🕸️ Capitulo 3
Volvemos con esta historia. Espero que les guste.
Lean este capítulo con If you el cover de Jk cuando aparezca la Abejita.
⸻Gris 🐝
La noche había llegado al pueblo de Daegu, la luna iluminaba la casa en donde se hallaban cuatro chicos sentados mirándose los unos a los otros. Jimin miraba de reojo a Taehyung quien tenía el semblante serio, mientras que Jungkook estaba leyendo los diarios en donde se habían publicado los artículos de los cinco niños desaparecidos. Hoseok solo miraba por la ventana el hermoso lago de la casa que habían arrendado para hospedarse en Daegu.
— Tengo una idea —la voz de Taehyung se escuchó en el silencio.
— Si la criatura busca niños, entonces démosle uno —Jungkook apoyó ambas manos sobre la mesa de madera mientras que su ceño se frunció y lo miraba.
— Estás loco, no vamos hacer eso —pero Jimin fue el que habló por Jungkook —¿Cómo se te ocurre sacrificar a un niño?
Taehyung rodó los ojos —Pero vamos a estar con él, no seremos como los otros padres, además me tienen a mi y a Jungkook, cualquier cosa que se aproxime lo sabremos ¿Verdad? —Taehyung giró su rostro para ver a Jungkook.
Jungkook solo suspiro y enderezó su cuerpo para cruzarse de brazos. Taehyung tenía un buen punto, pero él no estaba del todo seguro si sacrificar a un niño sería lo mejor.
— ¿Y cómo lo vas a detener? Ni siquiera sabemos a qué nos estamos enfrentando, podría ser una viuda o algún ser sobrenatural que no esté bajo mi control
— ¿No es obvio? — Taehyung se puso de pie ganándose al lado de Jungkook y miro los artículos que estaban sobre la mesa —Estos niños tienen un patrón y son padres disfuncionales. No lo haremos enseguida, pero podremos tomarnos una semana o dos para averiguar a qué nos estamos enfrentarnos, puedo tener alguna visión de ello si profundizo en eso y tu —señalo mirando a Jungkook — Con tu libro y tu poder podremos invocarlo cuando ya sepamos que es — finalizó.
Hoseok miro a la pareja que se encontraba en el comedor, Jimin y él se miraron y se encogieron de hombros.
— ¿Y donde sacaremos a un niño? —pregunto Hoseok.
— Hablaremos con el alcalde. Mientras esta noche veremos si aparece nuevamente por Daegu —dijo Taehyung.
Jungkook suspiro viendo el cabello grisáceo de Taehyung. ¿Era idea de él o aquel color le hacía ver sexy y más guapo de lo que recordaba?
Jungkook no pudo evitar recordar cuando Taehyung y él se conocieron en la universidad, cuando Jungkook estaba apunto de abrir la puerta para entrar a la biblioteca abandonada de la universidad cuando Taehyung le impidió entrar advirtiéndole que no entrara o algo malo le pasaría. Jungkook sintió que el aliento casi se le corto por recordar como la mano de Taehyung lo atrajo hacia y sus cuerpos encajaban tan bien esa vez.
Fue la primera vez que Jungkook sintió ese "click" del que tanto había escuchado, Taehyung era el hombre de su vida, el de sus sueños y aunque tuvo seis años para olvidarlo, nunca pudo. Los hombres con los que se acostaba eran demasiado básicos para él, no como Taehyung, que siempre le quitaba el aliento, nunca lo saciaba porque siempre quería más de él.
Jungkook trago duro mordiendo su labio y negó suavemente.
— Me parece bien ¿Quién hará la primera guardia? Hoseok? —dijo Jungkook alejándose un poco del cuerpo de Taehyung, le ponía nervioso y le daban escalofríos estar cerca de él.
— Si, puedo hacerlo
— Lo haré contigo, quiero capturar cualquier movimiento que no sea humano —dijo Jimin yendo a buscar sus cosas para comenzar a instalarlas.
De repente Taehyung y Jungkook se miraron y los recuerdos a través de sus pupilas los invadieron a ambos. Taehyung sentía que se quería arrancar el corazón del pecho y entregárselo en las manos a Jungkook para que ya no lo mirara así, como si lo anhelara, como si lo extrañara.
Soy tuyo, siempre he sido tuyo. Grito por dentro de él.
— Me iré a descansar —murmuró Jungkook finalmente rompiendo la tensión que ambos habían formado con tan solo mirarse. Taehyung suspiro frustrado viéndolo pasar por su lado hasta encerrarse en la habitación.
