9.
HyukJae y Chanyeol estaban en un cuarto del castillo, frente a ellos estaba DongHae en una especie de sueño inducido.
—Necesito ir por SeHun— Chanyeol se sentía ansioso.
—Ya escuchaste a nuestro rey, no hagas cosas por impulso.
—Está en peligro, no sabemos qué le están haciendo— palmeo sus piernas, trató de calmarse, pero tenía mucho miedo de que le quitaran al hombre que más amaba.
—BaekHyun es despiadado, pero no es estúpido, quiere que vayas por SeHun. — frotó el puente de su nariz—No puedes simplemente ir al reino de los demonios y arriesgarte a ser capturado.
Chanyeol se quedó en silencio durante un momento, observó a su padre tomar la mano de DongHae.
—¿Cómo se conocieron? Y ¿Es verdad lo de la pareja del rey? — recostó su cabeza en la otra mano de DongHae.
—Son historias que están conectadas, voy a contarte una larga historia, tal vez así comprendas las razones del rey para no querer destapar una guerra— se acomodó un poco y sin soltar la mano de su amado, comenzó el relato— Hace siglos en la antigüedad, los dioses mandaban sobre nosotros, las criaturas de nuestros tres reinos eran sometidas, minimizadas y hasta cazadas por ellos, por sus descendientes. Soy el último sátiro porque el Dios Dioniso decidió que sería divertido darnos caza a todos en una fiesta llena de vino y prostitutas, no lo entendimos muy bien, parecía que los dioses estaban enloqueciendo, él me hirió de muerte en el pecho, cerca del corazón, sólo estaba esperando mi muerte en el obscuro bosque, ahí conocí a tu padre, tan precioso, vestido de blanco con esas blancas mariposas revoloteando a su alrededor, me curó, me alimentó, me protegió. Yo lo enamoré con mi música, pero no podíamos estar en paz, no mientras nuestro mundo estuviese siendo consumido por los poderosos dioses. Nuestros tres reyes en aquellos tiempos eran comunes y corrientes, a excepción de BaekHyun, siempre fue el rey de su legión de demonios, pero todos estaban peleados, se odiaban a muerte entre criaturas. La alianza fue liderada por el rey JongIn, solía ser un simple ser que vivía entre el mar y la tierra, tenía una esposa que esperaba un hijo, pero Dios decidió que aquellos seres eran más poderosos, a pesar de ser su propia creación, no permitiría que alguien fuera más poderoso, ahí tenemos a BaekHyun, desterrado de su lugar divino, regresando a JongIn, Dios asesinó a su esposa cortando la gestación, arrancando también la vida de su hijo. El rey JongIn ardió en ira, buscó a JunMyeon, ya que sabía que era el primer vampiro y un guerrero honorable, BaekHyun se unió con el único propósito de demostrarle a Dios que incluso fuera del paraíso, seguía siendo mejor. En su paso reclutaron a distintos seres que apoyaron la idea de someter y encerrar a los dioses en el tártaro, los seres poderosos de todas las regiones cayeron, JunMyeon había proporcionado unas armas, de las cuales no se sabe el origen, pero fueron lo suficientemente fuertes como para derrotarlos y encerrarlos. Así después cuando nadie quedaba para regirnos, nos peleamos entre nosotros por el control, se perdieron muchas vidas, cuando el hermano menor de BaekHyun pereció, la guerra paró, nadie había visto llorar al rey de los demonios, pero la escena era conmovedora, así mientras el cuerpo de Azrael se desintegraba en sus brazos, JongIn y JunMyeon clavaron sus espadas en la tierra, ofrecieron un trato de paz entre las tres razas, escribieron leyes y dividieron las tierras. Eso nos lleva al día actual.
—¿Y las armas? ¿Papá y tú combatieron con armaduras y todo? — ahora sentía una gran curiosidad por el pasado de su mundo.
—Las armas están en el palacio del rey JunMyeon y sí combatimos con armaduras, armas y en el caso de tu padre, con su magia.
—De alguna forma quiero que SeHun esté a salvo, pero no estoy seguro de cómo hacerlo sin iniciar otra guerra entre las criaturas— suspiró cansado— Tengo miedo de que él muera.
—Eso no va a pasar— ambos brincaron del susto por la voz del rey. —Yo viví en carne propia la perdida de mi amor, siento el dolor que te proporciona tu lazo con el no humano, pero tenemos que ser inteligentes, no quiero que mi pueblo sea masacrado, por ello le he pedido a WonHo que averigüe cómo entrar al reino de los demonios sin ser vistos.
—Gracias— se arrodilló e hizo una reverencia que puso un poco nervioso al rey, nunca alguien lo había agradecido así.
—Es lo que debo hacer.
Se retiró silenciosamente.
(...)
—YiFan, después de veinte años— sus manos temblaban con anticipación.
—Ese voto de no entrometerte en problemas, se ha roto ¿cierto? — Acarició su mejilla para calmarle un poco— Vas a acabar con quien se atraviese en tu camino.
—Lo haré, ya no hay nada que me detenga— caminó apresurado por su palacio— Los reyes sabrán mi antigua traición, pero no importa, porque al fin está aquí después de veinte años.
—No creo que BaekHyun pueda decirte mucho, aún está latente ese odio de su sospecha que no sabe que fue acertada.
—Los muertos tampoco hablan.
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