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05

──me tengo que ir.──fueron las palabras de la japonesa para salir rápido del granero.

Tzuyu seguía conmocionada "acababa de decir que no saldría con alguien como yo ¿cierto?, dijo que no sabía ligar ¿cierto?, y me besó ¿cierto?, ¡Dios! No entiendo a esta mujer".

Luego de la partida de Sana, la castaña fue a casa.──Ya llegué.──avisó.

──Hola hermanita.──saludó con felicidad Yizhou.──Te vi en el baile.

──¿en serio? ──preguntó la morena.──yo no te vi.

──Ibas tan distraída con Maléfica que ni me notaste.──pronunció Yizhou.

──¡Hey! ──reprochó Tzuyu.──ella no es maléfica.

──Lo que sea.──dijo Yizhou subiendo sus hombros.──¡Mamá, ya llegó Tzu! ──gritó.

Al instante salió la señora Chou de la cocina.──¿como te fue en el baile? ──preguntó viendo detalladamente a su hija.──Te ves increible, tan elegante, mi bebé.──exclamó tomando a la menor de las mejillas.

──¡Mamá! ──reclamó la castaña.

──¿cuando compraste ese traje? ──preguntó Yenling.

La castaña rascó su nuca con nerviosismo.──emm... no... me lo dio Sana, de la escuela fuimos a su casa y es ropa de su hermano menor.

──Te queda muy bien.──comentó Yenling acomodando el cabello de su hija.──¿nos tomamos una foto?

Tzuyu solo asintió con la cabeza, Yizhou tomó una cámara y seguido de un "flash" la foto se tomó, con la señora Chou y Tzuyu en un abrazo.

Después de eso Tzuyu fue a su cuarto, sentía el hormigueo todavía en sus labios, la forma en que la gótica tomó su barbilla, y sus ojos al mirarse después del beso. Empezó a quitarse el traje para ponerse una camisa sin mangas de pijama. Al rato cayó en un profundo sueño.

En la mañana la castaña se puso una camisa azul obscura de manga corta con unos jeans entallados y sus botas cafés. Llego a JYPE como siempre con los chicos bailando o cantando en cada esquina, no tardo en encontrar a sus amigos.

──¡Hey chicos! ──saludó.

──Hola Tzu.──saludo Jihyo.──¿te enteraste?

──¿Qué pasó? ──preguntó la menor.

──Al parecer al final del baile, se quedaron los borrachos jugadores de fútbol.──no pudo evitar reír.──y al salir, sus coches estaban destrozados uno encima del otro.──tomo aire.──al parecer Jongin estaba tan enojado que empezó a patalear en el piso con furia.──enseñó en su celular era un vídeo del berrinche del pelirrojo.──el video ya es viral.

Ahora las dos reían "Al parecer a Jongin no le gusto mi regalo" pensó la morena sin parar de reír por su pequeña travesura. Entraron a la clase de Jinyoung era la única que todos los amigos compartían, se sentó entre Taehyung y Jihyo, adelante estaban Nayeon, Momo y Sana.

La japonesa sintió rápido la mirada de la castaña, volteando con desdén un instante permitiendo a sus miradas encontrarse, con el avellana y el marrón de ambas, volvió a voltear al frente, pero la mirada de la morena seguía pegada a ella: "estoy cayendo por sus ojos, pero ellos no me conocen todavía"

──Bueno chicos.──habló Jinyoung entrando por la ventana.──haremos equipos de cinco integrantes en este sobrero hay nombres con estos harán sus equipos.──sacó una nota de su singular gorro.──Nayeom, Momo, Jihyo, Taehyung y Sana están en un equipo

Luego de eso eligió a los demás equipos, Tzuyu quedó en otro con chicos que no conocía muy a fondo.

──Bueno hola chicos, mi nombre es Tzuyu.──saludó la castaña al ver a sus compañeros.

──Te conocemos.──habló una chica.──solo que generalmente nosotros no hablamos mucho.

──Oh bueno.──inquirio la morena.──terminemos esto.

Después de algunas horas Tzuyu y su equipo terminaron el trabajo, pero sus amigos no corrieron con tanta suerte pues entre pláticas, no era mucho el trabajo, ellos quedaron de verse al día siguiente era sábado y no había clases.

La japonesa evito todo lo posible a la castaña, simplemente ignorándola. El día pasó sin que se dijeran una palabra.

La pelinegra tendría que ir caminando a su casa, pues su papá tomó su carro, el de Ryuto estaba descompuesto, Tzuyu sabía eso así que tendría oportunidad de caminar con Sana hasta su casa, al menos ese instante, aunque ella no le hablara, no importaba, el estar cerca de ella, por un momento al menos.

──¡Sa...──iba gritar la castaña para llamar a Sana, pero vio que Momo se estaba ofreciendo a llevarla, esta aceptó, ambas subieron al coche de la mayor, la morena agacho la mirada, viendo como el auto se hacía más chico conforme avanzaba, suspiró, acomodó la mochila en su hombro y siguió el paso hasta su casa.

──¿Estás ignorando a Tzuyu? ──fue la repentina pregunta de Momo.

──¿Qué? ──exclamó Sana.

──Lo que digo, ni un insulto, ni una broma, ni un reproche, ni un golpe; la estás ignorando.──explicó Momo. ──¿por qué?

──No estoy ignorando a Chou.──contestó con desdén la menor.

──Deberias ser un poco honesta, Sana.──replicó la mayor con las cejas alzadas.──Vi tu cara cuando bailaba con Jennie.

──¿qué tenía mi cara? ──preguntó con molestia.

──Era esa cara, Sana... ya sabes... de ira, molestia, enojo, reproche.──habló Momo y agregó:── tal vez celos...

──¡Yo no estaba celosa! ──reclamó.

──Lo que tú digas.──dijo con rendición Hirai parando el carro frente a la casa Minatozaki.──de nuevo te digo... honestidad.

──No creas que lo sabes todo.──pronunció Sana abriendo la puerta para salirse.

──Tal vez lo sé.──inquirió el joven con una sonrisa.

La pelinegra azoto la puerta.

Al día siguiente Nayeon, Momo, Taehyung, Jihyo y Sana estaban en un café al fin terminando el trabajo de Jinyoung.

──Uff... eso ha sido mucho trabajo.──pronunció Nayeon estirando hacia arriba sus brazos.

──En estos momentos y con este calor ¿saben qué se me antoja? ──preguntó con gracia Jihyo.

──Un helado.──respondió la pelirroja con alegría.

──No rojita, la piscina de los Chou.──exclamó con gracia Park.

──Tienes razón.──dijo Taehyung.──¿vamos?

──Claro.──respondió Jihyo.

──O sea que ustedes van a casa de Tzu, así cómo así, ¿cuando quieren?.──preguntó con curiosidad Momo.

──¡Claro! para eso son los mejores amigos.──respondió el coreano.

──Entonces ¿vamos? ──inquirió Jihyo.

──Yay.──afirmó Nayeon.

──Súper.──exclamó Momo.

──No quiero ver la cara de Chou, pero tengo calor... voy por la alberca.──pronunció con desdén la japonesa, Momo volteó con ella para verla con reproche.

Entraron al coche de Momo, pasaron por la casa de todos a tomar trajes de baño y algunas golosinas para la tarde, no tardaron mucho en llegar a la granja Chou.

Jihyo tocó dos veces, pero la puerta abrió pues estaba medio abierta, con eso los chicos pasaron mirando la sala en busca de alguien.

──¿Mamá, dónde está el jamón? ──fue la voz que se escucho cerca la reconocieron era de Tzuyu.

Se escucharon los pasos en la madera del suelo, como se acercaba y al abrir una puerta se vio, llevaba el cabello castaño algo alborotado, no le quedaba mal de hecho le daba un toque rebelde, un pan colgando en su boca todavía sin morder, el litro de leche en mano el cual se da ver tomo de la misma botella, una camisa blanca de botones abierta en "v" mostrando un poco su pecho y sostén negro, estaba en bóxers cortos blancos y pegados, daba a ver la marca "calvinklein" con un bulto perfectamente visible en medio, estaba descalza, con esto se veía bastante sexy.

Con la mano desocupada tomó el pan que llevaba en boca.──ch..chicos ¿qué hacen aquí? ──preguntó tartamudeando un poco.

Todos seguían algo sorprendidos.──Vaya, vaya Tzuyu pero que bonito mini Tzu vemos ahí.──se escucho la voz de Taehyung.

──¡Taehyung! ──gritó Tzuyu y al parecer también Jihyo con reproche.

──¿Qué? ──preguntó indignado.──No me vas a decir que se ve que es un gran bulto el que tiene ahí.──comentó con descaro.──¡Ja! ¡Tzu la tiene mas grande que cualquier otro!

──¡Taehyung! ──otra vez reclamaron Tzuyu y Jihyo.

──¿Tzuyu, cuándo vienes a por mí? me puedes dar tod...──no terminó de decir siendo estampado contra la pared mas cercana de la casa por cierta japonesa.

Todos miraron incrédulos a Sana.──¡¿Qué?! ──preguntó esta tajante.──dile a este que se cierre la boca, si no quiere que lo desgarre con mis tijeras.──dijo viendo a Jihyo.

Esta asintió con la cabeza nerviosamente.──¡Taehyung! ──gritó corriendo a ver al coreano.

──Vayan adelantándose a la piscina.──habló Sana hacia todos.──Tú.──dijo viendo a Tzuyu quien la miraba inquieta.──Vamos, debes ponerte unos pantalones.──tomó la mano de la castaña subiendo las escaleras al cuarto de esta.

Llegaron al cuarto de la morena, esta puso la leche y su pan en el tocador, la japonesa veía el cuarto como un niño en un lugar nuevo, desde el negro de las sábanas, hasta los pósters de lucha, fútbol y baloncesto pegados en distintas partes de la pared, discos al lado de un reproductor, varios zapatos en el suelo y las sábanas destendidas era la señal de que no hacía mucho que había despertado.

──Disculpa el desorden.──habló la castaña.──no pensé que Jihyo y Taehyung llegarían a venir con todos.

──¿Ellos vienen seguido sin avisar? ──preguntó la pelinegra.

──Si, vienen casi todos los días un rato.──respondió la morena abriendo un cajón para buscar un traje de baño.──casi nunca de mañana, me sorprendí un poco.

──Entonces generalmente ¿duermes en bóxers? ──preguntó la mayor con una pequeña sonrisa traviesa.

──Em... sí...──respondió sonrojada Tzuyu, tomando al fin un traje de baño, era un short gris holgado y corto.── me pondré el traje de baño.

Luego de eso, la morena se metió al baño, Sana traía su bikini debajo de la ropa, aprovechó el momento a solas para quitarse la ropa y quedar en él. Al salir, la morena traía el short, con unas sandalias y una camisa blanca de manga corta y cuello en "V", sus ojos casi salen de su lugar al ver a la pelinegra con su bikini negro enmarcando su buen cuerpo, resaltando el blanco de su piel.

──¿Nos vamos? ──preguntó la japonesa con media sonrisa, sabiendo que la castaña estaba casi babeando, después de no obtener respuesta agregó:──Toma una foto, te durará más.

──L..lo siento.──pronunció con timidez la morena.──los chicos esperan.

Con eso bajaron, pasaron la cocina y despues un pasillo para llegar al patio donde estaba la piscina.──Hola chicos.──saludó la castaña.

──¡Hey Tzu! ──saludo alegre Jihyo que ya estaba en una esquina de la alberca con una soda.──lamento entrar sin permiso.

──no te preocupes.──aclaró la latina, tomando una soda de lata, abriéndola al instante para tomar un sorbo.──mi casa, es su casa.

Sana no perdió tiempo se metió rápido a la piscina.──agh que calor.──se quejó.

──Sí, lo mejor es estar adentro del agua.──exclamó Momo ésta, traía un top y short de cuadros rojo.

──¡Yay, la alberca! ──dijo con gracia Nayeon quien estaba adentro de un flotador en circulo con la forma de una jirafa.

──¡Hey Tzu, ya métete! ──gritó Taehyung que estaba con exceso de bloqueador en las mejillas.──el agua está tibia.

──Ya voy.──inquirió Tzuyu con una sonrisa quitándose la camisa para quedar en un top deportivo blanco y los shorts grises, resaltando su clavícula y abdomen marcado, seguido de esto con una "bola de cañón" salto a la piscina

──vaya Chou, que madura.──habló la japonesa quien no se había mojado el cabello.

──¡Oh sí, pues madurar es de frutas! ──exclamó la menor con ambas manos empujó agua hasta salpicar a la pelinegra.

──Estás muerta... Chou.──inquirió Sana que ahora tenia el cabello húmedo, empezó a agarrar más agua y la aventó a la castaña, seguido de eso saltó en su espalda.──tendrás que cargarme.

