BaekHyun estaba sentado sobre una piedra plateada, esperaba a que llegaran ante él, los dioses podrían ser seres poderosos, de apariencia casi inmortal, pero no lo eran, las armas –de las que él desconocía el origen- que JunMyeon brindó son lo suficiente para asesinarles, también tomaba en cuenta que no todos los dioses sabían sobre la guerra o el combate cuerpo a cuerpo, es por eso que sabía que los reyes serían capaces de pasarlos hasta llegar a él.

—Te ves muy tranquilo— dijo Dios— Los más fuertes nos hemos quedado cerca de ti, la arrogancia podría llevarte a la muerte— le mostró como la mayoría de los dioses de la guerra y la muerte se encontraban a su alrededor.

—No te preocupes por mí, yo me las he arreglado bien sin dioses mucho antes de la revolución. —cruzó sus piernas y miró sus uñas—El que debería preocuparse eres tú, el rey de las bestias míticas, tu gran y poderosa creación, el leviatán, sigue enojado contigo, por el tema de que asesinaste a su esposa— sonrió de lado, sabía que Dios le temía a esa creación suya— En el pasado no te asesinó porque viviste de puro milagro, pero no creo que tengas la misma suerte de aquel día.

—Él morirá primero— a su lado el dios Zeus soltó una carcajada.

—De esa guerra yo fui el único que salió ileso.

—Porque te escondiste como el cobarde que eres, sacrificaste a tu esposa Hera con tal de seguir con vida— Hela interrumpió para manifestar su disgusto hacia el dios.

—Suficiente, Cuando matemos a los reyes y sus tropas entonces continuarán peleando— El demonio rodó los ojos con disgusto, esos seres nunca podrían ser perfectos como lo aseguraban.

(...)

JongIn limpió su espada con la tela de las ropas de Morrigan, la diosa de la muerte y la obscuridad. Mientras la veía desangrarse y pigmentar la tierra, comenzó a hacer un recuento los dioses que habían matado, iban ascendiendo en fuerza con forme avanzaban y ahora comenzaban a encontrarse dioses de muerte.

—Nos acercamos a BaekHyun— dijo para Heechul y JunMyeon—Los dioses aumentan en fuerza mediante avanzamos— Lo habían presentido también, cuando miraron hacia atrás sus tropas jadeaban con cansancio, pero no había lugar para rendirse, por ello se erguían y con la frente en alto observaban a sus reyes en la espera de la siguiente orden.

—Seguiremos adelante, ya casi llegamos a nuestro objetivo— dijo en voz alta para que las tropas escucharan.

Siguieron su camino con decisión, esta vez no iban a tener compasión, ningún dios viviría, no cometerían el mismo error dos veces.

(...)

—Deberías correr— SeHun tiró un poco del pelaje de Fenrir—Me estoy poniendo ansioso de ver tantos cuerpos.

—Bien, apresuraré el paso— comenzó a trotar para alcanzar más rápido a las tropas.

En cuestión de dos minutos, lograron ver las espalda de los valientes hombres que estaban encarando a los dioses, sólo que estaban quietos, sentados en la tierra o sobre piedras, SeHun se confundió, se supone que deberían estar avanzando hasta llegar a BaekHyun, trató de buscar a su padre, pero no lo vio por ningún lado.

—Bájanos— pidió para poder preguntar.

Chanyeol le ayudó a bajar del lomo y le llevó de la mano a través de los hombres, el objetivo era llegar a la manada del rey YiFan.

—¿Dónde están nuestro padres? — pues ya se habían dado cuenta de que HyukJae y DongHae no estaban.

—Príncipe SeHun— el segundo al mando de la manada le hizo una reverencia—Su padre y los otros reyes han ordenado que permanezcamos aquí en lo que ellos se enfrentan a otras fuerzas, debido a que no quieren que dejemos a nuestras familias sin un miembro, dijeron que era posible que los dioses del último frente sean más peligrosos.— SeHun soltó un jadeo—Pero se fueron con ChangKyun el incubo, WonHo el Lamasu y la pareja del bosque de la tierra de nadie— dijo eso para tratar de calmarlo.

—Pero de todas formas es peligroso— miró hacia delante, la niebla era más espesa de ese lado—Tengo que ir— se giró para irse, pero Chanyeol le tomó la mano.

—Tenemos que ir— una emoción recorrió sus cuerpos, las venas de SeHun resplandecieron durante un momento—Yo no voy a dejar que lo hagas solo.

—Iremos con ustedes, pertenecemos al reino de su padre, nosotros no tenemos nada que perder— era un chico bajito y a su lado uno alto y delgado—Soy MinSeok el brujo y él es HyungWon el creeper.

—MinSeok no puedes irte, es peligroso— un hombre se levantó de entre las filas del ejército de los demonios.

—Ya no tengo nada que perder, JongDae— le dijo sin mirarlo.

—Entonces iré también— trató de acercarse, pero el bajito estiró la mano en su dirección y una extraña fuerza le hizo sentarse.

—Tú sí tienes algo que perder si mueres, BaekHyun podría matarte cuando descubra que ahora sirves fielmente a su hermano como alguna vez lo hiciste para él, no creo que quieras dejar a un niño que todavía no nace, sin un padre.

Todo se quedó en silencio, SeHun tomó eso como una señal de que podrían irse ya, comenzó a andar para entrar en la niebla densa, Fenrir también le siguió a pasos lentos pero firmes, su vista estaría más limitada y por ello iban pegados y a pasos firmes y lentos en caso de ataques sorpresa.

(...)

JunMyeon peleaba contra Montu quien a pesar de sólo tener un báculo, tenía grandes habilidades, su casco de halcón era tan mortífero como una espada, pues el pico de metal estaba afilado, si no le golpeaba con su báculo, lo picoteaba con su casco.

Pudo llegar un momento en el que chocó su espada contra el báculo, creando así una lucha de fuerza, sentía que podía llegar a él, pero era un dios de la guerra nacido de las tierras del sol ardiente, ellos siempre eran más duros de vencer, cuando sus cuerpos estuvieron lo suficientemente unidos, Montu le pateó haciéndolo caer estrepitosamente, su espada salió volando de sus manos, el dios alzó el báculo en el aire, listo para apuñalarle el pecho, pero fue rodeado por una cadena oxidada y levantado por los aires, giró su cabeza para toparse con unas piernas que se le hacían demasiado conocidas, al alzar la mirada se topó con la de su hijo.

—Deberías estar durmiendo— estaba enfadado, se levantó y recogió su espada—Se supone— miró a Chanyeol quien se encogió al ver los ojos totalmente negros del rey vampiro.

—Los dioses no dormimos.

JunMyeon no le respondió, se giró y miró al cielo.

—Déjalo caer, HyungWon— el nombrado acató la orden al momento, atrajo su cadena –la cual se metía por las mangas de su armadura y se tatuaba en su piel- Montu cayó sin aire en sus pulmones y al momento fue atravesado por la espada de JunMyeon. Murió al instante entre borbotones de sangre. —No deberían estar aquí— miró a los cuatro hombres—Regresen por donde vinieron.

—Nos necesitas, si no hubiera sido por HyungWon habrías muerto a manos de Montu— MinSeok era la voz de razón de cualquier persona, pero JunMyeon no necesitaba eso.

—Mi hijo está en riesgo.

—Si nos quedamos aquí sin hacer nada, seguro que sí, sólo sigamos, prometo que sé lo que hago. — se acercó a su padre y apoyó una mano en el hombro, la armadura se sentía demasiado fría.

—No quiero que te dañen— acarició su rostro—Por eso hice que te quedaras en la cabaña.

—Pero no quiero perderte ahora que sé que tengo una familia que me ama.

JunMyeon quiso decir algo, pero en ese momento llegaron los otros en su grupo.

—¿Cachorro?

—¿Chanyeol?

La expresión en el rostro de DongHae dejaba en claro que la presencia de su hijo no le agradaba, HyukJae incluso lo sostuvo por la cintura cuando quiso acercarse para seguramente golpearlo, por el lado de YiFan se acercó para revisar el estado de su esposo y mirar acusadoramente al menor.

—¿Qué hacen aquí? — preguntó JongIn—No sólo refiriéndome a los niños.

—Los chicos querían ayudar a sus padre y nosotros a los niños, sólo eso— HyungWon se encogió de hombros—Ya estamos aquí, sólo avancemos.

—Pero en todo momento te quedarás tras de mí— JunMyeon fue claro y SeHun no tenía necesidad de reprochar.

Podían sentir energías poderosas a través de la niebla, podían escuchar incluso la risa de BaekHyun hacer eco en la niebla, como si él ya supiera que iban por buen camino, que ya habían matado a muchos de los dioses más poderosos y que no se detendrían ante nada. Pero ellos no sabían que estaban llevándole lo que él más añoraba.

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¿Ya están listos para la matanza?