03
Una castaña caminaba impaciente por los pasillos de JYPE, esperando a que cierta pelinegra se hiciera presente "Sana conseguí estos boletos para «Libranos del mal» y se me ocurría si ya sabes tú y yo, podemos salir un rato, digo a ver la película, porque te gustan estas películas y... y.. ¡Oh Dios eso suena horrible!... Disculpa Sana me preguntaba si alguien tan linda como tú estaría libre hoy, para acompañarme al cine, es una de las películas que te gustan y espero... que... que ¡No tampoco suena bien!... Sana, tú... yo, cine... Libranos del mal... piénsalo... no, eso es pésimo"
En ese momento la japonesa entra por la puerta hacia el pasillo, algo malhumorada abre su casillero sacando algunos libros.
"Ok, solo dale el café, es un buen comienzo" pensaba Tzuyu acercándose a Sana con sigilo. ──Buenos días Sana. ──saludó.
──No sé qué tienen de buenos. ──gruñó la pelinegra.
──Vamos no puede irte tan mal, toma compré un poco de café extra esta mañana y pensé que si gustas uno.──habló Tzuyu extendiendo el vaso hasta Sana quien dudaba en tomarlo. ──Hirviendo y con dos de azúcar.
Ahora Sana no dudó y lo tomó "desde cuando Chou sabe cómo me gusta el café" se pregunto a sí misma.──Hay una tonta película, que quiero ver, pero el tonto señor de taquilla dijo que los boletos estaban agotados... veamos que tan agotados estarán cuando su coche este lleno de abejas. ──bufó ésta.
Tzuyu tomó una bocada de aire y pronunció. ──Qué tal si... en lugar de llevar a un pobre empleado al hospital... me acompañas a mí al cine.
──¿Por qué haría eso? ──preguntó arrogante la japonesa dando un sorbo del café deleitándose con el ardor en su garganta.
──Porque te lo pido.──pronunció la castaña, Sana arqueó una ceja.──Por favor.──insistió sacando los boletos del bolsillo de su pantalón, poniéndolos frente a la pelinegra.
──¿Cómo los conseguiste? ──preguntó asombrada la japonesa sin poder creerlo con la vista en los boletos.
──Digamos que... tengo contactos.──inquirió Tzuyu con una sonrisa.──¿entonces... me acompañas?
Sana la pensaba, después de unos segundos pronunció.──Esto no es una cita.──suspiró.──¿Lo entiendes, Chou?
──Lo entiendo.──afirmó la morena con simpatía.──¿entonces?
──Si, si tanto insistes iré.──bufó tomando un boleto de la mano de la castaña.──sigue sin ser una cita ¿entiendes?
──Claro.──afirmó.──esto no es una cita.
La pelinegra rodó los ojos.
──Paso a tu casa a las 7 ¿te parece? ──pregunto Tzuyu.
──Nos vamos en mi carro.──inquirió la mayor.──sigo sin creerme que no tengas licencia.──se burló.
──Oh vamos eres mi vecina.──bufó la castaña cruzándose de brazos.──no es malo ir a pie.
──como digas.──contestó simple Sana.──de mi casa nos vamos al cine
──Por supuesto.──dijo en una sonrisa la morena.
Después de eso las horas pasaron rápido, los chicos después de almorzar se fueron a un aula, era para materiales de obras, pero la mayoría del tiempo estaba solo, Tzuyu dijo que había algo importante que ocupaba decir, que ocupaba ser en privado, se les ocurrió ese lugar todos estaban sentados en unos banquillos en forma de circulo, a excepción de la castaña quien caminaba dando vueltas nerviosa.
──Vamos Tzu ¿que nos quieres decir? ──preguntó Jihyo.
──No puede ser grave, no estés nerviosa.──habló Taehyung.──a menos que hayas matado a alguien, ahí si fuga ¡no quiero ir a la cárcel! ──inquirió exaltado.
Ambas lo miraron con reproche.
──¿Qué? Es la verdad.──contestó este.
──No he matado ha nadie.──dijo Tzuyu intentando reír.──Chicos... yo no soy como las demás chicas...
──Si eso lo sabemos Tzu, tu eres gay.──dijo Momo.
──No.. no me refiero a eso.──habló negando con la cabeza.──miren cuando nací, nací...
──¡Habla de una vez Chou! ──gritó Sana quien se veía algo ansiosa por el asunto.
──Nací intersexual.──soltó de una la castaña, todos la miraron con un signo de pregunta en la frente.──Es decir con los dos sexos, con pechos pero con un órgano sexual de hombre... me definí como niña pero soy intersexual... ¿entienden?
Pasaron unos segundos de silencio.──Uff enserio pensé que habías matado a alguien.──dijo con alivio Taehyung.
──¿Qué?──habló Tzuyu ──¿no te sorprende?
──No de hecho, Taehyung y yo lo sospechamos varias veces, no nos importó mucho, no le vemos el problema.──inquirió Jihyo con una sonrisa.──vamos chica no hay problema.
──Si Tzu, te aceptamos como eres.──comentó Taehyung con simpatía.
La castaña vio a sus amigos que no habían hablado.
──No le veo problema.──dijo Momo subiendo los hombros.──Tzuyu sigue siendo Tzuyu.
──¡Yay! ──animó Nayeon.──todos te queremos Tzu, ¿aunque te puedo hacer una pregunta?
──Si, qué pasa Nay.──afirmó la morena.
──Esto.. ¿cuando.. cuando haces pipi... lo haces parada o sentada? ──preguntó con un tono dulce la pelirroja.
──¡Qué preguntas Nayeon! Es obvio que parada.──inquirió Taehyung.
──Podría hacerlo sentada.──habló Momo.
──oh... podría hacerlo de ambas maneras.──dijo Jihyo.
Se armó un debate y todos voltearon a mirar a la castaña en busca de respuestas.
La morena sintió ardor en su cara.──... pa..parada.──contestó
──¡Já! lo sabía.──dijo Taehyung con ego.
──¿entonces todo bien? ──pronunció Tzuyu viendo a la única persona que no había hablado desde que dijo su condición.──¿Sana?
──¡¿Qué?!.──inquirió Sana a las miradas de todos.──mira Chou con pene o sin él, sigues siendo igual de molesta, no me importa.──habló cruzándose de brazos.
La castaña no suprimió la gran sonrisa después de las palabras de la japonesa, sabía que para la pelinegra decir eso, era un "no te preocupes, tu secreto está a salvo".
Al rato de eso salieron de clases, la castaña estaba mas que feliz ya la habían aceptado con su condición, ella no podía sentirse mas feliz, caminaba con desdén hasta su casa, unas calles antes de llegar vio algo peculiar parecía un vidrio, un cristal verde, con curiosidad Tzuyu se acerco a él, pero al momento de querer tomarlo y al acercar su mano se volvió pálida, se notaban sus venas y de repente se sentía mareada, mejor se alejo, al momento su mano tomó color y la fuerza vino a ella de nuevo, esa piedra era algo nuevo, prefirió no tomarle más importancia y caminó hasta su casa.
──¡Ya llegué! ──anunció la morena pasando por la puerta principal.
──a nadie le importa.──esa era la voz de Yizhou.
──que chistosa Yizhou.──dijo con reproche la castaña.
──¿Y? ──ahora era la voz de la señora Chou.── ¿conseguiste esa cita?
──No iremos como cita, pero supongo que es algo.──habló Tzuyu recostándose en el sillón.──Pasaré a su casa a las siete.
──Bueno bebé... eso suena a cita.──comentó Yenling acariciando la cabeza de la menor.──Ya verás... nadie es capaz de resistirse a un Chou.
──Si... pero ella es diferente.──dijo en un suspiro la morena.
Mientras en la casa Minatozaki; "Por qué diablos acepté una cita, y por qué de pronto me es lindo que Chou me consiga un café, cálmate Sana, esto... solo es por.. porque.. todavía estoy algo impactada por la noticia de que Chou tiene un pene... ¡sí, es eso! Es solo curiosidad, ya pasará..."
