Cap 4:El Espantapajaros y El Baile
Empezando el día en la granja de los Garzon,Poche bajaba las escaleras de la casa, llevaba una camisa roja a cuadros, unos jeans claros de mezclilla y botas, salio de la casa para saludar a su madre, sorprendiéndose un poco al ver una camioneta roja, con un moño azul pegado enfrente, parecía nueva.
-Buenos días mama.-saludo la latina.-¿Y esto?.-pregunto.
-Es un regalo de Sebastian Villalobos.-pronuncio Martha dándole un sobre a su hija.
Poche sonrió al instante, lo abrió y leyó "Querida Poche, conduce con cuidado, siempre estaré en deuda, el maníaco del carro azul".
-No puedo creerlo.-dijo con asombro mirando la camioneta.-¿Y las llaves?.
-Tu padre las tiene.-respondió Martha.-Esta en el granero
Con eso la castaña corrió a el, encontró a su padre triturando maíz en una maquina, traía puestas unas orejeras para el ruido, al instante se las quito al ver a su hija, caminando hacia el.
-Se cuanto la deseabas hija.-inquirió su padre.-Pero no la aceptes.
-¿Porque no?.-pregunto la morena.-Es decir, salve su vida.
-Y crees que mereces un premio.-hablo de nuevo Juan Carlos.
-No me refiero a eso.
-¿Sabes quien es el padre de Sebastian Villalobos?.-pregunto el señor Garzon.-Es el señor Lionel Villalobos, recuerdas a Frank o Paul los que nos vendían calabazas, los que trabajaban con nosotros, pues Villalobos los atrajo con sus regalos costosos, compro sus propiedades... y se olvido de ellos.
-Y ¿planeas culpar a su hijo por ello?.-hablo irónica la latina.
-Solo quiero que te des una idea, de donde vino el dinero de esa camioneta.-contesto Juan Carlos, la peliazul dio media vuelta para salir del granero.
-Poche se que estas enojada.-hablo el señor Garzon antes de que saliera.-Hija es normal.
Poche tira la mochila al suelo.
-¿Normal?.-pregunto su tono de voz era de áspero, camino hacia el demoledor de paja y lo encendió. -Que te parece esto ¡¿es normal?!.- metió la mitad del brazo en el.
-¡No!.-rápido su padre jalo de ella hacia atrás, sacando su brazo de la maquina, viendo la manga de la camisa roja destrozada, pero su brazo estaba bien, ni un solo rasguño.
-No me lance a sacar el auto de Sebastian, me arrollo a 100 kilómetros por hora.-dijo Maria Jose exasperada.-Eso te parece normal.-suspiro.-Yo daría todo por ser normal...
Juan Carlos ante esto pronuncio.
-Es momento...
-¿Momento de que?.-pregunto la morena
-De la verdad.-inquirió el señor Garzon.-Quiero que veas una cosa.-con esto ambos se encaminaron arriba del granero donde estaba el telescopio de la latina, JuanCa saco un trapo gris, lo abrió lentamente hasta mostrar un cuadro metálico con inscritos bastante peculiares.-Creo que esto es de tus padres... de tus padres verdaderos.
-¿Que dice?.-pregunto la morena.
-He intentado descifrarlo, pero no es ningún lenguaje conocido para el hombre.-respondió el mayor
Garzon.
-¿A que te refieres?.
-Tus verdaderos padres, no eran de algún lugar cercano aquí.
-¿En donde viven?.-inquirió la latina.
Juan Carlos miro a la ventana, observando lo azul del cielo detenidamente, Poche lo observo y de nuevo a su telescopio.
-¿Que tratas de decirme?.-pregunto en un suspiro la morena.-¿Que soy de otro planeta?.
En ese instante Juan Carlos la miro, la morena sonrió y dijo irónicamente.
-¿Y supongo que mi nave espacial esta en el ático?.
-Mm... algo así esta en el garaje del sótano.-pronuncio el señor Garzon.
Poco después en silencio se encaminaron a el, después de pasar por las polvorientas escaleras, se diviso un bulto con una manta también llena de tierra, al quitarla estaba una capsula de metal, en la que encontró JuanCa a su hija...
-En esto entraste al mundo hija, el día de la lluvia de meteoros.
-Es broma ¿verdad?.-inquirio la latina con cierta angustia en el rostro.-¡Porque no me lo dijiste antes!.-reclamo.
-Queríamos protegerte.
-¡¿Protegerme de que?!.-pregunto exaltada.-Debiste de habérmelo dicho.-pronuncio.
Con esto dicho Poche salio corriendo a una super velocidad, después de todo llego tarde a Misi., tocaba historia del arte y ella estaba perdida en sus pensamientos:
"tal vez... no debí ser tan dura, es decir nadie se traga de una... que es de otro planeta, es decir -oye me contaron que eres de otro planeta.- -¡aah, si... así es!.- -bueeeno, en fin...vamos por un trago ¿o que?.- ... en definitiva, no pasa, pero igual creo que lo mejor seria hablar con el ".
En el almuerzo los chicos la notaron algo distraída, pero se veía tan sumergida en sus pensamientos que prefirieron no preguntarle nada todavía, con esto llego la salida una castaña algo distraída caminaba unos metros fuera de Misi.
-Majo.-alguien la llamo.
Al voltearse reconoció a Carolina.
-Ey.. hola.-saludo con simpatía.-¿Te pintaste el cabello?.-pregunto.
-No, es mi cabello natural me lo había teñido temporalmente para una obra.-dijo Caro con una sonrisa provocante, su cabello era castaño claro y era lacio, combinaba con el fino de su rostro.-¿Te gusta?.-pregunto.
Poche durante un momento se quedo sin palabras.
-Si, te queda lindo.-contesto con gracia.
Lo que estas dos no sabían es que alguien escuchaba atenta y bastante disgustada la platica, ¿necesidad de decir nombre?, creo que no.
-Te quería decir... ya vez esta noche es el baile y se que no es muy común, pero aquí todos son bastante abiertos... y... me preguntaba si...-no pudo continuar Caro siendo interrumpida.
-¡GARZON!.-era cierta castaña que salia de su escondite para tomar a la peliazul de la muñeca jalándola hasta el cuarto del conserje.
-Daniela me escuchas.-era la morena que al parecer se quejo en todo el transcurso forzado al almacén de objetos para limpieza.-¿Que pasa?.-pregunto con cierta timidez.
Calle no encontraba que decir, en realidad ni ella misma planeo eso, solo fue un impulso.
-Sobre la no cita... no paso.-hablo.
-¿Que?.
-Ya me escuchaste, la "no cita", ninguna palabra a nadie, ni siquiera a esos dos mosqueteros que siempre van contigo.-pronuncio la castaña con desdén.
-Entiendo...-el tono de la latina era evidentemente decepcionado.-Pero... con una condición.
-¿Que?.-ahora la ojicafe era la confundida.
-Lo que escuchaste,-repitió la morena con confianza.-Iremos al baile.
-¿Como pareja?.-pregunto con falsa irritación la castaña.
-Solo si tu quieres.-respondió con una sonrisa atractiva la peliazul.
-Olvídalo Garzon.-respondió Calle intentando no perder su actitud ante el encanto de la latina.
-Pasa por mi a las siete, y... NO vamos como pareja.-aclaro.
-Como tu digas.-inquirió la morena con cierta alegría.
Después de eso ambas tomaron su rumbo, Calle ocupaba entregar un trabajo en la aula superior, mientras que Poche ya salia de Misi, camino a su casa. No dio ni unos 10 pasos cuando alguien la tomo del hombro haciendo que girara.
- ...Felicidades Maria Jose, seras el espantapájaros de este año...-fueron las palabras del castaño.
-¡No te metas conmigo!.-hablo dura la peliazul quitándose la mano de Mario Ruiz del hombro.
-Vamos.-susurro el capitán de equipo.-¡Pelea!.-dijo ahora con mas rudeza empujando a la latina haciendo que esta diera unos pasos hacia atrás, Mario paso su chaqueta por sus brazos para quitarla
Poche con el ceño fruncido y el coraje que tenia, llevo un puño al pecho del joven pegando con un collar bastante singular que traía este, era un pequeño cristal verde parecido al que vio el día anterior, solo que este estaba puesto como un accesorio en su cuello, esto la debilito dando oportunidad al castaño de tomarla de la camisa y tirarla al suelo, su cabeza se estrello en el pavimento con violencia, no basto pues se arrodillo de nuevo a tomarla por la blusa.
-¡Que hay entre tu y Carolina!.-pronuncio con firmeza y enojo.
-Nada.-respondió Poche todavía algo mareada.
Mario la sacudió con crueldad, la peliazul miraba detenidamente el extraño collar del chico.
-¿Que? ¡te gusta el collar!.-dijo con burla el capitan.-¡Ten!.-se lo arranco y posiciono en el cuello de la morena, que al contacto con este su cuello reacciono mostrando unas cuantas venas de esfuerzo. -¡Sera un pequeño recuerdo, para que no te metas de nuevo conmigo!.
Con esto el capitán y su equipo, arrastraron y subieron a la castaña en un camioneta azul marino, a lo lejos un muchacho pálido con unas orejas marcadas y pelo anaranjado veía atento la escena.
-Venganza...-fue un susurro que salio de sus azulados labios.
Por otro lado Calle había entregado sin problemas el trabajo pendiente con el profesor, en su cabeza seguía dando vueltas el como iría al baile con la persona que odiaba, pero al escuchar unos murmullos se congelo.
-Pobre... no tienen piedad.-hablaba un muchacho regordete.
-si, pero al menos no fuimos nosotros.-hablo Botonet un nerd con lentes y cabello verde. -Ser el espantapájaros debe ser todo un trauma.
Calle se acerco a los muchachos.
-¡Oigan!.-hablo.
-¡Si!.-respondieron ambos con cierto nerviosismo.
-¿Ya eligieron al nuevo espantapájaros?.-pregunto con su entrecejo levemente fruncido la ojicafe.
-S..si... se lo acaban de llevar.-contesto Botonet.
-¿Y?.-dijo con simpleza, al no obtener respuesta.-Idiotas... ¡¿QUIEN ERA?!.
Ambos nerds se sobresaltaron.
-N..no lo sabemos muy bien.. era mujer..mm.. peliazul... llevaba jeans y camisa roja.-contesto el friki robusto.
-Diablos...-fue lo único que dijo la castaña para dirigirse a su coche.
Mientras los jugadores de fútbol pasaron al campo de maíz en su camioneta, después de varios golpes a la peliazul, quitaron su camisa bruscamente dejándola en un top negro deportivo, Mario tomo un frasco de pintura marcando una "S" con color rojo en todo su pecho, procedió a quitar los pantalones, todos reían, la morena veía todo borroso y aguantaba el dolor que le daba el extraño collar.
-Pero miren esto.-dijo el castaño al quitar el pantalón con crueldad.-Aparte de lesbiana... fenómeno.-veia con asco a la latina que estaba arrodillada ya sin sus jeans mostrando unos boxers verdes a cuadros obviamente marcando su parte masculina.
Entre las risas sin sentido de los jugadores, tomaron con rudeza a Poche de los brazos colgándola en una cruz, con cuerdas en manos y piernas para que no se soltara, al poco tiempo todos subieron en la camioneta y la dejaron ahí.
No contaban con la castaña que iba buscando en los campos de maíz, después de una hora encontró el correcto, Poche estaba sudando en frió pues ya era de noche, en su ceja ahora cortada corría sangre de un puñetazo fuerte que le propino un jugador fornido, en la "S" tenia varias gotas de sudor que la recorrían todo su abdomen marcado, al exhalar su aliento hacia algo de humo y estaba completamente pálida. La rara cadena estaba sofocándola, se sentía débil..
-Garzon...-alcanzo a escuchar, no podía creerlo Calle estaba ahí.-Por Dios... esos idiotas pagaran...-susurro la castaña quitando las cuerdas que ataban a la latina, con eso esta cayo siendo atrapada por Calle, con todo el ajetreo el extraño collar se desplomo al suelo.
Al instante la peliazul sintio como su fuerza regresaba.
-Estoy bien, Calle.-pronuncio.
-Te llevare a un medico.-hablo la ojicafe viendo la cortada en la ceja que tenia la latina.
-No es necesario.-respondió la morena.-Solo.. ocupo algo de ropa, no quiero llegar así a casa.
