3
El sonido del reloj hacer "Tic-Tac", era en lo único que me concentraba. La voz del profesor dando su clase, solo era una pequeña distracción que mis oídos lograron evitar. Quiero saber cual es el limite de mis poderes, quiero saber que siente mi primo al salvar a la gente, yo quiero saber que se siente ser un héroe. Cerré los ojos y respiré profundo. Comencé a escuchar sonidos que estaban a kilómetros de aquí y en mi cabeza me imaginaba como sería el lugar. Podía escuchar de todo: las aves cantar, los niños jugar, las olas del mar; todo era perfecto... hasta que...
"¡Ayuda! ¡Por favor!" Pude escuchar el grito de una mujer. Abrí los ojos de golpe. Un incendio, pensé. "¡Mi hermana está adentro! ¡Por favor!" Cerré los puños y apreté los dientes con fuerza. Me sentía inútil al no hacer nada.
—Clark, por favor, haz algo—susurré, con las esperanza que me escuchase.
Después de eso, se escuchó un gran estruendo y el grito desgarrador de esa mujer. Miré hacia abajo, tratando de no aceptar lo que había sucedido. Una persona había muerto. Clark nunca lo supo y yo... yo no hice nada, porque siempre me retengo, siempre pienso "¿por qué tengo que ser un héroe, si ya hay uno en la Tierra?"
Me sobresalté al escuchar el timbre, indicando que había terminado la clase. Levanté la mirada y todos ya se estaban yendo. Giré la cabeza hacia la derecha y Lena no estaba. Tomé mi mochila y me levanté. Al voltearme, me encontré con la mirada de Lena justo en mí.
—Hola —dijo.
Me asusté y retrocedí de un salto. Lena no mostraba ninguna expresión, solo me veía. Trague saliva y traté de tranquilizarme.
—Le-lena, creí que t-te habías ido—tartamudee, Lena se encogió de hombros.
—El profesor de historia no pudo venir, ya que tuvo un incidente. Tenemos dos horas libres y me preguntaba si querías estar conmigo en ese tiempo.
—Am... supongo que sí puedo— acepté.
Lena asintió con la cabeza y comenzó a caminar a la salida. Yo reaccioné y la seguí. Mientras caminábamos por los pasillos, mucha gente nos veía. Aunque no me incomodaba mucho, era raro que yo fuera el centro de atención.
—Tú solo sigue caminando—dijo Lena.
Al final, pudimos salir del colegio. Afuera, la mayoría de estudiantes conversaban y otros jugaban algún deporte. Miré a Lena y ella estaba con las manos en los bolsillos y la cabeza en alto.
—Dime, Kara—, comenzó a hablar—. ¿Maggie está en la habitación?
—En la mañana me dijo que estaría con unas amigas. Supongo que no.
—De acuerdo
Y otra vez se creo ese gran silencio. Llegamos a la "Zona A". El lugar estaba medio vació. Era comprensible, ya que no todos habían perdido sus clase de historia. Llegamos al ascensor y Lena presionó el botón. Las puertas se abrieron y dos chicas al vernos, prefirieron salir del elevador. Lena y yo enteramos y ella presionó el botón hacia el tercer piso.
—¿Tu nombre completo es Kara Danvers, no? —preguntó sin mirarme.
—Sí
—Eso significa que tu padre es Jeremiah Danvers —dedujo.
—Era —le corregí —. Te lo dije antes, fui adoptada por la familia Danvers, pero mi padre adoptivo falleció en un accidente de auto.
Un momento, ¿cómo sabía que mi padre era Jeremiah? Yo nunca mencioné nombres.
—Claro... lo había olvidado. Al principio no podía creer que otra Danvers había venido a este internado.
—¿Conociste a mi hermana?
—No, solo sabía que estudiaba aquí. En realidad... Tú eres una de las pocas personas a las que me he acercado— dijo esta vez viéndome —. Y es raro, porque creí que me tendrías miedo.
—Debo admitir que aún tengo un poco de miedo.
—¿Tus padres adoptivos trabajaron una vez con Superman, no? Si más no recuerdo.
—S-sí —dije un poco nerviosa. No, no pienses locuras, Kara, ella no puede saber tu secreto, pense.
—Es curioso que tu madre haya decidido enviarte aquí sin contarte ese pequeño detalle —susurró Lena —. Es obvio que, ya al haber mandado a otra persona aquí, sabe como es la gente en este lugar.
Yo la miraba extrañada. Se notaba que ya no estaba hablando conmigo. Así estuvimos hasta que las puertas del ascensor se abrieron.
—Oh, lo siento. Aveces pienso en voz alta —dijo con una sonrisa.
