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28

   Vuelo 621-B, vuelo 621-B. Diablos, de dónde escuché eso. Estaba molesta conmigo misma porque sabía que eso lo había oído, pero no lo recordaba porque estaba borracha. Tiene que haber una forma para que recuerde todo... O tal vez no.

   —Winn, tengo que irme —dije rápidamente, dirigiéndome a la puerta —. Necesito hacer algo importante.

   —¿Qué? ¿No me has escuchado? Es muy posible que la venta de armas siga en curso. Esto es importante.

   —¿Ya te vas tan rápido, hermosa? —cuestionó Tom, apoyándose en la puerta.

   —Tom, lárgate.

   Lo saqué de mi camino y salí del edificio. Caminaba con paso rápido de regreso a la residencia femenina. Subí saltando algunos escalones hasta el cuarto piso y llegué hasta la habitación 427.

   Toqué varias veces la puerta hasta que Carla la abrió. Al verme cambió sus facciones a unas más serias.

   —¿Qué quieres? —preguntó cortante.

   —¿Está Taylor?

   Carla suspiró y miró hacia dentro.

   —Oye, la idiota te está buscando —informó.

   Taylor salió confundida y Carla cerró la puerta al instante. Nos quedamos en un silencio incómodo, mientras trataba de comenzar de la mejor manera.

   —¿Me has llamado para quedarme aquí o...

   —No, es solo que —suspiré —, necesito tu ayuda.

   —¿Así? ¿Y porqué tendría que ayudarte?

   Taylor se recostó en la puerta con una pequeña sonrisa. Yo me crucé de brazos y miré hacia el suelo.

   —Escucha, tal vez nuestra relación ahora no esté muy bien... pero necesito tu ayuda. Estoy viniendo aquí por Lena. Tú la conoces más que yo.

   —¿Qué sucede con Lena?—indagó preocupada.

   —El vuelo 621-B tenía un cargamento de armas que se dirigía a National City. Este avión nunca llegó a su destino porque alguien provocó un accidente. No estoy segura si lo que estoy pensando es cierto, pero necesito confirmarlo.

   —Vuelo 621-B... Kara, ese es el vuelo donde Lena tuvo el accidente. Ya sabes, cuando perdió a su madre.

   Ese fue la llave para que mi cerebro se prendiera nuevamente. Todos los recuerdos de ayer regresaron por arte de magia.

   —¡Claro, cómo podría haberlo olvidado! Taylor, gracias. Debo ir a la biblioteca a hablar con Lena.

   —Ella no está en la biblioteca —comunicó Annie que había abierto la puerta.

   —¿Cómo lo sabes?

   —Estuve hace unos minutos ahí. No había nadie.

   —¿No está en tu habitación? —preguntó Taylor y yo negué con la cabeza —. Bueno, ya sabes cómo es Lena. Aveces le gusta estar sola.

   —No...no lo entiendes. Ayer la policía llamó a Lena y le dijo quién había sido el causante del accidente.

   Taylor abrió los ojos sorprendida y yo comencé a dar vueltas por el pasillo.

   —¿Y...y si le dio un ataque de ira y fue a buscar a ese tipo para matarlo?

   —Bueno, yo haría lo mismo.

   —Exacto, no puedo permitir que lo haga.

   —Hey, tranquila. Voy a ayudarte —dijo, mientras subía la cremallera de su casaca.

   Le pedí a Maggie por mensajes para que que ayude a buscar a Lena. Ella me dijo que iría a ver si estaba en algun aula.

   Taylor y yo salimos de la recidencia y comenzamos a caminar para ver si la encontrábamos.

   —Creo que ya sé a quién podemos preguntar —indicó Taylor —. Pero, hey, no le digas a nadie lo que vas a ver.

   Asentí con la cabeza no muy segura y la seguí. Llegamos hasta la parte trasera del colegio, donde había un grupo de chicos fumando.

   Eran corpulentos y reían de una forma muy babosa para mi parecer.  Cuando nos miraron, dejaron de reír, pero siguieron con una sonrisa.

   —¿Quieren un poco o van a acusaron con los profesores? —preguntó uno, extendiendo un cigarrillo.

   —No estamos viniendo a eso, necesitamos que nos hagan un favor —replicó Taylor, mientras tomaba el cigarrillo y lo botaba al suelo.

   —Oye, eso cuesta.

   —Escucha, ¿alguien de los tuyos ha visto a una alumna salir? Ojos verdes, pelo largo y negro, es blanca...

   —Mmm... tal vez —. Rió y se cruzó de brazos —. Pero sabes que todo tiene un precio.

   Taylor rodó los ojos y sacó 10 dólares de su bolsillo. Se los entregó al tipo y este los guardó al instante.

   —Se fue hace unos minutos. No se veía muy feliz.

   —Es cierto, ya perecía que le iban a caer rayos al rededor de ella —bromeó otro.

   Caminé de frente para irme, chocando con el hombro del que había bromeado.

   —Si piensas buscarla, no creo que lo vayas a lograr. Se agarró la moto del profesor de historia, ese después estará muy molesto —avisó otro.

   Levantó el cigarrillo que había botado Taylor y lo prendió. Taylor me tomó del brazo y nos fuimos de ahí.

   Estaba molesta, podía irme de aquí. Podía volar hasta donde esté Lena. Podía hacerlo... pero al mismo tiempo no. No sé dónde está y no sería muy conveniente irme sin más y que Taylor sospeche de mí.

   Al mismo tiempo, estaba preocupada de Lena. ¿Qué podría estar haciendo en estos momentos?

   "Kara, dile a Taylor que nos encontramos en su habitación, tengo una idea".

   El mensaje de Maggie me llegó de sorpresa. En estos momentos, ya no tenía nada más en en mente, así que espero que esto funcione.

L

   Se levantó un poco de polvo en el momento que detuve la moto. El jardín estaba igual de mantenido que antes. Creo que la jardinera es la única actividad normal que Lilian hace.

   Saqué la llave que tenía guardada en mi bolsillo y abrí con cuidado la puerta. La otra mano siempre la mantenía en la pistola que llevaba en la parte trasera del pantalón. Ahí, preparaba para terminar todo mi sufrimiento.

   El silencio en la casa me estaba comiendo viva, parecía como si no hubiera vivido nadie aquí por años. Pero sabía que ella estaba aquí, lo sabía muy bien.

   Unos recuerdos de mi niñez regresaron a mi mente, causando que mi ira crezca más.

   Subí las escaleras atenta, mientras trataba que mi respiración no se descontrole por los nervios.

   —¿Estás buscando a alguien?

   Voltee rápidamente y por instinto saqué el arma. Apunte a la cabeza de Lilian.

   —No te vayas a mover —ordené.

   —Hija, no sabes ni usar de arma.

   —No me hables así, yo no soy tu hija.

   Ella rió y quité el seguro al arma. Lilian cambio los semblantes a unos más serios. Ahora yo mandaba aquí.

   El dedo me temblaba en el gatillo, pero mi rostro mostraba mucha seguridad.

   —No entiendo que puedo haber hecho para que estés aquí.

   —Sabes muy bien lo que hiciste

   —¿Así?

   —¡Sí, lo sabes! —exclamé molesta —. Obligaste a papá para que destruyera el avión donde yo estaba con mi mamá. ¿Qué pasó? ¿Te enteraste que papa tenía dos esposas y tú mejor idea fue obligarlo a que elimine el avión?

   —Y, ¿por qué tendrías que pensar que yo lo hice? Me enteré que tu padre tenía otra familia cuando me rogó para que tú te quedarás con nostros.

   —Papá fue una buena persona, él sufrió cuando supo que mamá no había sobrevivido —sollocé —. Sufrió hasta el último momento.

   —Te han mentido, Lena. Tú padre fue un idiota.

   —¡Mi padre fue mejor persona que puede haber existido!

   —Y a ver, dime, ¿qué ganarás matándome?

   No sabía cómo responder eso. Era cierto; matándola no iba a hacer que mi madre regrese a la vida. Pero sentía que un gran alivio me iba a caer cuando Lilian ya no esté viva.

   Ella rió sarcasticamente y yo la miré confundida.

   —Si supieras cuantas personas te engañan.

   —¿De qué estás hablando?

   —Eres inteligente, tu misma lo descubrirás. Ahora, con tu permiso, debo terminar unos trabajos de la empresa.

   —¡Ya te dije que no te muevas! —exclamé furiosa —¡Tú arruinaste mi vida! ¡Por tu culpa, mi vida es una mierda!

   Ella rió y yo exploté. La empujé hasta la pared y coloque el arma en su frente. La vista se volvió borrosa por las lágrimas que seguían saliendo. Cerré los ojos y apreté el gatillo.

   El disparo resonó en toda la habitación. Di un suspiro de alivio, pero cuando abrí los ojos, solo había un hueco en la pared. La pistola ahora apuntaba a otro lado porque alguien me había jalado. Mi brazo estaba sostenida por un mano. Giré la vista y vi a Kara.

   Lilian se alejó poco a poco hasta desaparecer.

   —Dame el arma, Lena —rogó, levantando la mano —. Por favor.

   Lentamente se lo di y cuando Kara lo tuvo el sus manos, rápidamente lo lanzó lejos.

   Mi cuerpo comenzó a temblar, pensando en lo que estaba apunto de hacer. Iba a bajarme a su nivel e iba a matar a una persona.

   —¿Qué... qué hice? —balbucee.

   Kara rodeó sus brazos en mí y yo hice los mismo.

   —Lo siento, Kara. Debería haberte dicho desde antes que había sido mi padre. ¿Cómo puedo ser tu novia su te oculto cosas?

   Kara se quedó unos segundos en silencio pensando, pero finalmente sacó una pequeña sonrisa de lado.

   —Lena, yo te amo, no importe que ¿ok? No debes sentirte mal. Si no quisiste contármelo antes, no hay problema. Pero nunca más vayas a hacer esto de nuevo. ¿Que hubiera pasado si... —trago saliva —. No quiero verte en la cárcel Lena. Tú... ¿De dónde conseguiste la pistola?

   —Eso no importa, mi padre tiene en la casa muchas armas guardadas... puedo decir que era de él.

   —No, pero en serio. ¿De dónde la conseguiste?

   —Habia una en la cabaña. Ayudo a la policía, pero no puedo usar armas. Sin embargo, ellos me dieron una para alguna emergencia.

   Kara sonrió nuevamente y nos unimos de nuevo. Sus latidos lentos me calmaban. No sabía cómo logró encontrarme y llegar hasta aquí, pero eso era lo menos importante.

   Ella estaba aquí, conmigo.

   Kara posó sus manos en mi rostro, mientras sus ojos brillaban y se mordía el labio inferior.

   —Deja de mirarme así —musité ruborizada y bajando la cabeza.

   —No sé de qué estás hablando.

   —Claro que s... te está afectando estar tanto tiempo conmigo.

   —Lo lamento, pero me encanta.

   Nuestros labios rosaron y Kara rió. Tomé la delantera y la besé. Por alguna extraña razón, sus labios estaban más deliciosos y suaves que antes.

   La pegué contra la pared y Kara jadeó. Ese maldito sonido hizo que mi cabeza comience a delirar. Ella bajó sus manos hasta mi cintura y me levantó. Yo rodeé mis piernas en su cuerpo y Kara caminó hasta que mi espalda chocó con la otra pared.

   —Te amo, Lena. Nunca lo olvides.

   Besé su frente y ella sonrió.

   —Muy bien, tranquilicense todos ya llegamos. ¿No han matado a nadie, no? —. La voz de Maggie se escuchó en toda la casa. Yo suspiré —. Wow, un arma...

   —¡Oye, deja eso vas a matar a alguien!

   Kara levantó una ceja cuando oímos a Carla gritar. Las dos subieron las escaleras y nosotros volteamos la cabeza rápidamente hacia ellas.

   —Oh, aquí están —comentó Carla.

   —Sí... aquí están —repitió Maggie con una sonrisa pícara.

   Kara me dejó en el suelo. Maggie se acercó a mí y me pegó en la cabeza.

   —No vuelvas a hacer eso de nuevo —se quejó —. Casi nos matas a todos de un susto. Kara ya se iba a robar el autobús del internado para venir —. Luego, me abrazó —. Pero me alegra que estes bien.

   —¿Eso es cierto, amor? —pregunté, viendo a Kara.

   —Tal vez un poquito.

   Reí y dejé un pequeño beso en su mejilla. Mi celular comenzó a vibrar y yo al instante lo saqué al saber que era el de la policía.

   Los nervios me invadieron imaginando que ellos se habían enterado de los sucedido, pero igual tenía que contestar.

   —Lena, ¿cómo estás? —preguntó el señor Pistós.

   —¿Estás hablando con mi papá? —susurró Carla.

   —Uh, bien. Acabo de... ¿salir de la biblioteca? —mentí.

   —Perfecto, escucha: tenemos un problema. Acabamos de atrapar a unos tipos que estaban robando una tienda. Uno de ellos confesó que le compró las armas a alguien del internado.

   —¿La...la venta sigue?

   —Parece que sí. Y eso no es lo peor de todo, Lena. También dijo que por la anatomía que tenía el que les dió las armas, es imposible que un alumno haya podido ser.

   —Es decir que...

   —Los profesores también están metidos en la venta.

   —Es por eso que la lista la tenía un profesor. No era una lista cualquiera, en esa lista están los nombres de las personas que han estado investigando.

   —Significa que los profesores nos están espiando. Ellos saben que algunos alumnos están apoyando a la policía, pero... ¿cómo?

   —Es porque hay un topo.

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Jeje hola :v

Bueno, quería informarles que el hijo de pu... Digo... Acosador sexual Andrew Kreisberg fue despedido. Nunca más regresará el pendejo.

Y también que.... El Perú clasificó a la mundial hijos de sus madres!!! \:v/.... Ok suficiente.

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