37
Kara
Tal vez la pregunta fue muy acelerada porque ella se había quedado en silencio. Me arrepentí al instante al notar lo estúpido que había sido mi petición. Su mandíbula se había tensado y sus ojos no mostraban ninguna emoción.
—Bueno, es tu elección —comenté nerviosa —. Es decir, es tu elección.
—En realidad si quiero ir contigo —reveló.
La miré sorprendida y Lena bajó la cabeza con una sonrisa.
—Pero sería algo difícil —continuó Lena.
—Lo sé, no creo que tu madre vaya a aceptarlo —dije triste.
—En realidad es algo más complicado.
Mi confusión apareció y Lena me tomó de la mano. Me llevó afuera del Internado para estar en un lugar más privado.
—Legalmente, Lilian no tiene poder sobre mí —dijo Lena tropezandose con las palabras.
—¿Qué ella qué?
Lena respiró hondo y se cruzó de brazos.
—Antes que mi papá muriera, se divorció de Lilian, es por eso que la herencia la tiene mi hermano, incluyendo el poder sobre mí.
—Pero Lex al estar en la cárcel, Lilian te cuida... Bueno si a eso se le puede llamar cuidar.
Lena rió y pasó un policía cerca de nosotros. Nos quedamos en silencio esperando a que se vaya y la conversación siguió.
—Eso es lo que todos creen. Lilian no tiene ningún derecho legal para ser mi madre. No conozco a ningún familiar de mi papá, pero queda alguien... mi madrina.
—¿Tienes una madrina?
—Cuando mi papá viajó a Irlanda, conoció a una mujer que lo ayudó a no perderse en los pueblos del país. Su nombre es Dayana, ella es la hermana de mi mamá biológica y también mi madrina.
—Entonces, cuando tu padre falleció, Lex se convirtió en tu apoderado, pero él está en la cárcel y ya que no tienes ningún primo o tío que conoces...
—Dayana es mi apoderada.
WoW, muy bien, esta es demasiada información para mi pequeño cerebro. Lilian no tiene ningún poder sobre Lena, pero entonces, ¿por qué Lena vive con ella?
—Y... ¿Donde está tu madrina?
—Ella vive en Irlanda, pero lamentablemente no puede venir a Estados Unidos. Mi padre le dió una fortuna a mi mamá para que me pueda criar. Cuando mamá murió, todo el dinero se heredó a Dayana, pero cuando Lilian se enteró de eso, la amenazó con la muerte si venía a Estados Unidos para llevarme.
—Es por eso que vives con Lilian.
—Exacto. Lilian decide la vida que yo tengo, pero si en cualquier momento, mi madrina se entromete, ella gana legalmente. Así que, si logro comunicarme con ella, le podría pedir para quedarme contigo y Lilian no puede hacer nada.
—¿Y por qué no lo haces? —pregunté emocionada.
—Lilian eliminó toda información sobre ella que existía en la casa. No sé cómo comunicarme con mi madrina. Además, no quiero que esté en peligro.
Miré a Lena como se sentaba frustrada al lado de una patrulla. No puedo dejar que ella regrese con Lilian. Le va a hacer la vida imposible cuando ella se entere que Lena ayudó a la policía. Desearía que mi novia pueda venir conmigo, pero claro, su madrina puede estar en peligro.
Un foco se prendió en mi cabeza y mostré una gran sonrisa. Me acerqué a Lena y ella me vio confundida.
—Winn puede conseguir el número de tu madrina —le informé feliz.
—Pero Lilian...
—Lilian no le hará nada —le interrumpí —. ¿Ya te olvidaste que me tienes a mi de tu lado?
Lena rió pero a los segundos su rostro se volvió a uno más preocupado. La miré confundida y me agache a su lado. ¿Estará herida?
—Maldición, me olvidé completamente de Winn —dijo, mientras se levantaba con rapidez y regresaba al Internado.
Cuando vi que estaba dispuesta a entrar al edificio de los hombres, decidí seguirla. No sabíamos si aún el lugar estaba totalmente seguro y no iba a permitir que le pasara algo después de haber luchado tanto.
