Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Dieciséis

Lucas ve con ternura al hermoso chico que tiene acunado entre sus brazos, ambos acostados en la cama acurrucados. El moreno no puede creer lo hermoso que es tener a Jungwoo tan cerca, es como un sueño, tan real pero tan mágico igual que una dulce ilusión. No pudo evitar la tentación de tocarlo. Acarició el contorno de su rostro, sus mejillas, sus carnosos labios, nariz respingada y cabello relativamente suave.

Desde que Woo llegó no solo logró un cambio radical en el comportamiento de Lucas sino también en él mismo, el chino se alegraba de ver como su pequeño —pero a la vez su mayor— parece cobrar confianza hacia ellos, logrando hablar más e interactuar con los miembros, sonríe más a menudo y poco a poco deja que estos se acerquen a él, específicamente permite la cercanía con el moreno. Por lo menos ya no parece tenerles miedo pero se necesita tiempo para que Jungwoo pudiera desenglozarse sin nervios. De por si, él es alguien que siempre vivió solo sin nadie más, ver más personas de lo que esta acostumbrado es difícil y le tomará tiempo.

Lucas sin poder evitarlo deja un casto beso en la punta de la nariz del contrario, después de la acción sonríe sin evitar sentirse penoso de sus propios pensamientos. ¿Cuándo fue que se volvió tan loco por su Hyung?

Jungwoo se remueve un poco al sentir un tacto acariciar su piel, poco a poco recobra la consciencia y confundido abre sus ojos encontrándose con el moreno mirándolo y acariciándole el rostro. Inmediatamente su cara se torna de un color rojizo y se esconde tras las sábanas avergonzado.

—¿Qué pasa, bonito? ¿Por qué te escondes? —preguntó con voz dulce el menor tratando de quitar la manta de en medio y ver al pálido quien no se dejaba.

—¿P-Por qué me miras a-así? —respondió con otra pregunta Woo sintiendo un sudor pasar por todo su cuerpo al darse cuenta que las piernas de Lucas abrazaban las suyas.

No podía creer como es que terminó en esta situación con Lucas. Todo empezó desde ayer cuando fueron al Mini Cine, él quedó dormido en el hombro del moreno y este al parecer lo llevó hasta su cama. Sin darse cuenta durmió gran parte de la tarde, despertó en la noche alcanzando solo a cenar y Lucas logró persuadirlo para volver a dormir con él. No pudo negarse ante aquellos ojitos de cachorro que puso, se veía tan tierno, nunca pensó en ver a Yuhkei en aquella forma. Acostumbra a verlo tan varonil, fuerte, cool y seguro de si mismo, verlo actuar tierno solo para él hizo que conociera otra parte de su personalidad.

Ahora Jungwoo se sentía mal, quería que Lucas también lo conociera bien a él pero ¿Cómo? ¿Si ni el mismo se conoce en realidad? Ahora es que se da cuenta tristemente de aquella triste realidad.

—¿Cómo así? —indagó juguetón el moreno acariciando el rostro del rubio por encima de la sábana.

—Así, a-así como tu me miras.

—¿Y por qué crees que te miro diferente? —soltó con una voz profunda y ronca tratando se sonar lo mas provocador posible. Le encanta poner nervioso al mayor.

—¡Ay ya! ¡Que asco con sus cursilerías! —exclamó Haechan interrumpiendo la charla. —¡Tienen público! No están solos, ¿recuerdan?

—¿Por qué interrumpes? —Chenle se acercó al rubio dándole un zape en la cabeza. —Pudieron haberse besado y tenido sexo.

—¿Cómo es que puedes decir esas cosas tan fácil, niño? ¿Sabes que no todo en el amor es eso? —dice Lucas mirando al pelinaranja. —Eres un sucio.

—Sí, lo soy. ¿Y qué? Sería bueno ver para agarrar experiencia, ¿no? —soltó con relajo levantando los hombros.

—Wow, wow, wow —escandaliza Haechan.

—¿Entonces por qué no cogemos? Así agarramos experiencia, ¿no? —propone Renjun acercándose a Chenle y hunde una mano en la cintura del menor acariciándolo. Le manda una mirada un poco lujuriosa y el pelinaranja se sonroja tal cual como un tomate, tiembla ante el tacto y no sabe qué responder. El pelinegro de pronto se aleja y suelta una carcajada rompiendo la tensión un tanto erótica que había creado.

—M-Mira como te pusiste, C-Chenle. E-Estás rojito ¿en serio crees poder con algo así? —ríe Haechan mientras se golpea las piernas de la risa.

Todos se dieron cuenta de la reacción tímida y nerviosa que de pronto tuvo Chenle ante el acercamiento lujurioso de Renjun pero nadie sospecho nada, solo pensaron que aquel chiquillo es puro hablar más no de actuar.

—¿P-Por qué están hablando de esto? —interrumpe Jaemin sintiendo sus mejillas arder. Esos temas lo ponen nervioso, no es muy abierto en tales hablas como otros.

—No te hagas el tímido, apuesto a que has probado y mucho mas de lo que pensamos con Jeno —al principio lo que pasó a ser un simple comentario de humor de parte de Donghyuck terminó rompiendo el ambiente al instante. —Ay dios, lo siento.

—N-No importa —Jaemin esboza una sonrisa triste. Termina de arreglar su cabello para dirigirse a la salida teniendo los ojos de todos encima de él ya que están preocupados. Antes de partir se gira hacia los demás. —E-En realidad, Jeno y yo no llegamos hasta ese punto. Saben que Taeyong puede escucharnos.

Dicho esto se marcha tratando de sonreír y no llorar. Ha pasado casi un año desde la partida de aquel pelinegro pero aún no ha podido superarlo. Fue su primer y último amor hasta los momentos, tal vez el único que vaya a amar por el resto de su vida. Lo suyo había sido algo tan especial, tan único, tan hermoso pero se tuvo que arruinar. Aquellos agentes lo mataron, al principio los odio, se llenó de un rencor inquebrantable pero ahora se había relajado. Las cosas pasaron y ya no hay vuelta atrás, solo le queda afrontar la vida y recordar los lindos momentos que pasó con una sonrisa agradecido con Jeno, la vida y el destino de haberlo conocido.

—N-No entiendo... —murmuró Jungwoo asomándose un poco entre la sábanas para ver a todos sus menores con una expresión no tan agradable después de que Haechan soltará aquel nombre desconocido "Jeno". Ya había escuchado que lo nombraron varias veces y sabía que al instante el ambiente se decaía pero no sabía quién fue, qué hizo ni qué le paso al muchacho.

—Después te explico —le contesta Lucas quien sonríe maliciosamente hayando por fin la oportunidad perfecta. Hala la sábana hacia abajo dejando a Jungwoo a su completo merced y sin espera le empieza a hacer muchas cosquillas.

—¡N-No, n-no! ¡P-Para, Lucas! ¡N-no lo hagas! —intenta zarfarse de aquellas manos pero no podía. Solo reía y reía sin parar.

—Me va a terminar dando diabetes —aseguró Renjun mirando a la pareja negando la cabeza a su vez.

Detrás del pelinegro se haya Chenle, quien lo ve con una mirada indescifrable hasta para si mismo, se sentía un poco raro e indefenso por lo que pasó momentos atrás. En la espalda del pelinaranja se encuentra Jisung mirándolo, sí, al chico que le ocasiona múltiples emociones en su organismo pero que al parecer no le correspondía.

«¿Chenle-Hyung ama a Renjun-Hyung?»














—Wow, se ven muy ricos, Doyoung-Hyung —alaga soltando una dulce sonrisa Jaehyun hacia su mayor, quien justo acaba de sacar los pollos que estaban en el horno desde hacía dos horas.

—G-Gracias —agradece el pelinegro con rubor en las mejillas. Suelta una sonrisa nerviosa sin poder realizar contacto visual con aquel hermoso peligris delante de sus ojos, el cual le ocasiona un revoloteo involuntario a su corazón.

Taeyong, quien esta justo al lado de ellos cortando verduras escucha y nota las miradas que se mandaron aquellos dos. Sin poder evitarlo, celos zurparon su interior. Aprieta el cuchillo entre sus manos y empieza a cortar la lechuga con rapidez tratando de calmar su interior hasta que termina lastimándose el dedo.

Tira el cuchillo a un lado y suelta un pequeño grito de sorpresa mientras ve como una gran cantidad de sangre adorna su mano.

—¡Taeyong! —exclamó Kun sorprendido siendo el primero en ver aquella herida.

Jaehyun, Doyoung y Taeil se giran y se acercan con preocupación hacia su líder.

—¿Estás bien? ¿Te duele mucho? ¿Cómo te hiciste esto? —Jae no deja de preguntar mientras trata de limpiar la sangre con unas servilletas y a su vez ejerciendo presión en la herida. Se ve muy preocupado, incluso un sudor frío pasó por su frente al ver a Taeyong así. No es por exagerar pero en realidad, es la primera vez desde mucho tiempo que ve su sangre.

—E-Estoy bien, tranquilos chicos. N-No pasa nada —intentó relajar el pelirrojo a todos. Sin poder evitar choca miradas con Jaehyun las cuales no se separaron, ambos rostros demostraron cierto brillo especial además de timidez.

Detrás de ellos se haya Doyoung dándose cuenta de que Jaehyun mira a Taeyong diferente. Aquel brillo en los ojos, aquella sonrisa especial, aquel rostro que se ilumina, todo sucede cuando esta el pelirrojo cerca.

Doyoung sonríe tristemente y sigue terminando de hacer el pollo dejando al dúo. No podía entrometerse en un relación que se formó antes de que él llegará. Sabía desde siempre que Jae y Tae tenían un vínculo más especial e íntimo que con los demás pero eso no evitó a que se enamorará de aquel hermoso peligris. Su sonrisa, sus gestos, su amabilidad, su elegancia y sensualidad, un líder nato y poderoso pero tan gentil y sencillo a la vez. Tal vez aspiro a mucho, desde siempre supo que nunca tendría ojos para él, una persona torpe con problemas de ira que a pesar de tener una gran habilidad poderosa para poder salir y luchar en las calles debido a su inestabilidad emocional no es capaz de controlar su poder. Jaehyun merece estar con alguien de su nivel, alguien como Taeyong.

—E-Estás exagerando, Jae —sentenció el líder tratando de alejarse del peligris, quien parece más preocupado y asustado por el corte que el propio herido.

—Es que... No puedo creerlo, ¿cómo te hiciste esto? Eres hábil cocinando, hábil en todo. ¡Nada te sale mal! —contestó obvio sonando super preocupado.

—Estaba pensando, distraído. Ya sabes, a todo el mundo le pasa —intentó relajar a su menor.

—¿Hasta a ti?

—Jae, yo también soy humano.

Ha decir verdad, a Taeyong le dolió aquel comentario. Podría siempre parecer pulcro e impecable con lo que hace, tan exacto, inteligente y poderoso sin ningún error pero a fin de cuentas era humano. ¿Por qué a veces no pueden entender que él también es humano?

—Y-Yo... L-lo...

—No importa, no hables más —el pelirrojo interrumpe al contrario no dejando que se disculpase. Quita las manos de Jaehyun sobre las suyas y se aleja sintiéndose herido.

Taeyong se sentía mal consigo mismo, él hizo que todos lo vieran de aquella forma cuando en realidad tiene sus propios sentimientos, inseguridades, problemas. A pesar de verse tan seguro y amenazante por fuera en realidad estaba destrozado por dentro. Todo le dolía, el mundo y la situación que ellos están atravesando. Sentía un peso de responsabilidad, es el líder y por lo tanto tiene que cuidar de sus miembros, debe de seguir actuando como un robot y dejar que Doyoung se lleve a su amado Jaehyun. Si, Doyoung es perfecto para Jae, es alguien tiernamente torpe, con inseguridades que se muestran a la luz haciendolo ver más humano, amable y con leves problemas de ira que solo Jaehyun podía calmar. Los dos a su parecer tienen mucha química. Jaehyun merece estar con alguien que lo pueda hacer sentir humano, alguien como Doyoung.











