La reunión en Estambul
Superhéroes vs Magical Girls
Capítulo 2: La reunión en Estambul
.
¿Sabían que hubo contacto entre el Imperio Romano y el de la China? A diferencia de las historias tipo Marco Polo, el contacto con los dos más grandes imperios de la época, solo tomó un año de viaje ida y vuelta. Se reunieron dos ocasiones y se establecieron una especie de embajadores.
El mundo moderno es mucho más pequeño y por ello tal vez lo que vino de dos mundos tan diferentes fue imposible de evitar.
―Y el día por fin ha llegado señores, el día de la gran reunión en Estambul ha comenzado. Ya han pasado tres años desde los luctuosos hechos de la guerra civil de los superhéroes; parece increíble que la sociedad haya cambiado en un lapso de tiempo tan corto, pero así son las cosas. Como recordarán, el entonces Capitán Power, lideró un grupo que salió victorioso, sin embargo, no contaban con la resistencia de los políticos tradicionales y por eso Silver, el más senior de los héroes, vino con una propuesta: el emular lo que hicieron antes los supervillanos para así tener bajo control la economía de USA. Muchos superhéroes se retiraron, mientras que los restantes, se dedicaron a labores de rescate y similares, trabajos que son muy bien remunerados y si eso no fuera suficiente, todos los superhéroes son megaestrellas recibiendo montón de regalías varias por publicidad.
―Así es Victor. Dinos, ¿ya han llegado las superheroínas provenientes de Japón?
―Sí, y por lo que sabemos, en Japón no se las conoce por ese título, sino como magical girls.
―¿Magical girls?
―Sí, a diferencia de nuestros superhéroes, estas superheroínas niponas no estaban bajo un mando único como en occidente, sin embargo, esto cambió luego de una serie de batallas a gran escala por todas las islas japonesas. Luego de terminada la lucha contra desconocidas fuerzas del mal, la mayoría se retiró y las asistentes a la reunión solo representan a algunos de los grupos que peleó en esa guerra; no todos, muchas superheroínas trabajaban en solitario... ¡Ya veo las limusinas! Transmitiendo en vivo para DW: Victor Mendizabal.
Unas dos patrullas de la policía encabezaron la caravana de limusinas con vidrios polarizados. Guiaron a los lujosos vehículos al frente de la sede de las Naciones Unidas en Estambul, se notó un fuerte despliegue de personal de seguridad, sin embargo, los espectadores se preguntaron si tanta cosa era necesaria, después de todo, ¿quién sería tan demente para atentar contra los hombres y mujeres más poderosos del planeta?
Las limusinas maniobraron de tal manera que formaron dos filas contrapuestas gracias al redondel enorme de la entrada de la sede, de esa forma, sus ocupantes saldrían formando dos filas, la de la izquierda conformada por los superhéroes y la de la derecha por las magical girls.
Aunque las féminas de Japón tenían uniformes que mostraban mucho la piel de las piernas, los diseños en sí mismos parecían dar énfasis a lo primoroso de los vestidos. Por otra parte, los superhéroes usaban lo que parecían ser spandex, y si bien las mujeres no mostraban la piel de las piernas, sus trajes parecían orientarse a sexualizarlas.
La reunión se llevaría a cabo a puertas cerradas y un vocero oficial daría luego la información a la prensa, información que era muy esperada, los superhéroes buscaban que las magical girls se sumaran a lo que ellos llamaban la Alianza de la Justicia, cosa que las niponas estaban en desacuerdo.
―Las representantes niponas se ven muy jóvenes, Victor. ¿Habrá algún problema por parte de los superhéroes de convencer a las magical girls de unirse a la Alianza de la Justicia?
―No deberíamos confiarnos en las apariencias, después de todo, si las superheroínas niponas no tuvieran poder de decisión, esta reunión no se hubiera celebrado en primer lugar. Esperemos que las cosas se resuelvan para bien y en un lapso corto.
Las esperanzas del reportero se desvanecieron al tercer día de no tener novedades con respecto a la importante reunión, pero pese a la frustración de los espectadores de no saber lo que acontecía en la sede de la ONU en Estambul, no era nada a comparación de lo que sucedía en la reunión en sí misma.
―Es obvio que no vamos a llegar a ninguna parte ―dijo con un suspiro Cardinal Pretty, quien vestía un traje primoroso basado en un uniforme escolar nipón de tipo marinerito que ya no se usaba en las islas del sol naciente, el cual tenía mucha coloración azul―. No estamos de acuerdo con revelar nuestra identidad y nunca lo estaremos.
―Pero en Norteamérica ya todos los superhéroes firmaron el registro de espers, registro que tiene por meta revelar la identidad secreta de los superhéroes y hacerla pública a los ciudadanos en general ―dijo con un tono de fastidio Señor Sombrío, cuyo traje negro hacia juego con su título de superhéroe.
―Eso es porque ya no existen supervillanos. Ustedes pueden darse el lujo de revelar sus identidades y más ahora que son unas celebridades que viven de su imagen ―dijo Sailor Flower, cuyo traje hacia honor a su nombre.
―¿No que ustedes hacen lo mismo? ―preguntó Huracán.
―No negaré que varias magical girls se dedicaron de lleno a ser idol singers, pero el resto preferimos vivir una vida normal de estudiante ―le contestó Cute Witch―. Registrarnos en el registro de espers haría imposible aquello, además, no creo que los actos heroicos deban ser remunerados.
―¡Por favor! Eso me suena a envidia ―protestó Mentalista, una superheroína afrodescendiente.
