4° mes
Los japoneses ya se habían acostumbrado a la primavera, niños jugaban en el parque y parejas caminaban en las calles tranquilamente; como Shoto e Izuku.
Pero entre ellos existía tensión en el ambiente. No habían dicho ninguna palabra desde que salieron del consultorio. El peliverde tenía una mirada pensativa, ¿Qué le iba a decir a Shoto?
— No quiero... — Izuku musitó apretando sutilmente la mano del bicolor. Shoto lo miro preocupado. ¿En serio no quería? Paró en seco en medio de la acera, mirando a Izuku directo a los ojos.
Izuku se sintió pequeño e indefenso hacia la mirada de este. La seriedad y preocupación hacia él y su bebé, esa mirada hizo llorar a Izuku. Suspiró. Shoto acercó el rostro de su marido hacia su frente, uniendo sus cabezas. Prosiguió a darle un beso de esquimal.
— Japón no te necesita siempre, héroe Deku. — Shoto susurró dándole una sonrisa, aún con sus frentes unidas. Izuku cerró sus ojos pensando en lo que dijo la Dra. y Shoto. — Toma la baja de maternidad.
— ¿Y si... — El bicolor se cruzó de brazos mirándolo divertido. Ya lo imaginaba, Izuku no va a ceder con solo eso. —...trabajo en casa? En la oficina...
Sonrió. Izuku amaba su trabajo.
— Podría ser, pequeño. — Le acercó su mano para que la tomara, este acepto con gusto. Y siguieron su camino.
Los héroes estan expuestos a rumores todo el tiempo. Y hay gente que trabajan para denigrarlos, exponiendo los rumores.
Nadie es la excepción: Creati, Endeavor, Chargebolt... Todos fueron expuestos a rumores oscuros, denigrantes y, la mayoría, falsos.
Pero... nunca habían hablado sobre la vida personal de los héroes: Shoto, Dynamight y Deku.
Hasta que...
Izuku trabajaba en su computadora. Estaba en la sala de estar escribiendo un informe sobre el crimen de la calle XX hasta que el timbre sonó. Se paró lentamente hacia la entrada.
— ¡Izuku! Por lo que veo no has visto las redes sociales... ni la televisión— La castaña parecía preocupada. Se adentró en el hogar y tecleó por algunos segundos en la computadora del peliverde.
— ¿Qué pasó? ¿Ese es...? — Al ver lo que le estaba mostrando la castaña sabía de que se trataba. —...El show de los chismes.
— Hablaron de ti. ¿Y adivina quién fue al programa? — Izuku dio una mirada aversiva al ver el rostro de la chica ya adulta. La conocieron cuando tenía 15, pero seguía teniendo cara de una niña mimada.
— ¿Sabes? Ya soy adulto. No voy a discutir por eso... — Cerró la laptop ignorando el show. — Pero... ¿Qué dijo la víbora?
El tono cínico de Izuku hizo que le dieran pequeños escalofríos.
— Dijo que tú eras una perra ya que le robaste su esposo. Eso con mucha furia. — Izuku solo se cruzó de brazos. La verdad, ella tenía razón.
Izuku sí le robo a su prometido, que era Shoto Todoroki. SU novio. Pero la chica, de un día para otro, con el dinero de su padre le pagó a Enji para que su hijo se casara con ella.
Pero eso es otra historia...
— Me siento de algún modo aliviado. — Ochako e Izuku estaban en la cocina cocinando. Ya era tarde, y se habían quedado hablando sobre cuando eran jóvenes y así... Cosas de viejos. El peliverde había tomado clases de cocina hace algunos días y ya se notaban cambios. — Elegiría que fuera ese rumor, que se sepa sobre mi embarazo.
Se quedó algunos segundos pensativo. La castaña coloco su mano en el hombro de su mejor amigo. Amaba a su amigo demasiado y mataría a quién sea para demostrarlo.
El sonido tintineante del llavero hizo que Ochako e Izuku miraran hacia la puerta. El peliverde sonrió inmediatamente.
Su esposo había llegado a casa.
— Tadaima... — Shoto tenía una voz roca, una voz de una persona exhausta. Al ver a Izuku, caminó lentamente hacía su cuello. Y ahí quedó, descansando mientras el peliverde le hacía cariños en la espalda y le preguntaba sobre su día.
— ¡Okaeri! — El bicolor venía agotado, quizás casi muerto. Pero se quedó hablando con Izuku y Uraraka unos minutos.
Shoto cenó con ellos e hizo algunos quehaceres, siempre al lado de Izuku. Quería pasar el mayor tiempo con él. Su bebé ya tiene 4 meses, y era el mes más asintomático de todos.
Se habían despedido de Ochako hace algunos minutos, por lo que Shoto e Izuku se acostaron de inmediato. Shoto suspiró cansado y se quedó abrazando a su pareja por un tiempo.
— Amor... — Un quejido se escuchó en la oreja del peliverde. Río por las cosquillas, llevó su mano hacia su vientre sin pensarlo, era una costumbre desde hace algunas semanas. — Creo que ya es hora de comprar ropa nueva.
— Es cierto... solo has vestido mis camisas. — Se giró y lo abrazó para que el pecoso fuera la cucharita pequeña. — ¿Vamos mañana?
— Temprano... por... favor... — E Izuku cayó rendido en los brazos de Shoto. El bicolor solo llevo sus manos al vientre de su marido. Y sonrió enamorado.
— Buenas noches, amor... buenas noches, cielito mí–
...
...
...
Una patada. Shoto sintió una sutil y frágil patada.
— ¿¡Lo sentiste?! — Izuku se paró emocionado. Shoto solo tenía una sonrisa de oreja.
Su sueño se estaba volviendo realidad, poco a poco...
¡Hola Hola!
Lamento no haber escrito en mucho tiempo, pero me vino la creatividad ayer a las 4 A.M.
Si hay alguna sugerencia, error, etc. No duden en escribirlo.
¡Muchas gracias por leer mi historia!
Adieu!
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