Ya habían pasado unas horas desde que Jungkook se había ido a "dormir" pero por alguna razón no podía hacerlo, la frustración de moverse sobre la cama lo tenía impaciente y era como si la cama no quisiera que él estuviera ahí recostado, porque el roce de las sabanas le daba picazón en todo su cuerpo. El viento de la oscura noche hacía chocar las ramas contra la ventana de la habitación, provocando escalofríos y malos presentimientos en Jungkook, por lo que decidió ignorarlo volteando su cuerpo y dándole la espalda a la ventana finalmente conciliando su sueño.
Pero su tranquilidad no duró mucho cuando sintió su pecho doler en medio de su sueño, porqué la siniestra presencia de alguien que lo estaba observando lo estaba atormentando haciéndolo despertar con su cuerpo a flor de piel. Jungkook nunca terminaba de acostumbrarse a sentir aquella punzada porqué sabía que algo comenzaba a ocurrir en frente suyo y el terror y el miedo lo envolvían al instante más cuando las presencias lo molestaban de aquella manera.
Cuando removió su cuerpo y abrió sus perezosos ojos, su vista se dirigió al oscuro y crujiente techo de madera. Pudo notar ciertas manchas en la madera, pero una en particular hizo que sus circuitos se paralizaran.
En la oscuridad en la penumbra del cuarto, pudo observar una sombra envuelta en oscuridad que parecía moverse por sí sola. Sus ojos eran de color rojo que brillaban intensamente, como dos pequeñas luces en medio de la oscuridad que atormentaban al vidente. Esa mirada brillante pero fría se clavó directamente en Jungkook; Cuando la sombra se dio cuenta que él estaba despierto, hizo que Jungkook se sintiera expuesto y vulnerable.
Jungkook tenía miedo de hacer algún movimiento erróneo que pudiera alterar a la sombra, quería gritar, quería llamar a Taehyung. La ansiedad comenzaba a invadirlo. Porque en medio de su desesperación interna, pudo ver las inmensas garras que sobresalían de la criatura que rozaban la madera y crujían lastimándolos oídos de cualquiera.
Sus garras eran largas y afiladas, como las de un animal que acecha a su presa. Cada vez que se movía, sonaba como si estuviera raspando el mismo suelo, un sonido que aumentaba la tensión en el aire. La sombra era tan oscura que para Jungkook parecía mezclarse con la misma penumbra de la noche, haciendo difícil que la pudiera distinguir si no fuera por sus ojos deslumbrantes.
Y mientras el sudor recorría por el rostro de Jungkook, la criatura parecía disfrutar de su miedo, mostrando sus dientes amarillos y sucios que hicieron temblar a Jungkook, como si estuviera sonriendo y burlándose de él; Una sonrisa torcida que provoco un escalofrío en él. Sin previo aviso, se lanzó sobre Jungkook, como un rayo oscuro. Jungkook gritó, y el sonido del terror resonó en las cuatro paredes de la habitación.
Justo en ese momento, Taehyung corrió hacia los gritos que se escucharon en la habitación de Jungkook, sabiendo que algo no estaba bien. Al entrar, encendió la luz, y la habitación se iluminó de golpe y la sombra que se había lanzado hacia Jungkook, se desvaneció en un solo parpadeo.
Pero antes de desvanecerse por completo, la criatura logró rozar con sus garras la mejilla de Jungkook, dejando una sensación fría y espesa que recorría su rostro. Jungkook se quedó paralizado, aún temblando de miedo por lo que acababa de pasar, mientras la luz inundó el pequeño cuarto, dejando solo un eco de su oscuro visitante.
Taehyung corrió hacia él asustado, tomándolo entre sus brazos, mientras que Jimin y Hoseok llegaban quedándose en el marco de la puerta.
— Está bien, tranquilo estoy aquí —Taehyung le comenzó a susurrar mientras que Jungkook lloraba en agonía sobre su pecho.
— Y-yo.. no se q-que fue... —quiso explicar entre sollozos. Pero Taehyung lo apartó mirándolo a los ojos.
— Jungkook escúchame —Taehyung tomó sus mejillas sorprendiéndose al ver una herida en la mejilla izquierda de Jungkook, la sangre caía como si se hubiera rasguñado —Mierda.. —susurro y Jungkook volvió a llorar.
Porque a pesar de que Jungkook se había vuelto un experto en mandar a criaturas a sus mundos, habían otras que todavía le daban completo miedo y Taehyung lo sabía, porque un Jungkook adolescente se abrió con él confesándole que le tenía miedo a su don.
— No estás solo —susurró Taehyung recordarle a Jungkook las mismas palabras que le dijo una noche en la que Jungkook tuvo ese mismo miedo.