Subimos hasta el piso donde se encontraba la habitación de Winn y Lena, literalmente, derribó la puerta.
—¿Winn, estás aquí? —preguntó Lena, preocupada.
—Maestro Yoda, si existes, regálame un poco de tu fuerza para vivir —susurró alguien.
Con el ceño fruncido me acerqué a la cama y me agaché para así encontrarme a Winn escondido.
—¿Q-qué haces ahí?
—Winn deja de hacer estupideces, sal de ahí que necesito tu ayuda —dijo Lena, mientras jalaba del brazo a Winn para que salga —. Necesito que me busques el número de alguien.
—Claro solo dame el nombre y en unos minutos ya tengo el número. Y por si acaso, yo estaba... asegurando la zona.
—Sí, Winn, vigilabas la zona desde debajo de la cama —dijo Lena.
—Espera, —los dos me miraron—¿cómo sabes conseguir el número de gente desconocida?
—Kara, esos son dotes que tú no entenderás y por eso es mejor que no te las diga.
Winn se fue y Lena se encogió de hombros. Rodeé los ojos y salí del edificio con mi novia.
Los pelos se me pusieron de punta al ver a Eliza hablando con Alex. Las dos estaban con los brazos cruzados y el ceño fruncido. Claro, típico de la familia Danvers.
—Deberías hablar con ella —sugirió Lena, poniendo su mano en mi hombro.
—Mamá debe estar super molesta conmigo —musite.
—Lo sé, cualquiera lo estaría. Yo también lo estoy. Pusiste en riesgo tu vida.
—No estás ayudando, Lena.
—Solo ve, Kara. Siempre debes tener una buena relación con tu mamá... Tú y yo entendemos muy bien las razones —. Me dejó un beso en la mejilla y yo sonreí de lado —. Debo ir con Winn, buena suerte.
—Igualmente.
Respiré hondo y me dirigí a Eliza. Cuando ella me vio, yo me quedé helada y sin saber que hacer. Ella se acercó hacia mi casi corriendo y me dio un gran abrazo.
—Que bueno que estes bien —dijo con un tono de preocupación.
—¿N-no estás molesta?
—Sí, y mucho. Igualmente con Alex por no haberme dicho nada, pero no quiero hablar de eso ahora. Solo quiero saber que no estás herida.
—Estoy bien, mamá. Solo me siento como... humana.
—Bienvenida al club, hermanita —comentó Alex.
—Alex, no es momento de bromas. Vamos a casa para que descanses.
—Sí, es que...
Voltee para ver a Lena que estaba hablando por teléfono (posiblemente con su madrina). Mamá levantó una ceja y yo me sonroje.
—Kara, ¿tienes algo que contarme? —preguntó intrigada.
—Lena es la novia de Kara hace 5 meses —confesó Alex hablando rápido.
—¡Alex! ¿Por qué no le dices a mamá que eres novia de Maggie hace dos años solo que siempre están lejos?
—¡Kara!
—¡Tú comenzaste!
—Dejen de pelear —nos detuvo Eliza y suspiró —. Vayamos por pasos. Primero, las dos son lesbianas —. Alex y yo nos miramos y asentimos con orgullo —. Tienen novia... obviamente las dos mujeres... maldición ahora, ¿cómo tendré nietos? —. Mi hermana y yo la miramos molesta, creímos que iba a decir algo más serio —. Cómo sea, regresando al tema, las dos estarán castigadas por un mes. Alex, no podrás ir a ninguna fiesta y Kara, no podrás volar en el bosque.
—Eso no es justo, ¿por qué yo? —alegó Alex.
—Porque tu terminaste el internado y nunca dijiste nada.
Mientras mamá y Alex discutían, yo me acerqué a Lena. Estaba sentada en el suelo con el teléfono en la oreja. Creí que iba a estar nerviosa o algo así, pero se veía muy feliz. ¿Cuánto tiempo perdió el contacto con su madrina? Ella, al verme, se levantó al instante.
—Kara, ¿dónde está tu mamá? —preguntó rápido.
—Uh, está allá con Alex —señalé con el dedo hacia atrás mío.
—Dayana dice que sí puedo quedarme contigo, pero quiere hablar con tu mamá.
—¿E-ella quiere hablar con... mi mamá? ¿Cómo una conversación entre suegra y suegra? —bromeé y Lena rodó los ojos.
—Solo apúrate —dijo, jalandome del brazo.
Cuando Alex y Eliza nos vieron, se quedaron calladas. Lena tomó mi mano con firmeza y yo respiré hondo.
—Esta bien, Kara, no va a pasar nada.
—Se supone que la nerviosa deberías ser tú.
Alex nos veía con una sonrisa y eso me calmó un poco. Kara, tranquilízate, no puede salir nada malo. Solo le vas a presentar a Lena.
—Mamá, quiero que conozcas a Lena Luthor, mi novia —dije orgullosa.
—Un gusto, señora Danvers —saludó Lena con una sonrisa.
Lena y mamá comenzaron a conversar, mientras yo me concentraba en ver a la ojiverde. Me daba una enorme calma solamente mirarla. No sé qué habría hecho si la perdía. En realidad, no sé qué rumbo hubiera tomado mi vida si nunca la conocía.
Lena volteó la cabeza hacia mí y sonrió. En realidad, las tres me estaban mirando. Yo levanté una ceja confundida.
—Kara, te acabo de preguntar algo —avisó Lena riendo, se acercó hasta mí oreja y susurró; — debes decirle a tu mamá sobre quedarme en tu casa y bueno lo que yo sé sobre tí.
—Ah, claro, lo había olvidado. Mamá... hay algo que debo confesarte —dije con una sonrisa nerviosa —. Verás... Lena no puede regresar a casa así que pensé que podría vivir con nostros en las vacaciones.
—¿Y eso a que se debe?
—Su madre... Lilian Luthor... sabe que soy kryptoniana.
—¡¿Qué ella que?! ¡Kara! —expresó Eliza, molesta — Espera, ¡¿Lena también lo sabe?!
—Le puedo asegurar que Kara no tiene la culpa de nada. Es mi madre que tiene una manía con los alienígenas —explicó Lena, tratando de calmar las cosas —. Y sobre lo otro, le prometo que yo jamás usaría esta información para perjudicar a Kara. Ella me salvó la vida y estoy totalmente agradecida, porque confía en mí igual que yo confío en ella y en usted.
—¿Qué pasará con tu madre? No puedes irte de casa porque quieres —preguntó más calmada.
—Verá, Lilian no tiene poder legal sobre mí. Es mi madrina Dayana la que decide todo. Es solo que ella vive en Irlanda porque fue amenazada por Lilian, pero he logrado contactarme con ella y me ha pedido para hablar con usted.
Eliza lo pensó por un momento, pero al final se rindió. Extendió su mano y Lena feliz marcó el número de su madrina. Le dió el teléfono y Eliza se alejó un poco para conversar.
—Ustedes dos estarán mucho tiempo en la cárcel —avisó el padre de Carla, mientras esposaba a Taylor y Annie.
—¡Ya déjame en paz, estúpida niña! —gritó Sacha, tratando de quitarse las esposas.
—Creo que esto ya lo hemos vivido antes, eh —comentó Carla, sacudiendo el cabello de Sacha.
—No entiendo como ustedes dos lograron ser... compañeras —dijo Lena con los brazos cruzados.
—Un momento, ¿Carla y tú llevándose bien? ¿De tanto me he perdido? —preguntó Alex confundida.
—En realidad, de mucho, Danvers.
Maggie abrazó por detrás a Alex y mi hermana rió.
—Alex Danvers, ¿podríamos volver a ser novias... Oficialmente? —preguntó Maggie.
—¿En serio me estás preguntando eso, Sawyer?