-Vamos a mi casa.-mas que pregunta, afirmo Calle llevando en brazos a latina hasta su carro.
-No ocupas cargarme.-hablo avergonzada Poche.
-Solo calla, Garzon.-inquirió Calle apretando mas a la castaña contra su cuerpo, así llegaron al auto de la castaña, donde ambas subieron, rápido se dirigieron a la casa Calle.
Llegaron a ella.
-Mi padre no esta, y mi hermano salio con alguno de sus amigos.
Con eso bajaron del coche, la morena corrió en cuanto Calle abrió la puerta, se metió para que nadie la viera casi desnuda, ya dentro de la casa, se encontraban en la sala, ahora Calle presto mas atención a su compañera, su cabello castaño caía sobre sus hombros, su torso al descubierto mostrando lo marcado de su abdomen, y unos boxers a cuadros verdes, por fin comprobando que el secreto de la latina era cierto.
-Vaya por fin conozco a Pochesito.-inquirió con cierto tono burlo la castaña mirando la entrepierna de la castaña.
A Poche le tomo un instante comprender, pero al momento que lo hizo sus mejillas se tornaron rojizas.
-¡Calle!.-reclamo intentando cubrirse con sus manos.
Daniela rio con malicia.
-¿Que?.-pregunto con inocencia.- Iré por algo de ropa, creo que te queda la de mi hermano.-con eso la ojicafe subió las escaleras, después de un instante bajo.-Toma, puedes usar el baño que esta aquí abajo.-dijo la castaña entregando una bolsa y apuntando una puerta de la izquierda.-Ahí también te deje unos boxers.-hablo refiriendose a la bolsa. La peliazul la miro dudosa. Calle rodó los ojos. - ...Son nuevos.
-¡Oh! gracias.-dijo la ojiverde con una sonrisa amable, viendo adentro de la bolsa, se quedo impresionada al ver ropa elegante.-No ocupas darme algo tan... fino
-¿Que?.-inquirió con desdén la castaña.- Planeabas ir con shorts y sandalias al baile.
Poche no se esperaba eso, pensó que la ojicafe en realidad se había olvidado.
-No, es decir.. muchas gracias.-su sonrisa no podía ser mas grande camino hacia el baño.
Se baño, en la bolsa venia un perfume con olor exquisito "Bleu Chanel" se roció con el, se puso los boxers, de vestimenta eran unos pantalones negros entallados, unos zapatos de piel de igual color, camisa blanca con manga larga y botones, el cuello abierto en "V" dejando ver la clavícula de su cuello, un saco negro al ultimo de la manga se notaba lo blanco de la camisa, un bolsillo en el lado del corazón, dejo el saco abierto de modo rebelde, sus ojos aceituna resaltaban con el brillo de su risa.
Camino hasta la sala a esperar a su pareja, pasaron unos quince minutos y escucho el resonar de tacón bajando escaleras, volteo la cabeza para ver a cierta ojicafe.
Se quedo sin habla.
Ante ella estaba la castaña, con un vestido negro pegado al cuerpo, un escote dejando ver su escultural figura, tacones de aguja blancos, sus labios rosa carmesí y sobre todo el deslumbre de sus ojos avellana.
-Entonces ¿cuando vas a cerrar la boca?.-se burlo la castaña.
-q..Que, es decir lo lamento.-hablo nerviosa la latina, carraspeo un poco dejando entrar aire a sus pulmones.-Te ves preciosa.-ahora ofreció un brazo hacia Calle junto con una galante sonrisa.-¿Nos vamos?.-propuso.
-Pensé que empezarías a babear.-dijo gracia la castaña tomándose del brazo de la peliazul, caminaron hasta el coche, y subieron.
El camino fue tranquilo, escuchando la radio o platicando de cosas sin importancia, llegaron al baile, bajaron del auto y de nuevo Daniela tomo el brazo de la morena, con elegancia caminaron hasta la entrada donde varios chicos con cámaras tomaron fotos, Maria Jose paso su brazo por la cintura de la ojicafe para estas, probablemente serian para el periódico escolar, después de esto pasaron al salón, donde la música resonaba por todo el lugar, no tardaron en encontrar a sus amigos.
-¡Ey Pitufo!.-fue el saludo ruidoso de Laura y Juan Pablo, Laura vestía un vestido Negro a cambio de JuanPa un traje gris.
-¡Hola!.-saludo Pau con un propio vestido rosa.
-Que hay chicas.-ahora era Valeria con un vestido blanco.
-Hola chicos.-saludo Poche con una encantadora sonrisa.
-Hola.-saludo cortante Calle.
-¿Vienen juntas?.-pregunto con emoción la pequeña y dulce rubia.
-Si.-
-No.-
-No entiendo.-dijo con un puchero Pau.
-Venimos juntas pero no como pareja.-explico algo decaída la peliazul.
-¡Ohhh..! que mal.-inquirió esta.
-Bueno no se ustedes pero ¡yo vine a bailar!.-hablo Valeria con simpatía.
Pasaron a la pista de baile, las luces neón iluminaban al ritmo de la música, el DJ tenia buen gusto, algunos bebían en los típicos vasos rojos, otros simplemente bailaban hasta sudar.
-Majo.-pronuncio Caro llamando la atención de la latina.
Todos estaban en un circulo, como pasa en la mayoría de fiestas,Carolina con un movimiento seductor paso al centro, tomando la manga de la morena jalándola con ella al mismo, los chicos decían el típico "ea, ea". Caro tomo Poche de la camisa moviendola con ella a un ritmo cautivador, haciendo a los chicos silbar de excitación.
-Te ves muy guapa.-susurro Caro en el oído de la latina.
-Tu también, te ves linda.-alago la peliazul, y era verdad la coqueta chica tenia un vestido rojo con abertura en la espalda, accesorios dorados al igual que sus tacones, le quedaba increíble.
La morena distinguió a Mario a unos metros, se miraba molesto.
-¿Me disculpas un momento?.-inquirió Maria Jose.
-Claro, pero te estaré esperando.-pronuncio Caro separándose de la latina después de guiñarle el ojo.
La ojiverde camino veloz hacia la salida trasera, pero no encontró al castaño, suspiro con pesadez, y decidió dar una pequeña caminata para tranquilizar un poco su ira, dio unos pasos y se encontró con un chico delgado, abriendo el control de incendios del salón donde era el baile.
-Oye ¿que haces?.-pregunto la latina.
-Venganza.-murmuro el muchacho, la morena con su oído desarrollado alcanzo a escuchar, cerro con prisa los interruptores.
-¡Pero que diabl...-inquirió con molestia el chico.- ¡Espera! No eres la chica... la nueva espantapájaros.-dijo sorprendido.-¡¿Como llegaste aquí?!.
-Eso no importa.-hablo Maria Jose.-¡¿Porque haces esto?!.
-No lo entiendes, yo quede en coma durante 16 años, porque los chicos de fútbol me utilizaron de espantapájaros, porque no me pude mover cuando ese meteorito me cayo encima.-dijo con la voz entrecortada.-Solo quiero venganza...
-No tiene caso que lo hagas.-pronuncio firme Poche.-Estos chicos no son los que te dañaron...
-Pero ya mate a los que me hicieron daño, pensé que con eso, esta estúpida tradición terminaría, ...por lo visto nunca cambian...
-No le harás daño a mis amigos.-inquirió dura la latina.
-Esas personas no son tus amigos.-hablo el palido chico.-Los rociadores les darán un baño.-rio falsamente.- Y digamos que... yo haré el resto.-con esto puso su mano en un poste mostrando como de su mano corría electricidad haciendo que este estallara.
-¡Ellos no te hicieron daño!.-exclamo la ojiverde.
-Pero no lo hago por mi...-soltó el chico.-Lo hago por ti, por los que son como nosotros.
-Entiendo tu sufrimiento, pero no fue culpa de ellos, que te cayera un meteoro ese día.-dijo Poche.- Y que quedaras en coma, tampoco es su culpa.
-Yo no estoy sufriendo, estoy bien ¡tengo un don, un propósito y un destino!.-exclamo el joven con una sonrisa malvada volteándose de nuevo.
La latina al instante con velocidad, lo encaro.
-Igual que yo..-pronuncio.
El joven pálido tomo a la peliazul de los hombros haciendo salir luces azules de sus manos para electrocutarla, esta rechino los dientes ante el dolor, tomo al chico y lo aventó unos metros encima de una camioneta rompiendo el vidrio de esta.
-Ya basta.-dijo la latina.
-Ellos tendrán la venganza de Javier Ramirez... ¡mi venganza!.-grito el chico puso su mano en la camioneta para prenderla, se subió a ella con rapidez, y acelero para arrollar a Poche, quien se tomo del porche haciendo que se hundiera, así hasta que pegaron con una pared que se rompió con el impacto.
La camioneta quedo atorada, y una tubería rota empezó a llenar de agua el piso, con la electricidad paso a toda la camioneta, empujando a Poche por el aire a una pared cercana, Javier quedo dentro del carro cuando una brillante luz blanca se apodero de esta. Unos minutos después la morena jalo el auto y arranco la puerta, para ayudar al muchacho.
Lo tomo del hombro con suavidad.
-¿Estas bien?.-pregunto.
Ahora la ira y enojo que tenían los ojos grises del joven, se vieron remplazados por confusión y susto.
-¿Quien eres tu? ¿como llegue aquí?.-eran preguntas de Javier.
-Me llamo Maria Jose, estas en Kansas.-pronuncio con una sonrisa ayudando al muchacho a salir de la camioneta.
-Quiero irme a casa...-susurro Javier.
Camila llevo a Javier hasta un taxi y le dio algo de dinero, el muchacho seguía algo desorientado pero podría llegar a casa, ahora ella estaba preocupada había estado ausente del baile como por dos horas.
Llego a este, y casi todos se habían ido a casa, pero si vio a los jugadores de fútbol, algo ebrios y otros fumando, se reían por cosas sin sentido y algunos tenían dos muchachas a sus lados... la peliazul camino hasta el estacionamiento viendo los autos de estos decidió darles un regalo...después de eso y al ver que sus amigos se habían ido, decidió marchar a la suya, con increíble velocidad llego en unos segundos, no quiso entrar a casa mejor paso al granero un rato a ver las estrellas por su telescopio.
No se dio cuenta en que momento su padre había entrado, ambos se miraron unos instantes.
-Tu abuelo me dio ese telescopio cuando tenia tu edad.-pronuncio con nostalgia Juan Carlos. -¿Te encuentras bien?.-pregunto.
Poche volteo a mirarlo.
-Te lo contesto en cinco años.
El señor Garzon sonrió y dio media vuelta para bajar las escaleras.
-Papa.-lo llamo la peliazul y el volteo su vista a ella.-Me alegra que mama y tu fueran los que me encontraron.
Alejandro negó con la cabeza.
-Nosotros no te encontramos hija.-sonrió.-Tu nos encontraste.
Ahora ambos sonreían con cariño, poco después su padre salio dejándola sola. Poche volvió su vista al telescopio ahora buscando la casa Calle.
-Te fuiste del baile, Garzon.-fue la voz que sobresalto a la latina.
-Calle... ¿que haces aquí?.
-Pensé que estarías con la idiota de Caro.-dijo con fingida indiferencia la castaña.-Solo quería burlarme de ti, por no saber ligar.
-¿Quien dice que no lo se?.-pregunto con gracia la peliazul.
-Yo lo digo.-inquirió Daniela.
-Entonces dices que jamas ¿saldrías con alguien como yo?.-dijo con cierto tono juguetón la morena sin percatarse que a cada instante ambas se acercaban mas.
-Exactamente.-pronuncio la castaña tomando la barbilla de la ojiverde, tocando con su pulgar el borde de su boca, que se entreabrió al contacto, se miraron con profundidad, de cerca, y mas cerca, sus ojos se agrandan, se acercan, y sus alientos mezclándose entre si, sus labios se encuentran... y luchan tibiamente, una batalla entre dos, las manos de la castaña buscan hundirse en el cabello peliazul, acariciar lentamente la profundidad de su pelo, y con pequeños mordiscos con un dolor dulce, tomándose el tiempo de separarse y volver a empezar, con el silencio del granero el sonido de sus labios se hacia mas fuerte al separarse y juntarse, el sabor de café y chocolate, juntarles era exquisito, poco a poco se alejaron, siguen con sus ojos cerrados. En el mismo momento los abrieron para mirarse.
Continuara...
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