27
SeHun no sabía usar el martillo, pero su mano se movía sola, como si fuera algo de toda la vida, los rayos atravesaban del cielo a la neblina y cargaban su martillo, Zeus era fuerte, pero es cobarde, trataba de no acercarse mucho a él para no recibir impactos fuertes.
—Solamente muere, niño.
—No voy a morir a manos de un cobarde como tú
—¿A quién le llamas cobarde? — trató de darle fuerte con un rayo, pero como siempre, SeHun pudo absorberlo y regresarlo con mayor fuerza.
—Claramente a ti, procuras no acercarte porque sabes que voy a darte un tiro certero.
Zeus no lo negó, pero no iba a admitir nada, el semidiós, sólo tenía algo de suerte por ser un descendiente de Thor, hijo de Odín. Si daba sólo un paso más no pasaría nada, demostraría que no le tenía miedo al niño, trató de mover sus pies, pero estos fueron tomados por unas manos femeninas, provenían desde el suelo y le tomaban con firmeza, sintió el suelo vibrar bajo sus pies, Fenrir apareció frente a sus ojos, cuando abrió su boca para morderle la cabeza sintió un rayo impactarse contra ella, el interior se quemó sin oportunidad de sanar, para terminar Fenrir le devoró la cabeza.
—Me enorgullece que fueras tan fuerte para sobrevivir a los rayos de Zeus— agachó su cabeza para que la acariciara.
—No sé cómo usarlo muy bien, pero creo que puedo manejarlo— acarició el pelaje, al lado del lobo emergió Hela, quien estaba avergonzada por sus acciones pasadas.
—Lamento haber tratado de matarte.
—Está bien, no importa, supongo que tenías mucho coraje por el pasado, puedo entender eso.
—SeHun, puedes hacer que la niebla se desaparezca girando el martillo.
—Bien, trataré.
Lo tomó por la orilla del mando y comenzó a girarlo
(...)
El ruido metálico de las espadas motiva a JunMyeon a seguir luchando con BaekHyun, sabe que este el poderoso, pero no importaba, estaba amenazando la vida de su hijo y no permitiría que le hiciera daño. Chocó su espada contra la ajena y trató de ejercer mucha fuerza para que el otro botara su espada. El demonio se acercó a él y le sopló en la cara.
—¿Qué mierda?
JunMyeon trastabilló hacia atrás, se sintió mareado, su vista se nubló y BaekHyun desapareció. Se giró, buscaba, pero no sabía dónde estaba, cuando su vista mejoró logró ver como su hijo se acercaba, lucía bien, no tenía sangre, ni raspones, supo que no había pasado nada malo con Zeus.
—Tesoro— caminó hacia él, pero antes de llegar a su lado, BaekHyun apareció tras de él, le atravesó con su espada—¡No! — vio como la vida se iba de los ojos de hijo—¡SeHun! — BaekHyun soltó una carcajada, sacó la espada de la carne y le lanzó lejos.
—Tienes la misma cara patética que juras haber visto en mi hermano.
JunMyeon sintió como las fuerzas se iban de su cuerpo, lo que más amaba había sido asesinado frente suyo y él no pudo hacer nada.
(...)
—Ni siquiera recuerdo el rostro de tu esposa— Dios ya había perdido su otra mano, seguía en pie, su existencia era lamentable, podía causar catástrofes naturales, crear criaturas enormes, destructivas o protectoras, pero su debilidad era no recibir la alabanza de los humanos, ahora que ellos tenían una fe falsa o eran creyente hipócritas, su fuerza se reducía a nada.
—Recordaras el mío— le sonrió— La muerte de mi esposa, no será en vano.
(...)
—Lo estoy logrando, Fenrir— La neblina comenzaba a desvanecerse.
—Es bueno, podremos ver mejor cuando la niebla se desvanezca.
Lograron ver el cielo, estaba tenuemente iluminado, como si estuviese amaneciendo, de apoco pudieron ver todo alrededor, JongIn estaba levantando su espada para decapitar a Dios. JunMyeon estaba mirando a la nada con lágrimas en los ojos, moviendo su boca sin producir sonidos.
—¿Qué le pasa a mi padre? — preguntó a Fenrir.
—No lo sé, parece alucinar.
Comenzó a caminar para poder alcanzarlo, pero no sabía cómo ayudarle. Antes de llegar pudo ver como BaekHyun aparecía tras suyo y le atravesaba el pecho, directo en el corazón.
—¡Papá! — el grito fue tan alto que JongIn sintió su cerebro pitar, giró su cabeza en la dirección de su amigo y sólo lo pudo ver caer de rodillas, él ya había decapitado a Dios y la esfera que aprisionaba al resto de a poco se desvanecía.
SeHun soltó el martillo, sentía que le añadía peso, corrió hasta el cuerpo de su padre y le abrazó.
—Papá, no cierres los ojos, yo sé que podemos salir de esto— JunMyeon sonrió, se dio cuenta de que había sido atrapado por una ilusión creada por BaekHyun, su tesoro estaba vivo y le había llamado papá.
—M...Mi tesoro— tomó su mano—Dime papá de nuevo.
—Papá, quédate conmigo y te diré así todos los días.
Las lágrimas brotaron como cascadas, eran doradas y todas caían en su pecho, no sabía qué hacer, su padre estaba herido a muerte, era cuestión de tiempo.
—No te preocupes, le harás compañía— BaekHyun tiró de un brazo de JunMyeon y le arrojó lejos.
—Lo estás lastimando más— SeHun se puso de pie y trato de ir de nuevo por el cuerpo de su padre, pero BaekHyun lo detuvo tomándole por el cuello con su brazo.
Se sentía enojado, por lo que sus dientes de vampiro crecieron, sus venas ardieron y por instinto mordió el brazo de BaekHyun, sintió algo brotar de sus colmillos e inyectarse en el torrente sanguíneo ajeno.
—¿Qué me inyectaste? — le soltó y miró su brazo que de apoco que ennegrecía.
SeHun corrió de nuevo para ver a su padre—Tranquilo, seguro que el brujo de tu reino puede ayudar.
—Puedo hacerlo— levantó la cara de golpe, MinSeok le miraba con una expresión amable—Deja que lo vea.
—SeHun— Chanyeol se acercó a él para abrazarlo—Prometí que te protegería y no pude hacerlo.
—Estoy bien, no te preocupes, lo hiciste bien derrotando a otros dioses — le acarició el rostro.
A sus espaldas escucharon el cuerpo de BaekHyun caerse, se convulsionaba, espuma negra salía de su boca, las venas del resto de su cuerpo ahora eran color negro y de apoco sus ojos se inyectaron del mismo color.
—Yo no puedo morir así— salió con voz rasposa. —No por una simple mordida.
—No es simple— Hela se acuclilló a su lado— SeHun tiene el corazón de mi hermano, él y Fenrir son asesinos de dioses, sólo que Jörmungander poseía un veneno que producía un dolor intenso a los dioses, les deshacía todo el interior, lento y doloroso hasta que les salda por los agujeros de su cuerpo, quiere decir que eso es lo que te inyectó, tardará un poco tu muerte, pero la agonía es un castigo bueno para ti.
Le dejaron retorcerse en dolor, sintiendo como su interior se licuaba. Pusieron a atención al diagnóstico de MinSeok.
—Las lágrimas que derramaste sobre él recubrieron su corazón y lo sanaron, estará bien, sólo necesito tratar la herida superficial.
—¿De verdad? — SeHun miró el rostro sereno de su padre, estaba inconsciente, pero ahora que sabía que no moriría, podía relajarse.
—Sí, será mejor irnos, para poder tratar a los demás heridos.
Se pusieron en marcha, el sol comenzó a calentar, era como la señal de que todo estaría bien de ahora en adelante.
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