🐝
Las voces se oían como ecos sobre sus oídos. El pesado sentir de los rayos del sol sobre su piel delicada indicaba que la mañana había llegado y con él, un nuevo día para seguir con el caso.
Jungkook fue abriendo sus ojos de a poco, los sentía pesados y ardían cuando los cerraba. De a poco observó a su alrededor, su cuerpo estaba hacia el lado de la ventana con las sombrías cortinas semi cerradas. De repente el recuerdo del día de ayer llegó a su mente y su cuerpo recorrió un frío escalofrío que le erizo la piel e hizo que se volteara.
Entonces la ancha espalda de Taehyung se hallaba sobre el marco de la puerta. El moreno se destacaba por tener su cuerpo trabajado que hacía temblar a Jungkook bajo su tacto; Su labio fue mordido mientras que se sentaba sobre la cama y miraba lo que estaba sucediendo.
— Lo sabemos, pero lo que pasó ayer no tiene que ver con las desapariciones. Tenemos que irnos de aquí Tae —La voz de Jimin era suave como un susurro, pero aun así Jungkook pudo escuchar lo que había dicho.
— Lo que pasó ayer fue una señal para que estemos más adelante, el alcalde ofreció una recompensa y si todo esto es parte de las desapariciones tenemos que movernos ya — Jungkook pudo reconocer la voz de su compañero. Inmediatamente se puso de pie llamando la atención de los presentes y de Taehyung.
— Jungkook-
— Nos quedaremos — sentenció Jungkook, pero su mirada estaba plasmada en los profundos ojos de Taehyung.
— Bien, entonces vístete tenemos una reunión con el alcalde —Taehyung miro a los dos chicos en frente de la puerta y con solo dar un paso hacia adelante, ellos retrocedieron al mismo tiempo — Y ustedes prepárense, si el alcalde acepta esta misma noche nos enfrentaremos a lo que sea que este secuestrando a esos niños
— Si —dijeron ambos al mismo tiempo marchándose por el pasillo de la cabaña.
Cuando los chicos se fueron, Taehyung cerró la puerta y se volteó a mirar al azabache de ojos intensos. Jungkook estaba ahí, de pie en pijama, con los ojos bajos y las manos escondidas en un abrazo a si mismo. Su expresión calmada intentaba no revelar el agotamiento y el miedo residual de la noche anterior. Cuando Taehyung le preguntó si estaba bien, Jungkook levantó la mirada con una pequeña sonrisa, su respuesta en voz baja — Sí, estoy bien — Pero el leve temblor en su voz le indicó a Taehyung que las palabras no eran tan ciertas.
Taehyung se acercó, su respiración acelerándose, y sin poder contenerse más, alzó una mano con su guante puesto para acariciar suavemente la mejilla de Jungkook. La suavidad de su piel bajo el guante era suficiente para que cada emoción de hace seis años resurgiera, dolorosa y llena de deseo reprimido. Jungkook cerró los ojos un momento, como si la caricia lo calmara, y cuando los volvió a abrir, sus miradas se encontraron en un silencio cargado de palabras no dichas, de disculpas y de confesiones veladas.
— ¿Seguro? —volvió a insistir Taehyung. Pero Jungkook no estaba prestando atención a las palabras precisas de él.
El mundo se desvaneció a su alrededor, quedando solo la urgencia entre ellos, la tensión que ambos habían ignorado por años. Sin que se dieran cuenta, sus miradas descendieron hacia los labios del otro. El tiempo parecía detenerse mientras la distancia entre ellos desaparecía. Ninguno pensó en lo que hacían; la atracción era demasiado intensa, demasiado inevitable para los dos.
Y entonces sus labios se encontraron en un beso apasionado, necesitado, como si los años de distancia y todo el resentimiento se diluyeran en ese contacto. El beso fue intenso, profundo, cada segundo cargado de todos los sentimientos que no habían podido expresar. Taehyung sostuvo el rostro de Jungkook con firmeza, olvidando los años de separación y las heridas que habían quedado abiertas; en ese momento solo existían ellos dos, conectados en el refugio silencioso de esa habitación.
Jungkook sentía que su corazón se le iba a salir del pecho, pero su cuerpo parecía responder más que sus propios pensamientos en ese momento.
Sus bocas provocaban chasquidos al empujar sus lenguas en una guerra en donde querían volver a explorarse, en donde querían mezclar sus sabores y no volver a degustar más que no fueran sus propias bocas.
Jungkook era un veneno para Taehyung, era aquella poción que le daba la vida eterna, pero que le arrebatará todo con poseerla. Pero él era alguien necio, un necio enamorado.
