Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

»-›[14]

10:30pm.

Lévis se encontraba recostado disfrutando de un programa que le pareció el más interesante que había por el momento en la televisión, comía un pedazo de la pizza que su gemelo Lovie había comprado aunque ya se encontraba fría dado que se había tomado su tiempo buscando que ver.

Exactamente fué media hora la que tardó en encontrar aquel programa de supervivencia en el que las personas hacían estupideces por dinero.

«Los humildes son muy graciosos».

El timbre sonó, no le dió importancia. Que Lovie la abriera, el estaba agusto con su programa, su pizza fría y su comoda posición en la que estaba recostado.

Volvió a sonar el timbre.

«Presiento, que estoy olvidando algo...».

No importaba, seguramente Lovie estaba en el baño y pronto abriría la puerta al visitante.

Pasó alrededor de un minuto cuando el timbre volvió a sonar una tercera vez.

«¿Que era?».

Dejó caer el control remoto cuando tuvo intención de cambiarle al canal (el programa había terminado). Fué entonces que Lévis recordó que Lovie había salido a comprar algo y no había nadie además de él en casa.

Suspiró.

—¿Ahora quién es?—. Preguntó.

Al igual que se levantó de mala gana del sofá, se tomó su tiempo para llegar a la puerta.

Una cuarta vez sonó el timbre, Lévis abrió la puerta y tuvo que guardar sus quejas cuando recibió un golpe. Confundido observó al causante de tan insignificante golpe.

—Domina...

Los ojos del más bajo estaban cristalizados, y su expresión no reflejaba otra cosa que decepción.

—¿Por qué lo hiciste?

Lévis apoyó su antebrazo en el marco de la puerta y dejó caer todo el peso de su cuerpo en él. —¿Realmente me lo preguntas?

—Te pedí que no hicieras nada.

—Lo siento enano, pero hay hechos que simplemente no puedo soportar, verte así y no hacer algo, es una de esos.

Ambos quedaron en silencio, Lévis podía sentir que en cualquier momento, Domina volvería a llorar. Suspiró, jaló del brazo al más bajo para estrecharlo en un abrazo. Sintió de inmediato como su camiseta negra comenzaba a sentirse húmeda justo donde el rostro del de cabellos rosas estaba recostado.

—¿Por qué —soltó pequeños golpes contra el pecho del más alto—, por qué lo hiciste?

—Se lo merecía—.

Domina levantó la cabeza.

—Pero...

—No me importa lo que creas. Él sabía que había alguien que estaba ilusionado con él, siguió tus juegos, aceptó cada regalo e intentó descubrir tu identidad. Y aún así, no le importó en absoluto el como te sentirías si él iba y besuqueaba a cualquiera que saliera de quien sabe dónde.

—Lo sé, pero..

—No puedo creer que hayas venido hasta mi casa a esta hora por ese idiota.

—Es que... sabes que él me gusta y no quiero verlo herido, me duele verlo así.

—Bien, así mismo me siento yo contigo.

Domina, sorprendido, rompió el abrazo.

—Crei que lo que entre nosotros... pensé que...

Comenzó a tartamudear, se encontraba incómodo y no sabía que decir. Lévis suspiró.

—Te dije eso, porque era lo que tú querías escuchar—. Una risa sin emoción se escapó de sus labios, realmente era difícil de creer que estuvieran hablando en ese momento de eso. —Acepté terminar nuestra relación porque tú estabas enamorado de él.

—Todo este tiempo...

—Bueno, no te culpo. Estabas demasiado ocupado viendo a tu nueva ilusión—. La situación era realmente incómoda, tenía que hacer algo. —Oye, se que estuve mal, pero no me arrepiento-

Domina asintió.

—Yo... lo lamento.

—No quiero que las cosas cambien entre nosotros por esta estupidez— Lévis extendió el brazo para agarrar la mano del de cabellos rosa, Domina dudo pero aún así dejo que lo hiciera.

—Esto es raro—. Ríe incomodo Domina.

—Para romper la tensión deberíamos tener una maratón de películas acompañada de una buena pizza. Ya sabes, como en los viejos tiempo...

—¿Que películas y qué pizza?

—La que tú quieras, o podemos ver tu película favorita de My Hero Academia si quieres. —Por un breve instante, el rostro de Domina se iluminó, eso hizo sonreír a Lévis—.La pizza se enfrió , pero Lovie tenía que traer más, estoy seguro que no tarda en llegar.

Después de un guiño de parte de Lévis, Domina se quedó en silencio, dudando de si entrar o no. Las cosas eran incómodas pero no podía negarse a ver la película de su manga y anime favorito.

—Te odio—. Dijo finalmente, Lévis rió por la rendición del pelirosa.

—Y yo te amo.

—No me digas eso, es raro si me quedo sabiendolo.

—Hazlo por mí, hoy me golpearon—. El más alto de levantó la camiseta, revelando un gran moretón por uno de los golpes que recibió de Rayne. Cualquiera se hubiera asustado, excepto Domina que sintió su rostro arder por lo que tuvo que desviar la vista en busca de algo que lo haga olvidar lo que tenía enfrente suyo. —Aparte si te vas me pondré más triste.

El más bajo lo miró incrédulo, hacer un puchero mientras tienes la camisa levantada definitivamente no era tierno.

—Por favor deja de hacer eso, das miedo.

Levis no hizo caso.

—¡Bien! Me quedaré contigo. Pero baja ya esa mano y camisa. Sobre todo quita esa fingida expresión que no va contigo.

Lévis rió a carcajadas.

Antes de que Domina pudiera preguntar de qué reía tanto, Lévis lo cargó como a un saco de papas, cerró la puerta y se encaminó hacia el sofá, ignorando cada una de las quejas que soltaba Domina.

La diferencia d estatura de ambos siempre provocó que Lévis aprovechara para cargar a Domina que solo se quejaba, más nunca ponía resistencia a ese tipo de acciones del rubio. Algún día tendría que admitir que no odiaba que Lévis lo cargará a su antojo.

Tras terminar ambos en el sillón, con Domina soltando quejas mientras Lévis lo ignoraba y buscaba la película en el catálogo de la plataforma. En algún momento cuando Lévis pensó en preguntar la razón por la que le gustaba tanto esa película a Domina, se percató que en realidad, la distancia entre el uno y el otro era muy corta, tanto que si se hubiera acercado solo unos centímetros más, sus labios se habrian tocado.

Domina había olvidado por completo de que estaba hablando, y Lévis olvidó que estaba por preguntar. Ambos sintiendo que el mundo se congelo en ese mismo instante, sin reaccionar o atreverse a siquiera respirar.

Lévis intentó apartar la mirada, pero inmediatamente se arrepintió al haber desviado sus ojos justamente en los labios del pelirosa. Anhelaba volver a probarlos como la primera vez que lo hizo, durante ese invierno declarando con toda la sinceridad de su corazón.

"Donde sea que estemos. Sea cual sea la temporada. Si estamos juntos, se siente como verano". Había sido lo más cursi que había dicho en toda su vida, pero se le había olvidado la vergüenza cuando Domina se había abalanzado para besarlo.

Una sensación cálida, dulce y un acto que jamás pudo olvidar. Cada beso, cada cita y cada día que fué novio de Domina fueron preciosos, tanto que los guardaba en su corazón y mente.

Realmente perdería la cabeza por lo que su corazón le gritaba hiciera, mientras su cerebro le repetía cien veces que no sería correcto, que sería un completo error y podría perder lo único que le quedaba de Domina, su amistad.

—Yo...

Estaba por mandar al diablo a su cerebro y su conciencia, sus labios ya estaban a nada de tocar los de Domina. Y éste no parecía desear evitarlo, de lo contrario, Lévis habría recibido un empujón desde hace ya cinco minutos que era la cantidad de tiempo que estuvieron en esa posición sin hacer o decir algo.

—Ya estoy en casa.

Ambos se separaron casi de inmediato al reconocer la voz que veía desde la entrada.

Centraron sus vistas frente al televisor, la película estaba por terminar.

Ambos dirigieron sus vistas hacia el rubio, Lovie, que traía una caja de pizza en brazos.

—Traje lo que me pediste, no entiendo porque no la pediste a domicilio.

—Cuando te la pido a tí es Kenny quien la pagá.

—Deja en paz a mi novio.

—Sabes que eso nunca pasará hermanito.

Entre el pequeño y gracioso conflicto de gemelos, Lovie se percató de la presencia del pequeño pelirosa.

—¿Es navidad?—. Domina inclinó la cabeza sin entender. —No vienes a casa desde que Lévis arruinó su noviazgo.

—¡Yo no arruiné nada, fué Rayne que se atravesó en el camino!

Los tres comenzaron a reír, aunque la risa de los gemelos era completamente diferente a la de Domina, quién se sentía incómodo por el repentino recordatorio de que Lévis aún tenía sentimientos por él.

—¿Reviven viejos tiempos?—. Preguntó Lovie viendo el televisor donde salía los créditos de la película que habían visto su gemelo y Domina.

—Si, aunque ya me iba.

—¿Por qué? Puedes quedarte a dormir. Sabes que la habitación de invitados básicamente es tuya.

—No quiero molestar.

—Tonterias, Lévis me molesta más.

Ambos comenzaron a reír mientras el mencionado los miró molesto.

—Lo siento, me esperan en casa...

—Oh, entiendo—. Lovie notó como su gemelo comenzaba a morderse el labio inferior, sabía perfectamente que Lévis lo hacía cuando estaba nervioso. Volvió a ver a Domina y sonrió. —¿Tienes como volver?

—Planeaba tomar el autobús, la parada es cerca de mi casa.

—Perfecto, Lévis te va a acompañar hasta la parada. Lo haría yo, pero me duelen los pies.

—Que habrás hecho pues—. Murmuró con gracia Lévis. Mientras el rostro de su gemelo se tiñó de un rojo intenso.

—No hace falta—. Respondió Domina ignorando por completo el comentario de Lévis y el rostro como tomate de Lovie.

—Vamos, que el tiempo no espera. Si llegas dos de la madrugada a a tu casa, Delisaster me matará a mí.

Con eso dicho, Domina no tuvo otra opción que seguir al rubio que ya se había adelantado y salido.

Durante todo el camino hacia la parada, ambos estuvieron en silencio. Sin atreverse a articular o hacer algo.

Lévis tenía un gran conflicto, preguntándose que había pasado si Lovie no hubiera llegado repentinamente.

Pero Domina solo se preguntaba porque había actuado de esa forma, tanto la de Lévis como la él mismo, realmente no comprendía porque había hecho eso.

Un suspiro pesado de ambos rompió el silencio.

—Domi...

—El bus llego—. Interrumpió accidentalmente a Lévis. Estuvo por subir, pero un agarre en su muñeca lo detuvo.

Lévis, no dijo nada, su único ojo se movía sin parar, apreciando cada pequeño detalle del de cabellos rosas. Domina quiso preguntar, pero el agarré en su nuca lo aturdió más, y para cuando se dió cuenta Lévis ya había roto toda distancia.

El beso no duró mucho.

Apenas se separaron, Domina corrió hacia el autobús antes de que las puertas se cerraran.

______________
¡Estamos a nada del final!

Nada que ver pero miren lo que me encontré TT

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro