Aiden se comió los espaguetis en silencio. Tenían el mismo sabor que la vez anterior, cuando los había comido hacía mucho tiempo. Katie siempre había sido una buena cocinera desde el principio.

'Recuerdo que solía bromear sobre que ella abriría un restaurante si actuar no funcionaba en ese entonces'.

Recordó un momento de sus recuerdos cuando Aiden no había conseguido el sistema milagroso y todavía era sólo un aspirante a actor común y corriente.

Fue un buen momento, pero pensar en ello también le recordó a Aiden la dura realidad que tenía frente a él. Mucho había cambiado y ahora es irreversible.

Pensando en eso, dejó de comer y miró a Katie.

- ¿Cómo es? - Preguntó de repente cuando lo vio mirándola.

—Está bien como antes —murmuró, frunciendo el ceño—. Solo que has cambiado y no sé por qué.

Al oír eso, Katie pareció sorprenderse un poco, pero aun así respondió.

"No tuve elección."

"¿En realidad?"

"Sí."

"No, la gente siempre tiene una opción. Tú solo pensabas que era la forma más fácil de alcanzar el estrellato. Siempre lo quisiste y sabes que realmente te conviene. Después de todo, necesitas ser alguien a quien no le importe traicionar a sus amigos para lograrlo".

Aiden dijo en voz alta, mostrando un poco del enojo que sentía hacia Katie.

Al oír eso, se quedó en silencio y bajó la cabeza. Le dolía el corazón, pero no había forma de responder a eso. Aiden tenía razón y ella no podía hacer nada al respecto.

Necesitaba aceptar lo que había sucedido y lo que había hecho.

—Sé que te hice daño —dijo lentamente—. No hay forma de disculparse por ello. Lo sé muy bien. No hay vuelta atrás.

—Entonces, ¿por qué me llamaste aquí?

Aiden preguntó, mirándola a los ojos y ella luchó por mirarlos. Había una desesperación en sus ojos que él podía ver.

Él podía decir una cosa y era que ella no había venido aquí para vengarse de él. No era un plan extraño de Franco para vengarse de él.

—Yo... voy a dejar de actuar. Creo que después del juicio, de todos modos estaría en la cárcel. No tendré el dinero para compensarte si el tribunal me lo pide —suspiró—. De todos modos, incluso sin él, me iré de Los Ángeles y me mudaré a mi ciudad. Es una pequeña ciudad en Texas.

Parecía que el caso judicial que Aiden había presentado contra ella estaba en su mente. ¿Por qué no? Había muchas posibilidades de que él lo ganara fácilmente y eso significaba que ella pagaría muy caro por lo que hizo.

La ley era dura con este tipo de cosas.

"Solo quería decirte esto en persona. Quería verte una última vez. No estoy aquí para pedirte perdón porque sé que no lo aceptarás. Solo quería última verte en persona una vez. Lo que sea que hice no fue... algo excusable".

Murmuró mientras una lágrima caía de sus ojos, con remordimiento y arrepentimiento por todo su rostro.

Aiden no sintió nada al verla así. La siguió mirando con una expresión fría como una piedra, como si lo que ella decía no le llegaría al corazón.

Tal vez Katie había pensado que Aiden la perdonaría al ver sus lágrimas o tal vez simplemente quería verlo en persona una última vez.

Aiden no estaba seguro y había perdido la capacidad de confiar cuando se trataba de ella.

Al final, simplemente frunció el ceño.

"¿Qué vas a hacer en Texas?"

"Mis padres tienen una tienda de conveniencia y querían que yo me hiciera cargo".

"Entonces parecería que estarías demasiado ocupado para volver".

"No planeo hacerlo."

Después de eso, hubo un silencio en el aire.

Aiden tomó el tenedor y terminó de comer los espaguetis. Katie lo miró todo el tiempo, pero nadie dijo nada. No había nada que decir.

Dijeran lo que dijeran, Aiden acabaría gritándole y quizás eso era lo que ella quería: que se enfadara y dejara salir toda su ira.

Lamentablemente para ella, él quería guardarlo.

"Me voy ahora."

Dijo después de terminar la comida. Se levantó y la miró una última vez.

