yoon'Yuor no se detuvo.

- ¡Yoon...

- ¡Déjame en paz! ¡Lárgate! ¡Lárgate!

- ¡Escúchame!

- ¡No quiero, no quiero escucharte, no quiero verte! ¡Eres un mentiroso, hijo de puta! - gritó Yoon'Yuor, sollozando.

- Las cosas no son así, jamás te haría eso, yo te am...

Una cachetada hizo que Jim'Shug de quedara a media palabra. - No vuelvas a decir algo así, tu no me quieres, ni me amas, lo único que querías era dinero y sexo, y ya lo conseguiste ayer, ahora solo déjame.

Jim'Shug llevó una mano a su rojiza mejilla, mientras veía a un destrozado Yoon'Yuor alejarse mientras temblaba por el frío.

No pudo evitar que se salieran las lágrimas por lo impotente que se sentía, al ver a la persona que tanto amaba, de esa manera.

(Horas antes)

Tratando de disfrutar su cena, Yoon'Yuor observaba a Jim'Shug hablando de espaldas, ya que le había llegado una llamada a su chip.

Después de sus rondas de sexo, había llegado la noche. El momento de la realidad. Aunque sinceramente, no sabía cómo empezar.

No sabía cómo hablar con Jim'Shug, sobre su ¿Relación?. Quería aclarar las cosas, y que es lo que pasaría ahora, necesitaba hacerlo, pues las ansias lo carcomian por dentro.

Las expresiones que hacía Jim'Shug mientras hablaba, lo tenían intrigado. Se veía serio, casi podía decir que estaba molesto. Suspirando, apartó la mirada y siguió con su comida.

Segundos después, Jim'Shug volvió a la mesa. - ¿Todo está bien? - preguntó Yoon'Yuor, disimulando su curiosidad.

- ¿Uh? Si, todo bien. ¿Disfrutaste tu cena?

- Si, estaba rico. - Yoon'Yuor se limpió los labios con una servilleta. - Mmm... Jim'Shug...

- Yoon'Yuor...

Ambos hablaron al mismo tiempo.

- Tu primero - le dijo Yoon'Yuor, apartando el plato vacío.

- Iba a decirte que, tengo algo que resolver y debo irme, pero te pasaré dejando en tu casa...

- No, no descuida, yo...puedo volver solo, ve a hacer lo que tengas que hacer.

- No tengo ningún problema en...

- Jim'Shug...debo volver solo a mi casa, tiene que ser así.

Jim'Shug estiró su mano para tomar la de Yoon'Yuor y apretarla en un tierno agarre. - Estrellita, sé que deseas hablar sobre lo que sucedió entre nosotros, te prometo que así será, ya que yo también necesito hablar contigo, pero primero tengo que ocuparme de algo ¿Si?

- Te entiendo, yo también debo ocuparme de mis problemas. - la mano de Yoon'Yuor temblaba indecisa, pues no sabía si devolverle las caricias que Jim'Shug le daba con su pulgar. Al final, no lo hizo.

- Bien...¿Seguro que no deseas que te lleve a casa?

- No, tranquilo. - Jim'Shug le sonrió levemente, levantándose y dejando un beso en la frente de este.

- Te llamaré más tarde, por favor contestame ¿Si?.

- Lo haré. - Yoon'Yuor asintió, para segundos después ver como Jim'Shug se retiraba a paso rápido del lugar.

Hizo un leve puchero, al haberse quedado con la intriga de aquello que tenía que resolver Jim'Shug, pero estaba conciente que él también debía enfrentarse a los problemas de su casa, iniciando por Tae'Glen y su madre.

Aceptaba que nunca antes se había sentido tan nervioso al pisar el interior de su casa. Ni siquiera cuando supo de la infidelidad de Tae'Glen y tuvo que encararlo.

Al menos le aliviaba saber que sus familiares ya se habían ido a sus hogares, cuando los dias festivos acabaron. Ahora su casa se sentía vacía y apagada. Después de todo, era casi una mansión donde vivían dos personas.

Sin apuro alguno, subió con su equipaje hacia su dormitorio, solo que jamás pensó que al abrir la puerta se encontraría con una muy estresante escena.

Todo su cuarto estaba hecho un desastre. Es como si alguien hubiera entrado solo para tirar y romper sus cosas. Las sábanas estaban en el suelo, el vidrio de su espejo principal estaba roto...casi todo estaba destrozado.

- Pero como.... - soltando un jadeo, dejó su equipaje, avanzando unos pasos hacia adentro. - ...¿Quién hizo esto?

No pudo avanzar mucho, pues habían muchas cosas tiradas, por lo que se quedó cerca de la puerta.

- Yo te diré quien hizo eso.

Aquella voz lo hizo respingar y dar la vuelta de inmediato. Era Chae'li, su madre.

- Mamá...

