Mario se quedó parado cerca de una de las orillas del observatorio, viendo el espacio mientras trataba de calmarse. Rosalina comenzó a acercarse a él lentamente. Ella quería ayudarlo, pero no sabia como. Para cuando estuvo a la par de él, ella seguía sin saber que decir.

-"Mario yo ... lamento que tu mundo se este desmoronando."

-"No puedes demoler algo que ni siquiera estaba construido." Dijo él en un tono serio.

Rosalina colocó su mano sobre el hombro de Mario.

-"No tienes que recorrer este camino solo Mario. Todos hemos pasado por momentos difíciles: yo perdí a mis padres y tu no supiste quien eras hasta que todo te explotó en la cara. Lo que trato de decir es que siempre podras contar conmigo, pase lo que pase y..."

Rosalina no habia terminado de hablar cuando Mario la abrazó repentinamente, dejandola callada. Ella podía escucharlo sollozar, así que solo lo abrazó y se quedó en silencio, disfrutando el momento. De lejos, Polari los observaba preocupado.

-"¿Sabes? Realmente agradezco que nos hallamos conocido Lina ... no se que haría sin ti." Dijo Mario.

-"Parece que embestirte ese primer día fue un buen accidente."

Ambos rieron. El día siguió con normalidad. Ya en la noche, Polari entró a la habitación de Rosalina.

-"Hola ... debemos hablar." Dijo Polari.

-"Claro ¿que pasa?"

-"Debes tener cuidado en la academia, alguien de allí lanzó un hechizo de control mental sobre Mario, es la única explicación sobre como lo rastrearon. Geno desconfía del director al igual que yo, pero presiento que también hay alumnos que ayudan al clan sombra."

-"Tendre el cuidado necesario, creeme."

-"Bien ... y una última cosa. Cuando te mande a la academia, lo hice con el propósito de que conocieras a Mario y se hicieran amigos ... no para que te enamoraras de él."

Rosalina guardó silencio.

-"Voy a darte un consejo: olvida esos sentimientos. Seguir esa ilusión en tu cabeza solo te llevara por un camino de dolor y sufrimiento ... los caminos de ambos son muy diferentes y no fueron hechos para cruzarse. Confía en mí y deshaste ya de esa falsa ilusión."

Polari salió de la habitación, dejando a Rosalina con un amargo sentimiento. Ella respetaba a Polari y siempre consideró que sus decisiones son las más acertadas y las mejores. Pero ahora no sabía que pensar, aunque sí sabía que sentir.

Al día siguiente Rosalina se dirigió a la academia, mientras que los papás de Mario y Luigi iban a sus trabajos. Para cuando Rosalina llegó a la academia se encontró con un ambiente algo sombrío. Los rumores de un grupo terrorista que amenazaba a todo el universo se extendieron como un incendio, todos los alumnos hablaban de ello. Nadie estaba tranquilo. A la hora del receso, todos en la mesa del grupo de Mario y Luigi se sentían incómodos e incapaces de tocar el tema, la menos hasta que Erick lo hizo.

-"No puedo creer lo que esta pasando ... ¿porque ellos?" Preguntó.

-"No sé, pero espero que esten bien." Dijo Yoshi.

-"Entre los muertos no se reportó a nadie de la familia, así que deben estar bien." Dijo Toad.

-"Eso espero ... ojalá podamos ver a Mario pronto, estoy preocupada por él." Dijo Peach.

-"Seguro esta bien, él sabe defenderse, aunque tal vez eran demasiados. Yo también espero que este bien." Dijo Daisy.

-"Y ... ¿que hay de Luigi?" Preguntó Rosalina algo confundida.

-"Ah sí ... él también, creo." Dijeron las otras dos chicas sin prestar mucha atención.

-"Aunque persiste la duda ¿quien acabó con todos esos tipos? Digo, se encontraron como 20 muertos." Preguntó Erick.

-"Creo que nunca lo sabremos." Respondió Rosalina.

Al terminar el día, ella iba de salida cuando algo la sostuvo y la hizo retroceder. En cuestión de segundos, estaba de regreso en la academia, en uno de los pasillos vacíos. Al ver alrededor, notó que habia sido Lana quien la sostuvo y la trajo hasta aquí, y no estaba sola, todo su grupo de amigas estaba allí.

-"¿Cual es el problema Lana?" Preguntó Rosalina.

-"El problema eres tu, evidentemente." Respondió la princesa.

Dos de las que la acompañaban tomaron a Rosalina de los brazos, colocandolos detras de su espalda. Estaba apunto de gritar, cuando otra la golpeo en el estómago, dejandola sin aire. Lana se acercó y se inclinó para hablarle.

-"Quiero que me escuches con atención: yo quiero algo que aparentemente tu también quieres. Pero debes saber que yo soy la que pone las reglas en este lugar, y aquí se hace lo que yo digo. Mario va a ser mío, te guste o no, y en honor a nuestra corta amistad de inicio de año voy a darte una advertencia. Hazte a un lado, o hare de tu vida un verdadero infierno. Olvidate de todo y te dejare en paz."

-"Y ... y si no ... si no quiero..."

-"Pues lo lamento por ti, porque a diferencia de las otras princesas ... tu no eres nadie Rosalina."

Lana se alejó para después lanzar una patada directo al rostro de Rosalina. Fue tan fuerte que quienes la sotenían tuvieron que soltarla. Una vez que calló al suelo fue incapaz de levantarse, un poco de sangre salía de su nariz y sus labios. Sus lentes se habian quebrado y estaban frente a ella. Lana volvió a agacharse.

-"Esto es solo el inicio niña ... yo que tu me lo pensaria. Ah, y una última cosa, cuidado y se lo dices a alguien más, porque no sere tan amable a la próxima."

Todo el grupo salió riendo, dejando a Rosalina tirada en el suelo...

Mientras tanto, en el observatorio:

Mario se la pasaba jugando con los destellos, a pesar de no tener ni idea de que decían. Le parecían muy graciosos, y debido a su actitud algo parecida a la de un niño pues no necesitaba de nada tan complejo para pasarsela bien con ellos. Luigi, mientras, se dedicaba a explorar el lugar movido por la curiosidad. De vez en cuando también se ponía a jugar con uno que otro grupo de destellos que se encontraba por allí.

Dark observaba a Mario de lejos, incapaz de saber como aproximarse. En ese sentido si consideraba a Rosalina como superior a ella, no sabía como ella podia controlarse tan bien al estar sola con él. Finalmente, decidió que lo mejor seria intentarlo, así que comenzó a caminar hacia él. Una vez que estuvo cerca, Mario notó su presencia y se volteo.

-"Hola Dark."

-"Ho ... hola Mario ... y ¿que haces?"

-"Pues me entretengo un rato con los destellos. Y tu ¿que haces para entretenerte cuando no hay nadie más?"

-"Bueno ... suelo caminar por allí o ver televisión. No ... no hay mucho más que hacer por aquí como te habras dado cuenta."

-"Tal vez tengas razón, aunque ahora por lo menos podemos hablar ¿no crees?"

-"Supongo ... oye, respecto a lo de ayer ¿aún quieres aprender a pelear mejor?"

-"Bueno ... pues sí ... digo, si no es mucha molestia para ti."

-"Tonterías, sera un gusto. Bien, sígueme."

Dark tomó a Mario de la mano y lo comenzó a guiar hacia una plataforma que flotaba cerca del observatorio. En la misma habia otra cúpula, esta vez de color rojo y con bordes dorados. Al entrar, ambos se encontraron en una enorme habitación de paredes plateadas completamente vacía. Dark soltó a Mario y se dirigió al centro.

-"Este es el lugar donde suelo entrenar. Fue diseñado para resistir hasta la explosión de un meteorito del tamaño del sol, así que debería aguantar bastante bien."

-"Entonces ... ¿que esperamos?"

Ambos comenzaron a pelear, y Dark iba corrigiendo a Mario en el proceso. Cada vez que él usaba uno de sus poderes por accidente, Dark paraba todo y le daba tiempo para calmarse. Ella le decía que aprender a no hacer eso iba a requerir de mucha práctica. Al cabo de unas horas, Dark retrocedió para recuperar algo de aliento cuando sintió dolor en el rostro. Al llevar su mano a su rostro, notó que estaba sangrando.

-En su mente '¿En que problema te metiste ahora?'

-"¿Pasa algo Dark?" Preguntó Mario.

Dark llevó su mano a su rostro para que Mario no la viera sangrar.

-"Sí ... es solo que ya me canse. A diferencia tuya yo si tengo límite en mi capacidad física. Seguiremos otro día."

-"Claro."

Mario salió del lugar, tras lo que Dark también salió y se dirigió a su habitación. Una vez allí, se limpió un poco y salió, dispuesta a encontrar a Rosalina. Para sorpresa suya, ella llegó (también con la mano en el rostro) sosteniendo algo en su otra mano. Dark la ayudó a caminar hacia su habitación sin que Mario o Luigi las vieran. Una vez allí, Rosalina dejó sus lentes rotos sobre una mesa y se sentó en una silla.

-"¿Alguien te vio?" Le preguntó a Dark.

-"No ... pero ¿que te pasó?"

-"Me tropece y caí por unas escaleras ... tranquila, no volvera a pasar. Si puedes acercarte ahora por favor."

-"¿Caiste por unas escaleras y solo te lastimaste el rostro?" Preguntó Dark, desconfiando de la explicación. -"Sabes que no podras engañar con eso a Polari."

-"Por eso él no se va a enterar."

-"¡Aja! Ahora dime la verdad ¿que te pasó?"

-"Yo ..." suspira "alguien me golpeo."

-"¿Quien?"

-"Yo no vi ... fue muy rápido."

-"Mmmmm, esta bien."

Dark se acercó a Rosalina, quien levantó su varita y comenzó a sanar las heridas de las dos. Una vez que estuvo hecho, usó su magia para reparar sus lentes.

-"Sabes, deberías comenzar a tener más cuidado." Dijo Dark.

-"Creeme, lo hare a partir de ahora."

Rosalina salió de la habitación y se dirigió a la cocina.