──No es problema.──dijo Tzu tomando a la pelinegra sin esfuerzo en la espalda.

Así todos los amigos se la pasaron bromeando en la piscina, desde peleas de agua, platicar, quien aguanta más debajo del agua, se empezaba hacer de noche.

──¡Bebé, ya llegué! ──fue el grito de la señora Chou antes de salir al patio.──¡Oh! hola chicos.

──Hola Yenling.──saludaron alegres Jihyo y Taehyung.

──Hola señora Chou.──saludó más formal Momo.

──No me digan así.──habló con gracia Yenling.──llámenme por mi nombre.

──Oh, claro.──dijo con simpatía Nayeon.──holis Yenling.

──mucho mejor, ¿gustan comer? ──preguntó y después agregó: ──traje pizza.

──usted es genial.──aclaró Taehyung mientras todos salían de la alberca.

Se sentaron en una mesa circular que había al lado de la piscina, la castaña tomó su camisa seca y se la puso para comer, después de eso, los chicos se marcharon a casa.

Al día siguiente en JYPE había un gran anuncio de cruz roja en la entrada, Sana se encontraba entregando galletas a los que donaban sangre, sorprendía pero en realidad a la japonesa le gustaba ayudar con caridad o voluntariado en hospitales.

──prometiste ayudarme, Momo.──habló la pelinegra irritada.

──Lo siento, pero no pensé tener visitas esta semana, sabes cómo son mis familiares al respecto.──inquirió Momo.──debo darles una buena impresión.

──Agh.──bufó Sana.──¿qué haré ahora?

──Puedo conseguirte alguien más, vamos no eres la única con ganas de ayudar.──dijo Momo con una sonrisa.

En eso y escuchando la conversación desde lejos, sale la castaña caminando por un lado de éstos, siendo tomada del brazo por Momo.

──Tzuyu.──la llamó una vez detuvo su paso.

──¿qué pasa? ──preguntó.

──¿Estarías dispuesta ayudar con las donaciones de sangre?, Sana estara contigo.──pronuncio la japonesa.──solo darás galletas y sostendrás algunas jeringas.

──Lo haré con gusto.──exclamó la menor.

Después de eso ambas ayudaron a las enfermeras que sacaban sangre, dando galletas, sosteniendo algunas jeringas, incluso convenciendo personas de donar.

──Vaya, una alma caritativa la tuya.──esa era la voz de Jennie.

La morena dio media vuelta para verla.──Hola Jennie.──saludó.

──Hola Tzuyu.──saludó con media sonrisa la coreana.──no apareciste de nuevo en el baile.

──Lo lamento, surgió algo y no pude regresar a tiempo.──pronunció la castaña.

──Está bien, entiendo.──dijo Jennie.──pero, para compensarme ¿te parece salir hoy en la tarde?

──¿Cómo? ──exclamo extrañada la morena.──es decir, pue...

──No puede.──era la voz tajante de la japonesa, con una ceja elevada con rudeza.──Chou quedó de ayudarme con el listado de los donantes.

──¿Quedé?

──Si Chou, quedaste.──inquirió firme la japonesa.

──Si, yo... yo quedé, si... eso.., la lista de donantes... Sana y yo... ayudarle... nosotras... eso.──era la voz nerviosa de Tzuyu.── Lo s..siento tengo compromiso esta tarde.

Sana la miró con cara de "¿en serio?"

──Bueno quedaremos otro día.──habló Jennie con voz desanimada.──otro día, sin otras molestias.──dijo esto mirando a la japonesa quien casi soltó humo por los oidos.──nos vemos.──se despidió guiñándole el ojo a la morena antes de marcharse.

La cara de Sana era un dilema, por un lado se veía el enojo hacia la coreana pero también había cierto reproche en como miraba a la menor.

──¿Entonces? ──preguntó la castaña.

──¡¿Qué?! ──gritó exaltada la japonesa.──ve, persíguela, ve como mueve exageradamente el trasero mientras camina alejándose de ti, si tanto quieres ve y ayudarla con el basurero que trae en los ojos cada vez que te ve.──ahora la morena estaba confundida, la pelinegra rechino los dientes y susurró.──Diablos...

Tzuyu aclaró su garganta para hablar.──me refería ¿a qué hora paso a tu casa? ──al no obtener más que una mirada de confusión, agregó: ──ya sabes dijiste que ocupabas ayuda para el listado de donantes.

──¡Oh, eso!.──exclamo la pelinegra.──a las ocho en mi casa, no te tardes.

──no lo haré.──afirmó la castaña con simpatía.

Luego de eso salieron de la escuela, la morena fue a su casa, la comida estaba lista, todos estaban en la mesa.

──Tzuyu ¿puedes ayudarme con el campo de maíz? ──preguntó Yicheng, a veces necesitaba de la ayuda de su hija, con ésta siempre terminaba en unos minutos, era más sencillo.

──Lo siento, papá, ¿puede ser mañana? ──se disculpó la morena.

──¿Tienes planes, bebé? ──preguntó Yenling.

──ayudaré a Sana con los donativos de sangre.──contestó la castaña.

──Otra vez con Maléfica.──inquirió con desden Yizhou.

──Que no es Maléfica.──reclamó Tzuyu.

──Hija, sabes que no puedes donar.──hablo el señor Chou con preocupacion.

──Lo sé papá, pero qué podía decirle.

──Que tienes problemas con las agujas, lo cual es cierto.──dijo Yenling.

──No solo miento, si no que me veo como una idiota.──habló la menor.

──Tzuyu, no puedo creer que vaya decir esto pero, creo que no siempre puedes ser honesta con las personas.──exclamó Yicheng tomando la mano de su hija en señal de apoyo.──es el precio que pagas, por tus habilidades.

──Voy hacer voluntaria.──inquirió la morena.

──Estoy segura que no es por el hecho de que Maléfica esté unida en todo esto.──dijo Yizhou con cierto tono de burla.

──Momo la dejó sin ayuda.──pronunció la castaña.

──Y tú decidiste ayudar.──esta vez habló Yenling con media sonrisa.

──Creo que tengo una oportunidad.──habló Tzuyu con un brillo en sus ojos marrones, su familia la miró con cariño y abrazo.

──Esa es mi hermanita.──dijo Yizhou con ternura despeinando el cabello castaño de la menor.

Después se fue a su habitación, se baño y se vistió con una camisa roja de manga larga, jeans azul marino con cinto blanco y mocasines cafés, corriendo llegó en cuestión de segundos.

Toco dos veces para se atendida por el señor Minatozaki.──Buenas noches, Ryuto.──saludó amable.

──Buenas noches, Tzu.──saludó el hombre con un apretón de manos.──Pasa.

──¿y Sana? ──preguntó.

──En un momento baja.──contestó Ryuto.──estaré revisando cosas de trabajo, pueden llamarme si necesitan algo.

──Claro.──afirmó la latina.

Cuando el señor Minatozaki se fue, no tardó mucho en bajar la pelinegra, con eso ambas checaron los papeles de todos los donantes, no paso mucho cuando terminaron, suspiraron con alivio. Un silencio se formó.

──y... ¿Tú no vas a donar sangre, Chou? ──preguntó la mayor.

Estaban sentadas en un sillón negro de piel, una a la par de la otra, Tzuyu tomó una bocanada de aire.──De hecho tengo que hacerte un confesión. ──suspiró.── tengo un problema con las agujas.──sus mejillas tomaron más color.── ...es algo vergonzoso.

──vaya, quién lo diría.──dijo la pelinegra.── eres una bebé Chou.

──Eso no es cierto.──reclamó con un puchero tierno la menor.

──¡Oh, claro que sí! ──ahora la japonesa saltó encima de la morena para hacerle cosquillas.

──¡No!.. cosquillas... no, no, no, no. ──la castaña casi lloraba de la risa.──para, vamos para, ¡para Sana!

Sana seguía con una sonrisa encima de Tzuyu, con sus manos en el abdomen de esta y con todo su peso sentada en la cadera de esta. La escena era linda, las dos sonreían, sin duda no era algo que se viera seguido, sin embargo... era encantador.

──Sana has visto mi videojue... ──era la voz de Riki bajando las escaleras a encontrarse la escena.──¿Sana?

Al parecer la japonesa y la castaña no captaban a Riki en el lugar, todavía no lo veían, ni se daban cuenta de su presencia.

"¿Sana?" ──se preguntó a sí mismo Riki.──"¿sonriendo?" ──el joven todavía no lo creía.── "¿nadie ha muerto?, ¿nueva película de terror?, ¿tijeras nuevas?" ──aclaró su mente. ──"no... nada de eso.. esto en definitiva.. es extraño..."

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