Chae'li suspiró, para nada sorprendida al contemplar el desastre en el cuarto, con los brazos cruzados. - Lo hizo Tae'Glen.

- ¡¿Qué?! ¿Por qué? ¿Se volvió loco?

Alzando sus hombros, respondió:- No niego que pudo haber enloquecido.

- ¿Tú estabas aquí cuando ocurrió? - Bien, Yoon'Yuor no estaba comprendiendo del todo.

- Hoy en la mañana yo iba llegando cuando lo escuché gritar mientras rompía y tiraba tus cosas. Lo detuve, pero como ves no pude evitar todo esto.

Yoon'Yuor volteó a ver su cuarto otra vez. - No entiendo porque lo hizo...¿Está demente?

- Está muerto de celos e impotencia, Yoon'Yuor.

Frunciendo su ceño, volvió a mirar a su madre. - ¿Qué tengo que ver yo con eso, para que se desquitara con mis cosas?

- Ay hijo, sabes muy bien el porque. No es necesario que tengas que fingir delante mío. - Chae'li tenía una expresión tan relajada que, asustaba un poco a Yoon'Yuor.

- No se a que te refieres... - Yoon'Yuor tragó grueso, apartando la mirada de su madre.

- Sabes muy bien a que me refiero. Ya no eres un adolescente que debe mentir a sus padres, Yoon'Yuor.

La cara de Yoon'Yuor se había puesto más pálida de lo que era, y sus lunares tintineaban de varios colores ante la vergüenza. ¿Cómo es que su madre sabía de...?

- ¿Acaso debo decirlo? - preguntó Chae'li, con una ceja alzada.

- Mamá, yo...no sé cómo ocurrió. - Los dedos de Yoon'Yuor sudaban y agarraban el borde de su camiseta.

Chae'li suspiró, desdoblando sus brazos. - Descuida, yo sé cómo ocurrió, así que no debes explicarme aquello. - Yoon'Yuor abrió los ojos totalmente sorprendido ante aquellas palabras. - Es normal que te sorpendras hijo, después de todo veo que Jim'Shug hizo un buen trabajo, ya que no sospechaste nada.

- ¿Q-Qué...qué estás diciendo? Creo que...y-ya no estoy comprendiendo. - el miedo estaba aumentando en el cuerpo y mente de Yoon'Yuor, a medida que su madre seguía hablando.

- Conociste a Jim'Shug como el amante de tu esposo, y los demás como un amigo de él ¿Verdad? - Yoon'Yuor asintió temeroso. - Después te confesó que en realidad se acercó a Tae'Glen para poder llegar a ti, y toda esa historia de la primera vez que te vio y donde supuestamente se encaprichó contigo. Todo eso lo sé muy bien hijo ¿Sabes por qué?.

Yoon'Yuor negó. Sus ojos estaban cristalizados.

- Yo le pedí que hiciera todo eso, el día que lo conocí en aquel torneo de pegasos.

- ¿P-Por qué? Mamá... - preguntó, casi en susurro. La impresión e incredulidad ante lo que estaba escuchando no le dejaba sacar su voz en totalidad.

- Por tres razones Yoon'Yuor. La primera, necesitaba que Tae'Glen saliera de tu vida de una forma dónde él fuera el causante, y todo ese afecto que sentías por él quedara atrás. No era la primera vez que te era infiel, solo que no había manera de abrirte los ojos. Eso sí, no quería que se hiciera un escándalo, por lo que te aconseje que no le pidieras el divorcio aún. - Yoon'Yuor inhalaba y exhalaba con cada confesión. - La segunda, quería que mi único hijo se sintiera más liberal y abierto hacia la vida, no que se enfrascara en lo negativo. Creí que si te recalcaba que eras un sesvhen cada que podía, o que hallaste una pareja por casualidad, aquello te haría mas fuerte y valiente para enfrentar las cosas y poner un alto a todo lo que se considera asfixiante.

A estas estancias, los ojos de Yoon'Yuor ya derramaban lágrimas y sus labios temblaban, tratando de contener sus sollozos. Aquella información totalmente imprevista, había caído como agua congelada en su cuerpo.

- E-Espera, por favor, no más... - Era demasiado para procesar.

- Entiendo que puede ser doloroso para ti Yoon'Yuor, lamento haber tenido que llegar a tanto, pero no me dejaste opción. Lo que si se me escapó de las manos, fue que Tae'Glen se encaprichara tanto con Jim'Shug, hasta el punto de hacer este tipo de desastre como un chiquillo - señaló el cuarto. - Enterarse de que te acostaste con él, fue la gota que colmó el vaso

- Entonces...le p-pagaste a Jim'Shug para que alejara a Tae'Glen de mi, y además...que se a-acostara con-conmigo - mencionó Yoon'Yuor entre sollozos. Todo era mucho para su débil corazón. La persona que más debía quererlo y entenderlo en el mundo, su madre, le había hecho algo tan atroz. - ¿Cómo pudiste? ¡¿CÓMO PUDISTE HACERME ALGO ASI!? ¡ERES MI MADRE!

