La princesa encadenada
Mario y Dark iban hacia la casa del primero mientras conversaban amenamente. Finalmente llegaron hasta la puerta.
-"Bueno, creo que aquí te dejo." Dijo Dark.
-"Así parece. Yo ... me divertí bastante hoy, en serio. Estoy dispuesto a repetirlo el próximo miércoles, digo, si tu lo estas."
-"Por supuesto."
-"Bien, em ... en ese caso creo que ... te ... te veo luego y ..." suspira "no se ni porque me esfuerzo."
Ambos se abrazaron y comenzaron a besarse apasionadamente. Ninguno quería soltar al otro, y a diferencia del primer beso, este estaba lleno de sentimiento. Sus labios no dejaban de acariciar los del otro, en un momento que desearon durara para siempre. Se separaron lentamente, aunque seguían abrazados. Sus miradas se cruzaron, su respiración era rápida y agitada, y ambos estaban ruborizados.
-"¿Cuanto tiempo más haremos esto Mario?" Preguntó Dark.
-"¿Hacer que? ... digo, yo lo quiero, tu lo quieres ¿donde esta el problema?"
-"En que si queremos que lo nuestro funcione no debemos basarlo en deseo."
-"¿Deseo? Dark, tu me has enseñado más sobre mí que nadie más, eres la mujer más increíble, genial, inteligente y hermosa que conozco. Yo ... yo de verdad te amo."
-"No ... no lo haces. Estas confundido, es todo."
Mario tomó el rostro de Dark en sus manos.
-"Nunca he estado más seguro de nada en mi vida. Durante el poco tiempo que te he conocido he sido en verdad feliz. Al inicio me dabas bastante miedo, pero ahora ... ahora quiero estar junto a ti."
-"Yo ... solo ... dejame pensarlo ¿quieres?"
-"Claro ... claro."
Ambos se separaron y Dark se dirigió a su casa. Mario entró en la suya y subió a su cuarto después de saludar a su familia. Se arrojó en la cama y se disponía a dormir, al menos hasta que apareció su parte buena.
-"Vaya galán estas hecho ¿no?"
-Rie "¿En serio? Sabes ... estoy de buen humor, así que no diré nada."
-"Si sabes que no te dijo sí ¿verdad?"
-"Lo sé ... pero la esperanza es lo último que muere ¿no?"
-"Supongo ... pero ¿y si no acepta?"
-"No sé la verdad ... nadie más me interesa. Bueno ... tal vez vea a Lana como una segunda opción."
-"¿¡Disculpa?! Creí haberte dicho que esa mujer no me agrada, y se supone que yo soy el que te susurra las buenas obras."
-"Lo sé, es solo que ... ella tiene algo interesante, aunque no se que es. Si Dark me rechaza, tal vez le de una oportunidad."
-"¿Y que hay de Rosalina?"
-Suspira "Ya les he dicho que no me interesa, solo somos amigos ¿esta bien? Además, solo conseguiría que la maten ... Dark por otro lado, si que sabe como pelear. He leído algunos de los reportes de sus misiones, y sí que ha atrapado a varios tipos malos. De Lina solo espero que pueda ser feliz, aunque ahora que lo pienso ... ¿no has notado que ellas se parecen bastante?"
-"¿Quienes? ¿Rosalina y Dark?"
-"Sí ... son casi como gemelas, lo que es bastante perturbador la verdad. Como sea, ya veremos que pasa."
En el observatorio:
Dark llegó al observatorio y se encontró con Rosalina sentada en frente de su habitación con una botella de agua y una toalla alrededor de su cuello. Estaba respirando agitadamente y estaba sudando. Iba vestida con una pantaloneta celeste, tenis del mismo color, y una blusa corta celeste, que dejaba a la vista su ombligo y su abdomen. Dark se sentó a la par de ella.
-"¿Haciendo ejercicio?" Preguntó.
-Entre jadeos "No ... entrenando, aunque ... esa chica ... sí que es exigente ... dice que su padre le enseñó a pelear así ... no se quien sea su papá pero ... por las estrellas si que sabe pelear."
