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Once




Nadie nunca se imagino presenciar algo así, aquello estaba fuera de los límites, algo jamás antes visto que dejo a todos boquiabiertos y algunos aterrados. La vida siempre estuvo llena de sorpresas, tanto buenas como malas, increíbles y desalentadoras y en aquel momento era difícil tener un solo sentimiento albergando.

Una potente luz brillante cegó a todos por unos segundos la cual provenía de Lucas, quien al instante se levantó del suelo con un aura oscura a su alrededor, con su cuerpo sacando humo un tanto verdoso. Sus heridas ya no eran un estorbo, mas bien parecía que el chico ni siquiera las sentía. Lo único que sentía era como un infragante poder pasa por todas sus venas, algo poderoso entró dentro de él que lo hizo estallar.

Él solo dio un paso hacia el frente, siendo suficiente para desatar una gran catástrofe, un temblor se hizo presente abriendo grandes grietas de las cuales los agentes iban cayendo hacia el profundo vacío, las plantas parecieron cobrar vida y fueron atrapando desprevenidos a aquellos cabreados hombres, el cielo se torno oscuro con una gran nube negra haciéndose en los aires encima de ellos. El viento llego a soplar tan fuerte hasta incluso mandando a algunos a volar, una tormenta se hizo presente haciendo estallar rayos y centellas.

—¿Qué es esto...? —quedo boquiabierto el Comandante Choi. Una planta lo agarró de su pierna tumbándolo y arrastrándolo contra el suelo. Él saca una cuchilla y empieza a cortar las raíces con desespero.

Los gritos de los hombres se hicieron presente. Nunca antes habían presenciado un poder así de grande y poderoso, nunca antes habían visto unos ojos tan negros y oscuros como los que tenía Lucas en aquel momento. Taeyong, medio insconsciente tirado en el piso logró ver el infame negro en los ojos del moreno aterrándolo y causándole escalofríos.

«Ese no es Lucas» Pensó. Él conoce perfectamente la capacidad de todos sus miembros y esta seguro de que ese no es la fuerza del moreno. Con dificultad mira por detrás del chino viendo a Jungwoo insconciente a su lado mucho más pálido de lo normal respirando pesadamente como si estuviera perdiendo fuerza, como si estuviera muriendo.

Todos los miembros de NCT quedaron boquiabiertos sin la capacidad de moverse. No entendían lo que sucedía con Lucas y no tenían la fuerza de detenerlo.

Taeyong buscando acabar con todo esto y que ninguna vida se perdiera trato de arrastrarse hacia Lucas.

—L-Lucas —intentó llamar pero gracias a la docenas de dardos que tenía en su espalda su fuerza era nula. —J-Jungwoo —al decir aquello al instante la oscura vista del moreno recae en él —e-esta muriendo —. Estiró con dificultad su brazos entre el rocoso césped apuntando al cuerpo detrás del interprete de aquella catástrofe.

Lucas inmediatamente se gira viendo el cuerpo débil de Woo. Tirado en el piso desmayado, sudando y respirando con dificultad como si estuviese muriendo, sus párpados cerrados con fuerza y su piel más pálida de lo normal con los labios azules.

Yuhkei ver aquel crítico estado de su amor hizo que volviera a la normalidad. El negro de sus ojos desaparecieron volviendo a su iris usual, el cielo se despejo, los terremotos pararon, el remolino se detuvo y las grietas se fueron cerrando subiendo a todos los hombres caídos. Pero aun así, los brazos de Lucas seguían con un aura verde poderosa que con el simple tacto puede llegar a destruir.

Sentía como el tiempo se detuvo mientras veía al chico tirado en el piso. Yuhkei sin poder reaccionar de su shock sigue inmóvil y poco a poco los poderes se iban disipando con plenitud logrando que empezará a volver a la realidad.

En aquel instante para interrumpir llego una van a toda velocidad derrapando logrando ahuyentar algunos agentes, quienes se tuvieron que tirar a un lado evitando ser atropellados. El auto se detuvo después de sus vueltas locas elevándose un poco.

La puerta del piloto es abierta saliendo de ahí un delgado moreno asiático con una ropa negra desde la camisa de botones apretada hasta los lisos zapatos de taco y una gran capa de rey color carmesí con los extremos dorados. Sin duda alguna, una gran entrada.

Ten abanico elegantemente su capa haciendo que el viento gélido la elevara un poco. Hecha hacia atrás su melena pelinegra y a su vez algo espeluznante empezó a suceder. Sus pupilas se dilataron volviéndose filosas tal cual las de una serpiente, el extremo del iris se torno de un color amarillento con ciertos toques verdosos.
Sus ojos se volvieron venenosos como las de un peligroso reptil.

Bastó un solo paso propiciado por el sensual tailandés para que un aura oscura se fuera extendiendo sobre la extensión. Un extraño humo espeso salió por los aires pasando entre los agentes.

Los hombres uno a uno fueron dejando caer sus armas mientras sus miradas se perdían entre Ten, quien parece su oscuro amo. Se quedaron estáticos casi mareados algunos cayendo al suelo por la pérdida del equilibrio, sus bocas abiertas y la baba cayente en algunos. Parecen unos muertos vivientes, unos zombies.

—Wow, que fácil los acabo Ten —asumió sorprendido Haechan mientras sale del auto y ve los alrededores con absoluta admiración abriendo la boca.

—Cuidado que se te mete una mosca —burló Renjun tomando la barbilla del rubio y le cerró la boca con fuerza sin tener cuidado logrando hacer que se mordiera la lengua.

—¡Renjun, ¿qué te pasa?! —exclamó el moreno enojado y adolorido golpeando el hombro del pelinegro con fiereza.

Jaemin salió del auto detrás de ellos viendo una absoluta escena de películas de zombies, aquellos agentes parecían idos, hipnotizados mientras su cuerpo se balanceaba con el viento oscuro propiciado por la docena de espeso humo negro que pasa con rapidez alrededor de ellos. El castaño sintió como su espina dorsal se estremece y además, como Jisung toma la tela de su camisa con temblor.

Por obvias razones es casi prohibido que Ten usará sus poderes. Son super extraños y causan un aura realmente opaca en los alrededores.

—Ya me encargué de hacer que ellos se pierdan, monten a los chicos de inmediato —el tailandés se dirigió a sus menores con una sonrisa relajada aun con sus ojos de serpiente que no lo hacia ver muy "normal" que digamos.

—S-Sí.

Los menores corrieron con rapidez hacia los chicos mientras Ten se quedo vagando entre los agentes hipnotizados escaneándolos de arriba a abajo con picardía.

Lucas, se podría decir que por fin recobró la conciencia y se agachó a la altura de su pequeño Jungwoo acariciándole la mejilla con delicadeza.

—L-Lo siento, no sé que me pasó —murmuró aun confundido de lo acontecido. En toda su vida, es la primera vez que algo así le sucede. Incluso sintió como por un momento no había sido él. Después verificará con Taeyong lo que le pasó pero mientras, decidió cargar en brazos al desmayado rubio.

Su cuerpo volvió a doler de forma infernal y el solo caminar se le hace difícil pero debe de ser perseverante, lograr llegar a la van y sentar a Jungwoo, y cuando supiera que su querido esta en buenas manos por fin se desplomaría.

—¡Hyung! —el grito roto de Jaemin resonó entre todos ellos, quien se montó en el camión de aquellos agentes viendo en su primer paso a Jaehyun tirado con un gran charco de sangre rodeando el suelo a parte de tres huecos en su piel propiciados por un arma. —¡Dime qué éstas bien! ¡Por favor dime! ¡Jae!

Abrazo del cuello a su hermano sin evitar soltar pequeñas lágrimas. Renjun quien esta a su lado de inmediato lo jaló del cuello de su camisa colocándolo de espaldas del mayor.

—No llores, Min —soltó entre dientes. Sacó del bolsillo del pantalón un pañito y se lo extendió. —Se fuerte por ahora.

—E-Estoy bien, Jaemin —dijo el peligris con voz cansada mientras se sienta y luego con dificultad trata de ponerse de pie.

El castaño con rapidez acepto el pañito y seco sus lágrimas. Luego guardándola en sus bolsillo toma su hermano mayor de los hombros ayudándolo a bajar del camión y a caminar para llegar a la van.

—Estarás bien, lo harás. Eres fuerte, Hyung. Tu puedes —murmura Jaemin que aunque parecían ser dirigidas hacia su hermano mayor él mismo trataba de creerse aquellas palabras, de autoconvencerse de que estará bien.

Renjun rompe las cadenas del primero que ve en mejor estado, osea Jhonny, éste se levanto tambaleándose un poco y cuando el menor trato de ayudarlo se da cuenta de lo flojas que se sentían sus brazos.

Hyung, ¿qué te...? —la pregunta del chino quedó por los aires mientras mira las manos del mayor.

—Me rompí mi otro brazo —contestó con relajo dejando boquiabierto al menor. —Pon a WinWin en mi espalda, trataré de llevarlo conmigo al auto.

Renjun se acercó al otro chino y al romper su cadena lo miró extrañado pues, el rubio ni se inmutó.

—Ayudame a levantarme, casi no puedo moverme —le dijo Win haciendo que el contrario largue un "Ohh".

El norcoreano tomó el brazo de su amigo chino colocándolo alrededor de su cuello y lo levanto con dificultad, Jhonny les dio la espalda acercándose. WinWin con poca fuerza logró enrollar sus brazos en el cuello del pelinegro.

—Listo, puedes llevártelo —avisó Renjun satisfecho.

El estadounidense con inclinación —por temor a que su amigo se cayera— se fue con esa incómoda manera hasta el auto dejando a un Renjun confundido mirando a un japonés desmayado.

En las afueras se haya Haechan y Jisung, entre los dos tomaron a Taeyong cada uno de un lado llevándolo al auto. Luego se dirigieron más lejos donde se haya Kun quedándose boquiabiertos.

—Kun, ¡oh por dios! ¿¡Estás bien!? —exclamó Haechan arrodillándose hacia su mayor.

—Lle-evo una hora desangrándome aquí ¿y me preguntas e-eso? —lo miró incrédulo hablando con dificultad.

Haechan se quitó su suéter colocándolo en la herida de su Hyung ejerciendo presión buscando evitar que la sangre cayese.

—¡Llama a alguien para que lo cargue! —le dijo el rubio al menor.

—¿A-A quién? —preguntó Jisung confundido.

—¡P-Pues a...! —Haechan quería gritarle al niño que se apresurará mencionándole cualquier nombre pero luego se gira hacia su alrededor viendo como todos los "fuertes" se hayan en extrema debilidad. Nadie podía llevar a Kun a salvo de... —¡Ten-Hyung!

El mencionado se gira de inmediato viendo a lo lejos al moreno junto a sus otros dos compañeros. Ladea la cabeza alzando una ceja como diciendo "¿qué sucede?"

—¡Lleva a Kun-Hyung al auto! ¡Nadie puede llevárselo! —exclamó haciéndose a un lado dejando que Ten viera la gran vista del cristal en el cuerpo del chino.

El tailandés hizo la seña "Ok" con sus manos y luego las mueve como diciendo "hagan espacio".

Haechan se hizo a un lado de Kun mientras Jisung parece alejarse de ellos como si estuviese buscando algo o a alguien.

Ten estiro su mano señalando el cuerpo de Kun a lo lejos enviándole un humo espeso, el cual lo levantó y se lo empezó a llevar hacia el auto.

El rubio palmeo sus manos mostrándose satisfecho después de ver como Haechan 2 y 3 (sus dobles) se llevan a Doyoung al auto siendo el "último" integrante —Por fin —suspiró caminando hacia los demás.

Jisung se fue alejando poco a poco de los chicos con el ceño fruncido. Se haya confundido pues, no hay rastro del pelinaranja optimista y al notar como los demás no parecen darse cuenta de su falta le dio algo de vergüenza preguntar.

El maknae fue husmeando entre los arbustos preocupándose cada vez más al no encontrar al chico de linda risa que lo hacia reír junto a él. No sabía muy bien porque le preocupaba más que los otros miembros, tampoco entendía el porque días atrás de pronto fue percatándose desde el más mínimo detalle de Chenle, no dejaba pasar por alto cada expresión, cada mueca, cada ropa, la cantidad de comida que comía y lo qué hacia en el transcurso del día.

Jisung siempre fue muy cerrado con sus sentimientos, no es que desconfiara de sus Hyung's ya que ellos hicieron mucho por él. Pero no se sentía aún listo para expresarse, no después de haber sido raptado, golpeado, maltratado y experimentado por aquellos agentes, incluso casi llegando a la violación la cual gracias a los cielos, nunca sufrió, solo fueron leves tocamientos.

En su búsqueda ve algo naranja recostado en un árbol entre arbustos. Con ilusión corre hacia allá topándose con una escena desgarradora en frente de sus ojos.

Chenle se haya tendido con una debilidad evidente, su piel se volvió pálida y sus labios azules por la falta de aire. Tenía entre sus manos un inhalador colocado en su boca y nariz buscando respirar, lo cual se le hacia difícil. Esta teniendo sus ataques de asma gracias a que durante todo este rato trato de hacer uso de su poder logrando causar una opresión en su pecho y la obstrucción de sus vías respiratorias.

—Ch-Chenle... —susurró estupefacto mientras sentía algo extraño en su corazón, como si le estuviese doliendo. Se tiro de rodillas al lado de su mayor tomando su mano libre dándole un leve apretón de manos. —R-Relajáte, r-respira hondo. Inhala y e-exhala.

Jisung mismo estaba impresionado de lo que había dicho. La preocupación que siente hacia el pelinaranja logró hacer que dijera la oración más larga de su vida.

Chenle cerró los ojos respirando por última vez por el pequeño inhalador, luego lo quita y lo guarda en su bolsillo. Alzando una ceja burlón mira la mano del menor encima de la suya y su expresivo rostro preocupado, sin olvidar la timidez y ternura que siempre logra emanar.

—Eres muy lindo, ¿sabes? —le sonrió mientras poco a poco el color de su rostro volvía a la normalidad. Alza ambas manos colocándolas en las mejillas del susodicho apretándolas sin piedad. —Ay, mi pequeño y tierno pollito, ¿estabas preocupado por mi, bebé?

Jisung se ruborizó y asintió sin poder mirar al contrario a los ojos.

—T-Tenemos que irnos —señaló por detrás de sí detrás de los arbustos.

Chenle asiente y con la ayuda del pelinegro se levantó, emprendiendo una caminata lenta hacia el auto.

Jisung aún seguía confundido como de un momento a otro la debilidad del pelinaranja desapareció al verlo y mientras más pasaban los segundos aquel ser se veía más sonriente, más feliz como si nada hubiera pasado, como si no hubiera estado sufriendo a escondidas.

Jisung admite que nunca fue bueno expresándose con palabras y menos sonriendo o ser feliz, siempre se veía neutral, triste o tímido mientras que Chenle parecía ser todo lo contrario, excelente con las palabras y los gritos, siempre riendo y alegre pero nunca se muestra triste.

Todos tenían sus malos momentos pero ¿Por qué Chenle sonreía si parecía estar sufriendo? Se preguntó Jisung aún no entendiendo aquel difícil enigma que hurgó su mente.

Al final todos se montaron a la van, la cual tiene solo cuatro filas de asientos. Kun fue acostado en primera fila con Haechan en el suelo presionando sus heridas y secándole la sangre; Jaehyun fue acostado en segunda fila con Jaemin haciendo lo mismo que haechan  (presionando y limpiando); en tereca fila se haya Lucas sentado junto a Jungwoo insconciente quien tenía la cabeza en el hombro del moreno siendo cuidado por el mismo, a su lado estaba Renjun sentado; en la última fila estaban Jhonny en la ventana, Yuta a su lado con la cabeza recargada en su hombro, al lado del japonés estaba WinWin quien se recargaba de Taeyong también sentado en la misma fila.

De piloto estaba Ten y copiloto Doyoung dejando por último a Chenle y Jisung sentados uno al lado de otro apretados en el piso sin tener una asiento.



—Kun-Hyung esta muy mal —dijo Haechan con preocupación. —No creo que llegue vivo para la casa a este ritmo.

—Trato de ir rápido pero entiendanme que yo no conduzco, no tengo licencia de conducir y no puedo acelerar a lo bruto porque puedo lastimarlos —contestó Ten seguro de sus palabras pero sin olvidar su toque divino.

—¿Y si llegamos muy tarde y Jaehyun pierde su pulmón? —preguntó ansioso Jaemin mordiéndose las uñas.

—Jungwoo esta inconsciente desde hace rato y no puedo asegurar si se haya muerto —admitió Renjun logrando un golpe de parte de Lucas. —¡Auch!

—Yuta esta igual mientras yo tengo ambos brazos rotos —habló esta vez Jhonny. —Oh, por cierto ¡gracias Lucas, por romperme mi brazo derecho por tu idea estúpida! ¡Ahora no tengo ningún brazo bueno!

—¡Tu fuiste el que aceptó! ¡Rompiste tu propio brazo! —trató de girarse un poco teniendo contacto visual con el pelinegro detrás suyo señalándolo.

—¡Pero ¿qué clase de persona le dice a su mejor amigo que se rompa un brazo como prueba?!

—¿¡Y qué clase de persona acepta eso!?

—Ninguno de ustedes es normal —admite de forma odiosa Doyoung desde el frente.

—Lo dice el que tiene problemas de ira —burló Yuhkei.

—¿Qué te da derecho a criticarme, eh? —Doyoung miró por sobre su hombro al moreno con indignación. —Por si no te has dado cuenta terminamos así por tu maldita culpa ¡Eres tan estúpido que tomaste el lugar de Ten, ¿sabes lo fácil que hubiera sido para nosotros haberlo traído en primer lugar?! ¡Nos hubiéramos ahorrado todo esto! ¿¡Por qué viniste!? ¿¡Te quieres creer cool, el mejor!? ¡Pues no lo hiciste, solo te viste como un maldito tonto, un degenerado sin cerebro, una desagradable sanguijuela, un estorbo para todos nosotros!

—¡Solo quería ayudar!

—¿¡Ayudar!? ¡El que hubiera ayudado es Ten si hubieses dejado tus inservibles ocurrencias! —Doyoung sin querer golpea fuertemente el frente del auto logrando un estruendor. —¡Y de paso trajiste contigo a Jungwoo, el pobre que no tiene nada que ver! ¡Por tu culpa casi un hombre lo viola! ¡Hiciste que se viera con el maldito que lo lastimo ¿sabes siquiera lo que él sintió?!

—¡Fue accidental! ¡Yo nunca quise que esto pasará, se suponía que traería a Haechan!

—¡Es lo mismo! ¡Los dos son unos niños inexpertos que no debían de estar aquí!

—¡P-Pero igual hice lo mejor posible! ¡Protegí a Jungwoo! ¡Yo lo hice! —lucas parecía querer creerse aquellas palabras pero se sentía inseguro. ¿Lo hizo? ¿En serio lo protegió?

—¿¡A eso llamas proteger!? ¡Admito que fue valiente de tu parte querer tomar su lugar pero eso no quita lo estúpido que eres! ¡La verdad me hubiera gustado que te violarán para ver si por fin abres los ojos después de la tremenda lección que obviamente te mereces! ¿¡Te seguirías sintiendo muy hombre y valiente o por fin aprenderías a comportarte!? —el pelinegro se hayaba rojo de la ira apretando con mucha fuerza sus nudillos enojadísimo con Lucas por todo.

—¡Ya callese! —gritó Taeyong furiosamente logrando llamar la atención de todos. Tuvo que dejar de lado su horrible cansancio para mirar como un superior a todos. —¡Estamos en una situación crítica ¿y se ponen a pelear en este momento?!

—Dejalos que sigan, Tae —dijo de forma seductora el tailandés —Me gusta cuando alguien habla así mis poderes —miró de reojo a Doyoung orgulloso de que su don fuera bien visto y respetado.

—Tenemos que volver a casa ya —cambio de tema el pelirrojo mirando los ojos del tailandés por el retrovisor que llegaba a reflejarlos.

—Me temo que no podremos, el espejo que tengo mide por lo máximo treinta o cuarenta centímetros. El auto entero no podrá cruzar —se mordió el labio inferior pensativo. —Chenle se ve en mal estado, no creo que pueda llevarnos a todos así que tendrán que tratar de hacer lo mejor posible con los estados críticos como Kun y Jaehyun para no perderlos. Ya Mark y Taeil tienen la sala de cirugías preparada, se moverán rápido al uno llegar.

—Y-Yo... —interrumpió Chenle un poco indeciso levantando la mano. —Creo que puedo llevarlos.

Jisung lo miró inmediatamente con preocupación queriéndole decir con los ojos "Tú no puedes y lo sabes".

—¿Seguro? Tal vez sea muy fuerte para ti —se preocupó Doyoung mirando al menor.

—Yo hice esto —juntó ambas manos y de ahí apareció una bola de cristal anaranjada.

Jisung al verlo por fin entendió el porqué Chenle se encontraba tan débil.
Había una peculiaridad sobre los súper humanos, en la cual podían crear una esfera acumulando su poder. Mayormente dichas esferas los chicos van acumulando su poder con tiempo pero estas se hayan guardadas en la casa ya que los unían todos para ayudar a mejorar su escondite, la casa, las máquinas, etc. El que Chenle haya creado una en unos pocos minutos significa que gastó gran parte de sí.

—Si que eres rápido —alagó sorprendido Ten.

—Creo que deberías de usarlo —apresuró a decir Renjun.

—Si, tenemos que ayudar a los chicos —asintió de acuerdo Haechan.

—Si puedes haz lo —no tuvo mas remedio Taeyong que aceptar pero en sus ojos se veía un tanto preocupado. Él sabía que Chenle no es muy estable que digamos.

El chino asintió y cerró los ojos haciendo que la bola de poder entre sus manos se transparenta y entrará en su ser. Chenle se elevo con una gran carga eléctrica y un poder que cada vez se hacia más fuerte a los segundos logró llevar a todos los chicos hacia su hogar pero no todo fue perfecto porque terminó teniendo consecuencias graves, porque cuando cerró los ojos no los volvió a abrir.

Chenle ya sabía que eso pasaría, estaba preparado ya que de alguna forma indirecta, ese era su deseo.

Cerrar los ojos y desaparecer.













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