Después Del Final: Nuestra Primera Vez
Con el reloj marcando más de la media noche, dentro de una oscura habitación yace una cama matrimonial en el centro de dos mesitas de noche, un armario a un lado y del otro un espejo de cuerpo completo más dos puertas, una que da al baño y la otra al pasillo de la casa que posee un tamaño bastante acogedor para dos personas.
Dos personas que se encuentran recostados en la recamara durmiendo compartiendo sábanas y el calor de sus cuerpos, cansados.
De pronto, para interrumpir la paz del oscuro silencio de aquel hogar, tocan a la puerta. Al principio ninguno parece inmutarse pero los golpeteos y el timbre resonando una y otra vez a través de los minutos logró hacer reaccionar a uno.
Ten peresozamente entre abre sus ojos, se acomoda en la cama para mirar mejor a su pareja, ambos recostados sin ninguna prenda puesta.
—John... despierta, están tocando el timbre —le llamó sin ánimo de levantarse, agita al contrario. —... John, muévete... Ve tu.
Cierra los ojos arropandose aún más pero nuevamente el sonido del timbre interrumpe sus dulces sueños.
—¡Maldito, John, pasa un huracán y no te levantas! —exclamó harto levantándose de un tirón. Frotándose los los ojos busca en el armario una pillama limpia y viste sus pantuflas tambaleándose de un lado a otro debido a la somnolencia.
Sale de la habitación logrando escuchar por último los ronquidos de aquel gigante. Niega sin poder creerlo, tiene un sueño pesadisimo.
Camina por el pasillo y al llegar a la puerta, la abre sin interesarse en verificar de quien se trata. De igual forma él es uno de los más poderosos de toda la SMTown, es imposible que alguien le haga algo malo sin poder salir ileso de sus garras.
Se sorprendió cuando vio en frente de sus ojos de quien se trataba la persona.
Ahí estaba Jungwoo, con su cabello desordenado, labios hinchados al igual que sus llorosos ojos de los cuales lágrimas han caído mojando sus mejillas. Abrazando una almohada viste una pillama azul con rayas blancas y sus pies descalzos lleno del sucio de la calle.
—Por Dios, Woo ¿qué haces aquí? ¿Qué pasó? —cuestionó sin pensar, con su ceño fruncido y su corazón oprimido de la preocupación, el sueño se fue por completo. Se acerca al menor, una mano le toma del hombro y la otra le limpia las lágrimas con suavidad.
—H-Hyung... —murmuró entre hipos y sollozos. —N-No sé que hacer.
—Ven amor, entra y siéntate, necesitas contarme qué pasó —le hablo con suavidad y adentra al menor a su casa, no olvidando cerrar la puerta detrás de si con su magia.
Lleva al menor al sofá y lo sienta, corre a la cocina y trae un baso de agua que es tragado de un solo tiro por el rubio cenizo.
Suspirando, se sienta al lado del coreano y le toma de la mando dándole un apretón para preguntarle —¿Qué pasó? ¿Lucas te hizo daño? —con preocupación revisa bien el cuerpo de arriba para abajo de forma meticulosa hasta encontrar un chupeton en el cuello bajo del menor que es cubierto por la camisa. —¿¡Te obligó!? ¿¡Se descontrolo y te asusto!?
—¡No, no, no, no! Claro que no, Lucas no es de esos —negó Jungwoo agitando sus manos apresuradamente.
—¿Y entonces...?
Jungwoo toma una gran bocanada de aire y ejerce un poco de presión al vaso vacío que toma en su regazo. —Y-Yo... Bueno, creo que íbamos a... A hacerlo...
—¿¡Qué!? ¿¡En serio!? ¿Y qué paso? ¿Por qué estas aquí?
—Es que yo... —el nudo vuelve a intentificarse en su garganta, su labio temblando al cual muerde con fuerza ahogando sus sollozos pero fue inevitable, había empezado a llorar otra vez con aquellos oscuros recuerdos atacando lo otra vez. —P-Pensé que l-lo había superado... P-Pensé que l-lo había o-olvidado. Hyung... —mira al mayor con sus ojitos brillantes desbordando tristeza —N-No he olvidado lo que m-me hizo e-el C-Comandante Choi, ¿Q-Qué hago...?
Y sin poder evitarlo, se rompe ahí mismo con lágrimas saliendo como cascadas, dejando al moreno perplejo ante tal revelación.
Ya ha pasado más de un año desde tal evento traumático, tal vez muy poco, si pero aún así pensó que el chico pudo haberlo superado. Creció tanto y se mejoro a sí mismo, volviéndose cada vez más fuerte. En la batalla final contra el SORAS Jungwoo se vio tan seguro de sí mismo hasta el punto de causar miedo por el vivaz liderazgo que demostró tener.
Alguien como el Comandante Choi no debería de estarlo atormentarlo a estas alturas pero ahora se da cuenta que después de todo, después de toda su seguridad y fuerza, sigue siendo un ser humano tal como todos. Un trauma no se olvida a la ligera por mas que intentemos evitarlo.
Y lo peor, es que no puede consolarlo y decirle que ahora ese infame hombre está tras las rejas por lo que hizo ya que después de todo, de alguna manera terminó escapando de la justicia siendo actualmente un fugitivo muy buscado. Es tan escurridizo como una cucaracha.
Con su corazón compasivo, aún así, se acercó al menor para fundirlo en un cálido abrazo. Podrá ser una víbora, podrán decir que las serpientes no sienten nada por nadie —lo cual es cierto— pero quitando el otro lado, él sigue siendo un humano de carne y hueso.
Jungwoo rodea la delgada cintura del moreno y deja su mejilla reposar en el pecho del mayor, sintiendo como le acarician sus cabellos y escucha la suave voz del tailandés cantar una dulce canción para él, algo que empezó a tranquilizarlo de a poco.
—Está bien tener miedo e inseguridades, es normal y aunque no lo creas, yo también lo tenía, mi primera vez fue fatal —expresó Ten con calma —Aunque no se compara a lo que tu viviste y no puedo darte un muy buen consejo exacto como Taeil o Taeyong. Soy malo en estas cosas, lo siento...
—Vine a ti porque sentí que eres el mejor —admitió el menor arrugado su nariz de forma tierna.
—¿En serio lo crees?
—¿Cómo Taeyong-Hyung va aconsejarme para tener una buena primera vez si él no lo ha experimentado? Y Taeil-Hyung, me da pena hablar con el. —dicho esto, más tranquilo se aleja del mayor hipando, mirándolo a los ojos —Contigo siento más seguridad, siento que de alguna forma me entiendes... Siento si te hago sentir incómodo buscándote.
—No, claro que no —negó de inmediato y con una pequeña sonrisa prosigue —Desde que llegaste y supe que tenías un "Otro lado", me has recordado a mi yo de hace años. Era como tu, tenía miedo de todo, no sabía controlarme, no entendía porqué quería devorar personas y ver correr sangre. Jungwoo, no creas que siempre he sido así de fuerte, pase por fases parecidas a las tuyas y tenía miedo.
—¿Y quién te ayudo a superar ese miedo?
El moreno tardó un poco en responder, y en ese transcurso toma las manos más grandes del menor para darle cariño. —Nadie —contestó dejándolo sorprendido —No me mires así o si no te voy a golpear la bonita cara que tienes.
—Lo siento —bajo la vista apenado.
—Te perdono y como seguía, el punto es que no importa si estamos solos o acompañados en nuestras luchas, no importa lo que yo te vaya a decir ahora porque al final el que va a luchar por vencer su miedo eres tu mismo. Puedo hablarte y puedo aconsejarte pero tu eres el que decide dejar de temer, tu decides cuando darle un paro a tus traumas y por fin disfrutar la buena vida, ¿entiendes?
—Es difícil...
—Lo sé, es muy difícil claro que lo es pero agradece que el mundo me puso a mi para ayudarte en este momento, aunque no sea de mucha ayuda en realidad —rió un poco irónico.
—Esta siendo de mucha ayuda, Hyung.
—Gracias.
Justo se escucha una puerta abrirse y cerrarse en el pasillo, pasos rondando y como se aparece el alto muchacho caminando tambaleante mientras da grandes bostezos. Busca en la pared el interruptor y enciende la luz.
—¿Qué haces despierto a esta hora, Dandy? —cuestionó Johnny al principio sin percatarse de la presencia de un tercero, se frota los ojos con somnolencia y vuelve a verlo —Oh, Woo, ¿qué haces aquí?
Se aproxima hacia el sofá cercano a ellos y se sentó.
—Jungwoo está nervioso por su primera vez con Lucas —contestó con honestidad el moreno, recibiendo una tierna mirada de reproche del rubio.
—¿Qué? ¿En serio aún no lo han hecho? —abre los ojos y de la sorpresa el sueño se disipa.
—¿Qué? ¿Es sorprendente? —con cierta indignación el rubio cenizo se cruza de brazos.
—No lo tomes a mal, solo que Lucas no es muy paciente, debe amarte de verdad... —se explicó. Si, esta más sorprendido con aquel moreno que por el rubio. —¿Y qué haces aquí?
—Salió corriendo de los nervios.
—¿Y por qué viniste para acá? Creo que Taeyong y Taeil son más... ¿Suaves? Con decirte las verdades que Ten, sin ofender, amor —dijo Johnny al final mirando a su pareja con expresión de disculpa.
—Quiero que sean directos además Taeyong-Hyung no puede tener relaciones —explicó Jungwoo un poco cansado —¿Por qué debería de ir con él si no me va a poder explicar como Ten-Hyung? La experiencia es lo que nos vuelve sabios.
—Mm... Tienes razón, no hay nadie mejor que Ten para darte buenos trucos de seguridad y seducción —admite más formando un "ok" con los dedos de sus manos. —Aunque yo te digo que Lucas esta muy enamorado de ti, no te hará daño y si le pides que lo haga con cuidado verás que cumplirá su palabra no importa sus propios deseos, lo importante será tu felicidad y el que estés a gusto con él.
—Si, eso mismo —asiente el tailandés de acuerdo —Lucas podrá ser pendejo pero es de los pendejos de buen corazón.
—¿Siempre que vas a decir algo bueno de Lucas no puedes evitar insultarlo? —se rió un poco Jungwoo. Es cierto, ambos son como el gato y el ratón. Sus personalidades chocan por completo y el orgullo les impide ser más cariñosos el uno con el otro a pesar de que se quieren.
—Lo siento, será el amor de tu vida pero no el mío, además él empezó a fastidiarme primero.
—¿Cómo es que tuvieron relaciones así? —arqueo una ceja realmente sorprendido.
La sonrisa de Ten desapareció por completo y Johnny solo se queda en un raro silencio. Jungwoo se da cuenta que tal vez dijo algo fuera de lugar.
—¿No te incómoda que hable de cómo tuve relaciones con Lucas, tu novio? —cuestionó el tailandés con cuidado estando perplejo y a su vez temeroso.
Jungwoo niega con honestidad. —Se que ambos no se aman y cuando estuvieron juntos Lucas tenía ¿unos dieciocho años? Es normal querer experimentar a su edad además, en ese tiempo no sabían de mi existencia. Hubiera sido diferente que se hubieran acostado yo estando aquí con él.
—Bueno, tiene razón. Pero para Winwin no es igual, es un tema enterrado.
—Claro, Winwin-Hyung amaba a Kun-hyung desde antes de que ambos tuvieran relaciones.
La expresión de Ten denoto asombro y asiente entendiendo. —No sabía, pensé que después forjaron sus sentimientos y al mismo tiempo.
El menor volvió a negar. —Me lo dijo Winwin-Hyung hace un par de meses. Aún así, a mi no me importa, no se con John-Hyung.
El americano suelta una risa. —Si hasta me bese con Jaehyun y Ten era libre de hacer lo que quiera con su cuerpo en aquellos años, mis sentimiento aun no se habían formado.
—La verdad no puedo aconsejarte mucho con Lucas porque al final de cuentas lo que nosotros tuvimos fue sexo, algo completamente diferente a lo que tu tendrás con él —declaró el moreno, ganándose una mirada interrogativa del rubio —Ustedes haran el amor, deberían hacerlo y si no lo hacen, si Lucas no te hace sentir amado y querido, debes de llamarme para darle una buena paliza. Esto que harán no será solo por calentura, se supone que son el amor de la vida del otro y Lucas al conocer tu situación es obvio que debería de andar con cuidado.
—Confía en él y en su amor por ti —concluyó Johnny de acuerdo —Él te cuidara y podrá hacer desaparecer todos tus miedos e inseguridades.
—Tienen razón —asintió un poco avergonzado.
Lucas es incapaz de lastimarlo como lo hizo aquel hombre, desde siempre lo supo pero en el momento cuando justo se iban a quitar la primera prenda, salió corriendo dejando al contrario exitado, confundido y preocupado entre las sábanas. No pudo pensar con claridad lo que estaba haciendo, simplemente los recuerdos le atacaron y un miedo —totalmente fuera de lugar— le hizo largarse de ahí.
¿Por qué debería de temer?
¿Por qué debería de seguir escapando?
Él desea a Lucas tanto como el contrario lo desea a él. Quiere hacerlo con Lucas, realmente lo quiere.
Este sin fin de sentimientos que alborotan su corazón ocasionan una guerra interior. Una parte tiene miedo de hacerlo pero otra no, solo quiere ser amado por su pareja.
Tomando una gran bocanada de aire se decide por fin pero antes de que pudiera abrir la boca, el timbre resuena interrumpiéndolo.
—¿Quién será a esta hora? —cuestionó Johnny confundido y fastidiado. Se levanta del sofá rascándose la nuca y abre la puerta.
Del otro lado se ve el más mencionado desde hacía rato por nuestros chicos. Lucas con su pantalón de pillama verde y una camisa de algodón blanca, vistiendo una cholas más su cabello desordenado. Se ve claramente en su rostro el ceño fruncido y su expresión preocupada y consternada.
—¿Dónde está Jungwoo? Las plantas me dijeron que vino para acá —sin esperar una respuesta del americano, se adentra a la casa sin permiso. No camino mucho para encontrar al rubio sentado en el sofá con los ojos hinchados después de haber llorado.
—¿Lucas?
—Woo —murmuró con pesar el moreno. Se apresuró a llegar hacia su novio y sin pensar bien en sus acciones, se arrodillo ante el mayor para tomarle de las manos. —Lo siento, lo siento mucho, no era mi intención asustarte. De verdad, creo que fui muy rápido sin darme cuenta, lo lamento, no debí de hacerlo. Yo realmente no sé qué me pasó, te estaba besando y te quise quitar la camisa sin tu permiso, no lo volveré a hacer si no quieres pero perdóname, por favor.
Se ve tan culpable y triste que ocasiona que Jungwoo sienta culpa.
—No, Lucas, no es tu culpa, soy yo —negó frenéticamente. —Y-Yo solo me puse nervioso y-y no sabía que hacer...
—Pero yo fui el que te puso nervioso e incómodo.
—Tu no hiciste nada malo, y-yo solo tuve algo de miedo por... Por lo de ya tu sabes y me sentí incapaz...
—Me lo imagine —asintió en un murmuro. Levanta una de sus manos y la aproxima hasta el pálido rostro del mayor para acariciarle la mejilla y quitarle los rastros de lágrimas. —Prometí que nunca más te haría llorar y no pude cumplir mi promesa, realmente soy un mal novio, lo lamento.
«Me he vuelto tan fuerte y capaz en estos últimos meses, soy autosuficiente y eficiente entonces... ¿Por qué al final del día sigo mostrándome como el débil Jungwoo de hace un año?»
» Porque a fin de cuentas, eres humano.
Sentir miedo, inseguridad y tristeza
es de los sentimientos más humanos.
No temas sentirte así, no te sientas
débil por ello porque no lo eres.«
—No, yo soy el culpable —negó con rapidez el rubio buscando entrelazar sus manos con los dedos largos del moreno. Arrugando su nariz y secando las pocas lágrimas regadas con su mano libre, esboza una sincera sonrisa a su acompañante —Pero ahora estoy listo.
—No te sobre-esfuerces por mi, si no puedes, no lo hagas. Puedo esperar todo el tiempo que necesites, ¿si? —expresó con honestidad, su corazón se pone chiquito al pensar en el devastador estado de su novio solo porque él deseaba ya tener aquel angelical cuerpo. Tal vez fue muy rápido, Jungwoo esta lleno de innumerables traumas que debe de superar de a poco. Él como su novio, tiene que ayudarlo en lo que sea, no presionarlo.
—No, Lucas. Yo quiero hacerlo contigo —espeto con más seguridad el mayor.
—¿Seguro? —se ve indeciso.
—Si, yo te amo, tu me amas y se que contigo puedo con todo... —las palabras de Ten y Johnny le sirvieron de consuelo, a abrir los ojos y ser más valiente.
Él ama a Lucas, desea amarlo y que éste lo ame de igual manera. No permitirá que los viejos recuerdos lo atormenten y sean un impedimento a su relación. Con el moreno a su lado, solo disfrutará del presente y mirara al futuro con devoción.
Ambos, con sus manos entrelazadas salieron de la casa de aquella pareja extranjera. Con un abrazo lleno de apoyo de parte del tailandés a nuestro protagonista, lo dejo irse.
Juntos caminaron entre la noche llena de estrellas. Disfrutando del silencio, con el moreno dándole su total apoyo y sinceridad con su mirar a su mayor.
En cuestión de minutos llegaron al departamento de Jungwoo —ya que Lucas está viviendo con su padre— y con timidez Lucas se fue acercando a su mayor, pidiendo permiso deposito un suave beso. Fue solo un pequeño pico y se separo un poco para mirar con amor al contrario. Roza sus narices y sonríen.
El moreno acaricia el pálido rostro, suave y delicado, algo completamente contrario a sí. Woo con más confianza vuelve a unir sus labios con los del menor.
Iniciaron un suave beso el cual fue subiendo la intensidad de a poco, llenando de caricias y gemidos que resonaron por la habitación.
Lucas llevo hasta la cama a su mayor y lo dejo recostarse con cuidado. Posicionándose encima de él, se dio cuenta de sus nervios.
—¿Estas bien?
—Mm... Creo que si —contesto ruborizado jugando con sus dedos.
Lucas separa sus manos y las deja a un lado. —Tranquilo, ¿si? Seré suave y paciente. Cuando ya no quieras seguir, me detienes.
—E-Esta bien...
Con esto recalcado, el hongkones volvió a atacar los suaves labios sabor a fresa del coreano, no fue salvaje ni alocado, pero si demostró su toque necesitado y buscando mostrar todo el amor que le tiene.
Y sin duda alguna, aquella noche fue inolvidable para ambos. Con las prendas cayendo a un costado de la cama, los besos suaves y húmedos que compartieron, el sonido de sus gemidos y el como se entregaron el uno al otro.
—Te amo —murmuró Lucas mientras tiene en sus brazos el delgado cuerpo desnudo que es cubierto por las sábanas. Le hubiera gustado escuchar una respuesta pero Jungwoo se encuentra completamente dormido debido al cansancio, aún así los ronquidos de cachorrito que emite de sus labios no son para nada desagradables de escuchar. —Gracias por darme la oportunidad de amarte —agradecido mientras se inclina para ver el rostro de su bebé en su pecho buscando de su calor con inconsciencia. Sonríe enternecido y deja un beso en su frente, lo abraza con más fuerza hacia si y luego se queda dormido en aquella noche llena de estrellas.
Lindo ❤️
Ojalá alguien como Lucas en mi vida 🥺
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