"En realidad tengo mucho que decirte, pero no quiero decirlo. No quiero desperdiciar mis sentimientos en ti. Éramos amigos y no terminó bien. Lo que hiciste... No entraré en detalles porque ya terminó. Pero nunca olvidaré lo que hiciste. Aún así, espero que tengas una buena vida por delante".

Después de decir eso, salió por la puerta mientras Katie seguía mirándolo de espaldas. Ella simplemente se quedó allí parada, sin poder decir nada mientras las lágrimas caían de sus ojos.

***

Nunca olvides lo que pasó, pero intenta seguir adelante. Eso era algo que Aiden sentía que era cierto para los humanos. Muchas veces, las personas estaban atrapadas en el pasado y Aiden no quería ser uno de ellos.

Una parte de él quería perdonar a Katie, pero esa parte de él era tonta. El perdón era algo que no iba a concederle. Al mismo tiempo, no buscaba venganza.

Eso se acabó.

Sentía que personas como Katie y Franco ya estaban por debajo de él y que no debía preocuparse por ellos.

Sentado en su auto luego de regresar, vio que Wade no estaba allí. Tom le dijo que se había ido a cuidar de Franco Li y comenzó a preguntarle sobre lo que había sucedido con Katie.

Aiden simplemente negó con la cabeza y sonriendo.

"No fue nada. Mi yo del pasado habría perdido el control frente a ella, pero salió mejor de lo esperado".

- ¿Qué le dijiste? - Tom levantó una ceja.

—En realidad, nada —dijo Aiden sonriendo—. Tengo mucho que decir, pero prefiero que no lo sepa. Mi amistad con ella terminó y no quiero terminarla con una pelea, así que simplemente la escuché y volví.

En realidad, Aiden había estado prácticamente en silencio para decirle a Katie que ni siquiera iba a desperdiciar su ira en ella, ya que al final era inútil.

Para él, la traición era el fin y nadie podía romper esa regla suya. Ni siquiera él mismo.

"Parece que has conseguido cerrar el capítulo".

Dijo Tom mientras notaba que Aiden parecía estar de mejor humor.

"Sí, lo vi. Vi lo que quería ver de ella. Si me hubiera quedado allí un poco más, no habría sucedido lo mismo. Me alegre de haber regresado rápido".

Al oír eso, Tom puso cara de confundido, pero no parecía querer preguntarle nada más. Katie era el pasado y no había razón para hablar de ella. Eso lo había entendido por lo que había dicho Aiden.

"Entonces, ¿qué sigue?"

"Bueno, ¿los críticos no están proyectando [Hex - Parte 1] hoy?"

Miró a Tom y él envejeció.

"Sí, me llamaron para que estuvieras ahí, pero parece que te están dando espacio porque creen que acabas de pasar por mucho, así que está bien si no asistes. De todos modos, dudo que la película fracase en este momento".

"No, estaré allí. He hecho una lista de personas que quiero conocer".

"¿Lista?"

Tom inclinó la cabeza. Nunca había oído que Aiden quisiera conocer a alguien. No era del tipo que tiene ídolos.

"Sí, una lista de personas que dijeron cosas negativas sobre mí cuando estalló la polémica. Sabes que mucha gente, incluso famosos, me hicieron quedar como un villano. Quiero ver sus caras ahora para saber qué dirán".

Aiden se rió al oír eso.

El hombre al que más quería ver era Alberto Dundley, el productor de la película que lo llamaba todos los días para insultarlo.

Ahora, las tornas han cambiado.

Alberto puede ser el productor, pero la película ya terminó. La gente común le ha mostrado un inmenso apoyo a Aiden y, con ello, ha obtenido un nuevo nivel de poder.

Planeaba usarlo contra Alberto.

***

Más tarde esa noche, varios críticos estuvieron allí para ver la proyección de [Hex - Parte 1]. Era una película de la que se habló mucho y algo que todos querían ver, especialmente después de la última semana.

Entonces, todos estaban emocionados y cuando vieron la película, se dieron cuenta de una cosa.

A pesar de la controversia, la película era tan buena que no había forma de que no funcionara. Olio Fermen había demostrado una vez más que era quizás el director más subestimado de Hollywood.

En cuanto a Aiden, todos sintieron una sola cosa.

"Sería una pena que su carrera se hubiera destruido. Es un actor fascinante".