Sus manos bajaron con delicadeza, acariciando con sus guantes el rostro de Jungkook, y por más que rogara, nunca podría tocar a Jungkook como él quería, nunca podría sentir su dulce y suave piel sobre sus manos, porque estaban envueltas en veneno que sellaría su destino.
— Por favor... Detente — El susurro quebrado de Jungkook llegó como una puñalada en su corazón. Con Temor, Jungkook se separó con sus labios entreabiertos y una mirada llena de vulnerabilidad — No sigas... no sigas por favor —sus palabras eran un reflejo de su propio temor, de la inestabilidad de ese amor que aún sentía, pero que temía perder de nuevo si caía por completo ante sus brazos.
Para Taehyung esas palabras fueron como un filo que se clavaba en su corazón. Cada sílaba que pronunció resonó en su interior, desmoronando la esperanza que había atesorado de volver a tener a Jungkook sin ninguna barrera. La realidad lo golpeó con fuerza, recordándole las razones del porque se habían separado. Barreras que él mismo había impuesto debido al bien de los dos.
Taehyung bajo la mirada, mordiéndose el labio, tratando de calmar la tormenta que había en su interior. Pero su voz tembló cuando murmuró aquellas palabras, apenas en un eco de lo que realmente sentía — Lo siento — El silencio fue denso y triste, como un abismo entre ellos que ninguno sabía cómo cruzar, y ambos quedaron atrapados en la crudeza de sus propios sentimientos, con el peso de un amor que aún latía, aunque ambos sabían que también ese amor dolía demasiado.
La sensación amarga de los sucesos de hace un par de horas seguían sobre sus labios, la caricia de un beso trágico que ninguno quería soltar. Pero ambos estaban allí, frente al alcalde del pueblo de Daegu como si no se pertenecieran el uno al otro.
— Esta idea es bastante cruel y habla muy mal de ustedes —acusó el alcalde golpeando con fuerza su escritorio mientras que los documentos, hojas y lápices que se encontraban en él saltaron al igual que Jungkook.
— ¿Cruel? Le recuerdo que somos unos expertos en esto, si no lo fuéramos no le estaríamos pidiendo esto — El tono de Jungkook mostraba su molestia ante la mente necia del alcalde. Taehyung que estaba sentado a su lado, colocó su mano sobre su brazo dándole una mirada de desaprobación.
— Ustedes quieren sacrificar a un pobre niño para que... —con molestia y frustración, realizó movimientos con sus manos apuntando hacia afuera — Para que esa cosa se lo lleve —negó ahora con sus manos sobre sus caderas y miró a ambos. Estaba claro que en su mirada transmitía decepción.
— Alcalde, si me permite decir. Estamos de acuerdo con usted que esta idea es bastante peligrosa para exponer a un niño de esa manera pero
— ¡Claro que es peligrosa! ¿No lo pensaron antes de siquiera pasar por su cabeza? —Jungkook, ya bastante harto de la negación del alcalde, deslizó la silla hacia atrás con brusquedad sorprendiendo a los presentes. Quizás mezclando un poco de sentimientos de los sucesos anteriores.
— Escúcheme alcalde, si ya no quiere que más niños sigan siendo secuestrados debemos tomar medidas arriesgadas para tener resultados efectivos. Hay una alta posibilidad que estemos tratando con una viuda que secuestra a los niños para saciar su culpa, pero no podemos saber con firmeza — Su cuerpo se enderezó y se cruzó de brazos mirando al alcalde — A veces hay que hacer ciertos sacrificios para saber la verdad de las cosas —sentenció mirando a los ojos al alcalde.
Taehyung se quedó en silencio, pero en su interior estaba muy orgulloso de Jungkook. La sorpresa y recuerdos del porque su corazón lo había elegido como su pareja lo hizo sentir feliz por esos recuerdos. Jungkook era decidido si se proponía algo o tenía algún objetivo.
Finalmente el alcalde los miro a ambos, preguntándose a sí mismo desde cuando ambos trabajaban juntos. Con su mirada determinada y desaprobación con el plan que tenían en mente, aceptó odiando que Jungkook tuviera razón en ello. — Está bien, pero tienen que saber que no estoy para nada de acuerdo con esto —pronunció con firmeza —Lo que vayan hacer tiene que ser supervisado por mí —finalizó.
Taehyung y Jungkook se miraron ambos sabiendo que no iban a fallar en su objetivo, es por eso que el único que se hallaba sentado, se puso de pie con convicción y estiró su mano enguantada hacia el alcalde —Usted díganos que niño será de nuestra ayuda y lo regresaremos sano y salvo — El alcalde tomó la mano de Taehyung y junto aquello, sellaron un trato del que si o si, tendrían que cumplir.
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