―¡No es envidia! ―se quejó Sunny Girl―. Miren, estoy de acuerdo con que los superhéroes ganen muy buen dinero y eso incluye lo que ganan con la publicidad y propagandas, pero no tanto. ¿Novecientos mil dólares americanos por semana? Eso es tan escandaloso como un cura haciendo de puta.
―¡Sunny Girl, cállate! ―le riñó en el acto lo que pareció ser un gato parlante color naranja.
―¡Perdón, Solar!
―Es lo mismo que gana un jugador de soccer en España ―dijo Señor de las Mareas, alzando los hombros y tratando de no reírse.
―¡También eso es un escándalo! ¡No veo que donen ese dinero a...!
Vinieron las interrupciones y solo la intervención de General Power y Reina Marinerito, trajeron el orden al lugar.
―Por favor compañeros míos, todos ustedes saben cuál era mi postura respecto a este tema, desde que era conocido como Capitán Power. No lograremos nada con insultos y alterándonos.
―Concuerdo con usted General Power, yo también hice conocer mi postura respecto a la privacidad de las magical girls desde que era la Princesa Marinerito. Creo que no sería nada gentil mantener en ascuas a la gente.
―¿Qué propone, Reina Marinerito?
―Me temo, General Power, que debemos elaborar una agenda para una futura reunión. De esta forma, vendremos todos más dispuestos a llegar a un feliz acuerdo.
―Opino lo mismo.
La mirada de los dos campeones trajo consentimiento entre los presentes y bajó los ánimos caldeados.
Ese mismo día se elaboró la agenda y se dio a conocer esta a los televidentes en todas partes del mundo.
―¿Estuvo bien lo que hicimos? ―le preguntó un anciano al General Power.
―No te preocupes, Silver, fue lo mejor. El tema de la privacidad fue un escollo mayor de lo que anticipé. Eso y lo de las regalías.
―De eso no me retracto.
―Lo sé, viejo amigo, tú fuiste quien fundó la Alianza de la Justicia.
―Claro que no. Solo propuse que nosotros hiciéramos lo mismo que los supervillanos en su día, no creo que el dinero y la fama sean algo malos.
―Sí, pero creo que tanta fama y dinero tampoco son beneficiosos.
―No comiences con eso. ¿Sabes cuándo será la siguiente reunión?
―No, tampoco el lugar. No creo que ganemos nada si repetimos este fiasco de reunión, pienso que lo mejor será que yo entable conversaciones con Reina Marinerito antes de fijar una fecha y lugar. Así lograremos calmar los ánimos.
―Umm, ¿seguro que es eso? Vi como la observabas.
―No sé a qué te refieres.
―Me gustaría ser joven otra vez, sabes que solo puedo serlo por pocos minutos con mi poder.
El General Power se ruborizó, y no fue el único, en otro sitio diferente, era Reina Marinerito quien lo hacía al pensar en el líder indiscutible de los superhéroes.
―Perdón, ¿decías, Ballerina Hearth?
―Dije, que las cosas no marcharon muy bien. Los superhéroes americanos son muy radicales con esto del registro de espers.
―No puedes culparlos, las cosas en Norteamérica fueron muy duras.
―Lo sé, pero tampoco en Japón las cosas fueron como un ensayo en el escenario... ¿Qué?
―Hablando de escenario, ¿cómo van tus lecciones de ballet?
―¡Van de maravilla! Dicen que tengo talento para ser una Etoile.
―¡Qué felicidad! Estoy tan feliz por ti.
―Gracias, lamento no haber sido de mucha ayuda en esta reunión; con lo de los ensayos, no tuve tiempo para...
―Shuuu, tranquila, no tienes de qué preocuparte.
―Gracias, pero de todas formas me siento mucho más tranquila contigo como nuestra representante.
―Solo hasta que alguna de las chicas pida el puesto, después de todo, nosotras no formamos ninguna unión como lo hacen los superhéroes.
―Nadie puede hacerlo mejor que tú, eres maravillosa, eres, eres como nuestra madre.
―Fu, fu, fu, me halagas, pero creo que el futuro debe ser conducido por los jóvenes.
―Por favor, Reina Marinerito, tú no eres vieja.
―Lo soy para ser una magical girl. Ya tengo más de veintiuno, solo vine por pedido de todas. Es hora de pensar en el retiro y en el trabajo, las cosas no marchan muy bien en Japón, todos lo saben.
―Así que tú también tienes problemas.
―¿Tú también? ¿Qué quieres decir?
―Ya tengo dieciséis. A lo máximo, solo podre ser una magical girl otros dos años más; además, está lo del ballet, no creo que pueda ser una bailarina profesional y estar con las chicas al mismo tiempo. Estoy angustiada.
―Pobrecita, ven, no quiero que te angusties ―le dijo Reina Marinerito y la abrazó como una madre―. Sé que quieres estar con nosotras, pero debes pensar en tu futuro.
―¿De veras?, ¿eso crees?
―Extrañaré ver tus delicadas zapatillas en acción. Siempre dije que eran lo más maravilloso, comparables sus rayos solo con mi báculo. También extrañaré a Tenor y de seguro Nebulosa lo va a extrañar también.
―Más o menos ―dijo Nebulosa, una gata parlante en cuyo pelaje oscuro podían verse las estrellas infinitas y su marcha constante por el universo.
―Yo también te extrañaré, gata enojona ―dijo con un timbre cantarín, Tenor, un ruiseñor gato.
Reina Marinerito y Ballerina Hearth, vieron con rostros divertidos a sus animales mágicos y luego se rieron, olvidando las preocupaciones de la reunión.
CONTINUARÁ...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro