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#Especial Navideño

Navidad del 2018
—Pasado—





—¡Ya déjame en paz, me vas a volver loco! —grita un muy enojado pelirrojo mientras camina por los pasillos del hogar de NCT siendo perseguido por un castaño, enano y fastidioso.

—No, hasta que me dejes pintarme el pelo. ¡Por favor! —Haechan junta sus manitas y pone carita tierna. Taeyong niega.

—No, y cuando digo que no significa que es ¡No! —lo quita de su camino para entrar a la sala.

Se encuentra con los miembros de NCT adornando la sala con decoraciones Navideñas.

Sonríe con melancolía al pensar que ya ha pasado dos años desde que el grupo se creo. Aún recuerda como si fuera ayer cuando era experimentado por el SORAS, siendo encerrado y maltratado. Dolorosos recuerdos lo atacan en las noches al pensar en todo lo que él y sus compañeros tuvieron que pasar para llegar hasta ahí. Tanto esfuerzo y por fin sentía que estaba dando frutos.

Ve sentado en una esquina callado a Jisung, el pequeño pelinegro que salvaron hace tres meses. Ha intentado hablar con él pero no ha servido de mucho ya que sigue igual, al final de cuentas decidió dejarlo para que cuando quisiera contara todo lo que tenga que contar. Siente que tiene tanto que decir pero por alguna razón el silencio lo carcome vivo.

Haechan llega detrás de él y se une a los demás menores, Chenle y Renjun, tan sumidos en su mundo, en sus chistes y rebeldía. Taeyong desde hace tiempo ha estado notando el extraño acercamiento de aquellos dos chinos (aunque uno nacido en Corea del Norte), las posibilidades eran muy diversas, podían ser solo amigos o algo más podría forjarse. A fin de cuentas la mirada de Chenle logra decir más de mil palabras que no son expresadas.

Kun, Winwin y Yuta. El trío extranjero e inseparable adornan el gran árbol traído por Johnny hace unos días. Tal vez se tardaron mucho para decorar su hogar puesto a que ya es 24 de Diciembre pero, tuvieron otros inconvenientes y conseguir comprar todo eso se les dificulto mucho. Por suerte pasarían una muy bonita primera Navidad.

Nota en una esquina a Jeno y Jaemin. No puede evitar esbozar una linda sonrisa por la tierna parejita.




—¿Qué crees que te regalaré, mi Nana? —preguntó el pelinegro mirando con una ceja alzada a su menor. El nombrado pone una mano en su barbilla y finge pensar.

—Mm... No lo sé, ¿qué podría ser? —juega con sus palabras y a su vez acerca su rostro al contrario. Jeno acorta la distancia y sus narices chocan, cuando justo pensaron en unir sus labios una mano toma bruscamente del cuello de la camisa del mayor y lo hala, para alejarlo del castaño.

—¿Q-Qué? —Jeno se sobresalta y se gira. Su expresión tiembla al notar como es Jaehyun el que lo aleja del menor.

—¿Qué crees que haces en zona pública, pequeño? —fuerza una sonrisa no muy contento con el acercamiento de aquel chico con su genuino e inocente Jaemin.

—El quiere que lo hagan todo en privado —interviene Lucas con humor ganándose una fulminante mirada del mayor.

—Jaehyun, tranquilo —Taeyong se acerca y hace que suelte al menor. —Ya llevan dos meses saliendo y sigues con las mismas.

—E-Es que... ¿No ves lo cerca que están? Mira, Lee Jeno. No me importa todas las cosas que tenga tu cabecita pero mi pequeño Jaemin no es como tú. Es mi bebé y tengo que cuidarlo de depredadores como tú —sus palabras sonaron con algo de amenaza mientras toma de los hombros a su menor alejándolo del pelinegro.

—¡Jaehyun! —exclamó Jaemin asombrando al mayor por su irrespeto. —Jeno es mi novio, no tienes que tratarlo de esa forma.

Se aleja de su hermano mirándolo con un puchero.

—Yo soy hombre y se los pervertidos pensamientos que tiene uno, no debes confiar en la bonita sonrisa que tiene. Solo sirve para conquistar y ocultar sus oscuros pensamientos —explica con desconfianza.

—Así como tú con Taeyong —sonríe de forma malvada Lucas.

El pelirrojo se ruboriza y mira con enojo al peligris, quien niega rápidamente abriendo sus ojos a la par.

—E-Es... e-es diferente, ambos somos adultos —se excusa con rapidez logrando varias miradas.

—¿Con qué adultos, eh? —Tae lo hala de la oreja presionándolo. —A penas cumpliste la mayoría de edad y ya te andas revelando.

—Además yo también soy hombre, Hyung. Todas tus escusas son botadas a la basura —recriminó Jaemin, quien se cruza de brazos.

Jeno se ríe por lo bajo y recibe una fulminante mirada de parte de Jaehyun.

—¡Hyung!

—Está bien, está bien. Me va a tomar tiempo aceptarlo pero lo intentaré —suspira rendido. —Solo... Entiéndeme tú eres mi único hermano menor y tengo que protegerte de todos los bastardos del mundo.

—¿Le estás diciendo a Jeno bastardo?

—Em... No... —se rasca la nuca al haber sido atrapado.

—Si Jaehyun es así de celoso con su hermanito ¿Qué pasará cuando confirme su relación con Tae? —interviene con humor el moreno. —Mirarlo será un pecado.

Estalla a carcajadas y recibe una mirada avergonzada de ambos chicos.

—Tonto, siempre dices cosas estúpidas —le mira feo el peligris.

—Además, ¿dónde te tragaste el Hyung? —amenazó entredientes el líder, Lucas le mira sonriendo de forma nerviosa y sale corriendo para ser perseguido por el pelirrojo. —¡Espera ahí, mocoso! ¡Te dije que esperaras a tu líder!











Risas ruidosas y felices junto a diversas palabrerías inundan el inusual comedor de NCT. Todos los diecisiete miembros se hayan poniendo la comida en la mesa para llevar a cabo su gran cena de Noche Buena.

Ellos se encuentran tan felices y agusto. Todo les ha estado yendo tan bien, demasiado bien para ser verdad. Su situación ha ido mejorando de a poco desde que Taeyong, Lucas, Johnny, Doyoung, Jaehyun, Jaemin, Chenle y Taeil fundaron el grupo e integraron de a poco a diversas personas. Algunos ya secuestrados por el SORAS y otros encontrados por cuenta propia, aunque el caso inusual de Ten va a parte, ya que vino por decisión propia, ya que los descubrió.

—¿Y qué esperan que les demos de regalo mañana? —pregunta Johnny mientras come un pedazo de pata de pollo.

—¡Yo quiero una play 4! —exclamó Renjun con emoción.

—¿Puedo hacerme un tatuaje? —levantó la mano Lucas con emoción y recibe rápidamente una mirada desaprovatoria de su líder.

—No.

—¿Por qué?

—Porque no y ya.

—¡Pero es mi cuerpo!

—Cuando seas mayor de edad podrás hacer todo lo que quieras pero no cuando sigas bajo mi custodia.

—¿Qué custodia? No vivimos allá arriba con los humanos, ¿cómo van a saber que un menor de edad se hizo un tatuaje? —hace una rabieta con enojo.

—No me importa, a pesar de no vivir como ellos seguiremos las misma reglas —dijo simple mientras se sirve un poco más de ensalada.

—¿Really? ¿Why?

—¿Ahora se te salió el gringo? —ríe Renjun.

—Mis clases ayudan bastante —sonríe Mark con cierto orgullo.

—¿Ahora me vienes a hablar en otro idioma? ¿Quieres empezar una batalla bilingüe? —el líder se arregla las mangas de su camisa como si se estuviese preparando.

—No es eso, Taeyong —interviene el moreno intentando calmar las aguas. —Yo lo que digo es que ¿Este será nuestro plan a futuro? ¿Seguiremos viviendo pudriéndonos entre la tierra debajo de las sucias pisadas de aquellos humanos? ¿Seguiremos sus reglas aún cuando nos han dado la espalda?

—¿Acaso tienes una mejor idea? —reto con una mirada un tanto confusa a su menor. ¿Por qué pareciera que le quiere decir otra cosa? ¿Cómo...? Sinceramente no lo sabe y tiene escalofríos de solo pensarlo.

—Yo... —intentó hablar, intentó decir en voz alta todo lo que piensa de aquellos nefastos seres humanos y de su brillante plan de cómo adueñarse del mundo pero calló. Se dió cuenta que ese no era el momento de contarlo, era simplemente una noche para divertirse y pasar tiempo con su familia. —No.

—Eso pensé.

El ambiente pareció decaer por unos momentos debido a lo incómodo que se sintieron los demás miembros, algo que duró solo brevemente ya que rápidamente Jaehyun se atrevió a abrir la boca.

—Y... ¿Los demás que quieren de regalo?

—¡Oh, oh, faltó yo! ¡Toda la colección de invierno de Channel! —ahora es Chenle quien exclama logrando miradas sorprendidas.

—Emm... ¿No crees que pides mucho? —inquirió Yuta frunciendo el ceño.

—Mi papi depósito más dinero en este mes —se cruza de brazos obvio.

—Si pero recuerda que somos diecisiete miembros y cada uno merece un regalo, además tu padre nos dijo específicamente que dejáramos de malgastar el dinero comprandote ropa que solamente usarás una vez en la vida y luego botas —dice el pelirrojo a la defensiva. Chenle solo le mira feo.

—¡Rayos!

—¿Qué esperabas? Te has estado pasando con tus pedidos Lele —recriminó Haechan. —Lo mío no se compara en nada con lo que tú pides.

—Ahora viene a hablar el que pidió un parque de diversiones privado —rueda los ojos Jaemin riendo.

—¡Ya cambie! ¡Lo juro! —exclamó con un sudor frío en su frente y al notar que nadie parece creerle decide seguir hablando —Desde hace tiempo he estado pensando y meditando mucho sobre...

—Wow, ¿Meditas? —interviene de forma accidental Doyoung.

—Pronto... Pero ese no es el punto, yo...

—¿Piensas? ¿Por fin tu cerebro se activo? —ahora es Ten quien pregunta.

—¿O más bien? ¿Ya sabes por fin lo que es "pensar"? —se carcajea Lucas logrando varias risas y asentimientos de parte de los demás.

—Eso no es gracioso, Lu —le envía una mirada para nada agradable y frunce sus labios. —Yo desde hace tiempo lo he estado pensando mucho y pensé que sería difícil pero me di cuenta que fue mucho más fácil de lo que pensaba deshacerme de los impuros deseos a objetos materiales sin valor y...

—¡Oh! Y te diste cuenta que lo que en verdad vale es una buena comida y grandes dulces para llenar tu barriga, ¿No? Digo, el alimento es lo primero —ahora es Jeno quien estalla a carcajadas, Jaemin a su lado le codea susurrándole que se callará debido a lo serio que suena su amigo castaño.

Ja Ja Ja, muy gracioso de tu parte —ríe falsamente. Suspira y mira a los demás. —En realidad, la razón principal por la que cambie es por alguien y yo...

—¡Kun, pásame la mayonesa! —exclamó Yuta de pronto interrumpiendo sin querer al castaño.

—Y yo últimamente me he sentido extraño entonces lo he...

—¡Oh, se me había olvidado! ¡Quiero el perro de Jennie y el tucán de Lalisa en Ddu Ddu du! —interviene Chenle emocionado. Se levanta de la silla de un tirón y empieza a hacer el pasito de la pistolita.

—¿Qué crees? ¿Qué tenemos un zoológico personal en casa para ti? —Taeyong lo mira con molestia. —Ahora sientate y deja a Haechan terminar de hablar.

—Pero yo...

—¡Cállate! ¡Cállense todos y déjenme hablar! —gritó a todo pulmón el castaño de piel mestiza ganando el silencio inmediato de los dieciséis miembros. Luego da una gran bocanada de aire para soltar todo lo que ha estado pensando. —¡Me gustas Taeil-Hyung!

Silencio.

Todos los presentes se quedaron con miradas perplejas al castaño chico, el cual acababa de cumplir sus diecisiete años, siendo uno de los más pequeños del grupo declarándose al mayor de todos. Una información bastante chocante y sorprendente que logró dejar a cada uno analizar lo escuchado con sus mentes trabajando.

Taeil le mira con la boca abierta sin poder creerlo. Soltó la cuchara que tiene dejándola caer encima de su plato mientras su mente máquina lo que acaba de escuchar. "Me gustas Taeil-Hyung"

—¿¡Qué!? ¿¡Del viejo!? —exclamó Renjun sin escrúpulos logrando un codazo de Chenle a su lado.

—¿C-Cómo...? ¿P-P-Por qué? ¿Q-Qué...? —el mayor de todos sin palabras mira a su líder buscando alguna respuesta pero aquel solo se encoge de hombros. Vaya, ahora estaba solo. Literalmente aquello le tomó por sorpresa, ¿Por qué de tantos miembros se viene a enamorar de él? No es que le disgustase pero en realidad no es el más hermoso, tampoco el más inteligente, gracioso ni el más fuerte. Hay tantos de donde elegir y justo fue a él. Si le preguntarán de quien cree que aquel revoltoso pequeño se enamoraría, respondería Lucas sin dudarlo, se la pasa detrás de cada paso de aquel mayor, atento a él y copiándolo al pie de la letra. ¿Entonces por qué él y no el chino?

Su poder se trata de la empatía, él debería de poder entender a las personas y sus sentimientos entonces... ¿por qué no los de Haechan? ¿Qué pasó con él mismo?

—No lo piense mucho, simplemente me gusta como eres. Y-Yo... La verdad, no es necesario que me tengas que responder ahora porque se que no compartimos el mismo sentimiento pero me declaro ante todos ustedes y enfrente de ti para que sepan que a partir de ahora nadie se puede meter u enamorar de Moon Taeil porque ya está reservado de pies a cabezas, solo para mí, mío de mi —se señala a si mismo y le envía una gran sonrisa a su enamorado. —Pronto caerás ante mis encantos, Hyung. Fin del reporte Joaquín.

Inmediatamente se volvió a sentar en su asiento y toma un bocado de su pollo con tranquilidad como si no hubiese causado una conmoción.

—Entonces... ¿Al final cuál es el regalo que querías para navidad? ¿No se supone que es de eso que empezaste a hablar? —se rasca la nuca Jaehyun.

—Ah sí —siente eufórico. —En resumen quiero un tinte rubio para Navidad, odio mi cabello caca.






















Después de una animada charla terminada, platos vacíos y estómagos llenos; NCT se dispuso a ordenar la mesa, entre ellos se dividieron los quehaceres y de forma rápida culminaron. Cuando ya no hayaron que más hacer, cada uno se fue a sus debidas habitaciones. Poco tiempo después, las luces de los pasillos se apagan de forma automática.

Entre la oscuridad, una puerta es abierta de forma lenta y sigilosa, la de la habitación de los Nintels. Jeno sale de ésta caminando de puntitas teniendo cuidado de ser escuchado, cierra la puerta detrás de si y se dirige rápidamente a la habitación de los Tengirs en busca de su amado.

Algunas noches, él se levanta a media oscuridad y se escabulle entre las sábanas de Jaemin. Adora verlo sonreír, adora abrazarlo, darle cariño y recibirlo también, verlo bostezar, arrugar su nariz y frotar sus ojitos. No hay nada que no le guste de su menor, siempre desea aspirar su aroma 24/7. Se siente en el cielo cada vez que se dan sus besitos que no pasan de pequeños piquitos ya que debido a que son menores de edad sus miembros mayores no les permiten más.

Jeno se topa con la puerta de los Clouts y temiendo ser cachado por Jaehyun apresura su paso. Canta victoria internamente cuando pasa aquel escalofriante pasillo. Con emoción da pasos más rápidos hasta llegar a la puerta de la habitación de su menor, cuando piensa en tomar la manilla siente una mano tocar su hombro.

Se sobresalta del susto y chilla casi pegando un grito. Se gira encontrándose con la persona menos indicada.

Jaehyun.

—O-Oh... Hyung —asume con nerviosismo.

—¿Se puede saber qué haces a estas horas rondando por aquí, pillín? —esboza una sonrisa forzada y para nada amigable.

—Y-Yo... Emm... Creo que mejor me voy —se rasca el cuello con un sudor frío en su frente, ya que fue atrapado.

—Si, me parece que es lo mejor.

Jeno no pudo dormir con Jaemin aquella noche debido al hermano sobre-protector. Por lo que cuando volvió a aventarse en su cama abraza con fuerza una almohada mientras aspira su aroma imaginando que era su Nana.


Otra vez el silencio absoluto volvió a tomar aquella singular casa, pero solo poco más de dos horas ya que de forma repentina empieza a sonar una alarma a todo volumen invadiendo cada cómoda.

—¿¡Quién puso esa maldita alarma!? —salió de su habitación exclamando un muy furioso Doyoung. Su rostro rojo de la ira y chispas eléctricas salen de sus orejas. —¡Son las cuatro de la mañana! ¡Las cuatro de la mañana! ¿¡Quién lo hizo!? ¡Díganme!

En eso salen de la habitación de los Tengirs tres muchachitos con grandes sonrisas juguetonas, Haechan, Renjun y Chenle. Los cuales parecen emocionados.

—¿¡Fueron ustedes verdad!? ¿¡Por qué no dejan a uno dormir!? ¡No dormimos ni cuatro horas, ¿entienden?!

—Es que quisimos abrir nuestros regalos lo más temprano posible —dice Donghyuck "inocente".

—¿A plena luz de luna? —cuestionó entre dientes. Da unos cuantos pasos amenazantes para acercarse a aquellos mocosos pero de pronto una sobrecarga eléctrica desorienta por completo al pelinegro logrando que cayera al piso desmayado.

—Pero ¿Qué...? —se aparece Jaemin confundido hasta que se ve por detrás del pelinegro a un moreno con un aparato eléctrico en sus manos.

—Lucas... —alargo su nombre Taeyong negando a la par.

—¿Qué? No me levanté por la alarma, si no por sus gritos —se encoge de hombros.

A complaciencia de los menores revoltosos y de igual forma porque todos ya se encontraban levantados decidieron ir a la sala para abrir los regalos dejados a media noche por Taeyong, nadie sabe en qué momento los dejó. El trío que armó la alarma espero prácticamente toda la noche a que su líder saliera a dejar los regalos en el árbol ¿Y lo peor? Es que nunca lo vieron y a pesar de no haber dormido nada y de las largas ojeras oscuras rodeando sus ojos, la emoción de recibir su primer regalo de navidad —exceptuando a Chenle— es lo suficiente para mantenerlos con la energía al máximo.

Todos los miembros se sentaron en el suelo rodeando el gran árbol de Navidad lleno de regalos abajo, algunos con piernas cruzadas y otras extendidas. Taeyong es el único que queda levantado, rápidamente se apresura Jaehyun a colocarse a su costado.

—Como se que no van a dejar de fastidiar, les daré sus regalos de primero —asume el líder queriendo sacarse el dolor de cabeza triple. Cuando piensa en recoger los regalos de ellos, Jae es más rápido que el y los toma del suelo pasandoselo. —Gracias. Ahora niños del demonio, tomen sus regalos y por favor pórtense bien a partir de ahora.

—¿Saben que si en verdad Santa Clous existiera ustedes no recibirían regalos sino carbón, verdad? —inquirió Johnny dando su opinión.

—Tienen suerte de que sea una persona bastante amable y paciente —murmura Tae cruzándose de brazos. —Abran sus regalos, pues.

Los niños con emoción abren sus regalos de forma desordenada sin importarles destruir el envoltorio y la caja incluida.

—¡No puede ser! ¡La play 4 que llevo meses pidiendo! —exclamó un eufórico Renjun. Este se levanta del suelo y abraza a su líder dando saltitos de emoción. —¡Gracias, gracias, gracias!

—¡La ropa de colección de invierno de Channel que pedí! —ahora la casa se llena de la emoción de Chenle el cual va sacando cada prenda con un brillo en sus ojos.

—La verdad no te pudimos comprar todas, es muy caro pero hicimos lo que pudimos —comentó Taeyong.

—¡Gracias, en serio!

—Ohh... Ya quiero ver el mío —murmuró ansioso Haechan abriendo su caja. Sus ojos se iluminan al ver el contenido —¡Wow! ¡Dulces y pintura de cabello! ¡Hyung, gracias, eso era todo lo que quería!

—Vieron, les dije que nada como buenos dulces para llenar la barriga —ríe Jeno.

—Ahora siguen sus regalos, Jae —el pelirrojo mira a su menor, el cual pareció vacilar por un momento. A regadientes agarró el regalo de Jeno y Jaemin, luego el de Lucas y Jisung.

—Dejenme abrir el mío primero —soltó el moreno, el cual rápidamente destapa el envoltorio.

Al ver el contenido sus ojos se abren de la sorpresa y mira a su líder sin poder creerselo. ¿En serio? ¿Después del regaño propiciado?

—Wow, no pensé que me lo regalarías —asume con una felicidad verdadera. Saca el aparato de la caja viendo junto a unos cuantos dibujos para hacerse en la piel.

—Es solo de tinta, no es permanente. Además es tu cuerpo y deseo, no puedo darte uno real porque eres menor de edad pero podrás ir practicando cuáles te vas a querer hacer para no tener arrepentimiento a futuro.

Taeyong es bueno, jodidamente una buena persona. Eso fue lo que pasó por la mente de nuestro moreno el cual se haya demasiado gustoso con su regalo.

—¿Quién quiere ayudarme a hacerme un tatuaje? —pregunta a los demás.

—¡Yo! —Ten y Haechan exclaman a la par.

—Que ninguno de ellos dos sean, se van a aprovechar de tener tu piel para rallar —dice Kun.

—Todos ustedes son unos aburridos —con cierta molestia habló el tailandés.

—Jisung con confianza —Taeil le da una sonrisa amable al menor, notando como mira el regalo con extrañeza. Todos se quedaron callados de pronto esperando ansiosos la respuesta del más pequeño.

Jisung abre su regalo con tímidez mientras tiembla un poco y al ver el contenido se sorprende. Un celular de último modelo y un CD con un título llamado "Just Dance"

—Tu eres el único que no pidió nada en las cartas que les mandamos a escribir hace dos semanas —empezó hablando el líder. —Así que te regale en base a lo que te faltaba, que obviamente es un celular y el juego, me atrevo a hacerlo porque me di cuenta que a veces caminas con un cierto ritmo y chasqueas mucho los dedos. Pensé que te gusta o tal vez te gustaría bailar.

—¿En serio? —Lucas de ve perplejo. —Yo no me di cuenta de eso.

—¿C-Cómo...? —el menor se ve bastante sorprendido de que el mayor se haya dado cuenta de hasta los más minúsculos detalles de él.

—No te sorprendas, pequeño. Taeyong siempre lo sabe todo —sonríe genuino Yuta.

El menor asiente y esboza una pequeña sonrisa tímida. —G-Gracias...

—No hay de qué.

—Ahora abre tu regalo, primero —le dice Jeno a su pareja, quien asiente con emoción. Ambos sentados uno a la lado del otro bien pegaditos.

Jaemin destapa el envoltorio más tranquilo que los anteriores y saca de adentro un suéter holgado rosado pastel, un jogger del mismo color y unos tenis blancos deportivos. Lo que lo dejo pensando a él y varios fue ver el estampado de la prenda superior con una sílaba "Min" y con la mitad de un corazón grande rodeándolo.

—Esta muy lindo... —sonríe honesto.

Ahora es Jeno quien abre su regalo y para la sorpresa de muchos fue ver el contenido. El mismo suéter y el mismo jogger pero de color azul claro junto a unos tenis blancos. Mientras que la prenda de arriba tiene como estampado "No" y la otra mitad de corazón.

Ambos conjuntos se complementan formando "Nomin" con un gran corazón unido. Jeno sonríe emocionado y Jaemin se sonroja tímidamente.

—¿Acaso qué pidieron ellos dos? ¿No se supone que es regalo individual? —cuestionó Doyoung, el cual desde hacía rato se levantó con más calma.

—Los dos pidieron "ropa para pareja" —contestó Taeyong. Los novios se ven con cierta sorpresa pero con un gran cariño. —Son tal para cual, parecen almas gemelas.

Jaehyun rueda los ojos y se cruza de brazos con "molestia" aunque tratando de ocultar una pequeña sonrisa que quiere salir por ver a su pequeño hermano menor ser tan feliz.

—Aquí viene el celopata —se burla Lucas.

—Aunque no lo crean, Jaehyun fue el que les eligió la ropa y él mismo me ayudó a estamparlo a mano —arrojó el líder logrando la sorpresa de parte varios.

—¿En serio?

—Muchas gracias, Hyung —Jeno da una reverencia optimista. Le estaba empezando a caer bien a su cuñado, debía de seguir así.

Jaehyun solo asiente pero no dice nada más. En realidad Jeno no le desagrada para nada, si se pone a pensar bien es un gran partido para su hermano menor, es mejor él que aquel trío de fastidiosos o al Lucas indomable. Lee Jeno es un chico que posee todos los atributos, un buen porte, cuerpo medianamente atlético, amable, inteligente, divertido sin llegar a lo escandaloso, poderoso —lo suficiente para saber que puede confiar en dejar su hermano en aquellas manos en una misión— y totalmente leal, capaz de sacrificar su vida por la de los demás. Algo que si sucedió. Tal vez, debería de empezar a tratarlo mejor y darle a su hermanito una pequeña libertad más, es lo menos que se merece. El problema es que no puede evitar sentirse protector porque teme verlo lastimado, ya fue suficiente con todo lo que pasaron en el laboratorio.

—Jaehyun, pásame los regalos para los extranjeros —pidió su líder logrando sacarlo de sus pensamientos.

Los regalos siguieron dándose a cada miembro, los cuales los abrían con emoción. Yuta recibió varios mangas y cómics que ha querido leer, Johnny unos guantes de boxeo usado por un Boxeador profesional de la UFC, Kun un teclado y partituras para aprender a tocarlo,  Winwin unos snacks y varios cd's de películas. Sorprendentemente para algunos Mark se emocionó por recibir como regalo varios libros escritos a menos de científicos hace hace más de cien años, como Albert Einstein y Gregor Mendel. Doyoung recibió unos relajantes y algo adicional por Taeyong, fue un tapiz de Yoga y un libro tutorial de cómo hacer cada posición y relajarse.



¿Qué clase de regalo es ese? Sin ofender, claro —preguntó un tanto temeroso y confundido Winwin. Aunque no es el único en ese estado, puesto a que el regalo de Ten es un tanto... ¿extraño?

Se trata de unas cuantas velas aromáticas, un cuaderno completamente negro y envases con raros polvos de distintas gamas de colores oscuros que nadie sabe qué es.

—¿Cómo es que Taeyong acepto comprarte esto? —se preguntó el venido de las Américas.

—Ten me explico que no hará nada tan raro como parece, bueno, eso estoy tratando de creer —asume el líder no tan seguro.

—Ay, tranquilos. Si llego a hacer un pacto satánico no maldeciré a ninguno de ustedes, solo no me hagan enojar —se encoge de hombros el tailandés sin más.

—Creo que los regalos de todos están listos, ¿No? Por fin me puedo levantar —se intenta poner de pie Yuta pero rápidamente Winwin le toma de la mano y la hala para que vuelva a sentarse.

—Todavía falta, tonto.

—Si, ahora sigue tu regalo, Hyung —sonríe mostrando sus lindos oyuelos Jaehyun, el cual mira con un cierto brillo en sus ojos a su mayor, de anhelo y ansias.

—¿Acaso hyung escribió una carta? —se preguntó Lucas cayendo en cuenta.

—No, en realidad no necesito un regalo. Hice este evento por y para ustedes, no es necesario tener nada —apresura a decir Taeyong. La verdad es que no esperaba nada, no hay nada material que desease ya que tiene lo suficiente para subsistir. Si tuviera que pedir un deseo es lograr salvar a todos los suyos y vivir la tan deseada vida tranquila y feliz junto a sus miembros pero sabe que eso es más que una caja de regalo y bonitos lazos, este deseo tal vez nunca llegue y tiene que estar al tanto de ello. Nunca ilusionarse.

—Todavía no has abierto mi regalo, espera para cuando lo hagas a ver si seguirás diciendo lo mismo —Jaehyun hablo confiado. Este toma un pequeño regalo debajo del árbol y se lo extiende a su mayor.

—¿Tan pequeño? Disque enamorado y tan tacaño —Chenle se ve decepcionado.

—No importa que tan grande o caro sea un regalo, sino el valor que se le agrega. Debes de saber diferenciar eso, Chenle. Valor y precio, pueden sonar parecido pero es diferente —explicó Taeil logrando dejar pensando al pequeño.

—Vamos a ver qué me trajo, JaeJae —murmuró Taeyong quitando el lazo. No sabe porqué pero de pronto cierto nerviosismo, deseo y ansias carcomieron su ser. Una cálida felicidad adorno su destruido corazoncito al pensar en que su menor se tomó el tiempo de comprarle un regalo a pesar de haberle dicho miles de veces que no quería uno. ¿Qué le habrá comprado? Eso siguió piensando ya que, la verdad es que no deseaba nada, o eso creía...

El pelirrojo abre el regalo y al ver el contenido de éste se queda sin palabras, su ceño se frunció y un extraño sentimiento engloba su corazón, un cosquilleo abraza su cuerpo y no sabe cómo reaccionar. Simplemente se queda perplejo. Una nostalgia abrumadora ataca su mente junto a miles de recuerdos de él de pequeño, cuando era solo un crío que aún se ilusionaba pensando que en verdad existían los finales felices.

—¿Qué clase de regalo le diste para que pusiera esa cara? —se atrevió a preguntar Lucas, siendo el único que habló.

—¿Te gustó? —Jaehyun ignoró la pregunta del moreno y se dirige a su líder esperanzado. Desde septiembre, cuando los menores dijeron que querían celebrar la navidad este año, él se dispuso a prepararle un regalo a su mayor. Fue realmente difícil, pensó día y noche durante largas semanas. ¿Algo que le guste a Taeyong? Wow, encontrar una respuesta fue realmente difícil y más porque no quería darle un simple regalo, necesitaba tocar el corazón de su trabajador líder. Que se de cuenta de que en verdad le quiere, le desea y está atento a él en cada minúsculo detalle.

—No pensé que aún te acordabas de esto —ríe un poco Taeyong sin saber como sentirse. ¿Feliz, agradecido o nostálgico? —Teníamos solo seis u ocho años.

—Tristemente recuerdo todo, cada día que pase encerrado en ese laboratorio me dejó una marca de recuerdo, literalmente —apreto sus labios con impotencia —el primer día que te ví llegar me sentí egoísta al ver que por fin tendría compañía. Estuve muy atento a ti a todas horas y en todo momento.

—¿Y Jaemin? —intervino curioso Haechan. —¿No estabas atento a él?

—Claro que sí —mintió. En aquel momento no sabía de su existencia, lo supo tiempo después.

—Pero aquí estamos hablando del Jaeyong —apresura a decir Lucas obvio.

—¿Y al final cuál es el regalo? —arquea una ceja Kun curioso.

Taeyong toma el objeto dentro de la caja mostrando un juguete de peluche del Rey León a sus compañeros.

—¿Solo eso?

—Callate, Chenle —retó Doyoung.

—Nunca lo dije ya que fue innecesario pero yo solo tuve un juguete en la vida, uno bastante parecido a este, creo que es de la misma colección... De pequeño adoraba esa película y mientras deambulaba como huérfano siempre lo tenía conmigo —explicó mirando el objeto con melancolía.

—La primera vez que ví a Taeyong-Hyung, era recién secuestrado y abrazaba con todas sus fuerzas un juguete del Rey León pero te lo quitaron y te pusiste a llorar mucho. Tiempo después cuando nos acercamos me dijo que esa era su película favorita —terminó la explicación Jaehyun orgulloso de su cometido. Regalarle lo único que le recuerda su niñez a aquel pelirrojo, definitivamente fue su mejor decisión para hacer su Hyung más humano.

—Gracias por acordarte, en serio —una oración, por más corta que sea esta llena de un gran agradecimiento de corazón. El mayor se acercó al menor y lo abrazo por breves segundos, lo suficiente como para llevar al menor a sentirse en el mismísimo cielo.

—Aww, que linda parejita.

—¿Para cuándo la confirmación?

—Mas bien, ¿Para cuándo la boda? —corrigió Lucas a Haechan.

—Ahora tengo mucha curiosidad del regalo que Taeyong le preparo a Jae —comentó Taeil recibiendo varios asentimientos.

—Creo que... Ambos pensamos algo parecido —el líder parece avergonzado mientras toma la última caja de regalo restante, también de tamaño reducido.

—Existen las almas gemelas —el chino moreno codea a Jeno con picardía refiriéndose a su relación con el pequeño Jae.

—Ojalá pronto encuentres una —pidió Johnny —Para que dejes de joder tanto y te ponga en tu lugar.

—De por sí es tonto, ¿Imagínate enamorado? —se carcajada el tailandés recibiendo confirmaciones de varios presentes.

Entre el alboroto Jaehyun se sienta en un sofá harto de seguir de pie y abre su regalo con emoción. Recibir un obsequio preparado por las manos de su amor platónico es lo mejor que le puede haber sucedido, durará feliz durante semanas. Aunque se encuentra un poco confundido, ya que él escribió una carta y pidió cualquier cosa, ropa o accesorios. Pero en aquella pequeña cajita no entra nada de ello.

Al abrirlo se encuentra con una pequeña y linda cajita musical, dorada con arabescos como decoración. La sorpresa, nostalgia y melancolía es lo que abraza su delicado ser, el cual parece ser más poderoso de lo que en verdad es. Mira con adoración su regalo y acaricia la caja para abrirla.

Una delicada melodía suave resuena callando a todos los miembros, quienes se giraron para apreciar el objeto que da tal sonido. Cuatro muñequitos pequeños de arcillas aparecen sonrientes mientras se toman de las manos y giran, lo que parece ser un hombre, una mujer y dos pequeños niños.

Lágrimas amenazan con salir de sus ojos los cuales no despegan su vista de la pequeña familia, viva imagen de la suya.

—Woah, esa melodía es bien ciniestra —asume Chenle con asombro.

Hyung, ¿está bien? —Jaemin se levantó preocupado y trata de acercarse a su mayor, pero aquel se levanta y se aleja de su tacto logrando sin querer, lastimarlo.

—Y-Yo... S-Si —asiente no muy seguro, tarde se percata de que las lágrimas en verdad caen de sus ojos. Las seca rápidamente y esboza una sonrisa triste mientras vuelve a cerrar la cajita musical. —Gracias —se dirige a su mayor —, es muy bonito, Hyung.

Taeyong asiente analizando el rostro de su menor. Al final de cuentas ellos son diferentes a los demás, se dieron regalos tan bonitos que llega a ser doloroso ya que ambos siguen viviendo en el pasado, en lo que se fue y nunca más volverá a ser.

—¿Esos muñequitos son Jae-Hyung y Jaemin de pequeños con sus padres, no? —cuestionó Renjun siendo esta la única respuesta a su duda ya que se suponía que tenía que ser así.

Antes de que el mayor pudiera responder Jaemin toma la cajita musical sin permiso y la abre viendo a los cuatro muñequitos. Logró reconocer al hombre como una versión mini de su padre Sooman por lo que la otra debía de ser... ¿su madre? Tristemente nunca pudo conocer a su progenitora, solo sabe que se llama Yoonah pero siempre que le ha preguntado a su hermano mayor, nunca explica de más. Lo que lo dejó pensando fue ver como los dos muñequitos, el cual se suponía que el más grande era Jaehyun y el más pequeño él, ambos tienes oyuelos y son castaños.

Jaemin nació pelinegro y no tiene oyuelos.

—¿Por qué...? —intentó preguntar intrigado pero por alguna razón tuvo miedo. No sabe porqué se sintió temeroso por lo que no dijo nada más y calló. ¿Tal vez... pensó demás? Son solo muñequitos de arcilla y por más que se hagan parecido a una persona de vida real, no se parecera al 100% a uno. Aunque si lo piensa bien, puede pasar el cabello ya que recientemente se lo pinto más claro pero... ¿Son tan despistados como para agregarle oyuelos a su versión arcilla?

—¿Sucede algo? —le preguntó Taeyong un tanto temeroso.

Jaemin se da cuenta de ese hecho, pero la cobardía le ganó y solo negó. —Quería ver lo que era mi familia antes de todo esto.

Sonríe triste y cierra la caja musical para entregársela a su hermano mayor, el cual le devuelve la misma expresión y toma el objeto. Por alguna razón el menor de los Jae no parece soltar la cajita confundiendo al mayor.

—Oye, ¿Podrías...?

—Oh, si, si, Hyung. Lo siento —ríe nervioso y suelta el objeto viendo como es guardado por su mayor.

—Listo, ya terminamos con este intercambio de regalos —asume Lucas con emoción mientras se levanta del piso. —Ay, por fin, mi trasero me duele.

—No sabía que existían indios que no le gusten sentarse en el piso —arrojó Ten fingiendo sorpresa.

—Woah, ¿en verdad adoras meterte conmigo, eh?

—¿Cómo es que compartieron cama la semana pasada? —le murmuró Chenle a Renjun.

—¡No mencionen errores del pasado! ¡Eso nunca más va a volver a suceder! —apresuró a decir Lucas y sin evitarlo su piel se eriza de solo pensar en volver a tener que estar en esa extraña situación con su mayor.

—Eso dijiste hace dos meses —comentó Yuta con humor y Kun le da los cinco.

—¡Está vez es de verdad! ¡La semana pasada pasó lo que pasó fue porque esa sabandija no quería dejarme en paz! —lloriquea exagerado.

—¿¡Qué!? ¿Acaso me dijiste sabandija, mono africano? —el tailandés se vez ofendido y levanta su mano mirando al menor con maldad.

El jarrón a un lado se eleva en el aire y se dirige con rapidez hacia el hongkones, el cual abre los ojos como platos, tira su regalo a un lado y se esconde detrás del sofá mientras el jarrón choca contra la pared.

—¡Ese jarrón me costó mil dólares! ¡Maldita sea no puedo comprar algo caro para esta casa porque lo destruyen todo! —ahora es Taeyong quien grita con dolor por la billetera.

—¡Oh, oh, oh! ¡Yo quiero! ¡Yo quiero romper algo! —exclamó Chenle dando saltitos y corre rápidamente hacia el gran árbol empezando a escalar en el.

—¿¡Qué está haciendo!? ¡Parenlo! —Taeyong intenta tomar del pie al pelinaranja pero no alcanzo ya que subió bastante rápido en el árbol.

—¡Buena idea, Lele! —Haechan junto a Renjun tiran sus regalo y corren para escalar en el árbol mientras el moreno se duplica.

—¡Dios, son las cinco de la mañana! —Doyoung se estresa de nuevo.

—¡No creas que estás a salvo, orangután! —Ten con furia levanta el sofá detrás de si, sin darse cuenta que en este se encuentra sentado Johnny, y lo tira hacia Lucas.

—¡Auch! —se quejó el pelinegro aplastando a Lucas y a su vez siendo aplastado por el mueble.

—¡Ten, ¿Por qué desordenas?!

—Tranquilo, ya lo voy a ordenar, Tae.

—¡Es el sofá que compre el mes pasado! ¡Lo acabas de romper!

—¡Yupiiii! —se balancean de un lado a otro los menores en el árbol logrando que perdiera el equilibrio.

—Tae, el árbol se va a... —Yuta no pudo seguir hablando ya que lo hecho, hecho esta.

El árbol cayó estrepitosamente por el suelo, encima de Doyoung y Taeil. La estrella rueda y se rompe a la mitad y unas cuantas esferas fueron por el mismo destino.

—Wow, que bonita navidad —ríe Jeno viendo toda la locura que sucedió en menos de cinco minutos. Jaemin a su lado asiente. El mayor entrelaza sus manos y aprovechando el hecho de ver a Jaehyun distraído tratando de recomponer el gran árbol le roba un piquito en los labios del menor.

—Eres un atrevido —se sonroja y le da un golpecito penoso al mayor.

—Y-Yo... Emm... Mejor me voy —dice Lucas después de salir debajo del sofá. Toma su regalo y sale corriendo por su vida antes de que se dieran cuenta de su escapada. —¡Por cierto, feliz Navidad a todos!













🎄🎄🎄🎄🎄




¡Felices fiestas! 🥳✨

¿Les gustó este capítulo Especial?
Espero que sí 🥺

La verdad tuve problemas escribiéndolo ya que de un momento a otro se me borró la mitad 😢 Fue horrible volver a reescribirlo.



Les dejo foticos de nuestros enciti🥰

































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