En la granja Chou después de ayudar a su papá con unos trabajos, Tzuyu fue al granero desde ahí con su telescopio lograba mirar la casa Minatozaki, viéndola un rato y en señal de que nada pasaba fue a casa, se metió a duchar el agua fría recorría todo su cuerpo, era refrescante para despejar la mente, no había parado de pensar en cierta japonesa todo el día, eso no ayudaba en nada más que sentir duro a su amigo, giró la cabeza de lado a lado para de nuevo despejar la mente.
Después de pensarlo un rato, se puso una camisa beige con cuello en "v", con una chaqueta blanca, unos pantalones cortos beige con cinto café, de zapatos unos mocasines cafés, su cabello castaño caía en orbes a sus costados, el color de la ropa resaltaba el marrón de sus ojos.
Bajó las escaleras a las 6:30 para encontrarse a los tres integrantes de su familia sonriéndole.──¿Qué pasa? ──preguntó con simpatía.
──¡Dios te ves tan guapa mi bebé! ──habló Yenling dando un gran abrazo a la castaña.
──gracias mamá.──respondió Tzuyu correspondiendo el abrazo.──No hagan mucho drama... es decir, ni siquiera es una cita.
──vamos tu puedes conquistarla hermanita.──comentó Yizhou.
──Como tú digas Yizhou.──pronunció Tzuyu abriendo la puerta para irse.
──Ve a por ella tigre.──inquirió Yicheng dando una palmada en la espalda de la castaña.
Con eso la morena salio de la casa "Dios, esta familia" pensó con gracia, no caminó mucho hasta topar con la casa de los Minatozaki, con nervios acercó su mano a la puerta, la retiró y acercó varias veces, tomó un poco de aire y tocó tres veces seguidas, esperó.
Pasó un instante cuando se escuchó la manija girar, frente a ella un hombre con traje, de tez blanca y ojos oscuros el cual supuso padre de la japonesa.
──Buenas tardes señor Minatozaki.──saludó con gentileza.
──¿Tzuyu? ──preguntó el señor.
──Esa misma, puede llamarme Tzu.──pronunció con encanto.
──Mucho gusto conocerte.──saludó el hombre extendiendo la mano, la castaña la tomó y las estrecharon en un saludo.──No me llames señor me siento viejo, puedes decirme Ryuto, Tzu.
──Claro señor... digo Ryuto.
──¡Papá has visto mi pelota de fútbol! ──era el grito de un niño mas o menos de unos 14 años su piel era pálida y el cabello negro, en este caso su ojos eran marrones.──¡Hola!.──saludó.
──¡Hola! ──saludó la castaña.
──Soy el hermano de Sana.──pronunció este.──Me llamo Riki ¿y tú eres?
──Soy Tzuyu, Chou Tzuyu.──contestó.──pero me puedes decir Tzu, así me dicen mis amigos.
──Oh eres la famosa Chou.──habló Riki con expresión de asombro.
──¿si pasa algo? ──pronunció con temor la morena.
──No nada.. ──dijo el joven Riki subiendo los hombros.──Solo que... no te ves tan molesta.
Bueno eso fue algo raro, los segundos pasaron, se escucha alguien bajando los escalones, era Sana, llevaba el cabello suelto, una blusa sin mangas negra, con una falda del mismo color, al contraste con su piel se veía muy bien. La latina no podía despegar la mirada de esos ojos avellana que tanto le gustaban.
──La quiero antes de las once.──pronunció el señor Minatozaki.
──bueno ¿nos vamos o qué? ──preguntó la japonesa.
──S..Si, lo siento.──tartamudeó la castaña.──un gusto Ryuto, lo mismo para ti Riki si te gusta el fútbol espero algun día juguemos un partido.──se despidió con gracia.
Salieron de la casa Minatozaki caminando hacia el auto negro de la pelinegra.
──Te ves muy bien.──halagó la castaña con cierto tono atractivo, abriendo la puerta del conductor para la mayor.
──Lo sé, Chou.──respondió Sana metiéndose al coche, después de que la castaña subiera, lo encendió y manejó camino al cine.
Llegaron al cine, el lugar estaba lleno de parejas, lo que a Sana le incomodaba un poco, Tzuyu... Tzuyu ni lo notaba, ella estaba algo perdida viendo a su acompañante, pasaron al lugar donde vendían las golosinas.
La japonesa se dedico a mirar el gran póster sobre la película que iban a ver, se puso a leer como por quinta vez la sinopsis, en realidad le gustaban las películas de terror, cuando se dio cuenta que su acompañante no estaba a su lado se asustó, por un instante lamentó no prestarle nada de atención, entre gente veía para distinguir una cabellera castaña pero no la encontraba.
──Sana.──fue el llamado que le produjo alivio, al voltear a sus espaldas vio a la castaña con una charola grande donde venían palomitas, dos refrescos, y otras golosinas.──perdón vi que estabas entretenida y fui a comprar algunas cosas para la función.
──está bien... a la próxima avisame Chou.──pronunció la japonesa con cierto tono de preocupación.──¿cuánto planeas comer, Chou? ──dijo en tono burlón.
──Oh... ¡esto!... no, en realidad... es para ti.──contestó y sintió sus mejillas calientes.──digo... para las dos si quieres... compré estos chocolates... creo que son tus favoritos.
"Todo esto... por mí" fue el pensamiento de Sana, a pesar de haber salido con varios chicos, el detalle de la menor la tomó por sorpresa, la calidez en sus palabras, el cariño con el que la mira, y los detalles al saber lo que le gusta "¿que estoy pensando? No me puede gustar Chou" ──Sí, son mis favoritos g..gracias.──fue lo que dijo.
Al instante se felicitó a sí misma por decirlo pues una gran sonrisa se extendió en la cara de la castaña, como si hubiera ganado el premio más grande o la fortuna mas grande, por un simple gracias.──Vamos, la película está por comenzar.──inquirió la morena.
Pasaron a la sala obscura, donde tomaron asiento casi al final, viendo los anuncios del principio la menor se veía algo nerviosa, sus manos temblaban.
La película comenzó, los primeros gritos, Tzuyu se veía algo pálida, cosa que la japonesa notó, temblaba y con su mano casi arrancaba el porta-vasos "Por qué vendría si no le gustan este tipo de películas" se preguntó a sí misma Sana viendo como un los ojos de la latina reflejaban terror y como si de un pequeño click en la cabeza de la mayor se tratara pensó: "Por ti..."
Al instante la japonesa quito el porta-vasos que la separaba de la castaña cosa que a ésta le sorprendió un poco. ──¿estás bien, Chou? ──preguntó con preocupación la pelinegra.
Tzuyu tragó saliva audiblemente.──S..si l..lo estoy. ──pronunció entrecortadamente, pero en su cara se veía todavía el miedo.
──Vamos Chou, es solo una película.──susurró Sana pasando un brazo por la espalda de la morena, apegando la cabeza de esta a su pecho, con su mano frotaba dulcemente el brazo de la castaña, quien de la nada se sintió mejor.
En esa posición pasaron toda la película, sin hablar seguían en esa burbuja de comodidad que se creo en la sala, caminando juntas, llegaron hasta el coche, donde Sana se estacionó en lo que parecía una pequeña playa, ambas bajaron.
──Qué lindo lugar.──pronunció la morena.
──Si, aquí vengo cuando quiero pensar... es relajante. ──dijo Sana sentándose en la arena casi blanca, la castaña la imitó.
La brisa de la marea era refrescante, Tzuyu empezó a notar como Sana frotaba sus brazos en busca de calor, con eso tomó el borde de su chaqueta y se la saco, con delicadeza la puso en los hombros de la pelinegra.
──N..No era necesario.──reprochó la mayor.
──No importa.──declaró la morena con una sonrisa.
──¿Sabes? ──pronunció Sana.──Si no te gustan ese tipo películas, me hubieras dicho.
──No.──negó la castaña.──¿y perderme la oportunidad de salir contigo? No lo creo.──suspiró y volteó a ver los ojos avellana que tanto le gustaban, tomándose el tiempo de perderse en ellos.──Se que esto no es una cita... pero al menos déjame decirte... ──tomó la mano de la japonesa, acariciándola con su pulgar, vio sus nudillos con determinación, se acercó y planto un beso en ellos.──Te ves muy hermosa esta noche... todas las noches.
El mundo de Sana se detuvo.
El ver a la castaña viéndola de tal manera, tomando su mano con tanto cariño, embriagándose con su esencia, y al mirarla el brillo en sus ojos marrones.
──Chou.──la llamó, y a pesar de sentir que su corazón iba colapsar de tanto latir, pronunció.──eres... eres una tonta.──con eso dicho se recostó en lo suave de la arena.
Tzuyu hizo lo mismo, de fondo el sonido de las olas, una acostada a la par de la otra, el cielo negro con un infinito de estrellas, que solo hacían la noche mas bonita.
──¿Te gusta correr en la arena? ──preguntó la menor.
──¿que? ──dijo con confusión la japonesa.
──Sí, correr.──afirmó Tzuyu.──cuando era chica, era bastante divertido, el sentir como tus pies se hunden en la arena y esta se mete entre tus dedos, es divertido.
Seguido de eso la castaña se paró y quitó los mocasines, dando una pequeña caminata descalza, no tardó mucho y Sana se le unió e hizo lo mismo, entre bromas y risas se perseguían o corrían juntas, sus voces resonaban en lo vacío de la playa, después de correr un poco mas, terminaron de nuevo acostadas en la arena, pero esta vez mas unidas, era un abrazo y ambas sonreían, solamente el momento era real, pero al mismo tiempo era bastante mágico.
──Bueno creo que es hora de irnos.──habló la castaña.──si no tendré problemas con tu papá.
Sana rodó los ojos.──¿en serio quieres darle una buena impresión a mi padre?
──Sí, si quiero.──respondió con una sonrisa la morena poniéndose sus mocasines.
Llegaron a la casa Minatozaki y las dos bajaron del coche. Sana subió los escalones para entrar a su casa.
──Sana.──la castaña llamó.
La mayor volteó con curiosidad.──¿qué? ──preguntó.
──Gracias... ──pronunció Tzuyu con una de sus mejores sonrisas.── ..muchas gracias, por acompañarme.
Sana no lo resistió mas, como un instinto bajo los tres escalones de la entrada de su casa, camino hacia la castaña y dio un corto beso en su mejilla.──Hasta mañana, Chou.──con eso corrió y se metió a su hogar.
Tzuyu todavía no se lo creía "¡me besó!, ella me besó, bueno fue en la mejilla, pero ¡fue un beso!... ¡Punto para Tzuyu!" pensaba tocando con delicadeza el área donde fue el beso, sentía tanta emoción que dio un salto de alegría.──¡Si! ──gritó saltando unos 15 metros arriba, corriendo veloz y saltando encima de un poste que debido a la fuerza cayó.──Ups... lo siento mucho... ──pronunció intentando ponerlo de nuevo pero no lo consiguió, mejor lo dejó en el suelo, eso no quitó su alegría volvió a correr por los campos de maíz, hasta llegar a su casa.
──Ya volví.──habló cuando entró en su casa.
Sus padres veían una pelicula en la sala.──¿que tal te ha ido? ──preguntó con curiosidad Yenling.
──Ha estado estupendo, ella es... es muy linda.──habló con cierto tono de enamorada.
──Vaya, parece que alguien le fue bien.──inquirió su padre.
Mientras tanto en un bar del pueblo, se encontraban los algo engreídos jugadores de fútbol, entre ellos su capitán.
──¡Salud! ──gritó el capitán levantando una copa con alcohol, con ello todos lo hicieron.──¡Por que ya tenemos a nuestro próximo espantapájaros!
Todos reían, el olor a sudor y alcohol impregnaba ese lugar, jugadores de fútbol en este caso... no son mis favoritos.
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