Dark colocó su mano sobre su hombro.
-"Veo que al fin cediste ¿ves? A veces hay que usar la violencia para resolver las cosas."
-"Solo ... es para ... defensa propia." Toma la botella de agua y la exprime sobre su cabeza, quedando más mojada. "Además ... creo que no soy la única que cambio."
-"¿Sabes? Podría tomarte una foto ahorita y estoy segura que muchos matarían por ella ... a la próxima consigue ropa que no muestre tu sostén cuando se moje."
Rosalina le dio un pequeño empujón a Dark, tras lo que las dos comenzaron a reír.
-"Eres de lo peor ... oye Dark, tu y Mario ... ¿son novios?"
-Nerviosa "Em ... bueno ... yo, no, pero ... pero creo que es lo que cree que quiere."
-"¿De que hablas?"
-"Es obvio que esta confundido, él ... él dice que me ama, pero estoy segura que es porque soy la única mujer que conoce que pelea, o al menos la única con poderes y que pelea."
-"Deberías aceptar ... hacen una bonita pareja."
-"¿Disculpa?"
-Sonriendo "Aún tenemos mucho que aprender Dark, pero ... presiento que nos acercamos a ese momento. Mientras ese momento llega ... cuídalo por mí ¿quieres?"
-"Lo haré ... pero, para mantener el libreto, acercate a él y estas muerta."
Ambas comenzaron a reír, tras lo que Rosalina se levantó y comenzó a abrir la puerta de su cuarto para entrar.
-"Aunque ... no creas que me rendiré. Estamos seguras que esta enamorado de ti ... ahora veamos si también se enamora de mí." Dijo Rosalina.
-"Y si no, pues al menos nos ama un 50%, algo es algo ¿no crees?" Respondió Dark.
-"Supongo."
Rosalina entró en su cuarto y se desplomó sobre la cama. Dark, mientras, fue a su habitación pensando en la forma en que le diría a Mario que aceptaba su 'propuesta' aunque no hubiera dicho nada.
Al día siguiente en la academia, las cosas pasaron normalmente sin mucho incidente. Ya al final del día, Mario estaba en la salida esperando a Daisy, quien llegó al cabo de unos cuantos segundos.
-"Y bien ... ¿que esperamos?" Preguntó Daisy.
-"Pues, no se a donde quieres ir."
-"A tu casa, evidentemente."
-"Bueno, si tu lo dices."
Y así, Mario, Luigi y Daisy fueron camino a la casa de los hermanos. Al llegar, Mario y Daisy se dirigieron a la cocina a estudiar mientras Luigi se quedaba en la sala. Mario y Daisy conversaban amenamente y se reían de vez en cuando, lo que llamaba la atención de Luigi, quien solo los observaba desde lejos.
-Luigi en su mente 'Realmente te envidio Mario ... no sabes cuanto.'
Después de unas cuantas horas de repasar física y algo de bilogía, Daisy se levantó de la mesa.
-"¿Sabes? Creo que ya estudiamos bastante ... ¿que te parece si vamos a divertirnos?"
-"¿Mmm? ... bueno, no se que quieres hacer pero, supongo que ya fue suficiente por hoy."
-"Bueno, para empezar, creo que aún no he visto toda tu casa ... digo, las partes que puedo ver, claro."
-"Pues en ese caso permíteme darte un tour. ¡Hey Luigi, Daisy y yo vamos a dar una vuelta a la casa! ¿Quieres venir?"
-Hablando desde la sala "Nnnn ... no Mario, vayan ustedes."
-"Que raro... ¡esta bien!"
Mario volteo a ver a Daisy.
-"Tal vez tenga mucho que hacer."
Ambos comenzaron a caminar por toda la casa, pasando por lugares como una piscina, un jacuzzi, la terraza, el sótano con una mesa de mini-futbol y una de ping pong, etc. En uno de los patios encontraron una canasta de baloncesto.
-"Genial, esta casa si que es asombrosa." Dijo Daisy bastante maravillada.