Cambiamos hasta nuestra habitación. Ella sacó su llave y abrió la puerta. Lanzó su mochila en su cama y se sentó en el sofá. Yo solo me quedé parada sin saber que hacer.
—Kara, quiero que me prometas algo. — yo asentí un poco dudosa. —Después de lo que te voy a enseñar, no me tendrás miedo y no me evitarás como lo hacen todos los estudiantes de este este lugar.
—Yo... —la miré indecisa, sin saber que responder, pero si ella confiaba en mí, yo debo mostrarle esa confianza. Levanté más la cabeza y la miré a los ojos —. Lo prometo.
Ella me miró por unos segundos, para luego pararse. Caminó hasta su cama y de debajo de esta, sacó una laptop. Luego, regresó a la televisión y la conectó.
—Creo que es necesario que te muestre esto, antes que tengas una... Relación amistosa conmigo. Aunque, me parece extraño que no lo supieras antes.
Levanté una ceja extrañada. Realmente no entendía lo que yo estaba haciendo. Cuando llegué a este lugar, me prometí estar lo más alejada posible de la gente pues no quería crear malas relaciones. Pero he aquí, estoy comenzando una amistad con la chica más temida del internado.
—¿Me vas a enseñar la razón por la que estás aquí? —me aventuré a preguntar.
—Eso será para otro día. Ven.
En la televisión apareció un vídeo sin reproducirse. Me senté al lado de Lena. La vi de reojo y pude notar un poco de nerviosismo en ella. ¿Qué tan malo podía ser el vídeo, para que ella se imaginara que yo saldría de la habitación corriendo y diciéndole que nunca más se acerque a mi?
La laptop estaba en la pequeña mesa. Lena colocó el dedo encima del botón para reproducir, pero vi que le temblaba la mano. Suspiré y yo misma presioné el botón, dando paso a que empiece el video.
—Estas son las últimas noticias del Daily Planet — dijo una mujer en un helicóptero. Lois Lane, pensé. Clark me la había presentado hace un año, eran una bonita pareja —. Casi toda la ciudad de Metrópolis está destruida por la gran pelea del enemigo Lex Luthor, contra nuestro héroe Superman.
No podía creerlo. Por eso reconocía el apellido Luthor. Por eso la gente le tiene miedo a Lena, pero ¿Por qué a ella? Los problemas son con Lex Luthor, no con Lena Luthor.
Mire a Lena y ella estaba con la cabeza agachada. No se atrevía a ver el vídeo. Levanté la mirada hacia la televisión nuevamente.
Lex Luthor estaba con una gran armadura verde y morada. Aunque se veía muy poderoso, se notaba que mi primo estaba ganando. De su gran mano robótica, lanzó un láser verde. Clark retrocedió varios metros, pero en su rostro se notaba que aún tenía las cosas bajo control. Voló hacia Lex y se creó una gran bola de humo.
El helicóptero llego a aterrizar y Lois con el camarógrafo se acercaron lo mayor posible. El humo comenzó a disiparse y se podía ver a Lex, sin su armadura, siendo levantado por Superman. Los policías comenzaron a llegar y rápidamente esposaron a Lex.
—¿¡No se dan cuenta de lo que están haciendo!? — gritaba Lex —. ¡Superman en algún momento se revelará y nos matará a todos! ¡Es una amenaza! ¡Una amenaza!
El vídeo terminó y yo quedé atónita. No sabía que decir. Mi boca se movía pero no producía ninguna palabra. Lena cerró la laptop. Y como si no le importara, la lanzó a su cama.
—Ahora tienes una buena razón para odiarme o temerme —dijo Lena sin ganas.
—Lena...
—O mejor aún, ¿Porque no me ignoras y ya? —dijo parándose de golpe. Se quedó en silencio y luego soltó una pequeña risa sarcástica —. Fui una estúpida, pensar que siendo amable contigo, podría crear una amistad, pero lo había olvidado; mi apellido es Luthor. ¿Soy una Luthor, no? Mi futuro es estar en la cárcel o peleando en trajes mecánicos contra Superman.
—¡Lena mírame! —. Ella dejo de hablar.
Yo me levanté y me coloqué alftente de ella. Lena me miraba con los ojos bien abiertos. Di un paso hacia adelante y la abracé. Ella no hizo nada. Pensé que ya lo había arruinado todo, no la conozco aún muy bien. Pero abrí los ojos de golpe al sentir como ella me respondía el abrazó. Cerré los ojos nuevamente con una pequeña sonrisa. Rodeó sus brazos en mi cuerpo con fuerza, como si esto era lo que necesitaba desde hace tiempo y no quería alejarse nunca mas..
—No voy a juzgarte por tu apellido.
—¿Lo prometes? —preguntó. Yo reí.
—Claro que sí.
Nos quedamos unos minutos más así. Solo nos abrazabamos. La sensación que tenía en esos momentos era extraña, pero me sentía bien. Si ella tuvo la valentía suficiente para mostrarme ese vídeo, es por una razón. Ella podría haber seguido como antes, sin decirme nada. Porque tomó el riesgo que yo podría asustarme y abandonarla. Rápidamente abrí los ojos al escuchar la puerta abrirse.
—¿Kara estás a...
Maggie no pudo terminar la pregunta por la escena que estaba observando. Rápidamente Lena y yo nos separamos. Miré a Lena, tratando de darle una explicación a Maggie, pero ella estaba nuevamente con sus expresiones serías. Colocó las manos en sus bolsillos y se fue sin decir ninguna palabra. Perfecto, estoy sola en esto.
—Te juro que yo...
—Estas jugando con fuego, Danvers —me interrumpió.
—¿Por... Por tener una amistad con Lena? —pregunté un poco enojada. Después de todo, no puedo creer que Maggie sea como los demás que juzgan a Lena.
—Claro... "amistad"— dijo, haciendo una comillas con los dedos —. Oh esto terminará muy mal.
Maggie se rió en voz baja, mientras se echaba en su cama con los brazos atrás de la nuca y las piernas cruzadas.
—¿De qué hablas? ¿Podrías al menos explicármelo?
—Mmmm... No —dijo —.¿Sabes? El internado es un lugar muy aburrido y necesito un poco de entretenimiento.
—Maggie Sawyer, ¿me vas a utilizar como un juguete de diversión? —dije, acercándome más a ella —. ¿Sabes que puedo derretirte la cara en este momento, no?
—Bueno... Si puedes hacerlo, pero ya veremos como reacciona tu hermana.
—¿Qué tiene que ver Alex con todo esto?
Maggie explotó en risas y yo me senté en el sofá sin entender nada.
—Oh, pequeña Danvers. Eres tan inocente y despistada.
Frunci el ceño sin entender nada. Maggie se volteó y ya no dijo nada. Me levanté del sofá y me dirigí a la puerta para irme, pero me di cuenta que Lena había dejado sus llaves en la cama. Miré a Maggie y ella ya estaba dormida.
—Lena regresa muy tarde a la habitación... será mejor que la busque y le de sus llaves —susurré para mí misma.
—Maggie, voy a salir —le avisé.
—Ok... —dijo somnolienta —. Anda a buscar a tu chica.
—¿Qué? ¡Maggie!
Maggie nuevamente se rió y yo rodeé los ojos. Salí del cuarto y Lena no estaba ahí. Baje por las escaleras hasta el primer piso. Al salir de la "Zona A", me quedé estática. Ahora que lo pienso bien, ¿cómo podía encontrar a Lena en un lugar tan grande?
Haber piensa, Kara. ¿Qué hace Lena la mayor parte del tiempo? Claro... la biblioteca. Caminé a paso rápido hacia el colegio. Subí las escaleras al segundo piso y en silencio abrí la gran puerta que daba a la biblioteca.
—¿En qué puedo ayudarte? —preguntó un chico de no más de 20 años.
—¿Tú eres el encargado de la biblioteca?— dije confundida.
—Sí, ¿qué? ¿Te imaginabas a una vieja de 200 años que solo reniega? —yo asentí un poco avergonzada —. Bueno no importa, todos piensan lo mismo. ¿Qué necesitas?
—Estoy buscando a Lena Luthor y creí que podría estar aquí.
—Oh, eres amiga de Lena. Pues has venido al lugar indicado. Ella siempre está aquí. Acompañame.
Caminamos hasta una zona donde ya no había mucha gente y todo estaba en silencio. El chico, que ahora que me acuerdo no me ha dicho su nombre, señaló una esquina.
En una mesa, estaba Lena, rodeada de libros y muy concentrada leyendo. Por un momento dudé si debía acercarme. Es decir, lo que pasó en el departamento no fue algo tan cómodo. Ella me rebeló la razón por la que la gente le tenia miedo y, al final, todo terminó con un largo abrazo.
Es más, ahora sí lo pienso mejor. Yo he vendido aquí para hablar con ella, lo de la llave solo fue una escusa barata que creó mi cerebro. Ya estaba aquí y no daría vuelta atrás. Porque siempre me retengo y termino como una inútil, por ejemplo; en el incendio de esta mañana... pero ya no. Así que, al final caminé hacia su mesa.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro