Catorce
Una semana había pasado, una semana en donde Kun, Jaehyun y WinWin habían mejorado tanto que hasta podían llegar a caminar pero aun así tenían que ser ayudados, una semana en donde Haechan no le dirigía ni una mirada a su "amado" Taeil y solo se juntaba con Jaemin y Renjun, una semana en donde parejas como Chenle y Jisung, y Lucas y Jungwoo parecían acercarse cada vez mas, acortando aquella distancia con sentimientos revoloteando por el aire.
No podemos olvidar que en aquel tiempo Mark quedo en investigar mas sobre el poder de Jungwoo, lo cual no logró conseguir nada mas además que seguir confirmando lo mismo que tenía. También, en parte de Lucas, nunca se encontró alguna anomalía ni nada fuera de lo normal.
Ya al haber pasado una semana varios estaban mejorando mucho —quitando el hecho de que Jhonny aun seguía con sus dos brazos enyesados por lo que tenía que ser ayudado en absolutamente en todo— , Jungwoo fue sacado de observación y se encontraba completamente sano, por ello aquel sábado decidieron que probarían sus poderes, necesitaban conocer un poco mas de él.
—¿Estás listo, Jungwoo-Hyung? —preguntó Mark mirando con preocupación a su mayor, el cual asintió con una tímida sonrisa que logró derretir el corazón del menor. —S-Si sientes cualquier malestar durante la prueba puedes detenerte.
—Esta bien. —Asintió mientras jugaba con sus manos nerviosamente, Woo estaba ansioso de usar aquellas habilidades que "según" tenía, no pensaba que fuese tan especial pero todos creían que si y tenía miedo de decepcionarlos. Desde el incidente empezó a confiar mucho mas, se empezó a dar cuenta de muchas cosas y a entender las situaciones. Primero, tenían que luchar y esconderse para sobrevivir; segundo, el hecho de ser diferentes no los hacia malos, siempre creyó que él estaba mal y fuera de lugar pero por fin empezaba a sentirse aceptado y apreciado por los demás; y tercero, todos son humanos, no monstruos.
—¿Entonces quién será el conejillo de indias? —preguntó Renjun curioso con un brazo recargado en el hombro de Haechan, quien estaba de brazos cruzados junto a una gran sonrisa traviesa.
—Puedo ser yo —levantó la mano aquel rubio ansioso.
—No —negó Taeyong decidido y empezó a hecharle una rápida mirada a cada miembro de la habitación. Haechan, Renjun, Mark, Taeil, Jhonny, Lucas, Ten y él, ninguno era una buena opción. Cruzó un brazo y apoyo la otra mano en su barbilla pensativo.
—¿Cómo van a empezar sin mi? —se escuchó la voz de Jaehyun al llegar, este estaba en una silla de ruedas con Jaemin empujándolo y a su lado derecho venía Doyoung tomando la bolsa de suero el cual se conectaba al brazo del peligris.
A Taeyong se le iluminaron los ojos.
—Tú, ven —señalo el líder hacia el pelinegro.
—¿Yo? —Doyoung se señaló a él mismo confundido. —¿Para qué o qué?
—Serás el conejillo de indias, mi querido amigo —sonrió malevolamente Haechan juntando ambas manos.
—¿¡Qué!? ¿¡Taeyong, me explicas esto!?
—Tranquilo, Doyoung. Primero escuchame —trató de aligerar el ambiente el pelirrojo notando que su menor parecía impacientarse. —Tu poder se puede medir en voltios, tendríamos una respuesta más acertada si te usamos. Será rápido y si sucede algo yo tomaré la responsabilidad de todo.
Doyoung no pudo negarse y terminó asintiendo soltando un suspiro.
—¿Empezamos? —preguntó.
—Si, danos un momento —dijo el líder.
Taeyong junto a Mark buscaron una docena de bombillas conectándolas una tras de otras con un interruptor y un polímetro que estaba en manos del pelirrojo.
—Toma —Mark le extendió un cable a Doyoung el cual conectaba con todos los demás aparatos. —Ahora, quiero que uses solo el 1% de tu poder.
El pelinegro asintió y empezó. Mark prendió el interruptor y solo una bombilla prendió.
—Son 3,0 Voltios —inquiere Taeyong viendo la pantalla del aparato entre sus manos.
—Jungwoo-Hyung, quiero que toques a Doyoung e intenta transferirle poder pero trata de enviarle lo mínimo —le dijo el moreno a su mayor, quien con nervios asintió.
Woo se dirige al chico de apariencia de conejo y con nerviosismo se toman de las manos. El pálido cerró los ojos dando una gran bocanada de aire, pasaron los segundos y nada sucedió.
—¿No puedes? —preguntó el estadounidense a lo que su contrario solo asintió. —Tienes que concentrarte.
—Piensa que estamos con los agentes del SORAS y ellos se están llevando a Lucas, el único que tienes a tu lado es Doyoung para salvarnos, ¿qué harías? —sentenció Taeil una escena mientras que Jungwoo yacía con los ojos cerrados visualizando todo aquello —Tienes solo diez segundos antes de que monten a Lucas al camión para llevárselos para siempre.
El rubio cerró los ojos con fuerza y apretó la mano de Doyoung entre las suyas. Podía hacerlo, quería hacerlo. Necesitaba sacar su poder a la luz para así la próxima vez salvar a Lucas y a sus amigos de todo mal. Les debía la vida y esto era lo mínimo que podía hacer.
«Vamos, yo puedo»
Intentó imaginarse con fuerza la escena de Lucas golpeado y débil siendo llevado por aquellos hombres que alguna vez le metieron la mano encima. No quería que ellos se lo llevarán, no quería que aquél disque comandante lo volviera a tocar y ni lo intentará con los demás.
De pronto, entre aquellas manos unidas chispas empiezan a salir algo que nadie paso desapercibido.
—Creo que lo esta... —Doyoung no pudo seguir hablando ya que es interrumpido por un gran sentimiento eléctrico que curso su cuerpo. Un gran poder atravesó sus venas, tan grande que no pudo controlarlo, se salió de control y sin su permiso traspasa los cables fundiendo el interruptor, todas las bombillas se prenden pero explotan una tras otra. Tanta era la intensidad eléctrica que emanaba el cuerpo de Doyoung que hasta incluso todos los bombillos del laboratorio empezaron a parpadear sucesivamente hasta explotar uno por uno.
—¡Suéltalo! —exclamó Mark tirándose encima de los dos brazos separando al rubio y pelinegro.
Todos los yacentes entre aquellas cuatro paredes se cubrieron mas específicamente el rostro. Jaemin se había colocado delante de Jaehyun protegiéndolo y Taeil sin darse cuenta abrazó a su menor mas revoltoso protegiendo aquel rostro.
Al todo acabar Haechan empuja bruscamente a Taeil dándose cuenta de lo que estaba haciendo. Todos creían que seguía enojado pero en realidad se sentía un tonto, estaba herido y lo mejor para él era alejarse de un hombre el cual jura desde tiempos memorables ser "heterosexual". También, gracias a la misión de la semana pasada se arruino su cita y Taeil parecía no recordar o simplemente no lo veía como algo importante, algo que Haechan sí. ¡Iba a ser su primera cita! Por fin podría salir de aquella casa bajo tierra y sentir que es ser un chico normal que tiene su primera cita con su crush. No tiene padres, hermanos, amigos "humanos", novio y lo peor, no tenía ni siquiera una vida. Ser así lo hacia sentirse impotente. A veces se odiaba, a veces se sentía especial, a veces creía ser el más grandísimo tonto pero a veces se siente "feliz" y hoy, se sentía como una gran catástrofe, un niño que nadie quiere.
—Haechan... —murmuró Taeil perplejo de que el menor le haya rechazado un abrazo suyo, en realidad desde siempre ha sido al revés. Donghyuck se la pasaba robándole abrazos, besos e invadiendo su espacio personal pero de repente todo desapareció y de alguna forma se sentía herido, como si hubiese sido rechazado.
—¿Estás bien? —Lucas inmediatamente saltó al lado de su amor tomando aquel rostro entre sus manos, lo miró de arriba a abajo y suspiro satisfecho al ver que no le paso nada.
—Se destruyo todo —asumió Renjun asombrado con la boca abierta viendo todas las luces rotas.
—Renjun y Haechan busquen bombillos en la bodega —demandó Ten a lo que los menores asintieron saliendo disparados del oscuro lugar.
—Esta oscuro, no puedo ver nada —recalcó Johnny.
—Vaya, si no me lo dices no me doy cuenta —arrojó con sarcasmo Ten. —Aunque de por si me gustan así, bruticos como tú.
De repente Johnny siente como una mano descarada se pasea por sus muslos. Soltó un grito de sorpresa para nada masculino y se exalta alejándose de su sitio, mas específicamente del tailandés.
—¡O-Oye, ¿qué te pasa?! —miraba en todas las direcciones agitado y nervioso, su rostro se había vuelto como un tomate y la piel de gallina, más por el hecho de que nos sabía donde estaba Ten pero este si sabía de él.
—Exagerado —burló el moreno soltando una risa delicada.
—No puede ser, ¡son 375,1 voltios! —exclamó el líder viendo el polímetro entre sus manos. Todos quedaron realmente sorprendidos por lo escuchado.
Después de todo, el poder de Jungwoo parece ser mucho más fuerte de lo esperado.
Unas horas después, los chicos arreglaron las luces y cada sub-unidad se encuentra haciendo lo suyo. Los Nintels estan investigando sobre la respuesta de Jungwoo además de que le volvieron a sacar muestras de sangre y saliva. Por su parte, los Clouts se encuentran descansando cada uno por su lado; Kun, WinWin y Yuta estaban juntos merendando mientras que Jaehyun, Jhonny y Jaemin juntos matando el tiempo. Por último los Tengirs, hacen lo mismo de siempre, ser revoltosos en su habitación.
Haechan esta arropado en su cama de la planta de arriba y con una leve molestia canta tratando de olvidar los malos ratos mientras Renjun también acostado pero en otra cama yace muy entretenido con su celular jugando un vídeo juego de carreras.
—No, no, ¡vamos! ¡Rápido! ¿¡Por qué te detienes!? —exclama con euforia el pelinegro hasta que por fin ganó. —¡Si, si! ¡Gané! ¡Yo gané!
Justo en aquel momento Chenle y Jisung están entrando a la habitación. Renjun al ver a su querido amigo pelinaranja, baja de la cama de un salto sin importarle que sea de dos plantas y corre hacia su compañero para abrazarlo dando saltitos de emoción.
—¡Gané el juego! ¡Gané el juego! —exclama muy feliz dejando a un Chenle atontado por tenerlo tan cerca, hace tiempo que no lo tenía así. Renjun desordena el cabello color fantasía y le da un beso en la frente para luego alejarse haciendo un baile de la victoria.
—¡F-Felicidades...! —sonrió en grande Chenle siendo contagiado por la felicidad de su enamorado aunque aun así los nervios lo atacaron en grande.
Renjun lo había abrazado.
Renjun le había besado la frente.
Renjun le desordenó el cabello.
Renjun compartió su felicidad con él.
Jisung quien fue el testigo de todo lo susodicho, sus ánimos parecieron bajar. Apretó la tela de su camisa con sus manos y cabizbajo se dirige a su cama. No entendía porque se sentía tan triste viendo a Chenle y Renjun así, y más cuando ya llevaba tiempo sospechando algo del pelinaranja.
Renjun escala quedando nuevamente en su cama de arriba y mira al pelinaranja.
—Mira, yo descargue un vídeo juego pero se tiene que jugar en parejas, ¿quieres jugar conmigo? —preguntó sin haberse dado cuenta de la gran alegría que ocasionó en el corazoncito del contrario.
—¡Sí! —asintió eufórico subiendo a la cama y acostándose junto a su mayor.
Chenle es feliz.
Jisung se siente raro.
El coreano peligris se sintió fatal estando en la cama de abajo escuchando que en la de arriba gritaban, jugaban y se emocionaban aquellos dos. Se arrepintió de haber permitido que Chenle le printara el cabello de negro a grisáceo. Debió sospechar que en realidad nunca sería el primero de aquel revoltoso pelinaranja, siempre será el segundo estando detrás de los pasos de Renjun.
Se sentía fatal y sus pensamientos no lo ayudaban en nada. No entendía porqué es que pensaba tanto, son sólo amigos o bueno, eso es en lo que se están convirtiendo, ¿no?
Taeil por tercera vez en aquel día vuelve a caer un frasco de vidrio sin querer, el cual por suerte estaba vacío. Todos en el laboratio se giran y lo miran con sorpresa. Por alguna razón desde que empezaron hace dos horas el mayor no dejaba de cometer accidentes, confundió los químicos, los papeles además de que se les cayeron todos al suelo y ahora van 3 frascos rotos, siendo los dos primeros con líquidos especiales.
—¿Qué esta sucediendo contigo? —preguntó Ten con el ceño fruncido. Este carga una bata, guantes y gafas protectoras junto a Mark, ya que los dos estaban mezclando químicos raros que podrían dañarles.
—¿Estás bien? —se acercó Taeyong al mayor colocando una mano en su hombro.
Doyoung fue a traer una escoba y vuelve. Taeil quiso tomar el objeto y limpiar su desastre pero es detenido por ambos, el pelinegro y su líder.
—Yo lo hago —sonrió de forma comprensiva el de apariencia de conejo. —Creo que es mejor que vayas a descansar, no es normal de ti comportarte así.
—Yo...
—Taeil-Hyung, hablemos —interrumpió Taeyong encaminándose junto al mayor dejando a los demás en el laborario. El líder se llevo al contrario a una habitación vacía en donde antes estaba Jaehyung y cierra la puerta detrás de sí. —¿Qué esta pasando?
—No es nada importante —le restó importancia.
—Tiene que ver con Haechan, ¿verdad? —preguntó Tae dándole justo al clavo. —Escuche que lo regañaste hace una semana y desde ese momento no te ha vuelto a dirigir la palabra.
—Él es bipolar, se le pasará.
—¿Estás seguro de eso?
Taeil quería responder un "sí" con seguridad pero sabía que estaría mintiendo y Taeyong lo cacharía.
—¿Y qué pasó con la cita que le debías?
El castaño no se sorprendió de que su líder supiera aquello. Él lo escucha y lo ve todo, no hay nada que se le pase en aquella casa. Hasta se sabía algunos secretos o problemas de sus miembros, todo siempre y cuando lo muestren al aire o por lo menos lo susurren.
—Recuerda que en ese día tuvimos la misión y pasaron un montón de cosas —contestó con simpleza. —No se pudo llevar a cabo la cita.
—¿Y no quieres tenerla? ¿No te gusta Haechan?
—Taeyong, por favor. Esto esta mal, nosotros no somos personas normales, además de fugitivos, hombres y Haechan todavía es menor de edad. ¿Entiendes? Hay un millón de razones para...
—¿Para qué? Sigue —incitó Tae al darse cuenta de que su mayor se quedo sin palabras.
—Esto esta mal, ¿qué parte no entiendes de eso?
—¿Qué esta mal? —el pelirrojo rodó los ojos con fastidio. —Creo que hay algunas cosas que todavía tengo que explicarte, Hyung. Primero, a pesar de nuestra habilidades sobrenaturales nosotros seguimos siendo humanos, personas que pueden tener sentimientos y emociones, que se enamoran. Segundo, se que somos fugitivos pero no porque queramos, ¿el ser fugitivos nos hace ser malos?. Tercero, el amor es subjetivo, todo estará bien mientras sea de verdad no importa si es hombre con hombre, mujer con mujer u hombre con mujer; todos tenemos la capacidad de amar a nuestra única manera. Y cuarto, Haechan esta a unos meses de cumplir la mayoría de edad, esta creciendo y a él le duele que tu lo sigas tratando como crío sin darte cuenta de que él esta intentando crecer por ti. Pensé que por tus habilidades sabrías todo esto, pero me doy cuenta que no.
—Es más difícil darnos cuentas de nuestros errores que el de los demás —aseguró rascándose la nuca.
—¿Y bien?
—Tengo ganas de golpear tu hermoso rostro —Taeil lo señaló y Taeyong rió un poco. El mayor suspiro vencido y se sienta en el borde de la cama blanca. —No se que es lo que siento por Donghyuck, no es un sentimiento de amistad pero tampoco de amor.
—Estás confundido.
—No quiero lastimarlo ni amarrarlo, Tae.
—¿Cómo así?
—Yo tengo veinticinco años y él diecinueve, soy seis años mayor que el. Para algunos esta bien y para otros mal, en realidad eso no es lo que me importa. Haechan, como la mayoría de los Tengirs, gracias a que sus habilidades se mostraron a una edad temprana y a las personas que los descubieron no pudieron tener una vida normal. Donghyuck fue botado de varias familias, escapó de varios centros y así pasó su vida entera hasta que el SORAS lo atrapó. Él era solo un niño que tuvo que vivir encerrado toda su vida, ahora gracias a nosotros esta aprendiendo lo que es una familia, lo que es el amor, lo que son los amigos y lo que es vivir una dura realidad. Pero, gracias a todo lo que ha vivido y más por el encierro no es un adolescente normal, él tiene que crecer y aprender mucho.
—Tú le puedes enseñar lo que es la vida —opinó el lider.
—Yo viví hasta los veintiún años con una vida normal, ocultando mi don ya que este pasa desapercibido mientras que el de Donghyuck no. El punto es que yo viví, tuve una novia, salí a fiestas con amigos, bebí, estudie en un instituto y empece a cursar la universidad. Hice un montón de cosas antes de ser descubierto. Siendo honesto, quiero esperar a que Haechan cresca y viva aunque sea solo un poco, tengo miedo ser solo un capricho de su juventud y que cuando sea un poco mayor me deje. Él es joven, sus chistes, sus deseos, sus gustos, todo es muy diferente a mi. Se dará cuenta de lo aburrido y viejo que soy por dentro, y me dejará o peor aún, lo amarraré a una relación que no desea solo para no arruinar el equipo. Por lo menos Jaehyun y tu crecieron juntos, su relación es mas especial y duradera.
—Ahora que lo pienso, si es un poco complicado —apretó los labios Taeyong pensativo. —Pero no creo que seas solo un capricho de Haechan, siento que él de verdad te quiere. Pienso que deberías pensarlo y hablar de esto con él porque si no lo haces tendrá una idea equivocada, los jóvenes tienden a ser muy susceptibles a todos los pensamientos negativos. Haechan, Chenle, Renjun, Jisung y Jaemin; todos ellos están en las mismas. Necesitan de nuestra atención y cuidado pero debes de saber que gracias a que vivimos de esta forma, nuestros sentimientos entre nosotros son más fuertes de lo normal, esos niños que aún seguimos llamándolos críos revoltosos son mucho más inteligentes que todos los que están ahí afuera que viven una vida normal, ellos entienden más rápido y saben lo que esta pasando. No subestimes la inteligencia de Haechan.
—Lo sé.
—El problema de él es que se deja influenciar mucho por malas juntas extranjeras, ¿verdad, Lucas? —al decir aquello Taeyong se dirige a la puerta y justo antes de abrirla escucha como aquel moreno da lentos pasos hacia atrás del otro lado en el pasillo. —¿Por qué te estas alejando, pequeño engendro?
El líder abre la puerta y deja ver a un moreno con una sonrisa avergonzada en el pasillo, quien los había estado escuchando hablar.
—¿Crees que soy estúpido, Lucas? —puso ambas manos en su cintura sermoneando al moreno.
—La verdad sospeche que me estabas dejando a propósito escuchar, pero hubiese sido fino que no fuera cierto y que en realidad no me hayas cachado. Hieres mi orgullo, Hyung —colocó una mano en su pecho mostrándose "dolido" mientras seca una lágrima imaginaria.
—¿Por qué siempre escuhas conversaciones ajenas? —preguntó con cierto enojo Taeil levantándose de la cama y acercándose a los dos menores.
—Porque es entretenido —se encogió de hombros con relajo y entra a la habitación cerrando la puerta detrás de si.
—De paso entras sin pedir permiso —rueda los ojos Taeil cruzándose de brazos.
—Solo vengo a decir que ustedes dos son unos estúpidos —arrojó sorprendiendo a los mayores por su palabras irrespetuosas. —Taeil eres un cobarde y estúpido por creer que Haechan te va a dejar, creeme si te digo que para él es suficiente verte aunque sea un ratico al día para recargar su energía al máximo. Y Taeyong, no se si es que tu eres el lento o Jaehyun es el lento, aunque creo que son los dos, ¡ya besense! Me tienen hartos, ustedes me confunden, a veces pienso que son pareja pero de pronto ¡pum! Tu dices que son solo amigos cercanos, no hay nada más falso que eso.
—¿Quién te crees que eres, muchachito? —murmuró Taeyong entre dientes tomando la oreja del extranjero halándolo muy fuerte.
—A-Ah, d-duele. H-hyung lo siento, no era mi intención, ¡a-ah! ¡S-Suelta! —Lucas cae de rodillas contra el suelo mientras inútilmente trata de zafarse de aquellas garras.
—Eres una rata africana sin modales, te he quitado a tu equipo, regañado, golpeado y castigado pero ¿aún así no aprendes? —con la mano libre Taeyong empieza a halar los cabellos castaños del extranjero.
—Taeil-Hyung, ayudeme —pidió con ojitos de cachorro abandonado el moreno juntando ambas manos buscando piedad.
—No, esta vez no te ayudaré —negó el mayor con seguridad. —Eso te pasa por solo venir a husmear y fastidiar.
—¡Ah, en realidad no vine por eso! —exclamó recordando a lo que venía inicialmente. —Yo vine a buscarte para decirte que Haechan esta llorando por ti e incluso investigó donde quedan las venas para cortarse pero Renjun y Chenle esta tratando de detenerlo.
—¿¡Qué!? ¿Y ahora me lo vienes a decir? —exclamó el castaño sintiendo como su corazón se paralizaba. Sin esperar sale con rapidez de la habitación buscando a Donghyuck, a su pequeño revoltoso que le hacia los días un poco mas inusuales.
«No me hagas esto, Haechan»
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