Veintitrés
Extraño.
Sí, para Jungwoo todos los sucesos que ha estado viviendo en aquellos dos meses han sido absolutamente extraños. Todo se le ha escapado de las manos, sus decisiones y pensamientos nunca han valido de nada y siempre tiene que vivir de los demás.
Nunca pensó que por primera vez alzaría su mirada delante de la guerra, aunque haya sido poco lo que hizo, hasta él mismo se sorprende, para algunos poco es nada pero para otros poco es mucho, un gran comienzo o tal vez un final de algo.
Aún no entiende cómo es que aceptó al instante el pedido de Ten para dirigirse hacia los demás, ni siquiera temió al ver a los hombres de negros y específicamente al ser que le hizo daño, no tembló ni dudó en avanzar. Intentó salvar a su líder —el cual hizo tanto por el— y también forcejear con un agente sabiendo que éste podría matarlo en cualquier momento.
Siempre ha sido débil tanto física como mentalmente. Tuvo una gran independencia de su querida madre Sooyoung, no pudo hacer nada cuando los hombres entraron a su casa armados, sabiendo que de por sí tiene grandes habilidades, que él... En realidad es capaz de matar, destruir. Nunca supo con exactitud qué clase de poderes posee pero desde aquella vez cuando tenía 5 años, recuerda como mató a un niño de su edad que se había burlado de su madre; simplemente no lo soporto, nunca a soportado ver como le lastiman a sus seres queridos y más cuando está perfectamente enterado de que son muy pocas las personas que conocerá en su vida.
De un momento a otro, listo, ya lo había matado y sangre se exparcio por doquier y por un segundo disfruto el acto. Tuvo mucho miedo, corrió hacia su madre, la abrazó e hipando le contó lo sucedido. Desde ese momento juntos escaparon. Ella nunca le explicó lo que sucedía, de quién se escondían. Solo sabe que de un momento a otro, su madre dejo su bata clínica y escaparon dejando todo atrás.
Él le tiene tantas preguntas a ella, tantas incógnitas sin resolver. ¿Cómo es que ella actuó tan rápido al saber de sus poderes? ¿Cómo es que supo que inyección es perfecta para reducir sus capacidades? ¿De qué trabajaba antes de que escaparán, no se suponía que era una doctora? ¿Por qué el hombre que tomó a su madre se llamaron entre sus nombres como si se conocieran desde antes?
Jungwoo se siente un tonto, justo cuando recibe el disparo y cae al río ve su vida pasar delante de sus ojos. Se da cuenta de los miles de pedazos de rompecabezas que existen en su vida y ahora es que se pone a pensar en ello.
Lástima que morirá de aquella forma. Pensó. Tal vez si tuviera otra oportunidad, definitivamente cambiaría. Le contaría a su nueva familia lo que no se atrevió a decir, lo que su madre le prohibió contar por su bien.
La paz inundó su ser mientras recuerda sus buenos momentos con su progenitora, con sus compañeros de NCT y de Lucas. La cara del moreno aparece en su mente sonriéndole en grande. Sin darse cuenta también esboza una sonrisa mientras siente como cada vez se hunde en el mar.
De pronto escucha un gran chapuzón y como alguien lo sujeta de la cintura, un aura familiar se le atravesó, se sentía como si estuviese con Lucas. Su consciencia va desapareciendo de a poco hasta que siente como sus labios rozan contra los del contrario. Fue un tacto tan suave e íntimo que le dió vida, literalmente hablando, le pasó aire a sus pulmones.
El cuerpo contrario que todavía no había podido ver, le suelta y lo impulsa hacia arriba justo cuando su consciencia vuelve. Abre los ojos y mira hacia abajo.
La sorpresa se hace notoria en su rostro.
Lucas. Sí, era él.
Lo salvó y sacrificó su vida.
Se supone que lo salvó, pero ¿Por qué está ahí? Él quería salvarlo, quería ayudarlo. ¿Por qué nunca puede hacerlo? ¿Por qué siempre tiene que ser la persona en peligro? ¿La persona que tiene que ser protegida? ¿La persona que no sabe nada y es absolutamente un estorbo?
La corriente lo lleva hasta arriba y su pecho choca contra un pilar del puente. Se agarra con fuerza a esta mientras lágrimas de tristeza, agobio y decepción caen de sus ojos.
