Cap 15: Tornado parte 1
(...) <~~ Significa cambio de escenario o lugar
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En un escrito de negocios, recostado en una silla reclinable estaba Sebastian Villalobos, tomando paciente un buen vino del 83. El sonido de su zapato resonando contra el piso era lo unico que se podia escuchar, hasta que un joven entro en la habitación.
-¿Quería verme, joven Villalobos?
Era un señor unas arrugas ya adornaban su cara, el cabello negro pero unas canas sobresalían de el, delgado y portaba un gran saco con su respectiva corbata.
-Si.. Abel, es un placer tenerte por aquí. Por favor, toma asiento.
-Oh, es usted muy amable.
El hombre procedió a sentarse en una cómoda silla de frente al joven.
-Dicen por ahí, que eres el mejor reportero de todo este pequeño pueblo. ¿Eso es cierto?. Sabes las noticias al instante y eres bueno para... conseguirlas.
-No quiero presumir, pero eso es cierto. Nada pasa desapercibido para mi y en este lugar hay demasiado por donde ver.
«-Poche... ¿como pudiste subirnos?
- No lo se, adrenalina creo. »
-Quiero ofrecerte un trabajo.
-Siempre es un placer trabajar para usted joven Sebastian.
-Es bueno escuchar eso, es algo sencillo. Quiero saber todo sobre la familia Garzon, antecedentes, antiguas viviendas, si es necesario hasta el perro que se les murió. Quiero saberlo todo. Pero sobre cualquier cosa... investiga a la menor, Maria Jose Garzon. Su comportamiento, sus relaciones, amigos, su novia, que hace y cuando, cualquier cosa fuera de lo normal, lo quiero saber.
-¿Puedo.. preguntar el porqué?
-No, no puedes. Yo te pago, tú sigues mis ordenes. ¿Entendido?.
-Lo comprendo, en cuanto la cantidad sea considerable.
-Tenlo por seguro. Haz bien tu trabajo, y te daré lo que quieres.
...
Sus lentas y suaves respiraciones, era el unico sonido en la habitación de la castaña, no fue por planearlo pero se habían quedado dormidas, despues del acto. Era una imagen bastante encantadora. La latina recostada, ya con su pantalón medio puesto, la castaña se recargaba en su pecho usándolo como almohada, ambas parecían cómodas.
-Dani... ¡Daniela ya llegue! ¿Donde están mamá y papá?- era la voz de Johann entrando con desdén al cuarto -¡Ja... ¿Calle?.
El chico las vio con la cabeza ladeada aun procesando lo que veía. Y como si sintieran la mirada, las chicas comenzaron a despertar, soltando bufidos de reproche en el proceso.
-Enano.. ¿Que haces aquí?- reclamo la castaña sin quitarse de su posición, dandole entender a la morena que no se moviera.
-Lamento interrumpir tu linda siesta, pero ¿donde están nuestros padres?- con comodidad se sentó en la cama al lado de las chicas -Vaya.. viéndolas asi, tu cama parece bastante cómoda.
-Calla.- bufo la mayor Calle ante el comentario de su hermano -Están entregando las invitaciones para la boda del tío Will.
El chico bufo con aburrimiento, vestía una camisa verde y unos jeans de mezclilla, tallo su cabello con pereza para girar su mirada a Poche.
-¿Quieres jugar mi nueva versión de Call of Duty?.
-¡¿Enserio?!- chillo la morena sentándose de un salto tal cual niña pequeña -¡Ya lo tienes! ¡¿como lo conseguiste?!.
-Ya ves.. contactos.- presumió Johann con una sonrisa despeinando el cabello de la peliazul -¿Lo jugamos?.
-¡Si!... es decir, solo si Ca...- miraba a su novia con suplica en los ojos.
-Esta bien par de frikis, vamos- acepto en un suspiro la castaña.
Ambos chicos festejaron chocando cinco, pero el menor Calle salio para conectar la consola en su cuarto, mientras la pareja seguía en el cuarto de la mayor.
-Amor.
-¿Si?.
-Abróchate el pantalón.
Salieron del cuarto, con Calle portando una sonrisa burlona y Poche mas bien un gesto de reproche. Entraron al cuarto del chico, y se sentaron frente a la televisión de plasma.
-Calle ¿Q-Que haces?- pregunto nerviosa la latina al sentir como su novia se acomodaba en su regazo.
-Me siento.
-P-Per..
-¡Vamos, Poche ya empezó!- inquirió con gracia Johann restando importancia a lo que pasaba justo a su lado.
-Vamos juega, Garzon- ronroneo la castaña con simpatía.
La peliazul trago saliva y paso sus brazos por la cintura de su novia, para asi tomar el control y poder jugar. Todo se veía mas confuso si sentia el aliento de Calle en su cuello. Podía hacer temblar todo su cuerpo, sin siquiera tocarlo.
Pasaron unos minutos asi, jugando vídeojuegos pero se hacia tarde y el sol comenzaba a esconderse, Poche se despidió de Johann con un simple choque de puños y de Calle con su respectivo y tranquilo beso.
...
Fue una coincidencia encontrarse a Velentina caminando a unos metros de ella, iba con audífonos y parecía distraída, todo parecía ir bien... no por mucho.
Logro escuchar muy por lo lejos gritos de auxilio, era un mujer y su voz sonaba rasposa por el pánico, se distorsionaba cada grito. El carro azul pasaba por su derecha, sin control alguno, solo el rostro de miedo en la señora era suficiente para saber que eso no era intencional.
Pero, su hermana estaba solo un poco adelante y no tenia idea del carro que iba a una velocidad increible en su dirección, la joven toco el claxon del auto varias veces, sin embargo Valentina no daba señales de escuchar.
-¡AAAAAAAAAAAAAAAAH ¡AAAAAAAAAAH!
Poche no lo soporto, tiro su mochila en algún punto del suelo y corrió directo hasta el auto, si lo tomaba desde atrás la señora saldría disparada hacia adelante, eso le traería fracturas, seria peligroso, al notar el detalle que no portaba un cinturón.
La latina hizo lo mas razonable, paro a su hermana de su caminata sujetándola en un brazo mientras con el otro detuvo el porche del carro azul que se estampo en su dirección, un ruido sordo se escucho seguramente la delantera del carro achatándose. Después de esto la sorpresa estaba impresa en el rostro de Valentina que solo hasta en ese instante sus audífonos habían caído. La peliazul se limito a quitar su mano del vehículo viendo la marca que había dejado en el, pero eso no era lo importante. Bajo a su hermana de su brazo, y camino hasta la puerta del conductor viendo por la ventana a una señora de unos 32 años, su cabello negro corto y ondulado, no había gran daño un pequeño corte en su frente y estaba inconsciente, dejando eso de lado iba estar bien. Abrió la puerta con fuerza, estaba atascada tuvo que romperla, la saco con sumo cuidado recostándola en una parte segura. Llamo a la ambulancia dando los datos necesarios, cuando todo estaba listo, tomo a su hermana en brazos y salio del lugar hacia su casa.
...
Entre los arbustos sin verse mucho, estaba un hombre de saco con una grabadora en mano presenciando todo, sus ojos ampliados con asombro. Era Abel, quien quería trabajar lo mas rápido posible para conseguir su paga, pero esto era algo tan grande... lo llevaría mas allá de todo lo que pudo imaginar.
...
Era sábado, día de la gran fiesta-reunión de Valeria, el día no era el mejor, las nubes habían salido cubriendo el cielo por completo cubriéndolo de gris. El viento era muy fuerte, y en las noticias pronosticaban un tornado para el día siguiente, pero eso no iba suspender nada de sus planes, todos estaban mas que listos.
En la casa Garzon todo estaba muy bien, reían al ver a la mayor de las hermanas correr de un lado a otro en busca de un buen vestido.
-Hija, insisto te veras bien con cualquiera.- hablo cariñoso Juan Carlos que tomaba café.
-Eso dices porque eres mi papá.- bufo con fastidio Vale.
La familia volvió a reír.
-Bebé, es hora de que empieces a cambiarte- inquirió la señora Garzon viendo a su hija menor -Te compre un traje de lo mas elegante- suspiro llevando sus manos a los hombros de la nombrada -Vamos.
Con mirada de auxilio Poche miro a su papá quien se echo a reír subiendo los hombros, despues de todo él tendría que ayudar a Vale y eso, era mil veces más dificil.
La peliazul corrió a bañarse mientras su madre alistaba lo demás en su cuarto, su cuerpo se relajo al sentir el agua tibia por su cuerpo, imaginándose cuan hermosa se vería hoy su novia. Salio de la ducha cubierta en dos toallas, y aun portando esa sonrisa soñadora en el rostro.
Llego a su habitación, viendo a su mamá sentada en uno de sus sillones de piel, en la cama se encontraba el traje que ella misma le había traído.
-Lo lleve con una costurera para que lo adecuara a tu figura.
-Me gusta.- confeso la latina.
Procedió a cambiarse, le quedaba justo a su talla. Era encantador, unos pantalones negros, con zapatos de piel blancos, el saco y la camisa eran de igual color. Se aplico perfume dulce y acomodo su cabello dejando que cayera ondulado. Su mirada era voraz y alegre, en definitiva ese traje le sentaba bien.
-Ahora...- hablo Martha sacando una corbata negra y pasándola por el cuello de su hija -Algún día deberías aprender a hacer tus corbatas.
-Pero, no uso trajes tan seguido, no lo considero necesario.
-Esa actitud, eres tan parecida a tu padre. Por algo yo continuo haciendo sus corbatas.- afirmo con cierto toque de reproche.
-Por eso te ama... y yo tambien.- aclaro divertida la menor.
-Te ves increible, bebé.
Ambas sonrieron. Caminaron los escalones para bajar a la sala donde Juan Carlos acomodaba el tacón de Valentina, era una escena bastante tierna.
-¿Ya estas lista, bebé grande?- pregunto simpática Martha.
-¡Si!- afirmo Vale con entusiasmo dando una vuelta -¿Como me veo?.
-Guapa hermanita- exclamo Poche.
-Tú te ves encantadora, hermanita bebé.
-Júntense para una foto- esa fue Martha que saco su celular del bolsillo tracero del pantalón que usaba.
Las hermanas se acercaron, abrazándose mientras sonreían, cabe destacar el pequeño detalle que Poche se paro de puntitas para alcanzar a su hermana, la señora Martha queriendo recordar el momento tomo foto completa, seria un recuerdo genuino.
Se despidieron con un beso y un abrazo de sus padres para salir de la casa, tomarían la camioneta de la menor, y recogerían a Calle en el camino.
...
-Dind Dong-
Fue el sonido que hizo el timbre de la casa Calle, Valentina prefirió esperar en la camioneta con los tacones que llevaba seria doloroso subir escaleras, fue el pensamiento de la latina.
Sintiendo un poco apretada su corbata intentaba jalarla un poco, en lo que la puerta se abrio.
«¡Woah!»
Es lo unico que alcanzo a pensar, Calle traía un vestido azul marino de manga larga, sus largas piernas se veían en todo su esplendor, un collar con una pequeña piedra turquesa en el cuello, tacones negros y rizos en el cabello negro, con unos mechones de colores. El azul de sus ojos no podia verse mejor, en ellos un brillo coqueto y seductor.
-¿Problemas con tu corbata?- hablo o ronroneo a los oídos de la peliazul.
-¡¿Eh?!- salio de su trance para percatarse de la situación. -Em... si, esta un poco apretada.
-Entonces...-hablo la castaña pasando sus manos al cuello de la mas baja, quitando sin batalla la corbata. -Ten.
-Am... yo, yo no se ponerla.- aclaro con un poco de vergüenza rascando su nuca.
-Dilo antes, Garzon.- hablo riendo la castaña mientras ponía la prenda con delicadeza -¿Quien te la puso?... ¿Tu mamá?.
-Si respondo que si, te vas a reír.
-Me crees tan malvada eso no es ci-, bueno tal vez un poco.- confeso soltando una risita.
-¿Como aprendiste a hacerla tú?- pregunto curiosa la morena.
-Johann, cuando era pequeño yo se la ponía, pero bueno ahora se la pone sin problema. Aunque ponértela a ti, no me molestaría... tanto.- admitió con un pequeño rubor en sus mejillas mientras sonreía.
La peliazul no evitar sonrojarse al punto máximo, verla sonreír era aun mas bello. En el interior de la casa se escucho un pequeño grito.
-¡Maria Jose, no regresen tarde!.
Si, nada mas ni menos que el señor German.
-Cariño calma, deja que se diviertan.
Esa era Mafe sin duda alguna, era una linda pareja un esposo gruñón y una esposa dulce. Complementándose entre si.
-¿Nos vamos?- pregunto con media sonrisa la morena.
-Ah, quería hablarte de eso. Johanm quiere ir asi que ambos iremos en mi carro, tambien pasare por Pau. Ademas Laura y Juan Pablo me dijeron que si ¿podías llevarlos?.
-Osea, que iremos separadas.
-Solo en los carros, nos encontraremos en casa de Valeria- pronuncio con ternura la castaña plantando un beso en los labios de su pareja -¿Si?.
-Bueno, nos vemos. Cuídate en el camino.
-¿Podrían dejar de ser tan cursis cuando estoy aquí?- fue la burlona voz de Johann parándose en medio de las chicas, traía un traje gris con corbata roja, le quedaba muy bien.
-Cállate enano.- Bufo Calle dandole un zape.
-Me dice enano y... su novia es mas baja que yo.- murmuro el menor Calle.
-¡Johann!- reprocho la morena.
-Ademas solo son dos centímetros los que me faltan para pasar tu altura- siguió quejándose Johann mientras caminaba al carro negro de su hermana -No es nada contra ti, Poche- grito abriendo la puerta desde la lejanía -Tú eres adorable.
-Lo voy a matar.- susurro Calle mientras caminaba a su carro.
Poche exhalo con una sonrisa en el rostro, camino hasta su camioneta ahora tenia que recoger a sus dos amigos, mientras su hermana se quejaba por no llegar todavía al lugar.
Laura llevaba un escandaloso vestido rojo, combinaba con su personalidad. Mientras Juan Pablo llevaba un traje azul.
...
Llegaron a la casa de Valeria, el lugar era una locura, si bien todos estaban vestidos propios y elegantes, su actitud era completamente distinta. El olor alcohol y tabaco predominaba, podías ver a chicos besándose por cada rincón del lugar.
La música sonaba por toda la cuadra, mientras los colores fosforescentes por el DJ llenaban la casa. Valeria los saludo a todos, con el vestido café que tenia puesto tenia a tres chicas por un lado y otras por el otro. Tenia una sonrisa de modelo en la cara y pues... era la dueña de la fiesta por lo tanto, la celebridad de ese momento.
Poche no tardo mucho y comienzo a buscar a su novia. Había demasiada gente todas pegadas entre si, a la morena esto le resultaba un poco incomodo prefería lugares mas abiertos, demasiadas platicas, sonidos, chillidos, veía como todo pasaba en cámara lenta por sus lados percibiendo asi, cada risa del lugar.
No paso mucho, cuando sintió como varias chicas se hacían espacio a su lado, la tomaban por sus hombros recargando demasiado su pecho hacia ella. El sonido de la música de antro y las risitas de las jóvenes era los que mas resonaba.
-Oye ¿quieres bailar un rato?- pregunto una de las chicas cual noto estaba en un claro estado de ebriedad.
-¿Eres nueva por aquí?.
-Cierto... no te vemos mucho en la escuela, ¿porque te ocultas, guapa?.
Empezaban a sofocarla un poco, no quería ser grosera eran unas jóvenes lindas, pero en definitiva ninguna era su novia, no quería ser brusca y aventarlas a todas.
-Yo... no participo mucho en obras, no me gusta llamar mucho la atención.- intento responder tranquila pero suficientemente fuerte para que le escucharan.
Una rubia con sonrisa, bastante indescifrable le tomo un brazo y lo masajeo.
-Vaya... ¿vas en el equipo de fútbol?.
-Em... no.- contesto.
-Con estos brazos, es un desperdicio... Vaya pero si eres todo un misterio.
Reían demasiado cerca para el gusto de la latina intentaba alejarse pero en ese punto su espalda ya pegaba contra una pared. Trago saliva, pensando como zafarse de ahí.
-Si no están informadas, zorras.- fue la penetrante voz que se escucho asiéndose espacio destellaba mientras caminaba era Calle, la tomo con brusquedad de la corbata jalándola hacia arriba para unir sus labios, un beso fiero y reclamado... sabia tan exquisito, al terminarlo sentia como le mordían el labio inferior como el toque final -Es mi novia. Salgan de aquí, si quieren vivir mañana.
No falto decir más las chicas corrieron como en maratón, pero la castaña no soltaba su agarre de la corbata.
-Gracias... Em.. yo te estaba buscando.
-Eres muy despistada, Garzon.- reclamo la castaña jalando un poco mas la prenda hasta estar a centímetros de ella -Debería ponerte un cartel o algo. Propiedad de Daniela Calle, eso me gusta.
-No soy un objeto, amor.- reclamo divertida la latina.
-Pero eres mía.- volvió a acercar la corbata para unir sus labios, en un beso mas pacifico y tierno.
-¿Bailamos?.
...
La pista de baile era la sala de la casa, la mayoría se encontraba ahí pero Calle y Poche lograron hacerse un poco de espacio en el centro, las luces estaban por toda la habitación. La música zumbaba en sus oídos, y sus risas no podían ser mas grandes. La latina tomaba la cintura de su novia con cuidado y amable, mientras bailaban siguiendo la sinfonía. La castaña se dedicaba a jugar con sus manos en el rostro de su pareja, sus mejillas, su nariz, sus cejas, su cabello... todo tan adorable. Se besaban constantemente, sin darse cuenta estaban siendo el centro de atención, pero no era lo que mas les importaba, ese momento era tan unico. Mientras sus cuerpos se dejaban llevar, entre mimos y caricias, como cualquier pareja... enamorada.
Paso una canción un poco mas lenta, con ese distinguido toque seductor e inquietante. La castaña no lo desaprovecho, se volteo para pasar las manos de su novia, para como que la abrazara por la espalda. Pero esa no era su intención, meneo su trasero sugerente en la parte intima de la peliazul. Y no era por nada, pero Calle tenia uno de los mejores traseros, si no que el mejor. Su sonrisa era sensual y coqueta, mientras veía para atrás la reacción nerviosa de la morena. Pero aunque sus mejillas estuvieran cubiertas de rojo siguió el juego, apretó el abrazo doblando un poco a la castaña quien soltó una risita amorosa. Su olor era de otro mundo, aun estando rodeada de el humo de cigarrillo podia inhalar el mango y menta de todo su cuerpo, simplemente la castaña lo desprendía, como algo de ella.
Algo cansadas caminaron hasta la cocina por algo de beber. Esa área estaba casi vacía pues las cervezas estaban en el patio, tomaron unas latas de refresco del refrigerador para calmar un poco sus respiraciones agitadas.
-Calle..
-¿Si?
-Te quiero.
-Y yo a ti, Garzon.
Se sonrieron, en ese pequeño instante perfecto. Pasaron unos segundos para que entrara Laura y Calle, el menor Calle parecía enfermo, estaba un poco pálido.
-Dani- hablo la pelinegra sujetando a Johann del hombro -Tu hermano se siente un poco mal, creo que tiene un resfriado.
-En la mañana estornudabas mucho, enano.- pronuncio Calle con un semblante preocupado -Te llevare a casa.
-Me perderé la fiesta del año- se quejo.
-Ey, habrá muchas fiestas pero solo uno como tú.- fue la voz comprensiva y amable de Poche.
-Opino lo mismo- agrego Laura
...
Estaban afuera de la casa, Laura, Poche, Calle y Johann. Planeaban irse en el carro negro de la castaña, eran tan solo las once y media.
-Eh..Eh.. Pitufo ocupas quedarte.
-¡¿Que?! ¿Porque, Laura?
-Lo siento, pero ocupamos ayuda con la gente que empieza a caerse, quitar los objetos que puedan ser peligrosos... se lo prometimos a Valeria.
-Pero no tardaremos mucho.
Cuando Laura iba hablar Calle interrumpió.
-No te preocupes, Garzon. Lo dejo rápido y me vengo. Solo son unos minutos.
-Pero puede ser.. es de noche y... yo... el viento es muy fuerte...
-No pasara nada. Si siento que el clima es muy peligroso, te llamo y vas por mi. ¿Si?.
