SeHun miraba la palma de su mano, cosquilleaba un poco, sentía cierta emoción recorrerle, la otra mano la usaba para sostenerse del pelaje de Fenrir, Chanyeol rodeaba su cintura con sus brazos y le apretaba con protección.

—Se siente emocionante— Chanyeol recargó su cabeza en su hombro y prestó atención a lo que decía— Supongo que es la adrenalina que recorre mi cuerpo, pero siento como si algo grande fuera a suceder.

—Grandes cosas van a pasar pronto, terminaremos esta guerra, volverás con tu padre al castillo, nos uniremos ante nuestros reyes y trataremos de tener una vida modestamente feliz o haremos lo que tú quieras.

—Eres demasiado puro, no creo que las cosas sean tan sencillas, pero sin duda aprecio que me des motivantes para no morir.

—Cuando quieras, mi precioso destino.

A lo lejos pudieron ver una nube de polvo rojo, era densa y apenas se podían apreciar sombras que se movían agresivamente en su interior. Fenrir frenó, levantó la cabeza, olisqueó el aire y emitió un suave gruñido.

—Creo que este día habrá muchos reencuentros familiares— dijo—Tienes que estar listo para lo que sea, SeHun—avanzó lento— Necesitas ser inteligente, astuto, tienes dos buenas líneas de sangre, un vampiro que por sus años de vida tiene mucha sabiduría y un dios de guerra, tienes lo bueno de ambos. — SeHun asiente, sabe que puede hacerlo— Chanyeol y yo también te respaldamos.

(...)

JunMyeon había olvidado lo que se sentía blandir una espada, atravesar a alguien con ella y sacarla con fuerza para quitar el exceso de sangren en el proceso, los dioses sangraban de forma distinta, dependía de la familia o región de la que provenían, los descendientes de los titanes sangraban en un rojo brillante, los provenientes del sol sangraban oro, al igual que aquel que no tenía nombre y sólo se llamaba a sí mismo Dios e igual que los dioses que provenían de la nieve, los dioses de las tierras amuralladas sangran en color plateado, siempre era un espectáculo ver esa sangre brotar. Por ello las tierras rojas tenían un rojo brillante con destellos dorados y piedras plateadas. Justo en ese momento se encontraba perdido en sus pensamientos mientras retorcía la hoja de su espada en el pecho de T'ai Ch'ing

—Cuando asesiné a tus hermanos no pude ver nada de lo increíble que dijeron que eran, los tres puros— sacudió su espada para quitar la sangre— después de años sigues guardando rencor por ello— chasqueó la lengua—si los dioses se quisieran vengar por cada familiar suyo que he asesinado, estarían casi todos sobre mí. — Miró al dios cubierto de sangre— ¿Algo que decir? — preguntó mientras pateaba la espada creciente del dragón verde lejos de su mano.

T'ai Ch'ing abrió la boca para decir algo, pero la sangre botó fuera de su boca, gorgoreó en su garganta y su ojos se pusieron en blanco.

—Gran discurso.

—Amor, JongIn dice que hay que avanzar un poco más, en este tramo ya no hay nadie—YiFan portaba a excálibur, algunas manchas de sangre dorada cubrían su armadura.

—De acuerdo, vamos.

Entrelazaron sus manos y anduvieron por la espesa bruma de polvo rojo. No resultaba tan sencillo, algunos guerreros llevaban heridas y pocos han perecido, pero todo tendría un buen resultado.

—Tengo más confianza en esto ya que mi niño está a salvo.

(...)

Fenrir caminaba por las tierras, en su paso podían encontrar algunos cadáveres, era una buena señal que la mayoría fuera de los enemigos.

—Creo que las cosas están yendo bien— Chanyeol acarició su cintura para transmitirle más confianza.

—Quiero estar cerca de JunMyeon.

—Yo creo que ya estás listo para decirle padre.

—Tal vez.

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Hagan sus apuestas sobre cuál de nuestros personajes se va a morir alv.