- Baja la voz y cálmate Yoon'Yuor - la voz serena y expresión neutral de Chae'li, lo tenía incrédulo. Todo esto no era nada grave al parecer de ella. - ¿Las dos razones que te di no fueron suficiente? ¿No te das cuenta que traté de ayudarte? Por lo mismo que soy tu madre, deseo lo mejor para ti.

- ¿Esto te parece ayuda? Prácticamente hacerme vivir una mentira con un tipo desconocido. ¡¿Eso es ayuda para ti?! - las lágrimas y sollozos eran incontenibles para Yoon'Yuor.

Nunca tuvo una relación cariñosa con su madre, pero jamás creyó que le haría algo tan descabellado. Se sentía traicionado por su propia sangre.

- ¡Sí, lo es! Al fin te libraste de Tae'Glen y después de que volviste de Senha al fin cediste a tus deseos. ¿No te das cuenta? Fuiste más decisivo y positivo ante lo que querías...

- ¡Ya basta! ¡No sigas!

- Te dije que tuve tres razones. Mencioné las dos primeras,.pero falta la tercera, la cual es la más importante.

- ¡No quiero escucharla! No me importa ninguna otra razón que hayas tenido para hacerme algo tan horrible.

- ¡La vas a escuchar!

- ¡Te dije que no! ¡No quiero escucharte más! - limpiando inútilmente las lágrimas que escurrían por su mentón, Yoon'Yuor salió rápidamente de la habitación.

- ¡Yoon'Yuor vuelve aquí! ¡Hay algo importante que debes saber! - Chae'li fue detrás de él.

Yoon'Yuor la ignoró, bajando las escaleras hasta llegar a la puerta principal. - ¡Dije que no me importa nada más que tengas que decir! - presionando con el pulgar, abrió la puerta, volteando hacia su madre. - ¡Tae'Glen, Jim'Shug y tu, pueden irse al mismísimo ghirma! ¡Déjenme en paz de una buena vez!

Sin querer escuchar más o querer decir otra cosa, salió corriendo de aquella casa. Su casa. El lugar más terrorífico para él en este momento.

No sabía a donde estaba yendo, no le importaba. Solo quería alejarse de todo lo que le recordara su mísera realidad.

Hace unas horas estaba dispuesto a enfrentar todos sus problemas y ser firme en cuanto a lo que quería, pero ahora, toda esa fuerza y confianza se habían desplomado. No estaba más.

El recordar como comenzó todo con Jim'Shug...sus palabras, sus miradas sus acciones, la manera en como le hizo el amor, rudo pero cariñoso...todo era parte de un trato con su madre, una mentira...

¡¡Había cedido ante un hombre que solo lo tomó como un trabajo!!

Tenía ganas de gritar, gritar, gritar lo más alto posible y poder sacar un poco del dolor e impotencia que sentía. Pero no podía. Los sollozos lo ahogaban y no le dejaban sacar su voz.

El sonido de los truenos le avisaron que se acercaba una tormenta, pero eso no lo detuvo. Solo siguió caminado rápidamente, sin rumbo alguno.

(Presente)

Quería engañarse así mismo, diciéndose que solo le dolía por las mentiras y traición de su madre, y por haber entregado su cuerpo a un imbécil, pero su destrozado corazón le gritaba que dejara de negar la verdadera razón de su dolor.

Creyó que solo experimentaría un supernova en el ámbito sexual, pero no, también lo estaba viviendo en lo sentimental y familiar. El quiebre de una estrella. El quiebre de su corazón.

Sí. Lo que Jim'Shug le hizo vivir y sentir no fue solo algo físico. Inexplicablemente se había colado en su interior de una manera tan sutil, con sus cuestionables técnicas de seducción.

Pero ahora no importaba. Ya nada le importaba. ¿Acaso algo más podría ser peor que todo esto? ¿Qué otra noticia más tendría que seguir soportando para al fin poder decir, "se acabó"?.

Su ropa estaba empapada, sus lunares no tenían color alguno, solo una leve transparencia, su cuerpo estaba pálido y tenso por el agua fría chocando con él. Se encontraba sentado en el banco en una acera, con la mirada perdida. A unos pasos lo observaba Jim'Shug.

Jim'Shug quería ir hacia él, abrazarlo, cubrirlo con su calor corporal, y aclararle todo. No soportaba verlo llorar, y estar bajo el frío de la tormenta, pero sabía que en este momento Yoon'Yuor no lo escucharía.

Si tan solo hubiera hablado con él en la mañana en vez de haber ido a ver a Tae'Glen, no estaría presenciando aquella desgarradora escena.