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Sesenta


Espero que les guste, me tarde bastante en escribirlo para ustedes 🥺💖






















En una linda mañana en un parque común y corriente, yace una tierna niña con su barquito de juguete, acercándose al lago deja que éste flote. Se ríe y divierte al verlo navegar, aplaudiendo. Hasta que de pronto una pelota es lanzada y cae encima del juguete hundiendolo.

Llegan otros niños, los dueños de la pelota la cual quedó flotante. Con ayuda de unas ramas vuelven a tener su preciado juego sin prestarle atención a la pobre niña de siete años que empezó a llorar.

De pronto, dos adolescentes llegan hasta la mejor arrodillandose ante ella con preocupación.

—No llores, pobrecita quiere su barquito —dijo un rubio formando un puchero.

—¡Esos niños mal nacidos, ¿cómo le hicieron eso a mi hermana?! Ahora me toca ir a mi a sacar ese juguete —exclama claramente furioso el castaño. Quitándose el abrigo, los zapatos y la camisa se adentra al lago para buscar el juguete, el cual cayó a lo hondo.

Con éxito lo agarra y sube. Le da el objeto a la menor y sacude su cuerpo con fastidio. —¡Última vez que salto al agua para recoger tu juguete!

—¡Sí! —asintió obediente la niña y con felicidad toma su barquito, sonriendo y riendo. —¡Gracias hermanito!

Mientras es levantado al aire como si fuese un avión, un pequeño objeto cae al césped llamando la atención del amigo rubio.

—¡Oh, es un Chip! —exclamó como si hubiese encontrado un tesoro. Toma la cosa y la admira. —Wow, se ve demasiado moderno para ser uno normal.

—Deja eso, viene del lago —le sermoneo el contrario.

—¿Y si tiene algo interesante dentro?

—¿Y si no sirve? Quien sabe cuando tiempo eso debe de haber estado tirado bajo de agua, ¡esta dañado, tarado!

—¿Sabes? Ayer fui a donde una adivina y me dijo "El agua te traerá un secreto que debes de revelar" ¿y si es esto? —sus ojitos brillan de la emoción.

—Hyunjin —el castaño mencionó el nombre del contrario mirándolo seriamente. —Por eso es que todo el mundo te estafa, la ultima adivina te dijo que si te pintas el cabello de rubio la riqueza vendría a ti ¿dónde está tu dinero? ¡Saliste timado e incluso le compraste el tinte que estaba en su estantería! Eres más pobre y tonto que yo.

—Esta bien, se que me han estafado. ¡Pero este tinte me queda muy bien, no me arrepiento! — se señalo el cabello indignado con las palabras contrarias. —Y esto, se que será diferente hoy. Incluso tuve un sueño raro de un laboratorio. Es el destino, lo juro.

—Que destino ni qué coño, prueba eso y apúrate para que pueda burlarme de ti —poniéndose nuevamente sus ropas dice Minho.


Hyunjin rueda los ojos y le saca la lengua. Saca su celular del bolsillo y conecta el Chip. Se sorprendió cuando vio como su teléfono se apaga de inmediato.

—Genial, daño tu celular.

El menor iba a lloriquear por su aparato hasta que de pronto se aparece un logo moderno que brilla en la pantalla, el cual tiene escrito SORAS. Luego de ello se aparece una ventana azul más un icono el cual tiene escrito debajo "Secretos". Es sin duda, algo que dejo sumamente intrigado a los muchachos.

—¿Tenemos información confidencial del SORAS? —cuestionó en voz alta el más alto perplejo. —¿No es esa la organización nacional de científicos superdotados?

—Si. Wow, tal vez el agua de verdad te mando un secreto que revelar —asumió Minho igual o hasta más sorprendido, sin palabras.

—Te lo dije.

—Solo presiona el icono.

El menor hace caso, pero luego la pantalla pide una clave para poder adentrarse. —¿Qué haremos?

—Tengo un primo —recordó el mayor. —En el trabajo es técnico y electricista, y en las noches a veces Hacker. Vamos a pedirle ayuda.

—Sí, vamos.

Minho toma a su hermanita pequeña, la cual chilla queriendo seguir jugando con su barquito pero éste la ignora. Y así ambos amigos corren en busca de aquel primo.



¿Lograrán revelar los ocultos secretos?






























—No hemos recibido ninguna señal de la isla —dijo Yuta sobándose la frente preocupado.

—Y no se cuando la tengamos, espero que sea pronto —dice Johnny en las mismas que el japonés.

—Yo espero encontrar a Jungwoo primero y luego hablar con los de la Isla —anhelo Taeyong. —Si hablamos con ellos antes, no se como verle la cara a Lucas y decirle la verdad.

—Tendrás que decírselo, no importa si duele o no, él debe de saberlo —agregó el tailandés, —peor va a ser si se lo ocultas.

—Lo sé... Solo... —se frota la frente con angustia —Ni siquiera tengo un buen plan para ir al SORAS, ¡maldita sea! —golpea las teclas del panel de control que se encuentra enfrente de si. —¡Y esta maldita computadora no sirve para nada! —estresado siguió golpeando buscando sacar su frustración.

Sus compañeros no están seguros si en ir a detenerlo o dejarlo como está, algo que obviamente no pueden hacer. Se miran entre ellos preocupados buscando al valiente que salga a calmar a su estresado líder. Johnny mira a su pareja con ojitos.

—No —fue lo único que dijo el tailandés.

Rápidamente recibe las miradas de absolutamente todos sus compañeros, rueda los ojos indignado y se levanta. —Cobardes... —murmuró con fastidio.

Se acercó a su líder, lo gira bruscamente para que quede enfrente y le propina una fuerte cachetada que dejó mudos a todos. —Cálmate, ¿si? No es tiempo para que rompas todo lo que te costó construir con tanto esfuerzo.

—P-Pero es que... —murmuró perdido sin saber que decir, al borde de las lágrimas.

Ten inmediatamente abraza a su líder dejando la pequeña cabeza reposar en su hombro, acariciando su espalda y cabello dándole tiernas caricias a su amigo. —Lo sé, es difícil. Jaehyun fue secuestrado y no sabemos que tan mal la este pasando pero, no es hora de llorar y patalear, tenemos que luchar.

—No me siento bien... —admitió con tristeza, su voz débil y cansada sin fuerzas de nada. Perdió todo, la esperanza, el espíritu de lucha. Sólo quiere descansar, acostarse y dormir sin problemas y que al despertar todo resultase ser una pesadilla. Ojalá, realmente desea que esto sea un mal sueño.


De pronto, para interrumpir su dolor siente como unos pies extraños se adentran su hogar desde la entrada.

Alguien ha entrado.


Sus ojos se abren de la sorpresa y su corazón bombea de forma voraz. ¿Por qué el panel de control no aviso que alguien está merodeando por el bosque? ¿Por qué la alarma de la casa no sonó debido al intruso? ¿Por qué no sintió nada cuando se abrió la puerta? ¿Por qué se da cuenta tan tarde?

Se separa bruscamente del agarre del tailandés dejándolo confundido, pero más confundido está él, tampoco se dio cuenta.

—Hay un intruso en casa —arrojó en voz baja disparando por completo las alarmas de todos sus compañeros.

Ten frunce su ceño, no sintió nada, no hasta que centro bastante su poder de reptil y se dio cuenta de que así era. De forma sorprendentemente rápida se transforma volviendo a sus ojos verdosos y sin espera sale al pasillo dejando hasta al flash del grupo perplejo.

Los chicos se apresuran a seguirlo, con los pelos de punta mientras van preparándose para atacar y defender su territorio.

El tailandés es el primero en llegar y al ver de quien se trata, sus ojos vuelven inmediatamente a su color normal y el semblante de preocupación es el que acapara todo su rostro.


—¡Woo, ¿qué te ha pasado?!


El "intruso" resultó ser el pequeño rubio el cual no llego en el mejor estado. Su rostro aún más pálido casi pasando el color muerto, grandes bolsas negras debajo de sus ojos, rostro demacrado, expresión cansadora y somnolienta además de que se para a duras penas apoyado de la pared. Lo que más les deja concertados son las heridas que posee alrededor de su cuerpo, sus ropas rotas como si hubiese luchado contra un animal.

—Woo, ¿qué pasó? —está vez se acercó Taeyong y sin espera toma al menor de los hombros, mirando con culpa y preocupación.

—Creo que he ganado... —dijo en un débil susurro que dejó a todos consternados. —Le gane al León —dicho esto esboza una sonrisa de alegría y al instante en que lo hace sus ojos se cierran involuntariamente, desplomándose por completo.

—¡Jungwoo! —exclamó el líder de suerte logrando sostenerlo, el americano llega con rapidez y carga al rubio para llevarlo al Área Clínica.

Nuestro pequeño Woo claramente llegó muy cansado de su batalla interior, la cual le ocasionó hasta heridas físicas, lo que demuestra la gravedad del asunto. Al menos ahora si puede respirar en paz, podrá usar sus poderes, controlarlos, controlarse a sí mismo sin dañar a nadie. Realmente quedó satisfecho y por primera vez en su vida, orgulloso de sí mismo.



Fue difícil, claro que lo fue. El León se encontraba encima suyo a punto de devorarlo cuando sintió que hasta ahí fue de su vida pero justo en el último instante una chispa en su corazón latiente se quedó blindado con resistencia "Mi familia". Sí, NCT, su familia. No podía dejarlos así, no podía simplemente dejarse morir de aquella forma tan patética, tenía que haber luchado más y hoy, en ese instante lo hizo.


Aún no sabe de dónde sacó la fuerza para patear al oscuro animal lanzandolo hacía atrás. La adrenalina y el temor tenía su mente confusa y su cuerpo tembloroso pero, las ganas de vivir, de ayudar y de ser alguien en la vida empezaron a sobrepasar cualquiera frontera.



—No te dejaré tomar mi cuerpo —espetó ganando poco a poco la confianza. Descabellado, ¿no?

Se levantó y corrió hacia el León amarillo con más fiereza y deseo, mientras el de atrás logró acercarse y jalarlo de los pies, ocasionando que volviera a caer. Jungwoo no se dejó y le propicio fuertes patadas a su hocico. —¡Déjame en paz, te odio, te odio! —fue gritando con rabia.

Fue recibiendo rasguños de parte de las patas del contrario mientras él golpeaba y pateaba al León. Todo fue tan rápido y loco, ¡si le contará a los chicos que se puso a pelear con un León no se lo creerían, ni el mismo!

El León amarillo ahora siendo capaz de moverse de su sitio debido a la gran fuerza de voluntad que poseía aquel chiquillo. Corre en dirección de la pelea y rugio poderoso. El León Oscuro pareció temblar un poco y retrocedió dejando a Woo.

—Te daré una pata... —dicho esto aquel majestuoso animal salto encima de Jungwoo y en ese instante su alma se fusionó con la del humano dejando que éste se llevara su poder a plenitud.

Cuando Woo se levantó del suelo sintió como una gran cantidad de magia inimaginable pasa por todas sus venas, es tan extraño hasta para su propio organismo que trata de acostumbrarse. Su cuerpo lo estaba logrando, estaba aceptando todo el poder.

A partir de ese momento, algo ya no iba a ser igual dentro de él mismo, lo supo en el instante en que abrió los ojos con ese intenso color oro que penetraron directamente en aquel que considera su enemigo.











» No le tengas misericordia a quienes
no dudarán en apretar el gatillo
con cualquier descuido«





Por fin, el Real Neo León le habló, ya no había odio, peligro y menos maldad en él. Ya no va haber quien lo controle, ya no más.

Jungwoo corre con decisión y el León hace lo mismo, sus uñas cambian de lugar con unas filosas garras que rasguñaron aquel animal. Sangre cayó pero sobre todo de aquel ser maligno que aún seguía tratando de domarlo.

Y con su gran fuerza renovada lo dejó tirado en el suelo sin inmutarse. Se acercó y le abrió la boca haciendo algo que nunca pensó que haría, sin sentir piedad le arranco un diente a lo cual el León soltó un aullido de dolor.


—No mereces misericordia —dijo fuerte, claro y cruel.


De un parpadeo, sus verdaderos ojos fueron abiertos. Intento moverse pero su débil cuerpo se lo impidió, soltando jadeos se toca la cabeza sintiendo un líquido, se mira la mano y la ve manchada de sangre, se mira a sí mismo y se ve con diversas heridas.

Todo fue tan rápido y confuso para él, no pensó que despertaría ahí mismo. Su otra mano de forma inconsciente aprieta el colmillo de aquel animal. Al darse cuenta de ese hecho se sobresalta confundido ¿cómo es posible? ¿Todo fue real?


Mira hacia todos los lados del bosque, su vista se ciega al notar la luz del día, tan fuerte como el de una mañana.


» No trajiste eso por nada, clavatelo«




—¿Qué? —sin evitarlo debido a la sorpresa cuestionó en voz alta —¿P-Por qué? ¿En dón... —se fue mirando el cuerpo y paro de hablar cuando vio en la palma de su mano libre sus venas negras. Se altero ya que claramente no entendía y no escuchando de nuevo al animal pero aún así sabiendo que debía de hacerlo, lo hizo.


No se imagino que el dolor sería tanto, pero lo fue. Ahogo lastimeros quejidos y hasta lágrimas sin su permiso cayeron, apretando con fuerza sus labios y respirando hondo intenta controlar su reacción.


Un líquido bastante espeso sale de su cuerpo, cayendo al suelo de a poco e incluso logra visualizar un pequeño, más bien, minúsculo pedazo de metal que lo hizo juntar el rompecabezas.




«¿Este... Esto es el Chip maligno
que me implantaron?»







» En efecto. Trataron de controlarte
pero no pudieron, poner el ADN
maligno de Ravi pero tampoco
lo lograron.


Somos los Reyes, por más
difíciles que nos la pongan,
nunca nos vencerán«








Sin duda alguna todo fue tan extraño para él, ¿acabo? ¿En serio acabo? ¿Podrá ser él y usar su poder a su antojo sin el temor de lastimar a sus seres queridos? ¿Ya podrá ayudar a NCT? ¿Vencer al SORAS?

No pasó mucho tiempo regado ahí, como pudo se levantó y volvió a buscar su hogar. Deambulando como un vagabundo con hambre, sueño, cansancio y heridas que le causan debilidad. Si recompone todas estas, esta seguro de que podrá acabar por completo con aquella maldita organización que sólo les ha causado problemas desde un principio.




























—Tiene cuarenta grados de fiebre, sus defensas están muy bajas, no ha comido nada pero al menos las heridas fueron tratadas —suspiró Taeyong abarrotado, para luego tirarse en el sillón de la sala de estar junto a sus demás compañeros. —Pero lleva horas durmiendo.

—Claro, llego en ese pobre estado —asumió Ten chasqueando la lengua. —Pero es fuerte, despertara con energías para darlo todo.

—¿Será cierto...? —se atrevió a preguntar Yuta dejando las palabras en el aire haciendo referencia a lo que anteriormente había dicho el rubio justo antes de desmayarse. —¿De qué... Le ganó?

—No entiendo mucho eso —masculló el pelirrojo. —Digo yo, que si se supone que es el "Rey" de la Raza Humana, no debería de ser un Neo Oscuro. Nos hubiéramos ahorrado muchos problemas si no fuese así —con un cansador suspiro culminó esperanzado: —Espero que si, espero que de verdad lo haya vencido...


Justo en ese momento, una alarma en tono de llamada resonó. Inmediatamente todos se levantaron de sus posiciones y corrieron al panel de control. Es obvio quien es el remitente, por lo que el líder presiono a "Aceptar video llamada".


¡Chicos! ¿¡Cómo están!? ¿Están bien? —lo primero que se encontraron es con la escandalosa voz de Haechan acaparando toda la pantalla, con sus fosas nasales bien grandes. —Me alegro mucho de que estén bien, yo de verdad...

¡Haechan, quítate, no nos dejas ver! —exclamó Renjun con fastidio, tomando de la sudadera del contrario lo hala hacia atrás.

¡Si, quiero ver a mi Xiao! —dijo Yangyang con un tierno puchero de niño que se alcanzó a ver a lo que su novio sonrió enternecido.

¡Estúpido, ¿no ves que voy a llorar de la felicidad y arruinan mi momento?!


Taeyong sin evitarlo se ríe. Vaya... Realmente extraña a esos tontos.


¿Cómo están? ¿Están bien? —preguntó esta vez Taeil mirándolos a todos.

¿Yuta estás herido? —esta vez Winwin.

Sí, Yuta-hyung, ¿estás bien? —continuó Mark.

Xiao, ¿te ha ido bien? —volvió a hablar Yang con su mirada dirigiéndose al Cisne.

No veo a Jaehyun ni a Doyoung —comentó Kun haciendo que varios pusieran caras de horror.

¿Y Jisung? ¿Dónde esta Jisung? —está vez, un temeroso Chenle cuestionó, no queriendo imaginarse lo peor pero ya lo estaba haciendo, con la culpa carcomiendo su interior.

¿Woo? ¿Dónde esta Jungwoo? —culminó diciendo Lucas con su mirada temblorosa y voz un tanto ronca, buscando en cada rincón como le es posible no encuentra a su amor.



Él y todos sus compañeros se preocupan aún más al ver como los que aún siguen en su antiguo hogar no parecen ser capaces de hablar. ¿Qué pasó? ¿Quién fue atrapado? ¿Quién murió?


¿Fueron atrapados, verdad? —se atrevió a preguntar nuevamente nuestro protagonista moreno.


Taeyong no sabe que responder ante ellos, ve los ojos suplicantes de sus amigos pidiendo a gritos que le dijeran que sus compañeros están por ahí metidos pero esa no es la verdad y no podía mentirles. —Doyoung, Jisung y... Jaehyun... —con dificultad fue pronunciando aquellos nombres y cerrando los ojos culmina. —Lo siento, fueron atrapados.

Un abrumador silencio se formó en donde nadie supo exactamente qué decir. El dolor se presenta en sus corazones, la culpabilidad, tristeza y agobio. Muchas emociones encontradas que no todos pudieron soportar. Apenas al haber terminado la oración, Chenle fue el primero en romper en un sonoro llanto tal cual como el de un niño repitiendo una y otra vez "Lo siento, es mi culpa. Lo siento"

Renjun corrió a consolar al menor, lo abrazo y lo llevo lejos de la pantalla para que no lo vieran, al menos hasta que se calmase.



¿Y Woo...? —con voz rota Lucas se atrevió hablar, sin pensar con claridad da unos pasos al frente sin importarle que todos y hasta su propio padre que está presente, vieran ese lado tan lamentable de sí mismo. —¿D-Dónde está Woo...?



—Pasaron cosas... —vago Taeyong sin saber como realmente explicar la extraña situación que ocurrió que ni el mismo se sabe la historia completa, solo el rubio pero tienen que esperar a que despierte. —Jungwoo desapareció en la batalla.


¿Qué? ¿Desapareció?

—Salió corriendo, se perdió.

¿¡Está perdido!? —poco a poco va perdiendo la cordura, algo de lo que todos se dan cuenta.

—Pero tranquilo, volvió.

¿Volvió?

—Si, pero esta inconsciente.

¿Se lastimo?

Ahí fue cuando el líder vaciló un poco —Lo bueno es que no se rompió la mano izquierda.

¿P-Por qué? ¿Qué pasó? ¿Dónde está? Quiero verlo, hyung. ¿Dónde está?


Cálmate —se acercó Kun tomándolo de los hombros para que retroceda. —Alégrate, está vivo y a salvo en casa, Jungwoo está bien..

Pero...


—Jungwoo esta bien —volvió a repetir Taeyong esbozando una pequeña sonrisa para relajar el ambiente. —Lo que no está bien, son nuestros tres amigos que fueron atrapados. Hay que salvarlos, salvar a Junmyeon-ssi y Sehun.

—Te olvidaste de dos personas más —agregó Xiaojun con los brazos cruzados. —La mamá y el hermano menor de Sehun-hyung, también van.

—¿No creen que olvidan a alguien más? —cuestionó Ten con sarcasmo. —V y Mina. ¿Desde cuándo esto se volvió tan cansador?



No me dijeron que faltaban tantas personas —aseguró Minho con el ceño fruncido mirando a los chicos de NCT que tiene al lado.



—Porque apenas nos enteramos de todo eso ayer, la sangre Super Humana esta muy presente en el ADN de la familia de los Lee, la madre de Sehun debe de tener como mínimo un gen recesivo y si no, el hijo que creo que llamaran Younghoon, según mis cálculos, es muy pero muy posible que nazca Super Humano. No podemos dejarlos aquí —explicó Taeyong con honestidad. —Y Mina y V, son Super Humanos que fueron secuestrados del SORAS que tu ni yo, pudimos salvar. No quiero imaginar todo lo que sufrieron para llegar a ser lo que son ahora, controlados por un Chip en su cerebro. Necesitan ser salvados, tenemos que salvarlos.


¿Y los otros secuaces del Sr. Kang? —preguntó Sungchan curioso mientras toma nota.


—A ellos... Intentaremos matarlos —aseguró con decisión. —Ten-Hyung puede con ambos. Ni siquiera se porque los dejaste vivir.

—Ablande mi corazón, ¿si? No me juzgues, ni yo mismo se porque hice eso —el nombrado soltó un suspiro y se rasca la cien con estrés.


No pensé que la situación estuviera muy mala por allá —mascullo Sungchan rascándose el cabello con el lápiz y le pregunta a su Sunbae¿Qué haremos con el barco?


—¿Cual barco? —cuestionó el pelirrojo.


Encontramos una manera de traerlos para acá pasando desapercibidos —dijo Sungchan con positivismo —Sus amigos nos contaron sus ideas de escape para África, la cual es muy beneficioso para la situación en que nos encontramos.

—¿Quieren que vayamos a África? —escupió sin escrúpulos el tailandés.


—¿Qué? No, no, déjenme que les explique...

Mejor yo lo hago —se adelantó Lucas y prosiguió. —Como habíamos planeado hace algunos meses, escapen por el Túnel que escondimos, vayan a Jindo de Jeonnam, para que les sea más fácil quédense en la orilla y nosotros los iremos a buscar.


—¿Dónde estarán ustedes?


Viajaremos para la Isla Ishigaki de Japón, de ahí zarparemos en un barco obviamente ilegal e iremos a buscarlos y luego volveremos, se que nuestra idea principal era pasar por Vietnam o Indonesia pero quedan muy lejos y tardaremos. Este fue el mejor país o más bien isla, que está fuera de la localización del SORAS, se les será difícil ubicarnos.

—¿Y para cuándo tienen planeado que será? —cuestionó Johnny interesado, viéndolo como una buena idea.

Hoy, tiene que ser hoy —respondió esta vez Taeil dejándolos sorprendidos.

Taeyong lo mira confundido y muestra su punto de vista ya que lo que escucha, es muy descabellado e ilógico —Hasta donde tengo entendido solo hay tres Teletransportadores contando a Chenle agregando el hecho de que su cuerpo es débil y no está apto para llevar a mucha gente, apuesto a que aún a penas y podrán haber hecho una bola de poder, estamos débiles. ¿Con qué fuerza nos iremos de aquí?


Estamos confiando en que tendremos a Jungwoo-hyung de regreso —respondió Jeno. —Podrá darnos la fuerza que necesitemos.

Son las una de la tarde —inquirió Minho interviniendo. —¿Creen poder salvar a sus amigos hoy mismo? Podemos intentar cambiar un poco el plan y mandar a algunos de los nuestros para allá. No queremos dejarlos más tiempo, se corren riesgos.


—La última vez que salvamos a Shotaro, nosotros pudimos, estoy seguro de que podremos hoy —opinó Yuta. —Y además, el hermano mayor de Jaehyun parece fuerte.

—¿Están seguros chicos? ¿Lo hacemos solos? —cuestionó el pelirrojo pasando su vista en cada uno de sus compañeros recibiendo diversos a sentimientos.

—Sacamos a Jaehyun, Doyoung, Jisung y al tal Suho. Le avisamos a Sehun que nos siga con su familia. Si no logramos encontrar como desconectar el Chip de Mina y V, podemos dejarlos o secuestrarlos y si es posible, matare a Song y a Kai —fue diciendo en voz alta el tailandés enumerando cada cosa que harían en esa tarde, por último suaviza su mirada dirigiendola al americano —¿Está bien? —cuestionó esperando internamente su aceptamiento. No quiere decepcionarle o que le vea con otros ojos. Si, puede que haya llegado una que otra vez a matar pero eso fue antes de darse cuenta de que sus sentimientos por aquel grandote eran de verdad muy fuertes y duraderos.

—No siempre podemos ser amables —fue lo que contestó Johnny acercándose a su pareja y pasando su brazo por aquella delgada cintura, culminando con un casto beso que dejó en la coronilla del menor. —Ya lo hemos sido suficiente.

—Son la una y veinte de la tarde, ¿Les parece bien que a las cinco en punto sea nuestro encuentro? —dijo Taeyong pensativo. No sabe cuanto tiempo les podrá tomar pero tienen demasiadas cosas que hacer antes de irse por completo.



Lucas esboza una sonrisa y asiente. —A las cinco será —rascándose la nuca un poco tímido por querer decir algo íntimo aún así, se arma de valor. —Y por favor dile a Woo que yo... Que bueno, lo extraño y vuelva sano. Realmente quiero estar con él de nuevo.


—Está bien —asiente compasivo el pelirrojo.

Y en eso, la señal se corto dando por terminada la charla de imprevisto.


—Veo que tenemos mucho que hacer —asumió Xiaojun con los brazos cruzados.

































Después de la charla que tuvieron con los que aun quedan vigentes en Corea del Sur, Lucas se sintió aún más desorientado. ¿Si Woo esta bien por qué no apareció en la Video llamada? ¿Qué le pasó a su mano? ¿Tendrá más heridas? ¿Tendrá miedo? ¿Le necesitará? Miles y miles de preguntas se forman en su atormentada mente. Necesita verlo y verificar con sus propios ojos que el muchacho en verdad está bien.

Ve como los otros chicos con ayuda de los muchachos de la Isla van preparando todo mientras los teletransportadores van creando bolas de poder. Sabiendo que no ayudaría nada los dejo solos y salió a tomar aire.

Mirando a su alrededor ve a todas aquellas personas que han pasado su misma situación o al menos parecidas, Super Humanos repudiados por el mundo, buscando un lugar al que sentirse seguros y bienvenidos para llamarlo hogar.

Sonríe sin evitarlo, es todo tan pacífico, la gente se ve tan amable y comprensiva, el ambiente bastante saludable sin contaminación.

Realmente quiere saber lo que puede llegar a pasar, ojalá alguien de aquí sea vidente, los ayudaría bastante aunque... Jeno a veces sirve de uno.


Ya sabiendo donde debía de encontrarse aquel peliazul, corre con esperanza hasta llegar a la Clínica. Se adentra y rebusca entre los pasillos hasta llegar. Lo ve cambiando las bombonas de aire que son conectadas a la habitación de Jaemin, su corazón se oprime. Verlo tan atento a su amor, trabajando duro y esmerandose para que vuelva a despertar. Se ve tan lamentable.





¿Así se verá él si le llega a pasar algo parecido a Jungwoo?





Hyung —dijo en tono de asombro Jeno, termina lo que está haciendo dejando la bombona a un lado y se acercó al mayor regalando una sonrisa tranquila, una sonrisa que Lucas no se creyó.

—¿Puedes intentar servir de vidente otra vez? —fue directo al grano.


—Oh, ¿tu también viniste por eso? —cuestionó Yangyang viniendo desde atrás junto a Renjun y Chenle.

—Estamos preocupados —se atrevió a hablar el pelinaranja con timidez, jugando con la tela de su suéter. Mirando con súplica al mayor pide: —Por favor, necesito saber que estarán bien.

Jeno mirando las caras de cada uno, suelta un suspiro y asiente. —Voy a intentarlo, pero recuerden que en realidad no soy vidente, esto es una ayuda que me dan los cielos.


—Sí, como sea. Vamos —apresuró Renjun.



Juntos se adentraron a una habitación vacía, el peliazul salió y entró varias veces rebuscando cosas. Dejó unas velas en la mesa al lado de la cama blanca y las enciende. Con agua bendita salpica a todos y hasta a si mismo. Un aura blanca emano de su cuerpo y se adentro a todos los demás, un ambiente cálido, somnoliento pero pacífico se creo.

Jeno se recostó y cerró los ojos uniendo sus manos en un rezo.


—En el nombre de Dios, el Clemente y Misericordioso. Alabado sea Dios, Señor de los mundos. El Clemente, el Misericordioso. A ti imploramos, a ti pedimos ayuda. Que los ángeles sirvan de nuestra guía hacia el camino correcto. Por favor, ayúdanos a saber que hacer. Darnos una pista de nuestro futuro —murmuró en voz baja esperando, dejándose llevar por el sueño, su mente dejó de estar vigente.

Poco a poco cayó en un profundo sueño, se dejó caer en lo más profundo hasta empezar a ver imágenes, imágenes que no le gustaron para nada.



Todo fue tan rápido y confuso, solo sabe que se vio a sí mismo en la casa de NCT como un alma enfrente de una catástrofe. Llantos y lágrimas. Ve fugazmente las caras de sus amigos, con rostros lamentables rodeando un cuerpo, el cual no puede verificar de quién se trata ya que una manta blanca lo cubre por completo. Los rostros de sus compañeros es imposible distinguirlos, solo ve una luminosa cabellera rubia reconociéndolo al instante como Jungwoo. Intenta acercarse y descubrir de quien se trata el cuerpo por el que lloran pero de pronto todo su alrededor va dando vueltas causándole mareos. Intenta mantener el equilibrio y se frota los ojos, cuando los vuelve a abrir se ve en un desconocido pasillo blanco incendiándose.



Abrumado y confundido camina evitando el fuego ¿Dónde es esto?



—¡Corran! —escucha una voz desconocida y como diversos hombres con bata corren justamente por donde él se encuentra, tras-pasándolo.

Sigue caminando pero el humo le dificulta la vista y el pasillo angosto a seguir.

Y así es como de pronto abre los ojos, volviendo a la realidad contra su propia voluntad. Toma una gran bocanada de aire y se sentó en la cama pasándose las manos por su rostro.




—¿Qué pasó? —cuestionó Lucas notando el semblante de angustia en el menor.

—¿Es muy malo? —inquiere Chenle.

—Creo que si logran ir al SORAS y volver pero... —contestó en voz baja y pronunciando las palabras de forma algo lenta, temeroso.

—¿Pero qué? ¡Habla, me pones nervioso! —exclamó Renjun.

—Vi un cuerpo cubierto de una manta blanca, un muerto —al pronunciar aquella última palabra, inmediatamente el ambiente de la habitación cambió a uno tenso y silencioso.

—¿Cómo? —Lucas lo toma de los hombros agitando lo. —¿Quién? ¿Quién es?

—Al menos se, que Jungwoo-hyung no es —explicó intentado calmarlo.

—¿Cómo sabes?

—Por alguna razón, de entre todos los miembros con rostros borrosos que vi, él fue el único que sobresalto de la multitud. Si, lo sé. Es raro pero al menos ya descartamos a uno.

—Aún así, tenemos que hacer algo, no podemos dejar que uno... Uno de nuestros compañeros mueran —dijo el moreno con angustia, sus manos en el aire moviéndose nerviosamente.

—También hay un incendio pero no sé en que tiempo de la historia suceda, ahí si sentí realmente algo raro, fuera de lugar —tembló de solo recordarlo.

—¿Por qué?

—No lo sé, avanzar se me hacía mucho más pesado y todo nubloso, hasta me sentí asfixiado. Fue realmente raro —se rasca su cabello pensativo.

—Vamos a hablar con ese Sunbae Minho para apresurar nuestra ida para allá —dijo Lucas con seguridad, recibiendo miradas con sentimientos indescifrable de parte de sus compañeros ya que se dieron cuenta de la forma en que él llamó a su padre.





































—El reloj ya va a marcar las dos —aviso Yuta teniendo un reloj en su muñeca, revisando la hora a cada segundo por los nervios.

—¿Están listos? ¿Se les olvida algo? —Taeyong mira a sus compañeros, los cuales todos asintieron —Bien, vamos.

—¿Pero esta bien dejar a Jungwoo solo? —de pronto se interpuso Johnny un tanto indeciso.

—No hay de otra, no podemos llevarlo así —se encogió de hombros el líder. —Está débil y durmiendo, déjalo descansar. Igual, le deje una nota.

Ten suelta una risa asintiendo —Sí, yo vi, escribiste tipo "Ya volvemos, Snoopy. Cuídate y cuida de la casa. Te quiero" más una carita feliz.

—¿Tienes problema? Y yo no escribí exactamente eso —el pelirrojo se ruboriza pero indignado se cruza de brazos. No es de los que demuestra afecto hacia los demás pero simplemente, por alguna extraña razón, se le antojo escribir "Te quiero" a Jungwoo. En verdad lo quiere, le tiene mucho aprecio y cariño como a todos.

—Es que le dices que cuides de la casa como si no fueras a volver, dramático. Además nunca me has dicho que me quieres —se explicó el tailandés obvio.

—Claro que si, en tu cumpleaños, tonto. En realidad es a Jungwoo quien creo que nunca le dije que lo quiero aún —niega con su cabeza no pudiendo creer la actitud de su mayor. —Andando, no perdamos más tiempo.

Todos se montaron en la camioneta, la cual es conducida por el japonés y de copiloto encontramos al líder.


De camino hubo pequeños chistes de parte del tailandés calmando el tenso ambiente que se formó entre ellos. El tiempo ahí les hizo largo y eterno, como si nunca fueran a llegar al Edificio. Temerosos con sus corazones que bombean sangre rápidamente.

El silencio es lo que mayormente gobernó en aquella camioneta y de un abrir y cerrar de ojos ya se encontraron cerca, a sólo dos calles.




—¿En serio entraremos por la puerta principal? —cuestionó Johnny aún sorprendido por el plan que les dijo su líder tiempo atrás.

—Por más que nos esforcemos por entrar a escondidas nos descubrirán —respondió obvio recordando la batalla anterior. —Es mejor entrar por la entrada principal directo sin tanto contratiempo y nos apresuramos para llegar al sótano. Te lo aseguro, será más rápido y ellos no se lo van a esperar.

—La verdad, suena inteligente —asiente Xiaojun de acuerdo.

—Yuta estacionate cerca de la puerta —el nombrado asiente ante lo dicho por su líder.


El auto aparcó justo al lado de la acera un poco más adelante de la puerta del SORAS. Lo malo es que en los alrededores están rondando personas, más de lo que pensaban. Para pasar desapercibido nuestros muchachos se colocaron batas de Científicos, cargaron bolsos y libros en sus manos.


Apagaron el auto y bajaron fingiendo tranquilidad. Se acercan a la entrada y cuando pensaban pasar un guardia se interpone.


—Su identificación —le dice.

—Ya va, ellos son... —rápidamente el que está a un lado reconoce aquellos rostros pero no le dio tiempo a terminar la oración cuando es noqueado por Johnny y el que quedó lo es por Taeyong.

—Vamos.



Ellos se adentran y apresuran su caminata hacia el ascensor, llamaron la atención de los agentes de adentro los cuales también reconocieron aquella singular cabellera pelirroja.


—¡Monstruos! ¡Atrapenlos!

—¡Xiao, armas! —exclamó el líder.


El Cisne hace uso de sus poderes y armas se van creando en sus manos, las cuales las lanza hacia sus compañeros. Quedándose con una metralleta para el.

Y sin evitarlo, se crea un tiroteo en media planta baja con civiles, incluidos jóvenes que no entienden nada.

Ten se encargo de formar una barrera invisible alrededor de ellos, cuando las balas de los enemigos se dispararon hacia ellos debido a la barrera quedaron flotando y caen al suelo, sin duda alguna, sorprendiendo y asustando a los ingenuos.

Nuestros chicos disparan como siempre en partes que no afectan el órgano de ninguno, yendo por los hombros, brazos y piernas más que nada. Y mientras hacían esto se dirigían al ascensor.

Taeyong presionó el botón y esperaron unos segundos a que abriera, se adentraron y el líder conociendo donde está el sótano secreto gracias a que Sehun le dijo, tocó el botón clave.

Sintieron como descendió y sin darles tiempo a hablar se detuvo abriéndose por detrás de ellos. Salieron con rapidez, se encontraron con unos cuantos armados y les dispararon, quitándolos del camino en solo segundos. Llegaron a una puerta y Johnny con su super fuerza al derribo con pocos golpes.






Se adentraron y los vieron.





El rostro de los chicos se iluminó al ver a sus compañeros aún con vida detrás de las rejas. En especial Taeyong, cuando vio al peligris sintió que por fin pudo respirar en paz, eso hasta que vio como cicatrices sobresalen de abajo de su prenda visualizandose un poco en el cuello, su rostro demacrado y débil. Sintió las ganas de querer matarlos y destruirlos a todos por lastimar a su novio, se atrevieron a tocar a su Jaehyun.


—¿H-Hyung? —articuló con sorpresa el peligris no pudiendo creerlo. —Estás aquí —esboza una suave sonrisa que logra darle la calidez que tanto esperaba el pelirrojo en su corazón.

Suho vio aquellos jóvenes que nunca había visto exceptuando a uno, si, ese pelirrojo que se llevó a Jaehyun borracho en aquella noche. No tuvo que pensar mucho para darse cuenta de que claramente tienen una relación cuando sus bobas sonrisas y miradas lo dicen todo.


—¡Chicos! —los ojos de Doyoung se iluminaron al ver a sus compañeros.

—Les dije que sería más fácil entrar por la puerta principal —esbozó una orgullosa sonrisa el líder y acercándose a las rejas intenta romperlas con los disparos de su pistola.

—¿Qué? ¿Entraron por la puerta principal? —Espetó Jaehyun con sorpresa a lo que sus compañeros asienten mientras intentan romper con disparos los candados ya que si lo tocaban con sus propias manos una sobrecarga podría darles.



—Realmente me sorprendieron —se escuchó una macabra voz por detrás de ellos más aplausos. Se giraron y se encontraron al Sr. Kang adentrándose junto a su secuaces. —La verdad, los esperaba y estábamos atentos a sus barricadas pero no pensé que fueran a entrar por la entrada principal como si de verdad fuesen bienvenidos aquí.

—Por algo querías mi cerebro, ¿no? —contestó con sarcasmo Taeyong señalando su cabeza.

—Y lo sigo queriendo —admitió, esbozando una cínica sonrisa que causa temor. —Si me toca extirparlo, lo haré.

—No podrás —arrojo entre dientes Jaehyun con ira, agarrando los barrotes que lo tienen aprisionado con fuerza. Ojalá pudiera salir y propinarle una buena paliza a ese hombre.

—No dejen que se escapen —fue lo único que le dijo aquel vejestorio a sus seguidores para luego girar sobre sus talones y marcharse sin preocupación.



El plan principal de nuestros chicos de NCT era dejar que Ten se encargara de los dos Neos y los matara de inmediato sin piedad pero lo que no se espero fue que Ravi se interpusiera en su camino. La expresión del tailandés decayó cuando ve al Cuervo y al Lagarto dirigirse hacia sus amigos sin darle chance, intenta acercarse a ellos pero su mano es bruscamente jalada por el Dragón el cual lo acorralo entre los barrotes a solo centímetros de distancia.




—¿A donde crees que vas, víbora? —contestó con voz grave e imponente.



Por un momento el moreno se sintió pequeño e indefenso. Claro, es un Dragón contra una Serpiente. Hasta físicamente hay una gran diferencia de tamaño. Aún así con la barbilla en alto empuja al contrario y ambos al mismo tiempo se transforman para atacarse.


—Maldita sea... —murmuró Taeyong enfrente de Taehyung, el cual le impide el paso para ir a la batalla de los más poderosos. Las habilidades de Ten son realmente fascinantes pero sobrepasar aquel pelinegro no es tan fácil, tiene miedo de que no lo logre, tiene miedo de perder a uno de los pilares más importantes de NCT, de perder a su mejor amigo.



—¿Qué? ¿Pensaban qué cometeríamos el mismo error de luchar contra la serpiente? —espetó con sorna Song teniendo a Xiaojun en frente. —Perdieron la oportunidad de matarnos.

—Me he dado cuenta de ello —concordó sin ánimo.

Johnny se encargo de Mina y Yuta de Kai. Sin duda, será una indescifrable batalla. Las vendas de la japonesa son rotas por el destructor, lo cual hace imposible su tarea de amarrarlo. Mientras, Kai se teletransporta e intenta agarrar desprevenido al japonés pero éste es demasiado rápido por lo que lo esquiva y hasta a veces logra devolverle el golpe.


—Tenemos que hacer algo, ¡hyung, por favor! —dice inquieto Jaehyun después de sentirte incapaz, sus amigos están luchando e incluso algunos les va mal como Xiaojun y Ten. Taeyong se ve estable contra V y sorprendentemente Yuta también contra el Lagarto.




Suho mira a su alrededor analizando la situación. «Los sacaré de aquí» Pensó con decisión. Gracias al uso de su poder, sus ojos se vuelven azules cual diamante y mirando hacia las rejas, éstas son abiertas de forma instantánea dejando a todos libres.



—¿Qué? ¿¡Cómo hizo eso!? —exclamó Kai con sorpresa dándose cuenta.

—¡Vamos chicos! —exclamó Jae saliendo y ayuda a Taeyong enviando ondas a V lanzándolo contra su anterior celda y lo encierra. Todo en un abrir y cerrar de ojos que sorprendió al pelirrojo, el cual no tuvo tiempo de reaccionar para cuando el peligris llegó a él tomándolo de la cintura y robándole un fugaz beso en los labios. Le regala una feliz sonrisa mostrando sus hoyuelos y arregla el cabello del mayor. —Sabía que vendrías por mi.

—No se ni para qué vine, pareces poder solo —bromeo al ver al rubio encerrado en la celda incapaz de salir.

—Te necesito para poder —contestó siendo directo y toma las mejillas del pelirrojo con sus manos, mirándole con amor.

—No es por ser celoso ni ser aguafiestas pero estamos en medio de una batalla —intervino Doyoung separando a los tórtolitos.

—Si, deberían de estar más pendientes —asintió Song por detrás, llamando la atención de nuestros muchachos haciendo que se giraran. Ven al pelinegro tomando al chino del cuello ahorcándolo en el aire.



Además, escucharon un fuerte golpe que hizo a todos girar en esa dirección, encontrando a Ten saliendo de un hoyo de la pared lleno de sangre y heridas, temblando inestable. Su frente empapada de carmesí y sus uñas sangrando. Mirando al causante, Ravi tampoco parece estar en buen estado. Sorprendentemente se puede ver varias mordidas rodear su cuello y brazos, ropa rasgada y su labio inferior roto.


Esta es la primera vez que ambos pelean después de varias batallas pasadas y verlos así, es realmente alucinante. Ten siempre se acostumbra a mantener el control, a ser más fuerte a todo aquel al que se enfrenta. Como una víbora es rápida, tenaz, analítica y sigilosa, sabe acechar a su presa y cuándo es el momento de atacar. Es la primera vez que una batalla lo está dejando tan... débil.


Y Ravi a pesar de verse en una mejor posición que él, aún así, el solo tocarlo es un gran sacrificio. Sólo pocas, muy pocas personas han logrado siquiera llegar a sus talones. Su fuerza es abismal contrastando con su inteligente mente malévola. En toda su grata existencia Choi Minho había sido el único que logró debilitarlo pero luego estando a los alrededores de NCT parece que la fuerza de los jóvenes ha ido superándose. Jaehyun sólo pudo atacarlo levemente, Ten ha logrado herirlo bastante (algo que le hierve la sangre de rabia) y Jungwoo, sabe que si no lo detiene, ese mocoso podría destruirlo.


Perdido entre la ira y el odio, ya que le desagrada el que se atrevan a tocarlo, saca una enorme katana de carbón ardiente. Pudo haber intentado hacer un trato con esa maldita víbora ya que también es un Neo Oscuro, dándole lo que deseara a cambio de su voluntad pero, esta claro que no va a aceptar. Reconoce bien la fuerza de ese humano tailandés, no todos pueden controlar un oscuro ser de tal magnitud, sinceramente se merece unos aplausos. Que mal que tendrá que deshacerse de él, solo es una roca interrumpiendo su camino hacia la victoria.



—¡No! —Taeyong intenta acercarse, correr pero sus pies están pegados en el suelo, incapaz de dar un solo paso.

—¡No puede ser, sueltanos! —exclamó Jaehyun hacia el Cuervo sabiendo que esta es de su obra ya que si miras hacia abajo, puedes ver sombras tomándolos de los tobillos sin darles acceso a moverse.

—¡Ten! —Johnny grito preocupado, con lágrimas acumulándose en sus ojos, golpea a Mina mandándola a volar sin importarle su bienestar. Corre pero innumerables sombras en el suelo lo toman de los pies jalándolo. Él usa toda su fuerza e intenta dar unos pasos, logra dar unos cuantos pesados y forzosos que sorprenden incluso al creador.


El tailandés con sus piernas temblantes como gelatina, se agarra de la pared, respira pesadamente tocándose el pecho con inestabilidad. Mira hacia el frente a ese infame Dragón que piensa arrebatarle la vida en ese instante. No, no puede dejar que lo haga. No puede morir, necesita vivir por sus amigos pero todo se ha salido de sus propias manos. Vencerlo no es algo posible para él. Gira su rostro encontrándose con la agonizante mirada del americano, el cual grita su nombre innumerables veces. Sin saber lo que podría deparar su futuro, sólo puede regalarle una débil sonrisa.



Se cae al suelo y mira la katana cerca de su cuello.



—Has sido un buen oponente, si hubieras elegido nuestro bando nos hubiésemos llevado bien —admitió con seriedad —¿Últimas palabras?

—Hazlo con una sola cortada, no quiero que vean mi cuerpo descuartizado o que se yo —ríe sin gracia.



Lo que nadie se espero en ese instante, fue que el cuerpo de Suho que estaba justo al lado de Jaehyun también agarrado por las sombras desapareció. Ravi sintió una falta y se gira hacia aquella dirección, el Conejo volvió aparecer a su otro costado y patea la espada mandándola lejos.


Él intento golpear el Dragón pero éste tomó con fuerza su muñeca, lo mira con ojos rabiosos y de su palma humo candente sale quemando la blanca piel del menor. Suho suelta un quejido debido a la dolorosa quemadura e intenta golpearlo con su otra mano, la cual también es agarrada.

—Maldito Conejo, solo sabes esconderte ¿crees que puedes contra mi? —cuestionó entre dientes enojado.

Sintiéndose atrapado, usa de su poder dejando sus manos libres e intenta volver a atacarlo pero es esquivado con rapidez. Ravi se apresura en agarrarlo y él solo crea un escudo. Por arte de magia la espada de carbón vuelve hacia las manos de su dueño y usa ésta para golpear el escudo buscando romperlo.


—¡Hyung! —exclamó Jaehyun con temor al ver una grieta en lo único que protege a su mayor de aquella ardiente arma. Intenta moverse pero sus pies siguen aprisionados, con sus ojos soltando un fuego lleno de rabia dirige su vista hacia Song, el cual sintió un peso encima de sí y se gira, sus miradas chocan y el Cuervo solo lo evita.

Ravi en ese instante se gira sobre sus talones y creando un shuriken entre sus manos, lo lanza hacia el peligris, todo en una velocidad alucinante en la que pocos pueden actuar. Suho se aparece de pronto enfrente de su hermano y lo protege, la pequeña arma voladora cae inmediatamente al suelo perdiendo poder.



—No luchas pero puedes evitar y proteger, de verdad pareces un conejo —asumió Ravi pensativo. El castaño es demasiado escurridizo para su gusto pero cuando logre tomarlo entre sus manos podrá acabarlo de un solo golpe, no parece ser lo suficientemente fuerte como para devolverle el golpe. Cada ventaja tiene su desventaja.

Suho pisa las sombras que toman a su menor y estas sueltan un agudo grito de horror, se alborotan entre ellas y vuelven hacia su amo.

—Les diste miedo —dijo Song recibiendo aquella oscuridad en la palma de su mano.

—Creo que soy mucha luz para ellos —esbozó una media sonrisa orgulloso el mayor, camina merodeando a cada miembro de NCT liberándolos uno en uno.

Ravi corre a él e intenta agarrarlo pero Suho desaparece. —¡Maldita sea, Kai atrapalo! —exclamó el Dragón enojado.


El Lagarto se sobresalta con aquel exclamo y asiente rápidamente para luego teletransportarse y tratar de agarrar al castaño pero éste vuelve a desaparecer.


—¿Qué es esto? ¿Desde cuándo se teletransporta? —cuestionó el peli verde indignado. Ve a Suho detrás del japonés y vuelve a teletransportarse hacia él pero al llegar al lugar éste ya había desaparecido. Quiso seguirlo pero Yuta es más rápido y lo agarra fuertemente de los cabellos para tirarlo contra el suelo de cabeza, sonando un golpe muy doloroso.

Ravi intenta alcanzar al escurridizo conejo pero es demasiado rápido para su gusto, soltó a todos los chicos de NCT. —¿Song se puede saber si estás de modelo o qué?

—Ahuyentó mis sombras, no puedo hacer nada sin mi poder —contestó con obviedad, lo que no se espero fue despertar aún más la ira de aquel maldito Dragón, el cual dirigió su caminata hacia el. El cuervo retrocede temeroso y antes de que lo alcanzará habla —Voy a sacarlos otra vez, ya lo haré.

Johnny ahora libre con una gran rabia carcomiendo su interior se dirige hacia Ravi e intenta golpearlo pero cada uno de sus golpes son esquivados, se frustra aún más y suelta varios gruñidos. El enemigo harto de su intervención intenta golpearlo con su puño de carbón pero Johnny desapareció dejándolo desconcertado, mira hacia todas las direcciones y capta al americano junto a Suho.


—Te atraparé... —murmuró enojado. El piso a su alrededor se llena de grietas y pedazos de ladrillos que calientan a niveles muy altos flotan a su alrededor y los lanza directo al castaño.

Mientras Suho esquiva por aquí, Jaehyun apresura en ayudar a Yuta contra el lagarto, rodeándolo con sus ondas se dio cuenta por fin de una manera para que dejara de teletransportarse. Con el campo magnético que es creado causa una perturbación física alrededor del mayor lo que no le permite moverse en el espacio como desee.

Taeyong con la reciente ayuda del americano que llegó en el último momento encierran a Mina en una celda.




—Si siguen así solo lograrán sacar la ira del Dragón —le dijo Song a Xiao.

—Primero preocúpate de ti mismo —contestó seco sin percatarse de que aquellas palabras pudieron haber quedado clavado más en lo profundo del contrario de lo que pensaba.

Suho llega hacia Jaehyun tomándolo del hombro llamando su atención. Antes de hablar le señala una extraña puerta que nunca había visto en la final.

—Váyanse, yo iré detrás de ustedes —le dijo.

—¿Qué? No —negó de inmediato. Ha dicho las mismas palabras en más de una ocasión y sabe por experiencia propia el que lo dice, no está seguro si vaya a cumplirlo.

—¿Vas a dejar que todos mueran en manos de Ravi? ¿Quieres que Taeyong muera aquí? Llevatelo —insistió usando las perfectas palabras para hacer flaquear al peligris.

—Está bien —asintió aún cuando su mente no pensaba en dejar a nadie atrás, ni a su hermano ni a su novio y hará lo que sea para que nadie de su equipo se quede.


Ravi llega a ellos y con su espada intenta atacarlos, Suho fue más rápido que el menor y creo un escudo blanco.


—Vete... —le murmuró.


Jaehyun se escapo de ahí dirigiéndose hacia Johnny. —Toma a tu novio y larguense de aquí, Ten esta débil. La puerta está allá —le dijo, el americano no lo pensó dos veces y corrió hacia el tailandés. Con su corazón oprimido mira el débil cuerpo de su amado y se lo lleva.

Yuta escuchó lo dicho por el peligris y no necesito que le dijera algo, solo con sus miradas y asentimientos entendieron. Se dirigió a Xiaojun y lo ayudo contra Song el cual por alguna razón no respondió a los ataques con la misma fiereza, siendo ilógico el que los deje ganar optaron por el otro pensamiento también ilógico de que perdió fuerzas.

Siendo encerrado en una celda, ambos héroes se sonríen satisfechos.

Se acercan a Doyoung y Jisung, y se los llevan hacia la puerta en una carrera.


—¡Se escapan! —exclamó Kai aún no pudiendo moverse de su lugar, estando atrapado. —¡Song haz algo, tu puedes salir de la celda!

—Voy —fue lo que soltó el Cuervo, moviéndose con lentitud, siendo obviamente a propósito, va abriendo la reja que lo tiene aprisionado.

—Si yo no hago las cosas aquí, nadie las hace —dijo Ravi con una creciente molestia, golpea los barrotes a su lado los cuales se destruyen por su tacto.

—¡Vámonos! —Jaehyun agarrando la mano de su novio, ambos corren hacia la puerta que por alguna razón parece más lejana. La adrenalina recorre sus venas mientras pueden ver a sus compañeros del otro lado alentándolos a que se apresuren.













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—Tu hermano no nos está siguiendo, dijo que lo haría —rectificó Taeyong, ambos se detienen y miran hacia atrás, viendo como éste está detrás de ellos de espalda con un gran escudo deteniendo los innumerables ataques y golpes del oscuro y realmente molesto Dragón.

—Entra y yo me encargo —dice Jaehyun jalando a su mayor hacia atrás.

—¿Y crees que voy a creerte de nuevo? —cuestionó el pelirrojo con rudeza, sonando dolido —Dejarte aquí sin saber si sobrevivirás o no, o los inhumanos tratos que vayas a recibir. ¿Quieres que me vaya otra vez, sabiendo que te dejaré atrás?

—Quiero protegerlos, a todos.

—Yo también quiero proteger a mis compañeros y tú estás incluido en ese paquete —hablo con firmeza y autoridad.




«No volveré a dejarte atrás nunca más, no mientras pueda evitarlo. No dejaré que vuelvas a dar tu preciosa vida por mi» Pensó sin atreverse a decir aquellas palabras en su boca. Aún así soltó en un débil murmuró al final —No te imaginas cuando me dolió estar sin ti, prefiero morir.



—No vamos a morir, ninguno de nosotros lo hará —apresuró a decir Jaehyun tomando ambas manos de su amado y dándole un leve apretón. —Lo prometo.

Taeyong le contesta con una sonrisa sin creerse de verdad aquella tonta promesa, a Jaehyun le encanta hacerlas pensando que se las cree como si fuera un tonto niño ingenuo.


—Luchemos juntos.


No quedando de otra el menor asintió y ambos, soltando sus manos corren hacia el único que aún no ha salido de ahí.

Justo la barrera de Suho es destruida y éste por una razón desconocida para nuestros miembros sangre cae de sus labios de forma inexplicable. Tose y se toca el pecho con inestabilidad.

—¡Hyung, ¿qué sucede?! —exclamó el peligris llegando a su lado. Tomándolo de ambos hombros siente como el peso de su mayor recae un poco en él, no puede ponerse de pie con estabilidad. Su respiración pesada y la sangre que tose mandando su camisa le preocupa.

Ravi se acerca de imprevisto e intenta atacarlos pero Suho extiende la palma de su mano empujándolo hacia atrás con magia.

—Vamos, vámonos —apresuró Taeyong escuchando los gritos de sus compañeros.


Jaehyun pensando rápido agarra fuerte el brazo de su hermano mayor y jalando a su novio el cual choca contra su pecho. Y usando de sus poderes envía poderosas ondas al frente para impulsarse hacia atrás con rapidez llegando justo al borde de la puerta. Ravi no los logra alcanzar cuando ya cruzaron y ésta desapareció automáticamente.

Un poco mareado y confundido mira hacia su alrededor dándose cuenta de que están justo en frente del edificio. Baja la vista hacia su novio, el cual tiene el rostro entre su cuello, nota el rubor ajeno y no puede evitar esbozar una sonrisa enternecido.


—Aún eres tímido —le dijo embobado.

—Ay no, dejen su burbuja de amor para otro momento —inquirió Doyoung nervioso, se acerca y toma a Suho para ayudarlo a caminar. —Está muy débil.

Taeyong se aleja del menor y sigue a Doyoung con rapidez.

—¡Entren! —exclamó Yuta desde el piloto.



Johnny va saliendo del vehículo después de dejar al tailandés recostado en el última fila de asientos y teniendo enfrente a varios metros a sus amigos caminando hacia su dirección logra ver algo oscuro formarse detrás de ellos. Abre los ojos con sorpresa y señala. —¡Cuidado! ¡Chicos, cuidado!

Todos se giran de inmediato temerosos. Taeyong posa su vista en la última persona la cual es la más cercana al inminente peligro, resultando ser Jaehyun. Sin pensar en las crudas consecuencias que tendrían sus acciones y sólo teniendo en mente la seguridad del peligris corre a el. Sus pies se movieron solos por inercia sin esperar el lento aviso de su cerebro que aún anda perdido.

Jaehyun ve a su pareja acercándose con una rapidez inhumana y niega temeroso. —¡No, Tae, no! —se gira hacia atrás y sintiendo el corazón palpitar en su garganta, sus manos extrañamente sudorososas y un extraño temor aún muy inexplicable trata de usar su poder y protegerlo, a él mismo y a su equipo pero no logró actuar tan rápido.

El tiempo pareció detenerse en ese instante cuando ve en el suelo unos zapatos y un extraño sonido que lo dejo mudo.

Mira confundido la sangre que salpica en su pecho, aún perplejo y sintiéndose en un extraño mundo desconocido teme levantar la vista. No quiere hacerlo, no cuando escucha los repentinos gritos de sus compañeros llenos de agonía y entre ellos, el nombre de Taeyong es lo más sonado.



—Jae... —la débil voz raspoza de su novio resonó entre el aire frito que empieza a sentir.


Es raro, es todo tan raro.


No quiere levantar la vista, teme hacerlo pero amándose de valor lo hace.

En cámara lenta sube su mirada, viendo los reconocibles zapatos de su Hyung, sus pantalones los cuales se llenan de sangre que recién empiezan a caer —la cantidad es abrumadora—. Sus ojos se empañan de lágrimas y ya siente un poderoso nudo atacar su estómago, un escalofrío pasa por su columna vertebral y solo es necesario subir la vista hasta el pecho ajeno para ver la gran herida.

Taeyong está justo enfrente suyo, enfrentando cara a cara la muerte.

La gran katana hecho del ardiente carbón de aquel maldito Dragón traspaso por completo el pecho del pelirrojo. La sangre cae de forma abismal e incluso aún pensando más en la seguridad de Jaehyun, el arma filosa al ser bastante larga él se encargo de tomar la punta con ambas manos impidiendo que ésta llegara al contrario sacrificando sus heridas palmas sangrientas.

Jaehyun siente que no puede seguir viendo y aun siendo masoquista, sube por completo la mirada necesitando de verdad verificar este hecho. No puede creerlo, este no es Taeyong, esto no es real, es un sueño, una maldita alucinación. Pero vaya que no lo era...



—E-Estoy b-bien, v-vete... —le dijo el mayor esbozando una dolorosa sonrisa adornada de un carmesí que cae de sus belfos y saladas lágrimas de sus cansadores ojos pacíficos. Lo hizo todo por su equipo, desde el principio cuando escapó del SORAS a los 21 años hasta ahora, en el último momento en que respira.


Salvo a Jaehyun, le dio su confianza, su lealtad, su honestidad, sus pensamientos y su corazón, pero sobre todo, se encargo de darle su vida. Y a pesar de que esta realmente feliz por ver enfrente a sus pies al peligris sano y salvo, él en realidad con todas sus ganas... Quería vivir...

Jaehyun empieza a llorar a mares sin percatarse de ese hecho, negando una y otra vez entre murmuros: "No, no es posible. No, no, no...".

Ravi saca cruelmente su espada dentro del cuerpo del menor, el cual cae despavorida-mente contra el piso como una pluma.


—T-Tae... —dijo con agonía Jaehyun, agachándose a la altura del mayor con temblor. —T-Tae... A-Amor... —temblando e hipando se arrastra hasta él y acuna el pequeño rostro entre sus brazos. —T-Todo e-estará bien, y-yo v-voy a-a salvarte... V-Voy a hac-cerlo... H-Hyung s-soporta-alo u-un poco. T-Tae...

Mirando el cuerpo de su amado de arriba a abajo. Su mano presiona la herida con desespero, se quita la chaqueta y trata de detener el sangrero mientras escucha ciertos llantos detrás suyo. No lo soporta y suelta innumerables sollozos.

—N-No t-te vayas... —pidió mientras muerde dolorososamente su labio inferior. —V-Voy a salvarte, t-tengo que salvarte...

—J-Jae... —Taeyong trató de detenerlo pero su fuerza para moverse o siquiera hablar es nula, siente como poco a poco su corazón deja de bombear la sangre debida y el dolor es demasiado infernal para ser normal, ya que además de cortar le quemó todo de adentro. Siente todo su cuerpo desde lo profundo entumecido, dormido, su mente en otro lado drogada y su respiración débil sin poder hacer nada para cambiarlo. No tiene la fuerza de hacerlo.

—Que patético —arrojó con fastidio Ravi sin sentir ni un poco de piedad. El odio y la maldad es lo que gana en él, y más aún porque está enojado de haberse sentido débil. Nadie puede tocarlo, ni la Serpiente, ni el Conejo y ni siquiera el León. Nadie se merece llegar siquiera a sus talones.


Levanta su arma y piensa en causar más desgracias hasta que llegó Song deteniéndolo.



—Déjalos —le pidió en un débil susurro.

—Quítate —contestó con decisión.

—Lo mataste, mataste al que el amo más quería.

—¡Quítate! —su exclamo resonó como un eco en toda aquella calle extrañamente vacía. La luz del sol y el gélido aire frío chocando contra sus cabellos. El mayor intenta empujar al menor, el cual parece ser la propia muralla china. —Maldito traidor, maldita escoria, débil, eso eres —soltó cada insulto con todo el aborrecimiento posible sumado a tortuosos golpes para nuestro Cuervo.




—Hay que... Hay que irnos ahora —apresuró a decir con nervios Doyoung, acercándose a Jaehyun lo sacude —R-Rápido.

El peligris carga el delgado cuerpo en brazos con la mayor delicadeza posible. —T-Todo estará bien, lo hará... —murmuraba una y otra vez como un disco rallado.


Aprovechan que Ravi parece distraído en su pelea con aquel cuervo, sin prestar atención a las palabras ajenas de los enemigos y sólo preocupándose por sí mismos y el bienestar de su líder.

Yuta acelera con todo lo que puede entre las calles habitadas de Seúl. El tráfico lo hacía frustrarse más golpeando el volante una y otra vez, entre lágrimas y maldiciones que salen de su boca.


Hyung, e-estamos yendo a l-la casa, s-soportarlo —le dijo Jaehyun mientras presiona la herida en el pecho ajeno, tembloroso e inestable con lágrimas que se deslizan por su rostro cayendo de su barbilla. No quiere aceptar que en realidad su ser amado no puede soportarlo —T-Tú p-puedes, tú eres fuerte.

Taeyong suelta un débil suspiro mirando el martirio en el rostro de su amado —J-Jae... —pronuncia su nombre con suavidad. Inhalando profundo y exhalando con la mayor estabilidad que le es brindada a pesar del poco aire que está entrando.


H-Hyung, n-no puede d-dejarme —insistió cerrando los ojos con fuerza. Se gira hacia el japonés y le grita —¿Por qué tan lento? ¿¡No ves que Tae se desangra!? ¡Apúrate!

—¡Hay tráfico! —contestó con angustia, jalándose los cabellos.

—¡Hyung, usted es muy inteligente, p-puede hacer a-algo! —ahora se gira hacia su hermano mayor que lo mira desde hace rato con tristeza.

—Soy científico, no doctor —respondió con pena, bajando la vista.

—T-Tú puedes hacer algo —dijo con decisión, se acerca al mayor y lo toma del cuello de su camisa mirándolo con insistencia, no aceptando un "no" como respuesta —¡Tu poder, alteración! ¡Tu puedes hacer algo! ¡Hyung, usted...

—Altero la realidad, no la vida. Lo siento, la muerte está fuera de mis habilidades —levantó sus ojos, mirando con tristeza el lamentable rostro de su menor —Lo siento tanto... —su voz se rompió.

Jaehyun lo suelta y niega sucesivamente, agarrándose de los cabellos con frustración, no puede aceptarlo. Se gira buscando la mirada del único al que le queda puesta su esperanza —Ten-hyung, t-tu puedes ha-hacer algo...

—Esta débil, ¿no ves? Casi ni puede moverse —dijo Johnny al lado de su amado, el cual tiene la cabeza recargada en su hombro, soltando silenciosas lágrimas.

—P-Pero...

—Jaehyun, siéntate y no hagas más miserable a Taeyong-Hyung, acompañalo hasta su último momento —regañó sin fuerzas de hacerlo Doyoung, sentado en el suelo en posición de feto, secándose la lágrimas que salen incontrolablemente de sus mejillas.

—¿S-Solo se van a quedar como unos tontos sentados y llorando? —dirigió su vista hacia todos sus compañeros perplejo, dolido y decepcionado. —¡Tae no va a morir, no lo hará!

—¿¡Y qué vas a hacer!? No esta Chenle para teletransportarnos, no está Mark que es el único que puede hacer una cirugía a corazón abierto y tampoco está Jungwoo para mostrar otra super habilidad secreta de un Rey —asumió con dolor y crueldad, siendo completamente honesto.

Por unos segundos la camioneta se quedo en un mudo silencio en el cual el peligris se dispuso a pensar con su blanquecida mente, Doyoung obtiene su respuesta ante ello. —Sólo siéntate y...

—Buscaré un doctor —fue lo único que soltó aquel muchacho con seguridad, sus compañeros quedaron confundidos ante lo escuchado y antes de que pudiesen reaccionar. Jaehyun con una idea totalmente descabellada carga el cuerpo de Taeyong y abre la puerta de la camioneta dejando atrás el vehículo para ponerse a correr en medio de la calle, en medio de toda la gente, en pleno día.



—¡Está loco! —exclamó el de apariencia de conejo no pudiendo creerlo.



Pero es que en ese momento nadie entendía a Jaehyun ni a su alocado corazón necesitado que no podía dejar ir a Taeyong. Lo necesitaba como su propio respirar, lo necesitaba para el siquiera vivir. Si no está, si no existe y deja vacío su lugar en NCT ¿valdrá la pena seguir viviendo?

Taeyong lo salvó, le dio color a su miserable y patética vida. Su madre lo dejó, su padre lo odio y lo aborrecio con su alma tratándolo como un maldito animal que no merece ni siquiera ser amado, sin poder ni saber nada de Jaemin hasta su preadolescencia y Suho apenas llega a él. Mientras, Taeyong fue el que lo acompaño desde el principio de su vida, fue el primer regalo que el mundo le dio para poder sobrevivir aquellos días de encierro. No recuerda a su madre sonreírle, el rostro de Suho le es muy borroso y ver a su padre feliz es sin duda algo que no puede encontrar en su memoria pero en cambio, Taeyong es la primera persona de su memoria que recuerda con perfecta claridad sonriéndole con amabilidad sin malas intenciones, la primera que intento hacerlo feliz, el primero de su vida.


Creció junto a él y se acostumbró tanto a su compañía que sin darse cuenta terminó dependiendo de él. Cuando está triste y necesita llorar, busca sus brazos para ser consolado. Cuando se emociona, lo busca para festejar. Cuando algo le sale bien, busca de sus elogios para sentirse completo. Cuando Jaemin enferma, se desahoga con Taeyong el cual escucha sus ilógicos argumentos de "Soy un mal hermano".


Si no está, ¿quién ocupará su lugar?



—N-No voy a dejarte i-ir, no voy a d-dejarte m-morir... —murmura una y otra vez viéndose tan miserable ante los ojos curiosos y sorprendidos de la gente común y corriente. Claro, es tan llamativo ver a un hombre corriendo entre lágrimas cargando a un herido que salpica sangre en todo el camino. No es algo de todos los días.

Para su suerte, el hospital no resultó estar tan lejos. Llegó a la puerta de este gritando y sollozando pidiendo a mares ayuda, a un doctor que de verdad pudiera salvarlo.

La gente conmocionada y los trabajadores se movieron rápidos aún sorprendidos sin entender nada, absolutamente nada. Dejaron a Taeyong en una camilla y la fueron rodando con rapidez corriendo entre varios, uno habla y le pregunta a Jaehyun qué pasó, cómo pasó y cuándo pero él sólo se haya perdido en su mente, mirando el débil rostro de Taeyong, sin responder ninguna de sus preguntas aún vagando en los recuerdos.




Taeyong lo miró con tristeza, y dice en un débil susurro que sólo Jaehyun logró entender. —Déjame ir...




Y ahí fue cuando por fin lo entendió y se dio cuenta de todo el alboroto que ha causado. Miró a sus alrededores, a todas las personas que lo miraban entre confundidos y lástima, a los nerviosos doctores que no parecían saber qué hacer primero y por último su vista recayó nuevamente en el rostro de Taeyong. Con su fuerza detuvo la camilla e hizo a un lado a los médicos para quedar justo al lado del mayor, tomando las pálidas manos.


—T-Te amo, t-te amo muchísimo —con su voz ronca y un nudo en su garganta, las lágrimas descienden con más fuerza. Mirando el rostro ajeno que perdió color. —C-Gracias por todo, h-hyung, gracias por e-enseñarme a v-vivir, g-gracias, t-te amaré por el resto de mi vida, n-nunca te olvidaré, s-siempre pensaré en ti, s-siempre lo h-haré....

—N-No lo hagas —negó el contrario. Jaehyun se encuentra acariciando su rostro con suavidad y disfruta del tacto por una última vez. —N-No me a-ames por el resto de tu vida, a-ama a a-alguien más. Se feliz, los amo, t-te amo...

—Y-Yo también lo hago, te amo muchísimo, Tae, de verdad yo... —se desespero y tomó con más fuerza la delgada mano que lo soltó, y antes de que pudiese terminar su oración los ojos de Taeyong se cerraron mientras su pecho dejó de subir y bajar, quedándose quieto.



Taeyong murió.


Y así como se fue, la cordura de Jaehyun también lo hizo.




—¡T-Tae! ¡Taeyong! —fue gritando una y otra vez el nombre de su amado desgarrando por completo sus cuerdas vocales. Su llanto se hizo más fuerte, dejando la mano de su mayor caer y él mismo lo hizo contra el frío suelo pálido del hospital.

Su respiración se volvió inestable, su pecho moviéndose de forma voraz tocándolo y apretando su camisa en el trayecto. Jalándose los cabellos, la ropa y ejerciendo presión en sus blanquecidos nudillos.

No pudo evitar recordar todos aquellos momentos cuando Taeyong lo regañaba por ser tan tonto y amable con los miembros, cuando le gritaba al tonto de Lucas por una travesura y él siempre salía a calmarlo antes de que cometiera un asesinado —sonrió entre lágrimas de solo recordarlo— cuando lo rechazaba a pesar de amarlo tan profundamente como él, cuando le sonreía, cuando se sentía orgulloso de él, cuando lo acepto entrar a su corazón, cuando le respondía con timidez sus besos, cuando se sonrojaba por sus cumplidos y por sobre todo cuando le dijo por primera vez "Te amo".

Amo todo de él, desde sus gritos y reclamos hasta su timidez y sonrisas. Amaba su seguridad, su liderazgo, honestidad y justicia, porque a pesar de todo, fue una persona amable, dulce y tierna.

Taeyong fue una buena persona, la mejor y la vida no estaba lista para tener a alguien tan puro y bueno como ese hombre.

Jaehyun amara y seguirá amando a esa persona que le juro amor eterno y lo iba a cumplir, porque era su alma gemela y es imposible encontrar a otra en aquel miserable mundo.


—¡Jaehyun! —la preocupada voz de Doyoung hizo que levantara la vista y viera a sus recién llegados compañeros.

H-Hyung, t-tae s-se fue, s-se fue —se lamento buscando ayuda en su amigo. El pelinegro se acercó con rapidez y tomó el rostro del peligris para ponerlo en su hombro.

—N-No se fue, está aquí, con nosotros.




Y por más lamentable que sonase, a partir de ahora Taeyong vivirá en sus corazones.



—Todo estará bien... —dijo suave Doyoung dándole caricias a la gran espalda que sufre de espasmos e intentando tragarse su nudo solo suelta silenciosas lágrimas mientras escucha los lamentos de Jaehyun.





«Egoísta, no pensaste que sería de mi sin ti.

Ahora que no estás, ¿cómo viviré? ¿Cómo saldré adelante?


Te amo, Taeyong más de lo que alguna vez me ame a mi mismo. »






























Simplemente no tengo palabras para describir este episodio. Tengo un nudo en la garganta, realmente me dolió escribirlo😢💔 Pero esto es necesario para la historia.


De aquí en adelante solo quedan dos capítulos, habrán muchos cambios y sentimientos en el próximo capítulo, y junto a ello el protagonismo de Jungwoo pasando por todas aquellas dificultades. Prepárense, pronto volveré a publicar ya que lo tengo casi todo listo por eso el retraso, ya tengo escrito el final de la historia 🥺🥺
















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