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— Amor... ¿hice algo malo? ¿Te sientes mal? Si quieres no hacemos la fiesta... — Shoto no sabía que le pasaba a su pareja. Lo tomó por sorpresa, pero cambió al ver que Izuku no respondía y escuchaba el temporizador del horno.
"¿Se equivocó en la comida?" La preocupación crecía en el bicolor. Bajó para apagar el horno. Si Izuku no quería hablar con él, ¿Quién podría saber...?
Ochako.
— ¿Hola? ¿Shoto? — Uraraka se escuchaba caminando por la calle. Shoto suspiró, tal vez ella tendrá respuestas.
— Eh... U-Uraraka... — La castaña se tensó. Que él tartamudeara ya era mala señal. — ¿T-tú...
— ¿Shoto qué paso? ¿Izuku está bien? — Ya se estaba imaginando lo peor. ¡¿Terminaron e Izuku se quedará solo con el bebé!?
— ¿¡Tú sabes por qué Izuku está enojado conmigo?! ¿¡Es mi culpa!? — Escuchaba como la voz del bicolor se quebraba ligeramente. Río. Uraraka se estaba riendo de él.
— Shoto, Izuku no está enojado ni nada. Y... sí, sí es tu culpa. Adiós~
Cortó la llamada. Oh dios... ¿Qué mierda había hecho?
Subió lentamente las escaleras. Pensaba, unía, recordaba algunas cosas que quizás hizo disgustar a su pareja. No, Uraraka dijo que no estaba enojado. ¿Triste? ¿Avergonzado?
No se dio cuenta que ya había llegado a la puerta del baño. Estaba abierta. Divisó a Izuku arreglado con una mochila en la mano.
— Vayamos a almorzar a Himawari. El menú almendra... — Preocupó un poco a Shoto. Solo piden ese menú cuando hay noticias. La última vez que comieron en ese lugar fue cuando se graduaron, Shoto le entregó las llaves de la casa.
— ¿A-ahora...? — Izuku asintió tímidamente.
Se quedaron viendo la vitrina del restaurante. No había cambiado casi nada. La nieve caía lentamente. Caminaron hacia la entrada y una mesera les dio la bienvenida.
— Ah... Nuestros clientes más antiguos. Recuerdo cuando eran adolescentes y venían por el desayuno. ¿Qué les trae por aquí?
— Hola Aiko, solo por el cumpleaños de Shoto. — Shoto se sentía tan confundido. ¿Sólo era por eso? No, Izuku es un pillo y sensible, no habría venido solo por eso. El peliverde le entregó una de esas sonrisas a la chica y caminó hacia la mesa cerrada saludando a las demás personas en el restaurante.
— De acuerdo... ¿Ya saben qué pedir? — La chica preguntó amablemente. Al ver sus miradas escribió automáticamente. — La verdad, no sé para qué pregunté. Dos menús Almendra.
Pasaron algunos minutos y ninguna conversación hubo entre ellos dos. Shoto quería preguntar tantas cosas.
— Eh.... Izuku... — La puerta se abrió llegando Aiko con las bebidas y la entrada: soufflé de limón y almendra. —...nada. Muchas gracias.
— ¿Qué querías decirme, Shoto? — Izuku empezó a actuar sospechoso. No sospechosamente nervioso, sino sospechosamente seguro. Eso, hizo a Shoto sentirse nervioso.
— Sí... Uraraka me dijo que es mi culpa, yo... — Izuku lo pausó drásticamente.
Maldecía tanto a su amiga.
— V-voy a hacerlo directo... O sino empezaré a llorar. — Izuku hurgó en su bolso. Shoto estaba confundido, asustado... ¿Iba a romper con él?
...
¿Por qué le entregó un test de embarazo positivo?
...
— Vamos a ser padres, Shoto...
...
...
...
...
...
— Ehh... ¿Quieren Refill de sus bebidas? — Aiko entró viendo esa escena. — Oh... — Lo único que pudo hacer la mesera es retroceder lentamente de espaldas. — ¡No vi ni diré nada!
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