Después de unos minutos Kun es echado de la cocina debido a que empezó a presentar dolores en su herida. Nadie quería que empeorará entonces lo sacaron de ahí. Taeil lo mandó a ir con Yuta, WinWin o alguien más para cambiarle las vendas.

En su camino por los pasillos toca su abdomen sintiendo dolor, en todo aquel día no tomó la pastilla y tampoco se desinfectó la zona para evitar una posible infección.

—¡Oh, Kun! —exclamó Yuta agitando sus manos y se acerca, al también extranjero.

Kun fuerza una sonrisa e intenta caminar hacia su mayor pero inmediatamente suelta una mueca por el punzante dolor que iba y venía.

—¿Estás bien? ¿Es la herida? ¿Te duele mucho? —preguntó el japonés tomando al pelinegro de su brazo y cintura.

—Más o menos... —asume ladeando la cabeza y se rasca la nuca avergonzado. —E-En realidad no me tomé la pastilla ni desinfecte la herida.

—¿¡Cómo puedes ser tan irresponsable!? —de repente una tercera voz los interrumpe. WinWin apareció en el pasillo y corre hacia sus dos mayores mirando con reproche a uno en específico. —¡Tú herida fue muy grave, tienes que cuidarte!

—Sí, lo sé.

Yuta se sintió apartado y un poco herido cuando WinWin pareció empujarlo inconscientemente para ser él quien sostenga al pelinegro.

—Vamos rápido a la enfermería, tenemos que tratarte —apresura a decir el rubio, toma el brazo de su mayor y lo pasa por encima de su hombro, ayudándolo a caminar se dirigen hacia el lugar nombrado.

Yuta los ve marcharse con cierta opresión asomándose en su pecho. Él decide dejar a aquellos dos chinos solos pero algo lo detuvo. Nota el temblor involuntario de las piernas de WinWin, su inestabilidad al cargar a Kun, además de que la venda de su espalda empezó a caerse.

Resopla y sin poder dejarlo así se acerca a los dos.

—Winwin, sueltalo. Yo lo haré —el pelimorado alejó a los dos y toma al pelinegro.

—No importa, yo puedo —insistió tomando al chino del otro brazo. En serio quiere cargarlo, cuidarlo y curarlo.

—Estás mal, tu herida también fue muy grave. Los dos son unos tontos, no saben cuidar sus cuerpos —sermoneó Nakamoto para luego agacharse y cargar en su espalda al chino, quien soltó una risa avergonzada.

—L-Lo siento.

Yuta con Kun en su espalda se dirige a la Enfermería junto a WinWin siguiéndole los talones formando un puchero con sus labios como si fuese un niño regañado por su madre.

Al llegar al lugar el pelimorado deja a su menor en la cama y le ayuda a quitarse la camisa mientras Sicheng toma algodones, vendas y alcohol en el almacén.

—¿Lo vas a hacer tu? —preguntó Yuta una vez notado que el rubio se sentó decidido a curar al mayor.

—Si, yo puedo —asiente abriendo la botella de alcohol.

Nakamoto ayuda quitándole la venda al pelinegro y al sentirse un estorbo, la lámpara de aquella pareja se alejó. Quiso irse pero no pudo dejar a Winwin sabiendo de su estado, se suponía que tenía que colocarse una crema en su espalda y cambiarse de venda pero conociendo al chino sabía que no sería capaz de pedirle algo así a Kun, por alguna razón es muy tímido con su mejor amigo. A fin de cuentas se queda en el pequeño almacén de medicinas sabiendo que dentro de un rato el rubio volvería.

Unos minutos pasaron y confundido se asoma. Su corazón pareció dejar de funcionar y se quedó sin aire por unos segundos, Kun esta besando a Winwin.

Yuta no sabe porqué tiene ganas de llorar, no sabe porqué se siente herido, no sabe porqué no puede dejar de ver a Sicheng. Debería sentirse feliz, muy feliz por Kun, su mejor amigo pero por alguna razón no lo estaba.

Ellos dos dejaron de besarse, se miran y sonríen nerviosos mientras Yuta se siente mal mirándolos. No puede seguir viendo y se aleja de la puerta recarcando su espalda contra la pared perdiendo el equilibrio de su cuerpo.



¿Cuándo pasó?
¿Desde cuándo su mejor amigo empezó un romance con Winwin?
¿Y por qué ahora se preocupa?



De pronto la puerta es abierta entrando de ahí un nervioso rubio el cual se tropieza y deja caer la bandeja con varios materiales que utilizó antes.

Yuta se gira y ayuda al chino, quien no deja de temblar, sus labios hinchados y mejillas sonrojadas hasta las orejas.

—¿N-No te habías ido? —preguntó sorprendido el menor levantándose junto al pelimorado.

—¿Y-Yo? N-No... —tartamudeo sin querer. Repira hondo e intenta relajar su respiración junto a las lágrimas que amenazan en salir —Me quede para ayudarte, necesitas aplicarte una crema, ¿no?

Winwin asiente recordando que su propio cuerpo también necesita ser cuidado. Yuta lo sienta en un banco y lo ayuda a quitarse la camisa. Tratando de verse lo más normal posible quita las vendas de apoco apreciando la delgada figura del rubio. Recordando cuando Mark le señaló al chino la crema que debe aplicarse la busca sabiendo con precisión hasta el lugar en donde fue guardada.

Aplica un poco en sus dedos y empieza a pasarlo con absoluta suavidad en el cuello, hombro y espalda bajando hasta la cadera. Yuta no deja de temblar, ¿por qué de pronto se pone así? Winwin es hombre y él también. O sea, en realidad no esta mal sentir algo por alguien de su mismo sexo pero él es Yuta Nakamoto, es imposible para él hacerlo.

—Y-Yo... —Sicheng baja la cabeza avergonzado —¿Nos viste?

El japonés se congeló. Responder con la verdad o con la mentira, ¿cuál debería escoger?

—Y-Yo...

—En realidad no estoy molesto con que lo hayas visto, p-pensamos que te fuiste, no fue tu culpa —el rubio se giró hacia el chico de cabello fantasía tratando de evitar algún malentendido. —S-Siento si te incomodamos, e-en serio no quería eso.

—N-No importa —contesta nervioso.

Winwin toma su camisa y se la coloca. Pasaron varios segundos silenciosos en donde ambos tenían cosas que decir pero las cuales no podían salir de sus gargantas.

—¿Q-Qué debería de hacer?

—¿Qué? —Yuta miró perplejo al contrario sin entender la pregunta.

—Y-Yo... Solo... Me gusta Kun-Hyung y-y tengo miedo —asume con honestidad, sus mejillas se tornan rojizas y empieza a juguetear con sus dedos.

—¿De qué?

—No lo sé... —balbucea con el ceño fruncido. —De todo, de mi, de él. No se si hago bien en aceptar en voz alta mis sentimientos, e-esto es nuevo para mi y me siento inexperto, la verdad si me han gustado chicos antes pero no tanto como me gusta Kun. —Winwin se rasca la cabeza avergonzado. —No sé que hago hablandote de algo que no debe importarte, lo siento.

—No, no, no. Está bien, puedes contar conmigo —el japonés le sonríe aunque por dentro se encuentra llorando por los cuatro infierno. ¿Por qué está aceptando escuchar a Winwin hablar de su amor? ¿Es masoquista o qué?

—¿En serio?

—S-Si —fuerza su sonrisa queriendo hacerla ver convincente. —Puedes decirme lo que quieras.

—Y-Yo... Bueno, en realidad. —Winwin balancea su cuerpo de un lado a otro nervioso. —Tu eres el más cercano a Kun y me gustaría tu ayuda. Q-Quiero conocerlo más, s-saber qué le gusta y qué no, s-saber... Si yo le gusto mucho o poquito.

—Kun no va a besar a alguien que le guste solo un poquito, si él lo hizo es porque va serio c-contigo —contestó con seguridad asintiendo. Kun es alguien muy recto lleno de principios, muy amable, honesto y paciente aunque muy lento, si besó a Winwin es porque debe de llevar aunque sea un año gustándole. ¿Por qué Kun nunca le contó lo que sentía por el rubio? Se suponía que son mejores amigos incluso desde mucho antes de unirse a NCT, entonces ¿por qué?

—Me estas ilusionando —Sicheng golpeo el hombro del contrario sintiendo como su cara arde, sonríe verdaderamente feliz y por alguna razón Yuta disfruto verla.



«¿Desde cuándo Winwin es tan lindo? ¿Y por qué me doy cuenta de eso ahora?»











—¡Polloooooo! —grita Haechan con emoción, se acerca a la mesa e intenta tomar uno pero Taeil lo agarró inmediatamente de la muñeca interrumpiéndolo.

—Lavate las manos —demandó.

—¿C-Cómo sabes que no me he lavado las manos?

—Solo lo sé, ahora ve.

—Si, mandón —le saca la lengua y forma un corazón con sus manos.

—¿Y ese corazón que significa? —los mira pícaro Ten alzando una ceja.

—¿No ves que tuvieron una cita ayer? El amor fluyo —contesta Johnny viniendo detrás del tailandés con ambos brazos enyesados.

—¿Cómo los dejaste ir a una cita ayer, Tae-Hyung? ¿En serio fue en la gran ciudad? —preguntó Kun a su líder confundido. Toma una silla y se sienta en el junto a los demás miembros que venían llegado.

—¡Sí! —exclamó Haechan llegando después de haberse lavado las manos y se sienta junto a su amor, quien revisó sus manos y asiente al verlas limpias.

—Creo que debemos salir más —asume el pelirrojo. —Esta mal quedarnos tanto tiempo encerrados, afecta nuestro equilibrio emocional, autoestima y el poder relacionarnos con otras personas.

—Nosotros no hemos podido salir porque aquellos estúpidos agentes tienen bien vigilado la ciudad —menciona Lucas con obviedad mientras ayuda a Jungwoo a cortar su ala de pollo.

—Encontramos una manera —soltó Mark. —Podemos salir unas tres horas y pasar desapercibidos, no nos encontrarán pero debemos de volver antes de que se cumpla la hora límite.

—¿En serio? —Renjun queda perplejo.

—¿Entonces podremos salir más? —Chenle se emociona.

—Por fin un cambio —sonríe Johnny con la comida en la boca, se le cae un poco de salsa en la comisura de sus labios.

Ten, quien esta a su lado dándole de comer toma una servilleta y le limpia la boca con suavidad mirando los apetecible labios del contrario, sin evitarlo relame los propios imaginando como sería tener los labios del pelinegro a su merced.

—Ten, ¿qué te dije? —frunce el ceño el estadounidense mirando insistente al moreno.

—Sí, sí, lo siento —pone los ojos en blanco con fastidio. Odia que Johnny no quiera hacerle caso, siempre evitando sus insinuaciones.

—Pobre Ten-Hyung, esta necesitado —ríe Lucas con burla.

El tailandés sintiéndose herido mira insistente el cuchillo que el hablador tiene en sus manos. De pronto aquel utencilio cobra vida queriendo dirigirse a la cara de Yuhkei.

—¿Qué? ¡Deten esto! —exclamó el chino con sudor frío teniendo el cuchillo descontrolado en su mano. Lo toma con fuerza pero sabe que en cuestión de segundos su hermoso rostro caerá en aquellas filosas garras.

—Ten, para —interviene Taeyong.

—¿Qué? ¿Por qué si se lo merece? —se hace el inocente el nombrado encogiéndose de hombros.

—Le puede pasar algo, por favor —esta vez el que habla es Jungwoo con su tierna carita asustada buscando ayudar al moreno.

Ten sonríe y el cuchillo se detiene.


—Suertudo, me detuve de rebanarte el rostro solo porque Jungwoo es lindo, agradecele.

—Éstas loco.

—Ya, ya, ya. Lucas no despiertes a la bestia —regaño Doyoung levantándose de la mesa. —Y tú Ten, por favor come tranquilo y no le hagas caso a los animales, no hemos aprendido a domesticarlos.

—¡Oye!

—¡Callate! —le susurró/gritó Woo agitándole el brazo al moreno buscando calmarlo, algo que logró con facilidad.

—¿Y por qué aquí nadie habla de como me fue en mi cita con Taeil-Hyung? —de repente pregunta Haechan hacia todos en la mesa con cierta indignación.

—Emm... ¿Será por qué a nadie le importa? —responde obvio Chenle ganándose un segundo Haechan golpeándole la cabeza con una espátula. —¡Auch! ¡Eso duele!

—Por hablador.

—¡Pero es la verdad! ¡A nadie le importa tu cita porque ya sabemos que se besuquearon en todos los lugares disponibles que encontraron!

—¿¡Qué!? ¡Nosotros no hicimos eso! —esta vez Taeil alza la voz realmente sorprendido. Tal vez Haechan se tira a todo a la primera pero él es más tranquilo, necesita su tiempo.

—Si, si y yo soy novio de Chenle —contesta Renjun con ironía.

—Estoy hablando en serio.

—Nadie te cree, aceptalo.

—Aquí los que se besaron fueron otros —murmuró Taeyong bajito mientras muerde un bocado de su pata de pollo. Por suerte nadie escuchó lo que dijo.



«A veces es desagradable tener que saber y escuchar todo» Pensó soltando un suspiro cansador.


Taeyong pasa una rápida mirada a todos sus miembros dándose cuenta del gran cambio que hubo el último mes desde que llegó Jungwoo. En un abrir y cerrar de ojos Kun y Winwin confirmarán su noviazgo, Taeil y Haechan van por el mismo camino, Lucas se ha tranquilizado mucho gracias a la llegada de Jungwoo y la verdad no le extrañaría nada que empezarán alguna relación puesto a que se notan los sentimientos que se tenían el uno al otro, Yuta parece raro, Jisung se ha visto mas feliz aunque en este día se ve apagado, logra percibir el acelerado corazón de Johnny al estar junto a Ten —aún no entiente porqué el estadounidense parece rechazarlo siempre— y siente que en cualquier momento la máscara de Chenle caerá.











☆Escena especial☆




—¡Eso fue fantástico, Hyung! ¡Quiero otra ronda! —exclamó Haechan con emoción agitando el brazo de su mayor.

Justo ellos dos acaban de bajar de una gran montaña rusa que dejó totalmente fascinado al rubio pero con náuseas al castaño. Taeil sin poder evitarlo corre hacia el basusero y vomita un ácido, es la quinta vez que expulsa algo de su estómago gracias a los juegos que su menor ha elegido para montar. El refresco, las palomitas y algodones de azúcar, todo salió de su interior y ahora no queda mas nada por expulsar.

Ya se han montado en la tagada, en el barco pirata, la caída libre, las sillas voladoras, en el kingda ka y el último, la gran montaña rusa que lo dejo dando vueltas.

—Ay, Taeil-Hyung, eres muy sensible a los juegos. No sé porque me trajiste aquí si no puedes —muestra un tierno puchero Haechan mientras le da palmaditas a su mayor quien tiene la cara en el cesto de basura.

Luego de unos segundos Taeil se aleja de esta, se limpia la boca con una servilleta y agua tendido por el menor.

—Tu elegiste este lugar —le recriminó.

—¡Primero te pedí una cita romántica con velas en un restaurante y me dijiste que no, un pícnic tampoco, ir al cine a ver una película de romance también me lo negaste! ¿Qué querías que eligiera? —se cruzó de brazos el rubio con molestia tal cual como un niño exigiéndole un juguete a su mamá.

—Haechan eres menor de edad, tienes que entender que nosotros no podemos salir de esa forma por... —Taeil dejó de hablar al darse cuenta de que su menor no le estaba prestando atención. —Haechan escúchame, dije que me escuches.

—No quiero.

—Lo siento, seguiremos en esto hasta que seas mayor de edad.

—No, seguiremos en esto hasta que me ames de verdad pero veo que todavía no lo haces. No sé porque te sigo molestando, soy un tonto.

Taeil se sintió muy mal al notar como la cara de felicidad del adolescente pasó a una de decepción.

—Mejor vámonos —sentenció un tanto desanimado para encaminarse hacia la salida del gran parque de atracciones.

El mayor ve entre sus manos los dos últimos tickets que quedan y luego la salida, pasa su mirada en las dos pensativo una y otra vez. Suspira con fastidio y luego se acerca a Donghyuck para tomarlo de la mano halándolo hacia otro juego.

—Todavia nos quedan dos tickets y hay un juego muy divertido que he querido montarme desde hace rato. Por favor, ven conmigo —pidió el castaño. El rubio no se pudo negar a lo que asintió rendido.



Dos minutos después....


—¿Es en serio, Taeil-Hyung? ¿Esto es divertido para ti? —preguntó entre dientes el menor estando sentado encima de un caballo blanco en el lento y aburrido (a su parecer) Carrusel.

—Por favor, Haechan. Esto es muy divertido —sonríe en grande el mayor de los dos moviéndose eufóricamente tratando de hacer que Haechan volviera a la normalidad.

—Esto es aburrido —suelta un gran bostezo y recarga su cabeza en las manillas del caballo.

—Hey no te duermas, ¿sabes algo? Dicen que si algo no es divertido, tú lo haces divertido. ¡Inténtalo! —agitó el brazo del rubio.

De pronto Haechan esbozó una gran sonrisa traviesa y sus ojos brillaron de malicia. Si, Haechan hará lo que mejor sabe hacer.

—Haechan, no hagas lo que estoy pensando. No, no, no, te lo prohíbo. Por favor, por el amor y cariño que me tienes no... —por más que intentó prevenir lo que su menor esta a punto se hacer no lo logró.

Mas de una docena de Haechan's aparecieron en el carrusel empezando a asustar a la personas, haciendo bromas y hablando entre si.

—Haechan, para esto ahora. Por favor, haré lo que tu quieras —demandó Taeil mirando a su menor enojado. Si Taeyong se entera de esto lo va a sepultar vivo.

—No, esta vez no voy a caer —sonríe en grande y estira su brazo señalando un lugar. —Mira para allá, Hyung. Tengo una gran sorpresa para todos.

Taeil confundido se gira y ve a lo lejos un Haechan al lado de las plantas eléctricas que mandan la energía a todos los juegos del parque. Frunce el ceño al darse cuenta de que el rubio carga en su mano unas pinzas y corta los cables.

—Oh no... —murmuró devastado.

Y así fue como todos los juegos del gran parque se apagaron dejando a las personas confundidas, y algunas asustadas debido a que se quedaron atrapados en lo alto de las montañas rusas u otros juegos.


Haechan causó una gran conmoción.





☆☆☆













Haechan es todo un loquillo, no puede estar ni un minuto tranquilo😂

¿JaeDo o Jaeyong?
¿Kuwin o Yuwin?
¿Chensung o Chenren?

Puro drama hay por aquí mientras que mi Luwoo va de maravilla, los amo tanto 😍💖

Estos son los juegos en los que el Taehyuck  montaron, tuve que investigar como se llamaban porque la verdad es que no sabía 😅:

1. Kingda ka:

2. Silla voladora:

3. Caída libre:

4. El péndulo:

5. Tagada:



Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro