Siete
Un castaño yacía sentado en el césped en algún lugar perdido en la nada entre las montañas. La soledad y oscuridad del área era notoria y el chico por distracción contaba las estrellas, las cuales iban desapareciendo con el tiempo ya que el amanecer se hacia presente.
Lágrimas silenciosas salían de su delicados ojos deslizándose por las rojas mejillas y caer de su barbilla. Su mirada lejana y expresión rota estaban mientras tomaba entre sus manos un collar, su amuleto.
Entre tanto silencio un cuerpo sale debajo de la tierra y con silencio se posiciona al lado del castaño admirando el amanecer con él.
—¿Estás bien? —preguntó éste tomando del hombro al contrario pero aún así no recibió respuesta alguna. —Me preocupas, Jaemin. En serio lo haces.
El nombrado sonrió triste secando sus lágrimas con rapidez no queriendo que su mayor le pasará algo por verlo. —¿A cuántas personas estuve a punto de matar por demostrar quien soy? S-Soy un estorbo, u-un asesino.
—Jaemin, no digas eso —Jaehyun sin espera abrazó a su hermano menor colocando aquel pequeño rostro entre sus hombros acariciando aquellos cabellos claros. —No eres un estorbo, n-no eres un asesino. No lo eres.
—Y-Yo mate a mamá, y-yo lo hice —y sin querer empezó a sollozar en aquel cálido hombro.
Jaehyun sentía como los ojos le picaban y por más que su corazón se estrujara por el inmenso dolor que empezaba a sentir él solo se atinaba a mirar el cielo sin bajar la vista hacia su hermano. Le dolía mucho, realmente lo hacía. Quería verlo a los ojos, saber cuanto estaba sufriendo pero solo tenía que abstenerse a aquello. El saber que tu hermano estaba sufriendo pero no poder, nisiquiera mirarlo los ojos para ayudarlo.
—No es tu culpa... —susurró perdiendo su mirada en algún punto.
—¿N-No me odias? ¿N-No lo haces aún sabiendo q-que casi me llevo tu vida más de una vez, sabiendo que solo los l-lastimo? —apretaba con fuerzas sus párpados temiendo escuchar una cruda respuesta. Nadie podía quererlo, era imposible que lo amaran. Lo único que sabía hacer era matar y destruir con solo un simple mirar. Era un virus del cual se transmite con una simple vista.
—T-Tu no lo sabías, no s-sabíamos que pasaría. ¡E-Entiende de una vez que no es tu culpa! Sólo eres un niño, eras un niño... —tensaba su mandíbula no queriendo recordar las veces en la que Jaemin se ha llevado una vida pero que aún así le seguía atormentando. Un cuerpo, dos cuerpos, tres cuerpos, cinco cuerpos hasta volverse números interminables.
Un virus que se propagaba y mataba con una rapidez inimaginable.
—Te e-estoy lastimando, ¿verdad? —arruga su nariz frotando sus ojos aún en el hombro del contrario.
Jaehyun miró su mano izquierda, la cual yacía en su regazo hinchada junto a un color rojizo, mentiría si dijera que no le dolía, era como si le quemara el propio fuego del infierno, como si mil dagas penetrarán en aquella piel pero aguantaría, siempre lo hizo.
—Claro que no, ya no duele tanto como la primera vez —sonrió triste mientras ejercía fuerza en su mano izquierda tratando de no perderla.
«Sería bueno que Jeno estuviera aquí, él era el único que podía sanar tu corazón.
Era mejor que yo.
Tenía tu cura.»
8:00 am.
—Ninguna anomalía en el este encontrada señor —dijo un científico bajito de hombros anchos mientras tecleaba en la computadora y detrás de el cruzaba el nombrado "Señor" de tercera edad.
—Ninguna anomalía encontrada en el oeste ni el sureste, señor —esta vez dijo otro moreno con una estatura media.
—Anomalía detectada en el sur, señor —dijo un alto de cabello negro con unos ojos pequeños, lo cuales eran tan oscuros que llegan a causar temor.
—Digame, ¿cuáles son las coordenadas del área? —preguntó el hombre acercándose más hacia el último científico "aficionado" como todos conocían.
—No hay muchos datos, Señor. Se detectaron dos anomalías a las 4:55 am entre las ciudades arriba de Seúl pero no hay localización específica —explicó el mismo chico de apariencia intimidante pero que aún así sonaba respetuoso.
—¿Seguro de qué se trata de algún SuperHumano?
—Si, Señor. La máquina nunca se equivoca —asintió con seguridad.
El hombre suspiró cansado y miró a sus cuatro asistentes. —Evaluen bien el área y traten de ser más diligentes la próxima vez.
Dicho esto, él prosigue su camino dejando a MinSeok, Donghae, Eunhyuk y el más joven de todos, Sehun (su sobrino), quien con rapidez tomó unos papeles y salió detrás de él.
—¡Tío, un momento! —exclamó logrando detener al mayor, quien se giró con una ceja alzada.
—¿Tío? —preguntó con un humor sarcástico.
—Disculpe, Señor. Se me salió —agachó la cabeza nervioso.
—Vamos a mi oficina —le sonrió. Y juntos fueron a la oficina del mayor con el contrario siguiéndole por detrás.
Al entrar Sooman se sentó de una vez en su escritorio juntando sus dos manos sobre la mesa. —Dime, ¿qué deseas?
—La universidad me esta pidiendo la afirmación de mi jefe de trabajo para saber que de verdad estoy trabajando, necesito su firma y unas palabras para poder pasar —le dijo en modo de súplica dejándole los papeles en el escritorio.
—Mm... Bueno, si es así de fácil —tomó su bolígrafo escribiendo una breve carta y firmando a lo último. —¿Eso es todo? —Sehun asintió al instante.
—Gracias... —susurró tomando sus papeles, giró sobre sus hombros listo para marcharse pero al tomar la manilla de la puerta es interrumpido.
—Espera —lo llamó.
—Digame.
—En los pasillos y enfrente de los demás llámame "Señor", no quiero que piensen que tengo un favoritismo contigo, tampoco que nos vean muy cercanos porque pueden empezar a hablar y crear rumores pero, solos y fuera de trabajo o en la casa me puedes llamar "Tío", ¿sí? —le explicó con familiaridad al chico que conocía desde que estaba en la barriga de su hermana, viéndolo nacer y crecer desde entonces enorgulleciéndose al saber que su sobrino, estudiaría Ciencias siguiéndole sus pasos.
—Tienes razón, Tío. Disculpa, es que se me sale —sonrió avergonzado el menor rascándose la nuca.
—Y no creas que es sólo contigo, también va para mi hijo que por cierto no lo veo desde ayer —rió risueño. —Dime la verdad, ¿por fin consiguió una novia?
—En realidad no, durmió en mi casa pero creo que le se olvido avisarte —negó rompiéndole los inútiles sueños a su tío. —Pero en algún momento lo hará, ya esta en la edad.
—Si... Bueno te puedes ir, eso es todo —le hizo una seña para que se fuera viéndose un poco desilusionado.
Sehun asintió marchándose de ahí.
Él empezó a caminar por los pasillos con emoción mientras veía la firma de su Tío Lee. Iba tan distraído en eso que terminó chocando con alguien.
—Oh, lo siento —dijo con rapidez.
—Oh eres tú, yo soy Lee —bromeó Suho logrando una mala cara de su menor pero eso no le impidió reírse a carcajadas de su mal chiste.
—Eso no es gracioso —se cruzó de brazos con indignación.
—Oh, claro que lo es —se carcajeó tanto que hasta inclusive le salieron lágrimas que fue secando. —Está bien, está bien. Lo siento pero admite que fue gracioso.
—Tú y tus chistes de abuelos, cuentáselos a tus compañeros de asilo —rodó los ojos no pudiendo evitar soltar una pequeña sonrisa.
«Suho-Hyung y sus malos chistes» Pensó irónico.
Suho lo empujó un poco riendo para luego fijar su vista a los papeles que cargaba en su regazo. Sehun se acercó un poco curioseando notando como el título de aquella pila de hojas decía "SuperHumanos".
—¿Lograron encontrar algo de ellos? —preguntó el menor cruzándose de brazos.
—No.
—¿Y qué van a hacer? Pareciera que avanzan dos pasos pero después retroceden unos diez. Esa gente, o lo que sea que sean, no se lo están dejando muy fácil —asumió Sehun rascándose el cabello pensativo.
—Por esa razón hicimos un plan —explicó cerrando la carpeta y fijando su vista hacia el menor.
—Dime. ¿De qué se trata? Claro, si es que puedo saber —lo miró curioso.
—Solo... Vamos a jugar un poco —murmuró más para sí mismo soltando una extraña sonrisa mirando un punto en específico.
Sehun fruncio el ceño confundido ante aquella reacción. Definitivamente no estaba al tanto de nada y a veces, llegaba a perturbable los planes de su propio círculo familiar y de trabajo.
Todos iban despertando después de que la alarma sonara retumbando por todos los ricones de la casa.
Lucas soltó ciertas maldiciones y se levantó de la cama con los cabellos desordenados, mirada perdida, largas ojeras y un tic nervioso en su ojo derecho, clara demostración de lo poco que había dormido a noche. No podía dejar de pensar en lo sucedido con Jungwoo. Sí, en aquel pequeño chico rubio del cual parecían surgir muchas preguntas y ninguna con respuesta.
—¿Qué te pasó? Pareciera que un huracán paso por tu cama anoche —rió Haechan cruzando a su lado pero sin olvidar la pizca de preocupación.
—No pude dormir nada —se rascó su desordenada cabellera mientras veía como un tranquilo y silencioso Jungwoo arreglaba su cama dándole la espalda.
—Que mal, porque yo dormí ¡muy bien! —exclamó con emoción estirando sus brazos al aire. —¿Y saben por qué?
—Porque hoy es tu cita con Taeil-Hyung —dijeron al unísono Chenle, Jaemin, Renjun y Lucas ya hartos de escuchar aquella oración que el menor no dejaba de pronunciar desde hacía días.
—¿Pero estas seguro de qué le gustas a Taeil? —alzó las cejas Lucas curioso.
—Tal vez no pero, pronto sí. Ya verán mis queridos aprendices como es que se enamora a alguien, verán como lo engatuzaré y se enamorará tanto de mi hasta el punto de no poder vivir ni un día sin verme. Taeil-Hyung se independizará tanto de mí que no podrá negarme nada y hará siempre lo que le digo como un esclavo, un vil esclavo del amor que tiene hacia un menor de edad entonces y solo entonces ¡yo... —Haechan no pudo culminar ya que fue interrumpido.
—¡Haechan, ¿dónde está mi camisa gris?! —se escuchó como Taeil exclama detrás de la puerta con algo de enojo.
—¡Aquí, bebé! —inmediatamente contesta el nombrado con unos ojos soltando corazones. Él corre empujando a Lucas y toma una camisa gris de su armario para luego dirigirse hacia la puerta y abrirla sin espera. —A-Aquí esta, Hyung. Lo use ayer, no se si te molesta —junto sus manos nerviosamente mientras mostraba una cara de tonto niño enamorado.
Taeil le regalo una dulce sonrisa para luego desordenar los rubios cabellos del menor. —No me molesta, pero la próxima vez avisame. La estuve buscando desde hace rato —dicho eso toma la prenda entre sus manos y se va de ahí.
Haechan con rapidez cierra la puerta para recarcar su espalda en esta, toca su pecho con sus dos manos y trata de regular la inestable respiración. —Wow, él es hermoso —dice mirando a la nada.
Sus compañeros de cuarto lo miraron y no pudieron evitar soltar risitas de burla.
¿Haechan domar a Taeil? ¡Já! Taeil ni siquiera estaba al tanto del control que ejercía sobre Donghyuck.
—¿Qué? ¡Metanse en su asunto! —exclamó el rubio con molestia y siguió buscando que prenda vestiría en aquel día.
—¿Él siempre es así? —Lucas escuchó como Jungwoo llego a murmurar para si mismo.
—Lo es —El moreno le contestó susurrándole en la oreja a su mayor logrando sobresaltarlo de una forma muy tierna. —Aunque es porque esta enamorado.
Jungwoo con torpeza se aleja de Lucas sintiendo como el cuello se le había erizado por sentir la respiración de su contrario. Pero, lo más sorprendente es que no era por el temor, sino por algo más; un sentimiento de extraño nerviosismo empezaba a albergarlo al estar con Lucas pero no era miedo, era algo que simplemente no llegaba a comprender.
«¿Por qué de pronto me siento así con él?»
Fruncio el ceño sin darse cuenta de que Lucas lo miraba con ternura.
—¿Qué sucede, chiquito? —le preguntó el moreno mientras sus dedos pasaban entre las cejas del mayor. —Te saldrán arrugas más rápido, bebé.
Jungwoo no contestó y solo se ruborizó.
—¡Hora de desayunar! —se escuchó como un Haechan gritaba desde un micrófono logrando que se escuchará por toda la casa ya que las cornetas están dispersadas en cada habitación.
Jaemin un tanto extrañado mira a su lado a Haechan vistiéndose con relajo.
—Oye, ¿cómo puedes estar aquí y a la vez gritar en el micró... —preguntó sin pensarlo dos veces pero rápidamente se arrepintió dándose cuenta de la estupidez que acababa de decir.
Chenle sin reparo soltó una gran carcajada logrando que Renjun y junto al rubio mencionado se unieran.
—¡Yah! No se burlen de mi... —bajo la intensidad de su voz sonando realmente avergonzado llegando a ruborizarse.
En ese instante Lucas se alerto y con rapidez toma una gorra negra colgada a su lado, la tira cayendo esta sobre el rostro de Jaemin cubriendo así, su peligrosa expresión.
—Lo siento —apresuro a decir el castaño tomando el sombrero sobre su rostro y sin espera sale de la habitación no dejando que nadie lo mirase.
Y Lucas solo pudo ver como su compañero se marcha sin dejar ver su rostro sintiéndose ciertamente culpable con un extraño sabor amargo en la boca. No sabía con certeza si a Jaemin le afectaba ser así, pero suponía que sí después de haber escuchado a escondidas varias conversaciones que tenía Taeyong con Jaehyun aunque siempre le cortaban en la mejor parte porque lo descubrían.
Lo más destacante de aquello, era la cercanía que Taeyong y Jaehyun tenían. A pesar de que los tres eran los líderes de NCT no podía dejar de sentirse excluido en las charlas, decisiones y cualquiera de los planes; estaba seguro que le ocultaban cosas y no solo eso, estaba casi 100% seguro de que la relación que ellos dos tenían no era de simples amigos. Lucas jura que parecieran marido y mujer y no solo él ¡todos decían lo mismo! A parte de que Jaemin era como su hijo.
Si tan solo Jeno siguiera ahí, sería muy gracioso ver como se gana a Jaehyun y Taeyong como suegros, ya hasta imaginaba sus encuentros incómodos.
Debe de ser horrible perder a la persona que amas. Pensó el moreno y sin poder evitarlo mira a Jungwoo. Todavía no entendía mucho el sentimiento que poseía hacia aquel individuo pero estaba al tanto de que aquellas dos semanas de convivencia han sido muy... muy especiales y alborotadoras para su corazón. No estaba acostumbrado a aquellas emociones.
«Si tan solo... entendiera mi cuerpo»
—Lucas —de pronto una melodiosa voz hizo eco por toda su mente, haciéndolo despertar en sus vaivenes. —¿E-Estás bien?
Sintió como una cálida mano se posa sobre su hombro izquierdo. Él se gira encontrándose con el chico más hermoso, un ángel, una luz en aquel desastroso lugar y con el que estaría dispuesto realizar muchas aventuras.
—Si, solo pensaba —sacudió su cabeza aún aturdido y luego soltó una brillante sonrisa queriendo dejar atrás su duda existencial —Vamos a comer.
Dicho esto, y nuevamente sin darse cuenta, el moreno toma de la mano al rubio y se dirige hacia el comedor. Jungwoo se ruborizó al instante y por sus inestables nervios no pudo negarse, de alguna forma, las manos de Lucas eran ásperas, se sentían con muchas ampollas y cicatrices que pudo notar pero aún así, eran cálidas, fuertes y sentía un instinto protector de parte de ellas.
De pronto una alarma inundo toda la planta de la casa logrando sorprender a todos los vivientes, quienes sin espera se dirigieron a la Sala de Operaciones encontrándose con el grupo Nintels moviéndose de un lado a otro.
Desde que sonó la alarma esta logró ahuyentar a Jungwoo, quien no entendía nada y solo se aferró a si mismo con temor, eso fue hasta que con rapidez Lucas tomó de su mano sin permiso y lo arrastro consigo hacia la predicha sala. Aquel acto logro que el pequeño Woo se sintiera, de alguna forma, un niño al que estuviesen cuidado y guiando. Y sin querer, empezaba a acostumbrarse a tener sus manos unidas.
—Encontramos a otro SuperHumano —aviso Mark dejando en sorpresa a todos.
Habían pasado a penas dos semanas desde que Jungwoo había sido encontrado y ahora, al parecer, un nuevo integrante se integraría a la familia.
—¿Otro? —preguntó Haechan sorprendido quedando boquiabierto.
—Wow, esto es muy bueno —sonrió Chenle a su lado.
—¿Tienes la ubicación exacta? —inquirió Taeyong empezando a teclear la computadora.
Sólo fue cuestion de segundos para que encontraran el lugar pero para su mala suerte, el gobierno parecía tener de rehene a aquel individuo.
—Tenemos que hacer un plan —asumió Jaehyun.
—Ash, es estresante siempre tomar a los nuestros a la fuerza con esa gente —suspiró exhaustivo Ten rascándose la nuca.
—Creo que esta vez le dejaremos la acción a los Clouts. Me asegurare que no arriesgues tu pellejo y el de los demás, otra vez, Lucas —el pelirrojo le envió una mirada asesina al nombrado claramente aún enojado por la acción pasada.
—Pero...
—Pero nada, no me interrumpas que idearemos algo —interrumpió este sin querer escuchar objeciones.
—Bueno, tenemos dos maneras. El equipo de Lucas puede crear algún show para distraerlos y nosotros entramos y tomamos al individuo. —Se detuvo a decir Jaehyun —O, mi equipo y yo nos encargaremos de patearles el trasero a esos tipos y los Tengirs irían a por la persona.
Taeyong solo calló, meditando la situación.
—Si, ¿cuál te parece, Taeyong? —pregunto Ten insistente dándole codazos al pelirrojo.
—No lo sé... —balbuceo y se cruzó de brazos.
—Lo sé, debo de admitir que mis habilidades son demasiados buenas —dijo Lucas subiendo su ego.
—Buenas habilidades pero con un pensamiento de mierda —lo volvió a interrumpir el pelirrojo a la defensiva. Y prosiguió —pésima realización de nuestros planes e incumplimiento de mis órdenes, además de ser un gran patán, celoso, impulsivo y no poseer la capacidad mínima de razonamiento en momentos especialmente esenciales. ¿Quieres que siga, Lucas o, lo has entendido?
—Si, si. Lo tengo bien claro, esta vez trataré de no ignorarte y hacer todo lo que pidas, ¿sí? —sonrió nervioso.
—Te dejaré ir a la misión pero, si llegas a cometer un sólo error o mejor dicho a no escuchar mi orden dejaré que Doyoung se encargue de realizar tu castigo, ¿me escuchaste? —hablaba entre dientes el líder sonando muy enojado.
—¿Yo? —se vio muy gustoso el nombrado. —¿Estas diciendo que puedo, por fin, electrocutar a este tonto?
—Y mucho más.
Lucas solo río nervioso. —No es necesario tanta agresión. Y-Yo haré caso esta vez, l-lo prometo.
—Que así sea —le miró Taeyong con una sonrisa malvada ya sabiendo lo que se aproximaría.
Era obvio que Lucas le desobedecería por lo que ya estaba listo. Tenía el perfecto castigo para aquel moreno revoltoso.
—Estamos en posición. Repito, los Tengirs están en posición —dijo Lucas al Woki Toki después de haber recibido el asentimiento de los demás miembros. Habían rodeado a una distancia aprobable la gran fábrica. Lucas y Haechan se encontraba vigilando la puerta, Chenle y Jisung estaban juntos en la parte trasera de la fábrica y en cada lado yacían Jaemin y Renjun por el otro. Logrando así, rodear toda la extensión teniendo ojos en todos los lados y direcciones.
—Entendido —se dispuso a decir Jaehyun. Este se encontraba en una camioneta negra con su equipo (Los Clouts) a unos cinco o diez minutos de la fábrica, la distancia era tal por si los agentes del gobierno tendrían algún radar que los localizarán. No podían arriesgarse a tales situaciones. —Esperamos tu señal, Taeyong.
El nombrado pelirrojo, estaba junto a los Nintels comandando y viendo todo desde casa, sumado a esto tenían a Jungwoo a su lado viendo todo desde la pantalla con fascinación, confusión y temor por aquellas personas que tan amable lo habían acogido.
No sabía que hacer, no entendía por completo lo que sucedía pero de lo que estaba al tanto es que ellos podían morir, que Lucas podría morir.
Sin duda alguna él le tenía miedo a la muerte y pensar en ella le causaba escalofríos pero ahí estaba Lucas, quien iba de frente sin tenerle miedo a nada como diciendo “¡Ven a mi si puedes, muerte!”
Era la primera vez que veía a alguien así y le era tan raro, tan raro que le causaba preocupación.
—Empiezo la cuenta regresiva —la predominante voz de Taeyong hizo eco por el micrófono llamando la atención de todos. —Cinco... Cuatro... Tres... Dos... ¡Uno!
Y la acción empezó, logrando que NCT se llevará una sorpresa para nada agradable.
¿Cuál será la sorpresa?
¿Qué se encontrarán?
¿Qué fue exactamente pasó con Jeno?
¿Quién ustedes creen que será el nuevo integrante de la familia?
¿Lucas le hará caso a Taeyong?
Gracias por leer y siento la tardanza, no me sentí inspirada.
No olviden votar y comentar
que les pareció el capítulo♥
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