Alex tomó el rostro de Maggie y le dio un gran beso. Wow, Maggie dejándose llevar por mi hermana, eso es algo nuevo. Lo que más me tomó por sorpresa fue cuando Lena me abrazó por la cadera y unió nuestros labios.
—¿Y eso por qué? —pregunté con una sonrisa.
—No lo sé... es solo que me siento tan aliviada porque todo haya terminado. Ahora puedo estar contigo sin ninguna preocupación —explicó Lena y yo asentí.
—Te prometo, Alex, con el gran corazón que tengo, que te visitaré —juró Maggie.
—Eso dijiste el año pasado y nunca viniste —recordó Alex.
—Lo sé, pero ahora tengo un motivo; no puedo perderme ningún momento importante de esta par de tórtolas.
Maggie nos miró y yo me sonroje al pensar en algo... no muy sano en realidad. Maldición me estoy volviendo como Maggie, eso me pasa por pasar tanto tiempo con ella.
—¿En qué piensas, amor? —preguntó Lena cerca a mí.
—Uh, en lo... hermosa que eres.
La cara de Lena mostraba que no me había creído ni un poco. Rayos, ahora Lena me recordara esto para siempre.
Eliza regresó con el celular en la mano. Lena y yo la miramos impaciente para saber cuál fue la decisión de Dayana. Mi mamá se cruzó de brazos y sonrió.
—Después de 11 años, no voy a regresar a casa de Lilian —reveló Lena, mientras caminabamos hacia el auto. Ella se detuvo y bajó la cabeza —. Kara, en serio, gracias por querer que yo sea tu invitada.
—¿Invitada? —. Reí y ella me miró extrañado —. Ahora esa será tu hogar por dos meses y tú no serás ninguna invitada. Vamos a casa, amor.
Llegamos al auto y Alex y Lena se subieron.
—¿Te veré pronto, Sawyer?
—Eso espero, Danvers.
Abrí los brazos y Maggie rodó los ojos. Me aceptó el abrazo y las dos reímos. Nunca me imaginé que Maggie pudiera interferir tanto en mi vida. Sinceramente, ella me abrió los ojos en mis emociones.
—¿A mí también me extrañaras? —preguntó Winn.
—Obviamente, pero con una condición... Deja de estar encerrado en tu habitación leyendo y jugando videojuegos todo día y trata de ser una persona normal.
—Sabes que eso jamás pasará.
—Lo sé.
Los dos chocamos puños y el se despidió con la mano. Me subí al auto y cerré la puerta. Cuando vi a Carla apoyada en la puerta, bajé la ventana.
—¡Hey, Carla, te prometo que estudiaré mucho para entrar a la universidad! ¡Así estudiaremos cinco años más juntas! ¡Sí!
—Aun te seguiré odiando —comentó, mirando hacia otro lado.
—¡Yo también te quiero, enana!
—¡¿Cómo me acabas de llamar, idiota?! —gritó Carla, acercándose con paso rápido al auto.
—Muy bien, vámonos chicas —avisó Eliza con una sonrisa, poniendo en marcha el auto.
Cuando me di cuenta que realmente todo había terminado, me sentí muy cansada. Al parecer mi cuerpo estuvo aguantando hasta confirmar que no estábamos en peligro.
Rodee mis brazos en el cuerpo de Lena y coloqué mi cabeza en su hombro, para así caer en un profundo sueño.
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Ya se habrán dado cuenta que este capítulo me costó un poco y me demoré. Es solo que... cómo que todo se juntó y mi imaginación cayó por los suelos: Wattpad no trabajaba bien, GuardianCorp sigue en Supergirl, en el trailer Lena bota espuma por la boca, Kara está volando con Lena en brazos y no está como Supergirl, muere mi villana favorita de la serie, aparece otra WorldKiller, Maggie le manda un mensaje a Alex, Barry sigue en la cárcel, se filtraron fotos de Iris siendo velocista... pero...PERO QUE ESTÁ PASANDO AQUI >:V No sé, yo sentí que algo había muerto dentro de mi oscuro corazón. Pero bueno ya estoy de regreso :v
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