Se despertó con una sonrisa en su rostro y el motivo era más y nada menos que hyunjin.

Sin embargo, tuvo que levantarse para empezar el día llendo a su trabajo y luego juntarse con changbin.

¿Será muy temprano para mandarle mensaje? pensó.

Y como si lo hubiera invocado, hwang le envió un mensaje.

"Buenos días, min min"

Aquel apodo hizo que su rostro se volviera a ruborizar y rodara en círculos.

Oh por dios, me acaba de poner un apodo ¿debería hacerlo yo también? —emocionado, no dejaba de admirar aquel mensaje—

Pese a la emoción, tuvo que despegar la vista de su celular cuando su amigo gritó su nombre en medio de la calle.

—Oye, no seas tan gritón, la gente nos ve raro.

—Entonces para la próxima no estés tan pegado a ese aparato.

—Bah, mejor tocame el hombro en vez de actuar como loco.

Ambos rieron después de aquella situación mientras bebían un café.

—Y dime ¿que te hace estar tan apegado a ese celular? ¿es ese chico del otro día?

Minho no pudo disimular que ese era la causa, asi que le dijo todo lo que habia sucedido.

—Vaya...parece una historia de kdrama ¿seguro que no te trasnochas?

—Hey, lo digo en serio. —hace un puchero— mejor ya no te digo nada.

El mayor se rió ante lo que dijo su amigo, pero después le pidio disculpas.

—Okey, okey, si te creo, sólo que suena surealista.

—Sólo lo dices porque tienes novio y yo nunca he dado mi primer beso...

Changbin pensó en una idea y tomo el celular de su amigo.

—Oye ¿que haces?

—Organizandote una cita ¿o acaso no quieres?

Bufó.

—Haz lo que quieras.

Tras terminar de escribir, le devuelve su  celular.

—Yo creo que ustedes tienen sentimientos mutuos pero son tan tontos para darse cuenta.

—¡Hey! no le digas tonto a hyunjinnie.

—Hasta le pusiste un apodo, que tierno.

—Cállate, tú también le dices apodos a felix.

Luego de discutir por los apodos, terminaron sus cafés y se despidieron.

—Estoy seguro de que él siente lo mismo por ti, asi que alegrate ¿si?

—Lo intentaré.

Mientras ambos iban por caminos separados, se chocó por accidente con alguien que iba corriendo, ocasionando que ambos cayeran al suelo.

—Auch...

—¿Estás bien? —dijo, extendiendo su mano—.

—Si, perdón por no vert-

Minho por un segundo reconoció ver el rostro del chico que tenia enfrente.

—¿Park Sunghoon?

—Oh, tanto tiempo, Minho...

Un silencio incómodo inundaba el ambiente, por lo que el mayor quiso quebrar esta tensión.

—¿Cómo te ha ido, minho?

—Bien ¿y a ti?

—Más o menos, pero de solo verte creo que me siento mejor.

Lee no sabia como seguir llevando la conversación ya que este chico le confesó sus sentimientos en la escuela y luego de rechazarlo no supo de él hasta ahora.

Pese a que mantenia ese rostro adorable que aman las mujeres, se podia observar en sus ojos que estaba herido y que sus intenciones no eran buenas.

—Y dime ¿tienes novio?

Aquella pregunta le extrañó por parte de él.

—Sunghoon, ya te dije que-

Sin previo aviso, park lo tomó de sus hombros para acercarlo y darle un pequeño beso en sus labios.

Sin pensar que frente a ellos se acercaba hyunjin.

—¡Hey!

Hwang de la impotencia separó a ambos, golpeando a sunghoon de paso.

Minho intentó detenerlo porque no deseaba que el asunto terminara peor.

Tras unos minutos, la situación se habia calmado.

—¿Y este quien mierda es?

—Soy su novio, imbécil.

Aquellas palabras sorprendieron al mayor, quien no notó que sus mejillas se tornaban a un color rosa.

—Asi que ahora vete y no te acerques a él.

—Bien, pero a la próxima me la vas a pagar, maldito rubio...

Tras ver como park se iba rápidamente del lugar, hwang volteó su vista a un sonrojado minho.

—Min min ¿estás bien?

—Acabas de decir que eras mi novio...

—Lamento si te incomodó lo que acabe de deci-

Fue interrumpido con aquel abrazo de su hyung el cual se sentia cálido y notó que oculto su cabeza en él.

—Te lo queria decir después pero...me gustó oir que era tu novio.

La sonrisa de hyunjin al oirlo hizo que lo acercara más a él.

—Entonces ¿me aceptas como novio?

Minho dejó de ocultar su rostro y miró fijamente los ojos del contrario, como si hubiera esperado escuchar esas palabras por mucho tiempo.

—Aceptaria ser tu novio en esta y en otras vidas.

La felicidad los llenaba a ambos mientras acercaban sus rostros hasta terminar juntando sus labios.

Ya no era necesario planear excusas para decir lo que ambos sentian.

Sin embargo, los obstáculos nunca desaparecen, pero intentarian hacer lo posible por evitarlos.