«Débil.
Soy un debilucho.»
Escucha disparos arriba de sí y como sus compañeros exclaman.
«Todo esto está pasando por mi culpa. No debí de haber venido. Nunca debí aparecer aquí.»
Jungwoo muerde sus labios con fuerza tratando de tragar el nudo en su garganta. No quiere llorar, no puede hacerlo. No más.
Mira sus manos.
«Si tan solo... Pudiera...»
Aprieta sus puños con fuerza y cierra sus ojos a la par. Tengo que salvarlos.
Son mi familia, lo único que me queda.
De pronto, algo inexplicable floreció desde el fondo de su ser. Siente como un extraño poder pasa por todas sus venas sobrecargándolo de una rara energía que no sabe si podrá ser capaz de controlar. Pero simplemente se dejó hacer, sin importarle las consecuencias.
—¿Q-Qué está sucediendo...? —se preguntó en voz alta Winwin con nerviosismo.
El piso empieza a temblar de forma brusca. Todos caen al suelo buscando estabilidad. De pronto el cielo se oscurece llenándose de nubes oscuras. El río se vuelve salvaje y enormes olas chocan entre sí. El aura cambia drásticamente a uno muy desolado y frío.
El viento azota de forma brusca los cuerpos de todos, quienes se tuvieron que agarrar de algo, casi hasta parece formarse un remolino.
Se escucha algo extraño en el río. Pero nadie tuvo tiempo de inspeccionar ya que grandes algas y ramas extrañas de plantas dentro del agua crecen de una forma inexplicablemente enorme, éstas rodean los barandales.
Una de las plantas trae consigo al cuerpo inconsciente de Lucas dejándolo con suavidad en el piso. Mientras otra de ellas trae al rubio, el causante de todo.
Sus amigos y hasta los agentes se sorprenden de la fachada que carga Jungwoo. Su piel se vuelve más pálida de lo normal mientras las venas de sus brazos, cuello y rostro resaltan de forma exagerada. El color marino y grisáceo toma algunas partes de su cuerpo mientras sus labios están decolorados como si estuviese sin vida e hilos de sangre caen de sus belfos. Las venas que posee llegan hasta sus grandes ojos grises casi blanco como su iris.
—¿Pensaron que podrían deshacerse de mi? —cuestionó con cierta ironía sarcástica. Su voz suena extraña, un poco más gruesa y profunda con un toque maligno en ella.
—¿Qué le está pasando a Hyung? — Haechan se ve temeroso con los ojos bien abiertos viendo a su líder, quien parece casi o igual de estupefacto que el menor. Todo esto de alguna forma se salió de sus manos. Desde que empezó la misión nada nunca paso como había previsto ¿Por qué?
—Nunca, nunca moriré... —murmuró aquellas palabras el rubio, quien da un paso al frente. Sus manos arden en llamas gigantescas que no le lastiman sino más bien las controla.
Una gran ola aparece detrás del rubio, la cual formó el cuerpo de una persona gigantesca llena de agua. Todos temen y tragan duro.
«Este no es el poder de Jungwoo» Pensó Taeyong al instante. «Aire, fuego, agua, tierra. ¡Todo es de Lucas! ¿¡Por qué tiene los poderes de Lucas!?»
—¡Alto ahí! ¡Como líder te prohíbo dar un paso adelante! Woo, basta. Basta, por favor —se interpuso en el camino del pálido a una distancia prudente.
—Fuera de mi camino —amenazó con rudeza.
—Te estoy diciendo que basta, ¡No puedes hacer esto! ¡Cálmate, todo estará bien! ¡Te lo prometo, pero acaba con este show ahora! —sigue insistiendo mientras siente como sus venas tiemblan de los nervios. ¿Por qué últimamente todo parece ir mal? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?
—Imbécil —murmuró Jungwoo entre dientes. Mira con recelo hacia su líder y solo mueve un poco su cabeza hacia el lado izquierdo y el cuerpo detrás suyo hace caso. Levanta su mano de agua y golpea a su líder pelirrojo mandándolo a volar chocando contra los autos.
El rubio sonríe de lado y luego dirige su mirada hacia los agentes y humanos. Lucas quiere matarlos a todos, exterminar la raza humana. ¿Si lo hace por él lo querrá? ¿No lo abandonará y nunca los podrán separar? Un mundo para ellos y solo para ellos, ¿Qué tan bueno sería eso? Mucho. Por fin, podría ser feliz junto a su menor y nada ni nadie se interpondrá además de que encontrará a su madre.
Sin los humanos el mundo sería mejor. Sí. Mucho mejor.
Para sorpresa de todos. Un aura oscura —que no le pertenece a Jungwoo— se abre camino logrando erizar los cabellos de los chicos de NCT. Un sentimiento extraño golpea su realidad, ellos rápidamente reconocen ese sentimiento y se giran hacia los humanos, todos se quedaron inertes. El tiempo se detuvo para la raza humana normal.
—¿Vas a empezar la fiesta sin mi? —una voz totalmente ajena a la situación se hace presente. Es Ten, el causante de todo, quien llega caminando desde el otro lado de la calle con absoluta elegancia y tranquilidad. —Oh, veo que tienes un muñeco un poco grande. Yo también tengo uno para que podamos jugar a gusto.
El tailandés sonríe de lado y chasquea los dedos. Detrás de si se forma un torbellino, el cual se convierte en una gigantesca serpiente cascabel. Bate su cola con delicadeza haciendo que suene una melodía hipnótica complementándolo con su siseo. Ésta monta a su dueño en su cabeza y se hace paso entre las personas hasta llegar al otro lado.
El moreno baja del enorme reptil con elegancia justo enfrente del rubio contrario, quien parece ser absorbido por sus peculiares poderes.
—Te pido amablemente que dejes el cuerpo de Jungwoo. Es un niño inocente que no conoce de tus males —dice Chittaphon mirando con cierta seriedad al muchacho.
El rubio ladea la cabeza, cruza sus brazos y esboza una falsa sonrisa negando a la par. —Me temo que no puedo cumplir con sus espectativas, señor cascabel.
—Oh... ¿Con qué con esas vas, niño? No quería hacer esto a la fuerza pero no me queda de otra. —su expresión se oscurece notablemente mientras su serpiente se mueve detrás de él ansiosa de atacar. —Ataca —soltó entre dientes.
Su serpiente chilla y rápidamente se dirige hacia el gigantesco cuerpo de agua entrando desde su boca y bajando hasta dentro logrando deshacerlo al instante. El reptil cae en picada al río y vuelve a salir siseando mientras envía una mirada hambrienta al rubio, quien frunce el ceño con molestia.
—¡No! ¿Qué haces? —Woo se ve claramente furioso. Se dirige hacia el moreno con intenciones de atacarlo pero este de repente desaparece. —¿Qué...?
Un brazo rodea su cuello y lo aprieta con fuerza haciendo que pierda el aire de a poco.
—Todavía eres un novato, bebé. Te recomiendo dejar su cuerpo ahora —le murmuró en el oído contrario con una gélida respiración. Los ojos de Ten cambian drásticamente como en la última batalla, se vuelven un amarillo verdoso y sus pupilas puntiagudas como dagas.
Jungwoo no pudiendo quitar el brazo del moreno incendia sus manos quemándolo. Ten se separa bruscamente soltando un chillido como el de una serpiente. El rubio no espera y se abalanza encima del mayor. Ambos empiezan a forcejear y lanzarse golpes mientras el gran reptil se inquieta de una sobremanera moviéndose de un lado a otro pero no pudiendo hacer nada más porque su amo no le ha dado la orden.
Una increíble y táctica batalla se crea entre aquellos dos jóvenes muchachos. Ten viéndose más tranquilo, elegante y refinado al atacar mientras Woo parece más brusco, rudo y un tanto ansioso. Tal vez, ya es muy obvio quien ganará.
Chittaphon agarra con fuerza el cuello del menor y lo levanta de suelo. Un extraño humo aparece a su alrededor y Woo chilla del dolor.
—D-Dejame, ¡Déjame!
—¡No hasta que tú salgas! —dicho esto lo aventó contra el suelo de forma brusca logrando crear grietas por debajo de su cuerpo. El tailandés se dirige a la serpiente, la cual abre su boca, él entra hasta el fondo y vuelve a salir con unas cadenas. Lanza el objeto al aire y señala a Woo con su mano.
La cadena se dirige al muchacho y lo amarra en cada extremidad dejándolo flotar en el aire. Ten se aproxima a pasos lentos y sensuales al menor e invade su espacio personal, se acerca demasiado a su rostro hasta el punto de sus narices rozar. Acaricia con sus largas uñas negras la suave mejilla.
—Lárgate. Te lo ordeno —murmuró con voz autoritaria.
Woo gruñó con molestia. —Volveré.
Dicho aquello cierra los ojos y todas las venas vuelven a entrar a su interior, su pálida piel y labios vuelve a su tono habitual. El cielo vuelve a ser soleado y las olas se detienen. Las plantas del río se encogen y se adentran al río.
—¿Q-Qué fue todo eso? —Haechan se ve estupefacto.
—Apurense, es hora de irnos —apresuró a decir el tailandés, quien hace una seña con sus dedos a lo lejos y en esa dirección el único auto estable de NCT llega a toda velocidad sin conductor. Se estaciona a un lado y de ahí sale Chenle mareado tambaleándose de un lado a otro.
—¡Yo no fui, lo juro! ¡No sé conducir!
—Lo sabemos, ahora suban a todos.
Mientras que los miembros de NCT se ayudan unos a otros para caminar hacia el auto. Ten le quita las cadenas a Jungwoo y este cae arrodillado contra el suelo, aún consciente, sus ojos cristalinos y cuerpo temblando.
—N-No fue mi intención, Hyung...
Lo juro —imploró con confusión. No supo qué le pasó, solo, simplemente quería salvarlos a todos, no soportaba la situación y pensó que dejándose llevar podría... No lo sabía, no sabía de lo que podría haber sido capaz.
—Tranquilo, Woo —el tailandés esboza una suave sonrisa comprendiendo el estado del menor. Sabe que no es su culpa nada de lo que está pasando, conoce perfectamente esa situación porque una vez pasó por ella. Coloca su mano en el delgado hombro. —En la casa hablamos de todo. Ve al auto.
Woo asiente tembloroso. Ten le seca sus lágrimas y le murmuró "No llores". El menor se levantó con ayuda del mayor y se encamina hacia Lucas, viendo como sus otros compañeros lo rodearon.
El tailandés se acerca a su serpiente y la acaricia mientras ésta busca más del tacto.
—Buena chica, buena chica —le susurra y abraza. —Es hora de que descanses.
Dicho esto se despide y ella desaparece como polvo en el aire. El chico suspira pesadamente y dirige su mirada hacia las personas, cual estatuas y a los helicópteros inertes en el cielo. Luego vuelve su mirada hacia sus temblorosas manos, las cuales no parecen soportarlo más. Sube las mangas de su camisa y ve como venas sobresaltan de su brazo hasta su muñeca, tal cual como la que Jungwoo había tenido hace un momento, la diferencia es que su piel está un tanto verdosa y endurecida como las de un reptil.
Saca su mini espejo y baja su cuello de tortuga. Tensa su mandíbula al notar lo mismo.
Dolorosas venas rojas y azules sobresalen de forma inhumana en su cuello queriendo subir hasta su rostro.
«Sabía que esto pasaría» Agradeció a los cielos por ser tan inteligente y venir cubierto de pies a cabeza. Nadie más que él debe de enterarse de eso. En este momento tienen que volver a casa, curar a los miembros y relajarse. El problema principal ahora es Jungwoo, necesitan salvarlo y él no puede agregar más cargas innecesarias.
—Hyung, vámonos —lo llamó Jaemin a lo que el moreno se giró y asintió.
Una vez montado en el auto Chenle se encargó de llevarlos de vuelta a la casa. Aunque justo antes Ten dejo fluir el tiempo otra vez.
Horas después, todo en el hogar de NCT está hecho un caos, nuevamente vuelven de una misión pero mucho más heridos que antes. Además con grandes sorpresas. Primeramente atendieron a Yuhkei, el de peor estado pero al quitarle la camisa y colocarlo en la camilla notaron como la herida de su pecho esta sano e intacto y como las manchas de sangre se secaron. Le hicieron una radiografía y encontraron todo bien menos el hecho de que se encuentra una bala incrustada en su corazón, el cual no causa ningún daño al sistema nervioso del extranjero. Aún así Mark y Ten se encargaron de hacerle una cirugía que duró varias horas para sacarle el objeto, ya que a la larga podría tener consecuencia si lo dejaban.
Taeyong y Taeil se encargaron de revisar a Jungwoo, el cual se suponía que tiene una herida pero ésta desapareció de forma inexplicable. Su cuerpo intacto y extrañamente sano, quitando el hecho de que el muchacho se encuentra cansado, débil y con increíbles ganas de dormir (lo cual le prohibieron por el momento).
Después aquel dúo de mayores fueron hacia Jaehyun, Kun, Winwin y Yuta para tratar todas su heridas.
Mientras esto sucedía Jaemin no abandonó en ningún momento a su hermano mayor, con su mirada gacha y cristalina, y otra vez con una inquietud en su pecho. Se siente inservible ya que nunca puede salvar a su mayor.
—Jaemin, toma tu pastilla. Tienes que hacerlo, cuando vuelvas ya habré curado a Jaehyun —le dice el líder. El menor asiente y difícilmente suelta la mano ve su Hyung.
El chico abandona la área clínica y se dirige a su habitación, encontrando a Jisung y Chenle durmiendo en la misma cama abrazados. Por un momento se sintió celoso, cada vez que habían problemas Jeno se escabullía a su cómoda y se fundía entre sus brazos. Esa era la única forma en la que Jaemin podía dormir en momentos como este, pero ahora sin Jeno, todo ha ido mal.
Se dirige a su cama y busca debajo de su almohada la caja de pastillas. La abre y la encuentra vacía. Suspira y la bota al cesto de basura. Luego sale de la habitación y se dirige al almacén, al llegar busca en el estante pero para su sorpresa solo encuentra una caja de pastilla. La última.
Se sorprende y piensa en qué debería hacer. Jeno fue el que creo aquellas pastillas para él, es el único que sabe cómo crearlas. Y se supone que le hizo tantas tabletas que debería durarle al menos varios años. Pero no, solo le duró 10 meses después de su muerte.
«¿T-Tanto... He estado tomando?»
Se abraza a si mismo sintiendo escalofríos. Era de esperarse, después de la muerte de su amor platónico todo ha ido de mal en peor. Se vicio con la pastillas, lo único que lo hace sentirse bien, lo que hace que no llore y que no contagiara a sus compañeros de su virus.
«¿Qué haré...?»
Sus ojos se llenan de lágrimas y éstas caen por sus mejillas. No quiere decirle esto a los demás, ellos no pueden preocuparse por él, por su maldita torpeza.
Toma una botella de agua y saca una tableta. Coloca la pastilla dentro de su boca y tragando duro mira lo que le queda. «No me durará ni un mes...»
Las horas fueron pasando y la cirugía más tardía de Lucas logró terminarse. Ambos chicos morenos salen de la sala un tanto exhaustos.
—Wow, fue mi primera cirugía de corazón —asume Mark mientras se quita su tapabocas y guantes. Ten hace lo mismo y asiente a la par.
—Fue excitante...
Jungwoo quien ha estado sentado justo al lado de la puerta durante horas se levantó y se dirigió directamente a los dos chicos.
—¿Lucas está bien? ¿Salió todo bien? —cuestionó preocupado.
—Si vienen con esas pintas significa que no hay que preocuparse —comenta Johnny llegando y posicionándose al lado del rubio.
—Lucas está en perfecto estado, muy extrañamente pero verdad —asegura el canadiense. Se ve un tanto sorprendido por ese hecho.
—Es tarde, deberíamos de irnos a dormir y mañana hablamos sobre lo de hoy —interviene Taeyong uniéndose a la charla. Su cuerpo está lleno de vendajes y se ve inestable pero fuerte al soportarlo todo —y sobre los castigos que unos cuantos se merecen —entre mira a Haechan y Renjun.
—¿Y ahora qué hice yo? —levanta sus manos a la defensiva.
—No te hagas el tonto —le dice entre dientes.
—L-Lo lamento —se disculpa Jungwoo con pena. Da una reverencia de 90 grados hacia su mayor. —No fue mi intención lastimarte, en serio que no lo fue. L-Lo siento...
—Tranquilo, no hay rencores porque se que no fuiste tú —el mayor toma de los hombros al menor y lo levanta para que dejara de mirar el suelo. —No te sientas culpable, porque no lo eres. Hoy fuiste muy fuerte, muy valiente y audaz. Aprendiste mucho y creciste para ser tu primera misión. Estoy orgulloso de ti, así que no te reproches nada. Eres fabuloso, Snoopy.
Woo siente como quiere volver a llorar por aquellas tan lindas palabras dichas por su líder. Él siente complemente lo contrario a lo que le está diciendo su Hyung, inservible, culpable, tonto y estúpido. Pero escuchar aquellas palabras aletearon algo en su corazón. Tal vez, necesita que alguien le dijera en cara algo tan bonito para volver a sentirse bien consigo mismo.
—G-Gracias...
«Que irónico» Pensó Jungwoo esbozando una triste sonrisa.
Desde hace horas se encuentra sentado en una incómoda silla en aquella habitación blanca y completamente silenciosa. Enfrente de si yace Lucas inconsciente lleno de aparatos electrónicos extraños conectados, que no entiende. Ha tratado de dormir pero no ha podido. Se siente incómodo e inquieto por toda aquella situación además de que la silla no es para nada cómoda.
Recordó aquella vez cuando él era el que estuvo acostado en la cama y Lucas en la silla. También el hecho de que su menor se disculpó y el le dijo que no era su culpa, que estaba bien. Y ahora él es el que quiere disculparse, el que siente culpa, y por alguna razón sospecha que su mayor le dirá lo mismo «No es tu culpa».
Siente inmensas ganas de llorar en un rincón, lleva todo el día con ese sentimiento de agobio y culpabilidad que no desea abandonarlo. Odia ver a su equipo mal herido y más a Lucas, quiere verlo abrir los ojos, que le sonría, que le diga algo, que despierte de una vez. Se siente ansioso y de pronto piensa ¿Lucas se habrá sentido así cuando estuve en su lugar?
No sabe porqué, pero el solo pensar que su menor tuvo sus mismos sentimientos lo hace sentir emocionado y esperanzado aunque no sabe de qué. Quiere algo más, algo más que una amistad con el chico pero no esta seguro definitivamente que es lo que quiere.
Solo sabe que cuando un hombre y una mujer se quieren como más que amigos se vuelven una "pareja". Pero, ¿dos hombres pueden considerarse "una pareja"? Será eso lo que está buscando Haechan de Taeil, o lo extrañamente
cariñosos que han estado Winwin y Kun. ¿Es normal que dos hombres estén juntos?
El tiempo pasa volando y Woo se queda dormido en su asiento. Con lo que no contó fue que horas después Lucas abre los ojos pesadamente.
El moreno se despierta sintiéndose raro. Más pesado que de costumbre, sus párpados le cuestan ser abiertos y siente algo extraño hurgar su pecho, como hilos. Por un momento pensó que murió y está en el cielo por el techo blanco pero al percatarse de la máquina que deja en visto sus latidos del corazón, el respirador artificial y a Jungwoo durmiendo en una posición incómoda en una silla, cae en cuenta de que no murió. Por muy sorprendente que sea, no lo hizo.
Trató de levantarse pero al instante siente un dolor en el pecho. La bala traspasó, muy posiblemente su corazón. «Creo que es mejor que no me mueva» Pensó.
Se volvió a quedar quieto y esta vez dirige su mirada en Jungwoo.
«Que bueno que este bien» Recordó cuando lo sacó del agua. En serio pensó que él moriría, ¿Quién lo habrá salvado? ¿Qué sucedió después de eso? «Espera, ¿Por qué Woo no parece herido?» Frunce el ceño tratando de buscar alguna herida en el contrario. Recuerda perfectamente su labio partido, el morado en su ojo y como recibió una bala en su pecho protegiéndolo. Su Hyung no debía de estar ahí ileso, sino en cama.
«¿Y si... Estuve en coma durante meses?»
¿Qué le sucedió a Jungwoo?
¿Cómo es que Ten "lo entiende"?
¿Y cómo es eso que no contó la historia completa?
¿Jaemin estará bien?
¿Jungwoo entenderá lo que es el amor?
Holaaa, si volví luego de dos o tres semanas. Siento la tardanza 😥
Pero les traje este capítulo bien chido. Incluso ya me puse a escribir los siguientes, ¿quieren una actualización seguida? Ustedes me dicen.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro