Sesenta y Uno
Arriba muestro un gráfico del plan de los chicos. De Jeonnam (que es más o menos la parte rodeada de azul) y mas específicamente Jindo que es lo rodeado por rojo. Y el camino de ahí para la Isla Ishigaki que es bastante pequeña.
Nota: Siento a los que ilusione y desilusione hace pocas horas atrás. Por error presione "Publicar" en vez de "Guardar" 😅😢
En la fría tarde de aquel día de Otoño, en las afueras del bosque perdidos de la comunicación y de toda la sociedad, una tumba acababa de ser enterrada y la lápida terminando de ser escrita por Jaehyun con ayuda de su mejor amigo americano.
Las letras las hizo con una barra resistente puntiaguda la cual es clavada con ayuda de un martillo presionando mientras las lágrimas caen encima del nombre de su amado.
Ten y Doyoung se encuentran sentados justo alrededor de la tierra recién puesta, pasando sus manos con suavidad, anhelando, deseando y llorando en silencio.
—Maldito, siempre le decía que no diera tanto por nosotros —dijo Ten con la voz rasposa, esbozando una triste sonrisa nostálgica. —Siempre me regañaba y estaba detrás de mí, me exasperaba pero... P-Pero lo ha-hacia para cuidarme... —sin evitarlo su voz se rompió en media oración, soltando sollozos se cubre el rostro. Siempre acostumbra a ser tan vivaz, mostrándose despreocupado ante todo como si no le importara cuando en verdad lo hacía.
—Ten... —Johnny lo llamo por su nombre, se acerca al menor arrodillandose a su lado para abrazarlo dándole caricias también la borde de las lágrimas.
—S-Siempre se preocupaba p-por mi, por lo que ha-hacia, g-gracias a él pude u-unirme más a ustedes, s-sentir que de verdad somos una familia. Ta-Taeyong s-siempre me orientaba... —decía aún con su mente recordando aquellos momentos tan vivaces que aún no puede aceptar que tendrá que aprender a dejar atrás. A partir de ahora no habrá más Taeyong, no más de sus regaños, de sus enseñanzas, de sus genuinas sonrisas ni de su amistad.
—T-Taeyong-hyung siempre fue t-tan amable y fuerte, é-él no se lo merecía —al decir aquello, Jaehyun dejó de hacer lo que hacía y se cubrió el rostro volviendo a sollozar con su rostro rojito.
De pronto se aparecen dos cuerpos, Yuta trayendo a un confundido Jungwoo.
—¿Qué pasó? —cuestionó el rubio sin entender. Mirando a todos los miembros se da cuenta de uno tan esencial como el agua no se encuentra, las expresiones lamentables, a Jaehyun sollozando en posición de feto en el piso, tierra recién enterrada y una lápida con el nombre "Lee Taeyong" escrito. —¿Q-Qué le paso a Hyung? —cuestionó perplejo, aún con su mente en blanco sin querer reaccionar, buscando temerosamente que esto resultase ser algún malentendido pero en lo más profundo de su ser, sabía que no era así y sin darse cuenta empezó a llorar. —D-Dime que no, n-no es cierto —tomó la playera del japonés buscando en aquella triste mirada la negación.
—Taeyong murió, l-lo hizo... —por fin habló, Doyoung.
Aquella oración quedó clavada en la mente de nuestro protagonista repitiéndose una y otra vez.
—T-Tae... —murmuró con dolor mirando aquella tierra, se acerca a pasos lentos y tambaleantes. Las lágrimas se escapan de forma voraz, saliendo como una cascada sin final. Mordiéndose el labio inferior ocasionando sollozos ahogados. Se seca el rostro con sus mangas sucesivamente y cuando tiene a sus pies la tumba, cae al suelo arrodillado al lado del Tailandés. —T-Tae... —pasa sus manos en aquella tierra tembloroso. —H-Hyung... ¡Hyung!
Y sin evitarlo suelta todo el llanto por aquella persona que le cuido, Taeyong le enseñó tantas cosas de la que esta agradecido desde temas simples de la vida hasta las operaciones más complicadas de matemáticas, siempre tan amable y genuino, pensando en todos y menos en él. Pidiendo a todos que fueran egoístas cuando el mismo nunca lo fue.
—T-Tae... —dice entre sollozos.
—Ay, Woo... —murmuró con pena Ten a su lado, soltando a Johnny para pasar sus brazos por el delgado muchacho rubio, el cual le corresponde arrugando con fuerza la tela de su camisa.
—H-Hyung no se pudo haber ido, H-Hyung no... ¿Q-Qué voy hacer? H-Hyung ¿Q-Qué hare-remos? —hipando como un débil niño pregunta, perdido y desorientado.
—N-No lo sé... N-No lo sé, Woo...
—¿Q-Qué le di-diremos a los d-demás...? ¿A Haechan, L-Lucas, T-Taeil-Hyung, M-Mark...? ¿Q-Qué les d-diremos?
—N-No lo sé, no l-lo se... —el mayor sorbe su nariz y mira al cielo implorando misericordia en ellos.
Jungwoo se pasa las manos en su rostro, frotándose y arrugado su nariz. Posa su vista en Jaehyun y no puede sentir nada más que tristeza por él, Taeyong era el amor de su vida, la razón de sus ganas de vivir, la razón por la que sonreía. Y si Jaehyun dejaba de sonreír ¿Quién se haría cargo de su felicidad? Sintiéndose observado, se gira y se percata por primera vez de un intruso o tal vez no tanto.
No tiene que vagar mucho por su mente para saber de quien se trata, ya de por si sabía que el hermano mayor del peligris se hayaba atrapado y que lo sacarían junto a los demás. Sumado a esto, el parecido de hermanos es innegable.
Lo que le confundió de la situación, fue que cuando giro su vista en el mayor, este inmediatamente retrocedió un paso y cortó el contacto visual. Un extraño olor de roedor entró a sus fosas nasales y frota su nariz confundido.
»Es un conejo«
«¿Un qué?»
»Un Neo de Luz, destella bastante.
Es una buena persona«
Jungwoo confundido sigue con la mirada aquel castaño, el cual parece evitarlo y esconderse de él hasta que lo perdió por completo de su campo de visión cuando entró a la casa bajo tierra. Se sintió dolido y rechazado.
«¿Por qué se fue?»
» Nos reconoció, a partir de ahora muchas personas empezarán a reconocernos y tenernos miedo al principio. Pronto se acostumbrarán de nuestra aura«
«Pero Xiao-Hyung no es...»
Ni siquiera pudo culminar su pensar cuando se gira sucesivamente buscando a su compañero chino, al cual no encontró por ninguno lado. En realidad, si se pone a pensarlo, a penas y vio unos segundos la espalda del mayor alejarse hace rato por los pasillos.
» No te sientas mal, se sienten intimidados. Sigue comportándote como siempre lo haces y todo volverá a la normalidad«
«Pero...»
Jungwoo se zafa del agarre del tailandés alejándose un poco de él para verlo cara a cara. Ten no se alejo, no tuvo miedo ni bajo la mirada ahora que se encuentra viéndolo justo a los ojos.
—¿Por qué no te sientes intimidado? —sin evitarlo, soltó aquella pregunta sin pensar, arrepintiéndose al instante de su lengua suelta. Se tapa la boca con sorpresa y avergonzado intenta alejarse hasta que el mayor lo toma de los hombros impidiéndole.
Ten esboza una dulce sonrisa para nuestro protagonista, la cual no se veía del todo bien y el tono que uso al hablar parecía sonar un poco dolido —Soy una víbora solitaria, nunca bajaré la cabeza ante nadie.
—¿Cómo sabes a lo que me refiero? —cuestionó en un murmuro bajo sorprendido.
Ten le parece tierno como el menor abre los ojos con asombro, pareciendo un pequeño niño descubriendo. Acaricia la cabellera rubia y responde: —Xiaojun apenas te vio y se escondió a su habitación, y el tal Suho se hubiera quedado si no lo hubieses mirado tan intensamente.
—Y-Yo, yo no lo miré así.
—Lo hiciste pero se que no fue tu intensión.
—¿Y-Yo... Te mire intensamente? —preguntó cuidadosamente.
—Tranquilo, estaré bien. No te tengo miedo y no te sientas mal cuando accidentalmente lo ocasiones —le dijo con suavidad entendiendo plenamente al menor, aprieta sus labios pensativo. —Si Taeyong estuviera aquí, se hubiera emocionado mucho. Parece que realmente lo lograste, no te huelo maligno —lágrimas traicioneras salen de sus ojos sin su consentimiento, se las seca con cuidado. —Woah, estaré con los ojos hinchados durante una semana como mínimo. Debo dejar de llorar tanto —bromeó pero no rió con honestidad.
—Q-Quería que estuviera orgulloso de mi y v-viera mi avance... —se acurruca contra el mayor buscando calidez en aquel cuerpo extranjero, el cual lo recibió con los brazos abiertos. Sollozo en las ropas ajenas y restriega su húmedo rostro en ellas. —N-Nunca se lo d-dije porque pensé que se sentiría herido por su s-sexo pero... L-Lo sentí una figura materna que tanto n-necesitaba, m-me recordó a mi mamá cuando me enseñaba a s-sumar de p-pequeño.
—La diferencia es que ya no eran sumas, eran operaciones complejas que te dejaron loco durante días —rió el tailandés compartiendo aquel recuerdo.
—Se molestaba cuando le llama "Mamá" —se unió a la conversación el japonés escuchando lo último que estos han hablado. Frotándose el rostro esboza una triste sonrisa la cual está llena de recuerdos nostálgicos —Y eso que teníamos la misma edad, pero él de verdad se parecía a mi m-madre. Ambos m-me obligaban a comer lo que no me g-gustaba, me regañaban c-cuando hacía algo m-mal, me enseñaban, trataban de e-educarme, y hacían mil cosas al día a la vez, tenían un t-talento nato.
—Hay que bajar, no podemos durar mucho tiempo aquí afuera —intervino Doyoung parando por fin de llorar, se acerca a Jaehyun el cual rechaza su agarre una y otra vez. —Nos van a encontrar así.
—Déjame —contestó seco, ignorando al pelinegro termino de colocar la lápida con su corazón oprimido.
Lee Taeyong
1996 - 2020
“Siempre te amaremos”
—Pensé que escribiste eso atrás, ¿qué hay si no es eso? —preguntó Johnny con curiosidad intentando acercarse y verificar pero lo que no se espero es ver a Jaehyun levantarse con rapidez y detenerlo.
—Déjalo así, no necesitas saberlo.
—¿Qué?
Doyoung no quiso quedarse con la incógnita y se apresuró a llegar para ver por detrás. El peligris se molesta y lo jala de la prenda superior alejandolo.
—¿¡Qué haces!?
—¡No! ¿¡Qué estás haciendo tu!? "Espérame, pronto te seguiré" ¿¡q-qué clase de oración acabas de escribir!?
—No lo pienses mucho, n-no tiene importancia.
—¿Acaso quieres morir? ¿Quieres suicidarte? —pregunto sonando totalmente directo, con su corazón dolido por ver aquella lamentable situación del peligris. Podrá estar irremediablemente enamorado de Jaehyun y a pesar de ello la muerte de Taeyong no le trajo paz ni el camino libre porque está consciente de que ellos dos nacieron para estar juntos y nadie logrará hacerlos cambiar de parecer. El que Taeyong se haya ido, debe de ser doloroso para Jung pero aún así, no puede permitir que haga estas cosas ¿Y si intenta quitarse la vida? No lo quiere anclar a respirar a la fuerza, aún así no puede dejarlo ir a tan temprana edad por él mismo y por Taeyong.
—Sí —contestó frío y seco sin pensar con claridad. Su rostro tornándose de un rojo debido a toda el odio contenido, apretando sus manos con tanta fuerza blanqueciendo sus nudillos en el acto. Lágrimas de tristeza mezclada con rabia salen en contra de su voluntad. —No puedo vivir sabiendo que ese maldito de Ravi haya matado a Taeyong, esa bestia...
—Jaehyun... —pronunció con tristeza.
—No puedo, n-no puedo... ¡No puedo vivir si el sigue respirando mi mismo maldito aire! ¡Lo odio, lo odio tanto, maldita sea! —queriendo romper y destruir, no puede controlar su inestable poder que necesita ser sacado. Se gira dándole la espalda a sus amigos y corre hacia un árbol, golpeándolo con toda su fuerza una gran ráfaga de ondas de aire se dispara de forma desordenada cortando en muchas partes aquel árbol llegando inclusive a otros.
—Jaehyun, cálmate —apresuró a decir temeroso Doyoung dándose cuenta de la gravedad del asunto, sus compañeros también se preocupan.
—N-No puedo... N-No puedo vivir sin H-Hyung. ¡Doyoung, ¿Q-qué hago?! ¿¡Q-Qué haré...!? —cae al suelo de rodillas, cubriéndose el rostro vuelve a llorar cual niño pequeño. —L-Lo amo, lo a-amo... N-Necesito estar con él, n-necesito que viva... ¿Q-Qué hago? ¿Q-Qué debo hacer? —fue murmurando una y otra vez lleno de agonía.
Doyoung mirándolo con pesar se acerca lentamente al menor, al llegar a él se arrodilla y antes de que pudiese acercarse ya Jaehyun se encontraba rodeando su delgado cuerpo con sus fornidos brazos casi aplastándolo, buscando cariño.
—P-Puedes llorar y d-desahogarte con c-calma... —habló dulce, con una mano le da caricias a su espalda y con la otra a su cabello. Su corazón latiendo de forma voraz no sólo debido a la cercanía sino también por el dolor que le causa ver a su amor platónico en aquel estado.
«Ojalá yo hubiera muerto en tu lugar. Nadie hubiera sufrido tanto por mi partida» Pensó crudo consigo mismo el de apariencia de conejo. Tragándose el nudo de su garganta intenta ser fuerte y apoyar con todo su corazón aquel muchacho que rechazo sus sentimientos con toda la amabilidad posible.
«Si en unos años me vuelvo a declarar a ti... ¿Me aceptarás entrar a tu corazón?»
Sintió repulsión hacia sí mismo de solo pensarlo. Anhelar esperanza después de la tragedia de alguien es tan egoísta de su parte. Quiere detener ese infame pensamiento ya que está consciente que por más que se declare una y otra vez a ese ser, siempre su corazón tendrá a Taeyong presente estando o no vivo, por lo que es obvio que lo rechazara. Aún así... Siempre hará todo lo posible para que Jaehyun nunca deje de sonreír no solo por su puro amor genuino hacia él, sino también por aquel pelirrojo y también por él mismo, nadie se merece ser infeliz.
Por los desconocidos pasillos de la casa de NCT para nuestro querido Suho, el cual se puso ansioso desde el primer momento en que vio aquel chico de cabellera rubia, no pudo evitar verlo de reojo, analizándolo con desconfianza no sabiendo a que bando anda específicamente. De alguien con tanto poder y un aura intensa se puede esperar cualquier cosa, pensó.
Sin duda alguna ese chico se le hizo familiar, esta seguro de haber visto su rostro en otro lado, en algún pasado que olvidó debido a las pastillas. Ahora que descubrió gran parte de su desdicha ya no sabe si sirvió de algo olvidarlo.
No le dio tiempo de siquiera presentarse a los amigos de su hermano menor ya que el ambiente melancólico lleno de desgracias los atacó. En todo momento se mantuvo a un lado como un espectador, sintiéndose como un intruso.
El triste aura le pego tanto que no pudo evitar escaparse de sus ojos algunas lágrimas silenciosas, ver a Jaehyun en tan mal estado por aquel desconocido le hizo sentir culpable, ya que justo cuando vino alguien se fue. Si, tal vez sea una razón estúpida de sentirse culpable pero no puede rehuir de ese pensamiento.
«Tengo que hacer algo, ayudarlos»
Se adentra a una de las puertas llegando a la cocina, cerrando detrás de si decide usar todo lo que tiene para dar. Levanta las palmas al aire y una esfera blanca se formó.
Hay una parte de su poder que siempre sospecho poder usar pero solo una vez en su vida intento hacerlo, fallando en el intento y como consecuencia duro una semana hospitalizado.
Suena genial poder controlar la realidad a tu merced, ¿pero a qué precio? Además de no poseer tanta habilidad en pelea directa, hay algo que no le ha contado a nadie más y por ello siempre evitar usar tanto de su poder.
Se enferma.
No es algo muy grave, usualmente no pasa de fiebre, dolores de cabeza o gripe, pero el día de hoy uso mucho más de lo que estaba acostumbrando causando que tosa sangre. Hacia años que no le sucedía.
Su madre le advirtió alguna vez y se lo volvió a reiterar en sus últimos momentos de vida "Úsalo sabiamente o podrías morir" pero no sirvió de nada, no soporto el dolor de perderla e intento con todas sus fuerzas traerla de vuelta. No sirvió de nada ya que terminó prácticamente vomitando sangre y necesito ir a urgencias. Los doctores le hicieron múltiples exámenes preocupados diciéndole que esto debía ser obra de alguna enfermedad terminal, para su sorpresa no encontraron nada anormal y lo dejaron como un caso curioso.
Solo Suho sabía la verdad tras ello.
Él solo es un débil conejo con un poder muchísimo más grande que su tamaño.
Y obviamente, intentando generar el poder entre sus manos, sus piernas pierden fuerza y cae al suelo arrastrando su espalda contra la pared. Su corazón se agita y un líquido carmesí cae de sus belfos.
—Maldita sea... —murmuró insatisfecho consigo mismo.
No había razón para vivir si su madre está muerta, su padre lo aborrece, su desconocido "hermano" se encuentra en un coma con más probabilidades de morir que de otra cosa y Jaehyun parece más muerto que vivo.
«Solo un poco más, por favor»
Una extraña corriente eléctrica pasa por todas sus venas, forzándose a lograrlo. La magia de sus manos empieza se vuelve inestable y no logra controlarla.
Ésta de pronto explota y casi lo deja sin aire. Buscando respirar, su pecho sube y baja de forma notable. Tose innumerables veces y todo el piso se mancha de sangre, sus manos y ropa incluidos. La vista se le es borrosa, cierra y abre los párpados una y otra vez buscando ver de nuevo con claridad.
—¿Qué está pasando? —cuestionó con sorpresa Yuta recién entrando a la cocina, viendo el rojo adornando los labios del mayor se asusta y sale corriendo gritando por los pasillos. —¡Jaehyun, Jaehyun, tu hermano! —fue gritando hasta subir de nuevo, respirando agitado mira al peligris con pena. —¡Jaehyun, no se que le pasa a tu hermano, esta en la cocina tosiendo sangre!
Sí, eso era lo único que le faltaba para que nuestro peligris perdiera por completo la cordura. Hecha a un lado a Doyoung y corre como alma lleva al diablo, llegando al lugar ve a su mayor en una posición lamentable. Se arrodilla ante él y lo toma de los hombros examinandolo de arriba a abajo ansioso.
—¿Qué pasa? ¿Qué pasó? ¿Estás bien? ¿Por qué estás así? Hyung, no se vaya, no se v-vaya usted t-también.
—Estoy bien —contestó limpiando la comisura de sus labios con la manga de su camisa. —Me pediste que salvará a Taeyong y y-yo...
—¡No lo hagas! —negó de inmediato de un exclamó que dejó sordo a todos. —¡No tienes que hacerlo, no dez tu seguridad por nada del mundo!
—Pero...
Jaehyun perdido entre los turbulentos sentimientos de su corazón toma del cuello de la camisa al mayor mirándolo con intensidad. —Te prohíbo irte de mi lado, n-no puedes dejarme... —su voz se rompió en llanto y lo abrazo con fuerza. —N-No lo hagas, n-no hagas lo que sea que estés ha-haciendo, t-te necesito e-en mi vida...
—Esta bien...
Mientras tanto, arriba solo queda un miembro, Jungwoo justo delante de la tumba de Taeyong mirando con dolor a donde fue a parar su líder. Cuando los demás escucharon el exclamo de Yuta salieron corriendo para ver lo que sucedía pero él no tuvo la necesidad de hacerlo, por alguna razón no lo sintió tan grave y prefirió quedarse ahí arrodillado en la soledad del frío bosque que le causa escalofríos.
«Si hubiera ido a la misión
esto no estaría pasando»
» Necesitabas descansar,
volviste en muy mal estado«
«¿Pero habría muerto si yo
hubiera, sea como sea,
ido a la misión?»
Su pregunta no obtuvo respuesta, sobre su cadáver su líder hubiera muerto y la diferencia de él con otros miembros es que él se siente culpable porque sabe que posee la fuerza para proteger a sus seres queridos. Eso es lo peor, saber que puedes hacer algo y no haberlo hecho.
«¿Puedo volverlo a
la vida?»
» Jungwoo, no eres un Dios«
«Lo sé, pero... De verdad
necesito ayudarlo, él no
se lo merece y tu lo
saberlo. Dime algo, lo
que sea»
Se seca las lágrimas y se mantiene quieto en su posición con esperanza.
«Por favor, lo que sea»
» Hay alguien que
tal vez pueda «
«¿Quién?»
» Escúchame primero, si las
cosas suceden de una forma
es porque están destinadas a ser
así. Cambiar algo, requiere de un
sacrificio. Él debe de saberlo más que
nadie "Ojo por ojo, diente por diente" «
«¿Dices qué...?»
» Alguien tiene que morir en
lugar de Taeyong. Si quieres lo hablas
con él y si alguien acepta morir en
su lugar, solo ayudarás mandándole
fuerza«
«¿Cómo puedo dejar que
otro miembro muera por
Taeyong-hyung? No puedo
decirle esto a los miembros
van a querer salvarlo con su
vida. Jaehyun se volverá loco
y querrá hacerlo»
» Tu eliges, puedes dejar las
cosas así o mandar a Suho
a devolver el tiempo «
Ahora no sabe si enterarse de aquella información es mejor o no. Sigue en las mismas, perturbado, culpable y angustiado sin una solución válida para dicha situación.
Siente un escalofrío pasar por su espina dorsal y se abraza a sí mismo mirando hacia los lados con inseguridad, siente una mala vibra que no entiende. Al verse solo decide levantarse y volver a entrar a la casa.
Baja y camina por los solitarios vacíos buscando a sus compañeros. Con los 21 nunca se vio tan solo, silencioso y abandonado, le falta la vida que le daba todos sus compañeros. Ojalá en la isla estuviesen bien. Abre los ojos al recordar preguntar sobre cómo les va a los muchachos, que tonto, pensó. Es que apenas despertó y le dieron las noticias de su líder, no tiene tiempo para pensar en varias cosas aún cuando su mente sigue sufriendo.
Llega a la cocina y ve a Jaehyun dándole una pastilla y ayudando a beber agua a su hermano mayor, Suho. «¿Qué poder tendrá para ser capaz de devolver el tiempo? Debe ser muy poderoso. Si tenemos la posibilidad de elegir quién muere ¿podré poner al Sr. Kang en la lista?»
De pronto para interrumpir la calma del grupo resuenan sonidos ensombrecedores de arriba, más específicamente de la compuerta para entrar a la casa.
—¿Qué pasa? —cuestionó con ojos temblorosos Johnny.
Llegó corriendo Xiaojun a la cocina encontrándose a todos, agitado y asustado. —¡Hay que escapar, están aquí!
—¿Quién?
—¡Ravi, Song, Kai! ¡Ellos!
—¿¡Qué!? ¿¡Cómo nos encontraron!? —cuestionó Doyoung al borde de un ataque de ansiedad.
—Hay que escapar por el túnel —apresuró a decir el japonés.
—Igual nos íbamos a ir a este hora ¿pero qué haremos si nos siguen a la reunión pautada? —rectificó Ten haciéndoles recordar.
—¿Cuál reunión? —preguntó Jungwoo confundido.
—Se supone que a las cinco tendríamos que irnos a la isla y antes de ello, debíamos de haberle avisado a Sehun, salvado a V y Mina, y yo haber matado al maldito Cuervo y la maldita Lagartija —explicó obvio el tailandés sonando totalmente decepcionado. —Pero esos malditos, lograron entorpecer todos nuestros planes.
—¿Salvar a Mina y V?
—Después te explicamos, hay que escapar ya —dijo Xiaojun desesperado.
Sin alcanzar a agarrar algo consigo, estos corren por los pasillos y antes de que llegarán al lugar ya escucharon la entrada de su hogar romperse junto a una gran alarma resonando una y otra vez de un sonido tan alto que los deja sordos.
Jungwoo como si estuviera en cámara lenta mira a todos sus compañeros mientras corre por su vida. Doyoung tomando a Jaehyun de la mano y éste tomando al tal Suho. Ten no tiene tanta fuerza para correr debido a sus heridas por lo cual Johnny se encargo de cargarlo y llevarlo en sus brazos. Xiaojun corre de cabeza estando algo alejado de él y Yuta ya había llegado a la puerta del túnel secreto abriéndolo mientras ellos iban.
Jungwoo se detuvo de pronto con un pensamiento en su mente «Tengo que ayudar a mi equipo, no puedo dejar que más cosas malas ocurran». Se gira sobre sus talones y camina en dirección contraria de su equipo.
Con un corazón latiendo de forma voraz por la ansiedad, sus manos temblantes y sus ojos decididos. Toda su buena fe parece haber sido tirada directo a la basura cuando escuchó exclamos detrás suyo.
Sin poder creérselo se gira y ve a Ravi justo delante de sus amigos junto a sus secuaces tomándolos a la fuerza. En ese instante en que vio la forma injusta en que ellos estaban siendo tratados sintió una opresión en su pecho.
Quería ayudarlos, quería salvarlos pero ¿Por qué? ¿Por qué cada vez que parece dar un paso hacia adelante siente que vuelve a retroceder hacia el principio?
Sí, desde el principio nunca pudo proteger a nadie, por más que pidiera y llorara no pudo impedir la muerte de su madre. Se supone que él había crecido, había mejorado y ahora lucha ¿pero en serio lo hace? Se siente tan patético y avergonzado de sí mismo. ¿Qué tiene de bueno saber que tienes buenos poderes cuando no sabes usarlos?
Una malévola carcajada resuena por el pasillo volviéndose un eco en su pérdida mente. Woo dirige su vista al dueño de ese horrible sonido y ve al detestable Sr. Kang riéndose en su propia cara.
—¿Qué? —cuestionó sarcástico aún riendo sin parar —Lo siento, es que no puedo evitar reír al compararte la última vez que te vi, parecías realmente tener esperanza y ahora, veo un gran cambio en tu mirar...
Y verlo ahí, burlándose de su desgracia de forma tan maldita fue la gota que derramó el vaso. Quería matarlo y hacerlo sufrir, deshacerse de ese viejo cuerpo asqueroso pero para todo había un tiempo y con una idea en su mente decidió por fin cambiar el rumbo de su historia.
Le da la espalda al Sr. Kang y sus ojos logran captar como Ravi extiende al aire su gran Katana llena de sangre que sabía que pertenecía a su equipo. Aprieta sus puños de la rabia que empezó a circular su cuerpo, evito mirar cual es el cuerpo que cayó al suelo y difícilmente hizo oídos sordos a los desgarradores gritos de dolor de parte de sus compañeros.
Las lágrimas se deslizan de su mejilla sin pedir permiso mientras un gran torbellino de emociones ataca a su dolorido corazón.
Se acerca corriendo hacia ellos, tomando el hombro del Dragón lo empuja bruscamente hacia un lado, todos mirándole a la defensiva pensando que haría algo para atacarlos, en cambio, éste solo se acercó fugazmente hacia Suho tomándole de la muñeca y alejándose con rapidez. En el trayecto, chocó accidentalmente con Yuta y Jisung, ocasionando que el segundo perdiera el equilibrio y cayera.
—Woo, ¿a dónde vas? ¿Qué...
No alcanzó a escuchar por completo la oración de unos de sus compañeros, esta tan absorto que no logró diferenciar la voz. Por alguna razón nadie lo siguió, tal vez fue demasiado rápido y no les dio tiempo a reaccionar. Abre una puerta y adentra al mayor, antes de que esté pudiese decir algo Jungwoo se adelanto.
—Te daré la fuerza que necesitas y tu devuelve el tiempo —soltó de un tiro desesperado, limpiándose con sus manos temblorosas su húmedo rostro.
—¿Tu... C-Cómo sabes? —espeto realmente sorprendido y sin dudar negó con rapidez buscando salir de la habitación pero el menor interrumpió su camino.
Con sus insistentes ojos los cuales se reflejaron por unos segundos amarillo y sin quererlo realmente logró intimidar con sus palabras: —Te lo ordeno.
Suho frunce el ceño y retrocede un paso. Mientras Jungwoo da uno hacia adelante.
—¡En vez de intimidarme deberías de ir a salvar a tus amigos!
—Es lo que haré —contestó rápido dejando sorprendido al mayor. —Tengo un plan para cambiarlo todo, solo falta que cooperes conmigo.
—Esta bien, aceptaré tu fuerza pero ¿y después qué? ¿Sabes qué alguien tendrá que...
—... Morir en lugar de Taeyong? —culminó la oración y asintió obvio —Lo sé, ¿podemos decidir a quien matar? El Sr. Kang es una buena opción.
—Hay límites —corrigió con decepción —tendré opciones limitadas y entre ellos, todos serán mis seres queridos. No mataré a Jaehyun ni Sehun.
—¿Y vas a dejar que la historia concluya así? —cuestionó dejando sin palabras al mayor, tampoco quería que terminará así pero no quería sacrificar la vida de otros, ni siquiera esta completamente seguro de todas las consecuencias que tendrá cambiar el pasado, tal vez sea peor, tal vez mate más personas.
—¿A quién se supone que daré por Taeyong? —pregunto sin más. En realidad, si había alguien, alguien que quiere y odia a la vez pero no es capaz, no puede hacerlo.
Jungwoo lo mira a los ojos y siente como éste parece ver todos sus secretos con solo un vistazo. —Se que tienes la respuesta, seamos egoístas —y así sin más toma entre sus manos las contrarias dándole un leve apretón. —Recuerda esto, tu no tienes la culpa de nada, yo te obligue. Por favor, odiame.
No sabe en que momento todo se volvió negro, pero ahora se encontraba abriendo los ojos con dificultad viéndose a si mismo recostado en la cama de la Clínica de su hogar. Al tener consciencia se levantó de un tirón y sin importarle el dolor que le causó a sus heridas sus movimientos bruscos corrió desesperado buscando un reloj.
Son las 2:14 pm.
Suspiro aliviado y feliz cual niño, Suho lo logró. Pero su festejo acabó tan pronto cuando recordó que ni siquiera conoce la hora en que Taeyong-Hyung murió.
Sin importarle salir en pillama y sin buscar sus zapatos se pone una cualquier chancleta que se cruzo en su camino.
Ahora se preguntan ¿cómo irá hasta el SORAS si para llegar necesita al menos una media hora y tanto de viaje?
Pues... ¿Creyeron que el choque con Yuta y Jisung fue "accidental"? No lo fue, él se encargo específicamente de tocar la piel de ambos y absorber un poco. Tal vez toda su idea es bastante alocada ya que nadie le garantizo que seguiría con sus recuerdos, se supone que todos olvidan el futuro y solo el que devuelve el tiempo es el que lo recuerda, osea Suho pero él confío plenamente en sus habilidades. Y además, tampoco era garantizado que todavía serviría usar las habilidades ajenas, pero mírenlo ahora, delante de un espejo.
Tal vez, teletransportarse entre espejos es mucho más reducido que el hacerlo sin el como Chenle, pero estaba plenamente agradecido de que al menos entre de los que quedaron había alguien que al menos puede teletransportarse.
Se coloca delante del espejo de la habitación que compartía con los menores y recordando los pasillos del SORAS, vago en toda su memoria hasta ver el espejo de un baño que alguna vez fue ahí de pequeño.
Y sintiendo la magia fluir se adentra con rapidez.
El trayecto lo mareo un poco, se siente confundido cuando llegó al otro lado. Mira a su alrededor, viendo el baño mucho más moderno de lo que lo recordaba «Al menos sigue aquí» Pensó con agradecimiento.
Escucha el agudo grito de una mujer más sucesivos golpes de una cartera contra su cuerpo, tapándose la cabeza se siente confundido.
—¡Pervertido, eres un Pervertido! ¡Llamen a seguridad, esta en el baño de mujeres!
Al instante nuestro pequeño Woo se ruboriza avergonzado y sale corriendo escuchando las maldiciones de la mujer. Al llegar a los pasillos ve a muchos trabajadores corriendo de un lado a otro con temor y una alarma resonando.
—¿¡En serio los Super Humanos están aquí!? ¿¡En pleno día!?
—¿Super Humano? ¿En serio existen?
—¡Juro que hace unos minutos cuando estaba abajo vi como detuvieron la bala con magia!
Tantos gritos y exclamos lo marearon.
Jungwoo se acercó a un grupo de muchachos tomando a uno del brazo llamando su atención. —¿Dónde están?
—¿Quienes?
—Los Super Humanos.
—No lo se, creo que fueron al sótano.
Y rápidamente dejo el lugar, llego al ascensor y empieza a presionar el botón de forma descontrolada hasta que por fin se abrió y ve a Sehun dentro de ella.
—Jungwoo, ¿qué haces aquí? —cuestionó con sorpresa.
El rubio entra y presiona el botón del sótano, ingenuo.
—Vengo a salvarlos de la desgracia —contestó rápido y nervioso —¿Cuánto tiempo es de aquí a Jindo de Jeonnam?
—No lo sé, un par de horas o más, nunca fui para allá, ¿por qué?
—¿Se puede ir en avión?
—Obvio, ¿en que época crees que vivimos?
—Ve y compra un boleto ya mismo para allá, te veré en las costas del Sur. Vamos a partir a la isla después de esto.
—¿Qué? —simplemente quedó perplejo. —Pero yo...
—¿Hyung, sabes donde están mis compañeros? —cambio de tema rápido, dejando aun más desconcertado al mayor. —Necesito encontrarlos ya.
—Creo que ya salieron del edificio.
—¿¡Qué!? —con desespero llega a los botones del ascensor y presiona uno tras otro.
—Oye, cálmate. Dame permiso a mi —pidió con suavidad, echando a un lado al angustiado rubio, presiona dos botones con tranquilidad y a los segundos llegaron a planta baja —Listo.
—Gracias, ¡y no lo olvides! —dicho esto partió literalmente como Flash sorprendido a más de uno que ronda por ahí, los cuales se quedaron mirando directamente a Sehun y este solo trago duro.
Jungwoo sale del Edificio por la entrada principal empujando de un tirón a los guardias de seguridad. Gira un poco su rostro y ve la camioneta de su equipo junto a ellos caminando para allá. Antes de que se dieran cuenta de su presencia escuchó a Johnny gritar "¡Cuidado!". Sus temblorosos ojos captan a Jaehyun al final y como Taeyong corre hacia él sin pensarlo. «Por eso Hyung se siente tan culpable, Tae-Hyung dio su vida por él». Luego ve a Suho acercándose hacia ellos impidiendo al pelirrojo salvar al peligris, queriendo ser él el que tome su lugar.
«Dije que no dejaría que nadie muera estando presente» Pensó con confianza y fiereza.
Y de un abrir y cerrar de ojos, gracias a la super velocidad que absorbió de Yuta se adelanto, cruzo por sobre Taeyong, Jaehyun y Suho. Ve la katana en el aire y solo la patea mandandola al suelo.
Todos se quedan perplejos al ver a Jungwoo ahí. Aún con su pillama y chanclas puestas, apareció de pronto como si se hubiese teletransportado. Inclusive Ravi no lo vio venir, quedando con el ceño fruncido durante varios segundos.
—¿Creíste que de verdad podrías matar a mis amigos?
La rabia en el Dragón creció, endureciendo su expresión. —Te mataré a ti.
—No podrás, soy tu Rey —esbozo una sonrisa orgullosa que dejo aun más anonadados a todos los presentes.
Ravi se molesta y la katana volviendo a sus manos intenta con todas sus fuerzas despedazar el cuerpo del menor, el cual va evitando todo como si fuese pan comido, como si su poder y fuerza no valiese nada delante de él.
Suho se encargo de tomar a su hermano y cuñado para alejarlos lo mejor posible de aquella batalla. La debilidad e inestabilidad lo ataca y empieza a toser sangre de forma descontrolada.
—¡Hyung! ¿Qué te pasa? —cuestionó el peligris asustado.
—¡Hay que llevarlo al auto! —exclamó Taeyong.
Oh, ¿tanto había extrañado la voz de su líder? Pensó Jungwoo después de haber sonreído por inercia al escucharlo. «Salvarlo será lo mejor que habré hecho en mi vida...»
Luego, en cuestión de segundos su expresión endureció y ojos brillantes como el oro se reflejaron. Mira a Ravi con todo el aborrecimiento del mundo y decide que es hora de deshacerse de él.
Con sólo unos pocos movimientos logra quitarle exitosamente su Katana y hacerlo caer de rodillas ante él para posar el arma filosa en el cuello ajeno.
Al tenerlo a sus pies suelta una carcajada que des-pelucó a más de uno de sus compañeros y Ravi que lo mira entre confusión, impotencia y odio. Rió tanto que sintió como las lágrimas caen de sus ojos y se las seca con humor.
Por su apariencia se puede ver claramente que no ha sido domado, ni siquiera esta usando la parte más fuerte de su poder pero ¿por qué seguía viéndose extraño? ¿Por qué da un aura diferente?
—¿Qué? —cuestionó sarcástico fingiendo inocencia aún riendo sin parar y con veneno suelta la misma oración que le dijo el Sr. Kang minutos atrás cuando creía haberlo perdido todo, claro, un tanto remodelada para poder darla justo en el clavo: —Lo siento, es que no puedo evitar reír al compararte a la última vez que te vi, parecías realmente ser poderoso y un buen oponente para mi pero ahora, me doy cuenta que no vales nada...
Ravi aprieta sus puños e intenta hacer un movimiento para recuperar la compostura pero Jungwoo no dudo en rozar el arma en su cuello ocasionándole una gran cortada.
—¿Realmente crees que no soy capaz de matarte? —cuestionó fanfarrón. Por fin, se siente realme te poderoso y útil ¿esta mal que quiera creerse superior un poco ante este tipo de horrendas personas?
—¿El León negro ganó? —se atrevió a preguntar Ravi un tanto curioso, aún sin entender el extraño comportar del rubio. Jungwoo no es así y no hay signos de haberse dejado domar por el animal, aún así ¿qué otra opción podría tener si no es que la oscuridad ganó?
—No seré un villano pero definitivamente deje de ser el tonto e ingenuo Woo que todos conocen y acostumbran a pisotear. Disfrutaré saber que te quemarás en el infierno —y dicho esto, cuando esta a punto de rebanar el cuello ajeno delante de sus perplejos compañeros algo lo detiene.
Una gran explosión en el edificio del SORAS los dejo sordos durante unos segundos y cosas, más específicamente ladrillos cayeron a su alrededor. A Jungwoo le tocó esquivar uno por lo que se alejo del enemigo. Mira hacia arriba y ve como una gran cantidad de fuego ardiente tomó piso por piso con rapidez.
No sabe quién lo hizo pero esta plenamente seguro de que esto no estaba previsto a pasar. Esboza una sonrisa satisfactoria cuando ve la agonía pasar por el rostro de Ravi, el cual aprieta su prenda por delante de su pecho sintiendo dolor.
—¡Amo, Maestro! —exclamó y sin importarle su propia vida se adentro al edificio el cual cae en llamas.
Muchas personas salen del edificio tosiendo. Jungwoo sonríe ante la imagen. Sabe que esos jóvenes que salieron primero son los ingenuos que no saben nada y se alegra de verlos afuera, es una suerte que los primeros dos pisos sean de los que no tienen nada que ver con la oscuridad del SORAS mientras los pisos de arriba...
«No pensé que el inferno los querría llevar tan rápido» Pensó chasqueando la lengua. «No me siento mal, nunca me sentiré mal por aquellos que se encargaron de arruinar la vida de todos mis amigos, de aquellos que le dejaron cicatrices de por vida a Lucas, de aquellos que me dañaron y violaron, y de aquel que se atrevió a quitarle la vida a Taeyong.
Si no se mueren aquí, yo mismo los quemaré»
De la camioneta sale un muy preocupado Suho —¡Sehun! —apenas puso un pie en la cera empezó a buscar a su familia. Inmediatamente la expresión favorecida de Jungwoo desapareció. Oh no... —¡Sehun, papá, ¿dónde están?!
Su caminar se vuelve tambaleante y Jaehyun lo sostiene. —Te ayudaré a buscar a Sehun-hyung, vamos.
—¡No! ¡Quedate en un lugar seguro! —lo empujó y aun tosiendo aquel líquido carmesí decidió adentrarse al edificio en llamas.
Jaehyun no le hace caso y entra detrás de él. Taeyong al verlo lo persigue sin dudar.
—¿¡Qué es esto!? —murmuró exasperado Jungwoo. Que ingenuo, realmente creyó que había acabado y salvado a sus amigos, ahora se da cuenta de lo equivocado que está. —¡Todos quédense aquí afuera, yo iré a sacarlos! —les dice a sus amigos antes de entrar.
Todo es un alboroto de personas buscando desesperadamente salir y él choca con más de una docena, le es difícil ir más rápido. Logra zafarse del gentío y llega a las escaleras, subiendo éstas con rapidez.
—¡Chicos, ¿dónde están?! ¿¡Sehun-hyung!? —va gritando una y otra vez caminando por el primer piso más no encontrando a nadie. Sube al segundo y rebusca con rapidez, tampoco hay nadie.
Llega al tercero y casi se cae el techo encima de él pero por suerte pudo esquivarlo, después de revisar ve algunas personas desconocidas atrapadas pidiendo que les salvará. Con su corazón haciéndose pequeño ante el pedido los ayudo llevándolos hasta la escalera. Suelta un suspiro de decepción mirando como el techo parece destruirse en cualquier momento.
Escucha unas pisadas y reclamos, reconociendo inmediatamente las voces se esconde para evitar que lo vieran.
Song está bajando las escaleras mientras lleva en su espalda a Kai, el cual se ve bastante débil y polvoriento, al cual parece regañar. —¿¡Por qué lo hiciste!? ¡No tenías que haberlo hecho! ¡No moriste con el fuego pero el Amo te matará cuando lo descubra!
—S-Solo quise protegerte...
Jungwoo quiso escuchar más sintiéndose totalmente curioso pero estos desaparecieron bajando las escaleras. Se queda confundido ¿será que escucho mal? ¿Proteger de qué? ¿El Lagarto ocasionó el incendio? ¿Por qué?
Agitando su mente de tantos pensamientos confusos, decide seguir buscando, subiendo un piso más recorre y se los encuentra a todos rodeados en un círculo, incluyendo a Sehun. Por fin pudo respirar tranquilo, si es posible decirlo así ya que el humo le impide un poco.
Apresura el paso y llega.
Se da cuenta de que al parecer un pedazo del techo había caído encima del viejo cuerpo de Lee Soo Man, padre de Suho, Jaehyun y Jaemin.
El hijo mayor es el que se encargo de quitar todas las piedras y arrodillarse hacia su lamentable progenitor.
—¿P-Padre? ¿E-Está bien...? —cuestionó con voz rota, las lágrimas descienden mientras toma la mano del mayor.
Sooman está recostado en el sucio suelo, lleno de tierra, su débil cuerpo con heridas, su rostro de cortadas mientras la sangre cae de su cabeza. Mareado y asfixiado sin poder respirar ni ver con claridad.
—¿Q-Quién lo diría? T-Todos me d-dejaron y mis hi-hijos, a los que tan-to aborrecía fueron los únicos que... vinieron a salvarme... —asumió esbozando una sonrisa llena de dolor y un brillo de arrepentimiento se puede ver en sus ojos.
—Papá, l-lo siento, l-lo siento tanto. T-Tenías razón, s-soy un monstruo, u-un monstruo... —sollozó el mayor inestable. Sintiéndose culpable de haberlo hecho.
Sabe que su padre no ha sido el mejor en este tiempo pero aun así sigue siendo su padre. Además, si vuelve sus recuerdos hacia atrás, cuando perdió a su madre él fue el primero que lo recibió con los brazos abiertos. Le dio todo el calor y calidez que necesitaba para su vida, tal vez no suficiente debido a todas las grandes pérdidas pero siempre había visto por su hijo antes... De que bueno, se descubriera la verdad.
Cada vez que Suho enfermaba y el se enteraba, no había pastilla que no le diera, armaba alboroto por nada, se preocupaba y le daba el día libre. ¿Lo olvidaron? Ni siquiera lo quería dejar conducir por preocupación. La veces en que lo consolaba. La veces que lo cuido. Cuando acudió a media noche a pesar de todo el duro trabajo del día y de su cansancio solo para verificar si Suho estaba bien. Cuando se sospecho que el Sr. Kang despertaría él le dijo a Suho que se marchara por un tiempo preocupado, incluso quiso que Sehun se fuera de ahí tan rápido terminara su pasantía y al quedarse, tuvo que fingir emoción.
Tuvo su deslices, muy grandes deslices pero antes de descubrir la verdad, siempre lo apoyo y cuido, se sintió como un padre de verdad y eso era lo que Suho necesito tener durante aquel corto período de tiempo.
Ahora que lo ve desangrándose entre sus brazos, su mirada vacía y como todos los demás científicos que son compañeros de trabajo y algunos se hacen llamar "amigos" de su padre lo dejaron le hizo entender que en realidad ese hombre estaba solo y ahora más que lo abandonó. Se sintió mal por su progenitor.
Pero ese sentimiento no lo compartía con Jaehyun. Cada uno tuvo diferentes versiones, vivieron una cara opuesta de la historia.
Jaehyun sólo siente pena por si mismo ya que hasta los últimos suspiros de su padre, los tuvo sin siquiera haberse comportado como uno de verdad. Nunca tuvo padres, su familia siempre fue tan patética que los hace detestarlos. Suho es la única excepción, ya que hasta de su madre siente un pequeño recelo, aún así ella no lo lastimo física ni psicológicamente, no como este maldito hombre que parece estar sufriendo.
«Se lo merece» Pensó con rabia y rencor. «Pero ¿por qué estoy llorando?» se seca el rostro confundido. «¿Por qué Junmyeon-Hyung lo quiere tanto? ¿No ve que me lastimo? ¿Qué le fue infiel a nuestra madre? ¿Tan débil es su corazón?»
Jaehyun no quería llorar, pero ver el desolado rostro de su hermano mayor quebró su corazón. No quiere que sufra. ¿Creían que lloraría por ver a su padre morir? Después de todas las cicatrices que le ocasionó, después de tantos años sufriendo e implorando piedad y justo ahora, en el último segundo de su vida se arrepiente ¿cree que le perdonara tan fácil, que no sentirá rencor?
—P-Papá, soportarlo un poco m-más, p-por favor, n-no te vayas... P-papá no te vayas... —sollozo y con desespero intenta cargar el cuerpo de su progenitor el cual se lo impidió dejando perplejo al menor —¿Q-Qué haces?
Sooman llora mientras esas palabras le suenan realmente familiares. Le recordó tanto a Jaehyun de niño cuando lo abandonó, ese pequeño que solo pedía y rogaba por su amor y cariño. Aún así con crueldad, lo dejo huérfano sin nadie.
—No m-merezco t-tu amabilidad, n-no llores, hijo... —sentenció con dificultad. Toma una gran bocanada de aire y se remueve en su posición acomodándose, viendo como a su alrededor poco a poco las paredes son consumidas por el fuego sin piedad ni pudor.
—P-Papá, d-déjame, déjame llevarte conmigo —pidió con agonía, con sus brazos como puede rodea el cuerpo del mayor colocando su mejilla delicadamente en el hombro ajeno sin poner el peso de su cuerpo, solo sintiendo el calor de su padre —N-No te odio, n-no soy tan malo para odiarte...
Ante tal oración, Jaehyun se sintió dolido.
Sooman levanta su mano temblorosa y le da suaves palmadas a la espalda que sufre espasmos de su hijo mayor. Sonríe triste y niega —E-Esto me hace sentir aún más mal... —admitió. —E-Eres al único hijo que me permití conocer, lo agradezco pero me aborrezco...
—En vez de morir tontamente aquí, párese y vámonos, hyung no lo quiere dejar aquí —habló con rudeza el peligris, tratando de no sentirse dolido, excluido y claramente ofendido.
—Si, vámonos —apresuró Jungwoo nervioso —Pronto el techo empezará a caerse.
Sooman separa a su hijo de su cuerpo sin hacerle caso a sus pedidos, decidido en hacer lo correcto según su perspectiva —He vivido toda mi vida en este edificio, he dado todo por esta organización que se conoce hoy en día. Descuide mi vida y la de mi familia. Merezco morir junto al gran legado del SORAS. D-Déjame...
—P-Papá, puedes cambiar, p-puedes hacerlo, y-yo...
—Es muy tarde para cambiar —interrumpió Jaehyun con una mirada tan fría como el hielo estando indispuesto a derretirse. Se pone de cuclillas ante el viejo señor que alguna vez dijo ser su padre, cruzado de brazos su rostro es inexpresivo, lo aborrece y morir quemándose es lo mínimo que se merece por todo el sufrimiento que le hizo pasar. —Le fuiste infiel a mamá con una puta, ¿acaso lo olvidaste, hyung? ¿Tan blando eres? —Suho se quedó callado.
—¿No podemos tener esta charla afuera, en la seguridad? —se mueve nerviosamente Jungwoo. ¿Por qué se ponen a hablar tan tranquilamente cuando todo se está incendiando? ¿Se creen inmortales? ¿Devolvió el tiempo para esto?
—No lo negaré —contestó honesto el progenitor, con sus ojos cansados.
—¿Por qué?
—Por estúpido.
—Dime honestamente, ¿mataste a tu amante? —cuestionó curioso. Nunca supo si de verdad su padre fue el asesino de la madre de su medio hermano menor, necesita confirmarlo ahora que parecen ser los últimos minutos de vida del señor.
—¿S-Sólo por qué he hecho unas cosas malas me vuelve culpable de t-todo lo que te rodea? —respondió con una pregunta, al culminar tose.
—No te puedo dejar aquí, hayas hecho mal o no sigues siendo un ser humano —al decir aquella oración el hermano mayor, el peligris bufo sarcástico.
—¿Se puede llamar a eso un "Ser Humano"?
—Jae...
—¡Apúrate y cargalo, no se merece morir en este momento, es muy blando de mi parte dejarlo! —exclamó rojo de la ira, del odio y del rencor que le posee a ese hombre. Taeyong se acerca e intenta calmarlo pero el contrario solo lo hecha a un lado.
—Jaehyun, cálmate —el pelirrojo lo toma del rostro y hace que lo mire a los ojos, tranquilizándolo con su suave voz y la calidez en su mirar.
—Si quieres salvarlo has lo por tu propia cuenta —espetó Jae más calmado. —Los esperaré al pie de la escalera, si en un minuto no vienen lo dejaré aquí —dicho esto se gira sobre sus talones y camina lejos de ellos. Taeyong viéndose indeciso decide seguir al menor con preocupación.
Toda esta situación dejó a Jungwoo con una completa interrogante. Se supone que Taeyong salva a Jaehyun y por ello muere, debería de ir detrás de ellos pero... El punto es que cambiaron el pasado y están intentando intercambiar las vidas, pero aún así quiere intentar salvarlos a todos. ¿Por qué se separan? ¿A quién debe de seguir para rescatar?
—Hyung... —llama inquieto el rubio agitando el hombro de castaño —Ya, cargalo, llévalo.
Sooman toma con temblor la mano de su hijo mayor mirándolo a los ojos —Antes de que me muera tengo algo que decirles... —luego de un pequeño silencio prosiguió, cada vez más cansado al hablar —Solo hubo un hombre que pudo llegar al Sr. Kang p-pasando sobre el Dragón. A-Alto y moreno, C-creo que era el padre de Yuhkei, s-se parecían tanto —reveló, dejando profundamente asombrados a los menores, los cuales curiosos siguen escuchando —Después de ahí el Señor necesito de un bastón p-para caminar... ¿S-Saben por qué específicamente atacó su pierna derecha?
—¿Por qué? —cuestionó totalmente intrigado Jungwoo, ¿habrá una razón oculta tras ello? Nunca se lo pensó, ni siquiera se intereso preguntar sobre la pierna de ese viejo, a veces es la vejez.
—¿Ustedes están buscando algo? —su pregunta los desconcertó un poco. Suho no supo qué responder ya que en realidad no estuvo en la elaboración de la misión ni escucho nada pero en cambio Jungwoo asintió, claro, están buscando el botón de apagado de los Chips. Si lo consiguen pueden hasta apagar el de Taeyong por completo y así el problema será resuelto de raíz porque aunque no les gustase admitirlo, todavía hay posibilidad de que se active solo. —B-Búscalo ahí...
—¿Qué?
Sooman saca una billetera de su bata y se la da a Suho acariciando por última vez la palma de la mano de su hijo, sonriendo triste —G-Gracias por no o-odiarme, te deseo lo mejor. C-Cuida de tus hermanos, ha-hazlo mejor que yo, p-por favor. A-Ahora vete, largo.
El rostro de Suho se empaña de saladas lágrimas que las siente entrar un poco en su boca. No quiere aceptarlo, no puede dejarlo. No sólo porque es su progenitor, si no también, porque Sooman se volvió en su primer homicidio.
Su padre es el primer cuerpo que cae tras sus manos.
Es todo tan lamentable, su corazón se oprime y la respiración inestable, no sabe si es por el ataque de ansiedad o el humo que le está impidiendo respirar con tranquilidad. De lo único que está consciente es que Jungwoo lo ayudó a levantarse sin su propia voluntad y lo lleva lejos de su progenitor.
Todo se siente tan surrealista. Quiere detenerse, girar y volver junto al mayor pero el rubio se lo impide.
—Hiciste lo mejor.
¿En verdad lo hizo?
Al llegar junto a los dos que lo esperan al pie de la escalera, antes de que ellos se dieran cuenta de su presencia logró captar la genuina sonrisa y el brillo de amor en los ojos del peligris al mirar a ese pelirrojo. Taeyong es la vida de Jaehyun, son mucho más cercanos de lo que alguna vez fueron y eso que es su propio hermano mayor. No puede dejar que ese chico muera sabiendo lo mucho que el peligris sufrirá en su partida pero tampoco puede dejar a su padre quemándose.
No podía salvar a los dos, el destino fue más que claro con él. Sólo uno debía de sobrevivir para poder estar en paz con el mundo. Si llegaba a salvar a su padre, de alguna u otra manera así sea de un repentino ataque cardíaco debía de morir el pelirrojo, ese se suponía que era su destino.
Lo cambió a costa de la vida de su propio padre.
Jaehyun lo miró con tristeza al darse cuenta de que venían sin su progenitor, se acerca, le da un abrazo sincero y juntos bajan corriendo por las escaleras.
«Al menos Yoonoh no está sufriendo, eso es lo importante»
Duele pero valió la pena, él es el único que está sufriendo por la muerte de Lee Soo Man, aquel hombre al que alguna vez llamó "Papá".
—¿Qué fue eso?
—Un sismo —le contestó Sungchan a Lucas obvio, después del espanto que justo acaban de pasar mientras van preparando el jate que utilizarán para viajar por el movimiento del suelo .
—Wow, si no me lo dices no me enteraba —dice sarcástico. —Hablo de que si esto es grave, no lo sé.
Lucas mira hacia atrás, al pueblo y ve a Luhan y Kyunsoo hablándole a la gente del pueblo con expresiones preocupantes y al culminar, todas las personas parecen correr asustadas hacia un lugar específico. El sismo volvió y con cada segundo aumenta. Mira la costa y le sorprende cuando ve hasta el Océano llenarse de innumerables y potentes olas que se acercan sin piedad. —¿Qué sucede? —cuestionó bastante perplejo sin entender.
Después de múltiples Haechan's ayudando a empacar, todos se unen en una persona y salta del jate para poner sus pies en la arena justo al lado de sus compañeros —Nos están llamando de allá.
—Vamos, debe de ser algo malo —apresuró Sungchan.
—¡Taeil-Hyung y Shotaro, bajen ahora, nos llaman! —grito aquel moreno hacia adentro realmente fuerte, dejando casi sordos al dúo a su lado.
Ambos salieron un poco tambaleantes ya que el barco no está bien fijado, con ayuda de sus compañeros bajan algo incómodos. Más específicamente, Haechan se encargo de tomar de la cintura a Moon, el cual puso las manos en sus hombros y bajo de un salto un tanto ruborizado mientras el rubio le codea.
—Si esto hiere tu orgullo, tranquilo, prefiero que tu mes tome de la cintura mientras lo hacemos —dicho esto esboza una sonrisa picarona.
—¡Donghyuck! ¿Qué son esas cosas que piensas? —exclamó con sus orejas coloradas, tratando de sonar lo más duro posible aún cuando no lo parecía.
—Ya deja, todos sabemos que ambos se desean —dijo juguetón Lucas haciendo que Haechan se riera de acuerdo mientras el mayor solo se quedo callado.
—Dejen de coquetear y vamos —apresuró Sungchan. Taeil quiso corregirlo pero el contrario ya había empezado a correr y para no quedar atrás lo siguió junto a los demás. El alto castaño llegó ante el rubio chino y el bajo moreno. —¿Saben por qué tiembla tanto?
—Hay un remolino de agua —dijo el Ciervo.
—¿Otro?
—Creo que es el mismo volviendo a acercarse, en nuestras costas del norte se ha salpicado un poco de agua del océano mojando las tierras, no estamos seguros si se desviará o en su defecto, venga directo a nosotros —esta vez explicó Kyungsoo, temiendo pronunciar la última palabra.
De pronto se acercó Minho, con su pecho subiendo y bajando algo inestable por la gran carrera que se dio para llegar hasta los chicos —Envía a todos los ciudadanos al bucle y hagan sonar la alarma para que todos logren escucharla y nadie quede aquí arriba —ordenó recibiendo asentimientos. Luego se gira hacia su hijo y a sus compañeros de al lado —Llamen a sus amigos y vayan con ellos al bucle.
—¿Y dónde estarás tú? —se atrevió a preguntar ahogado, por alguna razón, sabe que no irá con ellos.
—Voy a desviar el remolino —contestó con confianza.
—La última vez casi te ahogas —sercionó Kyungsoo en desacuerdo.
—¿Tienen un mejor plan?
—Iré a ayudarte —alzo la voz Lucas.
El mayor niega de inmediato: —No, puede ser peligroso para ti, mejor quédate con los demás, estarás seguro.
—Pero...
El mayor no dejo que el moreno siguiera hablando y simplemente se va dejándolo. Luhan y Kyungsoo solo corren buscando resguardar a todas las personas, algunas buscando guardar con toda la rapidez del mundo sus objetos importantes por si llegaba a suceder una catástrofe. Sungchan se dirige a la sede principal, que no queda muy lejos, en donde está la sala de control para hacer sonar la alarma y hablar con calma en el micrófono buscando no alertar tanto a las personas pero ya era tarde, muchos gritaban, corrían y lloraban desesperados, hartos.
Lucas notó a distinguidos muchachos no sobrepasando los veinte años vestidos con uniformes especiales, es el mismo que el tal Kyungsoo viste. ¡Rayos! Debió de haber prestado más atención cuando le hablaron sobre las leyes de la isla, esas personas deben de ser los más poderosos que tienen por aquí ya que nota sus cuerpos algo fornidos y como la calma los domina, logrando tomar a las personas y con tranquilidad llevándolos más una sonrisa.
Taeil y Haechan —el cual hace más de una docena de copias de sí mismo— corren a buscar a sus compañeros asustados.
Todos se fueron de su lado apresurados, quedando un solitario Lucas inmóvil viendo a todos moverse desde su sitio, consternado y perdido. Se siente inútil, siempre lo ha hecho. Con Taeyong siempre ha sentido que ha hecho todo mal, tragándose ese duro pensamiento hizo todo lo que pudo hacer y al no ser tan inteligente dejándose llevar por los planes improvisados y bruscos todo le ha salido mal.
¿Por qué tiene que hacer todo mal?
¿Por qué teniendo un poder tan poderoso lo infravaloran?
Bueno, no puede quejarse mucho. Él mismo hizo que nadie creyera en sus habilidades, siendo llamado como una persona que tiene el poder más no la inteligencia, las ganas ni la perseverancia. En realidad es cierto, si hubiera practicado más sus poderes no estaría en las mismas. Esta tan acostumbrado a usar solamente el poder para alimentar y dar de beber a su equipo, aburriéndose de inmediato y en vez de explorar nuevas partes suyas, solo quería batallar y que el poder viniera por si solo.
Ahora que lo piensa mejor, se siente algo arrepentido de ello.
¡Joder! ¡Tiene los cuatro putos elementos! ¿Cómo es posible que Taeyong, el cual solo posee super sentidos sea más fuerte que él? Jaehyun solo tiene ondas, Johnny Super Fuerza, Winwin agilidad y Yuta Super Velocidad. Todos ellos tienen un solo don y él los sobrepasa por cuatro.
Fue bendecido por el mundo y lo desaprovechó por su espíritu libre y rebelde que busca sólo disfrutar por si mismo.
Si fuera más fuerte, Minho no se hubiera negado a su ayuda. Sabe que es un inútil y que no habrá diferencia si da algo de su magia.
Así de tonto piensa nuestro Lucas.
—¡Chico, ¿qué haces parado ahí? Ve al bucle, tu padre nos regañara —exclamó un desconocido con aquel traje azul.
Lucas lo ignoró y solo salió corriendo dejándolo desconcertado. Buscando y buscando a alguien de aproximadamente su misma altura, piel morena y casi copia. ¿El mundo no tuvo creatividad al hacer su rostro?
Ve la distinguida espalda de aquel hombre alejarse de las casas, pasando entre pastos y árboles.
Lucas confundido de que se fuera solo, lo persigue. Entre su carrera se gira hacia atrás y nota la escasez de personas «Deben de haber ido al bucle ya» pensó.
Quiso gritar y llamar la atención del mayor pero no supo como hacerlo. «¿Le digo Señor, Sunbae o papá? ¿Cómo se supone que debo de llamarle?»
Estuvo a punto de gritar un simple "¡Hey!" pero antes de que pudiese hacerlo, sucedió algo que lo dejó sin palabras.
El violento océano sólo está a metros de diferencias, Minho al borde de las costas se enfrenta a los fuertes remolinos que vienen llegando. Un gran tsunami se crece haciendo que para Lucas, Minho se viera mucho más pequeño e indefenso de lo que es.
Se preocupa mucho al pensar en su seguridad, no sólo porque es su padre sino también porque no es una mala persona. Dio su vida creando esta Isla, luchando para sobrevivir, salvando y creando todo por si solo. Imaginarse la cantidad de poder que debe de estar gastando solo por sus ciudadanos es de admirarse... Y sentirse mal.
Hace pocos días recibieron avalanchas, tsunamis y terremotos. ¿Por qué ahora que parece manejar lo sucede esto? Apenas ayer fue de buceo para enderezar la isla desde abajo.
No tuvo tiempo de procesar nada cuando el agua cae sin piedad encima del cuerpo de su progenitor y amenaza en llegar a el.
«Es hora de ponerme serio»
¿Jungwoo logrará desviar las desgracias hasta el final?
¿Habrá valido la pena el sacrificio?
Esta cambiando ¿pero para mal o para bien?
¿Lucas por fin tomará en serio las cosas?
¿Qué sucederá cuando lleguen a las Costas de Jindo?
El siguiente capítulo es el final 😔
Aunque obviamente haré un Epílogo y unos cuantos especiales si les gusta la idea, claro.
La verdad estoy algo inspirada en algunas cosas y me preguntaba algo:
✨¿A ustedes les gustaría una segunda temporada? ✨
No olviden votar y
comentar si les gusto ❤️
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