Veintiocho
Después de recibir un papeleo de la recepción de su próxima tarea a investigar, Suho se haya caminando por los pálidos pasillos del SORAS, sin olvidar tener entre sus manos una taza de café caliente. No sabe porqué pero por alguna razón no se ha sentido bien en esos últimos días, nada inusual le ha sucedido pero el desánimo y tristeza es lo que agobia su conciencia. Pero no se siente como si fuera su tristeza, es como si tuviera la carga de alguien más.
Sacude su cabeza para evitar aquellos pensamientos y llega enfrente de la puerta de su oficina. La abre y se encuentra con Sehun ordenando rápidamente unos papeles en su escritorio con nerviosismo, como si hubiese sido atrapado.
—¿Se puede saber qué haces en mi oficina? —arquea una ceja mirándolo de forma subjetiva. Cierra la puerta detrás de sí y apoya su espalda contra la pared. Toma un sorbo de su café y espera paciente su respuesta.
Sehun maldice internamente pero intenta no mostrarse débil, si no más bien le responde a su mayor del mismo tono, puesto a que tiene con que contraatacar.
—¿Y se puede saber qué haces con extrañas pastillas escondidas en tu escritorio? —cuestionó mientras levanta el pequeño frasco batiéndolo enfrente.
Al instante Suho se pone alerta. Mira a los lados a pesar de que en realidad estuviesen "solos" confundiendo a su menor y luego camina con rapidez hacia el contrario. Coloca los papeles y la taza en el escritorio y trata de tomar el frasco de las manos de Sehun pero éste se hecha hacia atrás.
—No seas un niño y damelo, Hun.
—No, no quiero hasta que me digas el porqué en la etiqueta dice ser "Vitaminas" pero la forma de las pastillas no se ven como una —le mira fijamente mostrando que no iba a flaquear por nada del mundo.
—¡A penas hace dos días te dije que no husmearas mucho y eso es lo primero que haces! ¿Qué te sucede, Sehun? ¿Por qué? ¿Por qué revisas mis cosas, maldita sea? ¡Ni Sooman hace eso! —exclama con toda la molestia que ha tenido reprimido contra el muchacho, quiere golpearlo y hacerle entender que "no".
—¿Sooman? ¿Desde cuándo llamas a tu padre por su nombre?
—Tu también lo haces, no vengas ha hablar.
—Pero... Tu forma de decirlo fue diferente, sonó lejana. ¿Qué está pasando?
—Pasa que te calles la boca y dejes de entrometerte en los asuntos de los demás —de forma rápida le termina arrebatando el pequeño frasco en un abrir y cerrar de ojos, algo que sorprendió mucho al contrario, ya que no le dió tiempo para nada.
—Está bien, está bien. Lamento husmear tus cosas, ya me voy —dice a la defensiva y cuando piensa en irse el mayor le toma del brazo extendiendo su mano esperando algo.
—Dame la pastilla, se que te llevaste una.
—No, no lo hice.
—Sehun —alarga su nombre.
El menor rueda los ojos y saca del bolsillo de su pantalón una pastilla.
—Tomalo, ¿ahora me puedo ir?
El mayor asiente y lo suelta.
El menor rápidamente sale por la puerta y se encamina por los pasillos a paso apresurado hasta llegar a los baños, entra en una cabina y mete un dedo hasta el fondo de su garganta. Siente como todo el interior de su estómago quiere salir, por suerte todavía no ha desayunado nada por lo que lo único que sacó fue una pastilla de un color grisáceo pálido.
«¿Pensaste que era tan tonto Suho? ¡Já! Pues soy mucho más inteligente de lo que creen.
No me gusta que jueguen conmigo, que subestimen mis habilidades»
Sehun sabe que se esta metiendo en un terreno desconocido, que tal vez su vida nunca vuelva a ser la misma. Pero esta al tanto que desde pequeño la adrenalina, el querer conocer y descubrir es lo que más le ha apasionado.
Tal vez este adentrándose a un oscuro camino pero luchará con todas sus fuerzas para sobrevivir y conocer los secretos del SORAS, de su Tío Sooman y del mismísimo Suho, del cual no confía en su plenitud.
El sonido del agua caer inunda el pequeño cuarto de baño. La cabina con sus paredes levemente transparentes se puede ver un delgado cuerpo medio trabajado siendo fundido por la regadera de agua que cae. Pasa sus manos por sus cabellos hechándolo hacia atrás y baja hasta su cuello y hombro.
Un espasmo repentino toma su cuerpo y se aguanta del grifo tratando de soportarlo. Ten suspira relajadamente para tranquilizarse, pasa una mirada sobre sus brazos y nota el color verdoso en ellas.
Rápidamente cierra la regadera y sale colocándose una toalla en su cintura, mientras otra la usa para secarse el cabello. Se posiciona delante del espejo y ve como las venas de su cuello palpita causándole dolor.
«Maldita sea» Pensó con los dientes apretados.
Sale del cuarto de baño agradeciendo a los cielos el hecho de que la habitación este completamente vacía y se dirige a su cómoda.
Otro espasmo repentino y mucho más fuerte hace que pierda el control de sus piernas, las cuales flaquean y se tropiezan. Se aguanta de un escritorio intentando controlarse.
«Por favor, no. No ahora» Ruega viendo con cierto temor como las venas se abren camino por todo su cuerpo junto al color verdoso. Sus ojos cambian drásticamente de color viéndose filosos como el de una serpiente.
«¡Basta!»
»No estás cumpliendo nuestra
parte del trato, Ten«
Una oscura y ciniestra voz hace eco por su mente atormentándolo. Un dolor de cabeza y mareo involuntario lo vuelve más inestable.
«Pronto, te prometo que
pronto lo haré»
»Estoy harto de esperar,
Chittaphon. Te concedi el control
de nuestro cuerpo y mis poderes
pero aún así llevas tiempo
rompiendo nuestra parte del
trato«
«No lo volveré a hacer,
lo juro. Pero déjame»
«¡No!»
El tailandés siente que se volverá loco, quiere gritar por el agonizante dolor que está sintiendo, sus pulmones se están quedando sin aire y mueve su cabeza de forma extraña. Por unos momentos ella parece gobernarlo y en otros es él quien lo hace.
«¡Déjame! ¡Déjame ahora!» Ruge en su mente furioso.
De pronto la puerta detrás de sí es abierta espantando al moreno, quien con rapidez y de forma inmediata volvió a la normalidad en cuestión de segundos. Todo rastro extraño de su cuerpo desapareció como si no hubiese sucedido.
—Hyung, yo... Oh, Ten —es Johnny el cual entra con relajo pero al instante se pone en alerta y la incomodidad por ver prácticamente desnudo al contrario le puso los pelos de punta. —Em... Yo, busco a Taeil-Hyung, ¿sabes dónde está?
Ten se siente débil pero usa todas sus fuerzas para girar y encarar a aquel pelinegro venido de los Estados Unidos. Fuerza una sonrisa, algo que el contrario notó.
—Taeil está... —da un paso al frente mientras intenta responderle con su típico tono juguetón pero sus propios pies se enredan y cae al suelo.
Johnny se sobresalta y piensa en acercarse pero vuelve a retroceder. El tailandés siempre se la pasa sugiriéndole de cosas y él podría aprovechar ese momento a su favor. Pero al escuchar un casi inaudible quejido de su menor hace que su corazón se ablande.
«Ten no se ve del todo bien»
Se acercó sigiloso y se arrodilla a su lado tratando de ver qué le pasa.
—¿E-Estás bien? —preguntó preocupado.
—¿Estás preocupado por mi, daddy? —contestó alzando una ceja y mirando de forma pícara a su mayor. Esboza una sonrisa con otras intenciones y muerde su labio inferior deseoso.
Aquella última palabra logró descolocar los sentidos del mayor, quien trató de alejarse pero es tomado por el menor el cual tiró su cuerpo, la espalda contra el piso. El tailandés se monta ahorcadas del contrario y lame sus labios deseoso.
—Ten, no. Por favor, no otra vez, dejame —intenta forcejear sin usar su fuerza brutal temiendo lastimar al moreno.
Definitivamente no le gusta cuando el tailandés le mira de aquella forma tan "animal", como si fuera el depredador y él, su dulce presa.
Siente una extraña carga eléctrica pasar por todo su cuerpo cuando el menor le da un beso húmedo en su cuello.
—¡No! —rápidamente empuja al más delgado con fuerza y se aleja de él arrastrándose hacia atrás. —¡No me mires con esos ojos, Ten! N-No me gusta, no lo hagas. No puedo ni siquiera estar un poco preocupado por ti porque vienes y te aprovechas de mi.
—No seas un gallina, Johnny —rueda los ojos mientras se levanta, tratando de disimular el temblor de su cuerpo. —Hasta Kun y Lucas probaron un poco de mi, ¿no tienes ni un poquito de apetito?
—Tal vez... ¡Digo, no! Osea tú... —se enreda con sus palabras y se frustra. Se levanta ayudándose con la pared detrás de si.
—Está bien, lo entiendo, eres tímido —asiente mientras arregla su cabello por detrás de su oreja. Se acerca unos cuantos pasos tratando de acorralar al americano pero este corre rápidamente hacia la puerta y sale de la habitación logrando escapar de sus garras.
Ten solo mira como se va con una juguetona sonrisa guiñándole un ojo a lo último. Pero cuando la puerta es cerrada todo rastro pícaro y sensual desaparece mostrando solo una expresión seria.
Gira su cabeza y mira directamente al espejo de un lado el cual refleja la mitad de su cuerpo. Sus ojos vuelven al color verdosos y su expresión es sombría.
Aprieta sus puños con fuerza y cierra sus párpados tratando de mantener el control.
«Es mi cuerpo, lo es»
Después de horas impacientes para el moreno canadiense por fin la computadora saca los resultados de Jungwoo. Lleva dos meses tratando de descubrir a su mayor, queriendo saber qué es específicamente. Nunca en su vida se había sentido tan inservible, su capacidad es el intelecto entonces ¿Por qué? ¿Por qué investigar a Woo parece un laberinto sin salida? Ha creado tantas hipótesis, pruebas y teorías, y todas parecen erradas. Las drogas, el aumento de poder en los demás miembros y su extraña capacidad de copia y pega.
Tantos vaivenes de pensamientos ha tenido y la frustración de hacer un mal trabajo, de no sentirse tan inteligente como antes lo ha frustrado de sobremanera ¿De qué sirve su "capacidad" si en realidad descubrir a un Super Humano no puede?
Los nervios y las ansias oprimieron su corazón. Cuando ve las hojas saliendo de la impresora. Las toma con temblor y da grandes bocanadas de aire.
—Los resultados de Jungwoo-Hyung salieron —soltó hacia sus compañeros.
Todos los demás de su equipo se giraron con sorpresa y atención.
—¿Dice algo nuevo? —preguntó Doyoung con curiosidad mientras se acerca.
—No hay que ilusionarnos mucho, tal vez sea nada, otra vez —se cruza de brazos Ten sin tanta emoción.
—¿Lo has leído? —Taeyong mira a Mark, quien negó.
—Lo acabo de sacar, no lo he leído, ya voy para eso —dice el moreno, el cual al ver que todos esperan su reacción baja la mirada hacia los papeles y lee rápidamente. Su mirada ceñuda y expresión entre confusa y sorprendida, no paso desapercibido por los demás.
—¿Es algo malo? —el pelinegro de apariencia de conejo se preocupa pero como el extranjero no responde, rápidamente Taeyong le quita los papeles y los ojea, para terminar con la misma expresión.
—¿Qué es esto, Mark? —le mira estupefacto.
—No entiendo nada —se frustra Doyoung pasando una mirada del moreno al pelirrojo y del pelirrojo al moreno, sucesivamente.
—Acabo de descubrir una bomba —soltó el canadiense, se arregla los lentes y suspira. —Jungwoo posee una mutación genética jamás antes vista.
—¿Qué? ¿De qué tipo? —Taeil pide los papales y los empieza a leer, a un lado de él se posiciona un ansioso Doyoung y al otro, un Ten más tranquilo.
—Wow, entonces tenemos a un Don Juan de las habilidades —asume el tailandés asintiendo, un tanto sorprendido por lo leído.
—Tenemos que explicarle esto a los demás, ahora —apresura a decir el mayor de todos también asombrado con la información. Este mira a Taeyong y nota su mirada ansiosa mientras se muerde las uñas.
—Llamenlos, ahora.
Después de un buen rato, se hizo unos cuantos alborotos para lograr unir a todos los diesiete miembros de NCT al laboratorio, calmar la discusión de Haechan y Chenle, lograr despegar del teléfono a Renjun y prácticamente obligar al dormido Johnny para levantarse de su cama. Por fin los Nintels tienen su atención.
—¿Por qué estamos aquí? —se queja Haechan.
—Espero que sea algo importante, hicieron que perdiera mi partida —masculló un enojado Renjun, se cruza de brazos y hace un puchero.
—A mí me levantaron —interviene Johnny frotándose los ojos.
—Son todos unos exagerados —los mira mal Jaehyun.
—Si, esto puede ser algo importante y ustedes sin querer venir —Lucas se ve indignado sobre sus demás compañeros. —Puede tratarse de Jungwoo-Hyung.
—Efectivamente, es sobre él —asiente Taeyong.
—¿Por fin descubrieron al Señor Misterio? —rueda los ojos Chenle harto de esa situación confusa.
—Si pero tienen que escucharnos, tal vez, algunos se queden realmente sorprendidos por la hipótesis a la que llegamos —dice Taeil logrando callar a todos. —Inicia.
Mark asiente y toma un interruptor para prender una gran pantalla en la pared junto a dibujitos del ADN.
—Se que este tema lo he explicado muchas veces, lo he repetido tantas veces que creo si fuera posible gastarse la saliva, ya me hubiera resecado —dice con cierto humor, siendo el único que se rió. —Bueno, se los resumiré de forma súper corta porque se que no se acordarán nada de nada de lo que antes había dicho. Como pueden ver en pantalla, el ADN es un ácido nucleicos que contiene la información genética y determina lo que somos mientras el ARN es el que transmite dicha información para que sea leída por nuestro cuerpo. Y como sabrán a veces, debido a mutaciones, las cuales son alteraciones genéticas, nacen las personas con enfermedades o.... como nosotros.
—¿Otra vez está clase? —dice exasperado Haechan, quien tira su cabeza a la mesa enfrente suyo.
—Si, hasta que te aprendas al menos de la mitad de todo lo que ha dicho Mark no te dejaremos en paz. Debes de saber lo que eres, Haechan —reto Taeyong sin escrúpulos. —Ahora, sigue. Disculpa la interrupción.
—No hay problema —dice tranquilo y cambia la imagen de la pantalla por otra un poco más inusual. —Ahora hablando sobre Jungwoo, después de tanto esfuerzo e intento por fin, las drogas de su sistema nervioso se han estado disipando y pudimos encontrar varias cosas curiosas.
—¿Es muy malo? —el nombrado se ve temeroso. Lucas a su lado nota como involuntariamente tiembla su mayor, por lo que toma de su mano y le da un leve apretón.
—Tranquilo —le murmura con voz suave tratando de transmitirle paz, una paz que él tampoco sentía. Su corazón palpita de forma voraz y los nervios nublan su mente, también tiene miedo de lo que puedan decir de su Hyung y más porque se ha dado cuenta de las caras largas de aquellos cerebritos.
—Mas que algo malo se puede decir que es... ¿una hazaña científica? —suspira el canadiense. —Hyung posee una mutación genética jamás antes vista, hace unas horas lo descubrí, le di el nombre de Mutación Única. Se supone que el ADN posee dos hélices y cuando se intenta verlo, lo ves normal como si no hubiera nada inusual. Hasta que cuando pones a una máquina a identificarlo solo aparece una hélice presente.
—¿Una sola? ¿Es posible? —Jaehyun interrumpe sin querer, viéndose asombrado junto a unos cuantos. Este mira a su líder buscando respuesta, quien asiente como diciéndole "Si, lo es".
—Sorpresas de la vida —se encoge de hombros el inteligente. —Cuando ví que Jungwoo parece tener prácticamente una sola hélice no lo pude creer, científicamente es imposible que alguien con una sola de esas este así de sano, eso fue hasta que entre a lo más profundo y entendí. Mientras que su ADN tiene una falta, en cambio su ARN posee dos hélices en vez de una pero aún así, dos hélices solo se ha visto en animales o plantas y causa enfermedades.
—¿Ahora Hyung es un animal? —estalla a carcajadas Haechan soltando una mala broma, de la cual solo Renjun le acompaña. Kun a su lado le mira de forma fea.
—Eso no es gracioso, Haechan. No es momento para tus chistes —le regaña y rápidamente el menor se queda quieto a regadientes.
—Si Jungwoo tiene tantas carencias entonces ¿Cómo es que no parece tener algún indicio de nada? Se ve muy sano —Winwin habla por primera vez viéndose confundido. A su lado esta sentado Yuta el cual asiente.
—Si, ni siquiera el virus de Jaemin le afectó —recordó el japonés.
—Voy a eso. Hyung posee en su sistema cerebral el Síndrome del Camaleón, usualmente está "afección" es solo social y psicológica, y para algunos de ustedes suene ilógico pero denomine así su copia y pega de los poderes. Es como un camaleón de las caricaturas, cambia de color dependiendo de lo que toca. Encontré un parecido sorprendente entre Hyung y Jaemin, ambos poseen una capacidad alucinante de contagio, el pasar el virus o la "droga" para hacer más fuerte a la persona que toquen, dicho microorganismo afecta al instante al cuerpo contrario. Son los únicos capaces de eso —explica aquello y luego vuelve a tocar el interruptor para pasar a otra imagen. —También como les dije antes sobre "hazaña científica" me referí a que, alguien metió mano en la capacidad de Jungwoo-Hyung. Muy probablemente esos científicos y tristemente su madre pareció haber aceptado que lo hayan alterado.
—¿M-Mi madre? —su voz tiembla al referirse a su progenitora. Ella no sería capaz de hacerle eso, ella fue la que lo sacó de ahí, la que luchó para salvarlo de aquel infierno. Entonces ¿Por qué la necesidad de haber permitido que le hicieran algo? No, su madre no podría, no sería capaz...
—Aunque no lo creas, es la verdad —interviene Taeil mirando con cierta empatía al menor. —Encontramos celulas nerviosas de Taeyong, Jaehyun, Johnny, Doyoung, Jaemin e incluso de Lucas dentro de tu organismo.
—¿De qué están hablando? —el chino se levanta estupefacto. Mira sorprendido al que reveló tal bomba, luego a Taeyong para posar al final su mirada en su enamorado. —¿Acaso se volvieron locos? ¿Esto tiene lógica alguna?
«¿Algo mío... Está en Hyung?»
—De pequeños estuvimos más cerca de lo que creíamos —asume Taeyong apretando sus labios con impotencia.
—Esto es de locos, ¿Por qué? ¿Eso significa que Jungwoo si fue experimentado de pequeño, verdad? ¿Cómo es posible que tenga todo eso? —ahora Jaehyun es quien habla. —Yo estuve toda mi vida ahí, incluso cuando no era...
—El punto —interrumpe Johnny sabiendo perfectamente que su menor estaba a punto de revelar algo que no debía a los miembros menores. —Es que de tantos años encerrados ¿Cómo es que no lo vimos? Nosotros nos conocimos ahí, a pesar de no vernos mucho supimos de los demás.
—Uno qué va a saber que tantas cosas tienen ocultas esos malditos seres del Inframundo —soltó entredientes Doyoung receloso. —¡Han hecho muchas más cosas de lo que imaginábamos!
—Tenemos varias hipótesis, obviamente Woo no se acuerda de esos hechos por lo que significa que tú entrabas y salías de ahí normalmente —dice el pelirrojo y rápidamente el rubio nombrado niega.
—No, a pesar de no recordar muchas cosas se que, por lo menos, casi nunca iba para allá.
—Entonces su madre le inyectaba las cosas en casa. No sería raro eso —opinó de pronto Chenle llamando la atención de todos. —Finge que eran medicinas, vitaminas o lo metía en un dulce, yo que sé.
—Por primera vez algo inteligente sale de esa bocota de riquillo que cargas —el pelinegro eléctrico le mira sorprendido causando una confusión en el menor el cual no supo si sentirse ofendido o agradecido.
—Espero que le digan a mi papi lo inteligente que me he vuelto —esboza una gran sonrisa.
—¿Por qué todo se ha vuelto tan complicado? —se desordena el cabello Nakamoto frustrado.
—¿Y cómo es posible que esta información nunca haya aparecido en el sistema del SORAS? Nosotros hackeamos todo, no hay nada que no sepamos —Lucas mira a sus mayores sin entender.
—Tal vez, por protección no lo anotaron al sistema —arroja Johnny dando una posibilidad.
—Oh tal vez —interviene el Tailandés —lo que querían hacer con el pequeño Woo es algo inimaginable... Piensenlo bien, si querían convertir a Taeyong en la única persona del mundo con la capacidad de crear, idear y planificar ataques o asesinatos sin el más mínimo error entonces ¿Qué faltaría?
Le envía una mirada subjetiva a todos sus compañeros notando los rostros pensativos y los ceños fruncidos, hasta que nota como el rostro de su líder se ilumina.
—El asesino.
—¡Bingo! Adivinaste —sonríe ladino y mira al tierno chico rubio, el más indefenso y temeroso del grupo, al cual tienen que proteger como a un pedestal. Algo completamente contradictorio para lo que lo hicieron. —Tae es la cabeza y Woo es el cuerpo. Buscaban crear a alguien para que matara y destruyera.
—¿Hablas de Hyung? —Lucas mira perplejo a su amado sin poder asimilar la información. Jungwoo y matar no podían ir en la misma oración, es prácticamente imposible que alguien tan tierno e inocente fuera capaz de hacer algo así. No podía ver a su Woo haciendo cosas malas.
—Wow, que ironía la vida —Haechan mira al mayor.
—Aunque no sería sorprendente, Ten pudo vencerlo en la última misión solo porque el poder le pesaba a Jungwoo, ¿qué pasará cuando las drogas desaparezcan de su organismo y sea más fuerte física y mentalmente? —Kun habla pero a lo último termina en una incógnita dirigiéndose hacia los más inteligentes, dejándolos sin palabras.
—Hay que estar preparados para todo, tenemos a una máquina asesina ocultada por el gobierno y no sabemos de lo que es capaz de hacer —asume Taeyong, quien mira al rubio notando su impotencia. Su mirada se suaviza y siente una opresión en su corazón, entendiendo perfectamente el sentimiento de su menor puesto a que a él también lo crearon para matar.
Al final de cuentas, todo este tiempo estuvo muy cerca de su menor. Tanto así que ahora, se siente un estúpido. Una charla entre ellos dos sería buena pero ¿De qué hablarían? ¿De lo doloroso de ser una máquina? ¿De cómo superarlo si él todavía no lo ha hecho? Día y noche se atormenta por su gran diferencia comparado con los demás, ¿Alguien como Jungwoo sería capaz de progresar así?
—Wow, mi cabeza va a explotar —se frota su frente Jaemin. Deja caer su mejilla en el hombro de su hermano mayor con un puchero. Jaehyun le mira y le regala una pequeña sonrisa para acariciarle sus cabellos.
—Si, a mi también me sorprendió —Ten saca del bolsillo de su pantalón una lima y se dispone a arreglar sus uñas sentado de forma cómoda. —Cuando ví todo el alboroto del ADN y ARN, luego agentes extraños en su cuerpo y el riñón de Taeyong dentro de él. Uff... Estuve como dios, por favor, dame un respiro.
—¿Qué riñón? —Lucas le mira perplejo.
Chittaphon parece querer decir algo pero rápidamente tapa su boca al darse cuenta de lo que reveló de forma accidental. —Ups, creo que faltaba eso.
—¿Qué riñón? —repite el mismo chino pero esta vez mirando a su líder y al canadiense.
—¿No recuerdas que tengo un solo riñón? —Taeyong suspira cansador. —El SORAS me lo quitó y mira dónde fue a parar, cortesía del Sr. Kang. El mundo es pequeño, aterradoramente pequeño....
Sorpresa 😳
¿Cómo es posible que un riñón de Taeyong esté en Jungwoo?
¿Chenle tendrá razón con su teoría?
¿Por qué las decisiones de la madre de Jungwoo?
¿Qué hará Ten con respecto a su otro lado?
¿Qué les pareció?
Los secretos van revelándose poco a poco y la verdad se acerca.
Lo siento, se que tarde un poco publicando este capítulo. Tuve muchas cosas que hacer en esta semana y además me puse a investigar todo lo referente al ADN y ARN, el cerebro, etc. Me fue difícil explicar esto, combine algunas cosas científicas y otras de fantasía. No crean que soy una superdotada en estos temas, pero me esfuerzo.
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