-¿Lo prometes?.
-Lo prometo.
...
Mientras en la granja Garzon, un señor extraño llego a la casa llevaba un gran saco, los señores de la casa lo hicieron pasar, con el clima que había nadie podia estar afuera.
-Buenas noches, señores Garzon. Lamento molestarlos tan tarde.
-¿Lo conozco?- pregunto extrañado Juan Carlos.
-No, permitirme presentarme. Soy Abel, soy reportero de la ciudad.
-¿Porque viene con nosotros?
-¿Se encuentra su hija menor en casa?
-No, ella y su hermana están en una fiesta.- respondió Martha con confusión,
-Oh, sera mejor venir otro día.
Cuando el misterioso hombre se dio vuelta tropezó con el escalón de la entrada, dejando caer un portafolio que traía con él. Se abrio con el impacto mostrando unas imágenes, y una cámara.
El señor Garzon se agacho para ayudar al hombre, pero fijándose en las fotos eran de su hija... su hija parando un carro con solo una mano.
-Usted...
-Si, lo se todo.
...
La fiesta siguió su ritmo normal, en realidad la ayuda de la latina si fue necesaria, cargaron a varios chicos que se habían dormido en medio pasillo, quitaron los cuchillos de la lacena por si algún borracho tenia algo en mente. Pero, lo mas raro en todo fue el clima.
Tuvieron que meterse todos, pues algunas sillas de afuera empezaban a volar, los chicos asustados se les bajo el alcohol, la música termino, todos se sentaron en la sala hablando entre ellos. Mientras los estruendos de cosas resonaban por las paredes de la casa.
La peliazul caminaba en círculos por el medio de la sala, la televisión solo daba interferencia y de vez en cuando podían verse las noticias.
Por fin se vio la televisión mostrando a un joven nervioso, en el set de las noticias.
-El tor-tornado llego antes de lo previsto. En este momento esta por la calle Bigston y Ladway. Avisamos a todo el poblado que se mantenga seguro en casa, por favor eviten estrictamente el uso de vehículos... son los primeros en irse.
...
De nuevo en la casa granja Garzon, Martha tenia los ojos cristalinos y Juan Carlos pánico en su mirada, el hombre se veía ansioso de poder.
-Quería agradecer a su hija, despues de que todo mundo veas esto... nada volverá a ser como antes.
-No, usted no lo hará.
-Se da cuenta de que es lo que estamos viendo verdad... ¡Es la noticia del año! ¡Del siglo! ¡De la vida!
-No destruirá mi familia- gruño con enojo Juan Carlos.
-¡¿Familia?! ¡Ella ni siquiera puede ser de este planeta!... ¡Mírela!.
-¡Es mi hija!- aclaro el señor Garzon destruyendo las fotos con sus manos pero no alcanzo a tomar la cámara cuando Abel la tomo -¡Démela! ¡Nadie debe ver eso!.
-¡Todos deben verlo!.
El reportero salio corriendo de la casa, aun con el fuerte viento iba en dirección hasta el monte seguido por un furioso Juan Carlos.
«No destruirá mi familia. »
...
En la fiesta de Valeria, la morena tenia los ojos abiertos con miedo... esas calles eran el camino por el que Calle tenia que volver a la fiesta. Ella iba pasar por ahí, en su carro. Sin hacer caso a los gritos y suplicas abrio la puerta de entrada, saliendo por ella.
-¡POCHE, NO PUEDES IR POR ELLA!.
-¡¿QUE HACES, POCHE?!.
-¡NO PUEDES HACER NADA!.
-¡POCHE, VUELVE ADENTRO!.
Sin escucharlos mas cerro la puerta asegurándose de que ellos estuvieran seguros se quito el saco aventandolo al suelo, de un tirón arranco su corbata. En su rostro su mirada era de determinación y.. miedo.
Comenzó a correr, correr como nunca lo había echo, sin permitirse parar un instante. Solo tenia un destino y ese estaba en; Calle.
En no dejarla morir.
En salvarla.
«Tengo que llegar. »
Continuara...
Superraputamadre
Creo que ya saben lo que dire, ¿no?
Bueno igual lo dire
Puto el que no vote
Buenas noches,dias, tardes yo que se cuidense xdxd
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