-"Sí ... sí que lo es."
Mario caminó hacia una canasta que habia cerca de la pared y tomó un balón de baloncesto, para después lanzarselo a Daisy, quien lo atrapó al vuelo.
-"¿Te animas?"
-"Claro."
Daisy comenzó a botar el balón y Mario se acercó a ella para quitarselo, comenzando así el juego. Ambos reían mientras trataban de ser la persona con más puntos al final del juego.
-Mario mientras bota el balón "¿Cansada?"
-"Ni un poco ... podrás ser un guardián con resistencia física excepcional, pero eso no quiere decir que me ganaras tan fácilmente."
Mario comenzó a correr y al pasar cerca de Daisy cambió el balón de mano, dio media vuelta y siguió corriendo hasta la canasta, saltando en el aire y clavando el balón con fuerza.
-"¡Wuuuuu! Esos son 2 punto más para mí."
Daisy se apoyó en sus dos rodillas.
-Jadeando "¿Sabes? Creo ... que un respiro no me vendría nada mal."
-"Claro."
Daisy se sentó apoyada en la pared del patio. Mario entró en la casa y fue a la cocina a buscar un poco de agua. Sacó un vaso grande y lo llenó de agua, para después llevarselo a Daisy. Se sentó a la par de ella y le ofreció el vaso, el cual se tomó casi de un trago.
-"¡Oye, tranquila! Si estabas tan cansada pudimos detenernos antes."
-"No ... estoy bien. Es que ..." mira a ambos lados "¿prometes guardar el secreto?"
-"Claro."
-Suspira "No me habia divertido tanto en mi vida. Mis padres son unos pesados todo el tiempo, siempre quieren que me comporte como la princesa que soy. 'Daisy no juegues en la tierra', 'Daisy no te juntes con los niños a jugar, te vas a lastimar', 'Daisy, debes usar siempre tu vestido, nada de pantalones', etc., etc. Nunca me han dejado juntarme con nadie que no sea de la realeza, y cuando me junto con alguien más, solo puedo responder cortesmente y reírme de las bromas de los demás como un maniquí sin cerebro."
-"Suena horrible."
-"¡Lo es! Es como si viviera encadenada. Es por eso que Peach era mi única amiga, pues es la menos molesta de las princesas. Pero ella no gusta tanto de los deportes como yo, así que ... nunca antes habia tenido una tarde tan entretenida."
-"¿Sabes? Ahora que lo pienso, creo que deberíamos invitar a todo el grupo a algún lado. Será divertido ¿que opinas?"
-"Lo que sea con tal de salir de casa."
-"Y hablando de eso ¿tus papás saben de nosotros?"
-"No, ellos creen que mi única amiga sigue siendo Peach. Así que creen que estoy con ella."
-"Y ella estuvo de acuerdo en mentirles con tal de protegerte."
-"Yo haria lo mismo por ella."
-"Supongo ... oye, hablando de Peach ¿recuerdas lo que escuchó en mi antigua casa?"
-"Claro ¿investigaste?"
-"Sí, y puedo decirte que no esta loca, mi otra casa tenía algo raro aunque ahora nunca sabremos que era."
-"Pero por lo menos ya no volvera a suceder. Gracias por investigar."
-"Lo que sea por una amiga."
-"Bien, creo que ... ya es hora de que regrese a casa. En verdad me ayudaste bastante ... en todos los sentidos."
-"Sabes que siempre te apoyaré."
Ambos se levantaron y chocaron puños, para después abrazarse. Mario acompañó a Daisy hacia la salida, sorprendiendose de ver a Peach fuera de la casa.
-"Peach, ¿que haces aquí?"
-"Bueno, Daisy me dijo que como a esta hora iban a terminar, así que vine por ella."
-"Querras decir que viniste de visita con ella y ya se van."
Mario les guiñó un ojo a las dos, causando que comenzaran a reír. Una vez que estuvieron lejos de su casa, Mario cerró la puerta y fue a la cocina por algo de comida. Sentado en la mesa estaba Luigi, quien solo lo veía fijamente.
-"Debiste habernos acompañado hermano, fue muy divertido." Comenzó Mario.
-"Sí ... se noto ... se veían muy felices juntos ... me alegro por los dos."
-"Eh ... Luigi ¿estas bien?"
-"Sí Mario ... estoy bien."
Luigi se levantó de la mesa y comenzó a caminar hacia su cuarto, pasando a la par de Mario. Él comenzó a seguirlo hasta su cuarto, pero cuando Luigi entró cerró la puerta en el rostro de Mario, dejandolo fuera.
-"Vamos Luigi ¡ahora que hice!"
Mario tocó a la puerta, mas Luigi no contesto. Luego de unos minutos, Mario se rindió y comenzó a caminar a su cuarto.
-En su mente '¿Puede alguien decirme que hice ahora?'
Mario entró en su cuarto y se sentó en su cama. Puso su atención en su mochila y recordó el libro que le habia pedido a Kamek. Intrigado por el mismo, lo sacó de su mochila y ojeo las primeras páginas, encontrandose con el índice. La primera parte se llamaba aclaraciones, y dos capítulos llamaron su atención: uno llamado Rosalina, y el otro llamado Dimentio. Fue primero al llamado Rosalina, donde se encontró con una imágen de una niña de pelo rubio y ojos celestes con un vestido blanco y una corona plateada sosteniendo un peluche de conejo. A la par de ella habia una mujer bastante alta, con la misma descripción física, pero ahora llevaba un ojo tapado con un mechón de pelo y estaba usando un vestido celeste de manga larga, con una pequeña estrella en el centro del pecho. El texto en la página a la par de la imágen decía lo siguiente:
"Rosalina es un caso especial. A diferencia de la mayoría de individuos, no existen versiones de ella en ningún otro universo más que en este. Ella es única, y por lo tanto, tiene a su cuidado a todo el multiverso. La única otra persona que podría considerarse de manera potencial como otra versión de ella es una bruja que se hace llamar Shadow Queen. Se originó en la dimensión oscura (universo 666), viajó a la dimensión Paper (universo 5) y allí se le perdió el rastro. No se sabe donde recide actualmente."
Mario quedó sorprendido con la descripción, especialmente por sus implicaciones. Podía ver una imágen de niña (que corresponde bastante a la descripción que le dio la bob-omb) pero además había una de adulta. Antes de sacar conclusiones, pasó a la página de Dimentio. Esta tenía una imágen de un tipo vestido de bufón, con una mezcla de colores entre negro, amarillo, morado y blanco. En su mano llevaba un báculo. La página con texto parecía tener dos secciones, escritas por personas distintas y en tiempos distintos, debido a la letra y a la frescura de la tinta. La primera sección (la más antigua) decía:
"Al igual que Rosalina, solo se tiene información de un Dimentio. Este ser es originario de la dimensión Paper (universo 5). Allí fue derrotado, pero pasó a nuestro universo, en donde se topó con Rosalina y un humano llamado Mario. Entre ambos lo derrotaron, sellandolo en la dimensión 0 (universo 0)."
La segunda parte decía:
"Dimentio es un ser de mucho cuidado. Es poderoso, pero también astuto e inteligente. Puede parecer que esta perdiendo, pero cuando menos te lo esperas, voltea la situación a su favor. Puede parecer que sigues tu plan para derrotarlo, pero en realidad estas siguiendo su plan. Estas haciendo justo lo que él quiere. Dimentio no debe ser subestimado de ninguna manera, pues casi siempre actúa desde las sombras, distrayendo a todos con un falso enemigo, para después alzarse con la victoria. Esto lo aprendí por las malas, pues él es de las amenazas más peligrosas que he enfrentado."
Al final del segundo texto se leía:
"Firma: Mario del universo 1 (dimensión primaria), guardián del multiverso."
Mario cerró de inmediato el libro y lo guardó en su mesa de noche, recordando las palabras de Kamek ... ¿solo ficción? No ... era más que eso.
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