Resguardando el trozo de piel recuperado dentro de su puño cerrado, Superman volaba a gran velocidad sobre el océano congelado, en dirección fija e invariable. Le tomo pocos minutos recorrer cientos de kilómetros de hielo inhabitado para poder llegar a su destino, una enorme estructura de cristal erigida sobre el blanco suelo, un refugio solitario, la fortaleza de la soledad.

Al llegar descendió frente a la gran puerta blanca, agachándose para recoger una pequeña llave del suelo, levantando esta sin dificultad para abrir la extrañamente común cerradura del lugar. Es ridículo diría cualquiera que viera la escena, hasta que se dieran cuenta de que la llave pesa más de 200 toneladas. Y aún así, al entrar un escáner se activo. 

-Individuo reconocido, bienvenido Kal-El- dijo una femenina y sintética voz. Clark sonrió al ingresar, viendo las estatuas de sus padres biológicos. 

Las contemplo un momento antes de proseguir por el pasillo que se encontraba entre ambos monumentos. Caminando sin prisa llego a una gran habitación, donde entre otras cosas, se encontraba una gran computadora compuesta de cristales sobre una mesa también de cristal. 

Llego hasta la computadora, depositando el trozo de piel a un lado para así comenzar a trabajar, oprimiendo los cristales, que tomaban el lugar de teclas, para dar al aparato instrucciones de lo que necesitaba. 

-¿Qué haces Kal?- 

Un pequeño androide dorado se acerco levitando hasta el área de trabajo, realizando un rápido análisis en el cuerpo de Superman y después sobre la piel que el kryptoniano tomo tras la batalla en Metrópolis. 

-Hola Kelex, hoy enfrente a un monstruo extraño pero no se de donde apareció y las cosas con los militares están tensas, no quisieron decirme nada, así que traje un poco de piel que tome de la criatura para examinarla, creo que tal vez sea extraterrestre- 

-Eso no es extraterrestre, es piel humana- dijo el pequeño robot. 

-¿Humana?-

-Si, mi análisis preliminar no muestra rastros del gen x, por lo que seguramente el cambio fue provocado por un meta-gen. Si quieres puedes entregarme la pieza, te avisare lo que descubra- ofreció el androide, extendiendo su mecánico brazo para que Superman le entregara la muestra, cosa que hizo. 

-Muchas gracias Kelex, en ese caso creo que regresare a Metrópolis, podrían necesitar mi ayuda para la reconstrucción- 

-Te deseo suerte con eso- menciono el robot como despedida mientras usaba distintas herramientas para un estudio más profundo al trozo de piel. Superman sonrío, bien sabía lo mucho que su robótico amigo disfrutaba realizar labores de investigación. 

De vuelta en Metrópolis, una atractiva reportera se alejaba de un pequeño grupo de militares, justo en el momento en el que el camión que contenía a la criatura arrancaba para marcharse. La mujer estaba frustrada y esto lo noto un joven chico pelirrojo que la esperaba no muy lejos de allí, con una cámara profesional colgando de su cuello gracias a una correa. 

-¿Nada?- pregunto una vez su compañera estuvo lo bastante cerca. 

-Nada. Superman hablo con el, lo se, tu lo viste- le dijo, casi en forma de pregunta, no siguiendo hasta que el varón asintió -Pero solo lo niega, es tan frustrante- la mujer se quejo levemente, comenzando a dar cortas y rápidas pisadas con su pie izquierdo mientras miraba en distintas direcciones, buscando algo o a alguien -¿No sabes donde esta Villachica? ¿O si?- 

-¿Clark? No lo he visto desde ayer- 

-No... ¿creerás que pueda estar...?- Olsen se mostro confundido, abriendo grandes los ojos y mirando tras de si, directo a uno de los edificios más afectados por la pelea previa. 

-No, no, Clark vive del otro lado de la ciudad- dijo Jimmy con bastante seguridad, pero esta no le duro mucho -Pero ¿Y si llego antes que nosotros? Es muy buena gente, ¿Qué tal si trato de ayudar a alguien y un escombro le cayo encima?- el chico comenzó a sudar y caminar de un lado a otro, empeorando los nervios de su compañera -No, no, no, Clark es amigo de Superman ¿no? Digo, es quien más notas ha escrito de él después de ti, Sups no dejaría que le pasara nada malo- 

Lane poso sus ojos en un único punto al notar algo, algo que se movía entre los escombros. 

-No puede ser- dijo, antes de correr en aquella dirección.

-¡Señorita!- un soldado trato de detenerla, pera ella lo esquivo y atraveso la cinta amarilla que habían colocado. 

-¡Lois!- Olsen intento seguirla, pero no tuvo la misma suerte y fue interceptado por otro soldado. 

La reportera llego hasta el montón de escombros, rebuscando en su estructura hasta encontrar un pequeño agujero entre las rocas.

-¡¿Clark?!- pregunto en medio de un grito, pero al mirar bien, noto que era un hombre adulto, con algunas rocas sobre su pecho. 

-Me cuesta... respirar... duele- dijo débilmente.

-Tranquilo, lo sacare de ahí- 

-¡Señorita, no seguro estar aquí, debe venir conmigo!- grito molesto aquel soldado, tomándola del brazo para llevársela. 

-No, espere, hay un hombre atrapado debajo- el soldado se detuvo, dudando un poco antes de soltarla y acercarse para observar, confirmando lo que se le había dicho. 

-Por dios- tomo su radio -Necesito una camilla y apoyo, tengo a una víctima atrapada entre los escombros- informo antes de empezar a remover escombros, con la ayuda de Lois Lane. Algunos segundos después, tres soldados más llegaron al lugar y en conjunto lograron liberar al hombre, pero entonces, otro problema se presento. 

-¡¡Cuidado!!- grito alguien a lo lejos. 

Cuando Lois miro hacía arriba vio como trozos de gran tamaño se habían desprendido del edificio e iban a caer sobre ellos. Y al intentar correr se tropezó con su tacón, cayendo de espaldas. En la posición en la que estaba, solo pudo cerrar los ojos ante su inminente final.

Pero este nunca llego.

Superman bajo y deposito todo el material derrumbado en la calle. Todos estaban en silencio, atónitos por lo que acababa de pasar, pero también agradecidos. Fue el hombre de acero quien rompió el silencio tras haber escaneado el pecho de aquel hombre con sus poderes. 

-No tiene nada roto, sus pulmones y corazón se ven bien, solo esta en shock. Respire y cálmese, ya esta a salvo- 

-De todos modos lo llevaremos al hospital, para estar seguros- dijo un soldado joven a lo que el extraterrestre asintió. 

-G-gracias, muchísimas gracias Superman- dijo el hombre acercándose a el para darle la mano. 

-No tiene nada que agradecer- dijo Kal-El estrechando su mano, dejando después que los militares llevaran al hombre a la ambulancia -Recupérese pronto- se despidió, volteando entonces para mirar a la periodista -Fue muy valiente lo que hizo señorita Lane, pero también muy peligroso- 

-Superman, se que generalmente me salvas y luego me concedes una entrevista, pero necesito pedirte un favor- 

-Claro, ¿De que se trata?- 

-Clark Kent, no logro localizarlo y... me preocupa que pueda estar bajo algún montón de rocas- Superman no pudo evitar sonreír, con un cálido sentimiento en su pecho, la mujer se preocupaba por el. El kryptoniano se elevo unos metros, viendo en dirección a su apartamento. 

-Lo encontré, esta bien, viene camino para acá- 

-Menos mal- suspiro aliviada -En ese caso, ¿Me concedes esa entrevista?- 

-La buscare al atardecer en la cima del Daily Planet, me quedare a ayudar en lo que me sea posible- 

-Es una cita entonces- dijo antes de dar media vuelta para marcharse. Superman no podía sonrojarse, pero de poder, su cara estaría totalmente roja. 

El resto de la tarde transcurrió de forma calmada, todos los afectados por la batalla habían sido rescatados, por suerte no hubo fatalidades, y tras prometer ayudar en la reconstrucción de los edificios dañados, Superman se retiro para llegar a su trabajo de civil y cumplir con sus responsabilidades. Cuando estuvieron hechas y el sol ya descendía en el horizonte, Clark Kent desapareció de la vista de todos, volviendo a su identidad heroica para atender el último compromiso del día. 

Lois Lane veía al sol bajar lentamente por el firmamento junto al dorado planeta que cual corona adornaba la cima del edifico emblema de Metrópolis. Mientras espera recuerda como casi regaño a Kent por el susto de la mañana, pese a que no fuera realmente culpa del hombre. Se preocupaba por el despistado hombre, más de lo que era normal para un amigo, en especial con el poco tiempo que llevaban de conocerse. Y como a muchos hombres antes que Clark, el coqueteo hacía su persona no se había hecho esperar, le parecía bastante tierno la forma en la que el varón se ponía nervioso, volviéndose más torpe de lo que normalmente era. 

Pero algo la molestaba y era el hecho de que no se comportaba así solamente con el reportero, sino con cierto hombre de acero. Ella trataba de convencerse de que no era nada malo, no había nada concreto ni con Clark ni con Superman, pero su consciencia le decía que estaba mal coquetear con dos personas a la vez. 

Tan centrada estaba en sus pensamientos y dudas, que no noto la brisa que indicaba la llegada del alienígena. Tuvo que ser la voz de este mismo la que le hiciera regresar a la realidad. 

-Es una linda vista ¿No lo crees?- 

-Superman ¿Cuánto llevas ahí?- 

-Un par de minutos-

-Entonces no te hare esperar más, ¿Comenzamos con la entrevista?- 

Mientras el extraterrestre indestructible y la intrépida reportera discutían en la cima de aquel, algo los observaba desde arriba, muy, muy arriba, tan bien oculto, que ni los sentidos del kryptoniano podrían detectarlo. 

Una especie de nave espacial, más avanzada a cualquier cohete que la humanidad posee para este entonces, que hasta hace pronto orbitaba la tierra se había detenido, manteniéndose estática en órbita justo sobre la ciudad del mañana. Los escáneres integrados al vehículo habían hecho un descubrimiento fascinante. 

*Traducido*

-*Análisis completado, similitud genética del 100%, especie: Kryptoniano*- informo una pequeña pantalla utilizando caracteres rojos. El tripulante de la nave presiono algunos botones, a lo que imágenes del mencionado y sus hazañas se mostraron. 

-*Nadie ha cazado un kryptoniano desde que su planeta explotó*- menciono en su lengua nativa, que para oído humano no son más que tronidos extraños. Nuevamente tecleo algo en su teclado, recibiendo una pronta respuesta. 

-*Antecedentes de Kryptonianos con habilidades inusuales para su especie encontrados. Tres ejemplares adultos, dos machos y una hembra, fueron llevados al planeta de caza 19-87, donde demostraron fuerza, velocidad, resistencia y regeneración por mucho superiores a los estándares comunes de su especie, aunado a la capacidad de volar, expulsar ráfagas heladas a través  de la boca y emitir poderosos rayos caloríficos por los ojos. Se llego a la conclusión de que la causa de todas estas anormalidades, fue la exposición al sol amarillo al cual orbitaba el planeta*- 

-*Aquellos Kryptonianos, ¿Cómo fueron abatidos?*- escribió. 

-*Buscando... Respuesta encontrada: con un material escaso en el universo, pero abundante en su planeta origen, Kryptonita. La exposición a dicho material demostró ser dañina para la biología kryptoniana*- 

Debido a la estructura de su mandíbula, el ser no era capaz de sonreír, pero si de una mueca bizarra que en su especie era el equivalente a una sonrisa, misma mueca que ahora se manifestaba en su rostro. Es una suerte para ustedes, que el ser tuviera puesto su casco.